Está en la página 1de 322

Protecciones en Sistemas

Eléctricos de Potencia

Dictado por:
Dr. Ernesto Vázquez.

Del 09 al 13 Agosto del 2004


Instalaciones de ESPOIL Consultant de Venezuela
Maracaibo – Venezuela
PRÓLOGO

PRÓLOGO

Las técnicas de protección de sistemas eléctricos de potencia han presentado un rápido


desarrollo como consecuencia de los avances tecnológicos en las áreas de procesamiento digital
de señales, microelectrónica, comunicaciones y computación entre otros. Esto ha permitido hacer
frente al constante incremento de los requerimientos de protección de los modernos sistemas de
potencia, que ha su vez se han vuelto más complejos en su estructura y operación, a fin de
satisfacer la demanda de energía eléctrica necesaria para un desarrollo sostenido en todos los
países en el mundo.
Actualmente, la protección de sistemas eléctricos de potencia es una de las áreas más
importantes y complejas dentro del campo de la ingeniería eléctrica, ya que no solo es necesario
comprender la filosofía de protección, sino considerar los problemas de aplicación de un
esquema de protección. Por tanto, es necesario conocer los aspectos fundamentales del cálculo
de cortocircuito, flujos de potencia, transitorios electromagnéticos, estabilidad transitoria,
estabilidad dinámica, operación de sistemas eléctricos de potencia, procesamiento digital de
señales y comunicaciones entre otras. Tal vez la mejor forma de hacer referencia al campo de la
protección de sistemas eléctricos de potencia fue la seleccionada por Russell Mason para el
título de su libro, "El Arte y la Ciencia de la Protección por Relevadores".
Este libro no pretende abarcar todos los aspectos de la protección de sistemas eléctricos
de potencia, por lo que se consideran los tópicos más importantes, como son los principios de
operación de los relevadores, la protección de líneas de transmisión y la protección de equipos,
como son los generadores, transformadores y barras. El libro incluye un capítulo que describe
brevemente los fundamentos de la protección digital. De acuerdo al tratamiento de cada uno de
los temas, este libro puede considerarse de un nivel medio de complejidad, que puede
ser utilizado en cursos de licenciatura y postgrado. Al final de cada capítulo se incluye un listado
de referencias, que pueden ser utilizadas por los lectores para profundizar en
determinados aspectos.
El autor desea expresar su agradecimiento al Dr. Héctor Jorge Altuve Ferrer, por permitir
utilizar sus notas personales para la elaboración del presente libro, así como el compartir sus
conocimientos y experiencias.
Finalmente deseo hacer del conocimiento de los lectores que se agradece de antemano
sus opiniones y sugerencias sobre este libro, y que puedan contribuir al su perfeccionamiento.

Dr. Ernesto Vázquez Martínez


evazquez@gama.fime.uanl.mx

ii
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

ÍNDICE

Prólogo ................................................................................................................................ii
Índice ..................................................................................................................................iii

Capítulo 1 Principios básicos de la protección de sistemas eléctricos de potencia


1.1 Introducción ..............................................................................................................1-1
1.2 Función de la protección ....................................................................................... 1-3
1.3 Fallas en sistemas eléctricos de potencia ............................................................ 1-3
1.4 Regímenes anormales en sistemas eléctricos de potencia .................................. 1-8
1.5 Relevadores........................................................................................................... 1-10
1.6 Estructura general de una protección ...................................................................1-10
1.7 Protección contra cortocircuitos y contra regímenes anormales .......................... 1-12
1.8 Propiedades de la protección ...............................................................................1-15
1.9 Clasificación de las protecciones por su selectividad ........................................... 1-16
1.10 Estado actual y tendencias de desarrollo en la protección de sistemas eléctricos de
potencia .................................................................................................................... 1-17
1.11 Referencias ........................................................................................................... 1-22

Capítulo 2 Principios de operación de los relevadores de protección


2.1 Introducción ..........................................................................................................2-1
2.2 Clasificación de los relevadores por su base constructiva .................................... 2-1
2.3 Estructura general de un relevador .......................................................................2-3
2.4 Clasificación de los órganos de medición .............................................................2-6
2.5 Principios de operación de los esquemas de comparación .................................. 2-6
2.6 Órganos de medición de una señal eléctrica de entrada ...................................... 2-9
2.7 Órganos de medición de dos señales eléctricas de entrada ................................ 2-18
2.8 Comportamiento de los órganos de medición para valores pequeños de las señales
de entrada ................................................................................................................. 2-24
2.9 Referencias ...............................................................................................................2-28

Capítulo 3 Transformadores de corriente y potencial


3.1 Introducción ..........................................................................................................3-1
3.2 Circuitos equivalentes ........................................................................................... 3-1
3.3 Transformadores de corriente ............................................................................... 3-2
3.4 Burden de un transformador de corriente ............................................................. 3-4

iii
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

3.5 Desempeño de un transformador de corriente .....................................................3-5


3.6 Transformador de corriente basado en el efecto magneto-óptico de Faraday ...... 3-11
3.7 Transformadores de potencial ..............................................................................3-12
3.8 Divisores capacitivos de potencial (CCVT) ........................................................... 3-14
3.7 Transformador de potencial basado en el efecto Pockets .................................... 3-16
3.10 Referencias ........................................................................................................... 3-17

Capítulo 4 Protección de sobrecorriente


4.1 Introducción ..........................................................................................................4-1
4.2 Consideraciones generales .................................................................................. 4-1
4.3 Protección de sobrecorriente de tiempo constante ............................................... 4-6
4.4 Protección de sobrecorriente de tiempo inverso ................................................... 4-9
4.5 Protección de sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra en sistemas sólidamente
aterrizados .............................................................................................................4-14
4.6 Protección contra contactos monofásicos con tierra en redes con neutro aislado
o aterrizamiento resonante ................................................................................... 4-16
4.7 Referencias ...........................................................................................................4-17

Capítulo 5 Protección direccional de sobrecorriente


5.1 Introducción ..........................................................................................................5-1
5.2 Principio de operación .......................................................................................... 5-1
5.3 Criterios para la aplicación de relevadores direccionales ..................................... 5-4
5.4 Protección direccional de sobrecorriente de tiempo constante ............................. 5-5
5.5 Protección direccional de sobrecorriente de tiempo inverso ..................................5-6
5.6 Protección direccional de sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra en sistemas
sólidamente aterrizados ........................................................................................ 5-8
5.7 Conexión de los relevadores direccionales ........................................................... 5-10
5.8 Efecto del acoplamiento mutuo en las protecciones de tierra ................................ 5-17
5.9 Referencias ........................................................................................................... 5-18

Capítulo 6 Protección de distancia


6.1 Introducción ..........................................................................................................6-1
6.2 Principio de operación .......................................................................................... 6-2
6.3 Factores que afectan la medición de impedancia en los relevadores de distancia ....... 6-5
6.4 Requerimientos que determinan la forma de la característica en el plano complejo
impedancia de los relevadores de distancia .......................................................... 6-10
6.5 Características de los relevadores de distancia en el plano complejo ................... 6-12
6.6 Determinación de los parámetros de ajuste de las protecciones de distancia .............. 6-15
6.7 Principios de operación de los relevadores de distancia monofásicos ................... 6-23
6.8 Efecto de las oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo sobre los
relevadores de distancia ....................................................................................... 6-27

iv
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

6.9 Métodos de bloqueo de disparo por oscilaciones de potencia y disparo intencional por
pérdidas de sincronismo ....................................................................................... 6-33
6.10 Resumen de los problemas de aplicación de la protección de distancia ..................... 6-37
6.11 Referencias ........................................................................................................... 6-38

Capítulo 7 Protección tipo piloto de líneas de transmisión


7.1 Introducción ..........................................................................................................7-1
7.2 Principios de operación y clasificación de las protecciones tipo piloto ................... 7-1
7.3 Canales piloto ....................................................................................................... 7-3
7.4 Principio de operación de la protección diferencial .................................................... 7-9
7.5 Protección por hilo piloto ........................................................................................7-16
7.6 Protección piloto por comparación de fase ........................................................... 7-20
7.7 Protección piloto por comparación direccional ...................................................... 7-28
7.8 Referencias .............................................................................................................7-36

Capítulo 8 Protección de generadores


8.1 Introducción ..........................................................................................................8-1
8.2 Conexión de generadores al sistema de potencia ................................................. 8-2
8.3 Relevadores de porcentaje diferencial .................................................................. 8-3
8.4 Protección contra cortocircuitos entre fases en el estator ...................................... 8-7
8.5 Protección contra cortocircuitos entre espiras de una fase en el estator ...............8-10
8.6 Protección contra cortocircuitos a tierra en el estator ............................................ 8-12
8.7 Protección de respaldo contra cortocircuitos externos .......................................... 8-22
8.8 Protección contra sobrecargas balanceadas ..........................................................8-24
8.9 Protección contra sobrecargas desbalanceadas ................................................... 8-26
8.10 Protección contra pérdida o reducción de excitación ............................................. 8-28
8.11 Protección contra contactos con tierra en el devanado de campo ......................... 8-34
8.12 Protección térmica del devanado de campo .........................................................8-36
8.13 Protección contra sobreexcitación y sobrevoltaje ...................................................8-38
8.14 Protección contra pérdida del motor primario (inversión de potencia) ................... 8-40
8.15 Otras protecciones ................................................................................................ 8-42
8.16 Resumen de lógica de disparo de protecciones de un generador ..........................8-45
8.17 Referencias .............................................................................................................8-46

Capítulo 9 Protección de transformadores y reactores


9.1 Introducción ..........................................................................................................9-1
9.2 Conexiones de las protecciones diferenciales de transformadores ....................... 9-2
9.3 Requerimientos a cumplir por los esquemas de protección diferencial de
transformadores .................................................................................................... 9-12
9.4 Selección de los parámetros de ajuste de los relevadores diferenciales de protección
de transformadores ............................................................................................... 9-13

v
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

9.5 Efecto de la corriente de magnetización sobre la protección diferencial .............. 9-14


9.6 Relevadores diferenciales para protección de transformadores ............................ 9-19
9.7 Protección por detección de gas o de incremento de presión .............................. 9-22
9.8 Disparo transferido ............................................................................................... 9-24
9.9 Protección de sobrecorriente de transformadores ................................................ 9-26
9.10 Respaldo para fallas externas ..............................................................................9-27
9.11 Protección de transformadores de regulación ...................................................... 9-27
9.12 Protección de transformadores de puesta a tierra ................................................ 9-28
9.13 Protección de reactores en derivación ..................................................................9-29
9.14 Referencias ........................................................................................................... 9-31

Capítulo 10 Protección de barras


10.1 Introducción .......................................................................................................... 10-1
10.2 Corriente diferencial de error en régimen de saturación severa de un transformador
de corriente ...........................................................................................................10-2
10.3 Protección de porcentaje diferencial .....................................................................10-4
10.4 Protección diferencial de alta impedancia ............................................................ 10-5
10.5 Protección diferencial de voltaje con acopiadores lineales ................................... 10-6
10.6 Protección combinada de transformadores y barras ............................................. 10-8
10.7 Otros esquemas de protección de barras .......................................................... 10-10
10.8 Influencia de los esquemas de barras sobre su protección diferencial .............. 10-12
10.9 Respaldo local .................................................................................................... 10-18
10.10 Referencias ........................................................................................................ 10-23

Capítulo 11 Fundamentos de protección digital


11.1 Introducción .......................................................................................................... 11-1
11.2 Ventajas y limitaciones de los relevadores y sistemas digitales de protección ..... 11-1
11.3 Características de los relevadores digitales ......................................................... 11-3
11.4 Arquitectura de un relevador digital ......................................................................11-3
11.5 Sistemas digitales integrados de protección, control y medición .......................... 11-7
11.6 Algoritmos de filtrado digital para relevadores de protección ............................... 11-8
11.7 Señales de entrada a los relevadores de protección ............................................ 11-8
11.8 Algoritmos de filtrado digital basados en los modelos de las señales de entrada . 11-9
11.9 Algoritmos de Fourier ......................................................................................... 11-13
11.10 Algoritmo de Walsh ............................................................................................ 11-18
11.11 Algoritmo de mínimos cuadrados ....................................................................... 11-20
11.12 Algoritmos de filtrado digital basados en modelos del sistema .......................... 11-22
11.13 Referencias ........................................................................................................ 11-24

vi
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

CAPÍTULO 1

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS


ELÉCTRICOS DE POTENCIA

2.1 INTRODUCCIÓN

El objetivo básico de un sistema eléctrico de potencia es el proporcionar la


energía necesaria para el desarrollo de un país, objetivo que es crítico en países en vías
de desarrollo. Para alcanzar este objetivo, es necesario generar, transmitir y distribuir la
energía eléctrica desde los centros de generación, ubicados en base a la disponibilidad
de fuentes primarias de energía, como son el gas, el carbón, el agua o la energía
nuclear, hasta los centros de consumo, cumpliendo en todo momento restricciones
económicas, de seguridad, de confiabilidad y de calidad del servicio.
Es evidente que la falta de suministro eléctrico a los consumidores tiene un
impacto muy grande, pudiendo ser de índole técnica, social y política. Considerando el
aspecto técnico del problema, la interrupción del suministro eléctrico ocasiona, entre
otras cosas, que las líneas de producción se detengan, ocasionando en algunos casos
daños a los equipos en dependencia del proceso del cual se trate (fundición de hojalata
en hornos de inducción de arco eléctrico, por ejemplo), caos vial por ausencia de
señalamientos viales, indisponibilidad de transporte de pasajeros (que opere con energía
eléctrica) de descomposición de materiales orgánicos bajo refrigeración, etc.
La interrupción del servicio eléctrico puede deberse a distintas causas, como un
cortocircuito, la caída de estructuras de alta o media tensión, o errores en la operación y
control del sistema eléctrico. Sin importar las causas, es también evidente que es
imposible que un sistema eléctrico de potencia sea totalmente inmune a estas
situaciones, debiéndose aceptar las interrupciones del servicio eléctrico como una
situación normal, no deseable, en un sistema eléctrico de potencia. Por lo tanto, es
necesario reducir los tiempos durante los cuales se pierde el suministro de energía
eléctrica, sin importar la causa, y restaurar el sistema a su condición previa; para ello es
necesario que el problema sea detectado y aislado en el menor tiempo posible, con lo
cual se aseguran dos cosas, a) una mínima afectación al sistema en su conjunto, y
b) que el equipo que haya resultado afectado no tenga daños permanentes y pueda ser
puesto en operación lo más pronto posible después de mantenimiento respetivo.
1-1
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

Las funciones antes descritas se realizan en forma automática, sin la intervención


de personal, a través de los distintos esquemas de protección instalados en un sistema
eléctrico de potencia; como se describe en los párrafos anteriores, los esquemas de
protección tienen como objetivo reducir el daño a los equipos, y por ende al sistema,
más que evitar que las causas que originan el problema, como serían los cortocircuitos.
Por lo tanto, se puede considerar que la protección de un sistema eléctrico de potencia
es un esquema de automatización diseñado para operar en regímenes de avería; a
diferencia de los esquemas de automatización que operan en régimen normal de
operación (regulación de frecuencia, voltaje y potencia reactiva entre otros), donde los
parámetros del sistema cumplen con las restricciones económicas, de seguridad, de
confiabilidad y de calidad del servicio, los esquemas de protección deben realizar su
función cuando el sistema esta en condición crítica, procurando que su operación
ocasione que el sistema regrese a una condición de operación normal.
Debido a lo anterior, se puede afirmar que la protección de sistemas eléctricos de
potencia es un área interdisciplinaria, ya que además del diseño, aplicación y evaluación
de la operación de un esquema de protección de una línea de transmisión, generador o
transformador entre otros elementos, es necesario conocer los aspectos fundamentales
del cálculo de cortocircuito, flujos de potencia, transitorios electromagnéticos, estabilidad
transitoria, estabilidad dinámica, y operación de sistemas eléctricos de potencia;
actualmente, con el desarrollo de relevadores digitales, se deben incluir las áreas de
procesamiento digital de señales y comunicaciones a las antes mencionadas.
Uno de los problemas que enfrenta la protección, es la creciente complejidad de
los sistemas eléctricos de potencia. Cada vez los sistemas son operados cerca de sus
límites de seguridad con el fin de satisfacer la demanda de energía; esto ha sido
ocasionado por la construcción de grandes centros de generación conectados al sistema
a través de líneas de transmisión muy largas, que impactan directamente en la
estabilidad del sistema, aún en condiciones normales de operación. Si además se
consideran los bajos niveles de redundancia que tienen los sistemas actuales, las
posibilidades de que un sistema opere en condiciones de emergencia se incrementan.
Otro aspecto que empieza a ser importante es la generación dispersa, generadores
independientes de pequeña capacidad, distribuidos en toda la red eléctrica, lo que
ocasiona problemas para el diseño y operación de los esquemas de protección.
Adicionalmente, la desregulación de los sistemas eléctricos de potencia también a
comenzado a tener efecto sobre el desempeño de las protección; por ejemplo, los
contratos de compra-venta de energía involucran un mayor control de las variables
eléctricas del sistema en los puntos de interconexión, y la instalación de dispositivos
FACTS (Flexible AC Transmission Systems) que modifican los parámetros del sistema
de potencia a fin controlar del flujo de potencia en puntos críticos del sistema, y
aumentar la estabilidad del sistema ante contingencias. Además, la aparición de
generadores independientes puede crear conflictos en los criterios de protección de los

1-2
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

elementos específicos del sistema y la protección del sistema de potencia en forma


integral, sin contar los aspectos organizacionales asociados.
En el presente capítulo se exponen los aspectos más generales de la protección
de sistemas eléctricos de potencia, tales como su función, estructura y propiedades,
dadas por los requerimientos que debe cumplir. Se incluye también un breve resumen
sobre fallas y regímenes anormales de operación del sistema protegido, así como un
análisis del desarrollo histórico, el estado actual y las perspectivas de este campo de la
técnica.

1.2 FUNCIÓN DE LA PROTECCIÓN

En el proceso de explotación de los sistemas eléctricos de potencia pueden


aparecer fallas y regímenes anormales en sus distintos elementos, los cuales pueden
conducir a averías, que son las consecuentes alteraciones del régimen normal de
operación de todo el sistema o sus elementos, acompañadas de interrupciones de
servicio a los consumidores, reducción de la calidad de la energía o daños en el equipo.
El tipo más frecuente y peligroso de falla es el cortocircuito, que origina grandes
incrementos de corriente y reducciones del voltaje en los elementos del sistema, lo que
puede dañar los equipos por sobrecalentamiento, y afectar por bajo voltaje la operación
normal de los consumidores y el sincronismo de los generadores del sistema. Entre los
regímenes anormales, uno de los fundamentales es la sobrecarga, que también origina
valores de corriente superiores a los nominales, con el consiguiente calentamiento
excesivo y posible daño de los equipos.
La función principal de la protección es provocar la desconexión automática del
elemento del sistema que ha experimentado una falla o régimen anormal de operación,
con el objetivo de reducir los daños de ese elemento y evitar que afecte la operación
normal del resto del sistema. La protección es una de las partes fundamentales del
sistema de automatización contra averías del sistema eléctrico de potencia, y su
importancia radica en que sin ella no es posible la operación ininterrumpida de las
instalaciones eléctricas de potencia.
Una segunda función de la protección es dar información sobre el tipo y
localización de la falla o régimen anormal que ha ocurrido, con el objetivo de facilitar al
personal de servicio su rápida localización y eliminación.

