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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA
INSTITUTO SUPERIOR DE DESARROLLO, EDUCACIÓN Y CULTURA
“MONS. ALFREDO RODRÍGUEZ”
Convenio establecido en Cumaná en el año 2015
Cumana, Edo sucre - Venezuela

Subjetivad
Humana
Profesora: Nilda Gonzales
Materia: Estrategias Cognitiva

Autor:
Cristal Martínez Bravo
C.I.: 26.704.022

Periodo: II

Sección: 02

Cumaná, febrero de 2020


Introducción

Las costumbres, comportamientos, conductas, mentalidades y formas de


vida han interesado siempre a los filósofos. En definitiva, el fenómeno humano es
objeto de investigación desde una perspectiva antropológica que forma parte
fundamental de la filosofía. El campo de estudio de la antropología filosófica es
muy amplio.

Engloba el conocimiento científico, los juicios de valor, la libertad de


comunicación y expresión y también la religión, la política y la sociología. Si bien lo
más característico de la antropología es analizar la naturaleza humana. Es cierto
que también la psicología y la historia investigan sobre estas cuestiones pero
desde otros enfoques diferentes.

De todos modos, también es cierto que el afán universalizador de la


antropología se manifiesta en la utilización de los conocimientos de las ciencias
naturales y de las ciencias humanas con la finalidad o el propósito de conocer o
identificar las características de la especie humana. Lo que contribuye también a
situar a los seres humanos en la naturaleza y en la realidad.

Pretendemos conocer al ser humano desde su psique, desde esa riqueza


interior no observable que confieren a la vida un ámbito de complejidad, de
satisfacción e incluso de insatisfacción. Pretendemos adentrarnos en el mundo de
la vida psíquica, alcanzar la mente y lo que llamaremos procesos mentales,
nuestra percepción, nuestra memoria, nuestra imaginación, nuestras inteligencias;
querremos averiguar cómo es ese mundo de nuestros sentimientos, de nuestras
emociones, de nuestras pasiones. Y de este modo, pasando por nuestro cerebro,
llegar al debate que la filosofía plantea, tanto de modo clásico, alma/cuerpo, como
un planteamiento más cercano a nosotros, mente/cerebro.
Antropología filosófica

La antropología filosófica es una especialidad perteneciente a la filosofía, la


cual se encarga del estudio filosófico del hombre, específicamente de su origen o
naturaleza; para así determinar la finalidad de su existencia, así como la relación
con los demás seres. En la antropología filosófica el hombre es sujeto y objeto al
mismo tiempo.

Los temas que generalmente estudia la antropología filosófica están


vinculados con el valor de la libertad y sus límites, así como la parte espiritual del
ser humano, su naturaleza, tomando al hombre como un ser diferente a todos los
seres del universo.

Algunas de las interrogantes que se plantean dentro de la antropología


filosófica son: ¿Qué es el hombre? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde va? ¿Qué es
la muerte? Su objeto de estudio surge del afán por conocer más acerca de la
existencia del ser humano y la exigencia de profundizar en sí mismo.

La base de su planteamiento consiste en aplicar las enseñanzas de las


ciencias naturales (biología, etología, zoología, entre otras.) y las ciencias
humanas, para así determinar las características inherentes de la especie humana
y su posición específica en el mundo y el entorno natural.

Esta ciencia busca distinguir los rasgos del ser humano basándose en los
aspectos materiales, biológicos económicos, sociales, culturales, entre otras.

Sin embargo, esta ciencia puede ser motivo de surgimiento de diversos


problemas relacionados con el hombre; ya que este se encuentra experimentando
una crisis existencial, debido a la falta de identidad originada por la indiferencia y
falta de amor hacia el prójimo. Es por esto la necesidad de reflexionar acerca del
verdadero significado de ser hombre; y esto se debe hacer desde la pérdida del yo
solitario e individual; y comenzar a considerar a la persona como integrante de un
conjunto. De allí la importancia de la convivencia en sociedad.

