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Prólogo
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E . , - . , . , - . . . . . 1 . . . .
n este capítulo se incluyen trabajos que tíenen que ver con la forma como
los humanos territorializan con relación a sus marcos culturales y sociales.
En el país se han formado diversos y entrecruzados territorios simbóUcos
en las distíntas épocas históricas, y aún antes, no sólo con los grupos indí-
genas -de cuya base incluimos dos trabajos- sino también con los campe-
sinos y pobladores urbanos que han conformado y reconfigurado la nación.
Los animales territorializan marcando el espacio con sus humores y
sus marcas biológicas; los humanos -de manera social y cultural- lo hace-
mos estableciendo signos, iconos, tótems, símbolos, rutas y ofras formas
cargadas de senfido. Al hacerlo así tenemos que referirnos a nuevos conte-
nidos y renunciar a formas antiguas para desarrollar esa forma permanen-
te de significar algo manteniendo, creando y desarrollando territorios.
Los casos presentados aquí cubren una variedad que va desde la forma
de territorializar de los iku (arhuacos) en la Sierra Nevada de Santa Marta
y los inga en el valle de Sibundoy, como forma de urbanizadón primaria
de culturas nativas que desarroUan sus propias civilizaciones hasta las for-
mas superpuestas, densas y múltiples de las ciudades en la época de la
globalización de la cultura en la interfase.
En Pensamiento de vida del pueblo iku. El mundo espiritual Iku: nues-
fro territorio, lugar de origen, corazón del mundo, Aty Seygundiw^a Quigua
presenta la macrovisión de nuesfros hermanos mayores de lo que es un terri-
torio sacralizado pero también "el territorio, visto como un escenario vivo
donde a diario interactúan los lenguajes que rigen el orden de convivencia
de todos los seres que lo integramos, el cual tiene un lugar para cada cosa".
Así se expUca cada cosa, cada ser vivo que ocupa su lugar natural en el
territorio propio y en el territorio más amplio que se comparte con ofros
seres vivos y con ofros humanos. » i. :—
179
1.Ü.I,.IAN.AKURQ_
181
IUUAHARTURQ.
Julián Arturo
Profesor, Departamento de Anfropologia, Facultad de Ciendas Humanas,
Bogotá, Universidad Nacional de Colombia
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182
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PENSAMIENTO DE VIDA DEL PUEBLO IKU
183
AILSJEYCÜNPIWA .QUIGUA „
retribuir los tjenefidos recibidos; desde los picos nevados que representan el cere-
bro, la Umpieza de nuestro pensamiento y sabiduría, hasta el mar y sus prohindi-
dades que son la base y representan nuestros pies, todo absolutamente todo debe
, permanecer en constante relación para que haya calor bueno y frío bueno, para
que haya Uuvias buenas y veranos buenos, que el beneficio sea para todo ser tanto
de lo alto como de lo bajo; para que las nubes del mar y los valles, regresen las
aguas buenas a los nevados y estos mantengan la vida de la Sierra Nevada y por
ende los pueblos aledaños, a través de los ríos, arroyos y quebradas, que represen-
tan igualmente las venas que irrigan el cuerpo.
El territorio al que nos referimos fue dejado desde el comienzo para ser gobernado
y cuidado por quienes lo habitamos, para otros indígenas y no indígenas también •
les fue designado un territorio e igualmente una ley que indica la fundón para la
cual existen. En nuestro caso para poder dar cumplimiento a la ley y la función
dejada, se requiere inevitablemente del territorio, Uamado tradicionalmente como
Niwi u 'muke o nuestra madre, de la cual dependemos por siempre. {Por qué no a¡
municipio de Pueblo Bello, Manifiesto de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada
de Santa Marta).
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^PENSAMIENTO DE VIDA DEL PUEBLO IKU
hüo de agua que brota de la tierra, las lagunas que poseen el alma de nues-
fras madres espirituales hasta el más habitado de los mares, desde el sol
que permite que la tierra sea fecunda hasta la luna y las esfrellas que acom-
pañan el canto de los guardianes de nuesfros sueños, desde el aire que
percibimos como el aUento de la vida misma hasta las más turbulentas
brisas capaces de arrasar con la esperanza de pueblos milenarios.
No interesa si sólo es semiUa o si ya germinó.
LEY DE ORIGEN
,.. Todo ha existido por siempre y para siempre... La ley que determinó la materia-
Uzadón de lo que ya estaba hecho en pensamiento fue la ley de origen; ella engen-
dró nuestra madre y permitió que nadera la luz y comenzara a desarroUarse la
vida en la que estamos ahora, por eUo es nuestra Ley, la vivimos y a ella debemos
regresar. Los mamus conocedores guían este camino y encaman esa sabiduría".
(Por qué no a¡ municipio de Pueblo Belio, Manifiesto de las comunidades indígenas de
la Sierra Nevada de Santa Marta). - ,
En palabras de Reichel-Dolmatoff: ^ ^.
Así, cada roca, cada vuelta del camino, cada pozo en el río, tíene para los iku un
profundo significado sobrenatural. El paisaje entero está impregnado de la viva
presenda del pasado, desde la creación del universo hasta el recuerdo de un abue-
lo reden falleddo; desde las enseñanzas de la mitología heroica hasta las reminis-
cendas de los ándanos que todavía cuentan las guerras dviles, de episodios del
siglo pasado cuando aún vivían mamus que podían transformarse en jaguares.
(...).
ASÍ el paisaje es un código, un mapa, un paUmpsesto, sobre cuyos diversos planos
se mueven los hombres, siempre sobre caminos ya tréizados por otros que les pre-
cedieron; con cada paso uno se aleja de algo, se acerca a algo, su presente, su por-
venir. En ninguna parte del país he encontrado tribus tan arraigadas en su tíerra,
tan conscientes de su historia y tan convenddos de tener una misión: la de vivir
una vida ejemplar para una pobre humanidad desorientada.
Por ser el territorio el espado donde está narrada la historia cultural iku, la
prindpal lucha de nuesfro pueblo ha estado encaminada a hacer respetar
la deUmitación de nuesfro territorio, dada desde que fue creado el ser hu-
mano y que actualmente se conoce como la "línea negra".
La "línea negra" o "de origen" está conformada por lugares sagrados
que bordean la Sierra y han sido respetados y cuidados por nuestros
ancestros porque en estos lugares se hacen los distintos tipos de
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AnSEYGUNravyA QUIGUA. .
V . : •••- • ^ - f • .
¿QUIÉN ES EL MAMU? t.
J186
PENSAMIENTO OLVIDA DEL PUEBLO IKU
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6 o
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KAUGSAY SUYU YUYAY: LUGAR, VIVIR, PENSAR
Soy hablante del quechua y quiero compartir con ustedes algo de todo lo
vivido junto a mis abuelos y mis padres. Es decir, el kaugsay suyu yuyay:
Vida y pensamiento de un determinado lugar.
Soy originario de un lugar llamado Manoy-Santiago que está ubicado
al sur de Colombia, y más específicamente en el vaUe de Sibundoy que
hace parte de la cordiUera de los Andes en el nor-ocddente del departa-
mento de Putumayo. Dicen que por estos lugares vivió Carlos Tamabioy, el
más grande de los caciques ingas, el Taita de Taitas, quien nos dejó como
herencia estas tierras.
También tuvo vida por aquí fray Bartolomé de Igualada. El era médico,
ingeniero civil, dirigió la consfrucción de la catedral de Sibundoy, consoÜ-
dó la 'misión capuchina', aprendió a tomar yajé y combinó conodmientos
medicinales ocddentales con los de la fradición inga. Igualmente por esta
zona caminó Taita Diego Tisoy, quien hizo las veces de abogado de los
indígenas. Parece ser que las leyes las aprendió de los misioneros ya que en
un principio frabajo junto a ellos. Hoy en día en esta región convivimos
más o menos bien indígenas y no indígenas.
Santiago es un pequeño pueblo donde -según la historia que se frans-
mite a fravés de la fradición oral y de generadón en generación- sus habi-
tantes indígenas son los descendientes directos de las famüias Mitimak de
los incas del Tawaintisuyu -cultura de los cuafro lugares del Sol-, quienes
cumpUendo la misión de entablar reladones culturales con ofros pueblos,
y en algunos casos de avanzada miütar, Uegaron a estas tierras alrededor
del siglo XV. Desde entonces toda su forma de vida y pensamiento se sigue
conservando enfre sus descendientes los ingas del VaUe de Sibundoy.
189
&ENJAM.(NjACA.(>)AM.|lQY.II5Qy...
Como en todos los pueblos indígenas, enfre los ingas también existen his-
torias que fransmiten los conceptos básicos sobre lo primigenio y otras que
recuerdan a los personajes míticos del lugar donde se vive. Estas historias
constituyen la relación que nuestras gentes establecen con el Territorio en
el cual se convive tanto con los hombres, los animales, las plantas y los
minerales.
En este lugar de vida cada uno de nosofros cumplimos una función
determinada, es decir que a fravés del lenguaje, los rituales, las costum-
bres, el arte, etc., recorremos y cumplimos el ciclo de la vida para proteger
y conservar este lugar y desarrollar el conocimiento en beneficio de las
futuras generaciones.
Para una mejor Uusfradón, seguidamente voy a contarles dos peque-
ñas historias donde, según los ingas, se sintetiza este pensamiento.