1.3 FALLAS EN SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

Los tipos fundamentales de fallas en sistemas eléctricos de potencia son:


a) Cortocircuitos.
b) Contactos monofásicos con tierra en redes con neutro aislado o aterrizamiento
resonante.
c) Fases abiertas.

1-3
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

Son posibles fallas complejas, formadas por combinaciones de los distintos tipos
de fallas. Así por ejemplo, pueden ocurrir cortocircuitos acompañados de fases abiertas,
debidos a la rotura y caída a tierra de un conductor de una línea, o a la apertura
incompleta de un interruptor durante un cortocircuito. En ocasiones durante el proceso
de desarrollo de una falla se originan transiciones de un tipo a otro.

1.3.1 Cortocircuitos

Los cortocircuitos son las fallas más violentas y peligrosas. La distribución


cuantitativa aproximada de los distintos tipos de cortocircuitos es la siguiente:
• Monofásicos a tierra: 80 - 70%
• Bifásicos: 17 - 10%
• Bifásicos a tierra: 10 - 8%
• Trifásicos: 3 - 2%
Un elemento que debe considerarse al analizar la operación de las protecciones
durante cortocircuitos, y al calcular sus parámetros de ajuste, es la resistencia de falla.
En los cortocircuitos entre fases la resistencia de falla está prácticamente determinada
por lo general por el arco eléctrico. Esta resistencia es de carácter no lineal y varía con
el tiempo; la corriente en ella es aproximadamente sinusoidal, pero la onda del voltaje
del arco sufre deformación.
Las investigaciones experimentales han demostrado que para corrientes de
cortocircuito del orden de los cientos de Ampere como mínimo, el gradiente de voltaje en
el arco prácticamente no depende de la corriente. Para el cálculo del valor de la
resistencia de arco R a en ohm puede utilizarse la fórmula empírica:
la
Ra = 1050 (1.1)
ia
donde ia es el valor eficaz de la corriente en el arco (A), y la es su longitud (m). Como
valor de la puede tomarse el espaciamiento entre conductores en el instante inicial del
cortocircuito, pero para protecciones con retardo de tiempo hay que tener en cuenta el
incremento que experimenta Ra debido a la elongación del arco por efecto del viento, la
convección en el aire y los esfuerzos electrodinámicos.
En los cortocircuitos a tierra, en la resistencia de falla entran -además de la
resistencia de arco- las resistencias de las estructuras de soporte de las líneas y sus
aterrizamientos, las de contacto entre los conductores y tierra y las de los pasos de
retorno por tierra. Esto hace que en las protecciones contra cortocircuitos a tierra sea
necesario tener en cuenta de modo especial el efecto de la resistencia de falla.
En los cortocircuitos trifásicos las corrientes están atrasadas con respecto a
las FEM equivalentes de fase un ángulo:
XS + XL
φcc = arc tan (1.2)
RS + RL
1-4
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

donde RS, XS son la resistencia y reactancia del sistema equivalente, y RL, XL son
las de la línea en que ocurre el cortocircuito. Los voltajes de fase y de línea aumentan
gradualmente a lo largo de la línea con el alejamiento del punto de cortocircuito, tal
como se muestra en la Fig. 1. la. El ángulo entre los voltajes y corrientes de fase está
dado por:
XL
θL = arc tan (1.3)
RL
Las anteriores consideraciones son estrictamente válidas para las fallas trifásicas
a tierra provocadas por la conexión errónea de una línea con el equipo de tierra
conectado, después de una reparación. En los casos de fallas trifásicas que no
involucran tierra generalmente hay asimetrías debidas a diferencias en los valores de las
resistencias de falla, que implican alteraciones del diagrama de la Fig. 1.1 a y aparición
de componentes de secuencia negativa. Prácticamente todos los cortocircuitos trifásicos
presentan al menos una pequeña asimetría en su etapa inicial, que se utiliza incluso
para diferenciarlos de las sobrecargas y oscilaciones de potencia.

En los cortocircuitos bifásicos es Ia = 0, Ib = - Ic (si se desprecia la corriente de


carga), y es Vbc = 0 en el punto de falla para el caso de cortocircuito limpio. Si las
impedancias de secuencias positiva y negativa del sistema son iguales, la corriente Ib
está atrasada con respecto a Ebc un ángulo φcc, dado por (1.2). En la Fig. 1.1b se

1-5
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

muestra la variación del diagrama fasorial de voltajes a lo largo del sistema, para un
cortocircuito bifásico limpio en que es φS = φL y se. desprecia la corriente de carga. Los
cortocircuitos bifásicos implican la presencia de componentes de secuencia positiva y
negativa en el voltaje y la corriente.
En los cortocircuitos bifásicos a tierra en redes con neutro aislado o con
aterrizamiento resonante, la única diferencia con respecto al cortocircuito bifásico es que
se origina un corrimiento del potencial del neutro del sistema con respecto a tierra, lo
que trae como consecuencia que en el voltaje aparece una componente de secuencia
cero.
En los sistemas sólidamente aterrizados los cortocircuitos bifásicos a tierra
provocan grandes disminuciones de los voltajes de línea y de fase (en el punto de la falla
son cero), y aparecen componentes de secuencia cero en los voltajes y corrientes. La
corriente de secuencia cero puede ser mayor o menor que la correspondiente a un
cortocircuito de línea a tierra en el mismo punto, en dependencia de los valores de las
distintos componentes de secuencia de la impedancia del sistema.
Los cortocircuitos monofásicos a tierra pueden originar valores elevados de
corriente en los sistemas con aterrizamiento sólido (X0/X1 < 3), en los cuales se ponen a
tierra los neutros de todos los autotransformadores y los de todos o algunos
transformadores. Este tipo de aterrizamiento se utiliza por lo general en las redes de
todos los niveles de voltaje del sistema eléctrico de potencia. Es realmente efectivo a
partir de 34.5 kV, ya que en las redes de distribución (4.16 y 13.2 kV) la caída a tierra de
un conductor no provoca corrientes de altos valores, debido a la elevada resistencia de
contacto entre el conductor y tierra. En este tipo de cortocircuito aparecen las tres
componentes de secuencia, tanto en la corriente como en el voltaje. La corriente de
secuencia cero está atrasada con respecto a la FEM Ea un ángulo:
X1 + X2 + X0
Φ’cc = arc tan (1.4)
R1 + R2 + R0 + 3Rf
donde Rf es la resistencia de falla, que siempre está presente en este tipo de
cortocircuito.
Por lo general la protección se brinda por separado para los cortocircuitos que no
involucran tierra (trifásicos y bifásicos) y para los cortocircuitos a tierra. Se tienen, por
tanto, protecciones de fase y de tierra que son relativamente independientes. Como
regla, las protecciones contra cortocircuitos a tierra responden a las componentes de
secuencia cero de la corriente o el voltaje, lo que ocasiona un conjunto de ventajas.
El tiempo admisible de desconexión de los distintos tipos de cortocircuitos
depende fundamentalmente de su efecto sobre la estabilidad del sistema, aunque
también hay que considerar el efecto de las reducciones de voltaje sobre los
consumidores, y el daño que puede ocasionar la corriente a los equipos.

1-6
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

1.3.2 Contactos monofásicos con tierra en redes con neutro aislado o


aterrizamiento resonante

En los sistemas con neutro aislado de tierra o con aterrizamiento resonante, el


contacto con tierra de un conductor de fase no constituye un cortocircuito, pues la
corriente a tierra es de valor reducido. En este caso el triángulo de voltajes de línea no
se altera y no se interrumpe el suministro normal a los consumidores. Sin embargo, los
voltajes a tierra de las fases no falladas aumentan √3 veces, lo que somete al
aislamiento a un esfuerzo dieléctrico, que puede originar una segunda falla de otra fase
a tierra, lo que sí constituye un cortocircuito doble a tierra. Este tipo de aterrizamiento se
utiliza más bien en algunos sistemas industriales, pero en Europa también puede
encontrarse en redes de subtransmisión y distribución de sistemas eléctricos de
potencia.
Como regla, la protección contra contactos monofásicos a tierra solamente
señaliza, aunque en instalaciones de elevada peligrosidad para el personal es necesario
que origine el disparo de los interruptores.

1.3.3 Fases abiertas

Las aperturas de fases en las líneas de transmisión pueden tener duración breve,
como en los casos de operación monopolar de los interruptores con ulterior recierre
automático, o ser de larga duración, como en las situaciones de rotura de conductores,
daño en algunas fases de los interruptores al ocurrir su apertura, u operación intencional
de la línea en ese régimen al procederse a su reparación o mantenimiento fase a fase.
Un análisis detallado del régimen de apertura de fases en redes con neutro
sólidamente aterrizado permite concluir que este tipo de falla no representa un peligro
grave para el sistema y no requiere una inmediata eliminación. Sin embargo, las
componentes de secuencia negativa pueden provocar daños en las máquinas eléctricas
rotatorias y originar disparos incorrectos en algunas protecciones, y además las
componentes de secuencia cero originan interferencias en las líneas de comunicación.
Es por esto que en muchos casos es deseable eliminar automáticamente las fallas por
fases abiertas; esto ocurre, por ejemplo, cuando la falla es simultánea con un
cortocircuito.
En la actualidad se admiten regímenes de operación con fases incompletas
provocados intencionalmente con el objeto de elevar la fiabilidad del suministro eléctrico
de consumidores alimentados desde un solo punto, o de conservar los enlaces en el
sistema. Estos regímenes, tanto de corta duración como prolongados, deben
considerarse al concebir y calcular los ajustes del esquema de protección.

1-7
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

1.4 REGÍMENES ANORMALES EN SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

Los regímenes anormales de operación son las alteraciones de los parámetros


del sistema que ocurren en ausencia de fallas. Los tipos que deben considerarse a los
efectos de la protección son:
a) Sobrecorrientes.
b) Oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo.
c) Valores transitorios elevados de la corriente de magnetización de
transformadores.
d) Corrientes de autoarranque o de restablecimiento de carga fría.

1.4.1 Sobrecorrientes

Las sobrecorrientes someten a los equipos a un régimen de calentamiento


excesivo que puede dañarlos. Pueden deberse a sobrecargas, en cuyo caso no se
recomienda provocar la desconexión automática del elemento, sino tomar medidas para
reducir la carga paulatinamente, o a cortocircuitos externos al elemento protegido, en
que ha fallado la protección que debía operar; en este último caso sí es necesaria la
desconexión automática del elemento sometido a la sobrecorriente.

1.4.2 Oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo

Las oscilaciones de potencia entre las máquinas sincrónicas de un sistema


eléctrico de potencia se originan, por lo general, como consecuencia de la desconexión
tardía de un cortocircuito, o por la desconexión de una línea de enlace o una planta
generadora por cualquier causa. En los casos más graves puede llegarse a la pérdida de
sincronismo entre las máquinas del sistema. Estos regímenes también se presentan
cuando se utilizan en el sistema dispositivos de recierre automático asincrónico de
interruptores.
Para el caso de un sistema trifásico simple de dos máquinas con una sola línea
de enlace, la corriente que circula por cualquiera de las fases de esa línea en un
régimen simétrico de operación está dada por:
EA - EB
I = (1.5)
ZA + ZL + ZB
donde EA y EB son las FEM de las máquinas, cuyas impedancias son, respectivamente,
ZA y ZB, y ZL es la impedancia de la línea.
Como consecuencia de la oscilación de potencia se origina la variación con el
tiempo del ángulo de defasaje δ entre las FEM, y la corriente I adquiere un carácter
pulsante. Su valor máximo ocurre para valores de δ cercanos a 180º, en cuyo caso
puede ser mayor que la corriente de cortocircuito, y su valor mínimo para valores de δ

1-8
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

cercanos a 0º. Los voltajes del sistema adquieren también un carácter pulsante, y sus
oscilaciones mayores ocurren en el denominado centro eléctrico del sistema (punto en
que el voltaje toma el valor mínimo). El período de estas oscilaciones es del orden de 0.1
a 3 s; los valores bajos son característicos de los regímenes asincrónicos, mientras que
los altos son típicos del inicio del proceso de oscilación de potencia, o de su final,
cuando está a punto de restablecerse el sincronismo.
Las protecciones contra cortocircuitos tienen por lo general tendencia a operar
durante las oscilaciones de potencia, ya que éstas provocan -al igual que los
cortocircuitos- elevaciones de la corriente y reducciones del voltaje. Tal operación de las
protecciones no es deseable, pues puede provocar afectaciones en el sistema en
situaciones que no necesariamente son críticas. En muchos casos se utilizan
dispositivos especiales para evitar la operación incorrecta de las protecciones contra
cortocircuitos por efecto de las oscilaciones de potencia. Por otra parte, si como
consecuencia de las oscilaciones de potencia llega a perderse el sincronismo, es
entonces necesario dividir automáticamente el sistema en puntos determinados de
antemano, de modo que en las partes aisladas del sistema se tenga un balance
aproximado de generación y carga. Para desempeñar esta función se utilizan también
dispositivos especiales.

1.4.3 Corrientes de magnetización de transformadores

La corriente de magnetización de los transformadores y autotransformadores, que


en régimen normal es del orden del 2 al 5% de la corriente nominal, puede tomar valores
elevados, varias veces superiores al nominal, durante los procesos transitorios
asociados con la conexión del transformador al voltaje del sistema, o con la recuperación
del voltaje después de la desconexión de un cortocircuito exterior. La corriente es
diferente para cada fase del transformador y contiene -además de una componente
aperiódica- un por ciento elevado de armónicos superiores. Esta situación debe tenerse
en cuenta en las protecciones de transformadores contra cortocircuitos, y también en
algunas protecciones de líneas contra cortocircuitos a tierra.

1.4.4 Corrientes de autoarranque o de restablecimiento de carga fría

Las denominadas corrientes de autoarranque tienen lugar cuando ocurre la


reconexión automática exitosa de una línea después de la operación de su protección
como respuesta a un cortocircuito transitorio. Pueden también presentarse por la
recuperación del voltaje después de la eliminación por la protección de un cortocircuito
en otra línea. El caso más crítico ocurre cuando se restablece el servicio en una red
después de una interrupción prolongada. Los valores elevados de corriente se deben al
autoarranque de los motores asincrónicos después de la reducción de velocidad que
experimentan durante la ausencia de suministro o reducción del voltaje debida al

1-9
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

cortocircuito, o a su arranque después de su total parada durante una pérdida


prolongada de suministro. Estas corrientes son de corta duración (menos de 10 s), por lo
que no provocan daños en los equipos, pero sí deben tenerse en cuenta al calcular los
parámetros de ajuste de las protecciones.

1.5 RELEVADORES

La función de protección se realiza mediante los siguientes dispositivos y equipos:


a) Relevadores, que actúan sobre los interruptores, y que se utilizan en
instalaciones eléctricas de voltajes superiores a 1000 V.
b) Fusibles, que se utilizan en instalaciones industriales y otras en diferentes
niveles de voltaje, así como en las redes de distribución y subtransmisión del
sistema eléctrico de potencia.
c) Interruptores automáticos, que se utilizan para la protección de instalaciones
de voltajes inferiores a 1000 V.
d) Restauradores automáticos o recerradores, que se utilizan en las redes
aéreas de distribución del sistema eléctrico de potencia.
El relevador de protección, también denominado relé, es un dispositivo
automático destinado a provocar un cambio brusco en los sistemas por él controlados
(como regla, en los circuitos eléctricos de mando o señalización) para valores dados de
las señales de entrada, que caracterizan determinados fenómenos externos. Por lo
general los relevadores utilizados en protección tienen señales eléctricas de entrada, y
se denominan relevadores eléctricos. De la anterior definición se deduce que la función
de los relevadores de protección es la de transformar las señales eléctricas de entrada
(generalmente de naturaleza analógica) en señales discretas de salida, que actúan
sobre determinados sistemas controlados (que provocan la desconexión del elemento
del sistema protegido por acción de los interruptores u originan señales de alarma), o
están ausentes.

1.6 ESTRUCTURA GENERAL DE UNA PROTECCIÓN

En la Fig. 1.2 se muestra el esquema estructural de una protección. La parte de


medición (bloque 1) que incluye los órganos de medición, controla continuamente el
estado del elemento protegido y determina las condiciones de operación en dependencia
de los valores de las señales de entrada. La parte lógica (bloque 2) forma las señales de
salida en dependencia de la combinación y secuencia de llegada de las señales
procedentes de la parte de medición. Con frecuencia la parte lógica no actúa
directamente sobre los interruptores, sino a través de un órgano de salida (bloque 3).
La parte de medición de la protección recibe información sobre las corrientes y
voltajes del punto de conexión de la protección a través de los transductores primarios
de medición (transformadores de corriente (TC) y de potencial (TP)). En ciertos tipos de

1-10
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

protecciones las partes de medición y lógica reciben también información del otro
extremo del elemento protegido por canales especiales de comunicación.

En el esquema de protección se incluyen también órganos de señalización


(bloque 4), que emiten señales indicadoras de la operación de la protección completa y,
en ocasiones, de algunas de sus partes. El esquema comprende también la fuente de
corriente operativa (bloque 5), que sirve para la alimentación de las partes de medición y
lógica, y de los órganos de salida y de señalización.
En la Fig. 1.3 se muestra el circuito básico de CD utilizado para el disparo del
interruptor; el cierre del contacto del relevador (bloque 3 de la Fig. 1.2) energiza el la

1-11
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

bobina de disparo del interruptor (52TC) y una bobina de sello (SI) a través del
contacto 52a del interruptor (el cual tiene el mismo estado del interruptor). Debido a la
característica inductiva del circuito, aunado a la reducida capacidad de corriente del
contacto del relevador, se utiliza un contacto de sello, que además tiene la función de
asegurar la operación del interruptor en caso de que el contacto del relevador se abriera
antes de tiempo.

1.7 PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS Y CONTRA REGÍMENES


ANORMALES

Las protecciones contra cortocircuitos pueden subdividirse en dos tipos: primarias


y de respaldo. La protección primaria es la que debe operar en caso de cortocircuitos en
el elemento protegido, en el menor tiempo posible. En cada elemento se establece una
zona de protección primaria (ver Fig. 1.4), y las distintas zonas se traslapan, de modo
que no quede sin protección primaria parte alguna del sistema. Cuando ocurre un
cortocircuito en una zona, la protección correspondiente provoca el disparo de todos los
interruptores de esa zona; es evidente que cuando el cortocircuito está situado en el
traslape entre dos zonas, dispara un número de interruptores mayor que el mínimo
necesario, pero este problema es menos grave que el que pudiera ocurrir si las zonas no
se traslaparan, y se quedara alguna parte del sistema sin protección primaria. Es
conveniente que el traslape de las zonas se haga alrededor de los interruptores
(Fig. 1.5).

