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docentes se dividen entre quienes cumplen y no cumplen con la ley. En 11 cláusulas, los
docentes “empiezan a preguntar”, “hacen lo que la ley demanda”, “enseñan”, “escuchan”,
“quieren habilitar el relato”, “participan”, “se meten”, “aplican ESI”, “cuentan”, “hablan de
diversidad”. Estos son los procesos que realizan los docentes que respetan la ley de ESI. Por
otro lado, en este discurso también circula la representación de los docentes no respetan la
ley, son aquellos que a los que Luciana Peker señala como docentes que “en algunos casos”
ejercen abuso sexual y dominan a través del terror y el silencio.
1. la educación sexual se convierte en la única vacuna social posible contra el abuso sexual
en la infancia ejercido, mayoritariamente, por padres, padrastros, tíos o abuelos y, en
algunos casos, por docentes que también hacían del silencio y el terror una forma de
dominar (Peker, 2018) Commented [G1]: Este es tu corpus de análisis.
Numerarlo así se distingue de las referencias teórica
En esta cita del corpus podemos ver cómo el discurso de Peker se ve atenuado por el
uso de una pasivización y una nominalización, no obstante, la estructura profunda es
fácilmente recuperable a partir del contexto discursivo. Vemos cómo la denuncia no está
puesta directamente sobre el docente, sino que visibiliza el abuso sexual en la infancia y
nombra a todos aquellos actores que lo llevan a cabo. De esta manera, vemos que Peker
ofrece una representación compleja y heterogénea del participante “docente” que se va a ir
configurando con valores positivos o negativos según los procesos que realice.
Cabe destacar que, en 13 cláusulas, el docente aparece como agente que realiza
procesos transactivos o pseudotransactivos, de esta manera, se configura como un actor social
capaz de producir efectos en el mundo que habita, y por lo tanto, capaz de producir un cambio
social.
Por otra parte, este participante también aparece como paciente en cláusulas en voz
pasiva: “son llamadas metidas”, “son agredidas”. Por el contexto discursivo, no se puede
reponer el agente que realiza estas acciones, sin embargo, las representaciones que se
manifiestan en el texto y por nuestro conocimiento del mundo, podemos inferir que quienes
las llaman metidas o las agreden, son los llamados “grupos antiderechos”, participante que
analizaremos más adelante. Por último, veremos que les docentes aparecen como paciente en
otra cláusula que ha sufrido una pasivización: “se (les) alienta a participar”. Acá podemos
inferir que, si bien aparecen como paciente, si alguien (que no se puede responer) les alienta
es porque son les docentes quienes tienen un rol muy importante en la aplicación de la ESI.
Podemos decir que, según los procesos realizados por les docentes en este discurso,
este participante tiene una gran relevancia como actor social. A la vez que puede ser objeto
de agresiones o palabras de aliento, puede generar grandes efectos en sus alumnes y en la
sociedad, ya sean positivos si aplica la ESI, o negativos si ejerce abuso. Por este motivo,
podemos ver cómo en estas representaciones se manifiestas los valores de tipo de educación
sexual permisiva como es la educación de una sexualidad responsable, que pone el foco en
le docente como proveedor de herramientas para la impartición de educación sexual.
De esta manera, la autora de La revolución de las hijas adopta una postura que rompe Commented [G15]: hacer una nota al pie con las
referencias bibliográficas del libro (no des por sentado que
con perspectivas restrictivas para dar lugar a la formación de discursos emergentes. A su vez, tu lector sabe de qué se trata)
incluso podríamos equiparar esta perspectiva de la educación con la idea de educación Commented [UdW16R15]: yo no leí ni la revolución de
las hijas ni putita golosa. Pero creo que en el título que
liberadora propuesta por Paulo Freire. De esta forma, vemos cómo Luciana Peker impone peker elije para su libro, se puede leer un poco la visión que
se pone de manifiesto en las representaciones que hace de
pone a circular nuevos signos ideológicos y lucha por imponer nuevos valores a signos les estudiantes de secundario
desamparo en el que deben ser protegidos. Desde este lugar se desestima los saberes y la
capacidad de acción de este sector, y además pone al docente como portador de una verdad
que debe ser depositada en los alumnos, un docente que además debe ser formado por un
especialista, con lo cual, la cadena de jerarquías se expande. En el discurso de Morgade
podemos ver una representación de la relación de les estudiantes con el conocimiento que
reproduce los mecanismos de la educación bancaria que Freire critica y señala como formas
dominantes de una educación opresiva. Podemos decir que, si bien Morgade se autoproclama
como militante feminista, en la estructura profunda de sus enunciados, reproduce un modelo Commented [G21]: Cuando presentás la propuesta de
Hoge y Kress, deberías mencionar la distinción que realizan
educativo opresivo y verticalista que sigue los valores ideológicos impuestos por las clases entre estructura superficial y estructura profunda
hegemónicas y el sistema patriarcal. No vemos un cuestionamiento a los signos ideológicos Commented [UdW22R21]: modificar
del d.d. ni tampoco una lucha por imponer nuevos valores para el signo “educación” por fuera
de su visión hegemónica.
