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EXPLICACIÓN Y ENTENDIMIENTO

La ambición de vida de Dilthey era dar conocimiento en las humanidades de la misma manera que
respetabilidad compartida con las ciencias naturales. Las ciencias naturales explicaban la
naturaleza, mientras las ciencias humanas explicaban la cultura. Aseguraba que las ciencias
aproximaban al mundo la forma en como aproximamos una máquina compleja, tratando de
explicar sus partes y cómo trabajan. Sin embargo, es incapaz de capturar cómo es el interior del
espíritu humano.La percepción del mundo humano de la cultura se basa en términos relacionales.

Somos capaces de entrar en el mundo humano solo entendiendo la expresión de la vida,


descifrando la imprenta del espíritu humano en el mundo material. Este trabajo era lo que llamaba
“las ciencias de la mente”.

INTERPRETANDO COMO DILTHEY

Dilthey creía que el conocimiento en las ciencias humanas era objetivo porque el intérprete se
enfocaba en las manifestaciones culturales de la experiencia de vida. Los investigadores ahora
examinaban textos y documentos desde el pasado para “mapear” el mundo social e histórico, el
“espíritu objetivo” de un periodo cultural dado. La idea era obtener de una variedad de textos
contemporáneos lo suficiente para determinar una visión social colectiva de un periodo particular.
De acuerdo a Dilthey, el intérprete traducía la objetificación de la vida desde documentos en la
vida espiritual de la que emergía.

Entendiendo las sociedades pasadas, ganamos profundidad en la naturaleza humana y así


entendimiento personal una mejor sensación de como nosotros como seres humanos.

NO HACEMOS HISTORIA: ERAMOS HISTORIA

Dilthey gustaba de decir que solo la historia que podían contarnos era la que nos hacía humanos.
Así, afirmaba dos aspectos de la hermenéutica: (1) El entendimiento personal es posible solo
indirectamente a través del desvío hermenéutico de interpretar las expresiones de vida de otros, y
(2) la hermenéutica de Dilthey hace el primer turno histórico en la conversación sobre el
conocimiento. Para Dilthey, las experiencias de vida del pasado y el presente son conectadas a
través de la proyección de la historia en la cual estamos. Creía que el entendimiento de otros y
nosotros mismos es posible porque somos seres que han hecho historia y sabemos por sí mismos
solo a través de esta historia.

La historicidad de nuestra experiencia es la condición y límite del entendimiento propio. Lo que


somos es una pregunta sin fin de las humanidades. De acuerdo con Dilthey, la totalidad de nuestra
naturaleza humana es solo historia. El punto es que nosotros no hacemos historia, como si el
pasado fuera como un objeto manejable. Dilthey decía que éramos historia, en la medida como
nuestro auto-entendimiento requiriese la constante recuperación y apropiación de nuestro
patrimonio pasado, la mediación del pasado y el presente. Por tanto, se convierte él en uno de los
primeros pensadores hermenéuticos en expresar la naturaleza de la conciencia humana.

FENOMENOLOGÍA DE HUSSERL

Edmund Husserl es acreditado al hecho que los objetos siempre aparecen a la conciencia humana
como son dotados con significado. Que la percepción humana sea siempre como “siempre es” era
una profundización cardinal que llamaba Fenomenología, una descripción filosófica rigurosa de
cómo los fenómenos revelan por sí mismos en su significado: “lo que las cosas son por sí mismas”.

Para Husserl, la tarea de la filosofía era ahora estudiar cómo los objetos revelaban en su relación
inmediata con el observador. Su fenomenología era un gran paso más allá de la epistemología
moderna, pero retenía su conciencia humana como punto inicial de la filosofía.

MARTIN HEIDEGGER: SER HUMANO A SER INTÉRPRETE

Martin Heidegger decía que la fenomenología de Husserl “daba ojos para ver”. El tuvo que
mostrarle como cerrar la brecha entre mente y mundo. Aseguraba que los objetos en el mundo
revelaban su significado no meramente conceptual en la mente, sino a través de la relación
práctica de ellos en la vida diaria.

Así, la conversación pasaba de la epistemología a la ontología, desde teorías sobre conocimiento


del contexto de la vida que proveía las condiciones por conocimiento en primer lugar. Heidegger
consideraba que la epistemología moderna es como un sartén que es incapaz de sostener las
verdades más grandes de la vida humana que son capturadas por la literatura, poesía, teología y
arte.

Aseguraba que la hermenéutica no es una teoría de principios de interpretación sino un análisis


filosófico del camino en que nos movemos por el mundo. Nosotros no hacemos hermenéutica,
somos animales auto-interpretativos, seres cuya naturaleza es negociar un mundo complejo de
relaciones significativas las cuales nos dan al nacer, con un contexto alrededor. Más
profundamente, el significado de nuestras vidas está determinada del nacimiento a la muerte, por
nuestros miedos, ánimo y deseos. Con estas relaciones significativas, estamos constantemente
interpretando y siendo interpretados.