1-12
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

En este caso, la ubicación de los transformadores de corriente define el inicio de


las zonas de protección primaria, tal y como se muestra en la Fig. 1.5.

La protección de respaldo es la que debe operar en lugar de la protección


primaria en caso de fallo de ésta, o de que esté fuera de servicio. La protección de
respaldo puede ser de tipo remoto, es decir, brindarse desde una planta o subestación
diferente de aquella en que está la protección primaria, o de tipo local, que está situada
en la propia subestación de la protección primaria.
En la Fig. 1.6 se muestra un área de un sistema eléctrico, que puede servir de
base para introducir el concepto de respaldo remoto. En caso de cortocircuito en la
línea CD, su protección primaria debe provocar la apertura de los interruptores 5 y 6; si
no se abre el interruptor 5, perteneciente a la subestación C, deben operar las
protecciones de respaldo situadas en las subestaciones A y B, y abrirse los interruptores
1 y 3. Asimismo, en caso de fallo del interruptor 6, deben abrirse como respaldo los
interruptores 8 y 10. El interruptor 1 es también el respaldo de la protección primaria de
la barra C y de la línea BC, además de ser parte de la protección primaria de la línea AC,
es decir, una misma protección puede hacer las veces de protección primaria de un
elemento, y de respaldo de las protecciones primarias de todos los elementos
adyacentes al propio. La protección de respaldo debe tener un retardo de tiempo en su
operación, para dar la posibilidad de operar a la protección primaria, y solo operar en
caso de fallo de ésta.

1-13
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

El respaldo remoto se justifica por el hecho de que la protección de respaldo no


tiene ningún elemento en común con la primaria respaldada (ni siquiera la batería de la
subestación), y por tanto, la probabilidad de que ambas fallen es muy reducida. En el
orden económico resulta ventajoso el respaldo remoto, pues utiliza equipos
(transformadores de corriente, relevadores, etcétera) que son comunes con la protección
primaria del elemento propio, es decir, prácticamente no requiere una inversión
adicional. Entre las desventajas del respaldo remoto están la desconexión de un mayor
número de elementos del sistema protegido y su tiempo de operación que es en
ocasiones excesivamente largo.
A diferencia del respaldo remoto, el respaldo local se brinda en la misma
subestación, a través del uso de esquemas especiales como el mostrado en la Fig. 1.7;
en este caso, la línea AB cuenta con un doble esquema de protección primaria (primaria
y respaldo) con el mayor nivel de redundancia posible, lo que permite que ambos
esquemas sean totalmente independientes. Esta redundancia se completa con una
protección de falla de interruptor (R3), que permite la liberación de la falla en caso de
presentarse un problema en el interruptor. Debido a la complejidad del esquema, el
respaldo local se utiliza en los sistemas de 220 kV y voltajes superiores, en que las
subestaciones tienen esquemas complejos y los requerimientos de fiabilidad son
elevados, así como en las plantas generadoras, donde el respaldo remoto no es
aplicable. En muchos casos se utilizan variantes combinadas de respaldos local y
remoto.
La protección contra regímenes anormales de operación es por lo general de tipo
primario solamente. En este caso la protección de respaldo no se justifica, ya que es
relativamente baja la probabilidad de ocurrencia de regímenes anormales. La diversidad
de estas protecciones hace imposible lograr zonas de protección relacionadas entre sí
para los diferentes elementos del sistema.

1-14
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

1.8 PROPIEDADES DE LA PROTECCIÓN

Cuando un esquema de protección contra cortocircuitos se pone en explotación,


comienza a funcionar. Este funcionamiento consiste en la operación para fallas internas
y en la no operación para fallas externas, o para regímenes normales y anormales de
operación del sistema eléctrico. El cumplimiento de estas funciones en el proceso de
explotación de la protección puede afectarse debido a errores en sus órganos, o a rotura
de sus elementos. Esto caracteriza los fallos de funcionamiento, que pueden subdividirse
en fallos de operación (cuando se requiere operación de la protección y no se origina) y
operaciones incorrectas (para cortocircuitos que no requieren operación, o para
regímenes normales o anormales).
Para lograr un funcionamiento adecuado de la protección, ésta debe tener
determinadas propiedades que están muy relacionadas entre sí. Una primera propiedad
de la protección es la confiabilidad que representa la certeza de que la protección opere
cuando deba hacerlo (dependabilidad) y así como la certeza de que no opere cuando no
le corresponda (seguridad). En la actualidad, los esquemas de protección se diseñan
para una máxima dependabilidad, sacrificando la seguridad del esquema.
Una segunda propiedad es la selectividad, que es la propiedad de garantizar la
máxima continuidad del servicio eléctrico con la mínima desconexión de elementos
durante una falla, es decir, lograr la desconexión efectiva de solamente el elemento
fallado del sistema (coordinación de protecciones primarias/respaldo); adicionalmente, la
selectividad de la protección incluye también su capacidad de no operar para
cortocircuitos externos o cuando no hay cortocircuitos.
Una tercera propiedad de la protección es su velocidad de operación, que
garantiza tiempos reducidos de eliminación de las fallas; una mayor velocidad de
operación mejora la estabilidad del sistema y reduce el daño al equipo que sufrió la falla,
además de que mejora la calidad de la energía suministrada a los usuarios, reflejada a
través de una disminución en la distorsión de las ondas de voltaje y corriente debido a
la falla.
Otra propiedad es la sensibilidad, que refiere a la capacidad de la protección de
operar para cualquier falla que ocurra dentro de su zona de protección, aún las más
pequeñas; en este sentido las fallas de alta impedancia imponen una limitación de
sensibilidad a las protecciones, habiendo casos en que las corrientes de falla son
menores que las corrientes de carga del circuito fallado. También la aparición de
generadores independientes en distintos puntos del sistema ocasiona problemas de
sensibilidad, ya que su aportación a una falla es reducida y puede ser difícil de
discriminar.
La quinta propiedad de la protección es su simplicidad, propiedad mediante la
cual se garantiza que el equipo pueda ser explotado al máximo con un mínimo de
requerimientos.

1-15
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

Finalmente, la sexta propiedad de la protección es que sea económica; esta


propiedad no se refiere al costo del equipo de protección únicamente, sino a la relación
existente entre el costo del equipo que se va a proteger y el costo total de la protección,
además de considerar el costo asociado al mantenimiento y reparación del equipo en
caso de que la protección no operar adecuadamente.
Las consideraciones anteriores sobre las propiedades de la protección contra
cortocircuitos son en general también aplicables a las protecciones contra regímenes
anormales de operación, y a aquellas protecciones contra determinadas fallas, para las
cuales se permite la operación del sistema durante cierto tiempo con la falla presente.
En estos casos hay que tener en cuenta en el análisis las condiciones específicas de
funcionamiento de estas protecciones.

1.9 CLASIFICACIÓN DE LAS PROTECCIONES POR SU SELECTIVIDAD

De acuerdo con el método aplicado para lograr la selectividad para fallas externas
a la zona protegida, las protecciones pueden dividirse en dos tipos: las que poseen
selectividad absoluta y las que poseen selectividad relativa (ver Fig. 1.9). Las
protecciones con selectividad absoluta operan solamente para cortocircuitos en la zona
protegida, por lo que son por lo general protecciones instantáneas, lo cual constituye su
ventaja fundamental. En estas protecciones se hace una comparación directa o indirecta
de las señales eléctricas provenientes de todas las interconexiones del elemento
protegido con el resto del sistema (protecciones longitudinales), o una comparación
directa de las señales eléctricas provenientes de dos o más líneas que llegan a una
barra (protecciones transversales).

En las protecciones con selectividad absoluta pueden compararse los valores


instantáneos de las corrientes, o solamente sus fases, y también los signos de las
potencias o, en ocasiones, la dirección de las corrientes instantáneas.
Las protecciones con selectividad relativa, a diferencia de las anteriores, pueden
operar tanto para cortocircuitos dentro de la zona protegida (protección primaria), como
en los elementos adyacentes (protección de respaldo). Para lograr su selectividad para
cortocircuitos fuera de la zona protegida, estas protecciones deben operar en estos
casos con tiempos mayores que los de las protecciones primarias de los elementos del
1-16
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

sistema adyacentes. A este grupo pertenecen las protecciones de corriente, las


direccionales de corriente y las de distancia. Su selectividad para cortocircuitos externos
se logra mediante una selección adecuada del retardo de tiempo de la protección y de
los parámetros de ajuste de los órganos de medición, así como el control del sentido de
flujo de la potencia del cortocircuito, si es necesario. La posibilidad de seleccionar estos
parámetros está dada por las leyes de variación de las corrientes, voltajes y signos de
las potencias que caracterizan a los cortocircuitos en diferentes puntos del sistema
protegido.

1.10 ESTADO ACTUAL Y TENDENCIAS DE DESARROLLO EN LA PROTECCIÓN


DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENCIA

La complejidad del sistema eléctrico de potencia como objeto de protección se ha


incrementado considerablemente en los últimos años en los distintos países; ejemplos
de ello son el aumento de la capacidad de las unidades de generación en relación con la
de todo el sistema, la creciente necesidad de transmitir grandes bloques de potencia a
través de líneas largas, y el incremento de las restricciones de todo tipo a la
construcción de nuevas líneas, lo que tiende a reducir cada vez más la redundancia de
la red de transmisión. Todo esto hace que el sistema deba operar en condiciones
cercanas a las críticas, e impone a su protección requerimientos muy exigentes en
cuanto a velocidad, sensibilidad, selectividad y fiabilidad. La técnica de la protección de
sistemas eléctricos de potencia ha experimentado un desarrollo considerable en las dos
últimas décadas. Las investigaciones en esta área pueden subdividirse en dos grandes
grupos: los estudios sobre el sistema a proteger y sus elementos en lo referente a su
comportamiento en condiciones anormales de operación, y el desarrollo de nuevos
principios, sistemas y equipos de protección, y de métodos para su diseño y análisis de
operación.

1.10.1 Estudios sobre el sistema a proteger y sus elementos

Estudios de cortocircuitos y programas para el cálculo automatizado de


parámetros de ajuste de protecciones. La utilización de la computadora digital para
realizar los cálculos de cortocircuitos necesarios para la determinación de parámetros de
ajuste de protecciones es práctica generalizada en la actualidad. Se han desarrollado
también programas que incorporan información sobre los tipos de relevadores
disponibles y realizan los cálculos en forma automática; algunos de ellos incluyen la
función de simular cortocircuitos y comprobar la operación de las protecciones,
ajustadas según los parámetros calculados.

Estudios de estabilidad transitoria. La simulación digital del efecto de las


oscilaciones de potencia sobre los distintos tipos de relevadores ha sido objeto de

1-17
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

estudio en distintos países. En algunos programas de análisis de estabilidad transitoria


se ha incluido la modelación de relevadores de sobrecorriente, direccionales, de
distancia y de disparo intencional por pérdidas de sincronismo, así como la simulación
de los disparos provocados por la operación de esas protecciones. La modelación por lo
general se basa en la suposición de que la oscilación de potencia es un fenómeno
simétrico, por lo que a los relevadores llegan señales de voltaje y corriente de secuencia
positiva; se supone también que durante la oscilación no hay variaciones de frecuencia
de las señales, sino solamente de sus módulos y ángulos.
La utilización cada vez mayor de los esquemas de disparo y recierre monopolar
de líneas de transmisión da la posibilidad de que ocurran oscilaciones de potencia en
presencia de asimetrías del sistema, adicionales a las originadas por los propios
cortocircuitos; el efecto de estas asimetrías sobre los relevadores de protección durante
las oscilaciones de potencia debe ser sometido a un estudio riguroso. Por otra parte, es
recomendable evaluar el error que introduce la suposición de frecuencia constante
durante la oscilación de potencia, teniendo en cuenta la dependencia de la frecuencia de
los parámetros de operación de los distintos tipos de relevadores.

Estudios de comportamiento dinámico de la frecuencia. Se han desarrollado


modelos dinámicos muy completos de los sistemas de potencia, que permiten determinar
el comportamiento de la frecuencia en los nodos durante intervalos hasta de varios
segundos, y que incluyen la simulación de los relevadores de los esquemas de corte de
carga por frecuencia.
El perfeccionamiento de estos modelos, incluyendo los de los relevadores, y su
aplicación a estudios para el perfeccionamiento de los esquemas de corte de carga por
frecuencia, es una tarea de actualidad, sobre todo en sistemas de configuración
alargada y con fuentes de generación alejadas de los centros de carga que determinan
un comportamiento dinámico crítico, a diferencia de los sistemas con mayor nivel de
interconexiones en la red de transmisión.

Simulación de fenómenos transitorios electromagnéticos. En la actualidad existen


programas para el análisis del comportamiento del sistema eléctrico de potencia durante
los procesos transitorios de naturaleza electromagnética, como el EMTP, el
PSCAD/EMTDC y MicroTRAN. No obstante ello, algunos investigadores han abordado el
problema de la simulación completa del sistema, los transductores primarios de corriente
y potencial, y los relevadores de protección. En los últimos tiempos se ha venido
haciendo énfasis fundamentalmente en la modelación de los nuevos tipos de
transductores primarios y relevadores, para poder estudiar su comportamiento en el
estado transitorio y tomar las medidas correctivas necesarias en su diseño.

Investigaciones sobre los elementos del sistema. El estudio del comportamiento


de los elementos del sistema en presencia de cortocircuitos y regímenes anormales de

1-18
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

operación, para determinar las características más adecuadas y los parámetros de


ajuste de sus protecciones, ha sido objeto de atención por muchos investigadores. El
surgimiento de las protecciones microprocesadas y las posibilidades de ejecutar en ellas
algoritmos de protección novedosos han dado un nuevo impulso a estos estudios.
Se continúan investigando, por ejemplo, el efecto de las sobrecargas balanceadas
y desbalanceadas sobre las máquinas eléctricas rotatorias asincrónicas y sincrónicas, y
el comportamiento de la corriente de magnetización de los transformadores en los
estados transitorios asociados con su conexión o con variaciones bruscas del voltaje.
Las líneas largas de transmisión son objeto de investigación desde el punto de vista de
protección, ya que la compensación serie capacitiva es fuente de armónicos que afectan
la operación de los relevadores, y puede causar resonancia subsincrónica, con el
consiguiente peligro para los ejes de los generadores. La compensación paralelo de
potencia reactiva utilizada en estas líneas también plantea problemas para su
protección.
Otra área de investigación ha sido el estudio del fenómeno de propagación de
ondas viajeras en líneas de transmisión de alto voltaje, utilizando modelos con
parámetros distribuidos y dependientes de la frecuencia; estos trabajos ha dado lugar a
protecciones denominadas de "onda superpuesta" con tiempos de operación de medio
ciclo (8 ms), sin embargo, se ha demostrado que los tiempos de operación pueden
reducirse aún más.

1.10.2 Desarrollo de nuevos principios y sistemas de protección y de métodos para


su diseño y análisis de operación

El desarrollo de nuevos principios, sistemas y equipos de protección ha estado


favorecido por los avances de la base electrónica disponible. La aplicación de los
dispositivos electrónicos de mediano nivel de integración, que en la década de 1960-70
representó un impulso considerable al desarrollo de los relevadores estáticos de
protección, quedó relegada a un' segundo plano con el surgimiento del microprocesador
y su utilización para realizar funciones de protección. A ello se suman en la actualidad
las posibilidades que brinda la optoelectrónica para el desarrollo de canales de
comunicación de gran capacidad con buen aislamiento eléctrico e inmunidad a las
interferencias electromagnéticas.

Relevadores microprocesados. Los relevadores microprocesados tienen


potencialidad para realizar el cambio automático de sus parámetros de ajuste de
acuerdo con los requerimientos del sistema de potencia. Esta posibilidad de lograr
protecciones adaptivas constituye una ventaja potencial importante de los relevadores
microprocesados, y es objeto de investigación en la actualidad.
Se continúa trabajando en la adaptación de los microprocesadores a las
condiciones ambientales y de interferencias electromagnéticas de una subestación, tanto

1-19
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

desde el punto de vista de las medidas de protección, como de las normas y


especificaciones a cumplir.
Son objeto de estudio los problemas relacionados con la comunicación de los
relevadores microprocesados con las computadoras de los diferentes niveles jerárquicos
de la subestación y el sistema. La utilización de estos relevadores como terminales
inteligentes de la red de computadoras ofrece grandes perspectivas.
En los últimos tiempos se han aplicado métodos predictivos en la técnica de
protección, sobre todo para limitar los efectos de los grandes disturbios y tomar medidas
para evitar colapsos en el sistema. En este sentido, las mediciones fasoriales
sincronizadas han sido utilizadas como base para el desarrollo de sistemas de
supervisión en tiempo real de la respuesta transitoria del sistema de potencia durante
disturbios, principalmente en países como Estados Unidos y Francia.

Transductores de corriente y potencial. La tendencia fundamental en el desarrollo


de los transductores primarios es aumentar el ancho de banda de los transductores, así
como lograr salidas de tipo digital, que son fáciles de transmitir por canales de fibra
óptica o de radio y resolver así los problemas de aislamiento de los transductores en los
niveles muy altos de voltaje. El incremento en el ancho de banda esta enfocado al
desarrollo de nuevos principios de protección utilizando las componentes de alta
frecuencia presentes en las señales de voltaje y corriente debido a la ocurrencia de una
falla.

Canales de comunicación. A los canales tradicionales de comunicación para fines


de protección (hilo piloto, canal de corriente portadora y canal de microonda) se ha
sumado recientemente el canal de fibra óptica, que por su inmunidad a interferencias y
su capacidad para manipular grandes volúmenes de datos con alta velocidad constituye
la solución de algunos de los problemas de comunicación actualmente existentes en los
sistemas de potencia.
Entre los problemas que aún confrontan los canales de fibra óptica están los altos
niveles de atenuación y la falta de consistencia de las características transferenciales de
los transductores electro-ópticos. Ambos problemas limitan en alguna medida la
utilización de este tipo de canal para la transmisión de información analógica.