Por esto los ingas somos hijos del Samai; aUento, conodmiento o espíritu,
transmitido por el bejuco sagrado, a nuesfros padres y abuelos; es por esto
que el conocimiento de un Yacha o sabedor se valora de acuerdo con los
'Samai' que tenga de los diferentes tipos de yajé que haya tomado y de los
Yachas de quienes lo haya redbido. En síntesis, somos descendientes de la
cultura del yajé.
Los Sinchis o Yachas son quienes cumplen el papel de médicos y con-
sejeros. Cada famüia tíene a su disposición el apoyo de un Yacha. Un Yacha
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JÍAUGSAY SUYU YUYAY: LUCAR^VMR, PENSAR
Kaugsay Suyu - . i
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Lugar de vida '"
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RE.N)AM(.Ni.jA<;;AlítóMllOY.IlS!Qr.
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KAUGSAY SUYU YUYAY: LUGAR, VMR, PENSAR
Suyu Kallarij
El lugar del que comienza
Este concepto en el tejido del chumbe es simbolizado por la figura de un
rombo.
Es el prindpio fundamental, el lugar donde se inida la vida o Uigsa
uarmi, Vienfre de mujer. De igual manera es el mundo con sus cuafro pun-
tos cardinales. Cuando simbóUcamente se desintegra el rombo, y termina
el ciclo de vida de cada ser humano, también es el lugar del que comienza
un nuevo camino.
Puncha Suyu
Lugar de día
Es el espado de tiempo donde cada uno de nosofros mediante los rituales
del quehacer diario vamos comprendiendo los misterios que guarda el
Kaugsay suyu yuyay: vida y pensamiento de un determinado lugar.
Por esto mediante el poder del pensamiento y la palabra, vamos descu-
briendo nuevas formas de conodmiento y consfruyendo nuesfra propia
historia.
Tuta Suyu
Lugar de noche
Se entiende como el espacio dedicado a los sueños. El augurio de lo bueno
o malo que pueden fraer nuesfras visiones del lugar de los sueños.
La interpretación de sueños y "sentimientos" es una especie de poder
de predicción que se puede ir desarroUando a fravés de los años, esendal-
mente con la toma de yajé.
Samai Suyu
Lugar espiritual
Existen distintos lugares espirituales, los hay para el conodmiento de la
palabra-historia, como el lugar de la tulpa: fogón, donde se sodalizan todos
los conodmientos.
El lugar de la Chagra o huerta que es el principio de la "economía" de
nuesfro pueblo. En este lugar de vida espiritual y fértü son sembrados el
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BENJAMÍN JACANAMI10YIIS.0.Y...
maíz, la papa, el fríjol, la arracacha, las hortalizas, las frutas, las plantas
medicinales como los chundures, los vinanes y los cuyangillos, que constitu-
yen la base de nuesfra alimentación diaria y de medicina para nuesfras
enfermedades.
Hay otros lugares que hacen parte del proceso de conocimiento para
Uegar a ser un Yacha: sabedor. Uno de eUos es el 'Ambe Uaska Suyu: Lugar del
Yajé'; allí, mediante la toma del yajesito se adquiere confrol mental y poder
espiritual para entender los aUentos de corazón de nuestros ancesfros y los
'secretos de poder' de la madre naturaleza.
Uajcho Suyu
Lugar huérfano o pesado
Se entiende como un lugar no propicio para el tránsito de personas. Si se
camina por este lugar se debe hacer con mucho cuidado y a determinadas
horas del día. Estos lugares son los preferidos por los Yachas: Médicos,
para utüizarlos como lugar donde se siembran plantas medicinales de uso
exclusivo de ellos.
Las Chagras son los espacios donde se percibe el verdadero valor del
territorio donde vivimos. En estos lugares -a fravés de la minga, el divichido
y el conchavo, que son formas comunitarias de trabajo que aún persisten,
sobre todo para las épocas de siembra, cosecha y consfrucción- los ingas
practicamos la interacción y la reciproddad con el "ofro" con quien com-
partimos un mismo territorio.
La Minga es una forma de sociaUzación donde la solidaridad es el sen-
timiento que mueve a todos los que estén dispuestos a frabajar sin una
retribución económica. Aunque en este tipo de frabajo no existe el pago
como tal, quien haya convocado a la minga debe correr con los gastos de la
chicha y la comida para todos los que participan. La minga se entiende
como la fiesta de la siembra y cosecha, donde nos reunimos para hablar,
surquiar: hacer surcos, sembrar o agradecer a la madre tierra por la cose-
cha de comida que nos haya podido regalar una pordón de su territorio.
En el divichido intercambiar la fuerza de trabajo es el objetivo principal,
quien invita se compromete a devolver el favor mediante una jornada de
trabajo en cada una de las chagras de los asistentes. Anteriormente varias
familias se reunían y organizaban esta actividad, teniendo en cuenta el
compromiso que se adquiría, la duración del mismo se prolongaba duran-
te varios días o semanas. Al respecto una mujer inga cuenta lo siguiente:
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JCAUGSAY SUYU YUYAY: LUGAR, VIVIR, PENSAR
"Anteriormente había grupos de veinte y hasta treinta personas que les dedan
semaneros, eUos eran los que trabajaban, mujeres y hombres de todas las edades,
entre eUos había uno que Uamaban Tupuj: el que mide, entregaba a los demás las
chacladas o pedazos de tíerra donde cada uno debía trabajar. El Tupuj se encarga-
ba de dirigir y vigilar el buen desempeño de cada trabajador.
El divichido comenzaba desde muy temprano, 3 o 4 de la mañana. Por lo general la
gente de San Andrés y los kamentzás, por los caminos que conducían al lugar del
divichido, tocando butoto y a gritos iban convocando a sus compañeros de trabajo.
A eso de las 10 de la mañana el dueño de la chagra ya convidaba motesito con
carne, ají y la chichita. Muchos de los semaneros se dirigían de aUí a otro lugar,
decían que estaban muy alcanzados y debían seguir trabajando. Quienes no po-
dían cumplir con un divichido debían mandar reemplazo.
En el conchavo se enh'egaba a una persona media cuadra o una cuadra de tíerra
para que ella se encargara de trabajarla a través de una minga o un divichido y el
dueño del terreno debía pagar en espede o moneda" .
"EUos son los que cuidan esos lugares, por eso solamente pueden entrar las perso-
nas que invite el Yacha y las mujeres que no tengan la mestruadón. Se debe tener
mucho cuidado, a veces cuando ya es muy tarde a eso de las 6 se puede ver a la
hechicera. Pero es allí donde mejor crecen los vinandtos, los chundures y los
cuyanguUlos".
195
BENÍAMÍN JACANAMIIOYUSOY .
M O N T A Ñ A S SAGRADAS ; '•
"Era eltíempioen el que las plantas y los animales transmitían sus poderes y saberes
a los hombres durante la cacería y los sueños. Un día Taita Yacha Runa, cazador y
kuraka del pueblo inga, saUó de su casa en busca del lugar de las dantas. Había
caminado un largo tíempo junto a su alkosacha; perro de monte, Uevando con él su
bodoquera y una jigra con los dardos propios de un cazador. Iba tan concentrado
en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que ya se encontraba en un lugar
cercano al páramo.
196
• ^ T
Siguiendo su camino entre los frailejones empezó a divisar el ruku sacha; la vegetadón
espesa y misteriosa de las montarías del páramo. A medida que el Taita cazador y su fiel
alkosacha se fueron adentrando en las montañas del páramo empezaron a sentir una
extraña sensadón en sus cuerpos y al instante aparedó ante sus ojos un lugar increíble
y hermoso, donde se unían diferentes formas y colores con la vegetadón.
Allí, Taita Yacha Runa, cazador y kuraka, empezó a mirar diversos y variados típos
de vinan; estas matas con sus bonitas hojas conformaban una chagra multícolor.
Habiendo mirado esto deddió cortar algunas hojas de vinan y al momento empe-
zó a tronar y a Uover Enseguida miró dos plantas, una pequeña y una grande; eran
las shishajas. Siendo necesario escoger una de las dos plantas pensó en la más pe-
queña. Seria a través de eUa que conocería a los buenos espíritus; desechó la gran-
de porque mediante eUa iría hacia los espíritus maügnos.
Alb' mismo pudo observar una laguna y en sus alrededores por primera vez descu-
brió el lugar donde dormían las dantas. En aquel instante, sin darse cuenta, se
quedó dormido y mediante el sueño empezó a comprender el valor de cada una
de las plantas que había visto. Aprendió que los vinan eran para tener y regalar la
buena suerte y la shishaja pequeña preparada como bebida, para evitar los malos
espíritus y como "contTa"frente los enemigos. En ese mismo sueño volvió a ver la
laguna y dentro de eUa vio dos patos nadando; uno blanco y otro amariUo. Escogió
el pato blanco y a pesar de tener la oportunidad de Uevarse el pato amariUo lo dejó
en el mismo lugar.
Pasado un tíempo. Taita Yacha Runa, se encontró con un kuraka de avanzada edad.