La Antropología filosófica se ocupa de estudiar a la luz de la razón, quién es


el hombre: sus facultades, dimensiones y especificidad en relación con el resto de
los seres que, desde el punto de vista más general y abstracto posible, ya ha
estudiado la Metafísica. Podríamos decir que la Antropología filosófica es la
aplicación de las categorías metafísicas al estudio de un ente muy concreto, y por
tanto, dotado de unas características esenciales que lo especifican en relación con
los demás seres.

La reflexión sobre el ser humano en esta asignatura emplea la luz de la


razón como objeto formal. Lo cual no quiere decir que excluya las aportaciones
que desde cualquiera de los ámbitos de la realidad humana se le aportan, pero
siempre y cuando puedan ser estudiados desde esa perspectiva o luz particular,
puesto que tal es el instrumento propio de la reflexión filosófica. ¿Cuál es el
método propio que utiliza para su reflexión a la luz de la razón? Partiendo de los
datos que nos ofrecen las distintas ciencias acerca del ser humano (desde la
biología a la psicología, desde la paleontología a la etnografía o la antropología
cultural), la antropología filosófica trata de llegar a las últimas causas y a identificar
los universales siempre presentes como razón última de ser que nos permiten
comprender en su integridad al ser humano.

Los más importantes exponentes de esta disciplina fueron:


 Max Scheler (1874-1928), gran filósofo alemán; siendo uno de los primeros
en señalar lo peligroso que era para Alemania la llegada del nazismo.
 Helmuth Plessner (1892-1985), filósofo y sociólogo alemán; considerado
uno de los fundadores de la antropología filosófica. Su pensamiento radica no
solo en la filosofía, sino también en la biología y en la zoología. Su obra cubre
un campo muy amplio, ya que abarca desde la fundamentación teórica del
concepto de vida humana, hasta una reflexión filosófica sobre las maneras en
las que aquellas se expresan histórica y políticamente.
 Arnold Gehlen (1904-1976) filósofo y sociólogo alemán, integrante del
partido nazi; sus teorías sirvieron de fuente de inspiración para el desarrollo del
neoconservadurismo contemporáneo alemán.

Por tratarse de una ciencia holística, la antropología está vinculada con


muchas otras disciplinas. Así, se sirve de la física, la química y la geología para
fechar fósiles y artefactos; de los botánicos, zoólogos y paleontólogos para
reconocer restos de animales y plantas encontradas junto a restos humanos, entre
otras.

1. Antropología cultural y sociología. comparten su interés en las relaciones, la


organización y el comportamiento sociales. Sin embargo, la sociología inicialmente
centró su enfoque en el occidente industrial; los antropólogos en las sociedades
no industriales. Por ello, cada ciencia desarrolló distintos métodos de recolección y
de análisis de datos. Durante años, las técnicas estadísticas y de muestreo han
sido fundamentales en sociología, mientras que la preparación en estadística ha
sido menos común a la antropología, aunque esto está cambiando a medida que
los antropólogos trabajan cada vez más en sociedades modernas. Los etnógrafos
tradicionales estudiaban poblaciones pequeñas, ágrafas y hacían uso de métodos
apropiados a tal contexto. Un método clave es la observación participante, por la
cual se toma parte en los hechos que uno observa, describe y analiza. Con la
creciente comunicación interdisciplinar, se está produciendo una convergencia
entre la antropología y la sociología. Del mismo modo, ante la expansión de la
industrialización, muchos antropólogos trabajan en sociedades industriales, donde
estudian temas muy diversos, que incluyen el declive rural, la vida interna de la
ciudad y el papel de los medios de comunicación de masas en la creación de
patrones culturales nacionales.
2. Antropología, ciencia política y economía. En las sociedades de pequeña
escala, en las que se desarrolló la etnografía, la política y la economía no suelen
aparecer como actividades diferenciadas dispuestas para un análisis por
separado, como sucede en la sociedad moderna, sino que se encuentran
inmersas en el orden social general. Los antropólogos han ampliado nuestra
comprensión comparativa de los sistemas políticos al mostrar, por ejemplo, que la
ley y el crimen no son universales culturales. Por otro lado, también los
antropólogos han contribuido a mostrar los diferentes principios que mueven la
economía en otras culturas.