Otro actor social importante en la educación de menores de edad son sus familias. En
este caso, ambas autoras las mencionan, pero, como veremos a continuación, ofrecen
distintas representaciones de sus integrantes según qué procesos realizan.
En “Con la ESI no se metan”, aparecen 11 veces, 8 veces como agentes y 3 como
entidad. Se nombran como “padres”, “redes de padres y madres”, “madres y padres”,
“padrastros”, “tíos” y “abuelos”. Podemos notar que, al igual que lo que sucede en la Commented [G23]: Entre comillas
representación de los docentes, las familias también adoptan posturas a favor o en contra de
la educación sexual integral según los procesos que lleven a cabo. Algunos “defienden”,
“opinan”, “forman redes”, “piden formar grupos de madres”, “están”. En general, son las Commented [G24]: comillas
madres quiénes se preocupan por el cuidado del cuerpo de las niñas. Pero, por otra parte, hay Commented [UdW25R24]: cuando pongo “piden formar
grupos” ¿está bien delimitado el procesos?
una fuerte denuncia a la violencia sexual intrafamiliar: padrastros, tíos y abuelos son los que
ejercen abuso, intentan detener e impiden el derecho de niñes a tener clases.
1. el abuso sexual en la infancia ejercido, mayoritariamente, por padres, padrastros, tíos
o abuelos
2. Ese avance conservador se ve en las calles, en las redes y también en las aulas donde
padres enervados intentaron detener clases en curso e impedir el derecho a
recibirlas de niños, niñas o adolescentes
Como podemos ver en estas citas, hay una visibilización del abuso sexual intrafamiliar
—tema muchas veces silenciado por los medios hegemónicos, quienes priorizan la
representación de las denominadas “violaciones cruentas” (Segato, 2010: 21)—. Podemos
inferir los efectos de sentido que genera el uso de la pasivización en la denuncia del abuso
sexual en la infancia. En principio, la denuncia es al hecho en sí. Que los padres, padrastros,
tíos y abuelos aparezcan en ese lugar del sintagma produce un distanciamiento con respecto
a la acción, de esta manera, no se los representa como un enemigo natural de las infancias,
sino que, como veremos más adelante, existe un complejo entramado de relaciones y actores
que invisibilizan y propician el abuso sexual.
realizados por este participante, se genera una representación en la que este actor social no
cumple un rol importante en la educación sexual del educando. Por el contrario, su condición
se ve limitada a la de mero receptor de los saberes transferidos por les especialistas. El temor
que manifiestan los representan como actores ingenuos, indefensos o incluso, inofensivos.
De esta manera, el discurso de Morgade invisibiliza las posibilidades de violencia y abuso
físico, sexual o emocional que existen en muchos hogares.
Por la representación de estos procesos, pareciera que los padres no cumplen un rol
activo en la educación sexual de sus hijos. Esta representación, fragmentada y aparentemente
ingenua de las familias, deja en las sombras innumerables casos de violencia sexual y
doméstica y, al mismo tiempo, niega la capacidad de acción de este actor social, limitando
su condición a destinatario del rol pedagógico de los especialistas.
1
Podemos mencionar que el léxico utilizado para mencionar a los miembros de la familia genera una
representación hegemónica de familia heteronormada con lo cual vemos una reproducción de los signos
ideológicos dominantes, también en este aspecto.
