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MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

Guía para el estudio del Material Complementario


A) ANÁLISIS DE UN ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL: “PROYECTO DE
AMPLIACIÓN DE EXPLOTACIÓN PORCINA DE RECRÍA DE REPRODUCTORAS
(CEBO VIDA), HASTA UNA CAPACIDAD DE 731,16 U.G.M., EN EL T.M. DE
ABIZANDA (HUESCA)” (Ver archivo: MatCompl_EsIAGranjaPorcina_Abizanda.pdf)
NO es necesario imprimir y leer en detalle TODO el documento.
1) Es necesario familiarizándose con su estructura, metodología y forma de
presentación con estos objetivos generales:
-Identificar los elementos principales del procedimiento ambiental: tipología de
evaluación ambiental, procedimiento seguido y antecedentes, agentes (promotor,
órganos sustantivo y ambiental).
-Identificar las diferentes partes del documento: justificación y descripción del proyecto,
propuesta y estudio de alternativas, inventario ambiental, riesgos, identificación y
valoración de impactos, propuesta de medidas, programa de vigilancia ambiental y
síntesis.
2) Se debe buscar la información en el Estudio de Impacto Ambiental y en el temario,
ampliando información por su cuenta cuando sea necesario para contestar al siguiente
BANCO DE PREGUNTAS DE EXAMEN.
En todos los exámenes presenciales de este curso habrá preguntas (completas o
fragmentos) de este listado (correspondiendo a una puntuación entre 3 y 5 puntos) sobre
este EsIA. Tienen que ser preparadas antes del examen, Los estudiantes podrán
compartir y discutir posibles respuestas en el Foro de Material Complementario. En el
examen se puntuará básicamente que la respuesta sea correcta y completa, con habrá
una valoración extra para las respuestas que demuestren un trabajo individual y
personal.
1. Procedimiento. Señale el tipo de procedimiento, identifique la denominación de
los agentes y el estado del procedimiento en el que se encuentra al inicio del
curso (febrero 2020).
2. Alternativas. Explique cuál es el objetivo y la utilidad de plantear y analizar
diferentes alternativas en una EIA. ¿Qué menciones hay en la legislación de EA
sobe la propuesta y análisis de alternativas? Resuma las alternativas
consideradas en el EsIA del Material Complementario y los criterios de análisis.
Argumente si, en su opinión, el análisis de alternativas de este EsIA cumple con
los objetivos.
3. Inventario ambiental. Señale qué pide la legislación (Ley 21/2013) a la hora
estudiar los factores ambientales. Haga un esquema de los factores ambientales
analizados (Sección 3. Situación preoperacional. Caracterización del medio)
señalando: medio, tipo de datos y si considera que es necesario analizarlo en
este proyecto.
4. Plan de vigilancia y seguimiento. Revise los requisitos del Anexo VI de la Ley
21/2013 para el programa de vigilancia ambiental. Comente si este EsIA cumple
estos requisitos. La ley establece que se establecerá ‘un listado de
comprobación de las medidas previstas en el programa de vigilancia ambiental’.
Elija dos medidas de la fase de construcción o de explotación y formule (siendo
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realista) cómo se podrían comprobar dichas medidas (calendario,


parámetros/puntos a comprobar, forma de comprobación, etc).
5. Consideración del Cambio climático. El EsIA del Material Complementario
incluye explícitamente el cambio climático entre los medios a analizar. Resuma
cómo considera y analiza el impacto sobre cambio climático (menciones a la
cuestión, datos que aporta, impactos, etc). Proponga una metodología para
estimar cómo la influencia del proyecto sobre el cambio climático y medidas
necesarias para mitigarlo.
6. Valoración de los impactos. Explique el esquema de la metodología general que
utiliza el EsIA del Material Complementario para identificar, cribar y valorar los
Impactos ambientales.
7. Cálculo de importancia. Elija usted dos acciones, una de la fase de construcción
y otra de explotación, y un impacto ambiental de cada una de ellas y comente
críticamente: su Aspecto ambiental, sus Criterios de valoración (IN EX MO PE
RV SI AC EF PR MC), el cálculo de su importancia y las medidas
preventivas/correctivas propuestas.
8. Sostenibilidad. Según el Tema 1, la sostenibilidad es ‘el marco natural de la EA’.
Sin embargo, la sostenibilidad es un concepto general y estratégico cuya
aplicación en un proyecto como el del Material Complementario no es inmediata.
Revise si el EsIA del Material Complementario tiene en cuenta la sostenibilidad
de la actividad ¿Por qué cree que es así? Proponga cómo podría analizar la
sostenibilidad de este proyecto.
9. Riesgo. Ley 9/2018 añadió a la ley 21/2013 la necesidad de analizar ‘la
vulnerabilidad de los proyectos ante accidentes graves o catástrofes’, ‘el riesgo
de que se produzcan dichos accidentes o catástrofes’, y ‘los probables efectos
adversos significativos sobre el medio ambiente, en caso de ocurrencia de los
mismos’. Señale los riesgos que se han tenido en cuenta en el EsIA del Material
Complementario y comente cómo se ha realizado el análisis del principal riesgo
detectado.
10. Impacto social. La ganadería porcina tiene una gran relevancia económica en
España. Hay muchos proyectos de macrogranjas en marcha, que se encuentran
con una creciente oposición ciudadana. Comente que posición toma el EsIA del
Material Complementario respecto a esto. Señale qué otros agentes,
documentos o fases del procedimiento pueden ayudar a que se tengan en cuenta
los intereses de todos los agentes y cómo.
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B) MANIPULACIÓN EN LA EIA
Texto traducido del artículo: Stakeholders' manipulation of Environmental Impact
Assessment (dentro de este archivo)
-Conceptos clave: saber definir la manipulación en la EIA y diferenciarla del sesgo;
conocer las principales formas que puede adoptar la manipulación en un procedimiento
de EA; identificar los riesgos de manipulación para los actores principales de la EA;
conocer propuestas de solución.
-Relación con el temario: compare los actores analizados en el artículo con los agentes
estudiados en el tema 1; cuando sea posible deberá ubicar los tipos de manipulación en
las fases correspondientes del procedimiento administrativo.
El examen habrá una pregunta (1 punto) relacionada con este artículo.
(el artículo en inglés está en el curso alf: 2018-Env Imp Ass Review_Enríquez.pdf)
Stakeholders' manipulation of Environmental Impact Assessment

Se podrá utilizar este material (parte A y/o B) como marco para preguntas sobre los
contenidos del temario o las PED.
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La manipulación por parte de los participantes de la Evaluación


de Impacto Ambiental
Álvaro Enríquez-de-Salamanca
DRABA Ingeniería y Consultoría Medioambiental, Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED), Cañada Nueva, 13, 28200 San Lorenzo de El Escorial, Spain
Environmental Impact Assessment Review, Vol68, 2018, Pages 10-18

Resumen
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un proceso donde participan varios actores,
cada uno con diferentes intereses, por lo que hay sesgos inevitables y preocupantes,
aunque hay que diferenciar entre el sesgo inherente a los intereses de un grupo y la
manipulación, que es un intento ilegítimo de alterar las decisiones debido a intereses
espurios. Aunque la manipulación se atribuye normalmente a los promotores, cualquier
parte interesada puede utilizarla para su propio beneficio. En este trabajo se analizan las
posibles formas de manipulación, y las posibilidades de los distintos actores. Si bien el
sesgo es inevitable y debe reducirse, comprenderse y gestionarse en la EIA, la
manipulación es inaceptable y debe excluirse.