Creyendo conveniente hacerlo, empezó a contarle lo que había visto cuando se
encontraba despierto y lo que había observado en el sueño. Le contó que había
tomado todos los salieres que se le habían ido ofreciendo en las montañas cercanas
al páramo, pero que había dejado uno en el lugar donde lo vio. Se trataba del pato
amariUo que había dejado nadando en la laguna. Al momento que dejó de hablctr
Taita Yacha Runa, el anciano kuraka le contestó: Nuka kane d a n t a k u n a p a
suyumanda yaya; Yo soy el dueño y señor del lugar de las dantas, de todo lo que
viste y oíste. Hiciste bien en escoger lo que tú querías; debiste haber tomado el pato
amariUo cuando tú lo mirabas; el pato blanco significa dinero y el pato amariUo
oro. Ahora jamás volverás a verlo y ya nunca será tuyo.
Fue así como Taita Yacha Runa cazador y kuraka descubrió el saber que había en el
lugar de las dantas. Desde entonces las dantas son el augurio de buenos tíempos y
las pezuñas de sus patas son utilizadas para curar las enfermedades del mal aire, y
el perro es uno de los animales que tíene el espíritu más noble; por eUo seguirá
acompañando al hombre hasta el final de los tíempos".
Los montes del Portachuelo que se ubican hada el sur del VaUe de Sibundoy
son el límite natural con la selvas del medio y bajo Putumayo.Cuando aún
no existía la carretera, por un camino de frocha se debía recorrer a lomo de
cabaUo o a pie toda esta zona, si sefrataba de Uegar a la pobladón de Mocoa,
la capital del Putumayo. Dos días duraba la caminata. Algunos ingas utíli-
zaron esta vía para poder Uegar hasta el bajo Putumayo, que era el lugar
donde se iba a conocer los secretos del yajé.
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B.E.NÍAM,(NJA,CANAMUQYJ|.SQ.Y.
LENGUAJE Y TERRITORIO
Kaugsankamalla
Mientras vivamos
Esta frase que se pronuncia por lo general en la celebradón del Atún puncha
o Fiesta en honor al Arco Iris: representa el sentido que tiene para los ingas
la vida sodal, ambiental, poUtica y económica diaria: "Kaugsankamalla; Suma
Yuyay, Suma Kaugsay: Mientras vivamos; vivamos bien, pensemos bien".
El Atún Puncha Kalusturinda o el Gran día es el inicio de un nuevo año,
fiesta en honor al Arco Iris, a la Pacha Mama y de la reconciUación. Esta
fecha coincide con la cosecha de frutas y maíz que se realiza en los meses
de febrero y marzo.
Del Atún Puncha, el Gran día de celebradón de la fiesta en honor al
Arco Iris, Taita Antonio Jacanamijoy Rosero cuenta lo siguiente:
"En el propio día de la celebradón del Atún Puncha Uegaban al parque central de
Manoy cuatro espíritus. Uno aparecía por la parte donde pasa la carretera que
conduce a Mocoa; éste era el Urarunakunapa Samai, el espíritu de la gente del bajo
Putumayo. Otro aparecía por el camino que conduce a la inspecdón de San An-
drés, era el San Andrés Runakunapa samai, espíritu de la gente San Andrés. Uno
venia del páramo, y aparetía por el lugar donde se llega de Pasto; era el Paramo
runakunapa samai, espíritu de la gente de Páramo. Por último aparecía el inga
runakunapa samai, espíritu de la gente inga. Todos Uegaban, baUaban un momen-
to y se iban: era el augurio de un año nuevo bueno".
"Anteriormente se debía limpiar y refrescar el lugar donde se iba a bailar. En esos
tíempos había grandes y poderosos sinchis. Ellos harían esa labor con la ayuda de
algunos cabildantes, la limpieza era para que todo transcurriera en paz y armonía,
para que no hubiera peleas ni ningún tipo de problemas".
200
KAUGSAY SUYU YUYAYJ^ LUGAR, VIVIR, PENSAR
"...los hombres tropezaron con el bejuco del yajé, lo partieron justo por la mitad y
le dieron a probar a las mujeres y eUas tuvieron la menstruadón. Cuando eUos lo
probaron se quedaron extasiados viendo cómo el pedazo que les sobró empezó a
crecer y a trepar hacia el cielo. Poco a poco, las sombras tomaron contorno y las
sUuetas empezaron a dar pequeños destellos y vieron que el yajé penetraba una
flor inmensa que al ser fecundada se transformó en el Sol..." (del mito del yajé).
"¿Saben por qué a veces no hay buena cosecha de maíz? Dicen que una vez el maíz
se quejó ante el Creador de todo el universo. El maiz dijo: -Señor muchos me han
maltratado: algunos me queman, otros me tiran al suelo sin consideradón, unos
me despredan, algunos me tratan con cariño, apredan mis valores, me cuidan y
protegen. Y el Todo poderoso le respondió: -Entonces quédate con quienes te apre-
dan, cuidan y protegen-. Y así es por eso que en algunos lugares la cosecha no es
buena. Solamente se cosecha tusa, porque en esos lugares en vez de asar bien el
choclo lo queman; cuando hay buena cosecha lo desperdician echándole demasia-
do a las gallinas. Otros cuando se les da cocinado medio medio lo cachicán".
Traducdón: Chagra suyu samai, sugsina kutij. Indi samai, Yako samai, Sara
samai: Espíritus del lugar de la chagra, espíritus de sol, agua y maíz, tíem-
pos diferentes.
"Antes los Yachas curaban las manos de las mujeres que iban a sembrar el maíz,
porque eUas eran las que sembraban el maSz. Había mejores cosechas cuando ha-
bían sembrado mujeres".
201
BENIAMIN JACANAMIIOY JISQY
202
HACIA UNA POÉTICA DE LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA*
MEDELLÍN Y SUS CONTEXTOS TERRITORIALES
INTRODUCCIÓN
iVie propongo en estas páginas dar cuenta del avance que en lo teórico y
metodológico hemos alcanzado en el desarrollo del proceso de investiga-
ción del cual hago parte como coinvestigadora principal. Los objetivos ge-
nerales de la investigación pretenden una doble mirada del pensamiento
sobre la ciudad. De un lado, la dudad representada, leída, vivida en el
pensamiento, pero también en una contradirección: El pensamiento "re-
botando", buscando atrapar la ciudad. Esta ruta de frabajo nos ubica en la
posibüidad de develar paisajes inéditos, devenidos por múltiples trayec-
tos, donde el pensar fecunda en la ciudad, e inversamente. De ahí surgie-
ron las preguntas fundamentales del trabajo acerca de ¿qué tanto ha
cambiado nuesfro pensamiento sobre la ciudad? O también el anverso de
la pregunta: ¿qué tanto ha cambiado la ciudad?. En el sentido de compren-
der los modos y visiones con los cuales las ciencias y sus campos
epistemológicos han configurado sus teorias y conceptos que fundamen-
Esta ponencia es producto del proceso en curso con un colectivo de investigadón y espedalmente
de uno de sus objetivos generales. La investigadón en cuestión, llamada: "Implicadones y corres-
pondendas del pensar dudad. Hada una poética de la ciudad contemporánea. Espado y lugar
del conocimiento en lo urbano y lo territorial en las dendas del habitat" fue formulada a Coldendas
en 1998, por F. Beethoven Zuleta Ruiz, Nora Elena Mesa Sánchez y Nathabe Montoya Arango, del
Cehap y el Centro de Investigadones de la Facultad de Arquitectura de la sede de Medellín de la
Universidad Nadonal de Colombia. Se comenzó a realizar en septiembre de 1999 y está prevista
para ser terminada en agosto del 2001. Lo que presento en estas páginas son reflexiones entresa-
cadas del proceso de trabajo y de las elaboradones tanto teóricas como metodológicas de la inves-
tigación. Aunque lo que expreso y la forma de dedrlo, son de mi entera responsabilidad,
ftofesora. Facultad de Arquitectura, Medellín, Universidad Nadonal de Colombia,.
203
NQRA ELENA MESA SANCHEZ...
Pártidpamos del grupo que desarrolla este objetivo general las siguientes personas: Investigado-
ras prindpales: Arquitecta urbanista Mesa Sánchez, Nora Elena, arquitecta urbanista Montoya
Arango, Nathalie. Como Investigadores asodados: Arquitecta urbanista Gómez Salazar, Beatriz,
economista urbana Ramírez Torp, María Cristina, antropóloga urbana Samp>edro Molina, Angela
María, economista y físico Quintero Ortiz, Luis Antonio, abogado y semiótico Taborda Sánchez,
Juan Fernando. Como Investígadores auxiliares: Arquitecta y estudiante de Maestría: Ortíz
Ardniegas Catalina, arquitecta Peláez Posada, Ligia Teresa, estudiante de arquitectura Bolívar Ri-
vera, Gilberto Armando, arquitecto Sierra Lopera, Víctor Hugo.
El otro frente del trabajo se llama epistemológico y etnográfico.
204
J A O A UNA POÍTICA DE LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
3. Cfr Sennet, Richard, "The Fall of Public Man", traducdón realizada por la autora, abril del 2000,
pp.1-7.
4. Mesa, Nora Elena, "El espado público. Del ámbito de lo público a la re-liganda, la sodalidad y el
nuevo paradigma estético", s. p., p. 2.