El último participante que analizaremos en este trabajo es aquel que ambas
enunciadoras mencionan con el signo ideológico “antiderechos”. Debido a la inestabilidad
de este participante, nos vamos a detener en su significado. El llamarlos “antiderechos” marca
la postura ideológica de ambas enunciadoras que se van a oponer a este actor social que
muchas veces se autodenominan “pro-vida” o “pro-familia”. Podríamos definir a los
antiderechos como aquellos sujetos u organizaciones conservadores que defienden el orden
establecido, en general con una impronta religiosa. Invalidan la perspectiva de género
llamándola “ideología de género”, son férreos opositores a la campaña por el aborto legal,
incluso impiden que se lleve a cabo la interrupción legal del embarazo. Suelen manifestarse
en redes sociales o en la vía pública bajo lemas como “Con mis hijos no te metas” y
“Salvemos las dos vidas”.
Podemos decir que, por la representación léxica de estos participantes, Peker visibiliza
que estos actores sociales actúan desde diversas esferas de lo público y lo privado y visibiliza,
también, el sistema de alianzas que establecen entre sí. Los agentes que atentan contra la
educación sexual integral, tildándola de ideología de género, provienen de diversos ámbitos:
políticos, religiosos, periodísticos, mediáticos, y nuclean sus fuerzas, no solo a nivel regional
sino que lo hacen a un nivel global.
De los 26 casos en los que los antiderechos aparecen como agentes, sólo en uno aparece
una trasformación, que es una pasivización en la que muy fácilmente se puede reponer su
estructura profunda por el contexto discursivo; la ausencia de transformaciones evita los
vacíos sintagmáticos y por lo tanto, no se registran ocultamientos ni de los actores ni de los
procesos llevados a cabo. Peker se muestras explícita al nombrar a los actores que se oponen
a ley de ESI y cuáles son los procesos que realizan.
Los procesos asociados a estos sectores denotan una fuerte injerencia política y social
para sostener el orden establecido, así como actitudes violentas, reaccionarias e incluso
contienen rasgos bélicos: “empiezan campañas”, “apoyan”, “envalentonan”, “cuestionan”,
“se oponen”, “atrasan”, “apelan”, “hacen lobby”, “intranquilizan”, “interrumpen” (clases),
“van a agredir”, “avanzan”, “atacan”, “evitan”, “buscan un retroceso”, “gritan”, “votan”. Commented [G30]: comillas
En los signos ideológicos que se utilizan para referirse a estos sectores, se observa una
potencialización en su poder de acción que radica en las alianzas que establecen entre sí:
1. “el freno a la ley de aborto legal, seguro y gratuito, el 10 de agosto, en el Senado de la
Nación envalentonó a sectores reaccionarios” (Peker, 2018). Commented [G31]: numerar como ejemplo del corpus
Quienes frenaron el aborto legal en el Senado, (los senadores y senadoras que votaron Commented [UdW32R31]:
en contra) son antiderechos que lo que hacen es evalentonar los otros sectores reaccionarios
y antiderechos. Esta participación como agente y paciente en una misma cláusula, podemos
conjeturar que genera una idea de retroalimentación del poder que se lleva a cabo en el
interior de este sistema.
Ahora bien, toda esta fuerza reaccionaria que ejercen los antiderechos y todo el peso
social que podrían tener, es desarticulado desde la primera línea de Peker:
2. Desde que terminó el debate en el Senado con el rechazo a la ley de aborto legal, seguro
y gratuito, los mismos sectores que hablaban de educación sexual como freno a los
embarazos no deseados, con el apoyo del Vaticano y las iglesias evangélicas,
empezaron una campaña contra la Educación Sexual Integral:
#ConMisHijosNoTeMetas. (Peker, 2018) Commented [G33]: numerar
Peker señala inconsistencias en sus demandas y pone en evidencia la consecuente Commented [G34]: según Peker
incoherencia en sus pedidos. De esta forma, deslegitima su lugar de enunciación como sujeto
político.