Palabras clave: EIA; partes interesadas; sesgo; manipulación

1. Introducción
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un proceso en el que las partes
implicadas participan con diferentes intereses y experiencia, lo que puede dar
lugar a que haya sesgo intencional o no intencional en sus opiniones; la
separación entre sesgo y manipulación puede no estar muy clara.
La definición de manipulación, como concepto general, es interferir sin
escrúpulos en la política, en el mercado, en la información, etc., distorsionando
la verdad o la justicia al servicio de intereses particulares. En la EIA, la
manipulación es un sesgo premeditado y con intereses espurios, introducido
para modificar las decisiones en beneficio propio; incluye la misma intención de
engañar y las acciones necesarias para ello (malas prácticas). Son ejemplos de
estas acciones: el uso de información falsa, exagerada o alterada, esconder
información, uso ilegítimo del proceso de EIA a través de presiones políticas o la
manipulación de los medios de comunicación. Un interés es espurio cuando no
es lo que pretende ser, es falso, o parece ser lo que no lo es. Es difícil conocer
las razones de una mala práctica, ya que puede ser un intento de manipulación
pero también pueden deberse, por ejemplo, a sesgos profesionales, errores o al
trabajo de profesionales no calificados. Más importante que discutir su origen es
evitar malas prácticas en la EIA, y, para ello, es necesario conocer sus
motivaciones y las formas que pueden tomar al ser ejercidas por cada parte
interesada. Esto puede ayudar a detectarlas y eliminarlas.
Williams y Dupuy (2017) utilizan el término corrupción cuando hacen
referencia a la EIA, relacionándola con el secreto y los desequilibrios de poder
ejercidos por las partes más poderosas: los promotores o los políticos. La
corrupción es el abuso de un cargo público o privado para obtener beneficios
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personales (OCDE, 2008; Banco Mundial, 1997), el abuso del poder para
beneficio propio (Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca, 2011;
Transparencia Internacional, 2017), o el ejercicio de las competencias oficiales
sin tener en cuenta el interés público (Yingling, 2013). El último autor diferencia
entre corrupción convencional, cuando los funcionarios públicos abusan
ilegalmente de su cargo público en beneficio privado, y la corrupción no
convencional, cuando los funcionarios electos toman decisiones sin tener en
cuenta el interés público con el fin de lograr la reelección al cargo público. El
Consejo de Europa y las Convenciones de las Naciones Unidas establecen
diversas formas de delitos de corrupción: soborno, extorsión, pagos de
facilitación, colusión, fraude, obstrucción de la justicia, malversación de fondos,
apropiación indebida, influencia comercial, abuso de funciones, enriquecimiento
ilícito o lavado de dinero (ONUDD, 2012); la manipulación no está incluida,
aunque puede estar asociada con algunas de estas faltas. La mayoría de las
definiciones de corrupción se asocian con la función pública; Etzioni - Halevy
(1989) señalan que cualquier persona en una posición de poder está tentada de
usar su cargo público para su beneficio y ventaja personal.
La manipulación es un concepto más amplio, no necesariamente asociada
con un poder establecido o un cargo público; ningún grupo de interés debería
poder manipular la EIA, por lo que es necesario tener una visión más amplia del
concepto. Williams y Dupuy (2017) hacen una revisión bibliográfica sobre la
corrupción y la EIA; pero las publicaciones han infravalorado algunas formas de
manipulación de una manera sesgada (probablemente involuntaria) al centrarse
en los promotores. Por ejemplo, su revisión incluye como un riesgo de corrupción
que el público sea sobornado para dar su consentimiento a los proyectos, pero
no que el público mismo soborne para que alguien cambie un proyecto. Este
artículo no está en desacuerdo con el trabajo de estos autores, busca
complementarlo.
Las posibilidades de manipulación difieren según los interesados. El público
puede y debe defender sus intereses de manera objetiva; pero es inaceptable
que use información falsa. Los políticos deben defender el interés general, por
tanto, defender cualquier otro interés es manipulación o corrupción. Los
profesionales deben hacer un gran esfuerzo para ser objetivos, para minimizar
los prejuicios y para evitar la manipulación; en esto, la ética y la profesionalidad
son esenciales. La integridad del promotor también es esencial, ya que es el
agente cuyos intereses y poder le permiten manipular más fácilmente el proceso.
En este artículo se hace un análisis sistemático de las diferentes formas de
manipulación y sus posibles usos en función de la parte interesada. Se ilustran
las cuestiones planteadas con ejemplos tomados de la práctica de la EIA en
España durante las dos últimas décadas. La elección de estos ejemplos se basa
en su idoneidad para aclarar los tipos de manipulación discutidos, no en su
frecuencia o su importancia; basándome en mi experiencia, considero que la EIA
en España no está muy manipulada, aunque es posible encontrar, como
probablemente en cualquier otro país, ejemplos de manipulación. El objetivo de
este artículo es resaltar la amplia tipología de intentos de manipulación y ayudar
a identificarlos y excluirlos de la EIA.
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Este artículo no es una revisión sistemática, sino un trabajo que aúna revisión
de bibliografía con la práctica profesional. Esta estructura ha sido elegida porque
el sesgo de la literatura académica es una gran limitación en el análisis de la
manipulación, tendiendo a concentrarse en los promotores y los consultores, a
lo sumo en los políticos, pero no en otras partes interesadas, como el público o
incluso los académicos. En consecuencia, una revisión de bibliografía, aunque
fuera interesante, no ofrecería una visión completa del problema. Es necesario
incorporar el resultado de la experiencia profesional, con objetividad, para
abordar este tema, y para enriquecer el debate sobre la EIA.

2. Formas de manipulación
Con el fin de establecer las posibles formas de manipulación hemos tenido en
cuenta tanto la bibliografía como la práctica de la EIA. Se han incluido ejemplos
prácticos para ayudar a entender las formas de manipulación descritas, la
mayoría basados en la experiencia del autor, complementado a veces con
referencias publicadas. Poder acusar a alguien de manipulación es difícil, ya que
es una práctica inherentemente sutil, oculta o no evidente, difícil de probar. A
menudo, aunque su existencia sea evidente, faltan las pruebas. Por esta razón,
en los ejemplos citados en el texto hemos omitido el detalle de estos proyectos,
que no es necesaria para el propósito de este trabajo. A pesar de no aportar
pruebas, son ejemplos reales de la práctica de EIA y como tal, considero que
son interesantes para ilustrar las formas en las que se puede manifestar la
manipulación.

2. 1. Información falsa
Un caso claro de manipulación EIA es el uso premeditado de información
falsa. La información falsa puede incluir, por ejemplo, el uso fraudulento de datos,
precios irreales para reducir o aumentar presupuestos, referencias erróneas a
leyes para respaldar opiniones o juicios falsos sobre viabilidad. Este último caso
no es raro: basta decir que una alternativa no es técnicamente viable para
descartarla y excluirla del EIA. En una autopista en el norte de España, el
promotor indicó que una alternativa era geotécnicamente inviable, pero durante
la información pública un experto demostró que esto era falso; era viable, aunque
fuera más costosa que las demás alternativas (ver también 3.3). Flyvbjerg et al.
(2002) indican que la subestimación de los costos en los proyectos de
infraestructura de transporte no puede explicarse por error y se explican mejor
como mentiras o falacias sistemáticas (Flyvbjerg, 2013). Morgan (2012) advierte
que dar más peso a la viabilidad financiera de los proyectos puede reducir, aún
más. la influencia de la EIA en la toma de decisiones; si se manipulan los costos,
la EIA también se ve manipulada.
A veces, se proporciona información falsa sobre el objetivo del proyecto para
facilitar su aprobación; una restauración de un molino y una construcción de una
granja-escuela, proyectos sometidos a EIA, eran en realidad hoteles, a pesar de
que sus EsIA lo ocultaban.