Supervisión y análisis de la operación de la protección a partir de la información


de tiempo real. La supervisión continua del estado de los esquemas de protección es
una de las vías para elevar su fiabilidad. Esto se logra mediante pruebas a los
relevadores y análisis de su comportamiento durante disturbios del sistema. Las pruebas
periódicas implican la salida temporal de servicio de los relevadores analógicos, y no se
hacen por lo general con la frecuencia necesaria. En los relevadores microprocesados la
situación es más favorable, debido a su capacidad de autocomprobación, que garantiza
su evaluación prácticamente continua. No obstante lo anterior, se continúa trabajando en

1-20
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

el desarrollo de equipos de prueba microprocesados, capaces de realizar en forma


automática pruebas complejas a sistemas de protección de cualquier tipo. Un ejemplo de
ello son los simuladores de tiempo real, como el RTDS y el ARENE, desarrollados en
Canadá y Francia respectivamente; estos equipos tienen la capacidad de simular el
comportamiento dinámico del sistema de potencia y sus controles ante un gran número
de condiciones de operación y tipos de fallas. Simultáneamente durante la simulación, la
información de las variables eléctricas de interés son procesadas, amplificadas y
alimentadas como señales de entrada a los relevadores para analizar su
comportamiento; además, este tipo de simuladores incluyen la facilidad de utilizar los
contactos de salida del relevador como señales de control durante la simulación, lo que
permite evaluar el impacto de la operación de protecciones sobre el sistema eléctrico de
potencia.
Actualmente, el análisis del comportamiento durante disturbios se realiza a partir
de la información registrada por equipos digitales, capaces de procesar y almacenar
información sobre un gran número de señales analógicas, y de comunicarse con otros
equipos de la subestación o remotos; en muchos casos, estas funciones están
incorporadas en los relevadores de protección.
En esta área es importante profundizar en la utilización eficiente de la capacidad
de cómputo disponible en las subestaciones para el análisis y diagnóstico de la
operación de las protecciones, incluyendo la posibilidad de aplicar medidas correctivas
en forma automática.
Debe trabajarse en el desarrollo de algoritmos para el procesamiento de los
grandes volúmenes de información disponibles para el análisis de la operación de las
protecciones. Se ha estudiado el problema del análisis automatizado de fallas, aplicando
incluso técnicas de sistemas expertos, con buenos resultados.
La integración de las funciones de protección y de registro de fallas en un solo
sistema es también un problema que requiere atención. Ambas funciones tienen
elementos en común, pero tienen también algunas diferencias, como por ejemplo, la
frecuencia de muestreo de las señales; para el registro de fallas puede ser necesaria
una frecuencia del orden de 10 kHz, mientras que para protección puede ser menor.

Aplicaciones de la computación. La aplicación de las técnicas de computación ha


constituido un factor importante en el desarrollo del área de protección. La computación
digital se ha utilizado como medio de cálculo para el análisis del comportamiento del
sistema eléctrico y sus elementos durante cortocircuitos y otros regímenes anormales,
como base para la determinación de los parámetros de ajuste de las protecciones; se
han desarrollado incluso paquetes de programas que realizan en forma automática esta
tarea, en régimen de diálogo con el usuario. La simulación digital de los relevadores de
protección y de los transductores primarios de corriente y voltaje ha sido otra aplicación
importante de la computación en este campo; se han desarrollado programas que
permiten estudiar el comportamiento de las protecciones durante procesos transitorios

1-21
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PROTECCIÓN DE SISTEMAS ELÉCTRICOS DE POTENICA

de naturaleza electromagnética o electromecánica, por ejemplo. La computadora digital


ha sido también una valiosa herramienta para el diseño de relevadores estáticos y
esquemas completos de protección. La más reciente aplicación de la computación en
este campo es la realización directa de funciones de protección, control, supervisión y
medición, sobre todo con el advenimiento del microprocesador.

1.11 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[2] J. L. Blackburn, Symmetrical Components for Power Systems Engineering, New
York: Marcel Dekker, 1993.
[3] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research
Studies Press LTD., 1995.
[4] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[5] P. M. Anderson, Power System Protection, New York: McGraw Hill, 1999.
[6] E. Harper, Fundamentos de Protección de Sistemas Eléctricos por Relevadores,
México: Limusa, 1999.
[7] "IEEE Standard Dictionary of Electrical and Electronic Terms, " ANSI/IEEE 100.

1-22
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

CAPÍTULO 2

PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES


DE PROTECCIÓN

2.1 INTRODUCCIÓN

Los relevadores de protección la base de la protección de los sistemas eléctricos


de potencia. De acuerdo al IEEE, los relevadores se clasifican en cuatro tipos, a) de protección, b)
de regulación, c) de recierre y verificación de sincronismo y d) de monitoreo. Los principios de
operación de estos tipos de relevadores son fundamentalmente los mismos, siendo
diferente su área de aplicación. En el presente capítulo se estudia la clasificación de los
relevadores, con énfasis en las aplicaciones de protección, los principios de comparación
de dos señales eléctricas, así como los principios de operación de los órganos de
medición de una y dos señales de entrada, que representan la base del funcionamiento de
cualquier relevador.

2.2 CLASIFICACIÓN DE LOS RELEVADORES POR SU BASE CONSTRUCTIVA

Por su base constructiva, los relevadores pueden subdividirse en electromecánicos


y estáticos. El concepto de relevador estático se refiere comúnmente a aquellos que carecen de
partes móviles, en cuya construcción se utilizan dispositivos electrónicos (válvulas electrónicas o
elementos semiconductores), o elementos magnéticos (amplificadores magnéticos, etcétera). No
obstante lo anterior, en los relevadores estáticos se utilizan en ocasiones relevadores
electromecánicos auxiliares en calidad de elementos de salida.
El desarrollo de los relevadores es un reflejo de la forma en que se han desarrollado la
electromecánica y la electrónica en los distintos países. Los relevadores
electromecánicos comenzaron a aparecer en los albores del presente siglo, debido a los
crecientes requerimientos de protección de los entonces rudimentarios sistemas eléctricos de
potencia. En 1901 surgieron los relevadores de sobrecorriente de inducción; en 1905-1908 se
desarrolló el principio de la protección diferencial de corriente; a partir de 1910 comenzaron
a aplicarse los relevadores direccionales y se comenzó a trabajar en el desarrollo de los
relevadores de distancia, que se hicieron realidad en los primeros años de la década de 1920-30.

2-1
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Los relevadores estáticos han pasado por tres fases en su desarrollo: las de su
construcción a base de válvulas electrónicas, de elementos magnéticos y de elementos
semiconductores. El primer intento de utilizar las válvulas electrónicas para la construcción de
relevadores fue exitoso y dio lugar a un relevador de protección por onda portadora de líneas
de transmisión, alrededor de 1925. En la década de 1930-40 se publicaron varios trabajos sobre la
construcción de relevadores de diversos tipos utilizando válvulas electrónicas. La primera
versión comercial de un relevador estático de distancia a base de válvulas electrónicas se hizo
realidad en 1948. Es necesario señalar que la insuficiente fiabilidad de las válvulas electrónicas
limitó seriamente la utilización de estos primeros relevadores estáticos, con la única excepción de la
protección de líneas por onda portadora.
La utilización de los elementos magnéticos en la construcción de relevadores estáticos se
inició en la década de 1930-40. Trabajos posteriores en esta dirección han demostrado que los
relevadores construidos a base de elementos magnéticos pueden, en ocasiones, llegar a
competir con los electrónicos.
La aplicación de los semiconductores en el campo de la protección de sistemas eléctricos
de potencia comenzó a intentarse desde la década de 1930-40, en relevadores a base
de rectificadores de selenio y óxido de cobre, que no tuvieron aplicación práctica. El
descubrimiento del transistor dio nuevo impulso a esta línea de desarrollo, lo que se demuestra por
el hecho de que en 1949 surgió el primer comparador de fase transistorizado, en 1954 el primer
relevador de distancia transistorizado, y en 1959 y 1961 aparecieron, respectivamente,
versiones comerciales de relevadores de sobrecorriente y de distancia transistorizados.
En forma general puede afirmarse que los relevadores estáticos tienen, sobre los
electromecánicos, numerosas ventajas, entre las cuales están: son más fáciles de construir,
tienen mejores características técnicas y de explotación, y son más baratos. Su
desventaja fundamental es que requieren una fuente adicional para la alimentación de
los circuitos electrónicos, pero esto actualmente es un problema prácticamente resuelto.
La tendencia principal en el desarrollo de la protección de sistemas eléctricos de potencia
es lograr dispositivos que requieren gastos mínimos de explotación; la misma debe, en
lo fundamental, reducirse al cambio de determinados bloques funcionales, según se requiera. Una
segunda tendencia es el desarrollo de dispositivos con mejores características técnicas,
en particular en cuanto a sensibilidad y velocidad de operación. La aplicación de
elementos semiconductores da respuesta a estas dos tendencias.
El desarrollo actual de la microelectrónica ha permitido perfeccionar los relevadores, con
respecto a los construidos a base de transistores y diodos. Los relevadores construidos
utilizando circuitos integrados se caracterizan por: alta fiabilidad, elevada sensibilidad, consumo
pequeño de potencia de las fuentes de alimentación y de señales, alto grado de unificación,
elevada precisión, simplicidad de sus ajustes, alta estabilidad térmica, tamaño reducido y
elevada velocidad de operación.
Un enfoque novedoso al problema de la protección de sistemas eléctricos de potencia es
la utilización de medios de computación digital para realizar funciones de protección. Desde 1960
se desarrollan trabajos en esta dirección, y ya existen muchas versiones comerciales de sistemas

2-2
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

de este tipo. La considerable reducción del costo de los sistemas de microprocesadores los hace
factibles de aplicar en esquemas de protección de elementos del sistema eléctrico de potencia, en
que el microprocesador realice no solamente funciones de protección, sino también de medición y
control.
Los relevadores microprocesados compiten ya en costo con sus homólogos analógicos
(electrónicos o electromecánicos), sobre todo en las versiones de mayor nivel de complejidad, y la
tendencia es a seguir disminuyendo su costo, mientras que el de los relevadores analógicos tiende
a aumentar. La capacidad de autodiagnóstico de estos relevadores permite alcanzar
índices de fiabilidad mayores que los de los analógicos. Los relevadores microprocesados son
totalmente compatibles con la tecnología digital que se va introduciendo paulatinamente en los
sistemas de potencia para la realización de funciones de medición, comunicaciones y control, así
como con los nuevos transductores de corriente y voltaje con salida digital y con los canales de
comunicación de fibra óptica. Una ventaja importante de los relevadores microprocesados es su
flexibilidad para realizar distintas funciones adicionales a las de protección, y su capacidad para
comunicarse con otras computadoras, que pueden en conjunto conformar una red a nivel de la
subestación o del sistema.
Esta evolución se puede observar en la gráfica de la Fig. 2.1, donde se aprecia la tendencia
actual en el desarrollo de relevadores digitales.

2.3 ESTRUCTURA GENERAL DE UN RELEVADOR

En la Fig. 2.2 se muestra el esquema estructural de un relevador eléctrico. Sus elementos


funcionales son: elemento de entrada (1), de conversión (2), de comparación (3), de tiempo (4),
de salida (5) y de ajuste (6).

2-3
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

En los elementos de entrada y de conversión se hacen transformaciones analógicas a


las señales de entrada, para obtener otras más apropiadas para la comparación, que se efectúa
en el elemento de comparación, cuya señal de salida es de naturaleza discreta. En el elemento de
tiempo se introduce el necesario retardo de tiempo en la operación del relevador. El elemento de
salida amplifica la señal discreta resultante de la comparación y emite una señal, también
discreta, que origina el cambio de estado de los sistemas controlados. El elemento de ajuste
permite introducir modificaciones en los valores de los parámetros de ajuste del relevador.

En muchos casos los relevadores no contienen todos los elementos funcionales


mostrados en la Fig. 2.2 y no siempre los elementos aparecen totalmente diferenciados, ya que
por razones constructivas o de diseño se unen algunas de ellas en un solo bloque. Por
otra parte, tanto el desarrollo tecnológico de la base constructiva de los relevadores,
como el incremento de su complejidad, implican una cierta agrupación de las funciones de los
elementos anteriormente analizados, lo que sugiere representar los relevadores eléctricos por un
esquema estructural de mayor nivel de generalidad, como el mostrado en la Fig. 2.3.
El relevador puede considerarse formado por dos partes integrantes: la parte de
medición, que contiene los órganos de medición (bloque 1) y la parte lógica (bloque 4). En los
órganos de medición se determina si las señales de entrada cumplen determinadas condiciones y
se emiten señales discretas de salida, que tienen un valor si las condiciones se cumplen, y
otro, si no se cumplen. Como ejemplos de órganos de medición pueden citarse: los de corriente y
voltaje, cuya operación depende del valor de una corriente o de un voltaje; los direccionales, cuya
operación depende del ángulo entre voltaje y corriente; los diferenciales, cuya operación depende
de la diferencia entre dos señales, generalmente corrientes; los de distancia, cuya
operación depende de la relación por cociente entre voltaje y corriente, y los de frecuencia, cuya
operación depende de la frecuencia.

2-4
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Un órgano de medición puede dividirse en dos partes: el esquema de medición (bloque 2) y


el esquema de comparación (bloque 3). El esquema de medición hace una transformación
analógica de las señales de entrada y forma nuevas señales, que dependen fundamentalmente de
los parámetros que interesan para la comparación. Así por ejemplo, de tres voltajes o
corrientes de fase se forma la componente de secuencia negativa; de una magnitud no
sinusoidal se obtiene el primer armónico y de un voltaje V y una corriente I se obtiene un voltaje
proporcional a V + k I, donde k es un coeficiente complejo constante.
La segunda parte del órgano de medición es el esquema de comparación, a cuya entrada
se aplican las señales analógicas de salida del esquema de medición; en dependencia de los
valores de los parámetros de estas señales, a la salida del esquema de comparación aparece
uno de los dos valores posibles de su señal discreta de salida. Con frecuencia uno de los dos
es cero, es decir, la señal de salida aparece o no aparece. Así por ejemplo, en un esquema de
comparación de amplitud de E1 Y E2 la señal de salida aparece para E1 > E2 y no aparece
para E1 < E2; en un esquema de comparación de fase de E1 Y E2 la señal de salida aparece
cuando el ángulo entre ellas está dentro de cierto intervalo de valores, y no aparece cuando el
ángulo está fuera de ese intervalo.
La segunda parte de un relevador es la parte lógica. Si el relevador tiene varios órganos de
medición, son posibles distintas combinaciones de sus señales discretas de salida; para
algunas de esas combinaciones, a la salida del relevador debe aparecer una señal, para otras,
otra señal. En ocasiones, la señal de salida del relevador depende también del tiempo
de aparición de las señales de salida de los órganos de medición. La parte lógica, por
tanto, transforma información discreta de entrada en información discreta de salida, está
compuesta por elementos lógicos y de tiempo, y contiene, además, elementos indicadores del
estado del relevador, así como elementos de salida.
Debe señalarse que en los últimos años se han desarrollado relevadores de protección que
responden a señales de entrada de naturaleza discreta. En este caso se simplifican los

2-5
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

esquemas estructurales de las Fig. 2.2 y 2.3, sobre todo en lo referente al procesamiento de las
señales previo a la comparación.

2.4 CLASIFICACIÓN DE LOS ÓRGANOS DE MEDICIÓN

Los órganos de medición de los relevadores originan una señal discreta de salida
que depende del cumplimiento de determinadas condiciones por las señales de entrada.
Independientemente de los tipos de esquemas de medición y de comparación que compongan un
órgano de medición, el análisis de su operación y su construcción dependen en gran medida del
número de sus señales de entrada. Por esta razón, los órganos de medición se subdividen en tres
grupos fundamentales, que se describen a continuación.

2.4.1 Órganos con una señal eléctrica de entrada

Con frecuencia al órgano de medición se aplica una sola señal de entrada, que
puede ser un voltaje o una corriente. Dicha señal puede ser directamente el voltaje o la
corriente de fase del elemento del sistema protegido, o una función lineal de distintos voltajes y
corrientes. Así por ejemplo, un órgano de medición con una señal de entrada puede
responder a la diferencia de las corrientes de dos fases, a un voltaje de secuencia
negativa, a un voltaje compensado del tipo de V-kI (donde k es un coeficiente complejo
constante), a la derivada de un voltaje con respecto al tiempo, etcétera. El comportamiento de un
órgano de medición con una señal de entrada depende del valor absoluto de esa señal.

2.4.2 Órganos con dos señales eléctricas de entrada

A este tipo de órganos de medición se aplican dos señales de entrada, cada una de las
cuales puede ser un voltaje, una corriente, o una función lineal de voltajes y corrientes.
El comportamiento del órgano depende de cada una de esas señales, por lo que resulta imposible
obtener una función lineal de ambas señales tal, que el órgano responda al valor de esa función,
independientemente de los valores de las señales.

2.4.3 Órganos con tres y más de tres señales eléctricas de entrada

A este grupo pertenecen los órganos de medición más complejos, cuyo comportamiento
depende de tres o más señales de entrada.

2.5 PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS ESQUEMAS DE COMPARACIÓN

La operación fundamental que tiene lugar en el órgano de medición es la


comparación de señales. La misma consiste en la comparación de parámetros de
información dé esas señales, que sean del mismo tipo. En calidad de parámetros de

2-6
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

información para señales de corriente alterna se utilizan la amplitud (valor absoluto), la fase y la
frecuencia, y para señales de corriente directa, el valor y el signo. Por ello, los principios de
comparación de señales eléctricas (y por ende, los principios de operación de los
esquemas de comparación) se subdividen en: comparación de señales eléctricas por su
valor absoluto (comparación de amplitud), por su fase (comparación de fase) y por su
frecuencia (comparación de frecuencia). En la práctica han encontrado aplicación los dos
primeros principios para la construcción de relevadores estáticos; los mismos guardan
correspondencia con los principios de transmisión de información, conocidos como de
modulación-demodulación de amplitud y de fase. El principio de comparación de amplitud
se utiliza en órganos de medición de corriente alterna o directa; el principio de comparación de
fase es aplicable solamente en órganos de medición de corriente alterna. Si el parámetro de
información es la frecuencia de una señal de corriente alterna, en el órgano de medición
el cambio de frecuencia de la señal se transforma en un cambio de amplitud o de fase, y
se efectúa la comparación mediante uno de los principios anteriormente mencionados.
En ocasiones se efectúan simultáneamente las comparaciones de amplitud y de fase, por
lo que puede considerarse que existe, además de los anteriores, el principio de
comparación de amplitud-fase, también conocido como de comparación compuesta o
híbrida.
Resulta particularmente importante el estudio de las comparaciones de fase y de amplitud
de dos señales eléctricas. Ello se debe a los factores siguientes: los órganos de medición de
tres o más señales de entrada se utilizan con poca frecuencia, la teoría general de su operación es
compleja, y no existe un método gráfico generalizado para la representación de sus
características; por otra parte, aún en los órganos de medición de una sola señal de entrada es
necesario efectuar la comparación de dos señales.

2.5.1 Comparación de amplitud de dos señales eléctricas

Un esquema de comparación de amplitud de las señales eléctricas E1 y E2 opera (origina a


su salida una señal de operación) cuando se cumple:

E1 > E2 (2.1)

donde E1 y E2 son los valores absolutos de las señales comparadas, que pueden ser de corriente
directa o alterna. En el caso de corriente alterna pueden compararse señales sinusoidales de
iguales o distintas frecuencias, o los valores eficaces, medio o absoluto de una señal sinusoidal y
una magnitud constante.
La característica de operación de un esquema de comparación de amplitud en el plano
complejo W = E1/E2 es una circunferencia de radio unitario con centro en el origen de coordenadas
(Fig. 2.4); la zona de operación es la exterior al círculo, y la condición de no operación corresponde
a la zona interior del mismo.

