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Legado

De
Sangre

Aria Green
SIPNOSIS

Astrid Belikov, es una joven como cualquier otra, le gusta leer, le gusta la música y adora a
su mejor amiga, Hanna Stone.

Pero qué pasaría si te enteras que hay algo mal en ti? Como podrías soportar eso? Con
amor? No lo creo, el amor fue lo que te metió en esto.

Con amistad? A veces pierdes muy rápidamente a las personas que quieres, suceden cosas
que no esperas y eso cambia tu vida por completo.

En quien puedes confiar en esos momentos? Quien te puede hacer sentir mejor? O
deberías rendirte sin ni siquiera haber luchado?

Que pasa cuando conoces a alguien que te ama igual que tú a él, pero algo impide que
sean felices?

Tienes que soportar el dolor o rendirte fácilmente? Elegir la luz, o la oscuridad?

Son muchas preguntas verdad? Pues trata de responderlas.


CAPITULO UNO
Astrid

Donde estoy?, que me paso? Sentía como si un camión hubiese pasado por encima de mi
mil veces, todo mi cuerpo dolía y sobretodo mi cabeza. Una luz intensa impedía que
abriera mis ojos. Logre decir algo, la verdad es que ni yo misma entendí lo que dije, sonó
como un quejido de algún tipo de animal extraño.

-Estas en un hospital.-dijo una voz desconocida.

Yo estaba segura de que no había dicho nada y eso sonó como una respuesta, como si yo
hubiera preguntado donde estaba y si, lo hice, pero en mi mente, mm… y de quien era esa
voz? Y porque estoy en un hospital?

-Tuviste un accidente de camino a tu casa, no pudiste frenar a tiempo y te impactaste


contra un tráiler, yo te traje al hospital.

Pero que!?, quien cojones es este?. Como… como a podido leer mi mente?, acaso es el
profesor x?

-Haces muchas preguntas, mi nombre es Manakel y si, puedo leer tu mente y no se quien
sea ese tal profesor x, pero dudo que pueda leer tu mente al menos de que sea un ángel
como yo.

Había escuchado decir eso a muchos chicos, pero, solamente en los libros, lo que este me
está diciendo, no puede ser verdad, pero, y si está diciendo la verdad?

-Creo que deberías quedarte con la segunda opción y me sorprende que siquiera la
dijeras, otra persona pensaría que esta alucinando o está mal de la cabeza y repito mi
nombre es Manakel.

Definitivamente me estoy mal de la cabeza!

-No, no creo que lo estés.

Sentí que alguien tocaba mi frente y por arte de magia pude abrir los ojos.

Era, muy sexy, que digo, era perfecto, ojos azul intenso, cabello castaño claro, tenia unos
músculos increíbles y estaba sonriendo, una sonrisa de lado muy hermosa. Y se estaba
riendo, de que se estaba riendo?, acaso tengo mono en la cara? , o no! Que estúpida!
-Me alaga que pienses que soy sexy y que digas que tengo una sonrisa muy hermosa.-dijo.

Sentí como mi cara se ruborizaba completamente. Corrección: puede ser sexy y el


hombre, ángel, demonio, alienígena o lo que sea que es mas perfecto del mundo pero… es
un completo idiota.

-Sigo pensando que asimilas muy rápido lo que soy.

-Ta… tal vez porque leo muchos libros de fantasía.-Que!?, porque demonios dije eso? El no
tenía que saber eso.

-Tal vez es por eso.-dijo intentando no reírse.

Hijo de…

-Uy sabes que se escucha muy mal en una mujer decir groserías?

Ahora si me había cabreado.

-No las dije, las pensé, yo no tengo la culpa de que seas un bicho raro y puedas leer mi
mente.

-Soy un ángel, y en lugar de enojarte conmigo deberías agradecerme.

-Ja! se puede saber porque?-dije aun un poco cabreada.

-Porque yo te traje al hospital y si no fuera por mí, en este momento los cuervos estarían
comiéndose tus entrañas.

Trague saliva, no sabía que decir, me había quedado sin palabras. Después de un
momento de silencio muy incomodo, tuve el valor de hablar.

-Si es cierto lo que dices y eres un ángel- un ángel muy cretino- que no se supone que los
ángeles deben estar en el cielo?

-Si, los ángeles están en el cielo, pero podemos venir a la tierra cuando queramos y ayudar
un poco a los humanos.

-Oh, y tu me ayudaste.

-Si, ya te dije te impactaste contra un tráiler y yo fui y te salve la vida, y ni siquiera me has
agradecido.

Estaba obligada a decir lo que no quería decirle a este hijo de puta, que no se supone que
los ángeles deben ser amables?
-Gracias.-dije un poco enojada.

-Perdona, no te escuche, que fue lo que dijiste?-dijo en tono burlón.

-Dije que gracias!- dije un poco demasiado fuerte.