2.2. Alternativas falsas o elementos innecesarios


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Una práctica común en la EIA es proponer alternativas sabiendo de antemano


que son inviables o muy desfavorables, compararlas con la que se pretende
elegir y descartarlas en un proceso aparentemente objetivo (Gregory et al.,
1992). En la EIA de las carreteras de España abundan las falsas alternativas;
una forma de disfrazar una mala alternativa es compararla con otras aún peores.
También es posible introducir elementos controvertidos e innecesarios, para
luego eliminarlos y mostrar buena voluntad (Sager, 2006). El túnel de un
ferrocarril de alta velocidad en el centro de España supuestamente necesitaba
una salida de emergencia, que afectaba a una colonia de buitres negros. Aunque
la DIA consideraba el impacto aceptable, durante el EIA el órgano ambiental
indicó que era inaceptable. El departamento de ferrocarriles lo eliminó del
proyecto, y, finalmente, la línea fue construida sin esta salida, que no era
realmente esencial.

2. 3. Información exagerada
A veces, parte de la información que respalda un proyecto no es exactamente
falsa, pero si exagerada. Un ejemplo son las previsiones de tráfico en la
planificación de carreteras; dependiendo de los supuestos (por ejemplo, tasa de
crecimiento del tráfico) los resultados pueden cambiar la viabilidad de un
proyecto. Durante la década de 2000, las previsiones de tráfico en España eran
demasiado optimistas, en parte debido al fuerte crecimiento del tráfico desde la
década de 1990 (truncada por la crisis económica), pero además se hicieron
predicciones irreales; Por ejemplo, se manipuló la previsión del tráfico de una
autopista en el norte de España hasta que alcanzó la intensidad que lo
justificaba, siendo esencial para el EsIA y para todo el proceso de EIA. Tennøy
et al. (2006) indican que se sesgaron predicciones, datos y supuestos con el fin
de hacer que el sistema de transporte basado en el tren noruego pareciera más
económicamente viable de lo que realmente era. Flyvbjerg (2007) habla de
“sesgo de optimismo” o de mentiras, según el mismo autor (Flyvbjerg et al.,
2002). Durante la década de 2000, varias autopistas y aeropuertos fueron
diseñados, sometidos a EIA y construidos en España basándose en previsiones
muy optimistas de utilización; en la actualidad, la mayoría están en bancarrota.
La información positiva sesgada aumenta las posibilidades de que se elija una
alternativa ambientalmente hostil (Mostert, 1996); si esto es premeditado, es
manipulación. Un ejemplo es el énfasis exagerado dado, sin soporte objetivo, a
las ventajas económicas de algunas actividades o infraestructuras; estos
argumentos son frecuentes en la EIA de proyectos con fuerte rechazo social (por
ejemplo, el empleo y las ventajas económicas regionales o locales en la minería).

2.4. Retener información


Una forma de manipulación que es particularmente difícil de detectar es
ocultar o, como lo llama Sage (2006), retener información. La definición de un
proyecto sometido a EIA varía mucho, por lo que no es fácil saber si hay
información oculta, por ejemplo, al hablar de objetivos o características. Por
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ejemplo, el EsIA de un proyecto de restauración del río en el sur de España


ocultaba que el objetivo real era canalizar las corrientes para permitir viviendas
en su entorno. Los EsIA pueden ocultar algunos recursos ambientales,
especialmente si no son ampliamente conocidos. También, a veces, los grupos
públicos o de presión ocultan sus verdaderos intereses durante la EIA, o incluso
mienten sobre ellos.

2.5. Menospreciar o sobrevalorar impactos


El valor de los recursos ambientales o de los impactos está sujeto a
interpretación y puede ser sesgado o incluso manipulado por cualquiera de las
partes interesada con el fin de respaldar sus intereses. La manipulación ocurre,
por ejemplo, cuando un recurso está infravalorado para disminuir el impacto
esperado en él. A veces, los EsIA usan criterios inconsistentes para infravalorar
los impactos. Por ejemplo, las EsIA de una línea eléctrica y de un oleoducto en
España, ambos cruzando varios ríos incluidos en la Red Natura 2000,
infravaloraron este impacto al indicar que el área afectada era limitada, sin más
análisis. El criterio de “pequeña zona afectada” se utiliza con frecuencia para
infravalorar impactos, pero algunos impactos en un área reducida pueden ser
críticos. Un impacto frecuentemente infravalorado en los EsIA es la contribución
al cambio climático; se considera que los proyectos tienen poca influencia sobre
el cambio climático y que, por lo tanto, los impactos no se evalúan (Smith, 2 010).
Lo mismo ocurre con otros impactos acumulativos.
También es posible sobrevalorar los impactos sin ninguna razón objetiva para
justificar alternativas que los eviten. Algunas veces es una "manipulación bien
intencionada", por ejemplo, cuando los consultores o las agencias ambientales
asignan valores más altos que lo normal a algunos recursos naturales para evitar
daños. Aunque este objetivo pueda ser loable, la diferencia entre una buena
intención y una manipulación espuria es escaso. Por ejemplo, durante la fase de
selección (screening) de la ubicación de un vivero ubicado en tierras de cultivo
dentro de una Zona de Especial Protección de Aves, la agencia ambiental indicó
que el proyecto afectaba a la integridad de la zona sin ninguna justificación,
conduciendo automáticamente a una evaluación del impacto ambiental negativa.
Además, las ONG ambientales, a veces, sobrevaloran los recursos naturales
durante la determinación del alcance o de la participación pública en los procesos
de EIA para reforzar su oposición a un proyecto; aunque sea bien intencionado,
puede ser la manipulación si saben que dicha valoración es exagerada.

2.6. Información confusa o compleja


Es difícil definir cómo se debe presentar la información en los procesos de
EIA. El rigor científico y técnico requiere el uso de un lenguaje y términos
técnicos, pero esto puede dificultar la comprensión del estudio a un público no
experto, afectando a la participación pública (Hartley y Wood, 2005; Sager, 2006;
Eckerd, 2017). Una solución común es incluir resúmenes no técnicos en la EIA,
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pero esto permite una gestión manipuladora si lleva a empeorar la participación


pública.

2.7. Autocensura
Probablemente la forma más sutil de manipulación es permanecer en silencio
teniendo información relevante con el fin de evitar conflictos o represalias.
Cuando la persona que está en silencio es un ciudadano normal, es
comprensible (no se puede exigir heroicidad), pero si se trata de un organismo
público, una asociación o incluso una institución académica, que deben buscar
el interés social, se trata de manipulación por omisión. La gestión de los fondos
de los políticos es una herramienta muy poderosa de control, que puede
promover el silencio.

2.8. Manipulación administrativa del proceso de EIA


Hay varias formas de manipular los procesos de EIA. En las fases de filtrado
(screening) y valoración del alcance (scooping), los órganos sustantivo o
ambiental deben decidir a quién consultar, lo cual permite tanto sesgos al tomar
esta decisión como manipulación al excluir alguien deliberadamente. Una
práctica indeseable (y no rara) es enviar un EsIA a información pública durante
las vacaciones para reducir la participación, especialmente del público y las
ONGs; si esta coincidencia de fechas no es casual, es manipulación. Es más
probable que esto se produzca en proyectos públicos en los que promotor y
órgano sustantivo coinciden. Además, la fecha de publicación de los anuncios
de información pública en la prensa local, o los medios elegidos, se puede
gestionar de forma manipulada.
Otra forma de manipulación está relacionada con la disponibilidad de
información durante la participación del público; si la consulta es difícil, la
participación será menor. Las tecnologías de la información facilitan el acceso
del público a la información, pero en este momento la gobernanza electrónica se
usa principalmente para compartir información, pero no para promover el diálogo
(Sinclair et al., 2017).
Como se indica más adelante (ver 3.5), es posible manipular los procesos de
EIA solicitando sucesivamente información adicional, a veces de gran
complejidad y no realmente necesaria.
La manipulación más fuerte en la EIA es eludirla. Esto podría hacerse por
razones políticas, por ejemplo, argumentando que el proyecto es de interés
general (Lawrence, 2013). Esto ha sucedido en dos carreteras en el centro de
España, ambas excluidas de EIA a través de decisiones políticas y abocadas a
terminar en los tribunales debido al incumplimiento de la Directiva de EIA de la
Unión Europea (UE). En la primera, la intención política era acelerar las obras,
evitando la EIA; se terminó haciendo el EsIA con el trabajo ya realizado. En la
segunda, hubo fuertes discrepancias acerca de si el proyecto era necesario
(reducción de accidentes frente a los daños ambientales), y el Gobierno Regional
lo eximió de EIA; el Tribunal de la UE falló en contra de esta decisión, provocando
un largo proceso judicial.
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Otra forma es dividir un proyecto en partes homogéneas o heterogéneas para