205
NORA ELENA MESA SA.NCHEJ
5. Ibid., p. 3.
6. El concepto de persona es desarrollado por C. G. Jung en su libro: Las relaciones entre el yo y el
inconsciente, publicado inidalmente en castellano en 1971 y reimpreso en 1993, en Barcelona, p. 50:
"(...) La persona es una máscara de la psique colectiva, una máscara quefingeindividualidad, haden-
do creer a los demás y a uno mismo que es individual, cuando no constituye si no un papel repre-
sentado, donde la psique colectiva tiene la palabra. Cuando analizamos a la persona, disolvemos
la máscara y descubrimos que lo que pareda individual era, en el fondo, algo colectívo, o, en otras
palabras, que la persona no era sino la máscara de la psique colectiva. En el fondo, la persona no es
algo "real". Constituye un compromiso entre individuo y sodedad acerca de "lo que uno parece".
Uno asume un nombre, adquiere un título, representa una función, es esto o aquello. Lo cual,
naturalmente, en derto sentido es real, pero en reladón con la individualidad del sujeto sólo es
una realidad secundaria, una mera configuradón de compromiso en que muchas veces pautid-
pan aun más otros que uno. La persona es la apariencia; una realidad, podría dedrse jocosamente,
bidimensional". Citado por Mesa, Nora Elena, en op. cit., p. 1.
7. Sennet, Richard, op. cit., p. 15.
206
•^rr-
8. Ibid., p. 15.
9. Ideas extractadas del proyecto formulado por la autora para la convocatoria de la Direcdón Na-
donal de Investigadones en octubre del 2000, que recogió una primera formuladón hecha para la
convocatoria del Ministerio de Cultura a comienzos del año hecha por Mesa, Nora Elena y Montoya,
Nathalie.
207
NORA ELENA ÍVIESA SÁNCHEZ ^
10. Cfr. Investigadón. Implicadones y correspondencias del pensar dudad, primer informe de avan-
ce, junio del 2000, p.l28.
11. Op.ríf.,p. 121.
208
HACIA UNA POÉTICA DE LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
sentido, las normas de conducta sodal, tales como actitudes, posturas, po-
siciones, atavíos, fradiciones, costumbres, más que el simple útü por medio
del cual se garantiza la operación de la cotidianidad, son condensadones
materializadas o estatuidas de una frama simbóUca de soporte, cualifica-
dón y significación de dichas esfructuras sistémicas de engranaje sodal"'^.
La poética es integrada a nuestro trabajo desde las posturas de
Aristóteles, Heidegger y Paul Ricoeur. A partir de la poética se pueden crear
universales de lo particular, sin verlos como tal, transformándolos,
universalizándolos, fratando los hechos como posibles o necesarios. "Sólo
que estos universales no son universales lógicos, verdades lógico abstrac-
tas, ni verdades empíricas, sino universales posibles, verosímües: hechos y
personajes no como son sino como podrían o deberían ser. Por eso la poe-
sía puede infroducir lo irracional, lo imposible, contar mentiras, tabular Lo
único que para ella cuenta, incluso cuando es irracional, imposible, falaz,
es que todo ello sea verosímü'^'.
Paul Ricoeur hace una aproximación muy sugestiva a la poética para el
anáUsis de los discursos, en una línea aristotélica, que define la poética
como el arte de consfruir tramas o intrigas para ampliar lo imaginario real
y colectivo, con el objeto de descubrir una nueva dimensión de la reaUdad.
En su obra La metáfora viva^'*, donde con mayor énfasis despUega el anáüsis
de la poética, propone un acercamiento renovado al discurso metafórico.
Considera la metáfora como atribución extraña, no pertinente, lejos del
ornato retórico, o de la curiosidad lingüística, que permite dar la ilusfra-
ción más briUante del poder que tiene el lenguaje (los lenguajes) para crear
sentidos por medio de acercamientos inéditos, gracias a los cuales surge de
pronto una pertinenda semántica de las ruinas de una pertinenda previa
arrasada por su inconsistencia semántica y lógica. Ricoeur piensa "que el
lenguaje más Uberado de las restricdones prosaicas, el más incUnado por
tanto a celebrarse a sí mismo en sus Ubertades poéticas, es el más disponi-
ble para intentar decLr el secreto de las cosas. El lenguaje poético contribu-
ye a la redescripción de lo real"'^/'*.
"La poética busca así crear una comprensión nueva, dar al espíritu 'mu-
cho en qué pensar' aUí donde el entendimiento por medio de conceptos
209
NO.RA..EIE.NA..ME5A.SÁNCHK:
210
HACIA UNA POÉTICA DE LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
211
N O R A E.LE.NA.MESA,SÁNCHEZ...
a su vez, un texto poético hecho por los investígadores. También dar cuen-
ta de la semiótíca como posibiUdad de interpretación de los textos encon-
frados. Estos dosfrentes^^los hemos denominado estético - poético y poético
semiótico. En el primero se propone identíficar las tipologías, ritmos, for-
mas, modos y actores de las relaciones estéticas en la espaciaUdad pública,
y en el segundo se definen las posibles modalidades de discursos, narrati-
vas, relatos e imaginarios a ser interpretados en la investigación. Estos sur-
gen desde la poética y la estética pero deben ser interpretados a fravés de
la semiótica y la hermenéutica^. - - =, ...,
Eje estético-poético
Actores^': A partir del concepto de máscara ya definido, los actores y suje-
tos cumplen múltiples papeles: usuarios, pasajeros, viajantes, turistas, ac-
tores del umbral, transeúntes, consumidores, manifestantes, habitantes de
la caUe, teafreros, artistas, deUncuentes, víctimas, o tribus urbanas.
Modos: Las derivas hablan del espacio del pasaje, del merodeo, el
viaje y el vagabundeo. Los happennings y las perfomances se refieren más
a eventos artísticos, dentro de la experiencia estética del arte contemporá-
neo. Los acontecirrüentos, las situaciones y los momentos son el cenfro de
la vida cotidiana donde es necesario buscar lo más vaUoso para la investí-
gación urbana. "Los momentos son categorías de la praxis (...) pero al mis-
mo tiempo, son éstas ya modaUdades de la presencia tal como serán
analizados por la dramaturgia interaccionista"^. La fiesta será entonces el
modelo del momento como experiencia estétíca. La vida en la dudad no
será sólo el recuento de los momentos privilegiados, como eran señalados
en el pensamiento de la moderrüdad. Nos referimos a instantes y momen-
tos de la cotídianidad del espado púbUco.
Puesta en escena: Las espadaUdades y actívidades que se dan en la
dudad se han fransformado. Las espaciaUdades nos hablan de la regula-
212
HACIA UNA POÉTICA DELA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
Eje poético-semiótico
Discursos: En un sentido específico los discursos están permeados por la
fundón retórica del lenguaje, bien sea poUtíca, la mirada oficial y planifica-
da del espacio púbUco, que con su dispositivo tecnocrátíco pretende con-
frolar los espacios de la ciudad sobre los cuales emerge la vida urbana, o
bien porque esos discursos refransmiten las hueUas de una memoria que
configura una comunidad a través de sus lazos cotidianos o famiUares, que
en la ciudad contemporánea aparecen fragmentados, como nostalgia de
una identidad perdida. Reconocemos dos tipos de discursos, los que se
originan en el ámbito poUtico y tecnocrático y que apuntan a crear sentido
de pertenencia e identidad y se basan en elementos de representación co-
lectiva, y ofros que surgen desde lo familiar y lo condicionado, que tienen
un origen en la memoria y las costumbres. Abogan por la conservación de
recorridos, itinerarios, lugares, épocas anteriores.
Narrativas y relatos: Fábulas, rumores, ficdones. Las narrativas o
relatos que incorporan la fundón poética se distínguen de los ofros típos
213
NORA. EIENA MESA SÁNCHEZ .
' -1'
3. AVANCES EN LO METODOLÓGICO
Para enfrar a los dos subejes del frabajo de campo dividimos el grupo en
dos frentes de acción, con el fin de dar cuenta, de un lado del eje estético
poético^ y la espedficidad de escoger y seleccionar los sitíos de apUcación
del frabajo en la ciudad y territorios anexos, y del eje poético semiótico^^ para
capturar los textos generados en la d u d a d por parte de los habitantes. Para
32. E>Í£iz, Esther, La ciencia y el imaginario social, dtada por Sarquis, Jorge, "Ficha sobre imaginario
sodal".
33. Como Insfrumentos hemos incorporado la observadón flotante, ias enfrevistas, los talleres de
imaginarios e imágenes de la dudad, entrevistas no estructuradas, y superposidón de mapas.
34. De este subgrupo han partidpado Montoya, Nathalie, Gómez, Beatriz y Sampedro, Angela.
35. De este subgrupo han partidpado: Mesa, Nora Elena, Taborda, Juan Fernando, Ramírez, María
Cristina y Quintero, Luis Antonio.
214
i n -
H A C J A U N A _ P 0 É T 1 C A D E ¡ A ^ P U D A D CONTEMPORÁNEA
36. Desde lo sintético: Cisneros, La Alpujarra, Belén, San Juan, Calle 10, Parque San Antonio. Desde lo
modélico: La Mota, Aeroparque Juan Pablo II, El Río, El Metió, Suramericana. Desde lo atípico: El
Tesoro, Ciudad Botero. Desde lo sintomático: Bolívar, Milla de Oro, sector Iguana alta. La 80, Na-
ranjal. Azarosos (Desde el Azar): Maturín, Licoreras, Ruta de Bares, Circuito de artesanos, Parcjue
del Periodista o El Guanábano. Demostrativos. Descentralización: Los Cercas, Nodos de Fuerza: San
Diego, Bache o Zona Blanca: La 68, Parque Castilla, Aranjuez, vía Zenú (calle). Artefactos Funcionales:
Avenida Oriental, Referencia paisajística: Cerro El Volador, Cerro Nutibara. Saqueo: Plaza Minorista.