3. Antropología y humanidades. Todos adquirimos cultura mediante la


enculturación, el proceso social por el que se aprende y transmite la cultura de
generación en generación. Por tanto, todas las expresiones creativas tienen un
potencial interés como productos y documentos culturales. Así, el comportamiento
no escrito, el discurso, las creencias, la tradición oral y el ritual se interpretan en
relación a su significado dentro de un contexto cultural particular.

4. Antropología y psicología. La mayoría de los psicólogos realizan sus trabajos


de investigación en su propia sociedad. La antropología aporta los datos
transculturales. Las afirmaciones sobre la psicología "humana" no pueden basarse
únicamente en el comportamiento observado en un solo tipo de sociedad. Así, la
antropología psicológica conecta con la psicología.

5. Antropología e historia. Son cada vez más los historiadores que interpretan
los documentos y relatos históricos como textos que requieren de su
emplazamiento e interpretación dentro de contextos culturales específicos. Así, un
número creciente de historiadores estudia los cambios en la forma social
adoptando enfoques antropológicos.

Desde el punto de vista epistemológico, la antropología sociocultural es la


disciplina encargada del estudio de la cultura y se halla integrada, a su vez, en el
sistema de las ciencias humanas y sociales. Para construir el conocimiento la
antropología social y cultural se sirve de una metodología que se ha ido
perfeccionando desde el siglo XIX.

El método de la antropología sigue los procedimientos del método científico


general, es decir, del inaugurado por la física, consistente en observar, elaborar
hipótesis, verificar y concluir. La antropología es una ciencia social y la verificación
se realiza mediante el trabajo de campo, a partir de una observación que sea lo
más participante posible, para llegar a una conclusión basada en la comparación
sistemática. La metodología de la antropología es dependiente del propósito
comparativo y cualitativo que persigue.

No hace falta señalar que, a pesar de su rigor, los resultados no son de la


misma precisión que los de las ciencias experimentales. Son, forzosamente, más
flexibles. Sin embargo, dado que la observación se refiere a fenómenos que son
relativamente estables y constantes, las conclusiones tienen un aceptable grado
de verosimilitud.

Ha pasado alrededor de un siglo y medio desde que naciera científica y


académicamente la antropología, y tenemos la certeza de que la metodología se
ha perfeccionado hasta el extremo de ofrecer conclusiones contrastables en sus
trabajos. Otras ciencias sociales, como la sociología, han recorrido caminos
similares. El resultado final es que las ciencias sociales se han constituido en
auténticas ciencias, un tanto alejadas de la especulación filosófica de los
fenómenos humanos, aunque esta última sea la fuente de muchas de las hipótesis
constituidas en la investigación antropológica.

Cualquiera de estas ciencias sociales, con metodologías diferentes entre sí,


al menos en lo fundamental, está en condiciones de anticipar lo que puede
suceder en el seno de los grupos humanos, cuando se dan determinadas
circunstancias, de forma razonablemente flexible, sin duda debido al rigor que
albergan sus métodos. Por otro lado, muchos de los grandes problemas de
nuestro tiempo son culturales o sociales, de lo que se deduce la aplicabilidad de
dichas ciencias.

La utilización del método comparativo en antropología se halla íntimamente


unida a la evolución de la disciplina. La teoría antropológica se elabora
inductivamente, aunque complementariamente la deducción resulte
imprescindible, a partir de unos hechos etnográficos observables, al amparo de la
comparación intercultural. Esta relación deberá establecerse forzosamente entre
hechos comparables, intentando que exista una cierta homogeneidad, pero
contando con que esta última no existe en términos absolutos, por lo que su
resultado es siempre discutible.