-De nada.-dijo de nuevo en tono burlón.

Y eso fue lo que hizo falta para que me volviera a enojar.

-Pero pudiste haberme dejado ahí, porque me salvaste?-Ja! Es hora de hacerle pagar.

-No soy tan malo coma para dejar a una pobre niña tirada e inofensiva ahí.

Demonios! El: 1, Yo: 0

-No soy una niña, tengo 18 años.

-Y yo estoy vivo desde que construyeron la torre Eiffel, para mi eres una niña.

Joder! Desde que construyeron la torre Eiffel? Si puse atención en la clase de historia eso
fue en el año 1889?

-Vaya!, creo que si pusiste atención en la clase de historia, Astrid.

Aggh! Este sabe como cabrearme fácilmente, y como es que sabe mi nombre? Estaba
apunto de preguntarle, pero un rostro familiar apareció en la puerta de la habitación.

-Dios mío! Astrid, nena estas bien?

Esa era mi mejor amiga, Hanna.

-Si, el me trajo al hospital-apunte hacia donde se supone que debería estar ese tal
Manakel pero había desaparecido, no me había dado cuenta de cuando se había
marchado.-mm… creo que ya se fue.

-Me hubiera gustado conocerlo, hasta lo besaría por haberte salvado, As.

-Oh si, cuando lo veas te darán ganas hasta de comértelo.

-Qué?, cómo es?, es guapo!?

Vaya! Creo que no soy la única que hace mucha preguntas.


-Si, es guapo pero también es un- ángel? Si claro. Si le digo eso pensara que me afecto el
golpe que me di o que me hace daño leer tanto.- idiota es un completo idiota.

-Pero que dices? Te salvo la vida!

-Y? el que me haiga salvado no significa que tengo que darle un oscar por el mejor chico-
mas sexy y de ojos mas hermosos que he visto… aggh! Por que pienso eso de el?, es un
idiota.-del mundo, cuando lo conozcas Hanna, entenderás lo que te digo.

-Cuando lo conozca As, si es cierto lo de que es guapo, voy a hacer todo lo posible por
comerme ese panecito de chocolate.

-Panecito de chocolate?, por dios Hanna.

-Déjame As, yo si quiero disfrutar de la vida, no como tu, que desde que cortaste con Max
no has salido con nadie mas.

Eso era cierto, Max era mi ex novio terminamos hace seis meses porque se fue a Londres y
pensamos que una relación a larga distancia no estaría bien.

-No es por eso, simplemente, ningún chico que conozco es de mi agrado.

-Bla, bla, lo que sea, ahora ire a hablar con el medico para ver cuando puedes irte a casa.-
Hanna salió casi corriendo de la habitación.

Ella es muy bonita, cabello negro, ojos verdes, actitud siempre positiva. Pero yo también
tengo lo mio, soy muy parecida a ella excepto por los ojos, los mios son oscuros como una
cueva, lo único que envidio de ella es que puede comer lo que quiera y no sube ni un
gramo, en cambio yo tengo que cuidar lo que como.

-Ya puedes irte a casa hoy, solamente tengo que firmar unas cosas y nos vamos, ten ponte
esto.- no había visto a que hora entro, me ofreció unos jeans y una blusa color rosa que
decía en letras mayúsculas, “soy orgullosamente una reader” esa blusa la compre en una
convención de libros y normalmente la uso para dormir.

-Siento haberte traído esa blusa pero agarre lo primero que encontré.-dijo Hanna al ver mi
expresión al tomarla.

-No importa, es mejor que salir a la calle en una bata de hospital.

Hanna comenzó a reír y después de un momento salió a firmar las cosas que faltaban.
Hanna es como una hermana para mi, la conozco desde hace cinco años, desde que mis
padres murieron en un accidente, ella fue la que me apoyo y ahora nos quedamos en un
apartamento en Madrid, las dos trabajamos para pagar nuestra universidad, aunque los
padres de Hanna tienen dinero ella decidió independizarse y vivir por su propia cuenta.

Después de un momento entro y salimos juntas hacia el estacionamiento, rápidamente


reconoci su coche, era un saturn sky color plateado que le regalaron sus padres cuando
cumplió 15 años. Guau! Ya lo había arreglado, espero que sus padres no se enojen
conmigo por chocar el auto de su hija.

Una vez dentro del coche, Hanna puso en su iPod que estaba conectado al estéreo de su
choche, una canción que nos encanta a las dos y empezamos a cantar como retrasadas
mentales stay the night de Zedd mientras íbamos a nuestro apartamento.

Are you gonna stay the night?


Are you gonna stay the night?

Oh, oh, oh, oh, oh ,oh

Are you gonna stay the night?


Are you gonna stay the night?

Doesn't mean we're bound for life

So oh oh oh oh oh oh oh

Are you gonna stay the night?

-Algún día iremos a tomorrowland amiga.-dijo Hanna en cuanto termino la canción.