Extensión prótesis (protésicos): Túneles, Las Palmas, Circuito oriente, Túnel oriente, Túnel ocd-
dente, Santa Elena.
215
NORA ELENA .MESA SÁNCHEZ..
BIBLIOGRAFÍA •
216
.•l',_
. » • >,•
María Clara Echeverría Ramírez*
'Recuerda, amigo, los dioses nos dan orden o caos para que nosotros vivamos, para que crezcamos
'de' y 'desde' nosotros mismos, con nuestro iogos; su función es dejarnos ser, dejarnos armar
nuestros prodigios y nuestras derrotas para que algún día lleguemos a ser dioses. Porque los dioses
somos nosotros. Cada ser humano debe construir para dejar ser a los demás, a ¡os seres que ama
y a ¡os que odia".
(Nikólaos ChalaxMzis Acosta, Miterario Dominical, El Colombiano, 19 de Julio de 2001).
Profesora, Escuela del Habitat - CEHAR Facultad de Arquitectura, Medellín, Universidad Nado-
nal de Colombia. Miembro de la Asodadón Colombiana de Investigadores Urbano Regionales
ACIUR - Capítulo Antioquia.
Esta ponencia toma, en esenda, los aportes de la investigadón realizada por María Qara Echeverría
Ramírez y Análida Rincón Patino, docentes del Centro de Estudios del Habitat Popular - CEHAP
de la Universidad Nadonal de Colombia, sede Medellín, en convenio con el Instituto Colombiano
para el Desarrollo de la Cienda y la Tecnología Francisco José de Caldas, Coldendas. Contó con el
apoyo de dichas entidades y del Cindec de la misma Universidad. Véase. María Clara Echeverría
Ramírez y Análida Rincón Patino, Investigaciones 11: Ciudad de Territorialidades. Polémicas de MedelUn,
Edita CEHAP, Medellín, didembre de 2000.
217
MARIA CLARA ECHEVERRÍA RAMIRK.
218
DESCENTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
219
MARÍA CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
220
DESCENTRAR I A MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
El sentído de vida, de orden y de destíno que le confieren sus fuentes, deja huellas
en el territorio que se registran momentánea o duraderamente, estableciendo los
sistemas de reladones, ritmos y códigos que rigen cada territorio, dotándolo de un
sentído territorial propio. En tal proceso se establecen y marcan centros, como
ámbitos (materiales o sociales) de identíficadón propios de dertos grupos o suce-
sos, y se definen y marcan límites frente a los otros o fronteras y umbrales para sus
intercambios y transferencias. (M. C. Echeverría y A. Rincón, 2000:24).
221
MARÍA CLARA ECHEVE RRÍA RAMÍREZ
222
J)ESCENTRAR LA MIRADAi AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
La primera alude a las marcas, acdón o actuadón de los seres que habitan, produ-
cen y usan el espacio, tanto los sujetos (habitantes, dtadinos, individuos...) como
los actores (institudones, organizadones, colectividades, dudadanos...). La segun-
da se refiere a los procesos y contextos sociales, culturales, tecnológicos, económi-
cos y políticos que afectan, atraviesan u ocurren en el espado, desde lo local, regional,
nadonal o global. (M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000:40). ,
o .- :. , *^ "
Poderes y conflictos /., i.
Los diversos ejercidos de territorialidad en la dudad no necesariamente
confluyen, sino que muchas veces enfran en conflicto. Es preciso recono-
cer el conflicto como una cuaUdad inherente a la constitudón del territorio
en la ciudad, derivado éste tanto de las diferencias en las lógicas desde las
que actúan los actores y sujetos así como de las lógicas derivadas de la
223
MARÍA CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
224
J J E S C E N T R A R L A V U R A D A ; A V I Z Q R A N D O . L A C U J D A D C O M O TERRITORIALIDAD
225
M A R ( A CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ..
[...] la identidad cultural regional tíene que ver con el paisaje, tiadidones, formas
de organización social, mitos y expresiones vinculadas al lenguaje, a la escritura, a
la música, a la danza y a otias formas de expresión colectiva; en definitiva, [...] la
identidad hace relación a la forma en que "los demás" perciben al individuo o al
grupo en cuestión, es tanto una "internalidad" como una "externalidad" (Sergio
Boisier, dtado por M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000: 31).
Esta identificación desde el exterior no incluye sólo el reconodmiento por parte de
los otros ciudadanos, sino también por el Estado y de otras instituciones u organi-
zaciones sociales. Para la sodología, la región tiene como condición básica de su
existenda el ser reconocida por el Estado al cual está adscrita, concepto que es
aplicable a otras escalas de constitudón del territorio. Este es un punto clave para '.
la planeadón y gestión públicas de la ciudad, en el sentido de ver cómo el Estado y
los demás actores sociales reconocen, o no, los territorios intraurbanos o
intermunicipales tanto en cuanto a su existencia sociocultural como sociopolítica.
Un reto político sería lograr el reconocimiento de los diversos territorios
intiaurbanos por parte de los actores sociales y políticos de la dudad, así como el
reconodmiento de los municipios en órdenes como el metiopolitano y regional.
(M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000: 31). .
226
DESCENTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO I A CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
El grupo de amigos más cercano, con el cual se desarrolla la vida cotidiana, con afinidades
generadonales, culturales, políticas, intelectuales, etc.
227
MARÍA CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
Coinddiendo con Marc Auge cuando nos remite a los excesos contempo-
ráneos de tiempo, espacio e información nos referimos a la simultaneidad para
hablar de variaciones en la constitución de la(s) identidad(es) y de la(s)
pertenencia(s), ya que éstas son simultáneas, fransversales, mixtas, híbridas,
cambiantes y múltíples; y a la constítución del territorio tanto desde la
historia y la cultura compartídas como desde la experiencia, acdón y prác-
tica compartídas y desde el deseo, la intendón, la organizadón sodal y la
proyecdón poUtíca compartídas.
228
.DESCENTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA auDAO COMO TERRrroRiAUDAD
229
MARÍA CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
[...] La dudad, si bien puede expUcarse desde discursos que interpretan su raciona-
Udad, no es en sí misma una unidad coherente en la cual una parte corresponde
perfectamente con otia, ni es resultante directa de la misma. Simultáneamente
existen procesos que la gestan, como territorio, y esos procesos no necesariamente
son conexos, o bien son contradictorios, y su resultado es consecuente con dicha
lógica. Así, sus partes forman un todo compuesto por fragmentos que, aunque no
casen enfre sí, si son partes de una urüdad compleja y heterogénea. (M.C. Echeverría
y A. Rincón, 2000:33).
230
DESCENTRAR I A MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
231
MARÍACIARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
No obstante (...) no desconocemos las distintas dudas que hoy crecen sobre la terri-
toriaUdad vernacular afectada por los efectos planetarios de "culturas internado-
nales". Sólo que, a mi juido, la territoriaUdad mezclada con las intervenciones
internacionales se mantiene en reubicaciones simbóUcas de mezclas, que deben
ser, precisamente, las que debemos estudiar. (A. Silva; 1992:52, dtado por M.C.
Echeverría y A. Rincón, 2000:38).
(...) lo local contiene en su interior un conjunto de procesos y dinámicas propias del
m u n d o globalizado, que se expresan de manera particular en cada caso,
localizándose, es decir hadéndose locales, de tal modo que lo global no sólo se
expresa de manera particular en cada locaUdad sino que existe en tanto es local y
en tanto que se hace local (es decir: es local). Al expresarse lo global en lo local
emergen múltiples y diversas expresiones que resumen la mixtura de tendendas
globales con las cuaUdades y dinámicas locales. Así, la configuradón local se frans-
forma permanentemente por los impactos de los órdenes internacionales, a la vez
que estos últimos son fransformados en su expresión y representadón al cristaU-
zarse en cada locaUdad. (M.C. Echeverría y A. Rincón, 20(K):36). . .-..^^ ^
. . . . . K
Inestabilidad, movilidad y cambio
Ofra enfrada necesaria para comprender el territorio es su inestabiUdad y
moviUdad en lugar de su permanencia y rigidez. "Edgar Morin señala «una
usual incapacidad para ver los procesos sociales en movimiento» lo cual puede
incorporar largas o cortas duradones.
232
DESCENTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIALIDAD
Si el territorio no es el suelo ni se define por los límites que lo encierran, sino que es
esa producdón resultante de la tensión permanente de flujos con múltiples regis-
tios, intercambios y tianscodificadones enfre las framas sociales, culturales, poUtí-
cas, es necesario reconocer esa dudad desde lo que viene acontedendo, desde
aqueUo que pasa y reconocer cuáles son sus tendendas. (M.C. Echeverría y A. Rin-
cón, 2000:37).
[...] Tal vez sean justamente las maneras de viajar, de mirar o de enconfrarse las que
han cambiado, lo cual confirma así la hipótesis según la cual la relación global de
los seres humanos con lo real se modifica por el efecto de representaciones asoda-
das con el desarroUo de las tecnologías, con la globalizadón de ciertas cuestiones y
con la aceleración de la historia. (M. Auge; 1997, citado por M.C. Echeverría y A.
Rincón, 2000: 37).