Pero el antropólogo social se ve obligado a efectuar comparaciones desde


los mismos inicios de la investigación, cuando establece analogías entre las
conductas individuales o entre los hechos sociales. La comparación intercultural
es el último eslabón de una larga cadena que permite al antropólogo elevar la
particularidad inicial de su observación a la condición de generalidad, que es
justamente el objetivo último del método comparativo.

Por tanto, la comparación permite, por un lado, el establecimiento de


correlaciones en el interior de una cultura y, por otro lado, la elaboración de
correlaciones entre culturas distintas. Las segundas, las interculturales,
contribuyen a definir la gama de variaciones de algunos fenómenos, o a demostrar
las relaciones existentes entre diferentes aspectos de la organización social o
cultural. Ha sido un debate duradero el que se refiere a la legitimidad de las
comparaciones interculturales, por cuanto el antropólogo social realiza
generalizaciones en un nivel superior al de su propia investigación por las razones
que se han señalado. Ciertamente, esto que es así, no es distinto de lo que
sucede en otras ciencias, las cuales procede de manera análoga, como explica T.
Kuhn en La estructura de las revoluciones científicas, 1962.
La generalización más sencilla se obtiene describiendo una pauta o
regularidad entre un grupo de personas que puede ser muy reducido, esto es, una
manifestación no fortuita en el contexto sociocultural de la experiencia humana.
Por el contrario, el nivel más complejo es el que se alcanza cuando se comparan
sociedades correspondientes a tradiciones culturales distintas, en cuyo caso la
comparación se aleja relativamente de la que se efectúa en las ciencias naturales.
En este último caso, la comparación debe realizarse con las precauciones
debidas, las cuales han de estar incluidas en el rigor del método.

La compración transcultural es útil cuando se utiliza en virtud de


observaciones operacionalmente equivalentes. En resumen, la homogeneidad de
la comparación se halla limitada por la heterogeneidad de la diversidad cultural.
Sin embargo, y a pesar de estas dificultades, los frutos de la aplicación del método
comparativo en antropología social resultan indiscutibles y explican el avance que
se ha producido en el conocimiento de las instituciones de la vida social a nivel
general.

Ahora bien, la utilización del método comparativo ha pasado por diversas


fases desde que comenzara a ser empleado por los fundadores de la antropología
social, es decir, por los evolucionistas. Así se entiende que el método comparativo
haya sido visto e interpretado de maneras bien distintas en la historia de la ciencia
antropológica, ciertamente que con un trasfondo común.

Los funcionalistas confirieron extraordinaria importancia al método comparativo,


tras rechazar decididamente el uso que hicieron de él los evolucionistas
unilineales, aduciendo que el enfoque histórico no resultaba plenamente
satisfactorio. A. R. Radcliffe-Brown, que fue particularmente explícito refiriéndose
al método compartivo, coincidió con B. Malinowski en la preferencia por el
enfoque sincrónico en la aplicación del método comparativo.
La necesidad de hallar el mayor rigor posible en el uso del método
comparativo condujo a una progresiva aplicación de los modelos estadísticos,
tratando de desarrollar la vieja idea propuesta por E. B. Tylor. La manifestación
más palmaria de esta insistencia ha sido hasta el presente la nacida a partir de
los trabajos de G. P. Murdock en los años treinta del siglo XX en la Universidad de
Yale, tras emprender el Cross-Cultural Survey (1937).

Dichos trabajos se concretaron fundamentalmente en los Ficheros de


Relaciones Humanas (H. R. A. F.), que comportan el banco de datos más
elaborado y utilizado en la antropología social. Constituido a partir de un amplio
muestreo de sociedades de todo tipo y de todas las partes del mundo, y
sistematizado racionalmente, este inventario cultural ha permitido la elaboración
de las más rigurosas comparaciones interculturales. Los H. R. A. F. han
contribuido a la comprobación de hipótesis antropológicas en condiciones de
objetividad y se han configurado como la esencia de las comparaciones
transculturales.