2-7
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

La implementación de este esquema de comparación se puede realizar mediante


la comparación de pares electromecánicos en estructuras de atracción e inducción
electromagnética, utilizando elementos basados en el efecto Hall, así como a través de
la comparación de señales de voltaje rectificadas.

2.5.2 Comparación de fase de dos señales eléctricas

Un esquema de comparación de fase de las señales eléctricas E1 y E2 (señales


sinusoidales de la misma frecuencia) opera cuando se cumple la condición:

φ1 < φ < φ2 (2,2)

donde φ es el ángulo de defasaje entre las señales E1 y E2 (φ es positivo cuando E1 está


adelantada con respecto a E2), y (φ1 y φ2 son magnitudes constantes, conocidas como
límites angulares del esquema de comparación de fase.

La característica de operación de un esquema de comparación de fase en el


plano complejo W = E 1 /E 2 se muestra en la Fig. 2.5. La misma está compuesta por dos
segmentos de recta que parten del origen de coordenadas, caracterizados por las ecuaciones:

Arg. W = Arg. (E 1 /E 2 ) = φ1
(2.3)
Arg. W = Arg. (E 1 /E 2 ) = φ2

La zona de operación es la comprendida entre ambos segmentos de recta, y se


describe mediante un desplazamiento desde el segmento con ángulo φ 1 hasta el

2-8
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

segmento con ángulo φ 2 en sentido positivo (en sentido contrario al de las manecillas
del reloj).

La implementación de un esquema de comparación de fase tiene una mayor diversidad de


variantes, como son la comparación de pares electromecánicos o a través de la utilización
elementos basados en el efecto Hall, que son sensibles al ángulo de fase entre las señales de
entrada; también es factible utilizar puentes rectificadores sensibles al defasaje de las señales de
entrada así como la utilización de indicadores indirectos del ángulo de fase, como son el
tiempo coincidencia y la sucesión de intervalos de tiempo calculados a partir de los cruces por cero
de las señales de entrada al esquema.

2.6 ÓRGANOS DE MEDICIÓN DE UNA SEÑAL ELÉCTRICA DE ENTRADA

Para este tipo de órganos de medición todos los valores posibles de la señal eléctrica de
entrada pueden representarse en forma de puntos sobre un eje numérico. Para determinados
valores de la señal de entrada el órgano debe operar, y para otros, no operar. El conjunto de puntos
del eje numérico correspondientes a la operación del órgano es la representación de la zona de su
operación y se denomina zona de operación del órgano (ver Fig. 2.6).
Por lo general un órgano de una señal eléctrica de entrada debe operar para todos los
valores de la señal que sean mayores (órganos de máxima) o menores (órganos de mínima) que
un valor dado. Este valor dado se llama parámetro (voltaje o corriente) de ajuste P0, el
cual puede ser de arranque o de reposición, según el órgano sea de máxima o de mínima.
En este caso la zona de operación se representa mediante una semirrecta que comienza en
el punto que representa el parámetro de ajuste y se extiende hasta el infinito (órgano de máxima,
Fig. 2.6a), o mediante un segmento de recta que se extiende entre los puntos correspondientes al
valor cero de la señal de entrada y al parámetro de ajuste (órgano de mínima, Fig. 2.6b). Son

2-9
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

también posibles órganos que operan para valores de la señal de entrada comprendidos en un
intervalo dado (Fig. 2.6c), o para valores que están fuera de un intervalo dado (Fig. 2.6d). La zona
de operación puede estar compuesta por varios segmentos del eje numérico. En todos los casos la
zona de operación del órgano de una señal eléctrica de entrada se representa sobre el eje numérico
como una semirrecta o como uno o varios segmentos de recta, y los límites de la zona se
representan como puntos sobre dicho eje.

Los órganos de medición de una señal eléctrica de entrada pueden dividirse en


dos grupos: los que responden al valor absoluto de la señal de entrada y los que
responden a la frecuencia de dicha señal.
Los órganos de medición que responden al valor absoluto de la señal de entrada
pueden admitir dos variantes de la comparación de amplitud, que veremos a
continuación.

2.6.1 Comparación del valor absoluto de la señal de entrada S con una magnitud
constante K

El órgano opera cuando se cumple la condición f(S)>K o f(S)<K. Es fundamental en este


caso la estabilidad de la magnitud constante K. En particular se requiere que su valor tenga una
dependencia mínima de la temperatura, el tiempo y otros factores externos, y que satisfaga los
requerimientos de precisión correspondientes a un órgano de medición.
Las magnitudes constantes más utilizadas son: el par mecánico de un muelle; un voltaje (o
corriente) estabilizado; un voltaje (o corriente) que provoque el cambio de estado de un circuito
eléctrico alineal y un intervalo dado de tiempo. La señal eléctrica de entrada S debe convertirse en
una señal f(S) que sea del mismo tipo que la magnitud constante K. Así, cuando se utiliza un
muelle, hay que transformar a S en un par mecánico; cuando se utiliza un voltaje (o corriente)

2-10
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

estabilizado, hay que transformar a S en un voltaje (o corriente) de corriente directa; cuando se


utiliza un circuito eléctrico alinea¡, hay que transformar a S en un voltaje (o corriente) de corriente
directa o alterna; cuando se utiliza un intervalo dado de tiempo, S debe transformarse en un
intervalo de tiempo.
Por lo general la zona de operación de un órgano de medición de una señal eléctrica de
entrada debe ser regulable, es decir, debe ser posible regular el parámetro de ajuste, o, lo que es lo
mismo, el punto (o puntos) que dividen las zonas de operación y de no operación. Esta
regulación puede efectuarse mediante la variación de la magnitud constante K, o por medio del
cambio de la función f(S).
El esquema estructural del órgano de medición descrito anteriormente se muestra en la
Fig. 2.7. El bloque 1 representa el esquema de medición, que permite conformar la función f(S) a
partir de la señal de entrada S; el bloque 2 es un elemento que genera la magnitud constante K en
forma de una señal eléctrica que se compara con la función f(S) en el esquema de
comparación 3; el bloque 4 representa un elemento de regulación, el cual puede incidir sobre f(S) o
sobre K. En ciertos casos pueden faltar algunos elementos del esquema estructural.

Un ejemplo de este tipo de órgano de medición son los relevadores de


sobrecorriente instantáneos, tanto en su versión electromecánica como estática. En los
relevadores electromecánicos la energía del campo se transforma en energía mecánica, que se
manifiesta en el desplazamiento de la parte móvil; por lo general ocurre un desplazamiento angular
a, por lo que se utiliza el concepto de par de rotación. La ecuación general del par de
rotación electromagnético Me(t) (valor instantáneo) es:

d We(t) (2.4)
Me(t) =

donde We(t) es la energía electromagnética del campo en el instante t. En la práctica los
relevadores utilizan solamente la componente magnética de esta energía, que puede
expresarse por:

2-11
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

(2.5)

donde ii ij son -respectivamente- las corrientes en los circuitos i y j del relevador, y Li, Mi,j
son, respectivamente, los coeficientes de autoinducción e inducción mutua de los circuitos
de corriente.
En los relevadores con una señal eléctrica de entrada se hace la comparación del par de
rotación Me con un par de oposición o retención Mm, originado generalmente por un muelle.
Es necesario también considerar el par de fricción Mf que se opone tanto a la operación como a
la reposición del relevador (Fig. 2.8a).
En los relevadores con dos y más señales de entrada se efectúa la comparación
de magnitudes (pares, por ejemplo) formadas a partir de esas señales. En este caso el par Mm se
hace pequeño, de modo que solo sirva para dar una posición definida a la parte móvil
del relevador cuando no hay señales de entrada (Fig. 2.8b).

Se puede demostrar, que para corrientes sinusoidales, se tiene:

(2.6)

El primer término de (2.6) no depende del tiempo y expresa el valor promedio de Me(t); el
segundo término constituye una componente pulsante de frecuencia doble. Como resultado, sobre
el elemento móvil del relevador actúa un par Me(t) que varía con el tiempo desde cero
2-12
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

hasta un valor máximo, con frecuencia doble. Debido a la inercia del sistema puede
considerarse para el análisis el par promedio dado por el primer término de (2.6). De allí puede
deducirse que la corriente de arranque del relevador Iar (para la cual es Me = Me) tiene un valor
constante que depende del valor de Me y de los parámetros del circuito magnético del relevador.
Ese valor puede variarse modificando el número de vueltas de la bobina mediante derivaciones
(que es lo más utilizado), o el par Me del muelle.
En el caso de relevadores estáticos de sobrecorriente, para efectuar la comparación de
amplitud es posible utilizar uno de los siguientes valores característicos de la corriente alterna de
entrada: valor instantáneo, medio o eficaz. En la Fig. 2.9 se muestran los esquemas
estructurales de relevadores estáticos de sobrecorriente instantáneos que responden al valor
instantáneo (2.9a), medio (2.9b) o eficaz (2.9c) de la corriente de entrada. Elementos comunes a
todos los esquemas son el conversor lineal corriente-voltaje (1), el rectificador (2), el detector de
nivel (3) y el elemento de salida (4); otros elementos posibles son el filtro (5) y el generador no
lineal de funciones (6).

2.6.2 Comparación de las magnitudes E1 y E2, que tienen diferentes relaciones


funcionales con la señal de entrada S

Como regla se hace la comparación de amplitud de las señales E 1 y E 2, aunque


en ocasiones se hace su comparación de fase. Las curvas que representan a E 1 = f1 (S) y E2 = f2
(S) deben intersectarse, tal como se muestra en la Fig. 2.10, para un valor S, que será
el parámetro de ajuste o de arranque. La condición E 1 > E2 se cumple para S > Sa. Si se
requiere cumplir la condición S < Sa, basta con intercambiar las magnitudes E 1 y E2.
2-13
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

El parámetro de ajuste puede ser regulado por variaciones en las funciones f 1 (S)
o f 2 (S), de modo tal que se desplace el punto de intersección de E 1 y E 2 . El esquema
estructural de este órgano de medición se muestra en la Fig. 2.11. Las funciones E 1 y
E 2 formadas a partir de la señal S en los esquemas de medición (1 y 2) se comparan
en el esquema de comparación (3); el elemento regulador (4) permite modificar la zona
de operación del órgano.

2-14
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Debe señalarse que la comparación del valor absoluto de la señal de entrada con
un valor constante (Fig. 2.7) constituye un caso particular de la comparación de dos
funciones derivadas de la señal de entrada (Fig. 2.11); este caso puede representarse por
E2 = f2(S) = K, y la curva que representa a f2(S) en la Fig. 2.10 toma la forma de una línea
recta horizontal.
Este tipo de órganos de medición (Fig. 2.11) tienen su aplicación en los relevadores de
inducción, los cuales basan su operación en la interacción de campos magnéticos alternos
debidos a bobinas inmóviles, con las corrientes inducidas por estos campos en un elemento
móvil no ferromagnético (en forma de disco o de tambor cilíndrico). El par Me está determinado
por el segundo término de la ecuación (2.6), ya que L no varía con el desplazamiento
del elemento móvil. No ocurre par en la interacción de un flujo magnético con la corriente inducida
por él; por ello son necesarios al menos dos flujos magnéticos separados espacialmente, y
defasados en tiempo. Este tipo de relevador solamente funciona con corriente alterna.

En la Fig. 2.12 se muestra un esquema que ilustra el proceso de producción del par en un
relevador de inducción. Se trata de una sección de un elemento móvil en forma de disco de material
no ferromagnético (buen conductor) en el cual inciden, en dos puntos diferentes, los flujos
magnéticos φ1(t) y φ 2(t), defasados en tiempo, dados por las ecuaciones:
φ1(t) = φ1 máx sen ωt
(2.7)
φ2(t) = φ2 máx sen (ωt + φ)

Cada flujo induce una FEM de acción transformadora en el disco, que está atrasada 90º con
respecto a él; cada una origina una corriente en el disco, que se puede suponer en fase con ella,
debido a que el disco constituye un circuito prácticamente resistivo puro. Cada corriente por lo tanto,

2-15
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

puede expresarse por:

d φ1(t)
i1 máx α α φ1 máx cos ωt
d (t)
(2.8)
d φ2(t)
I2 máx α α φ2 máx cos (ωt + φ)
d (t)

De la interacción de cada flujo con la corriente correspondiente al otro flujo surge


una fuerza que actúa sobre el elemento móvil en el punto en que ese flujo incide en él. En la
Fig. 2.12 se han representado los sentidos de circulación de las corrientes en un instante en
que ambos flujos son positivos y están aumentando sus valores; aparecen también las
fuerzas resultantes de ambas interacciones, que son colineales y de sentidos opuestos.
La fuerza resultante de ambas dará lugar a un par Me(t) en el disco, si su eje de giro no está
situado sobre la recta determinada por ambas fuerzas. Este par está dado por:

Me(t) α F2 – F1 α φ2(t) i1 - φ1(t) i2 (2.10)

Sustituyendo las expresiones (2.7) y (2.8) en (2.9), e introduciendo una constante de


proporcionalidad k' y sustituir, además, los valores máximos de los flujos por sus valores
eficaces, la ecuación toma entonces la forma:

Me(t) = k’ φ1 φ2 sen φ (2.10)

El valor del par Me(t) depende de los valores modulares de los flujos, y de su ángulo de
defasaje. Existe, por tanto, la posibilidad de utilizar este sistema para la comparación de fase de dos
señales, cada una de las cuales se aplica a una bobina del relevador, aunque también puede
utilizarse para generar un par con una sola señal de entrada, que origina ambos flujos (en
este caso φ es constante); ese par puede compararse, por ejemplo, con el de un muelle.
En el caso de los relevadores de sobrecorriente el principio de inducción electromagnética
se aplica en una estructura con elemento móvil en forma de disco, como puede apreciarse en la
Fig. 2.13. Los dos flujos defasados en tiempo y separados en espacio se obtienen a partir de la
corriente que circula por la bobina del relevador por el método de polos sombreados: se
dividen ambas caras polares del núcleo (1) en dos partes, y en una de éstas se pone un anillo
sombreador (2) de cobre o aluminio. El disco (3) (también de cobre o aluminio) es frenado
en su desplazamiento por un imán permanente (4) para aumentar el retardo de tiempo
del relevador. El muelle espiral (5) asegura que el relevador se mantenga en su posición
inicial cuando no hay corriente, y aporta -además- el par mecánico contra el cual se
compara el electromagnético en la condición de arranque. Los contactos del relevador
tienen una parte móvil (6a) y otra fija (6b).

2-16
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Fig. 2.13. Estructura típica de un relevador de sobrecorriente de inducción


(polo sombreado)

En el relevador de sobrecorriente de inducción electromagnética los dos flujos


están asociados a la misma corriente Ir. Por ello, si se desprecia la saturación del núcleo, (2.10)
toma la forma:

Me(t) = k Ir2 (2.11)

La corriente de arranque lar del relevador es aquella para la cual Me(t) se iguala al par
Mm del muelle de retención, y depende de los parámetros del circuito magnético del relevador y del
valor de Mm. Su valor puede variarse mediante derivaciones en la bobina del relevador
(caso más general), o modificando la tensión del muelle. La estructura con elemento móvil en
forma de disco hace que los relevadores de sobrecorriente de inducción tengan retardo de tiempo
en su operación.
Otra variante de un esquema de comparación de fase, es la estructura de copa
de inducción (Fig. 2.14); esta estructura es más eficiente para generar el par de operación, ya que
por diseño geométrico, los flujos están defasados 90°.
Los elementos de efecto Hall también pueden se utilizados como esquemas de
comparación de fase (Fig. 2.15); su principio de operación consiste en que si un conductor por el
cual circula una corriente (i), es expuesto a un campo magnético (B), se generara un voltaje
perpendicular a ambos, y cuya magnitud depende, además de la intensidad de la corriente y el
campo magnético, al ángulo de fase estre ellos, es decir:

VH = k I B sen φ (2.12)

2-17
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

2.7 ÓRGANOS DE MEDICIÓN DE DOS SEÑALES ELÉCTRICAS DE ENTRADA

El comportamiento de muchos órganos de medición de dos señales eléctricas de entrada


depende, para valores absolutos suficientemente grandes de esas señales, de la
relación compleja por cociente de las mismas. Así por ejemplo, si las señales de entrada son un
voltaje V y una corriente I (pueden también ser dos voltajes o dos corrientes), la operación del
órgano depende de:

Z = V / I = Z ejφ (2.13)

En la Fig. 2.16 se representa a Z en el plano complejo. Teniendo en cuenta que


la operación del órgano depende solamente del valor Z, es posible identificar los puntos del plano
complejo que representan condiciones de operación y de no operación del órgano. El conjunto de
puntos del plano que corresponde a la operación del órgano se denomina zona de operación, y el
conjunto de puntos correspondientes a la condición de no operación se denomina zona de no
operación. Las zonas de operación y no operación están separadas por una línea, que se
denomina característica en el plano complejo o característica de operación del órgano
de medición.

2-18
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

A modo de ejemplo, en la Fig. 2.17 se presenta la característica en el plano complejo de un


relevador de distancia tipo impedancia. La zona de operación está situada dentro de la
circunferencia, lo que se indica mediante las líneas cortas dirigidas hacia dentro. A diferencia del
órgano de una señal eléctrica de entrada, en este caso la zona de operación no es una línea recta,
sino parte de una superficie. La frontera existente entre las zonas de operación y de no operación
no es un punto (o unos pocos puntos), sino una línea. También existen órganos de medición en
los cuales la zona de operación está compuesta por varias superficies independientes.

En un órgano de medición de dos señales de entrada al esquema de comparación


(de amplitud o de fase) se aplican las señales E1 y E2, que dependen linealmente de las
señales de entrada al órgano V e I, de acuerdo con las expresiones siguientes:

E1 = K1 V + K2 I
(2.14)
E2 = K3 V + K4 I

donde K1, K2, K3, K4 son coeficientes constantes complejos.

2-19
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

La obtención de las magnitudes E1 y E2 a partir de V e I constituye una


transformación analógica de señales de naturaleza continua y se efectúa en los esquemas
de medición del órgano. Las magnitudes obtenidas se representan por E1 y E2, ya que
por lo general son voltajes; sin embargo, en algunos casos estas magnitudes pueden ser
corrientes.
La relación W = E1/E2 depende en forma biunívoca de la relación Z = V/I. Esto
puede verse de la expresión:
E1 (K1 V + K2 I) (K1 Z + K2)
W = = = (2.15)
E2 (K3 V + K4 I) (K3 Z + K4)

Por otra parte, a cada valor de W corresponde un valor totalmente definido de Z.


