Indicadores
Socioeconómicos
Autor:
Cristal Martínez Bravo
C.I.: 26.704.022
Periodo: “1”
Sección: “02”
Los indicadores son variables que intentan medir u objetivar, en forma cuantitativa
o cualitativa, sucesos colectivos para así poder respaldar acciones políticas, evaluar logros y
metas en distintas áreas de aplicación. En ciencias Sociales y Políticas, un indicador
socioeconómico es una medida, de preferencia estadística, asociada al estado de una
sociedad. Generalmente se busca que actúe a modo de resumen de un conjunto de
parámetros o atributos de una sociedad.
Indicadores económicos
Son un tipo de dato de carácter estadístico sobre la economía que permite realizar un
análisis de la situación y del rendimiento de la economía tanto pasada como presente, y en
muchos casos sirve para realizar previsiones sobre la futura evolución de la economía. Otra
de las utilidades de los indicadores económicos es el estudio de los ciclos económicos. Los
indicadores económicos se agrupan generalmente en 3 grupos diferentes que son:
Indicadores sociales
“Una estadística de interés normativo directo que facilita datos concisos y equilibrados
sobre la condición de los aspectos principales de una sociedad”, Primer Informe Social del
Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos (1969), “Toward a
Social Report”, citado en Pena (1977, pág. 21). Otros definición de indicadores sociales
son:
Medida estadística directa, orientada y válida que permite observar el nivel y las
variaciones en el tiempo de una preocupación social fundamental, OCDE (1981).
Series resumidas relativas al estado y a las tendencias de las condiciones de vida y a
la disponibilidad y desempeño de los servicios sociales convexos, SESD (Sistema
de Estadísticas Sociales y Demográficas) de la ONU.
Otra clasificación posible es en función del objetivo que persiguen y del tipo de
información que empleen, véase Setién (1993, págs. 42-43):
1. Indicadores objetivos o externos e indicadores subjetivos o internos: Los
indicadores objetivos se refieren a medidas de estados, hechos o condiciones de
carácter concreto que son observables, los subjetivos miden relatos o descripciones de
los individuos respecto de sus sentimientos y percepciones acerca de ellos mismos y
del mundo circundante.
2. Indicadores simples e indicadores sintéticos o complejos: los primeros recogen
datos estadísticos y los segundos están constituidos por agregados que sintetizan en
un único elemento un conjunto de datos [Carmona (1977)].
3. Indicadores descriptivos, indicadores de resultados e indicadores analíticos:
los primeros recogen el estado de las variables, los de resultados el producto final y
los analíticos las relaciones entre variables [Land (1975)].
4. Indicadores absolutos, indicadores relativos e indicadores autónomos: para los
primeros existen umbrales que han sido prefijados, para los segundos existen series
temporales pero se carecen de esos umbrales y para los últimos se recogen medidas
para regiones o grupos de población [S. del Campo (1972) y Carmona (1977)].
5. Indicadores ordinales e indicadores cardinales [Drewnoski (1972)].
6. Indicadores de flujo e indicadores de stock: los primeros evidencian unidades de
tiempo, mientras los segundos carecen de esa unidad [SSDS, ONU].
7. Indicadores descriptivos e indicadores evaluativos: Los primeros no se basan en
ninguna teoría ni modelo, mientras los segundos hacen explícita una relación
recogida en una teoría o modelo que pueden evaluarse en una situación [Carley
(1981)].
Las funciones de los indicadores sociales se solapan con las de los sistemas de
indicadores que son:
“Los sistemas de indicadores sociales son todo intento sistemático e integrado para
conceptualizar, operacionalizar y medir, por medio de conjunto de Indicadores Sociales, la
diversidad de aspectos que conforman el bienestar”, Setién (1993, pág. 45).
Diez Collado (1992) establece que un sistema de indicadores viene a ser un
procedimiento por medio del cual se conceptúa, operacionaliza y mide, mediante un
conjunto de indicadores sociales, la diversidad de aspectos que conforman el bienestar
individual o social.
- Son un intento de conceptualización y medida que tiene una finalidad: la medida del
bienestar individual y social.
- El bienestar se considera como un término multidimensional compuesto por partes o
áreas diversas.
- La construcción de un sistema de indicadores requiere la existencia de un marco de
referencia coherente, en el interior del cual se hace posible la conceptualización
selección y posterior evaluación integrada de las áreas sociales.
Zapf (1975, pág. 519) distingue cinco funciones de los indicadores sociales los cuales son:
Estas funciones son de carácter teóricas y no todos los sistemas sociales las cumplen.