evitar alcanzar los umbrales de EIA o minimizar el impacto global (Enríquez-de-
Salamanca, 2016). No es infrecuente en los proyectos relacionados con el
cambio del uso del suelo, la minería, la ganadería, las presas, los parques eólicos
o carreteras. La existencia de umbrales favorece el diseño de los proyectos para
que queden justo por debajo de ellos, acomodando los proyectos técnicos a la
jurisprudencia ambiental (Glasson et al, 2012.); esto puede llevar a
manipulaciones (Enríquez-de-Salamanca, 2016) como el "diseño por debajo de
los umbrales" (por ejemplo, granjas de ganado) o la "ingeniería de partición
(“splitting engineering”) (por ejemplo, parques eólicos).

2.9. Sobornos y comisiones


Williams y Dupuy (2017) incluyen como riesgo de corrupción en la EIA
(refiriéndose a Albania) los sobornos y las comisiones durante la contratación
dirigidos a incluir ciertos datos o a su interpretación favorable, para que el público
o los funcionarios aprobaran algunos proyectos. Otros ejemplos son: referencias
a sobornos para obtener DIA positivas en proyectos de minería en Mongolia
(IRIM et al., 2016) y Guatemala (Dougherty, 2015) y en construcción en Malasia
(Abidin, 2010). Otra forma de soborno es ofrecer regalos; como señala Wei
(1999), la cultura moldea la diferencia entre un soborno y un regalo, pero la línea
entre la cortesía y el soborno es sutil. Desafortunadamente, estas prácticas no
son infrecuentes en la contratación pública, pero no hay evidencia de que afecten
a la EIA en España (aunque haya algunas sospechas aisladas). Estas podrían
ser muy graves si afectan a los encargados de la evaluación técnica (órgano
ambiental).
Como se ha indicado anteriormente, hay algunos casos aislados en España,
donde el público trató de sobornar a los promotores o consultores con el fin de
cambiar los proyectos. Por ejemplo, en el EsIA de una autopista, un ganadero
ofreció dinero a los consultores para que modificaran el diseño y sortearan sus
tierras. En otro proyecto de carretera, presentado a EIA, hubo sospechas (sin
pruebas) de posibles sobornos a la autoridad regional de carreteras (o a alguien
en ella) para evitar pasar por sus propiedades.

2.10. Extorsión
Williams y Dupuy (2017) también incluyen la extorsión como un riesgo teórico
de corrupción, relacionado con la recopilación de datos o la interpretación a su
favor. En un sentido más amplio, cualquier parte interesada que dependa
financieramente de otra, directamente (contrato laboral/comercial) o
indirectamente (subsidios) puede ser amenazada o extorsionada. Los gobiernos
nacionales o regionales pueden amenazar a los gobiernos locales,
especialmente a los pequeños, con la reducción de la inversión en su territorio si
su posición es contraria a un proyecto.

3. Posibilidades de manipulación por los interesados

3.1. Promotores
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Los promotores lanzan los proyectos y obviamente están interesados en su


realización. Si los proyectos están sujetos a EIA, el primer paso para conseguir
su desarrollo es una DIA positiva; consecuentemente, los promotores tienen un
interés personal en ella, siendo la manipulación un atajo tentador.
Los promotores llevan a cabo los proyectos y los EsIA, por lo que el riesgo de
sesgos y manipulación es claro, dependiendo de su integridad. En el siguiente
punto, se analiza el papel de los consultores de EIA; pero su trabajo se basa en
el proyecto, por lo que un proyecto manipulado produce un EsIA manipulado, del
que los consultores pueden no ser conscientes. Existen varias formas de
manipulación al redactar un proyecto, como el uso de información falsa o
exagerada, o la ocultación de datos, algo difícil de detectar en algunos casos.
Una forma frecuente de la manipulación es excluir alternativas, o simplemente
seleccionar una de ellas, recurriendo a argumentos de ingeniería, que son parcial
o totalmente falsos, o para introducir alternativas falsas. También se pueden
ocultar objetivos reales o hacer predicciones optimistas (o falsas) sobre el uso,
los costos o las ventajas sociales del proyecto.
En general, los profesionales creen que la EIA es beneficiosa para todas las
partes interesadas, pero este mensaje no es obvio fuera de su colectivo
(Morrison-Saunders et al., 2015). Por ejemplo, los promotores no suelen
favorecer la participación del público, porque no ven su lado positivo (Glasson et
al, 2012.); como resultado, es probable que oculten información o que no
indiquen claramente los datos que pueden considerar controvertidos.

3.2. Consultores de EIA


La EIA es un proceso basado en predicciones, en valoraciones predictivas
sobre impactos previsibles (Glasson et al, 2012.); no es una ciencia pura (Beattie,
1995), sino un arte y una ciencia (Kennedy, 1988), o una ciencia aplicada o
ciudadana (Cashmore, 2004). Las predicciones dependen de la competencia y
la experiencia de los profesionales, lo que puede llevar a un sesgo profesional.
Los promotores son responsables de redactar el EsIA, directamente o a través
de consultores externos. En consecuencia, los consultores de EA trabajan para
los promotores, peligrando mucho la independencia de los EsIA; tienen conflictos
de interés que los pueden hacer particularmente propensos a abusar del sistema
de EIA (Williams y Dupuy, 2017). El riesgo de manipulación depende de la
presión del promotor y de la profesionalidad de los consultores; para evitar la
manipulación, el consultor debe seguir unas normas éticas estrictas (Mostert,
1996), como las propuestas por la Asociación Internacional para la Evaluación
del Impacto (IAIA, 2009). Cuando el promotor y la autoridad competente
coinciden, los consultores pueden trabajar directamente para el gobierno. Como
señala Richardson (2005), es difícil definir la línea entre los hechos y los
prejuicios cuando se trabaja para una autoridad que tiene intereses políticos en
un proyecto específico.
Aunque el papel de los consultores es esencial en la EIA, el paradigma de "los
expertos saben mejor" ha ido perdiendo credibilidad (Bond et al., 2004).
Robinson y Bond (2003) encontraron diferencias significativas entre los puntos
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de vista de los consultores y la población local en la EIA. Chen (2009) propone


un marco en el que los científicos sean responsables del análisis de los impactos
ambientales y los interesados sopesen subjetivamente su importancia relativa.
Sin embargo, este esquema no considera los riesgos de manipulación de las
partes interesadas, y presupone unos niveles de conocimientos que rara vez
existen; si algunas partes interesadas no son conscientes de la verdadera
importancia de un recurso ambiental, podrían considerar aceptable afectarlo.
La credibilidad de los consultores no depende únicamente de la calidad de
sus estimaciones, sino también de la predisposición a aceptar un proyecto
(Kontic, 2000); si la opinión de los expertos está de acuerdo con los intereses
públicos, la credibilidad es alta. Los EsIA rigurosos a veces son cuestionados en
proyectos conflictivos, mientras que los EsIA pobres son aceptados si no hay
rechazo social; la casuística sobre eso en España es amplia. En consecuencia,
las percepciones sociales sobre el posible sesgo de los consultores o incluso
sobre la manipulación no están necesariamente relacionadas con su ética o
profesionalidad.