-Si, cuando terminemos nuestros estudios y juntemos dinero para ir.

-As, haces que eso suene como si nunca fuéramos a ir.-dijo Hanna.

-Ja!, porque?

-Porque no quiero esperar para ir.

-Entonces como buena amiga que eres podría pedirle dinero a tus padres para dos boletos de
avión a Bélgica y dos pases para tomorrowland.

.Antes dejaría de coquetear con los chicos guapo que veo.-dijo eso mientras le guiñaba un ojo
a un chico iba pasando por la calle.

Empecé a reír como loca.

-Creo que eso nunca va a pasar, Hanna.-dije aun riéndome.

-Exacto, prefiero mantenerme en abstinencia, antes de pedirle dinero a mis padres, porque
después me lo van a recordar cada vez que necesiten algo.
-Tienes razón, oh! Súbele a esa canción!

-Enjoy the ride de krewella?, nena , por eso eres mi amiga, tenemos los mismo gustos.

Cuando llegamos al apartamento, rápidamente subí a mi habitación, quería descansar


cómodamente en mi cama.

Pero siempre hay algo que impida que sea feliz, al acostarme en la cama vi mis libros de hush
hush y el de besar aun ángel. Demonios!, me recordaron a cierta personita alienígena que
puede leer la mente de las personas. Y acordarme de el hizo que me cabreara rápidamente,
pero también empecé a sentir como mis maripositas que estaban durmiendo, alzaban vuelo y
empezaba a volar por todo mi estomago.

Vuelvan a dormir! De todas formas no creo que lo vuelva a ver.

…………………………………………………………….……………………………

-Levántate, As!

Escuche que Hanna me gritaba desde la cocina.

-Vamos Astrid, se va a hacer tarde para ir a la universidad!

-No quiero ir!

-Lo sé, As, pero el director ya se enteró de que estas bien y si no vas, esta será tu falta
número cinco.

-Cinco? Has estado contando mis faltas?

-SI, porque?-Hanna entro a mi cuarto y se sentó en la orilla de mi cama.

-Porque eso es raro.

-Es raro que tu bff cuente tus falta por tu propio bien?

Aunque quiera seguir diciendo que es raro, nadie puede ganarle a Hanna, si ella dice que la
tierra es plana, tiene que ser plana y si alguien dice lo contrario se arma la tercera guerra
mundial.

-Viéndolo así, no, no es raro Hanna.

-Bien.-Hanna sonrió satisfecha por mi respuesta- te espero abajo, ah y usa maquillaje porque
tienes unas ojeras espantosas.

Me levante de la cama y salude como soldado.

-Si, señor.

-Por eso te quiero As.-Hanna salió de mi cuarto cerrando la puerta detrás de ella.
Después de ducharme, cambiarme y arreglarme, termine con unos jean negros, una blusa
color blanco y un maquillaje lo más natural posible.

-Rápido, As!

-Ya voy!

Baje corriendo las escaleras y salí a la calle, Hanna ya estaba dentro del coche.

-Como te vuelvas a tardar tanto As, juro que te dejo aquí.

-No eres tan mala.

-Yo soy mala.-Hanna se puso una gafas oscuras y puso cara de ruda.

Empezamos a reír y Hanna arranco el coche y nos dirigimos a la universidad.

……………………………………………………………….

Parece que fueron años el tiempo que no vine a la universidad, pero solo fue una semana,
llegamos a la clase de historia, estábamos juntas en todas las materias. Busque un lugar para
las dos lo más alejado del escritorio.

-Astrid, querida, ya estas mejor?-pregunto, la chica que más odio: Jessica Vans.

-Por favor, Jessica, no seas tan hipócrita, dices eso simplemente para quedar bien frente a tus
amigos, las dos sabemos que nos odias a muerte.-dijo hanna.

-Vaya, hablo la que come como un cerdo.-dijo Jessica.

Dios! Se va a armar la guerra.

-Que dijiste, piernas abiertas? Tal vez puedo comer como un cerdo pero no subo de peso, así
que no necesito que me follen todos los días para quemar grasa como tú!

-Que está pasando aquí!?- dijo la profesora Fitz, que acababa de entrar al salón.

-Nada profesora.-esta vez fui yo la que hablo.

-Oh, Astrid, ya estas mejor?-dijo. Por qué a todo el mundo se le ocurre preguntarme eso?,
estoy viva, estoy hablando, estoy caminando, no es obvio que estoy mejor?

-Sí, ya estoy mejor.

-Bueno tomen asiento chicos, les voy a presentar a un nuevo compañero. El joven Joseph
Gray.-en ese momento entro un chico de ojos azules, cabello castaño, bla, bla, sexy,
alienígena, sexy y sexy. Por qué me pasa esto a mí?, que demonios hacia el estudiando? Y
por que se cambió el nombre? Joder!

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