El entendimiento no es más ahora que algo que nosotros poseemos después de un esfuerzo de la
conciencia interpretativa, según Schleiermacher y Dilthey. Par Heidegger, en cambio, el
entendimiento es lo que nosotros inconscientemente hacemos todos los días con nuestras
conductas, con mayor o menor habilidad, en la totalidad de las relaciones significativas que hacen
nuestro mundo. Entonces, ser humano es interpretar. La tarea de la hermenéutica para el, es
hacer visible las estructuras de significado dentro de las que existimos como animales intérpretes.
Llamó a esas estructuras “esenciales”, porque era lo que determinaban a profundidad ontológica
cómo percibimos el mundo.

Para ese esfuerzo hermenéutico, la postura científica de examinar un objeto desde la distancia es
completamente útil, porque tiene la capacidad de probar las cosas. En cambio, el intérprete tiene
que estar comprometido y tratar de hacer transparente las estructuras de ser él por sí mismo.

EL MUNDO DE HEIDEGGER

La epistemología moderna cree que el mundo es un ensamblaje de objetos que nosotros vemos.
Heidegger sugería que el mundo es menos parecido a un laboratorio científico en el cual
observamos objetos a detalle y más se parece a una casa en la que somos familiares. Cuando
estamos en ella, nuestras vidas está determinada por los proyectos a los que nos
comprometemos. El direccionamiento al futuro expresa por sí mismo en la estructura ontológica
de “atención”. Esta significa que nosotros relatamos las cosas a nuestro alrededor con un ojo al
cual asistimos en conjunto, completando las tareas que nos esforzamos en completar.

MARTILLO DE HEIDEGGER

Su famoso ejemplo de su modo de existencia de ser en el mundo es el uso de un martillo. No


percibimos al martillo como un objeto examinable, pero como parte de nuestro proyecto, como
un significado que tenemos a la mano, entonces nosotros tenemos la palabra alemana
complementaria a “vorharden”. En expresiones del propio Heidegger, nuestra relación normal a
las cosas tiene una estructura ontológica “en orden de”. Entonces el martillo está ahora presente
como un objeto abstracto. Esta abstracción desde la vida, necesario a veces, no es la vía primaria
de percibir cosas. Mas bien, el ser de algo es revelado no al detalle o con una mirada analítica
abstracta, sino en cambio emerge en el contexto de la atracción con un contexto de vida
significativo.

EL CÍRCULO HERMENÉUTICO EXISTENCIAL

La estructura “en orden de” de nuestra vida proyecta es “cuidado”. Nuestro ser en el mundo y
nuestra relación al mundo están unidos a un todo significativo a través de nuestro futuro y deseo
para darse cuenta de las posibilidades de nuestro futuro en el logro de nuestra vida es una tarea,
que naturalmente es enmarcada como un todo significativo entre el nacimiento y la muerte.

La vida humana es así una empresa interpretativo esencial, un movimiento continuo orientado al
futuro de autoconocimiento dentro de lo que nosotros interpretamos todo. Estamos sujetos a un
círculo en el nacimiento, y las tradiciones culturales en nuestro entorno nos proveen un cierto pre-
entendimiento sobre las cosas que encontramos en el mundo.

Para Heidegger, el lenguaje es realmente el significado por el que nosotros tenemos un mundo en
primer lugar. Así, el lenguaje es el que hace del mundo un hogar para nosotros, proveyendo la red
simbólica de las relaciones de significado que hace el mapa conceptual por el cual interpretamos el
mundo. Esto muestra que el “lenguaje es el hogar del ser”, o que “el lenguaje nos habla” son
frases provocativas que indican que el lenguaje no es una herramienta para llamar objetos en el
mundo sino los lentes por los que nosotros entendemos el mundo por nuestra cuenta.

HERMÉNÉUTICA DESPUÉS DE HEIDEGGER

Él movió la conversación de la hermenéutica sobre el conocimiento firmemente hacia el plano


ontológico. El entendimiento es una vez más inseparable a nuestra experiencia de vida de nuestro
ser el mundo. El abismo entre la mente y el mundo no tiene un puente como tal, sino es abolido
como una distorsión no natural de la percepción humana. Después de Heidegger, la hermenéutica
es determinada por dos principios básicos: (1) el pre-entendimiento o preconcepción son
considerados esenciales, parte intrínseca de la interpretación. Cualquier pretensión o
presuposición de interpretación, de aproximarse a lo que interpretamos, debe ser abandonado. El
ideal del renacimiento de leer sin prejuicio no es solo indeseable sino imposible, desde que
tenemos acceso a lo que queremos interpretar y es solo garantizado por presuposiciones. (2) la
razón en la que podemos atribuír al mundo significativamente es la naturaleza temporal e
histórica de nuestro ser.
Cuando Heidegger decía que la historia “envía” las preguntas con las que tenemos que luchar,
afirmaba nuestra libertad al patrimonio de nuestra cultura creativa en luz de nuestra presente
situación.

La reclamación universal de la hermenéutica es más bien que la interpretación es una condición


humana. Ella describe el esfuerzo humano común para interpretar las tradiciones pasadas en luz
de preguntas contemporáneas presionantes en orden de hacer decisiones futuras orientadas para
completar el proyecto que es nuestra vida.

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