Fronteras y límites
En el anáUsis del territorio aparece como tema el de la frontera y el límite; enten-
diéndose la frontera como umbral, es dedr como la "fransidón" enfre dos o más
formas de territoriaUdad, que son a su vez dos formas culturales distintas o, en
otras palabras, "la separación entre dos percepciones distintas de la reaUdad", en-
tie las que pueden darse intercambios culturales sin necesidad de perder la identi-
dad de cada una. (M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000: 37). - . .. ,-
(...) el territorio también tiene límites, sólo que impredsos y más bien como drcuns-
tanda evocativa. La frontera visual en algunos casos es regisfrable como espede de
233
MARÍA CIARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
borde marcado y así concebido en la vivenda del grupo: el borde visual fundona
como un nudo pues hasta alU se llega, pero también de aUí se parte. (A. SUva; 1992:52,
citado por M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000:38).
Un problema radica precisamente en la incapacidad que han tenido las esferas
poUtico-administrativas o institudonales para asumir un concepto ampUo y móvil
sobre el asunto territorial, que les permita sortear los cambios que se derivan de las
dinámicas poblacionales, del contexto y de sus actores y sujetos y reconfigurar per-
manentemente sus límites y fronteras. (...) De allí que una de las Umitaciones de la
mirada institucional resida en su visión estática, fi'sica, espacial y geométrica, que
confunde la materiaUdad del espacio con territorio y en la visión físico-geográfica
donde se confunde el territorio con el mapa y, otia de sus Umitadones radica en
que dicha mirada confunde la norma con la realidad, al suponer que sus definicio-
nes y delimitaciones bastan para expUcar el hecho del territorio (M.C. Echeverría y
A. Rincón, 2000:38).
234
DESCENTRAR ÍA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIAÜDAD
í'.
Por ejemplo, los grupos juveniles se vinculan en torno a la música, el deporte, la filosofía o la
ideología, etc., como aglutinantes globales, bajo relaciones virtuales y pertenendas que se expre-
san localmente de manera distinta: rock-and-roll, hippismo, rock, reggae, rap, disco, squatters, bandas,
pandillas, hoolígans, tribus urbanas, galladas, parches, etc., como nuevas formas de construcdón
de un centio de colectívizadón, de sodalizadón o de demarcadón de alteridad.
235
MARIA...CÍA8A..ECHEVERR1ARAM.IR62;_
Cuadro 1
Lógicas en el proceso de territorilización
236
J D E S C E N T R A R LA MIRADA: AVIZORANDO I A O U D A D COMO TERRrrORIAUDAD
Por su parte, aparecen otias fuerzas identificables, que se mueven desde sus pro-
pias lógicas, en pos de los sentidos que portan directcunente diversos sujetos y
actores, al respecto de lo cual interesa comprender la radonaUdad con la que opera
cada sujeto o actor (con sus memorias, pertenendas, expectativas, imaginarios) en
defensa de sus intereses. En la ciudad se albergan y se consfruyen múltiples senti-
dos de vida, lo cual podría definirse como múltiples órdenes; órdenes que no sólo
son formales y espaciales sino también (y mucho) culturales, sociales y poUticos. La
confluenda de esa diversidad en el espacio de la dudad no necesariamente se da
en un escenario horizontal, sino que por el contrario, generalmente, se inscribe en
una reladón desigual y vertical (visible o no, legal o no), condidonada por lógicas
ya asentadas, establecidas o hegemónicas. De aUí que en la resolución de tales en-
cuenfros, pueden desprenderse lógicas tanto sinérgicas y de convivencia armóni-
ca, asimíladón e hibridación, cómo lógicas conflictivas, contestatarias, de choque,
hegemónicas, contrahegemónicas, de eUminación, exclusión, dominadón o vio-
lenda. Tales lógicas pueden inscribirse tanto denfro de la radonaUdad formal y
legal como dentro de una Uegal o informal; y actuar dentro de unas reladones de
derecho tanto como denfro de unas de hecho. En cada caso se expresaría de mane-
ra distinta lo totaUzante, lo remanente, lo que irrumpe y lo emergente en su pugna
por la fijadón de los sentidos del territorio.
237
MARÍA CLARA ECHEVERRÍA RAMÍREZ
n Cuadro 2
%'
Lógicas y ámbitos en la territorialidad y el territorio''
En los actores
i
y sujetos j
i-
Lógicas en la
territorialidad En las
y el territorio interrelaciones
En el territorio
Cuadro tomado de María Qara Echeverría y Análida Rincón E„ Informe final de Investigadón,
"Ciudad: territorialidad y territorio", p. 62.
238
jESaNTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIAUDAD
239
MARÍA CIABA ECHEVERRÍA RAMÍREZ..
240
DESCENTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD CXIMO TERRITORIALIDAD
241
MARÍACusSA ECHEVERRÍA RAMÍREZ..
242
DESCTNTRAR LA MIRADA; A V I Z O R A N D O LA C I U D A D C O M O TERRrrORIALIDAD
243
MARÍA CIARA. ECHEVERRÍA RAMÍREZ
diversas actividades de sus habitantes, tanto lúdicas como de una economía infor-
mal". (M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000:197).
244
iHi^i
DESaNTRAR LA MIRADA: AVIZORANDO LA CIUDAD COMO TERRITORIAUDAD
por vía directa de esa fuente que se ve como amenaza, muchas veces mediante una
reacdón igualmente violenta o muchas ofras mediante intervendones planifica-
das, hasta llegar a las intervendones organizadas tanto de las comunidades y orga-
nizadones sodales como del Estado. Entre estas últimas, se pueden destacar, como
esfuerzos institudonales, los procesos de educadón comunitaria y sodoculturales,
la intermediadón y protección de jóvenes, los procesos de Paz y Convivenda con y
enfre los grupos armados, promovidos o albergados por el Estado y la recupera-
dón de espados regulados por la violenda, en lo que participan organizadones
sociales, estatales y ONG. (M.C. Echeverría y A. Rincón, 20(K):198).
Si bien, en dertas partes del Estado se reconocen grandes esfuerzos por intervenir
y mediar en el la violenda urbana, no puede dedrse lo mismo en reladón con el
problema del desplazamiento de pobladón. Frente a (...) la violenda que impacta
muchos sectores de la dudad (...), muchas de las intervendones estatales se han
derivado de la fuerte presión ejercida por los grupos armados quienes, ante la
inminenda del problema, generan una participación reactíva del Estado, Ugada al
temor (...) frente a la alta capaddad que estos tienen para desestabiUzar el territo-
rio, lo cual no necesariamente se deriva de una preocupadón cenfral por el desa-
rroUo de aqueUas zonas con mayores vulnerabiUdades sodales,fí'sicasy económicas.
Frente al desplazamiento, este asunto sigue en un estado de latenda inconcebible,
del cual se deriva un manejo mediante la diladón, en medio de la guerra que im-
pone su reaUdad a la ciudad. Las tensiones territoriales derivadas de eUo producen
dos polaridades: de un lado, en reladón con la ocupación de los márgenes de la
dudad donde estos habitantes buscan un lugar de residencia, generando confUc-
tos con los vecinos del sector donde llegan, y del ofro, en reladón con su ocupación
del cenfro de la dudad. (M.C. Echeverría y A. Rincón, 2000:198-199). >-
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Tercer Mundo Editores, 1996.
249
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PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA EN FAVOR DE LA
.' RECUPERACIÓN DE LA ESTÉTICA DEL PAISAJE
UNIVERSITARIO
RESUMEN ,
251
RARRE.ei^jAN.iaA,..Cy£VAS,.CiAKÓ.a,..M.ENJXJZA,-.8AM(^^
INTRODUCCIÓN ^
253
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PLANIFICAaÓN PARTiaPATlVA EN FAVOR DE LA RECUPERACIÓN DE I A ESTÉTICA..^
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259
BARRERA, BANDA, CUEVAS, CARZÓN, MENDOZA, RAMÍREZ Y EODRÍGUEZ. „ _._. _._ _..
La cultura que tienen los habitantes de una ciudad como Bogotá con res-
pecto al manejo de las basuras, todavía no ha Uegado al punto de aprove-
char los benefidos ambientales y económicos que se pueden generar a partír
de la reutílización de residuos sóUdos. Este problema del manejo de basu-
ras aparte de presentarse en toda la ciudad, también se vive dentro del
campus urüversitario; no hay una reutíUzación de los desechos. El perso-
nal encargado para la recolección de los desechos de las aulas y los depósi-
tos de las facultades vierte los desperdidos en un depósito mayor sin ningún
típo de manejo, para luego ser trasladado por las empresas de aseo de la
capital. Actualmente, denfro de la universidad existen algunos grupos que
están frabajando sobre este asunto.
Este problema obedece también a una falta de educación y de concien-
da ambiental por parte de las personas que habitan el campus Universita-
rio, pues, como lo mencionamos anteriormente, no existe una apropiación
del espacio en la que se refleje un interés por mantener el equiUbrio am-
biental, lo cual se materializa en la cantidad de basura dispersa por la Uni-
versidad; reflejo además de la forma como se percibe la ciudad.
La mayor parte de la basura que se genera denfro de la urüversidad,
consiste en empaques de comestibles, hojas de fotocopias, propaganda y
un sinnúmero de materiales pequeños; también enconframos escombros
de consfrucción o adecuadón y mantenimiento, que no se consideran como
basura puesto que estos sólo permanecen durante la realizadón de mejo-
ras o nuevas construcciones.