Otros autores como Michalos (1980b, vol. I, pág. 12-17) enumera una lista de las
funciones atribuidas a los sistemas de indicadores sociales, entre ellas: facilitar las
comparaciones entre naciones, regiones, ciudades y otros grupos, estimular nuevas políticas
y programas sociales y llegar a un balanza sobre las condiciones sociales a modo de los
cálculos económicos como los reflejados por el PNB.
- Ambigüedad en cuanto al significado del indicador, lo que a veces nos lleva a que
no resulte fácil de interpretar en un único sentido. Esto indica que el indicador no se
encuentra bien definido.
- Escasez de datos estadísticos, la utilización de un sistema de indicadores sociales
exige la disponibilidad de información que no suelen suministrar las estadísticas
habituales.
- Heterogeneidad de fuentes.
- Ausencia de indicadores de percepción.
- Carácter desagregado de los indicadores sociales. Por separado los indicadores
sociales pueden ser indicativos de la situación de los distintos aspectos de la vida.
Es la suma del valor agregado (bruto) que se genera en la producción de los bienes y
servicios en un país en un determinado período de tiempo. En este caso, la fórmula del
producto interior bruto es:
VA = P- CI
Por ejemplo, si una pastelería vende pan, el valor añadido de una barra será su
precio menos lo que le haya costado fabricar la barra (harina, electricidad, entre otros).
PIB = C + I + G + X – M
En esta fórmula podemos ver, por qué cuando disminuye el consumo interno de un
país se reduce el PIB. Es decir, siempre y cuando lo demás se mantenga estable. Lo mismo
ocurre cuando disminuye la inversión, el gasto público o las exportaciones.
PIB desde el punto de vista de los ingresos:
Es equivalente a la suma de los ingresos que ganan los propietarios de los factores
productivos (trabajo y capital) durante un período de tiempo. En este caso el PIB =
remuneración de los asalariados + impuestos – subvenciones + excedente de explotación.
De esta forma, la fórmula del producto interior bruto es:
Índice de gini
Índice de desarrollo humano
PIB per cápita
Por otra parte los mecanismos de propagación son lo que una vez desatada la
inflación, la generalizan, la mantienen o la refuerzan a consecuencia de las interrelaciones
existentes. Estas surgen de la incapacidad de detener una lucha de intereses sectoriales en
torno al ingreso; es decir que la asignación de recursos a, grupos sociales, sectores públicos
o privados, pretende favorecerse a expensas de otro sector o grupo social restante,
frecuentemente sin lograr una ventaja permanente.
Cuando la subida de los precios sigue una tendencia gradual y lenta, con una media
anual de unos pocos puntos porcentuales, no se considera que esta inflación sea una seria
amenaza para el progreso económico y social. Puede incluso llegar a estimular la actividad
económica: la sensación de que la renta personal está creciendo por encima de la
productividad puede estimular el consumo; la inversión en la compra de viviendas puede
aumentar, al anticiparse la apreciación futura de los precios; la inversión de las empresas de
negocios en fábricas y maquinaria puede crecer, puesto que los precios aumentan por
encima de los costes, y los individuos, las empresas y los gobiernos que piden prestado
descubren que pagarán los préstamos con dinero que tendrá un menor poder adquisitivo,
por lo que tendrán un mayor incentivo para pedir dinero prestado.
Pero la inflación al igual que las enfermedades, muestra diferentes niveles de
gravedad por lo que resulta útil clasificarla en categorías:
Inflación baja: La inflación baja se caracteriza por una lenta y predecible subida de
los precios. Podríamos considerar que una inflación es baja si las tasas anuales de inflación
son de un dígito. Cuando los precios son relativamente estables, el público confía en el
dinero. Está dispuesto a mantenerlo en efectivo porque dentro de un mes o de un año tendrá
casi el mismo valor que hoy. Está dispuesto a firmar contratos a largo plazo expresados en
términos monetarios, porque confía en que los precios relativos de los bienes que compra y
vende no se alejaran demasiado. La inflación ha sido baja en la mayoría de los países
industriales durante la última década.
Inflación galopante: la inflación de dos dígitos que oscila entre el 20, el 100 o el
200 por ciento al año se denomina "inflación galopante". De cuando en cuando, los países
industriales avanzados como Italia o Japón sufren este síndrome. Muchos países
iberoamericanos, como Argentina y Brasil, mostraron en los años setenta y ochenta tasas de
inflación que oscilaron entre el 50 y el 700 por ciento.
