Sobre Cuentos de Amor, de Locura, y de Muerte

Los personajes de Horacio Quiroga tienen esa peculiar desidia que se coacta en una posibilidad de
tiempo, tales amores, locuras, muertes nos desinhiben de esas formas triviales en que se nos
parametra el destino. Cuentos como La gallina degollada, El alambre de púa, Los buques
suicidantes, La miel silvestre, La meningitis y su sombra detallan lo terrible que es padecer lo
absurdo en lo cotidiano. Los cuatro hermanos idiotas que degüellan a su pequeña hermana, el
toro que muere por su incontrolable instinto, lo insólito del suicidio colectivo de tripulantes de un
buque, la muerte inesperada del contador público Benincasa, el amor tormentoso y feliz de Carlos
Durán por María Elvira Funes son las formas reflejadas de una existencia ausente de principios,
sueños, metas, tal vez de un leve susurro de esperanza que es como un pequeño triunfo ante lo
devastador de las tormentas silenciosas de la muerte. Los cuentos de Quiroga son deslumbrantes,
por situarnos a través de la lectura, en ese paraje incierto, donde amor, locura, muerte simbolizan
nuestro efímero paso por la vida.