3.3. Políticos
Todo proyecto reparte desigualmente sus impactos y beneficios y es, por
tanto, un foco legítimo del debate político de una sociedad democrática (Beattie,
1995); la selección de alternativas a menudo implica realizar compensaciones
que no logran satisfacer a todos los grupos afectados (Kiker et al., 2005). La
toma de decisiones es una acción política que debe integrar los aspectos
sociales, económicos y ambientales, y la EIA es parte de ellos, por lo que está
muy politizada (Cashmore et al., 2010) o se puede considerar incluso política
(Beattie, 1995). La toma de decisiones presta mayor atención a los aspectos
sociales, económicos o ambientales dependiendo de los casos, con un sesgo
inevitable determinado por el concepto de interés general de los políticos, pero
a veces los criterios son exclusivamente políticos, por ejemplo, al manipular un
proceso de decisión para obtener votos o mejorar la imagen del gobierno; la
clave está en si realmente se busca el interés general o no.
Richardson (2005) señala que la información introducida en la evaluación
ambiental está condicionada por el poder cuando ya había apoyo político a un
determinado proyecto, citando el caso de una carretera donde se seleccionó una
sola alternativa por intereses políticos, pero se argumentó con razonamientos de
ingeniería (véase también 2.2). Moon (1998) habla abiertamente de
manipulación política de la EIA en Queensland, señalando que la voluntad
política para favorecer el éxito de un plan de desarrollo se impuso sobre la
correcta protección ambiental que debía ejercer la administración. Wachs (1990)
considera los intentos descarados de manipular la política pública para promover
ciertos intereses a expensas de otros como violaciones de la confianza pública.
En 2002 un petrolero naufragó en la costa del noroeste de España, con una
cuestionada respuesta gubernamental. Como resultado, se aprobó un ambicioso
plan de inversión regional, incluyendo puertos, autopistas o vías férreas; el origen
de estas acciones fue político y, en consecuencia, especialmente propenso a la
manipulación durante los procesos de EIA.
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

Otro riesgo de manipulación ocurre cuando los gobiernos locales, regionales


y nacionales de diferentes partidos políticos participan en un proceso de EIA.
Aunque debe prevalecer el interés general, existe el riesgo de ataques políticos
a expensas de la EIA. Por ejemplo, en el este de España, el Estado presentó a
EIA un proyecto de almacenamiento de residuos radiactivos; el gobierno regional
se opuso, tratando de incluir el área afectada en la Red Natura 2000, aunque el
el Estado bloqueó el intento. Los límites entre los intereses ambientales y los
políticos no están claros. La manipulación política generalmente se asocia con
el gobierno, pero los partidos de oposición también pueden usar EIA para atacar
políticamente al gobierno o meramente para lavar su imagen.

3.4. Órgano sustantivo


El órgano sustantivo es el departamento gubernamental (local, regional o
nacional) responsable de la autorización del proyecto, generalmente a cargo del
proceso de EIA (excluyendo la DIA). Tiene atribuciones sobre el objetivo del
proyecto, y generalmente está más sensibilizado con este aspecto que con la
EIA, por lo que puede tener un sesgo inherente. El paso del sesgo a la
manipulación depende de los intereses en juego y de las presiones políticas o
de lobby. Si la autoridad energética quiere promover las renovables, puede ser
abiertamente favorable a nuevos parques eólicos, con una predisposición
positiva en la EIA, previa a una evaluación de sus efectos sobre las aves o las
áreas protegidas, por ejemplo.
En los proyectos privados, la autoridad competente es un agente intermedio
entre promotores y agencias EIA y es independiente (aunque está relacionada
con el objeto del proyecto), por lo que el riesgo de sesgo es menor, pero algunas
inversiones públicas, el promotor y la autoridad competente pueden ser el mismo
(por ejemplo, en infraestructuras de transporte), teniendo interés propio en el
éxito del proyecto. Esto conlleva mayores sesgos y, a veces, manipulación
debida a intereses políticos, por ejemplo, una manipulación burocrática de los
procesos de EIA.

3.5. Órgano ambiental


Lo órganos ambientales de EIA son públicos, con superiores políticos y, por
tanto, susceptibles de manipulación política. La independencia de los
evaluadores depende de su profesionalidad y ética, pero también de los criterios
de asignación de cargos; cuanta mayor sea la influencia política en la
designación de cargos (por ejemplo, cargos de confianza), menor independencia
de los organismos. También existen factores no ambientales que pueden influir
en las decisiones, como la presión de partes interesadas, sucesivas resoluciones
negativas o retrasos en los procesos; estas cuestiones pueden constituir una
manipulación administrativa. La presión sobre los órganos ambientales de EA es
mayor cuando el promotor depende del mismo gobierno, con capacidad de
presión política, o cuando son gobiernos locales del mismo partido político.
A veces, los órganos ambientales retrasan un proceso de EIA cuando están
en desacuerdo con el proyecto, pero no quieren reconocerlo, por ejemplo,
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

haciendo sucesivas solicitudes de información adicional al promotor; en algunos


casos, la información solicitada es prácticamente imposible de solventar, o
conllevaría años de estudio. Williams y Dupuy (2017) mencionan algunos
ejemplos de sobornos o influencias sobre estos órganos en China, Perú y la India
por parte de los promotores; no hay evidencia de esto en España, más allá de
las presiones políticas.

3.6. Otros departamentos y agencias gubernamentales


La participación en la EIA de organismos públicos con atribuciones en los
medios que pueden sufrir afecciones (agua, fauna, agricultura ...) es esencial,
pero cada organismo tiende a centrarse en sus atribuciones, por lo que sus
opiniones pueden estar sesgadas. A veces, varias atribuciones compiten en un
mismo territorio. Por ejemplo, durante un proceso de EIA carretera en el noroeste
de España algunos cultivos de secano se consideraron esenciales para las aves
esteparias por el órgano ambiental pero deseables para su transformación en
regadío por el área de agricultura, siendo ambos usos incompatibles. Este tipo
de sesgo es inherente a los organismos públicos, pero los intereses políticos
pueden estar manipulando estos sesgos.
Como señala Leknes (2001), sin consenso entre las decisiones de los
participantes administrativos se politizará y se reducirá el papel de la EA. Un
conflicto entre los Ministerios de Medio Ambiente y el de Fomento sobre la EIA
de una autopista de peaje en el centro de España fue resuelto en un Consejo de
Ministros, en lugar de seguir el proceso ordinario.

3.7. Público
La participación pública es una parte clave de la EIA, pero también una posible
forma de manipulación, que puede llevar a decisiones cuestionables. Hay
muchas clases de público, cada uno con su visión específica (Glasson etal,
2012.); ya entre el público rural y urbano/suburbano es posible encontrar algunas
diferencias en sus puntos de vista con respecto a la EIA (Robinson y Bond,
2003). Con frecuencia, el público atiende más a sus intereses particulares que al
interés general o ambiental; por ejemplo, la expropiación de tierras por lo general
implica una mayor respuesta social que los daños a hábitats o especies.
La densidad de población también tiene una gran influencia en la respuesta
social; las zonas altamente pobladas tienen mayor respuesta a los proyectos que
las menos pobladas, pero con frecuencia los mejores valores naturales están en
las zonas menos pobladas. El nivel de socioeconómico de la población también
está relacionado con la participación del público; a mayor nivel, mayor respuesta,
independientemente de los impactos ambientales. Por ejemplo, el estudio de
impacto ambiental de un ferrocarril de alta velocidad en el centro de España
incluía dos alternativas, la primera pasaba por una zona densamente poblada y
de altos ingresos, la segunda cruzaba una zona con menor población y riqueza;
la movilización social en la primera era mayor, y finalmente se descartó esta
alternativa, aunque los impactos ambientales eran menores. En este sentido,
Morrison-Saunders y Fischer (2006) señalan un incremento en las
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