Esto puede demostrarse despejando Z en (2.15):

Z = (K4 W - K2) / (K1 - K3 W) (2.16)

Los valores de W son también magnitudes complejas y pueden representarse por


puntos en el plano complejo W.
De acuerdo con las ecuaciones (2.15) y (2.16), a cada punto en el plano Z
corresponde un punto determinado del plano W y viceversa. A la zona de operación, a
la zona de no operación y a la característica en el plano complejo Z corresponden una zona de
operación, una zona de no operación y una característica en el plano complejo W.
En general, las características en los planos Z y W no coinciden (no necesariamente tienen
iguales formas). La relación entre ellas está definida por las ecuaciones (2.15) y (2.16), y cambia
cuando varían los coeficientes K1, K2, K3 y K4.
Lo anteriormente expuesto permite utilizar un mismo esquema de comparación
para obtener distintas zonas de operación en el plano Z. Debido a que se comparan las
magnitudes E1 y E2, la función de transformación del esquema de comparación está determinada
solamente por la característica en el plano complejo W, de modo que, al ser invariable el
esquema de comparación, es también invariable la característica en el plano W. Con el
cambio de los coeficientes K1, K2, K3 y K4, a esa zona de operación invariable en el plano
W corresponden distintas zonas de operación en el plano Z. Mediante una selección adecuada de
los valores de estos coeficientes es posible obtener la zona de operación deseada en el plano Z,
utilizando un esquema de comparación único, lo cual resulta muy ventajoso para la
producción en serie y permite, adicionalmente, lograr una alta calidad en este esquema de
comparación.
Un ejemplo de lo anterior es la obtención de la característica de operación de un
relevador direccional (ver Capítulo 5) a partir de esquemas de comparación de fase o de
amplitud de dos señales eléctricas. La variante más simple de relevador direccional es la
que se basa en un esquema de comparación de fase; las señales de entrada al esquema
se obtienen al hacer obtienen al hacer K 2 = K3 = 0 en (2.14):

E1 = K1 Vr
2-20
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

(2.17)
E2 = K4 Ir

donde las señales V e I de entrada al órgano de medición se designan respectivamente


como Vr e Ir, para especificar que se trata de las señales de entrada al relevador
direccional.
Dividiendo ordenadamente ambas ecuaciones complejas, se obtiene la siguiente
expresión para los argumentos:

E1 K1 Vr K1
φ = arg = arg + arg = arg + φr
E2 K4 Ir K4

K1
φr = φ - arg
K4

Seleccionando K1 = K1 y K4 = K4 ejφsm se obtiene:

φr = φ + φsm
Un ejemplo de lo anterior es la obtención de la característica de operación de un
relevador direccional (ver Capítulo 5) a partir de esquemas de comparación de fase o de
amplitud de dos señales eléctricas. La variante más simple de relevador direccional es la que
se basa en un esquema de comparación de fase; las señales de entrada al esquema se
obtienen al hacer obtienen al hacer K2 = K3 = 0 en (2.14):

E1 = K1 Vr
(2.17)
E2 = K4 Ir

donde las señales V e I de entrada al órgano de medición se designan respectivamente


como V r e I r , para especificar que se trata de las señales de entrada al relevador
direccional.
Dividiendo ordenadamente ambas ecuaciones complejas, se obtiene la siguiente
expresión para los argumentos:

E1 K1 Vr K1
φ = arg = arg + arg = arg + φr
E2 K4 Ir K4

K1
φr = φ - arg
K4

Seleccionando K1 = K1 y K4 = K1 ejφsm se obtiene:

φr = φ + φsm

2-21
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Esto indica que la característica del esquema de comparación de fase en el


plano complejo W, y la del relevador direccional en el plano complejo Z son semejantes en
forma, pero hay entre ellas un desplazamiento angular de valor φsm. Este es el denominado
ángulo de sensibilidad máxima del relevador direccional, y puede ser ajustable. En la Fig.
2.18a se ilustra esta situación.
Para lograr un relevador direccional a partir de un esquema de comparación de amplitud
se requieren las siguientes señales de entrada:

E1 = Vr + K Ir
(2.18)
E2 = Vr - K Ir

Esto equivale a que los coeficientes complejos de (2.14) sean:

K1 = K3 = 1

K2 = - K4 = k ejφsm

Esto indica que la característica del esquema de comparación de fase en el


plano complejo W, y la del relevador direccional en el plano complejo Z son semejantes en
forma, pero hay entre ellas un desplazamiento angular de valor φsm. Este es el denominado
ángulo de sensibilidad máxima del relevador direccional, y puede ser ajustable. En la Fig.
2.18a se ilustra esta situación.
Para lograr un relevador direccional a partir de un esquema de comparación de
amplitud se requieren las siguientes señales de entrada:

E1 = Vr + K Ir
(2.18)
E2 = Vr - K Ir

Esto equivale a que los coeficientes complejos de (2.14) sean:

K1 = K3 = 1

K2 = - K4 = k ejφsm

En este caso se tiene:

E1 (Vr + K Ir) (Zr + K)


W = = =
E2 (Vr - K Ir) (Zr - K)

En la Fig. 2.18b se ilustra la obtención de la característica rectilínea del relevador


direccional en el plano complejo Z a partir de la igualdad de los módulos de los operadores
fasoriales Zr + K y Zr - K, necesaria para hacer W = 1 en la expresión anterior.

2-22
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

El esquema estructural de un órgano de medición con dos señales eléctricas de entrada se


muestra en la Fig. 2.19, donde los bloques 1 y 2 representan los esquemas de medición, 3 es el
esquema de comparación y 4 es un elemento de regulación, que permite variar los
coeficientes complejos K1, K2, K3 y K4, con lo que se regula la zona de operación del órgano dentro
de ciertos límites.

2-23
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

2.8 COMPORTAMIENTO DE LOS ÓRGANOS DE MEDICIÓN PARA VALORES


PEQUEÑOS DE LAS SEÑALES DE ENTRADA

Anteriormente se señaló que la operación de los órganos de medición de dos señales de


entrada depende solamente de la relación de esas señales Z = V/I, y que para un valor dado de
la magnitud compleja Z, la operación no depende de V e I. Sin embargo, esto se
cumple solamente para valores absolutos suficientemente grandes de V e I. Realmente,
cuando se hacen disminuir proporcionalmente los valores de V e I tendiendo a cero, el valor de
Z se hace indeterminado, y la característica de operación en el plano complejo no permite
determinar en qué zona (de operación o de no operación) se encuentra el punto. Sin
embargo, el comportamiento del órgano para valores de V e I iguales a cero es realmente
definido (depende de su diseño), y no depende del valor que tenía la relación Z = V/I
antes de comenzar su disminución. Resulta posible diseñar el órgano de modo que opere
para valores nulos V e I, o de modo que no opere para dichos valores.
Debido a que el órgano no puede tener una sensibilidad infinita, para valores
muy pequeños de V e I tendrá el mismo estado que cuando los valores de esas señales son
iguales a cero. Deben, por tanto, existir determinados valores límites de las señales de
entrada V e I, para los cuales el órgano pasa del estado que le corresponde para valores
nulos de esas señales, al estado que le corresponde para la relación Z = V/I cuando
estos estados son diferentes. Así por ejemplo, un órgano direccional puede diseñarse de
modo que opere o que no opere cuando la corriente y el voltaje tienen valor cero, de donde
surgen dos posibilidades:

a) Si el órgano no opera cuando las señales de entrada tienen valor cero, tampoco
operará para valores pequeños del voltaje y la corriente, independientemente del
sentido del flujo de potencia. En este caso, cuando el flujo de potencia tiene tal
sentido, que el órgano debe operar, lo hará para determinados valores finitos de
corriente y voltaje, que determinan la sensibilidad del órgano.
b) Si el órgano direccional está diseñado para operar con valores nulos de las
señales de entrada, su operación se mantiene también para ciertos valores
suficientemente pequeños de corriente y voltaje. Para un sentido del flujo de
potencia que corresponde a la condición de no operación, y con determinados
valores finitos de corriente y voltaje, que determinan la sensibilidad del órgano,
su operación cesa.

Un análisis semejante puede hacerse en relación con las magnitudes E1 y E2, formadas
a partir de V e I. Para valores absolutos suficientemente grandes de E1 y E2 el esquema de
comparación opera o no, solamente en dependencia de la relación W = E1/E2. Para valores
nulos (E1 = E2 = 0) correspondientes a los valores nulos de las señales de entrada V e I, el
esquema de comparación operará o no, en dependencia de su diseño.

2-24
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

El estado del esquema que corresponde a esos valores nulos de las señales de entrada
se mantiene también para valores absolutos suficientemente pequeños de E1 y E2. El cambio de
este estado al correspondiente a la relación W = E1/E2 ocurre bajo ciertas condiciones. Por lo
general los órganos de medición y los esquemas de comparación se diseñan de modo que no
operen cuando las señales de entrada tienen valores nulos. En ese caso la condición de pasar a
la operación al aumentar los valores de E1 y E2 es la condición de operación del esquema de
comparación y del órgano de medición. Es evidente que esta condición está determinada por el
diseño del esquema de comparación y se expresa como una desigualdad. Para un esquema de
comparación de amplitud la condición de operación toma la forma:

H = E1 2 - E2 2 > H a
(2.19)
H = E1 - E2 > H a

y para un esquema de comparación de fase:

H = E1 E2 cos (φ - φsm)> Ha
(2.20)
H = (φc - ІφІ) / (1/E1 + 1/E2) > Ha

En las expresiones anteriores E1 y E2 son los valores absolutos de E1 y E2, φ es el ángulo


por el cual E1 se adelanta a E2, y φsm, φc y Ha son constantes que dependen de la ejecución
constructiva del esquema de comparación.
Para E1 → ∞ y E2 → ∞, o para Ha → 0 las condiciones expresadas por (2.19) para
los esquemas de comparación de amplitud toman la forma de (2.1). Por otra parte, las
condiciones indicadas en (2.20) la forma de (2.2), siendo:

φ1 = - φc = - π/2 + φsm
(2.21)
φ1 = φc = π/2 + φsm

Las desigualdades (2.19) y (2.20) tienen la misma estructura. El miembro izquierdo H de


la desigualdad depende de las magnitudes comparadas E1 y E2 y se denomina medida de la
sensibilidad. El miembro derecho Ha es constante (no depende de E1 y E2) y se denomina
umbral de sensibilidad. Para valores grandes de E1 y E2 o valores pequeños del umbral de
sensibilidad no es necesario tener en cuenta las expresiones (2.19) y (2.20). Las condiciones
de operación se determinan en ese caso por las expresiones (2.1) y (2.2).
En las expresiones de la medida de la sensibilidad es posible sustituir E1 y E2 por
sus valores, dados por (2.14). Las condiciones de operación para valores pequeños de las
señales de entrada quedarán entonces expresadas en función de las magnitudes V e I.
Para los esquemas de comparación de amplitud de dos señales eléctricas la
característica en el plano complejo W está determinada por la ecuación W = 1, que
corresponde a una circunferencia de radio unitario con centro en el origen de coordenadas.

2-25
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Como se ve de las expresiones de (2.19), si se considera finita la sensibilidad del órgano,


las ecuaciones cambian algo. Así, de (2.19) se obtiene:

W = √(1 + Ha / E22)
(2.22)
W = 1 + H a / E2

La ecuación (2.22) representa también en el plano W por circunferencias con centro en


el origen de coordenadas, pero con un radio mayor que la unidad (ver Fig. 2.20). Al aumentar
el valor de E2, el radio tiende a la unidad.

En resumen, la zona de operación del órgano para valores pequeños de E 1 y E 2


se reduce algo con respecto a la mostrada en la Fig. 2.1, y tiende a ésta cuando aumentan
los valores absolutos de E 1 y E 2. Esta situación se repite para la representación de la zona
de operación en el plano complejo Z.
Por lo general, la característica en el plano complejo para valores absolutos
pequeños de las señales de entrada se denomina característica real, mientras que la
característica para valores grandes de esas señales se denomina ideal (límite de la
característica real).
Semejantes consideraciones pueden hacerse para los esquemas de comparación
de fase. La característica de operación de estos esquemas para un caso particular importante
está dada por las ecuaciones:

Arg W = φ1

Arg W = φ2 = φ1 + π

2-26
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

que corresponden a una línea recta que pasa por el origen de coordenadas. En realidad,
de la desigualdad (2.20) se tiene que:

- cos-1 (Ha/E1E2) + φsm < φ < cos-1 (Ha/E1E2) + φsm


(2.23)
- [φc - Ha (1/E1 + 1/E2)] < φ < φc - Ha (1/E1 + 1/E2)

En este caso la zona de operación es menor que el valor límite, como se muestra en
la Fig. 2.21. Los segmentos de recta que representan la característica en el plano complejo
forman un ángulo π para las condiciones límites, y, para valores pequeños de E1 y E2, este
ángulo, de acuerdo con (2.23), es menor que π, y la zona de operación se reduce. Estos
resultados se repiten para la representación de la característica en el plano complejo Z.

Para la obtención de una característica ideal dada en el plano complejo Z los valores de
los coeficientes K1, K2, K3 y K4 no son importantes, solamente lo es su relación. Sin embargo,
la reducción de la zona de operación para valores pequeños de V e I sí depende de los valores
absolutos de los coeficientes K1, K2, K3 y K4 Cuanto mayores sean estos valores absolutos,
mayores serán E 1 y E 2 para unos valores dados de V e I y, en consecuencia, menor será
la reducción de la zona con respecto a la característica ideal en el plano complejo. Es necesario,
adicionalmente, considerar que con el incremento de los valores de los coeficientes K1, K2, K3
y K4 aumentan la potencia consumida por el órgano y los voltajes en sus elementos. Si se
conoce la reducción admisible de la zona de operación para ciertos valores mínimos de V e I,
esto puede servir de base para calcular los valores absolutos de los coeficientes K1, K2, K3 y K4.

2-27
PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

2.9 REFERENCIAS

[1] I. T. Monseth, P. H. Robinson, Relay Systems, New York: McGraw Hill, 1935.
[2] W. E. Glassburn, W. K. Sonnemann, "Principles of Induction-Type Relay Design",
AlEE Transactions, 72, 1953, pp. 23-27.
[3] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[4] A. R. van C. Warrington, Protective Relays, Their Theory and Practice, Vol. I & II,
Great Britain: Chapman and Hall, 1969.
[5] Westinghouse Electric Co., Applied Protective Relay, Coral Springs: A Silent
Sentinels Publication, 1979.
[6] S. H. Horowitz Editor, Protective Relaying for Power Systems l, New York: John
Wiley & Sons, 1980.
[7] V. L. Frabricant, Protección a Distancia, Impreso en la URSS, Traducción al
español en 1985.
[8] A. E. Fitzgerald, C. Kinsley, S. D. Umans, Electric Machinery, New York: McGraw
Hill, 1990.
[9] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research
Studies Press LTD., 1995.

2-28
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

CAPÍTULO 3

TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

3.1 INTRODUCCIÓN

Los transformadores de corriente (TC) y potencial (TP) son de vital importancia para
el desempeño de los relevadores de protección ya que aportan la información sobre la condición
de! sistema eléctrico de potencia. Sus funciones básicas son el reproducir el comportamiento
de las señales de voltaje y corriente en magnitudes reducidas independientemente de la
condición de operación del sistema (normal y falla), y proporcionar el aislamiento galvánico entre
el sistema de potencia y los equipos conectados en el secundario. Adicionalmente, los
transformadores de corriente y potencial pueden realizar funciones de protección y medición,
en dependencia del grado de precisión de los equipos. En este capítulo se analizarán
los transformadores de corriente y de potencial y sus conexiones, haciendo especial énfasis en
el efecto de su respuesta transitoria sobre los relevad ores de protección; adicionalmente, se
hará una breve descripción de los denominados TC y TP no convencionales, que basan su
operación en principios ópticos.

3.2 CIRCUITOS EQUIVALENTES

En términos generales, el circuito equivalente de un TC o de un TP es el mismo que


el de un transformador de potencia, sin embargo existen diferencias originadas por la forma
de operación del transformador. En la Fig. 3.1 se indican los circuitos equivalentes de un TC o de
un TP, donde todos los parámetros están referidos al lado secundario; en este caso se utiliza
un transformador ideal para representar la relación de transformación. El primer circuito
corresponde a un transformador tipo T, que se caracteriza por tener un alto flujo de dispersión;
en este caso, el flujo de dispersión esta asociado a I" e, mientras que al flujo principal le
corresponde una corriente de excitación I'e. Por el contrario, el segundo circuito solo tiene una
rama de excitación (le), ya que en este tipo de transformador, denominado Tipo C, el flujo de
dispersión es prácticamente cero.

3-1
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

3.3 TRANSFORMADORES DE CORRIENTE

Existen en la actualidad distintos tipos de transductores primarios de corriente, entre los


cuales están los electromagnéticos, que transforman corriente en corriente, y se
denominan transformadores de corriente; los transreactores, que convierten corriente en voltaje
y tienen un núcleo ferromagnético con entrehierro; los denominados transductores
magnéticos, que son sensores del campo magnético de los conductores de la línea,
consistentes en una bobina dispuesta sobre un núcleo ferromagnético, acoplada
inductivamente con el conductor de una fase de la línea; los optoelectrónicos, en que la
corriente se convierte en una señal lumínica al potencial de la línea y se transmite ésta por
fibra óptica a un receptor situado a potencial de tierra, donde se vuelve a convertir en señal
eléctrica, y los denominados discretos, en que la información se transmite en forma discreta,
generalmente en código binario, a relevadores que admiten este tipo de señal de entrada; en
este último caso con frecuencia se utiliza un canal de enlace de fibra óptica.
Los transformadores de corriente pueden subdividirse en transformadores de
medición y de protección. Los primeros están destinados a transformar con precisión
corrientes que no sobrepasan la nominal; los segundos trabajan en régimen de cortocircuito, en
que las corrientes son varias veces superiores a la nominal. No obstante, los transformadores
de corriente se diseñan en ocasiones para realizar ambas funciones, y tienen incluso
varios devanados secundarios, para conectar en ellos circuitos de protección y de medición;
su corriente nominal por secundario puede ser 1 ó 5 A; este ultimo valor es el más utilizado
en la práctica.
3-2
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

En el transformador de corriente ideal, en que la corriente de magnetización es


despreciable, se cumple:

IP n P - IP n P = 0

nP 1 (3.1)
IS = IP = IP
nS nTC

donde nP y ns son los números de vueltas de los devanados primario y secundario,


respectivamente, y nTC la relación de transformación. En el transformador real existe una
corriente de magnetización, como se muestra en el circuito equivalente (referido a
secundario) de la Fig. 3.1 b. En este caso es:

IS = IP – Ie (3.2)

El error de transformación se debe precisamente a la existencia de la corriente de


magnetización. El transformador de corriente trabaja en régimen de fuente de corriente: la
corriente secundaria depende de la primaria y es prácticamente independiente de la
impedancia de la carga. Este régimen es posible si la impedancia equivalente por primario
del transformador de corriente es despreciable frente a la de la fase correspondiente del
sistema primario (lo cual siempre ocurre), y si la suma de las impedancias del devanado
secundario y la carga del transformador de corriente es despreciable frente a la de
magnetización Ze. Para lograr una precisión adecuada, el transformador de corriente debe
operar en un régimen cercano al de cortocircuito, lo que implica un valor reducido de le; el
régimen más adecuado es precisamente el de cortocircuito. Por el contrario, en régimen de
circuito abierto es le = lS, y el flujo magnético alcanza valores muy elevados, que provocan
calentamiento del núcleo y valores peligrosamente altos del voltaje secundario; por ello la
operación en este régimen en inadmisible aún para la corriente nominal. Las cargas se
conectan en serie en los transformadores de corriente, de modo que por todas ellas pase la
misma corriente; esta es una diferencia sustancial con los transformadores de potencia, y los
de potencial.
Uno de los parámetros fundamentales del transformador de corriente es su relación
nominal de transformación nTC; la selección de la relación de transformación de un
transformador de corriente puede hacerse (como una primera aproximación) sobre la base
de que la corriente máxima esperada por secundario en régimen normal sea menor que la
corriente nominal del secundario. Con esto se garantiza que no se sobrepase el límite
térmico de régimen continuo del transformador, y que los instrumentos de medición
conectados en el esquema no se salgan de la escala normal. Es necesario, adicionalmente,
comprobar el comportamiento del transformador de corriente en régimen de cortocircuito,
para determinar si en esas condiciones los errores no son excesivamente grandes, de modo
que no afecten el funcionamiento del esquema de protección.