El proceso que se debe llevar a cabo para manipular de forma adecua-
da las basuras, debe cumpUr unas etapas en las cuales la educación y la
cultura de la pobladón sean las protagonistas en el cumplimiento del obje-
tívo. En la medida en que se conozca el grado de conciencia ambiental,
también se podrá determinar si realmente hacen falta más canecas. El apa-
rato cognitívo tíene importanda inidal en esta aprehensión, por el mero
hecho de que toda nuesfra educación, formal o informal, "se ha llevado a
cabo de forma selectíva y por lo tanto diferentes personas presentan dife-
rentes versiones del mismo hecho» (Santos, 1995: 60).
Las basuras son producto de las actívidades cotídianas de las personas
y la universidad no está exenta de ellas. El campus universitario es el espa-
do donde se reúne un gran grupo humano para desarroUar actívidades
académicas, laborales, culturales y recreatívas. En la Ciudad Universitaria
convergen personas de todas las clases sociales y de todos los rincones de
260
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J.
P L A N I F I C A O Ó N PARTICIPATIVA EN FAVOR DE LA RECUPERACIÓN DE LA ESTÉTICA...
EL PROCESO DE PUNIFICACIÓN
263
BARRERA, BANDA.CUEVAS.GARZÓN,MENDOZA, RAMÍREZ Y RQDRIGUEZ
265
BARRERA, B A N D A , CUEVAS, G A R Z Ó N . MENDOZA, RAMÍREZ Y RQDRtoUEZ
cantidad de caminos que conectan el aniUo vial y las vías arterias o secun-
darias, y de ofra parte, a que los edifidos de esta zona tíenen un carácter
dentífico, sus habitantes no tíenen un vínculo directo con la universidad y
en su mayoría se movilizan en carro.
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PLANIFICACIÓN PARTigPATIVA EN FAVOR DE LA RECUPERACIÓN DÉ LA ESTÉTICA...
Senderos
La población enfrevistada apoya en un 73% la irüciatíva de adoptar sobre
los senderos un fratamiento específico adecuado en pro de la recuperación
estética del paisaje. El 49% está de acuerdo en que un plan de manejo
debería considerar la adecuación de los senderos, y sólo un 14% piensa
que sería necesario colocar lozas. El 23% ve como alternativa sembrar de
nuevo pasto y el 14% restante considera importante la siembra de árboles.
De nuevo se hace evidente que la población universitaria prefiere despla-
zarse por zonas naturales, en las que se produzca la misma sensación que
da el caminar sobre el pasto. Considerando que los senderos se encuen-
fran desprovistos de vegetación, lo que provoca la aparición de zonas de
saturadón debido a la lluvia que cae sobre éstos, se hace necesario adoptar
medidas que busquen mitigar estos impactos. Si evocamos los principios
anteriormente expuestos, que fratan acerca del papel de la planificación
en espacios universitarios y urbanos, entonces este fenómeno de la apari-
ción de los senderos pone de manifiesto, en gran medida, el orden de las
personas al desplazarse, es dedr, que para la implantación de las alternatí-
vas se está teniendo en cuenta la marüfestación de los actos locaUzados
273
BARREM, BANDA, CUEVAS,.GARZÓN, MENDOZA, RAMÍREZ Y RODRÍGUEZ
Basuras
Inidalmente es importante considerar el hecho de que la mayoría (60%) de
los enfrevistados aprendieron a no botar bastara al suelo desde el núcleo
famiUar; el 20% lo aprendió en el colegio, el 11% lo hizo con sus amigos y
tan sólo un 9% lo está aprendiendo en la universidad o por ofros medios.
Esto evidencia la importancia de la famiUa en las costumbres de los indivi-
duos de una sociedad. Por esta razón pensamos que la universidad debe
274
PlANIFICAaÓN PARTICIPATIVA EN FAVOR DE LA RECUPERAOÓN DE LA ESTÉTICA,,.
ante todo cambiar o reflejar lo que debe ser una sociedad, para que poste-
riormente esto sea fransmitido al núdeo fanüUar, el cual constituye el prin-
dpal componente social.
El hecho de que el 87% de las personas consideren que sí es necesario
un plan de manejo de basuras denfro de la universidad, pone en eviden-
d a dos aspectos: de alguna manera sí hay un interés por Uegar a tener una
universidad más Umpia y con una mejor apariencia, y de ofra parte, hay
una inconformidad de las personas frente a este aspecto.
Con respecto a la alternativa de solución más apropiada, un 56% de los
entrevistados sugiere una campaña de concientización, un 33% poner más
canecas y un 11% se incUna hacia la vigüancia y otros métodos. Esto nos
muesfra que se considera prioritario el papel de la educación al modificar
la acción de las personas frente a un hecho como el de no botar basura al
suelo. De ofra parte, se evidencia que definitivamente hacen falta más
canecas en la universidad, principalmente dentro del anulo vial, por tener
un mayor flujo de personas, como se explicó anteriormente.
Si a alguno de los encuestados le sugirieran recoger el papel que ha
tirado al piso, muy sorpresivamente el 61 % lo recogería frente a un 31 % al
que le daría vergüenza, y sólo un pequeño porcentaje lo ignoraría o res-
pondería agresivamente.
A partir de esto es posible concluir que si cada uno de nosofros frata-
mos de hacer campaña educativa sugiriendo a la gente no botar basura,
tendríamos un buen resultado. De ofra parte, se tiene a favor el hecho de
que el 76% de las personas seria capaz de sugerir que no se botara basura al
suelo, y además que el 46% no se exaltaria al hacerlo, el 27% se sentiría
orgulloso de insinuarlo, sólo un 12% se enojaría y/o le daria pena insinuar-
lo (15%).
La campaña educativa debe ser dirigida principalmente a los estudian-
tes, debido a que el 85% de los enfrevistados tenía esta ocupación. Esto
indica además que son los estudiantes los que generalmente recorren la
universidad. De otra parte, según los anáUsis, parece ser que la mayor can-
tidad de basura es depositada en el suelo por personas que no tienen un
compromiso directo con la urüversidad, es dedr que esta campaña deberá
generar un sentido de apropiación y respeto hacia la misma. - '
En los anáüsis se observó que aunque haya basura en el piso, esto no se
asocia con un problema ambiental, lo cual nos hace pensar que la campaña
debe enfatizar en que un solo papel sobre el suelo ya impUca algún tipo de
contaminación. Es decir que no se trata de dejar de botar algunos papeles,
sino de no botar ninguno.
275
.BA.R|?.E.8A.,.BA.NDA,..CU,E.VAS,..G.A.RZÓ.N.,.ME,NDQZA,..RíJySÍ.RK...Y.^
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
277
BOGOTÁ, LA DIMENSIÓN CULTURAL, UNA LECTURA
TRANSVERSA
Julián Arturo*
279
1U.UAN..ASIU.RD....,
ARQUEOLOGÍA DE CIUDAD
Las mujeres solas eran una consecuenda de los hombres ejecutados que
dejaron a sus compañeras indefensas, las cuales migraron a Santa Fe. En
México y Lima también había más mujeres que hombres, espedalmente
porque desempeñaban dertos ofidos urbanos, según dice la historíadora
María Imelda Ramírez. A finales del siglo XVIII se termina con la institu-
ción de la nodriza y se establece el hospicio real, para intentar manejar los
expósitos como se Uamaba a los niños huérfanos. Eran los tiempos del des-
potismo Uusfrado de Carlos III y la idea impUcaba una aceptación de la
pobreza en las colonias y particularmente en Santa Fe. Con lo del hospicio
y ofras casas para mujeres se establedó la primera limpieza social en la
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IUÍIANARTURQ
ciudad, claro que con connotaciones diferentes a las que luego se dieron
en el siglo XX, que impUcaban la eliminación física de los "desechables".
Aproximadamente a mediados del siglo XIX los símbolos pasan del predo-
minio reUgioso al civü, alrededor de los márfires de la independencia y de
las posibiUdades de la sociedad civü. i .-.
A fines de ese mismo siglo, los estratos altos crean espados cerrados
para la recreación: el coUseo, el teafro, el estadio, el hipódromo. Es la época
en que Bogotá se ufana de ser la Atenas de Suramérica' por sus tertulias y
veladas en el Teafro de Colón. El pueblo conserva la plaza, los espados
'públicos'. ,, , ^. : . ,
Internamente se establecen nuevas fronteras. A medida que las dife-
rencias de sangre y de cuna son menos importantes, se establecen diferen-
cias UngiÜsticas, de idiolecto, de tono de voz, de expresión corporal, que
agregadas a las expresiones fradicionales en el vestido y otros aderezos,
Uevan a la diferendadón de los rolos entre el cachaco y el guache, que
constituyen personajes o actores sociales que predominan a finales del si-
glo XIX y en buena parte del XX. La predominancia de esa duaUdad sólo
cede con las migraciones de ofros lugares del país hacia la capital, lo cual
matiza el escenario sodal. ,
Esa fuerte diferenciación entre gente "decente" y popular es necesaria
para los primeros pues ante la falta de mayores recursos econórrücos es
necesario arrendar parte de las casas. Así, subdividen las casas: en el inte-
rior viven los dueños, los cachacos; hada el exterior, están las tiendas. Ri-
cos y pobres viven en el mismo sitio. Esa situación inaugura un hecho
importante en la capital en el siglo XX, el inquUino. No el inquilinato que
está circunscrito al cenfro y a otros lugares espedficos sino el inquiUno, en
casas donde también vive el dueño de la misma.