Una vez que la inflación galopante arraiga, surgen graves distorsiones económicas.
Generalmente, la mayoría de los contratos se ligan a un índice de precios o a una moneda
extranjera, como el dólar. En estas circunstancias, el dinero pierde su valor muy deprisa,
por lo que el público no tiene más que la cantidad de dinero mínima indispensable para
realizar las transacciones diarias.
Deflación: La deflación implica una caída continuada del nivel general de precios,
suele venir acompañada por una prolongada disminución del nivel de actividad económica
y elevadas tasas de desempleo. Sin embargo, las caídas generalizadas de los precios no son
fenómenos corrientes, siendo la inflación la principal variable macroeconómica que afecta
actualmente, tanto a la planificación privada como a la planificación publica de la
economía.
a. Pérdida del poder adquisitivo: La inflación reduce el poder adquisitivo del dinero, es
decir, reduce el valor de lo que se puede comprar por una cantidad de dinero determinada.
La inflación no incide sobre todos los individuos por igual, sino que puede perjudicar más a
unos grupos sociales que a otros, e incluso puede llegar a beneficiar a determinados
individuos o grupos.
Los deudores, ya que en términos reales la cantidad de dinero que tienen que
devolver es menor.
El estado, tanto por ser un deudor neto como por efecto de ciertos impuestos en los
que la proporción a pagar se calcula sobre el ingreso nominal y se eleva con la
inflación.
b. Incertidumbre: Las decisiones son más difíciles de tomar en etapas inflacionarias. Esta
inseguridad afecta principalmente a:
Los consumidores, que desconocen el precio verdadero que tendrán que pagar por
los bienes y servicios.
Las empresas, que no saben a cuánto vender su producción y cuánto les costará
llevarla a cabo.
Los ahorristas, que no conocen cuánto valdrán sus ahorros al cabo de unos años.
El sector público no puede prever el valor exacto de los gastos para elaborar su
presupuesto.
c. Desempleo: Cuando los precios aumentan en el país más que en el extranjero, se reduce
la competitividad de los productos nacionales. Al reducirse la demanda de bienes y
servicios argentinos, se reducirá el número de trabajadores requeridos para producir, lo que
llevará consigo un aumento de desempleo.
Ley De Oferta y Demanda
Es el principio básico sobre el que se basa una economía de mercado. Este principio
refleja la relación que existe entre la demanda de un producto y la cantidad ofrecida de ese
producto teniendo en cuenta el precio al que se vende el producto.
Así, según el precio que haya en el mercado de un bien, los oferentes están
dispuestos a fabricar un número determinado de ese bien. Al igual que los demandantes
están dispuestos a comprar un número determinado de ese bien, dependiendo del precio. El
punto donde existe un equilibrio porque los demandantes están dispuestos a comprar las
mismas unidades que los oferentes quieren fabricar, por el mismo precio, se llama
equilibrio de mercado o punto de equilibrio.
Según esta teoría, la ley de la demanda establece que, manteniéndose todo lo demás
constante (Ceteris Paribus), la cantidad demandada de un bien disminuye cuando el precio
de ese bien aumenta. Por el otro lado, la ley de la oferta indica que, manteniéndose todo lo
demás constante (Ceteris Paribus), la cantidad ofrecida de un bien aumenta cuando lo hace
su precio.
Para entender cómo se puede llegar al punto de equilibrio hay que hablar de dos
situaciones de exceso:
Pobreza absoluta. Se define con respecto a una cantidad de dinero necesario para
satisfacer necesidades básicas (comida, vestido, etc.) sin incorporar conceptos de calidad de
vida (UNESCO, 2019).
Pobreza relativa. Se define con respecto a un estándar de vida dado en una
sociedad, es decir, se determina al comparar un individuo con el estatus económico de otros
miembros de la sociedad (UNESCO, 2019). Así, la pobreza relativa puede aumentar aún si
el estándar de vida de los pobres aumenta en términos reales (Bourguignon, 2004).
La Marginación
Dimensiones de la marginación
Las Clases Sociales
Las clases sociales se forman a medida que los individuos de una sociedad se
agrupan según una serie de criterios compartidos con respecto a lo social y económico
como: riqueza, ingresos monetarios, ocupación laboral, acceso a la educación, poder
político, poder adquisitivo, creencias, valores, hábitos de consumo, entre otros.
Por otra parte, las clases sociales forman el sistema de clases, que no es cerrado y
permite que las personas se puedan movilizar de una clase a otra según sus capacidades y
aciertos para superarse o desaciertos para perder recursos económicos.
