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FUNGICIDA PARA TOMATES

Cultivar tomates en casa sin usar fungicidas industriales es posible y,


además de ser más respetuoso con el medio ambiente y posiblemente más
saludables, también es más económico. En la mayoría de las cocinas,
encontramos ingredientes con propiedades antifúngicas, que podremos
mezclar para conseguir elaborar fungicidas caseros para utilizar en
nuestros cultivos de tomates ecológicos. Por ejemplo, podemos usar
bicarbonato de sodio y vinagre, entre otros.

Los principales hongos del tomate

El tomate (Solanum lycopersicum) es una planta solanácea procedente de


América. Es uno de los frutos hortícola (fruto en botánica, verdura en
alimentación) más apreciados por agricultores y consumidores, debido a su
sabor y cualidades alimenticias. Es muy extraño ver un huerto que no tenga
al menos una variedad de tomate cultivada. Además, las tomateras son
plantas voraces y que se adaptan muy bien a todo tipo de suelos, aunque es
recomendable su cultivo en tierras ricas en nutrientes y bien abonadas.
La mayor parte de las variedades son trepadoras, por lo que suelen ser
encañadas y muy pocas crecen a ras del suelo. Son plantas que se deben ir
podando conforme van creciendo, eliminando las hojas más antiguas de la
parte inferior del tomate. Esto les facilitará la aireación y el acceso a la luz
solar, previniéndola de algunos problemas fúngicos, pues los cuidados de la
planta son el primer método antifúngico.
Las dos principales enfermedades que afectan a la planta del tomate son el
mildiu y el oídio. Dependiendo de la humedad, la temperatura, la
sensibilidad de la variedad o el inóculo inicial, el tomate se verá afectado por
uno u otra enfermedad. Combatir estas enfermedades es posible en
agricultura ecológica mediante fungicidas con cobre o azufre, pero a
continuación veremos cómo hacer fungicidas caseros para tomates.

Fungicida casero de bicarbonato de sodio para tomates

El bicarbonato de sodio o sódico es un compuesto blanco y soluble que se


usa con frecuencia para combatir las plagas fúngicas en muchas plantas, una
de las cuales es la tomatera.
Podemos hacer fungicida casero con bicarbonato para
tomates fácilmente mezclando 4 cucharaditas de bicarbonato de sodio, 1 de
aceite horticultural y aceite cítrico o molasa en 4 L de agua
aproximadamente. Esto se debe mezclar bien hasta disolver el bicarbonato.
Por último, esta mezcla se colocará en una botella con rociador y se rociará
la parte de la planta con síntomas de enfermedad fúngica. En caso de no
disponer de bicarbonato, se puede usar carbonato de potasio.
Fungicida casero para tomates hecho con maicena

La harina de maíz o maicena es otro ingrediente muy frecuente en la cocina


y que posee propiedades antifúngicas.
Para elaborar este fungicida casero para tomates se debe mezclar 1 taza
de harina de maíz con 5 tazas de agua y dejarlo reposar durante una hora o
hasta que tome un aspecto opaco y lechoso. Posteriormente, se debe retirar
la harina sólida y rociar el líquido lechoso resultante sobre las plantas de
tomate.

Fungicida casero para tomates hecho con vinagre

El vinagre también es un elemento común en las cocinas con propiedades


antifúngicas. Para elaborar fungicida a base de vinagre para los tomates,
debemos diluir 3 o 4 cucharadas de vinagre aproximadamente en 4 L de agua
y rociar esta mezcla en las plantas de tomate. Hazlo a diario, cuando no le dé
el sol de lleno a la planta, hasta que veas que desaparecen los hongos.
El más natural suele ser el vinagre de manzana, aunque el vinagre blanco es
el que presenta mayor efectividad al tratar los hongos de las plantas, puedes
usar cualquiera de los dos.

Aceites esenciales, excelentes fungicidas para tomates

Existen varios tipos de aceites esenciales con propiedades


antifúngicas que resultan efectivas en su aplicación en plantas como el
tomate, tanto para prevenir como para tratar problemas fúngicos. Entre estos
aceites están:

 El aceite cítrico.
 El aceite de orégano.
 El aceite de raíz de uva
 El aceite de naranja.
 El aceite de ajo.
 El aceite de menta.
 El aceite de árbol de té.

Para elaborar fungicidas a base de estos aceites, se pueden mezclar con otros
fungicidas caseros, o bien diluirlos en agua. Aplícalos una vez al día hasta
que notes que ya no hay hongos, pero recuerda no hacerlo en las horas de sol
fuerte.
Té de compost como fungicida para tomates

Se denomina té de compost al preparado hecho de compost diluido en


agua y se le llama así por su parecido con el color del té helado líquido.
Para elaborar té de compost, se debe llenar a partes iguales un balde con
compost y agua. Se debe dejar reposar esta mezcla entre 10 días y 14 días,
posteriormente, retirar los elementos sólidos y diluirlo nuevamente en agua
hasta que la mezcla presente la consistencia adecuada para ser rociada. Por
último, aplicaremos la mezcla a las hojas de la planta del tomate,
especialmente las que veamos que presentan síntomas de infección por
hongos. De nuevo, puede aplicarse a diario, fuera de las horas de sol, tantos
días seguidos como sea necesario hasta ver que los hongos han desparecido
del todo de la planta de los tomates.
Fuente: www.ecologiaverde.com

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