Así, en el siglo XIX la ciudad pasa por periodos de cambios internos,
aumento de la población, cambios producidos por la infroducción de nue-
vas tecnologías como el telégrafo, el teléfono, el alumbrado púbUco. La
ciudad crece cinco veces en pobladón, pero espacialmente todavía está
consfreñida en sus Umites naturales. A comienzos del XX prácticamente
explota, se sale de sus orígenes y territoriaUza buena parte de la Sabana.
Por esa época Bogotá tuvo sus personajes típicos, la Loca Margarita,
Pomponio, el Bobo Tranvía, luego el doctor Goyeneche, el Artista Colom-
biano, fueron sobrevivientes de esa época, pero más restringidos a un sec-
282
BOCOTÁj, LA DIMENSIÓN CULTURALt^UNA LECTURA TRANSVERSA
TEMAS BÁSICOS
1. Espacio y territorio . *
El espacio y la organizadón espadal son producto de las organizadones
sociales y culturales en términos de darle sentido, de marcarlo y de apro-
piárselo. Dentro de ese conjunto de ideas el territorio podría defirürse como
una categoría particular y subjetiva que hace referencia al hecho de la sig-
nificadón que pueda darle cada individuo al espado. Así, algunas de las
283
IUÍIANARTURQ
formas que tíenen los individuos para identificarse, son demarcando, defi-
rüendo, y simbolizando el espacio, no hay pues un lugar sino un conjunto
de eUos en red, una yuxtaposición de mundos. En síntesis, cada lugar su-
pone un conjunto de posibilidades, de prescripciones y de prohibiciones
cuyo contenido es a la vez espacial y social.
El territorio, como el susfrato espacial necesario de toda relación hu-
mana, al cual el hombre no accede directamente sino a fravés de una ela-
boración simbóUca que no está determinada por las condicionesfísicas.En
ofras palabras, las formas espaciales que conllevan sigrüficaciones sodo-
culturales es lo que el anfropólogo José Luis Garría denomina territorio.
¿Cómo creamos territorio? Poniendo signos para simbolizar. Una pie-
dra, una iglesia, un cenfro comerdal, un parque. Se deUnüta y se marca, se
esfructura y se jerarquiza, se semantiza y se simboliza, y finalmente se de-
fiende. En la ciudad el espacio es el escenario de territorios cruzados. En
cuanto territorio el espacio puede servir para varios usos, o por superposi-
ción ser la confluencia de varios territorios, que sean complementarios o
cuyos conflictos no necesiten resolverse. En Bogotá pueden confluir, por
ejemplo, los de vendedores informales con bandas juvenües, pero dos de
eUas fácilmente pueden enfrar en confrontación.
El imaginario se proyecta sobre los sitíos que no conocemos, sobre eUos
desplegamos nuestras ansiedades, miedos o expectatívas. Por ejemplo. El
Cartucho se consituye en el lugar simbólico de la violenda y la droga en la
dudad, o Ciudad BoUvar el de la pobreza y la violencia, fundamentalmente
por personas que nunca han estado aUá o no los conocen sufidentemente.
¿Qué pasa en el territorio urbano de Bogotá? Los que se presentan a
contínuación son algunos de los fenómenos que pueden observarse en la
ciudad. -' -^v .. ^
Territorios especiales
Son los de los reddadores y los de las bandas, parches o combos, también
los del miedo. En El Cartucho y en las ollas los seres humanos se deshuma-
nizan, se denigran, se desfruyen y los habitantes de la caUe no ignoran esta
reaUdad. Evidenciamos un doble proceso de exclusión y marginalidad, a
rüvel individual porque el habitante de la caUe reconoce El Cartucho como
un espado donde puede ser Ubre, donde puede ser como es, y a nivel
sodal porque sabe y siente que son considerados como la «escoria del país»,
que son estigmatizados y aislados.
Un elemento fundamental en la territorialización de la ciudad es el mie-
do. En determinadas situaciones el hombre se ve enfrentado a estímulos o
representaciones mentales que él siente como amenazas y es justamente
ese reconocimiento de im peUgro real o imaginario el que determina en el
individuo un sentimiento de miedo (Mannoni, en Territorios del miedo en
Santa Fe de Bogotá: "Imaginarios de sus dudadanos": 35).
En El Cartucho el poder se ejerce por medio de la violencia física. Uno
de sus insfrumentos es pues el miedo, pues con él se ha creado un aniUo
que al mismo tiempo permite que los consumidores, muchos en estado
terminal de adicción y deterioro físico, vivan "libremente", haciendo lo
que quieren hacer, y por otra parte las organizadones mafiosas que confro-
lan al centímefro el lugar puedan operar impunemente. Sin embargo, el
éxito en crear un espacio para operar con relafiva Ubertad lo ha converfido
en referente simbólico de la droga, del terror y de la muerte en todo el país.
Los lugares de más miedo están ubicados en las intersecciones de las ca-
Ues, en las esquinas, incluyendo el Botadero de los Muertos. Hay una caUe en
particular que se considera "tenebrosa". Se ubican actores sodales que tie-
285
JULIANARTURO
nen que ver con el miedo, como viciosos (consumidores), taquUleros (ex-
pendedores al detal) y campaneros (quienes avisan si viene la poUcía o
exfraños).
. . . . . , , , - . , . , . ^ , . • , _
El espacio vivido' . .- -^
Vendedores, conductores, peatones, estudiantes. La ciudad no es sólo el
conjunto formado por el paisaje natural y construido, por las funciones
urbanas que allí se desarroUan y por las características de la pobladón que
las vivencia, sino que fundamentalmente es un espacio vivido, sentido,
valorado y percibido de forma dÜerente por los individuos que la habitan
(Zarate, 1991).
En la mayoría de los actores la percepción inmediata, que se obtiene en
las encuestas, es negativa, porque es la que se recibe de los medios de co-
municación, son los lugares comunes; pero al profundizar en su estudio,
se ven otros elementos, más positivos, en la medida en que se contextualiza
la percepción y se completa el cuadro del espacio vivido. La etnografía
permite mirar por dentro la percepción y decodificar el lugar común. Los
vendedores informales de la caUe desarroUan gran parte de su vida en el
espacio púbUco, comen, hacen visita, crían a sus hijos, pelean enfre espo-
sos, escuchan la radio, leen el periódico, juegan y frabajan. Este es su espa-
do vivido, su fuente de frabajo, su manera de subsistir. En este contexto
resultan particularmente borrosos los límites entre lo privado y lo público.
Como el espacio vivido, los claustros no son iguales al lugar físico sino
que se consfruyen socialmente a partir de la multipUcidad de relaciones e
imaginarios que se dan, en nuesfro caso no sólo por los estudiantes, por
sus maesfros o por quienes observan estos lugares y lo que allí ebulle. En
los mapas consfruidos por los estudiantes sobre la ciudad, un aspecto que
resalta es la autoubicación a fravés de aquellos referentes que les son más
cercanos: la Avenida Caracas, la urüversidad donde se estudia, las activi-
dades que constituyen su imaginario cultural en la ciudad, los francones,
el sitio de frabajo. Ofros escenarios urbanos que aparecen son Monserrate
y Guadalupe, la BibUoteca Luis Ángel Arango, el Museo Nadonal, la Plaza de
BoUvar, el Parque Nadonal, el Planetario, la Hadenda Sta. Bárbara, el Bulevar
Niza, en general los cenfros comerdales y los parques mefropoUtanos.
286
BOGOTÁ, LA DIMENSIÓN CULTURAL, UNA LECTURA TRANSVERSA
2. Modernidad
La primaría urbana es resultado de la enfrada a la modernidad de América
Lafina. Modernidad se entiende como los procesos económicos, políficos,
ideológicos, artístícos, literarios y de otra índole que son concomitantes
con el desarroUo del capitaUsmo. Se da de distínta manera en la periferia
que en el cenfro. Hay distíntos períodos y aspectos en esa modernidad.
Diferentes momentos y aspectos de la modernidad en el siglo XX en
Bogotá son: .
La Atenas Suramericana
Un buen ejemplo de los fenómenos culturales es el planteamiento de que
Bogotá es un cenfro cultural ideológico-ciütural simüar a Atenas en su época
de esplendor o modernamente a Francia. Siu-ge en las posfrimerías del
siglo XIX y permanece vigente hasta la primera mitad del XX. Este imagi-
nario recoge la importanda del discurso cultural como legitimador del poder
poUtíco.
El discurso cultural de la época pudo contribuir a la cristalización del
proyecto poUtico, ratificando desde la cultura, el discurso cenfraUsta plan-
teado por los poUtícos liberales y conservadores, que afines con las ideas
de centralizadón del poder en una capital mediterránea, consoUdan a Bo-
gotá como el cenfro regulador del poder polífico y económico. Desde la
cultura como cenfro prestador de servidos culturales, la vanguardia cultu-
ral y poUtíca se concenfraba en los esfrechos rírculos de intelectuales-poU-
tícos que animaban la vida de la ciudad.
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IDENTIDAD
290
BOGOTÁ, LA DIMENSIÓN CULTURAL, UNA LECTURA TRANSVERSA
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