En este sentido, las clases sociales determinan tanto la situación socioeconómica de una
sociedad como de un país porque permite analizar cómo es la distribución económica y su
alcance entre los ciudadanos. De allí que se ha establecido una clasificación de las clases
sociales como: clase alta, clase media y clase baja.
Los sociólogos Karl Marx y Max Weber presentaron nociones diferentes acerca de
lo que consideraban como clases sociales.
Para Marx las clases sociales se pueden definir de dos maneras: desde la relación
que tienen los individuos con los medios de producción y la forma en que obtienen sus
rendimientos económicos. La conciencia de clases que cada grupo social tiene. De estas
nociones surge el concepto de lucha de clases con la cual Marx buscó exponer la rivalidad
entre las clases sociales, especialmente, entre la burguesía y el proletariado, como
consecuencia del sistema capitalista.
Por su parte, Weber definió las clases sociales a partir de las relaciones y las
posibilidades económicas que cada individuo tiene para tener acceso a diversos bienes y
servicios, las diferencias entre las clases sociales no se resuelven al modificar el sistema
económico sino, al cambiar la forma en que se puede acceder a los bienes y servicios.
Clase alta
La clase alta está conformada por aquellas personas que obtienen ingresos
económicos superiores a lo estimado.
Clase media
Muchos individuos que se encuentran en la clase media derivan de la clase baja, así
como, muchos de los que están en la clase alta derivan de la clase media tras haber hecho
un gran esfuerzo personal y laboral.
Clase baja
Está compuesta por las personas que carecen de recursos económicos para acceder a
diversos bienes y servicios básicos, acceder a la educación y costear una alimentación sana
y balanceada.
Las personas de clase baja no poseen vivienda propia o vehículos particulares,
además, suelen vivir en las zonas vulnerables y con grandes riesgos de peligro.
Los tipos de clases sociales, a pesar de tener una diferencia muy marcada desde los
principios de los tiempos, tomaron esta denominación de los estados modernos que
surgieron después de la revolución industrial, es decir, los tipos de clases sociales se puede
sub dividir en varias subclases sociales los cuales son:
Clase alta – alta: son aquellas posicionadas en la cima de los escalones que componen la
pirámide social, se usa para clasificar a las personas Tipos de clases sociales que poseen
más riquezas, influencias y poder dentro de la sociedad. Se compone de los empresarios
dueños de las compañías con mayor importancia internacional o por familias que han
heredado fortunas de generación en generación.
Clase alta: se encuentra conformada por los llamados nuevos ricos, es decir aquellos que
han alcanzado el estado de prosperidad económica en el que se encuentran gracias a sus
esfuerzos u oportunismo en aprovechar las circunstancias adecuadas en el mercado
mundial.
Clase media alta: es el grupo social que se encuentra unos escalones por encima de la
clase media, ya que cuentan con un ingreso clase media superior al que tiene el promedio,
por lo general son personas que cuentan con estudios universitarios y se posicionan en un
puesto jerárquico en el mercado laboral.
Clase media: se trata del segmento social que engloba a la mayoría de la población, ya que
entre un 40% y 70% de la sociedad forma parte de esta clase, la mayoría son propietarios de
sus propias casas y autos, la mayoría cuentan con un elevado nivel educativo, pero aun así
no cuentan con grandes recursos económicos como aquellos que están por encima.
Clase media baja: son una minoría que deriva de la clase media, en este grupo se incluyen
especialmente a aquellos que son propietarios de al menos una vivienda, y que logran
cumplir sus necesidades básicas sin demasiados esfuerzos, pero no cuentan con los ingresos
suficientes para derrochar en lo más mínimo.
Clase baja: conocida también como la clase trabajadora, es la que se caracteriza por
conseguir a duras penas cubrir las necesidades básicas, en donde se engloba todo lo que es
la educación, alimentación, vivienda y salud.
Clase baja – baja: son la base de la pirámide social, y se trata de personas que no tienen
educación o empleo fijo, normalmente se encuentran desempleados por largos periodos de
tiempo, por tanto no posee vivienda propia o acceso a la salud privada.
Conclusión
Destacando que los indicadores más importantes c son el Producto Interior Bruto
(PIB), inflación, pobreza, marginalidad, entre otros. Estos indicadores se ven afectados por
la influencia de las clases y subclases sociales. Afectando como se ven reflejados en las
índices o/y graficas que representan un país, población, año y comunidad especifica.
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