3-3
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

Las normas establecen dos tipos de errores para los transformadores de corriente. El error de
transformación de la corriente ETl puede expresarse en por unidad como:
IP - IS Ie
ETl = = (3.3)
IP IP
No obstante, este error se expresa por lo general a través del Factor de
Corrección, que se define como:
1
R = (3.4)
1 - ETl
y cuya interpretación es la relación entre la relación de transformación real del TC y la
relación de transformación ideal, indicada como dato de placa.
Otra variante para expresar el error total del transformador de corriente es:

(3.5)

Este error total ξ, como puede apreciarse de la expresión (3.5), equivale al valor
eficaz de la corriente de magnetización, expresado en por ciento de la corriente primaria
(cuando el transformador de corriente no tiene corrección de relación de transformación,
lo cual es usual en protección). Por el contrario, el error de transformación de la corriente
ETl expresa cuantitativamente solo una parte de la corriente de magnetización. Es por
ello recomendable la utilización de ξ en los esquemas de protección, sobre todo en
aquellos en que la corriente de magnetización de los transformadores de corriente es
fundamental, como las protecciones diferenciales y de secuencia cero. Se recomienda
que en los esquemas de protección los transformadores de corriente trabajen en un
régimen tal, que ξ (o ETl) no sobrepase al 10% para los valores de corrientes que definen
sus parámetros de ajuste.

3.4 BURDEN DE UN TRANSFORMADOR DE CORRIENTE

La potencia aparente S entregada por el transformador de corriente a su carga o


burden puede expresarse:

S S = V S IS = IS2 ZB (3.6)

Esta potencia aparente es cero para el régimen de cortocircuito y para el régimen


de circuito abierto (l s = 0). Su valor nominal es:

SS nom = IS2nom ZB nom (3.6)

3-4
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

o bien:
SS nom
ZB nom = (3.7)
Is2noml
En este caso, ZB nom es el burden del TC, y esta compuesta por las impedancias de
los relevadores, de los cables de conexión y de los contactos de unión. Como se analizará en
las siguientes secciones, si la carga conectada en el secundario del TC es mayor que
ZB nom, la corriente de excitación (le) se incrementará, provocando que el TC opere en su
región de saturación, distorsionando la señal de corriente que reciben los relevadores de
protección.

3.5 DESEMPEÑO DE UN TRANSFORMADOR DE CORRIENTE

El desempeño de un transformador de corriente se refiere a la capacidad del TC


para reproducir el comportamiento de la corriente primaria en la corriente secundaria,
tanto en magnitud como en la forma de onda de la señal; en este sentido, la corriente de
excitación y el efecto de saturación del núcleo del transformador son los principales factores
que afectan el desempeño del TC. La evaluación del desempeño de un TC se realiza para
cada una de las componentes de corriente, es decir, para la componente simétrica de
corriente alterna donde la presencia de la corriente de excitación tiene un mayor impacto, y la
componente aperiódica exponencial de corriente directa, que esta asociada a los problemas
de saturación.

3.5.1 Componente simétrica de corriente alterna

La comprobación del comportamiento de los transformadores de corriente en régimen de


cortocircuito se hace por lo general considerando solamente la componente simétrica de
corriente alterna. El problema consiste en determinar la carga admisible del transformador de
corriente, tal que no se sobrepase un cierto error (normalmente el 10%), para un múltiplo dado
m de su corriente nominal (m = IP /IP nom).
Existen varios métodos para este análisis del comportamiento del transformador
de corriente, que son a) la ecuación del transformador, b) las curvas de comportamiento del
TC y c) las curvas de clase de precisión.
En el método basado en la ecuación del transformador, se determina el voltaje
eficaz del secundario como:

VS ef = f NS φ = 4.44 f NS A B (3.8)
√2
donde f es la frecuencia, B la densidad de flujo y A es el área de la sección transversal del
núcleo.

3-5
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

El método consiste en determinar, para el cortocircuito de que se trate, el valor


esperado del voltaje secundario del transformador de acuerdo a la carga, es decir:

V s ef = lS (RS + Zconductores + Zrelevador) (3.9)

donde IS se calcula suponiendo que la corriente de cortocircuito simétrica es idealmente


transformada a secundario. Sustituyendo el valor de VS dado por (3.9) en (3.8), se calcula el
valor de la densidad de flujo B, que puede entonces compararse con el valor de saturación B sat
del hierro del transformador de corriente. Si es B > B sat, se tiene un valor alto de error
por saturación, que no es normalmente tolerable. Este método tiene el inconveniente de
que requiere datos que por lo general no están disponibles para el usuario.
Un segundo método de análisis de transformadores de corriente es el que se basa en las
curvas de comportamiento del TC, dadas por el fabricante o determinadas por pruebas. Una
de ellas es la curva de excitación VS = f(le) (Fig. 3.2), que se obtiene aplicando voltaje al
secundario del transformador con el primario abierto, y que da los valores aproximados de la
corriente de excitación requerida para diferentes voltajes secundarios. Con los valores de VS
calculados por (3.9) para distintos valores de IS, se pueden determinar de la curva los
distintos valores de Ie, con lo que pueden calcularse los valores correspondientes de IS = f(IP)
(ver Fig. 3.3), que sirve de base para determinar el error del transformador para cualquier
corriente primaria. En ocasiones el fabricante suministra directamente la curva de la Fig. 3.3
para distintos regímenes de carga del transformador.

El tercer método consiste en utilizar las curvas de clase de precisión definidas por
ANSI/IEEE; éstas curvas especifican el voltaje secundario que el transformador puede levantar
3-6
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

con su burden nominal, para m = 20, sin sobrepasar el 10% de error. Si la corriente es menor
que ese valor (m < 20), el burden admisible puede ser mayor en esa misma proporción, lo que
sirve como base el cálculo. Estas curvas de presentan en la Fig. 3.4, para cuatros clases de
precisión, C100, C200, C400 y C800, que tienen un burden máximo de 1, 2, 4 y 8 ohms
respectivamente para m = 20.

En todos los casos, el burden del transformador de corriente debe interpretarse como la
impedancia de carga aparente del transformador de corriente, que solo coincide con la de
la carga realmente conectada en el caso del transformador que alimenta una carga única. En

3-7
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

los esquemas trifásicos el burden aparente difiere del burden real, y debe determinarse en
cada caso particular. Considere el caso de un cortocircuito trifásico (ver Fig. 3.5); para la
conexión en estrella, el burden del TC de la fase a es ZB, ya que la corriente que circula por
ZBG es cero, mientras que para la conexión en delta, el burden para el mismo TC es
ahora 3ZB.

Otro aspecto que se debe considerar es la conexión de TC; una variante que se
aplica con frecuencia es conectar en serie dos secundarios de un transformador de
corriente para alimentar una misma; puede demostrarse que en este caso cada
transformador tiene una impedancia aparente del 50% de la carga conectada. Precisamente
esto se hace para reducir la carga en transformadores de corriente de baja capacidad, como los
que están insertados en los terminales aislantes de los interruptores.
El proceso concluye una vez determinado el burden real admisible del TC, ZB nom, con
la determinación de la sección transversal mínima de los conductores de unión, conociendo
sus longitudes y las impedancias de los relevadores. Se recomienda comprobar el valor del
voltaje secundario para la máxima corriente de cortocircuito en la protección, aunque no hay una
norma precisa de valor admisible de este voltaje.

3.5.2 Componente aperiódica exponencial de corriente directa

El hecho de que en los esquemas de protección se seleccionen los transformadores de


corriente para cumplir la condición de error menor del 10% para ciertos valores de corriente que
se toman para el cálculo de los parámetros de ajuste de la protección, no evita que para los
cortocircuitos máximos posibles los transformadores trabajen con errores mayores del 10%. En
estos casos las formas de onda de las corrientes secundarias IS y de excitación Ie pueden estar
muy distorsionadas. Por esta razón, la segunda medida del desempeño de un TC es su
respuesta a la componente aperiódica de corriente directa, que tienen un impacto significante
en la saturación del TC.

3-8
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

El efecto de la saturación es doble, ya que además de afectar el valor modular y


los cruces por cero de la corriente secundaria, origina la presencia de armónicos superiores en
esa corriente. Ambos fenómenos pueden provocar afectaciones en la operación de los
relevadores.
La saturación puede ser particularmente severa cuando la corriente primaria contiene una
componente aperiódica, lo cual es frecuente en los cortocircuitos; esta componente aperiódica
circula casi en su totalidad por el circuito de magnetización, y satura grandemente el núcleo del
transformador, mientras está presente. Otro factor que puede intensificar la saturación del
núcleo es la presencia de magnetismo remanente, el cual puede haber quedado en el
transformador de corriente después de la desconexión de un cortocircuito, y que puede perdurar
semanas y hasta meses; puede afirmarse que prácticamente todos los transformadores de
corriente trabajan con un cierto nivel de magnetismo remanente.
Para analizar este efecto, considere el modelo simplificado de un TC de la Fig. 3.6, donde
se están despreciando las impedancias del lado primario y lado secundario, se asume
una característica lineal de saturación y un burden totalmente resistivo; durante un cortocircuito,
la corriente primaria está dada por:

IP = √2 Imax [sen (ωt + φ - θ) - e-t/τ sen (φ - θ)] (3.10)

donde φ es el instante de ocurrencia de la falla (respecto a la onda de voltaje) y θ = tan-1(x / r); en


este caso, el segundo término de (3.10) es la componente aperiódica de CD, donde la magnitud y
polaridad dependen de φ, y cuya duración esta en función de la constante de tiempo del
sistema τ. El circuito se resuelve por transformadas de Laplace para las variables de interés, que
en esta caso son la corriente secundaria y los encadenamientos de flujo. En la Fig. 3.7 se
muestran las formas de onda de estas variables, junto con la corriente primaria.

Si se considera un nivel de saturación infinito (permitividad infinita), la corriente


secundaria es reproducida sin ninguna distorsión, sin embargo, en el caso real, se tiene un nivel
de saturación máximo en el núcleo, lo que ocasiona la distorsión de la corriente secundaria.
Como en este caso se esta considerando una característica lineal de saturación, la corriente
secundaria es cero cuando los encadenamientos de flujo superan el límite de saturación; esto
3-9
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

significa que en una condición de saturación total en el núcleo, la rama de magnetización esta
en cortocircuito. Por lo tanto, la forma de donde de la corriente secundaria es la indicada en
forma sombreada. Este comportamiento es debido fundamentalmente a la componente
aperiódica, y esta presente hasta que esta componente desaparezca, después de 5τ
aproximadamente. En la Fig. 3.8 se muestra el oscilograma de una corriente secundaria
distorsionada por la saturación del TC.

Recientemente, se ha propuesto un criterio de selección de TC para evitar que


éstos operen en un régimen de saturación severa durante un cortocircuito; este criterio se
expresa como:

20 ≥ |X/R + 1| ICC ZB (3.11)

donde ICC es la máxima corriente de cortocircuito esperada, expresada en por unidad respecto
al valor nominal del TC, ZB es el burden en por unidad del valor estándar y X/R es la constante
de tiempo de la corriente de cortocircuito del sistema. Por ejemplo, para un transformador

3-10
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

tipo C800 con una corriente máxima de 4 veces su valor nominal y un valor de X/R de 12, la
expresión (3.11) es satisfecha si ZB ≤ 0.38. Como el valor estándar del burden de un C800 es
8 ohms, esto significa que se evitará que el TC sea afectado por la saturación cuando el burden
conectado en su secundario sea 0.38 (8) = 3.04 ohms o menos.

3.6 TRANSFORMADOR DE CORRIENTE BASADO EN EL EFECTO MAGNETO-


ÓPTICO DE FARADAY

Como se describió en la sección anterior, el transformador de corriente


convencional presenta errores de transformación debido a la corriente de excitación, y tiene
una respuesta transitoria asociada a la saturación del núcleo que distorsiona la corriente que
entrega por secundario, lo que puede provocar problemas de operación incorrecta o fallos de
operación de los relevadores conectados a él.
Una alternativa para resolver estos problemas, es cambiar el principio de
funcionamiento del TC haciendo aún lado los conceptos de conversión de energía
electromagnética. Un TC basado en el efecto Magneto-Óptico de Faraday es un ejemplo de
ello; este principio establece que un haz de luz polarizado que atraviese un material
translucido con determinadas propiedades ópticas en presencia de un campo
magnético experimenta una rotación, de acuerdo a:

δP = V H L (3.12)

donde V es la constante de Verdet, que para el cuarzo es de 5.23 10-6 rad/A-m, H es la


intensidad de campo magnético y L la longitud de la trayectoria dentro del material translucido.
Con la información de la polarización del haz de luz incidente y la rotación detectada δP es
posible determinar H, y en consecuencia el valor de corriente asociada, tal y como se muestra
en la Fig. 3.9.

3-11
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

Las ventajas de este TP no convencional es que proporciona un 100% de aislamiento con


el sistema de potencia, no presenta respuestas transitorias y su salida es digital, lo que hace
completamente compatible con los actuales relevadores digitales. Adicionalmente, el burden
desaparece y la carga que se pueda conectar depende de las etapas de amplificación de la
señal. Una característica importante de este tipo de TC es su ancho de banda, que va desde
CD hasta 2 MHz, lo que permite su aplicación para las protecciones de onda viajera. Aunque
este tipo de TC son una realidad, su costo aún es muy elevado por lo que no están tan
diversificados como los TC convencionales.

3.7 TRANSFORMADORES DE POTENCIAL

Existen distintos tipos de transformadores de potencial, de los cuales los fundamentales


son los electromagnéticos, también denominados simplemente transformadores de potencial,
y los divisores capacitivos de potencial, o CCVT por su siglas en Inglés. La forma de conexión
de cada uno se muestra en la Fig. 3.10.
En los transductores de potencial por lo general se tiene un voltaje nominal por
secundario del orden de 67 a 100 V, y diversos valores de voltaje nominal por primario. Los
valores del voltaje VS del secundario deben ser proporcionales a los del primario VP con
suficiente precisión, para un intervalo 0 ≤ VP≤ Vmax, donde Vmax puede ser hasta el doble del
valor nominal de VP.
Los transformadores de potencial electromagnéticos tienen un núcleo
ferromagnético cerrado de acero electrotécnico, sobre el que se disponen los devanados
primario y secundario. Estos transformadores son muy grandes y costosos para voltajes
muy altos, debido fundamentalmente a los problemas relacionados con el aislamiento interno.
En muchos casos para voltajes nominales superiores a 110 kV, los transformadores de potencial
electromagnéticos constan de una cascada de varios pasos, y por lo general para voltajes
superiores a 500 kV no se utilizan.
Con el objetivo de economizar equipos, los transformadores de potencial se instalan por
lo general en las barras y se utilizan en común por los esquemas de protección y medición
de las barras y de las distintas líneas que salen de ellas. Un inconveniente de esto es que
cuando las líneas se transfieren de un sistema de barras a otro, es necesario conmutar
también los circuitos de potencial de sus protecciones. Para voltajes del orden de
500 kV y valores superiores, generalmente se instalan transformadores de potencial
independientes para cada línea.
A continuación se hace un análisis simplificado de los transformadores de
potencial electromagnéticos, que son los más difundidos. En ellos no se hace división en
transformadores de medición y de protección, como en el caso de los de corriente, pues
siempre operan con voltajes cercanos al nominal.
La denominación de la polaridad y el circuito equivalente de los transformadores
de potencial electromagnéticos es semejante a la ya estudiada en los transformadores de
corriente.

3-12
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

Sin embargo, a diferencia de estos últimos, los transformadores de potencial trabajan en


régimen de fuente de voltaje, debido a que su impedancia es muy grande en
comparación con la impedancia equivalente del sistema. Por ello el voltaje V P , en
cualquier régimen del transformador de potencial es independiente de su impedancia.

Los transformadores de potencial, al igual que los de potencia, trabajan en un


régimen cercano al de vacío. El voltaje VS prácticamente no varía con la impedancia de la
carga; es por ello que cuando se conectan distintas cargas al transformador de potencial,
se disponen en paralelo. Uno de los parámetros fundamentales del transformador de
potencial es su relación nominal de transformación, dada por:

VP nom
nTP =
VS nom

En este caso el error total de voltaje ETV que está dado por:

VP - VS
ETV (pu) = < 5%
VP

donde un error máximo del 5% es admisible para aplicaciones de protección; en el caso


de aplicaciones para medición, la precisión aumenta.
Los transformadores de potencial deben cumplir una determinada clase de precisión, dada
por los errores máximos admisibles. Para valores de la potencia de la carga superiores al
nominal, los errores son mayores que los admisibles; por ello, un transformador de potencial
3-13
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

puede entregar una potencia superior a la nominal, trabajando en una clase de precisión inferior.
En los transformadores de potencial también se especifica la potencia máxima que pueden
entregar en forma continua, dada por sus condiciones de calentamiento; para esta potencia el
transformador trabaja fuera de su clase de precisión. En las Tabla 3.1 y 3.2 se indican
los burden y precisión de los TP de acuerdo al estándar ANSI.

Tabla 3.1. Burden de los TP (Estándar ANSI)


Burden VA nominales FP
W 12.5 0.10
X 25 0.70
M 35 0.20
Y 75 0.85
Z 200 0.85
ZZ 400 0.85

Tabla 3.2. Clase de precisión de los TP (Estándar ANSI).


