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FRECUENCIA RESPIRATORIA

La frecuencia respiratoria es el número de respiraciones de una persona durante


un minuto. En los adultos suele estar entre 12 y 16 respiraciones por minuto.
También es conocida como frecuencia de ventilación o frecuencia de respiración.

Se mide cuando una persona está descansado y sentada. Usualmente la


frecuencia respiratoria es un indicador de disfunción pulmonar; los pacientes que
respiran más seguido en descanso suelen tener más problemas crónicos de salud.



La mayoría de los adultos respiran mucho más rápido que 12 respiraciones por
minuto. En la actualidad, las personas suelen tomar de 15 a 20 respiraciones por
minuto, mucho más seguido de lo que se espera.
Si una persona está enferma, se espera que sus valores sean más altos.
Generalmente las personas enfermas realizan más de 20 respiraciones por
minuto.

Una persona no puede contar su frecuencia respiratoria contando sus


respiraciones. El número no será real, ya que la mayoría de las personas
respirarán más lento y profundo. Otra persona puede hacerlo sin que ésta se de
cuenta o puede grabar la respiración usando micrófonos sensibles debajo de la
nariz.

FRECUENCIA CARDIACA

La frecuencia cardiaca es el número de veces que se contrae el corazón durante


un minuto (latidos por minuto). Para el correcto funcionamiento del organismo es
necesario que el corazón actúe bombeando la sangre hacia todos los órganos,
pero además lo debe hacer a una determinada presión (presión arterial) y a una
determinada frecuencia. Dada la importancia de este proceso, es normal que el
corazón necesite en cada latido un alto consumo de energía.

¿Cuál es la frecuencia cardíaca normal?

Por regla general, la frecuencia normal en reposo oscila entre 50 y 100 latidos por
minuto. Sin embargo hay que detallar algunos aspectos que alteran su estado:
 Cuando nacemos tenemos una frecuencia cardíaca elevada porque la
actividad del organismo es muy intensa. A partir del primer mes de vida, va
disminuyendo hasta llegar a la edad adulta, manteniéndose estable
después de los 20 años.

 Varía a lo largo del día y la noche y en respuesta a diversos estímulos, por


lo que su medición tiene gran variabilidad.

 Al realizar ejercicio físico el corazón produce una respuesta normal que es


la taquicardia (la frecuencia cardíaca en reposo está por encima de 100
latidos por minuto -lpm-).

 También puede producirse bradicardia (la frecuencia cardíaca está por


debajo de 50 lpm).

¿Cómo el ejercicio altera los niveles de la frecuencia respiratoria?

Durante el ejercicio físico (sobre todo, en competencias de alto rendimiento), no


sólo nuestra ventilación pulmonar aumenta. Tanto la frecuencia cardíaca como el
flujo sanguíneo, deben adecuarse a las nuevas condiciones y exigencias del
organismo.
Cada vez que realizamos una actividad que demanda energía, aumenta de
manera directa el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono.
Es por ello que nuestro organismo se prepara, incluso antes de realizar el
ejercicio, para responder de manera efectiva a esta exigencia física.
Analicemos lo que pasa con la respiración de un atleta durante una carrera de
velocidad. Antes de comenzar la competencia, el encéfalo se encarga de emitir
una serie de estímulos nerviosos que son propios de la preparación física. El ritmo
respiratorio aumenta y la velocidad de la circulación de la sangre, una vez iniciada
la carrera, se incrementa, aproximadamente, unas seis veces.
Esta situación implica que cuanto más rápido circula la sangre, mayor es la
frecuencia cardíaca y el intercambio entre oxígeno y dióxido de carbono a nivel
alveolar.
La sangre es conducida desde las zonas de poca actividad (en este caso podrían
ser los órganos y tejidos del sistema digestivo) hacia las que poseen un mayor
requerimiento, en este caso, los músculos involucrados en una carrera. Estos
músculos, además, son estimulados por las señales que transmite el área motora
de la corteza cerebral, la que además emite señales en forma paralela a los
centros respiratorios cerebrales. Incluso, tanto extremidades superiores como
inferiores envían múltiples señales sensitivas que viajan a través de la médula
espinal y finalizan su recorrido en el centro respiratorio, excitándolo.
Una vez finalizada la competencia, tanto la ventilación como la frecuencia cardíaca
bajan de manera rápida, no así la temperatura corporal, que desciende poco a
poco.

¿Cómo el ejercicio altera los niveles de la frecuencia cardiaca?

El ejercicio de alta intensidad, como el entrenamiento de fuerza, provoca una


estimulación a nivel simpático del sistema nervioso central. Esto supone la
liberación de catecolaminas y la consecuente estimulación del músculo cardiaco
entre otros efectos. Como consecuencia, la frecuencia cardiaca será ligeramente
más elevada después de un entrenamiento de fuerza.

Las personas que realizan ejercicio suelen tener las pulsaciones muy bajas ya que
es una forma que tiene el corazón para ahorrar calorías.

La frecuencia cardiaca se calcula con la edad, mientras más edad tenga la persona
menos frecuencia cardiaca tendrá que alcanzar en el ejercicio y cuanto más joven
es la persona podría alcanzar una frecuencia cardiaca más alta.

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