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Febrero 2020
Preguntas:
¿Por qué los cónyuges no deben esperar que su matrimonio sea perfecto?
Me llamo Kiara, y él es mi esposo, Shaan. Nuestro hijo Akil se mudó hace poco a
una congregación donde hacía falta ayuda. Sin él, nuestro hogar ya no es el
mismo. ¡Cuánto nos hacía reír! Lo echo mucho de menos Shaan y yo… apenas
conversamos. Creo que… que nos estamos distanciando. Intenté explicarle lo que
sentía, pero no llegamos a nada.
Desde que Akil se fue, algo no anda bien entre Kiara y yo. Ella siempre está
enojada. Quisiera que estuviera más contenta, como cuando Akil estaba en casa,.
Me cuesta trabajo admitirlo, pero, creo que, nos estamos distanciando. Hasta Akil
lo ha notado.
Bueno y, ¿les puedo hacer una pregunta? ¿Todo bien entre ustedes? Porque noto
algo raro.
Pero todo era una fachada. Ambos sabíamos la realidad. Por primera vez,
hablamos abiertamente de cómo nos sentíamos. Estaba claro que si no hacíamos
nada, terminaríamos mal. Debíamos arreglar las cosas, y rápido. Leímos juntos
Romanos 12:10: “En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera”.
Preguntas:
¿Cómo nos enseña el relato de Lot que es peligroso amar al mundo o las
cosas que hay en el mundo? (Gé 13:12; 14:12; 19:3, 12, 13, 24-26).
¿Cómo demostramos que amamos a Jehová y no al mundo ni lo que este
nos ofrece?
¿Cuál es la lección? Es verdad que no conocemos del todo cuáles fueron las
circunstancias que hicieron que Lot tomara las decisiones que tomó, pero el relato
nos hace pensar en las decisiones que nosotros tomamos en la vida. Con toda
seguridad, nosotros no amamos al mundo. Ahora bien, ¿muestran nuestras
decisiones o elecciones que amamos las cosas que están en el mundo? ¿Nos
estamos acercando poco a poco a las cosas que están en el mundo? Amar al
mundo, o las cosas que están en el mundo, puede causarnos mucho dolor y
tristeza. Por eso, como se menciona en el comentario del texto de hoy, es muy
importante que analicemos qué clase de personas debemos ser. Vayamos otra
vez a la primera carta de Juan capítulo 2 versículo 15. Primera de Juan 2:15 dice:
“No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama
al mundo, el amor del Padre no está en él”. Y noten el versículo 17 por qué es un
asunto tan serio: “Además, el mundo va pasando y también su deseo, pero el que
hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
Abril 2020
Preguntas:
Poco después hice un examen para ser intérprete del lenguaje de señas, y para mi
sorpresa, lo aprobé. Me encantaba mi nuevo trabajo. Quería que este empleo me
ayudara a seguir como precursora, y tal vez, un día viajar a un país en donde
hubiera necesidad de predicar en lenguaje de señas. Mi jefe estaba muy contento
conmigo, así que empezó a darme más trabajo. Todos valoraban que fuera tan
dedicada, y un dinerito extra, nunca está de más.
Tenía todo bajo control. Mmm, bueno, no todo. Mi jefe me pidió que trabajara a
tiempo completo durante unos meses para capacitarme más, y si ganaba más
dinero, eso podría ayudarme a pagar mi viaje. Sabía que mis padres estaban
preocupados. De hecho, yo me sentía igual. Físicamente estaba agotada, pero,
sólo serían unos cuantos meses. La verdad, no sabía qué hacer.
Papá me felicitó por tener buenas metas y por trabajar duro para alcanzarlas.
Entonces me mostró un versículo de la Biblia que me puso a pensar. Primera a
Timoteo 4:16: “Presta constante atención a ti mismo ya tu enseñanza. Persiste en
estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te
escuchan”. Me ayudó a recordar que Timoteo también se había puesto metas
espirituales mientras crecía. Pero aquí Pablo le estaba diciendo: “no las pierdas de
vista”. Timoteo ya era todo un adulto, un hombre espiritual. Aún así Pablo lo animó
a fijarse en nuevas metas de servicio y a luchar por alcanzarlas.
¿Por qué metas estaba luchando yo? Fui a ver a mi jefe, para decirle que había
decidido trabajar la menor cantidad de horas posible. Porque no pensaba
descuidar mi trabajo más importante. Quizás me tome más tiempo ahorrar para mi
viaje, pero con la ayuda de Jehová, y un poquito de paciencia, sé que ese viaje
algún día llegará.
Preguntas:
Emma y yo estábamos muy preocupados por Palesa, una mujer con la que Emma
estudia la Biblia. Había pasado otra noche sin dormir porque oía la voz de su
abuela muerta y ruidos de portazos y de objetos que se rompían. La mujer había
puesto un amuleto en la muñeca de su bebé para que la protegiera, pero aquellas
cosas aterradoras habían continuado toda la noche. Por supuesto, ni había sido su
abuela, ni había objetos rotos, pero el ataque fue real.
Toda mi vida he oído historias sobre el mundo de los espíritus. Nuestros vecinos,
mis compañeros de trabajo, las personas del territorio…casi todos creen en los
espíritus, lo reconozcan o no. Bueno, más que creer en ellos, les tienen miedo. Yo
había empezado a estudiar la Biblia solo seis meses antes que Palesa, pero ya
me había convencido de que los espíritus malos están en la tierra, que tratan de
relacionarse con la gente, y que son poderosos enemigos.
Emma pidió ayuda a los ancianos. No quería que tratáramos el asunto por nuestra
cuenta. Mientras Emma les contaba lo ocurrido, tuve que interrumpirla para
explicar algunos detalles que se estaba dejando, pero me sorprendió que los
ancianos dijeran que no necesitaban todos los detalles. Nos explicaron que
aunque es importante saber que los demonios son peligrosos, no pasamos tiempo
hablando sobre lo que hacen. Cuando Jesús estuvo en la tierra, podía haber
contado muchas historias sobre los espíritus malos a sus discípulos, pero se
centró en Jehová y en sus obras. Así que igual que Jesús, no debemos contar
historias sobre lo que los demonios hacen o dejan de hacer.
Los ancianos usaron la Biblia hábilmente para ayudarnos a todos. Leímos Efesios
6:11 que dice: “Pónganse la armadura completa que Dios da, para que puedan
mantenerse firmes contra las astutas trampas del Diablo”. Aquello era muy
importante. Un soldado estaría desprotegido si solo se pusiera parte de la
armadura o si no la mantuviera en buen estado.
Entonces leímos Efesios 4:27: “No le den ninguna oportunidad al Diablo”. Los
ancianos le explicaron a Palesa que el amuleto que tenía su hija en la muñeca, no
era parte de la armadura que Dios nos da. Más bien eso le estaba dando una
oportunidad al Diablo para seguir acosando a su familia. Los hermanos nos
recordaron que quien quiera recibir protección de Jehová no debe tener nada que
esté relacionado con la superstición, el ocultismo, ni la adoración a los demonios.
¿Quién elegiría ponerse del lado de los demonios, y no del lado de Jehová?
Emma le recordó a Palesa a que debía tomar una decisión cuanto antes, pero era
una decisión que sólo ella podía tomar. Quiero servir lealmente a Jehová, por eso
me voy a bautizar, y he decidido que no voy a escuchar ni contar más historias
sobre demonios. Pero no sólo eso, también tengo que examinar otros aspectos de
mi vida. ¿Estaré haciendo algo que pudiera darle alguna oportunidad al Diablo?
Está claro que, aún tengo que hacer más cambios.