consideraciones socioeconómicas de las evaluaciones, que es incompatible con


objetivos de sostenibilidad.
Es posible lograr mayor movilización social si hay un líder o grupo presión;
utilizar alegaciones colectivas, por ejemplo, puede sumar a una gran cantidad de
personas a favor o en contra de un proyecto, independientemente de sus efectos
ambientales. La falta de participación pública debido a la pasividad, la baja
capacidad o la falta de tiempo, recursos técnicos, educativos o financieros
(Wiklund, 2011; Glasson et al, 2012; Chi et al, 2013) puede permitir que los
grupos movilizados monopolicen la respuesta pública, sin representar la opinión
de la mayoría. Fischer (2016) relaciona el referéndum sobre el Brexit con la EA,
señalando que las emociones pueden ser más importantes que las pruebas
fundamentadas.
La movilización social no siempre es proporcional a los impactos del proyecto.
A principios de 1990, se construyeron muchas autopistas en Madrid; las ONG
ambientales adoptaron una de ellas, que afectaba a un bosque de encinas
emblemáticos, como bandera, despertando un gran rechazo social, llevando
incluso un nuevo proceso de EIA que incluía alternativas menos impactantes. A
la vez, se aprobaron y construyeron otros tramos de carretera con similares o
mayores impactos sin ninguna respuesta social.
La visualización del apoyo u oposición a un proyecto no significa
necesariamente que sea ambientalmente o socialmente preferible, o que
represente el grado de aceptación social; A veces solo quiere decir que se han
movilizado algunos grupos o lobbies a favor o en contra del proyecto, con más
fuerza que el resto de la población, independientemente de que defiendan
intereses particulares o generales, de que sean objetivas o parciales, o incluso
manipuladas. Esto no puede servir de excusa para reducir la participación del
público. Por el contrario, una mayor participación del público reduce el riesgo de
manipulación de colectivos con intereses privados, pero es importante no
idealizar la participación del público, ya que muchas de las opiniones expuestas
durante el proceso serán individuales o incluso espurias, no necesariamente
relacionados con las preocupaciones ambientales, o incluso cuando si lo estén,
pueden ser inexactas o falsas.

3.8. Público afectado


Alguna legislación de EIA (por ejemplo, la de la Unión Europea, 2011)
diferencia entre público y público interesado; mientras que el primero es toda la
sociedad, el segundo incluye al público afectado, que podría ser afectado o que
tenga un interés en la toma de decisiones ambientales de un proyecto. Respecto
a la EIA, se diferencian porque el último juega un papel mayor. Glasson et al.
(2012) diferencian entre dos grupos de personas afectadas, grupos de
voluntarios, organismos casi-estatutarios o grupos de presión, y las personas
que viven cerca del proyecto a realizar.
El más común en el primer grupo son las ONG ambientales, con intereses en
la conservación del medio ambiente y supuestamente independientes, aunque
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

su independencia puede estar influenciada por las fuentes de financiación; Si


una ONG depende de la financiación dada por un organismo público, su
independencia para alegar en su contra puede ser cuestionable. Palerm (1999)
piensa que se deben dirigir más recursos a ONGs locales con el fin de ampliar
sus capacidades, pero esta dependencia de la financiación puede ser una forma
de control o de autocensura. Por ejemplo, una ONG española que solía protestar
en las fases de scooping de planes de desarrollo dejó de hacerlo después de un
acuerdo de colaboración con el promotor principal (y autoridad competente) del
Estado.
Otros integrantes de este grupo son las personas con intereses personales
afectados por el proyecto. Salomons y Hoberg (2014) señalan que la restricción
de la participación en la evaluación ambiental a aquellos afectados directamente,
por lo general debido a cuestiones materiales directas, tales como derechos de
propiedad, problemas de seguridad o costos financieros, implica un gran sesgo.
Las personas afectadas por el proyecto tienden a utilizar todos los medios
posibles para defender sus intereses, no siempre de manera objetiva, y, a veces,
incluso con argumentos falsos. Por ejemplo, durante la fase de participación
pública de los procesos de EIA de un ferrocarril en el centro de España y una
autopista en el norte de España, los vecinos afectados alegaron en ambos casos
la presencia de especies silvestres amenazadas para defender sus propiedades,
algo que era falso.
Hay una diferencia importante entre las preocupaciones de la gente por daños
ambientales o a la calidad de vida y la preocupación debida a la expropiación de
tierras. En ambos casos es razonable alegar, pero en la primera, se defiende el
interés común mientras que en el segundo el privado, con mayores riesgos de
manipulación. Por ejemplo, el estudio de impacto ambiental de una autopista en
el norte de España incluía dos alternativas, la primera atravesaba plantaciones
de eucalipto y la segunda, una llanura costera con hábitats naturales. A pesar de
que los primeros tenían una mayor incidencia visual, la DIA concluyó que era
menos agresiva con el medio ambiente; los municipios se movilizaron en contra
de esta opción, y finalmente se eligió la segunda, con una mayor aceptación
social, pero también con mayor daño ambiental. El interés local (incidencia visual
para los habitantes) prevaleció sobre el interés general (conservación del
hábitat).

3.9. Los medios de comunicación


Los medios de comunicación son esenciales para la información pública, y
pueden tener un papel importante en la EIA. La publicidad en medios de
comunicación sobre los proyectos en EIA permite un mayor conocimiento y una
mayor participación del público. Sin embargo, se puede manipular la información
según cómo se muestre. Los medios de comunicación deberían ser
independientes y objetivos, pero por lo general tienen una tendencia política, y
pueden informar sobre un proyecto bajo el EIA con mayor o menor apoyo o
agresividad en función de su relación con el promotor o gobierno que lo
promueve. Como indica la ONU (2004), en un mundo ideal los medios de
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

comunicación tienen integridad, pero en la realidad, en muchos países los


medios de comunicación se venden al mejor postor.
Por lo general, los periodistas entrevistan expertos para preparar las noticias;
dependiendo de a quién se elija o cómo se le entrevista, el enfoque puede ser
muy diferente. Si la decisión sobre quién es entrevistado o cómo se expone la
información es premeditada, puede ser la manipulación. En un parque eólico el
enfoque debe ser muy diferente si la opinión elegida es la de un experto en
ornitología, en cambio climático o en energía.
Los medios de comunicación tienen un papel importante en la formación de la
opinión; la manipulación de la información produce la manipulación de la opinión
pública, aunque los destinatarios pueden no ser conscientes. Por ejemplo, los
diferentes titulares de prensa acerca de una mina de uranio en el oeste de
España, sometido a EIA, transmiten mensajes a favor o en contra del proyecto,
algunos de ellos sensacionalista (“un crimen casi perfecto”, “encinas lloran”).