Por otra parte, Peker combina sintagmáticamente los nombres que refieren al
participante “antiderechos” con procesos que ellos mismos no se atribuyen. Mientras que los
denominados sectores antiderechos se autoproclaman defensores de la vida (o de las dos
vidas), Peker los configura como actores de otros procesos tales como atrasar, agredir,
atacar, intranquilizar. De esta forma, no solo utiliza un nuevo signo ideológico para referirse
a este sector (autodenominado pro-vida o pro-familia), sino que además establece valores
negativos para este signo.
La representación de los opositores de la ESI en el discurso de Graciela Morgade es
bastante más acotada, al punto de presentarse visiblemente incompleta: grupos de derecha,
grupos antiderechos, iglesias evangélicas, determinados sectores de iglesias evangélicas.
Aparecen 8 veces, 7 como participante 1 y 1 vez como participante 2. En las 7 veces que Commented [G35]: Es notoria la diferencia con el texto
de Peker
aparece como agente o experimentante, ellos se “alinean”, “piden”, “desarrollan campañas”,
Commented [UdW36R35]: Lo agrego
“buscan poner”, “digitan”, “piensan”. La única vez que aparece como paciente, son los Commented [G37]: Decí el rol que cumplen (agente,
mismos opositores a la ESI quienes se alinean entre sí: paciente, experimentante)
Commented [UdW38R37]: Lo arreglo
3. Los grupos antiderechos, y dentro de ellos los que están alineados con determinados
Commented [G39]: No es lo mismo: especificar cuántos
sectores de las iglesias evangélicas, piensan a la educación sexual desde una perspectiva de cada uno
moralizante, desde la moral de su religión (Morgade, 2019) Commented [UdW40R39]: Me fijo y lo arreglo
Al igual que Peker, Morgade deja ver el entramado de alianzas establecidas en este Commented [G41]: comillas
actor social tan complejo como los antiderechos. Sin embargo, llama la atención que no Commented [G42]: numerar
mencione a la iglesia católica como uno de ellos. Excede los límites de este análisis
determinar si es una omisión ostensible o estratégica o ella decide invisibilizar a este agente
actor o cuáles son los motivos conscientes o inconscientes que la entonces decana de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA tuvo para omitir la referencia a la Iglesia católica
como un fuerte agente antiderechos o para realizar una tajante delimitación entre Iglesias
evangélicas y la religión oficial del país. Lo que sí podemos hacer es analizar esta omisión y
explicitar los efectos discursivos que esta genera. En principio vemos que la autora decide Commented [G43]: Muy bien!
no hacerse cargo de no visibiliza el mayor impulsor de la educación confesional en Argentina, Commented [UdW44R43]: Gracias
Commented [G45]: Decide remite a sus intenciones:
donde la Iglesia católica, en alianza con el Estado, tiene un poder enorme. Tal como afirman directamente no visibiliza
Scandora Fennema, Toro Tesini, Montaña y De Luca: Commented [UdW46R45]: Bueno
El circuito privado en Argentina si produce alguna ganancia es el férreo control
ideológico de la población. El peso de su dictadura feroz se expresa en la educación
católica. En escuelas financiadas por el Estado, la Iglesia le da clases todos los días a
millones de alumnos a lo largo y ancho de todo el país. Se toma la tarea muy en serio
y disputa los contenidos tomando en sus manos la batalla cultural (Scandora Fennema
et al, 2018).
Estas autoras, además señalan que la Iglesia católica no sólo le da clases a les alumnes,
sino que además constantemente están dando capacitaciones para docentes en todo el
territorio nacional, lo que potencia su injerencia en la educación formal.
Por este motivo, en esta gran omisión de Graciela Morgade, se deja en las sombras de
lo no dicho el carácter funcional de la Iglesia católica en la perpetuación de un orden
estructuralmente violento. Morgade evita la referencia a un grupo de poder que es, hace años,
en alianza con el estado neoliberal y el sistema capitalista, una pieza fundamental del orden
patriarcal y que no presenta ninguna incomodidad en reproducir los significados ideológicos
dominantes más atroces, absurdos y cuestionables. Podemos decir que, lejos de cuestionar el
discurso dominante, Morgade omite signos ideológicos claves y los deja operar desde el
poder de lo no dicho. Al omitir el signo “Iglesia católica”, Morgade evita cuestionar un
sistema de referencias impuestas desde el poder que perpetúa la educación sexual confesional
con todas las formas de violencia que esto conlleva.