G. P. Murdock es, asimismo, el autor de un denso trabajo derivado de la


aplicación del método comparativo en antropología social, que es Social Structure
(1949), donde se tomaron como referencia las instituciones del parentesco y otros
aspectos de la organización social. Por otro lado, Murdock fue el promotor inicial
del World Ethnographic Sample, en el que se comparan orgánicamente 585
sociedades, pertenecientes a sesenta áreas culturales, mediante una serie de
criterios que incluyen su tipo de producción, su forma de parentesco y de
matrimonio, su clase de residencia, su organización política, etc.

No obstante, la gran obra de Murdock ha sido la elaboración del


Ethnographic Atlas (1967), publicado inicialmente en fascículos a partir de 1962.
En la obra se presenta una elaborada muestra de 863 sociedades,
correspondientes a los últimos cinco siglos, y clasificadas en 412 grupos.
Los estructuralistas sostienen que la generalización en antropología social
sólo puede provenir de un uso del método comparativo que parta de las reglas
subyacentes a las diversas culturas. Cada una de éstas se corresponde con una
forma de elaborar las experiencias humanas. Un ejemplo del empleo del método
comparativo propuesto por los estructuralistas lo encontramos en Claude Lévi-
Strauss cuando estudia, por ejemplo, la mitología en "Estructura de los mitos",
publicado inicialmente en 1955 (capítulo XI de la Antropología estructural, 1958).

Dimensión psicológica del ser humano

La dimensión psicológica se centra en la mente, y recoge la idea de la


persona como ser dirigido a metas y dotado de un conjunto de procesos que le
permiten guiar su conducta creativa y armónicamente en el contexto cambiante
donde se dan las diversas situaciones en que participa.

Incluye aspectos cognitivos que conducen a percibir, pensar, conocer,


comprender, comunicar, resolver problemas, relacionarse, representarse a sí
mismo y a los otros, actuar –ser agente–; aspectos afectivos, como las emociones
y los motivos, y otros aspectos que generan esperanza, estima y confianza en uno
mismo y en otros; aspectos conativos, como la perseverancia en la acción y otros
componentes de la voluntad como el autocontrol. Todo ello sin olvidar que la
mente existe porque existe el cuerpo, concretamente, un cerebro con un
funcionamiento normal.

La dimensión psicológica también se refiere a todos los procesos derivados


de la actividad del sistema nervioso. La actividad más primitiva, es sin duda la
percepción. Percibir es darse cuenta de algo, sentir, es notar la presencia de algún
factor físico, químico, o biológico, como sentir el calor, la presión sobre el cuerpo,
la luz, o el dolor. Digo notar la presencia, porque la percepción se da en tiempo
presente, aquí y ahora. Esto es así en todo el reino animal.
Todos los animales experimentan algún tipo de percepción de la realidad a
través de los sentidos que poseen. Sin embargo, en los humanos, la cosa
percibida deja sus huellas en un espacio mental que llamamos memoria, de este
modo es posible que vuelvan a la memoria percepciones del pasado, lo que
llamamos recuerdos, en forma de imágenes, olores, sabores, entre otros.

La dimensión psicológica, obviamente no se agota con la percepción y la


memoria. Sueños, miedos, deseos, la voluntad, las ideas religiosas, el humor, el
aprendizaje, la lectura, la creación artística, el amor, el odio son procesos
mentales complejos que configuran la existencia diaria.

Justamente, la forma de actuar diaria de cada uno de nosotros, es decir el


comportamiento o conducta es el resultado de una serie de fuerzas internas,
psicológicas, y una serie de posibilidades externas, los márgenes que impone la
sociedad. Anatómicamente, dentro de los primates en general, y en los
antropoides en particular, es notable el gran desarrollo del cerebro y del sentido de
la vista, no tanto en agudeza, puesto que hay otros animales que nos superan,
sino en la capacidad de interpretar lo que se ve.