3.10. Academia
Huesemann (2002) define tres tipos de sesgos en la investigación ambiental:
personal, institucional y socio-cultural. Posibles razones para los prejuicios
personales de los científicos están en la ideología o en tener más interés en el
reconocimiento por su trabajo que en los resultados de investigaciones objetivas
(Huesemann, 2002); también están las razones económicas. A veces, las
empresas contratan expertos externos con el fin de utilizar su nombre en su
estudio de impacto ambiental (Williams y Dupuy, 2017). Esto puede ser
aceptable si los expertos garantizan la calidad del EIS, o por el contrario ser
simplemente un soborno; la práctica de la EIA en España tiene algunos ejemplos
de ambos tipos de comportamiento entre los académicos.
Aunque los académicos reconocen el sesgo en las partes interesadas,
también ellos mismos pueden tener visiones sesgadas. Kirchherr et al. (2016)
analizan los impactos sociales de las represas para concluir que existe un sesgo
relativo a qué puntos de vista incluyen los expertos, que rara vez tienen en
cuenta los de promotores. Sin embargo, no hay manipulación a menos que
existan intereses ocultos.
Las instituciones académicas pueden dirigir sus actividades a la perpetuación
de su propio poder (Huesemann, 2002), y están bajo influencia política (Van den
Hove, 2007); como resultado, pueden evitar entrar en discusiones sobre
proyectos polémicos. A veces trabajan como consultores de EIA para los
promotores, con los riesgos de manipulación ya señalados antes. Los acuerdos
de investigación entre la académica y la empresa privada, aunque no estén
directamente relacionados con proyectos en la EIA, pueden generar simpatías
hacia los promotores (que financian la investigación) e incluso autocensura.

4. Conclusiones y posibles caminos a seguir

4.1. Conclusiones
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

El sesgo es una preocupación frecuente en la EIA; pero hay una gran


diferencia entre el sesgo de las partes interesadas, que es inevitable y debido a
diferentes intereses y experiencia, y la manipulación, un sesgo inaceptable para
defender intereses ocultos o espurios.
La literatura sobre el EIA con frecuencia utiliza el término sesgo, y más
raramente manipulación o corrupción, pero tienden a asociarlo con los
promotores, o consultores de EIA (por presiones de los promotores), mientras
que el público se considera una fuente de objetividad. Algunas publicaciones
sobre planificación y toma de decisiones utilizan el concepto de manipulación, y
con frecuencia incluyen a los políticos, pero cualquier grupo de interés puede
intentar manipular la EIA, desde los promotores al público, o desde los políticos
a los académicos (Tabla 1).
El riesgo de sesgo y la manipulación es inherente a los procesos abiertos a
un alto número de partes interesadas, tales como la EIA. No los invalida, pero es
necesario tenerlos en cuenta, y no caer en visiones simplistas. Es necesario
evitar tópicos, y analizar de forma objetiva cuáles son los posibles sesgos y
manipulaciones en cada proceso de EIA.
A pesar de que todos los interesados pueden tratar de manipular la EIA, el
riesgo o la frecuencia no es igual, ni tampoco las posibilidades de detectarlo o
evitarlo. Probablemente el mayor riesgo de manipulación se asocia con los
promotores y, por extensión, con los agentes que dependen de ellos, tales como
los consultores. Es lógico, ya que los promotores tienen intereses personales en
los proyectos que promueven, y por lo tanto una mayor propensión a utilizar
todos los medios posibles para llevarlos a cabo. Además, los individuos que
conforman el público afectado tienen propensión a la manipulación para
defender sus propiedades o intereses, aunque con unos medios y un alcance
mucho más limitados. La manipulación política puede aparecer en proyectos de
gran magnitud y repercusión social, que puedan influir en la imagen de un
gobierno o partido.
La frontera entre las acciones legítimas, malas prácticas y manipulación
puede ser difusa. La manipulación es una distorsión premeditada de la verdad
con fines espurios, pero no es fácil determinar cuándo se está distorsionando la
verdad, cuando se está haciendo de mala fe y debido a una visión parcial o
sectorial, o cuando el interés es espurio. Por esta razón, un cierto grado de
interpretación al diferenciar lo que es y no es la manipulación es inevitable. En
cualquier caso, lo importante es detectar las malas prácticas en la evaluación del
impacto ambiental; es necesario ser consciente de los riesgos de manipulación
con el fin de detectar estas malas prácticas. Pero esto no se puede convertir en
un fin en sí mismo, porque terminaría por transformar los procesos de EIA en
procesos judiciales.

Tabla 1
Posibilidades de manipulación de EIA

Tipo Quien Cómo Por qué


MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

Justificar alternativas pre-


descartar falsa alternativa
Promotores seleccionadas
objetivos del proyecto falsos facilitar la aprobación
Información falsa EIA consultores información manipulada Satisfacer los objetivos del promotor
Políticos costos o predicciones irreales justificar proyectos
Público datos o argumentos falsos Defender el interés propio
Justificar alternativas pre-
alternativas falsas o alternativas no viables
seleccionadas
elementos Promotores
innecesarios Negociación; demostrar buena
elementos innecesarios
voluntad
ventajas del proyecto
justificar proyectos
Promotores exageradas
datos exagerados justificar proyectos
ventajas del proyecto
Políticos justificar proyectos
exageradas
Órganos Exageradas ventajas / Reforzar opiniones / defender
información
gubernamentales desventajas atribuciones
exagerada
Exageradas ventajas /
Público Defender el interés propio
desventajas
Exageradas ventajas /
Público interesado adelantar juicios
desventajas
Medios de noticias sensacionalistas o ataque / apoyo político;
comunicación impactantes sensacionalismo
Evitar la comprensión del
Obstaculizar el debate público
proyecto
Promotores Ocultar temas conflictivos Obstaculizar el debate público
Obstaculizar el debate
Ocultar los objetivos reales
público/facilitar la aprobación
Consultores Ocultar impactos significativos Apoyar el interés del promotor
Ocultar los costes reales Apoyar decisiones
ocultar información Políticos
Ocultar los intereses de lobby Evitar el rechazo de la sociedad
Órganos Sin participación/ocultar Evitar conflictos administrativos /
gubernamentales información políticos
Ocultar o mentir acerca del
Público evitar la descalificación
verdadero interés
Medios de
No publicar información ataque/apoyo político
comunicación
infravalorar impactos Apoyar alternativas
Consultores defensa del medio ambiente bien
impactos sobrevalorados
intencionada
Infravalorar o infravalorar impactos apoyar alternativas
sobrevalorar Órgano ambiental defensa del medio ambiente bien
impactos sobrevalorados
impactos intencionada
Público Sobre/infra-valorar impactos Defender el interés propio
defensa del medio ambiente bien
Público interesado impactos sobrevalorados
intencionada
Obstaculizar la participación del
Confundir / Promotores Proyecto confuso/complejo
público
información
compleja Obstaculizar la participación del
Consultores EIS confuso/complejo
público
Consultores EIS ‘suave’ Evitar conflictos con el promotor
Ligera o no participación en el Financiación u otros conflictos de
público interesado
EIA interés
La autocensura Medios de Evitar la publicación de
Cercanía con el gobierno o promotor
comunicación noticias conflictivas
Ligera o no participación en el conflictos de financiación; evitar
Académica
EIA represalias
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

Criterios de selección en el
Evitar partes interesadas opuestas
cribado
Órgano sustantivo
la manipulación Información pública durante
Reducir la participación del público
proceso de EIA vacaciones
Evitar conflictos administrativos /
Órgano ambiental Retrasos en el proceso de EIA
políticos
Pagar en exceso a los EIS que promueven los intereses de
consultores de EIA los promotores
Use su buen nombre en el estudio
Promotores Pagar a expertos/académicos
de impacto ambiental
Sobornos Pagar a funcionarios del
resoluciones o informes positivos
gobierno
Pagar a
Público Evitar afectar a sus intereses
consultores/promotores
EIS que promueven los intereses de
Promotores amenazas a los consultores
los promotores
Extorsión amenazas a los gobiernos Evitar oposición a un
locales proyecto/opción
Órgano sustantivo
amenazas de financiación a Evitar oposición a un
ONG / otro proyecto/opción

Dependiendo del tipo de proyecto, unas u otras formas de manipulación son


previsibles. En los proyectos privados, el riesgo de manipulación por parte del
promotor es mayor, así como las presiones sobre los consultores, ya que los
costos son un factor determinante. Por el contrario, en los proyectos públicos, el
costo no es un factor tan determinante, y los consultores están generalmente
bajo menor, o ninguna, presión. Sin embargo, en las grandes obras públicas,
existe el riesgo de presiones políticas y manipulaciones.
En conclusión, el sesgo de las partes interesadas es inevitable, y los agentes
deben tratar de reducirla, comprenderla y gestionarla adecuadamente durante
los procesos de EIA. La manipulación es inaceptable, siendo un intento ilegítimo
de alterar las decisiones por intereses ocultos y espurios que debe ser excluido
de la EIA.

