Buenos días a todos los presentes, a nuestra directora la Sra.

Daniela Sanders,
Inspectores Generales Dante Poblete y Oscar Quiñones, Jefes Técnicos Don
Juan Carlos Silva y Héctor Lagos, a la coordinadora del programa de
integración la Srta. Soledad Rodríguez, y a todos los profesores y profesoras,
padres y apoderados que hoy nos acompañan.

Es un agrado poder dirigirme a ustedes, puesto que estoy representando a una

generación que está dando un paso importante hacia el futuro, estamos ansiosos
de cambios y despertares.

Hoy finaliza una etapa, quizás para algunos más importante que para otros, pero
que sin duda la recordaremos para el resto de nuestras vidas, ya que durante
estos 12 años de constante esfuerzo, alegrías y penas, estuvimos rodeados de
personas que han ido forjando nuestro futuro y de las cuales hemos ido
aprendiendo, de amigos que se llegan a convertir en tu familia, de profesores
que más allá de enseñarte, se convierten en un apoyo incondicional en nuestras
vidas, y qué decir de nuestros padres o familiares que siempre estuvieron para
nosotros, a pesar de los porrazos y los malos momentos, pues eran ellos los que
nos tenían un plato de comida al llegar de clases, y se quedaban hasta tarde
estudiando con nosotros y que hoy, particularmente, se les infla el pecho de
orgullo por nuestros logros. También recordar a nuestros inspectores, que nos
cuidaron todos estos años, las tías del aseo que se encargaron de tener nuestro
segundo hogar limpio y ordenado, las tías del casino, que nos hacían unos
exquisitos desayunos y almuerzos, a todos ellos nuestros mayores
agradecimientos.

Todos nos sentimos emocionados por esta linda etapa que llegó a su fin, la etapa
de la cual desde pequeños esperamos y a veces se veía como lejana y una larga
espera. Ahora al pasar el tiempo, algunos reflexionamos de lo poco que lo
aprovechamos y de lo rápido que se pasa la vida.

Vuelvo a reiterar lo importante que es el haber puesto sus energías en hacernos

buenas personas, por inculcar o reforzar valores que son importantes para la
vida, como el respeto, la perseverancia, la honestidad o la solidaridad que es
uno de los legados más preciado que nos pudieron dar, ya que nos acompañaran
siempre.
Me despido con una sensación de melancolía y gratitud, esperando que mis
compañeros cumplan todos sus sueños, que tengan un excelente porvenir
durante su camino, deseándoles mucho éxito.

Agradecer a cada una de las personas que fueron parte de esta maravillosa
experiencia.

Gracias colegio Maipo.

Millaray Quezada- IV°A