La economía social y solidaria cuenta con un conjunto de iniciativas
socioeconómicas, individuales o colectivas, que priorizan la satisfacción de las
necesidades de las personas por encima del lucro. Haciendo que las actuaciones se orienten hacia valores de solidaridad, de equidad, de sostenibilidad y de inclusión y compromiso con la comunidad. Las empresas de economía social y solidaria son aquellas que anteponen el interés de las personas que trabajan por encima de otros intereses, intentando conjugar un proyecto social y de conservación de puestos de trabajo con rentabilidad. Mientras que las instituciones y organizaciones de economía social y solidaria desempeñan un papel importante en la promoción de los medios de vida y la creación de empleo en la lucha contra la pobreza. Las empresas de la economía social ofrecen una fuente importante de empleo frente al problema global de desempleo y subempleo. Características de la economía social y solidaria: Son independientes con respecto a los poderes públicos El compromiso con la comunidad Son promotoras de cambio social. Creación de empleo