4.2. Las posibles formas de avanzar


Algunas formas de manipulación son fáciles de detectar, mientras que otras
pueden pasar desapercibidas. El uso de información falsa para defender
intereses puede ser contrastado y detectado. Sin embargo, es difícil detectar
información oculta; este es el caso de proyectos con intereses ocultos, o
acciones no definidas que solo pueden ser descubiertos después del proceso de
EIA.
Además, las posibilidades para combatir la manipulación varían en función de
la tipología y de los agentes implicados. Cuando un promotor o consultor trata
de manipular con un interés privado, por lo general se enfrenta a la mayoría de
las partes interesadas, tanto a los organismos estatales como al público, lo que
hace que sea más fácil de detectar y neutralizar estos intentos. Sin embargo,
cuando la manipulación es política, puede abarcar a las principales partes
interesadas, como las autoridades competentes o ambientales, y es difícil de
erradicar, porque no hay una junta de supervisión no politizada.
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

A pesar de que todas las partes interesadas deben evitar la manipulación, las
responsabilidades para su prevención varían. Es inevitable que las personas
hagan todo lo posible para defender sus intereses o propiedades; en lugar de
requerir un comportamiento más ético, es necesario hacer un análisis objetivo
de sus argumentos, para separar los motivos objetivos de los espurios. Los
promotores deben hacer un esfuerzo mucho mayor en transparencia, ya que
concentran la mayoría de las quejas acerca sobre manipulación o parcialidad.
Un aspecto a menudo deficiente en estudios de impacto ambiental es la
justificación de los proyectos. Con frecuencia los proyectos son necesarios en sí
mismos, sin una justificación detallada de su utilidad y necesidad, y el EsIA se
limita a la evaluación de los impactos previsibles. También es necesario que los
EsIA recojan todas las acciones principales y secundarias asociadas con el
proyecto, para evitar que proyectos incompletos o con acciones ocultas sean
sometidos a EIA. En sus estudios, los consultores ambientales deben seguir
estrictos códigos éticos, como los de la IAIA. Los documentos relacionados con
la EIA siempre deben ser firmados, como ya se ha requerido por algunas
normativas de EIA (como la española). La existencia de responsabilidad civil,
como en el caso de proyectos de ingeniería, puede ayudar a reforzar el rigor de
los documentos.
Una forma de mejorar la transparencia en los procesos de EIA y la toma de
decisiones es incorporar la incertidumbre y el análisis de sensibilidad en las EsIA.
En el primer caso, es necesario establecer los vacíos de información y efectos
inciertos, y cómo estas incertidumbres pueden afectar la toma de decisiones. En
el segundo, se deben establecer diferentes escenarios de evaluación, con mayor
o menor énfasis en el medio ambiente natural o social, por ejemplo, comparando
la solidez de las conclusiones.
La manipulación es inherente a cualquier proceso, como la EIA, con múltiples
actores que tiene intereses diferentes, por lo que se plantean preguntas como
quién debe determinar si hay manipulación, actuar en contra de ella o
proporcionar los recursos para evitarla. A pesar de su dependencia política, el
agente menos propenso a la manipulación parece ser el órgano ambiental. Estos
organismos deben garantizar la transparencia y objetividad de los procesos de
EIA. Para ello, es necesario garantizar un cuerpo solvente y no politizado de
evaluadores. Los recursos para éste deben venir de los gobiernos, que son los
garantes de la protección del medio ambiente. No sería una mala idea incluir una
evaluación de los riesgos de sesgo y manipulación de cada grupo de interés
durante el proceso de EIA, que sería responsabilidad del órgano ambiental, y
hacer pública esa información pública para asegurar que se lleva a cabo de
manera objetiva.
El público puede actuar como manipulador o como detector de manipulación.
Es importante reforzar su participación, siendo consciente de esta doble faceta.
La incorporación de sesiones de audiencia pública, en la fase de información
pública, más o menos amplias dependiendo del proyecto, es muy recomendable
para captar la opinión pública y detectar los intereses ocultos de intentos de
manipulación. Los reglamentos de EIA deben incorporar estas audiencias
públicas, que ya se están desarrollando en muchos países (Parenteau, 1988;
MATERIAL COMPLEMENTARIO- Evaluación del Impacto Ambiental II

Sinclair y Diduck, 1995; Sadar y Stolte, 1996; Richardson et al, 1998;. Palerm,
1999; Ogunlana et al., 2001 ; Fitzpatrick y Sinclair, 2003; y Heather Koontz, 2004;
Nadeem y Fischer, 2011;. Ngouana et al, 2013; Sánchez y André, 2013; Sainath
y Rajan, 2015; Brombal et al, 2017). Sin embargo, su eficacia depende de la
voluntad real de la participación pública en el EIA. Por ejemplo, Bawole (2013)
indica que en Ghana la audiencias públicas eran cosméticas, solo para cumplir
con los requisitos legales sin buscar obtener las aportaciones de los actores
locales; Ogunlana et al. (2001) encontró que era demasiado tarde para hacer
cualquier cambio significativo en los proyectos una vez que se había llevado a
cabo la audiencia; y Sinclair et al. (2012) encontraron que un determinado
proceso de audiencia no cumplía con muchos de los requisitos clave de la
participación significativa, dejando que algunos participantes públicos se
sintieran despreciados y marginados.
A veces la manipulación por parte del público o público interesado surge de la
idea de que el proceso está en su contra, teniendo una desventaja respecto al
promotor, lo que les lleva a utilizar información falsa o exagerada para reforzar
sus opiniones. Una mayor transparencia en los procesos de participación
pública, como las mencionadas audiencias públicas o una respuesta
individualizada y razonada a todas las alegaciones, puede llevar a que los
actores comprendan que sus opiniones son consideradas en la toma de
decisiones, reduciendo la sensación de indefensión y la tendencia a utilizar la
manipulación como respuesta. También debe garantizarse que cualquier
información relacionada con los procesos de EIA se haga pública, tanto los
documentos principales (como EsIA) como cualquier documentación adicional
que pueda ser solicitada durante el proceso, ya que la presentada después de la
información pública puede no llegar a todas las partes interesadas (Carrasco y
Enríquez-de-Salamanca, 2011).
Además, el uso de la tecnología para construir intercambios dinámicos y
continuos entre las partes interesadas permite una mayor transparencia en los
procesos de EIA; de hecho, esta es una de las diez maneras de luchar contra la
corrupción propuesto por el Banco Mundial.
La manipulación puede tener lugar dentro o fuera de la EIA, desde la misma
concepción de un proyecto. En las fases de pre-EIA, la manipulación se asocia
con agentes que intervienen en el diseño del proyecto, como los promotores o
los políticos. Las relaciones de los principales promotores con los gobiernos, que
trascienden la EIA, pueden tener influencia sobre las decisiones. La
manipulación política puede ser muy poderosa, afectando a los procesos de EIA,
y ser difícil de evitar si un gobierno no es ético. En este sentido, es deseable
aproximar la figura de los evaluadores de EIA a la de los jueces, ambos
servidores públicos, sin influencia política. Otra posibilidad es establecer una
auditoría independiente de la EIA y de los procesos de toma de decisiones, pero
no hay ninguna garantía real de la independencia en ningún participante, por lo
que parece preferible centrar los esfuerzos en asegurar la independencia de las
agencias de EIA.
(Véanse las referencias en el texto original en inglés)

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