Mirar no es lo mismo que observar. Observar no es lo mismo que leer. Y los


homínidos tenemos la capacidad para leer la realidad observada. Y al leer,
comprendemos, porque toda lectura es, obligadamente, una lectura comprensiva.
Los chimpancés, mediante años de trabajo en laboratorios especiales, pueden
aprender complejos códigos con un número aproximado de 100 signos-palabras,
con los cuales se comunican entre sí y con los humanos. Les recuerdo que un
turista promedio se maneja perfectamente bien en un país extraño, con un léxico
de más o menos 300 palabras. En nuestras clases está presente el desafío de
incorporar nuevas palabras, cada nueva palabra es una nueva idea, y de la
combinación de palabras surgen también nuevas ideas.
Conclusión

La antropología filosófica es un saber filosófico moderno, con claras raíces


clásicas, que responde a la necesidad actual del hombre por conocerse y por
darse razones de su ser. Dicho de otro modo, la antropología filosófica busca dar
respuesta a la pregunta por quién es el hombre. La antropología filosófica, por
tanto, aborda desde la pregunta metafísica, el ser del hombre. Y aquí hemos de
poner en juego, brevemente, la relación existente con las antropologías de otras
ciencias, y con otras disciplinas de la propia filosofía.Los objetivos que esta se
propone alcanzar la antropología filosófica por medio de la reflexión los siguientes:

• Responder a la pregunta radical por el origen, la naturaleza y propósito de la existencia


humana. El hombre es un ser tan complejo y misterioso que resulta muy difícil la unanimidad en
la descripción completa de su realidad. Son numerosas las ciencias y disciplinas que tienen al
hombre como objeto material; estudiando diversas facetas de la persona humana. La
extrapolación injustificada de los resultados de dichas investigaciones a la totalidad del ser
humano es causa de los múltiples ejemplos de reduccionismo antropológico que presenta la
cultura y mentalidad actuales. La Antropología fundamental pregunta por las dimensiones
últimas que forman la estructura de todo ser humano, la contextura ontológica y fundamental
que le constituye en razón de persona.
• Además, se añade una doble finalidad ulterior: de una parte, servir como medio de
reflexión personal en orden a una vida lograda; de otra, ofrecer un criterio fundamental para la
comprensión de la vida humana y, por lo tanto, de las exigencias bioéticas derivadas de la
praxis científico-técnica, de las obligaciones y quehaceres educativos, del ordenamiento social,
legislativo y cultural…

La dimensión psicológica se centra en la mente, y recoge la idea de la


persona como ser dirigido a metas y dotado de un conjunto de procesos que le
permiten guiar su conducta creativa y armónicamente en el contexto cambiante
donde se dan las diversas situaciones en que participa. Así, el funcionamiento y el
desarrollo de la mente es dependiente del cuerpo para recibir la información y
trasladar a acción concreta el resultado final de sus procesos.

Los aspectos subjetivos de lo mental pueden aprehenderse sólo desde el


punto de vista de la criatura misma, mientras que lo que es físico está
simplemente ahí, y puede aprehenderse externamente desde más de un punto de
vista
Bibliografía

Antropología filosófica. SLIDESHARE. Recuperado de:


http://es.slideshare.net/wendoline16/antropologia-filosofica. Consultado el 1 de
febrero del 2020

Definición de Antropología filosófica. CONCEPTODEFINICION.DE. Recuperado


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Dimensión psicológica del ser humano. HOY 1FILOSOFÍA BACH CARDENAL


HERRERA. Recuperado de: https://sites.google.com/site/1
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https://ocw.unican.es/mod/page/view.php?id=792. Consultado el 1 de febrero del
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https://www.abc.com.py/articulos/la-antropologia-y-otras-ciencias-humanas-
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