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Pentateuco

Sesión 8
F. EXÉGESIS

8. LOS RELATOS DE LOS ORÍGENES I


GARCÍA LÓPEZ, F., «Tôledôt de: Adán, Noé, hijos de Noé y Sem», en El Pentateuco, IEB 3A, EVD, Estella 2003, 85-94.

1. Tema: Diez generaciones de Adán a Noé.

a) El texto bíblico dice: «Tenía Adán 130 años cuando engendró un hijo a su semejanza, según su imagen, a
quien puso por nombre Set. Fueron los días de Adán, después de engendrar a Set, ochocientos años, y
engendró hijos e hijas. El total de los días de la vida de Adán fue de 930 años, y murió. […] Vivió Lámek,
después de engendrar a Noé, 595 años, y engendró hijos e hijas. El total de los días de Lámek fue de 777 años,
y murió. Era Noé de quinientos años cuando engendró a Sem, a Cam y a Jafet» (Cf. Gn, 5,3-32).

b) Así lo interpreta el comentarista: «En total, diez generaciones (un número redondo y perfecto), que son
presentadas siguiendo un esquema regular, con ligeras variantes. […]Su función consiste en enfatizar que estas
personas murieron, a pesar de poseer una vitalidad extraordinaria. La dinámica de la genealogía de Gn 5
conduce a la muerte, aunque la vida humana continúe. El entrelazado de la muerte con la vida en la genealogía
de Gn 5 se corresponde, en cierto modo, con el entramado pecado-gracia de las narraciones» (pp. 85-86).

2. Tema: Diluvio, bendición y alianza

a) El texto bíblico dice: «Esta es la historia de Noé: Noé fue el varón más justo y cabal de su tiempo. Noé
andaba con Dios…» (Cf. Gn 6,9–9,17).

b) Así lo interpreta el comentarista: «El relato presenta dos facetas diferentes. Por un lado, el diluvio da un
vuelco a la creación de Dios; es una «contra-creación». Del diluvio, por otro lado, surge un mundo nuevo, una
«nueva creación». El autor de este relato remite en varias ocasiones a los relatos de la creación, en especial al
primero. […] El diluvio es una vuelta al caos acuoso. […] Terminado el diluvio, se restablece el orden
cósmico. La nueva creación surge bajo el signo de la bendición y de la alianza. La alianza garantiza que no
habrá otro diluvio y asegura la pervivencia en la tierra. La bendición garantiza a la nueva humanidad la fuerza
procreadora, lo mismo que en la creación original. Noé será el padre de la nueva humanidad, como Adán lo era
de la antigua. Implícitamente se invita a la nueva humanidad a marchar con Dios, como Noé» (pp. 90-91).

3. Tema: Tabla de las naciones

a) El texto bíblico dice: «Esta es la descendencia de los hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, a quienes les nacieron
hijos después del diluvio [...]. Hasta aquí los linajes de los hijos de Noé, según su origen y sus naciones. Y a
partir de ellos se dispersaron los pueblos por la tierra después del diluvio» (Gn 10).

b) Así lo interpreta el comentarista: «La lista narrativa da indicaciones, de tipo anecdótico, sobre el origen de
los pueblos cercanos a Israel: Sem representa a los semitas (árameos, asirios y árabes); Cam, a los camitas
(cananeos y norteafricanos: egipcios, libios y sudaneses), y Jafet, a los pueblos del noroeste de Israel (griegos,
hititas y chipriotas). Ambas listas se integran en un esquema tripartito, correspondiente a los tres hijos de Noé,
precedido y seguido respectivamente por una breve introducción y conclusión» (pp. 92-93).

4. Tema: Torre de Babel

a) El texto bíblico dice: «Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras. […] dijeron: “vamos
a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos famosos, por si nos
desperdigamos por toda la haz de la tierra”. Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que habían edificado los
humanos, y dijo Yahveh: «He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo
de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible. Bajemos, y una vez allí confundamos su
lenguaje…» (Cf. Gn 11,1–9).

b) Así lo interpreta el comentarista: «Es el último relato de la Historia de los Orígenes, un buen ejemplo del
arte narrativo del Génesis. Consta de dos partes: en la primera (v. 1-4), el protagonista es el hombre; en la
segunda (v. 5-9), Yahvé. […] El deseo de los hombres de llegar hasta el cielo (v. 4), morada de Dios, puede
parangonarse con el deseo de ser «como Dios» (3,5). En los dos casos, se palpa la arrogancia humana frente a
Dios, al intentar traspasar los límites impuestos por Él a los seres humanos» (pp. 93-94).

5. Tema: Descendencia de Sem

a) El texto bíblico dice: «Estos son los descendientes de Sem…» (Cf. Gn 11,10–26).

b) Así lo interpreta el comentarista: «No deja de ser sorprendente el hecho de que las genealogías de Jafet y
Cam precedan a la de Sem, a pesar de ser éste el primogénito. Seguramente sea una estrategia redaccional
orientada a ensalzar la figura de Sem, cuya genealogía se expone en exclusiva, como preparación a la de Teraj-
Abrahán. […] La genealogía de Sem pasa del mundo distante de los orígenes al mundo más cercano de los
patriarcas. Con la tabla de las naciones, donde los descendientes de Sem ocupan un puesto relevante, comienza
el proceso de identificación de Israel con las otras naciones del mundo; la panorámica es universal. Con las
toledot de Sem, se apunta directamente a un centro, la línea de Abrán, que se continúa en la de Isaac y Jacob-
Israel.» (pp. 93-94).

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