Límites del factor de
Clase de precisión
corrección
1.2 1.012 – 0.988
0.6 1.006 – 0.994
0.3 1.003 – 0.997

Los voltajes aplicados a los terminales de los relevadores de protección son menores
que VS, debido a las caídas de voltaje en los conductores de unión de los
transformadores de potencial con los relevadores. Los valores admisibles de estas
caídas de voltaje están normados.
En los transformadores de potencial utilizados en protección son típicas las condiciones
de operación durante cortocircuitos, en que el voltaje tiene valores reducidos con respecto al
nominal. Sin embargo, no se norman los errores para estas condiciones, ya que se considera
que no sobrepasan los valores correspondientes al voltaje nominal. Una excepción al caso
anterior es cuando el sistema de potencia esta aislado de tierra o con aterrizamiento resonante;
en esa situación, la ocurrencia de una falla a tierra ocasiona un incremento de voltaje en las
fases no falladas (ver Capítulo 1). El incremento del voltaje primario ocasiona un aumento de la
corriente de excitación, haciendo que los TP trabajen en un régimen de saturación, con el
consecuente aumento de ETV.

3.8 DIVISORES CAPACITIVOS DE POTENCIAL (CCVT)

Los divisores de potencial capacitivos (Fig. 3.1 la) se utilizan por lo general en voltajes
superiores a 400 kV. Constan de un divisor capacitivo C1, C2, que reduce el voltaje primario VP

3-14
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

a un valor del orden de 1 a 4 kV, y de un transformador electromagnético de potencial T, en


cuyo secundario se obtiene el voltaje VS, con voltajes típicos entre 69 y 120 volts. El reactor L
compensa la impedancia capacitiva del divisor de voltaje, con lo que se logra independizar el
valor de VS de la impedancia de la carga. El divisor capacitivo por lo general también se utiliza
como elemento de acoplamiento para los canales de onda portadora de alta frecuencia para
propósitos de protección y comunicaciones en las líneas de transmisión, para lo cual se incluye
un reactor de drenaje en la conexión a tierra de C 2; este reactor es prácticamente un
cortocircuito para el voltaje de frecuencia fundamental, pero representa un circuito abierto para
las señales de alta frecuencia.

El esquema incluye un circuito de supresión de ferroresonancia, Z f, cuya función es


introducir amortiguamiento en caso de presentarse resonancia entre las capacitancias y
la inductancia no lineal del transformador. Por último, ZB representa el burden del CCVT.
El problema del efecto capacitivo en un CCVT es la respuesta transitoria que
presenta ante variaciones del voltaje primario, en especial en condiciones de falla. En la
Fig. 3.12 se muestran gráficas del voltaje secundario del CCVT para una falla que ocurre en el
valor máximo del voltaje (a) y en el cruce por cero de la señal de voltaje (b). En general, el
comportamiento transitorio del voltaje de salida del CCVT puede presentar oscilaciones
amortiguadas y/o componentes aperiódicas exponenciales que en general reducen la magnitud
de la componente fundamental del voltaje, en dependencia de tres factores fundamentales, a) el
diseño del CCVT, que incluye la configuración del circuito supresor de ferroresonancia, b) el
burden del CCVT, c) el punto de incidencia de la falla en la onda de voltaje, y d) el SIR,
que se define como la relación entre la impedancia de fuente detrás del relevador y la
impedancia de la línea de transmisión donde esta instalado el relevador, es decir ZS/ZL.
Este último factor refleja la robustez del sistema, ya que si el SIR es muy pequeño, el voltaje
no se verá afectado aún para fallas cercanas al relevador, reduciendo el efecto de la
respuesta transitoria del CCVT sobre los relevadores; por el contrario, si el SIR es muy
grande, lo que significa que el sistema es débil, el voltaje tendrá un mayor abatimiento, lo
que empeorará la distorsión del voltaje de salida del CCVT. En cualquier caso, es claro que

3-15
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

en un sistema trifásico, la respuesta transitoria de los CCVT conectados a las fases a, b y c


será diferente.

3.9 TRANSFORMADOR DE POTENCIAL BASADO EN EL EFECTO POCKELS

Considerando los problemas asociados a la aplicación de los TP y CCVT descritos en las


secciones anteriores, es evidente la necesidad de contar con transductores de voltaje con
mejores características; en forma paralela al desarrollo de los transformadores de corriente no
convencionales descritos en la sección 3.6, se ha desarrollados transformadores de potencial
basados en principios ópticos; este es el caso del TP basado en el efecto lineal Electro-óptico
de Pockets. El efecto Pockets se basa en la medición del ángulo de fase entre dos haces de
luz debido a la presencia de un campo eléctrico en un cristal con ciertas características
ópticas. Esta cambio de fase se expresa como:

δP = K E L (3.14)

donde K es la constante electro-óptica del material (8.12 10-6 radN-m en el caso del cuarzo),
E es la intensidad del campo eléctrico y L la longitud de la trayectoria de los haces de luz dentro
del cristal.
La Fig. 3.13 describe un TP basado en este efecto; se utiliza un divisor capacitivo (1),
sustituyendo C2 por una célula Pockets (2) el cual genera un campo eléctrico proporcional al
voltaje primario del sistema de potencia. Una fuente (3) emite un haz de luz hacia un polarizador
(4), que produce dos haces de luz polarizados, con un defasamiento de π/2 entre ellos. Estos
haces de luz son dirigidos hacia la célula Pockets, donde debido al campo eléctrico, presentan
distintas velocidades de propagación a partir de las cuales se estima δe. Los haces de luz
son capturados en una placa fotosensible (5) y aplicados a un analizador (6). El nivel de
luz a la salida del analizador es proporcional a δe y por tanto al voltaje del sistema de

3-16
TRANSFORMADORES DE CORRIENTE Y POTENCIAL

potencia. Un fotodiodo (7) convierte esta intensidad de luz en un voltaje que es amplificado (8)
para producir el voltaje del salida del TP.
Este tipo de TP tiene las mismas ventajas que el TC no convencional basado en el efecto
Magneto-óptico de Faraday descrito anteriormente, incluyendo un ancho de banda apropiado
para su explotación como parte de esquemas de protección de ultra-alta-velocidad basados en
el principio de ondas viajeras. De igual manera, el costo de este tipo de TP, especialmente
lo que se refiera a la célula Pockels, es aún muy elevado.

3.10 REFERENCIAS

[1] L. Mouton, et al, Non-Conventional Current and Voltage Transformers, CIGRE


Working Group 34, 1980.
[2] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research
Studies Press LTD., 1995.
[3] H. Ungrad, W. Winkler, A. Wiszniewski, Protection Techniques in Electrical Energy
Systems, New York: Marcel Dekker, 1995.
[4] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[5] W. A. Elmore, Pilot Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 2000.
[6] L. V. der Sluis, Transients in Power Systems, West Sussex: John Wiley & Sons,
2001.
[7] D. Hou, J. Roberts, Capacitive voltage transformers, SEL paper, disponible en
http://www. selinc. com.
[8] J. Robberts, S. E. Zocholl, G. Benmouyal, Selecting CTS to optimize relay
performance, SEL paper, disponible en http://www.selinc.com.

3-17
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

CAPÍTULO 4

PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

4.1 INTRODUCCIÓN

Las líneas de transmisión pueden tener protecciones de sobrecorriente, direccionales de


sobrecorriente, de distancia o tipo piloto (con distintos tipos posibles de canales de enlace). De
todas estas variantes la protección de sobrecorriente es la más sencilla y económica, la más
difícil de aplicar, y la que con mayor frecuencia requiere reajustes al cambiar la
configuración del sistema.
La protección de sobrecorriente se utiliza en los circuitos radiales de distribución
de industrias (de bajo y medio voltajes) y de los sistemas eléctricos de potencia, así como en las
redes de 34.5 kV. También se utiliza en redes de 110 y hasta 220 kV, realizando en ocasiones
funciones de protección primaria contra fallas a tierra, o de respaldo. En los generadores
y transformadores se utilizan en algunos casos protecciones de sobrecorriente como
respaldo contra fallas externas, sobre todo cuando las protecciones primarias de las líneas de
salida son de este tipo.
En el presente Capítulo se exponen los aspectos fundamentales de las protecciones de
sobrecorriente, así como los criterios de selección y cálculo de parámetros de ajuste de sus dos
variantes fundamentales: las protecciones de sobrecorriente de tiempo constante y de tiempo
inverso. Se trata por separado el problema de la protección contra cortocircuitos a tierra
en sistemas con distintos niveles de aterrizamiento.

4.2 CONSIDERACIONES GENERALES

Se denominan protecciones de sobrecorriente a aquellas con selectividad relativa


que responden a la corriente del elemento protegido y que operan cuando esa corriente es mayor
que cierto valor preestablecido. Esta protección se dispone, por lo general, de modo que cada
protección es primaria para la línea propia y respaldo para la o las líneas adyacentes.
La selectividad de las protecciones de sobrecorriente puede lograrse por dos métodos
posibles: por tiempo o por corriente. En el primer método, las protecciones primaria y
de respaldo son sensibles al cortocircuito, pero tienen tiempos de operación diferentes; los tiempos
de operación de las protecciones de respaldo de cada línea son mayores que los de su

4-1
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

protección primaria. En el segundo método el alcance de cada protección se determina sobre


la base de la corriente; este método se fundamenta en el hecho de que en sistemas radiales el valor
de la corriente de cortocircuito disminuye a medida que la falla se aleja de la fuente de
generación. Algunos autores denominan protecciones de corriente al conjunto de estas
protecciones, y, dentro de ellas, nombran protecciones de sobrecorriente a las que tienen
selectividad por tiempo, y protecciones de corte por corriente a las que tienen selectividad
por corriente; esto tiende a crear confusiones, pues ambos tipos de protecciones se
combinan en un mismo esquema en la mayoría de los casos. Además, realmente todas son
de sobrecorriente, pues operan cuando la corriente rebasa cierto valor.
En las protecciones de sobrecorriente pueden utilizarse los cuatro tipos de
dispositivos mencionados en la sección 1.5, relevadores (que actúan sobre
interruptores), fusibles, interruptores automáticos y restauradores automáticos. En el
presente capítulo se estudia solamente la primera variante. En este caso los relevadores se
conectan al sistema primario a través de transformadores de corriente, y al operar (cerrar su
contacto en el caso más general), permiten el paso de corriente por la bobina de disparo del
interruptor (ver Fig. 1.3). En calidad de fuentes de corriente operativa pueden utilizarse baterías de
acumuladores (en subestaciones complejas), o variantes más económicas (para
subestaciones sencillas), como los propios transformadores de corriente o potencial de la
subestación, o una batería de capacitores, con cuya descarga se origina el disparo del
interruptor.
Existen distintas variantes para la conexión de los transformadores de corriente y los
relevadores de sobrecorriente. La más utilizada es la mostrada en la Fig. 4.1, en que los
transformadores de corriente se conectan en estrella, y se disponen tres relevadores de
sobrecorriente (1, 2 ,3) en las fases, y uno (4) en el neutro de la estrella. Por cada relevador
de fase circula la corriente de la fase correspondiente de la línea, referida a secundario; por
el relevador del neutro circula una corriente correspondiente al triple de la corriente de

4-2
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

secuencia cero de la línea, referida a secundario. En ocasiones se omite uno de los


relevadores de fase por razones de economía.
De lo anteriormente expuesto se deduce que los relevadores de fase constituyen
la protección contra todos los cortocircuitos que no involucran tierra, es decir, los trifásicos y
bifásicos. El relevador del neutro es la protección contra fallas a tierra en la línea. Como las
corrientes que circulan por los relevadores de fase y el de tierra son en general diferentes pare un
cortocircuito dado, o para regímenes normales o anormales de operación, pueden tener
distintos parámetros de ajuste y distintas sensibilidades.
Es conveniente definir algunos parámetros básicos de las protecciones de
sobrecorriente:
a) La corriente de arranque de la protección (Iap) es la mínima corriente en las fases
de una línea para la cual la protección opera.
b) La corriente de arranque del relevador (lar) es la mínima corriente en el relevador
de sobrecorriente para la cual éste opera. Estas dos corrientes de arranque
difieren debido a que la relación de transformación de los transformadores de
corriente es distinta de la unidad, y además, en algunos casos, el esquema de
conexión de esos transformadores y los relevadores puede ser tal, que son
diferentes las corrientes que circulan por lo: secundarios de los transformadores y
por los relevadores. Esto puede expresarse matemáticamente de la forma
siguiente:

lar = lap kes / ntc (4.1)

donde ntc es la relación de transformación de los transformadores de corriente y kes


es el factor de esquema, dado por:

kes = Ir / Is (4.2)

donde Ir e Is son, respectivamente, las corrientes del relevador y del secundario de


transformador. En realidad, en el caso general los valores de kes difieren no solo
para lo: diferentes esquemas de conexión, sino también para los distintos tipos de
cortocircuitos Sin embargo, para los relevadores de fase del esquema de la Fig. 4.1
es kes = 1 para todo tipo de cortocircuito.
c) La corriente de reposición de la protección (Irp) es la máxima corriente en las fases
de la línea para la cual la protección se reposiciona.
d) La corriente de reposición del relevador (Irr) es la máxima corriente en el relevador
de sobrecorriente para la cual éste se reposiciona (retorna a su posición inicial).
e) El coeficiente de reposición del relevador (kr) es la relación por cociente entre las
corrientes de reposición y de arranque del relevador:

kr = Irr / lar (4.3)

4-3
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

Por lo general kr tiene un valor ligeramente inferior a la unidad por razones


constructivas de los relevadores de sobrecorriente.
f) Por sus características de tiempo de operación, los relevadores de sobrecorriente
pueden ser instantáneos o con retardo de tiempo. Estos últimos se subdividen en
dos tipos, atendiendo a la relación funcional existente entre el tiempo de operación
T del relevador y la corriente de entrada al mismo. Esta relación funcional puede
expresarse como T = f(Ir) o como T = f(lpu), donde lpu es la corriente del relevador
expresada en unidades relativas a su corriente de arranque (Ipu = Ir /lar)
En uno de los tipos de relevadores de sobrecorriente con retardo de tiempo, el tiempo de
operación tiene un valor constante, independiente de la corriente (relevadores de tiempo
constante o definido); en el otro tipo el tiempo de operación depende de la corriente según una
cierta ley, de modo que el tiempo decrece con el aumento de la corriente (relevadores de tiempo
inverso).
En la Fig. 4.2 se representan las características tiempo-corriente T = f(Ir) y T = f(lpu) de
relevadores de sobrecorriente de tiempo constante (curvas 1) y de tiempo inverso (curvas
2), así como una característica que presenta una sección de tiempo inverso y otra de
tiempo constante (curvas 3).

El IEEE, en su estándar C37.112-1996 define las características tiempo-corriente por


la ecuación general (M > 1):

A
T = TDS ( p +B) (4.4)
M -1
donde M=Ir / Ipu, TDS es la palanca de tiempo o dial (Time Delay Setting) y A, B y p son
constantes que definen el tipo de curva; en la Tabla 4.1 se indican los valores de estas
constantes para diferentes tipos de curvas. Así mismo, la Comisión Electrotécnica

4-4
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

Internacional, en su norma IEC 255-03 define las características tiempo-corriente como:

A
T = TDS ( ) (4.5)
Mp - 1
donde TDS, A y p tienen la misma interpretación que en (4.4).

Tabla 4.1. Constantes para la definición de características estándar.


Característica A B p
Moderadamente inversa 0.0515 0.1140 0.020
Muy inversa 19.61 0.491 2.00
Extremadamente inversa 28.20 0.1217 2.00

Para ambos casos, cada tipo de característica está formada por una familia de curvas que
conservan el valor de p correspondiente al tipo, y en que hay un valor de TDS para cada
4-5
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

curva de la familia. En la Fig. 4.3. se muestra la familia de curvas genéricas de un relevador.


El valor de arranque del relevador debe lograrse mediante un elemento de arranque que haga que
la característica solamente sea válida para toda I ≥ 1. La operación del relevador no es
lo suficientemente confiable para corrientes ligeramente mayores que la corriente de arranque, por
distintas causas que dependen de la base constructiva del relevador. Por esta razón, las curvas no
se extienden a valores menores de 1.5 de la Ipu.
En sistemas radiales la corriente de cortocircuito se reduce a medida que la falla se
aleja de la fuente de generación, por lo que existe también una relación funcional T = f(L)
entre el tiempo de operación T y la distancia desde el punto de ubicación de la protección
hasta el punto de falla. En la Fig. 4.4 se representan curvas de variación de la corriente de
cortocircuito (Fig. 4.4a) y del tiempo de operación de la protección (Fig. 4.4b) con la distancia
eléctrica hasta el punto de falla, para los tres tipos de relevadores de la Fig. 4.2.

En las protecciones de sobrecorriente de líneas de transmisión se combinan, por


lo general, los relevadores instantáneos con los de retardo de tiempo, de uno de los
tipos anteriormente mencionados. Esto hace que existan dos tipos fundamentales de
protecciones de sobrecorriente: de tiempo constante, y de tiempo inverso.

4.3 PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE DE TIEMPO CONSTANTE

Una variante de esta protección es la que tiene dos o tres zonas o escalones con
diferentes tiempos de operación, el primero de los cuales es instantáneo. En la Fig. 4.5

4-6
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

se muestra el diagrama de bloques de la protección de tres zonas de una fase de una


línea, compuesta por tres relevadores de sobrecorriente instantáneos (1), un relevador
auxiliar intermedio (2), dos relevadores de tiempo (3) y tres relevadores de señalización
(4). Cada canal corresponde a un escalón de la protección, y la operación del escalón
implica también la correspondiente señalización. El relevador auxiliar intermedio del
primer escalón puede tener un cierto retardo, de alrededor de 0.1 s, para evitar la
operación incorrecta de la protección por los cortocircuitos transitorios provocados por
los pararrayos o descargadores en casos de sobrevoltajes de origen atmosférico. Sobre
el relevador intermedio y los de tiempo actúan también los relevadores de sobrecorriente
instantáneos de los escalones correspondientes de las otras dos fases.

En la Fig. 4.6 se muestra el esquema de una red radial con protección de


tiempo constante de tres escalones. Se presenta la disposición típica de las características de
tiempo (expresadas como T = f(L), así como la curva de variación de la corriente de
cortocircuito trifásico con la distancia hasta la falla. Los parámetros de ajuste de la protección de
cada línea son los valores de corriente de arranque y de tiempo de operación de cada escalón. La
Tabla 4.2 resumen los criterios para el cálculo de parámetros de ajuste, tomando como referencia la
protección n de la Fig. 4.6. para el caso de la protección de fase y donde ∆T es el margen de
coordinación. La función del primer escalón es brindar protección primaria a la línea propia AB,
cubriendo el mayor porciento posible de su longitud; así mismo, el objetivo principal del segundo
escalón es proteger de forma primaria el resto de la línea propia AB y las barras de
la subestación adyacente B (si no tienen su propia protección primaria). Finalmente, el
4-7
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

tercer escalón tiene por objetivo brindar protección de respaldo a todos los elementos del
sistema adyacentes a la línea protegida en forma primaria.

La razón por la cual se utilizan tres escalones en lugar de dos para realizar
las funciones de protección primaria y de respaldo es porque no se pueden ajustar
los relevadores a un valor específico de corriente de arranque debido a los errores
en los transformadores de corriente (±10%) y la disponibilidad de ajustes en el
relevador. Como el ajuste real (l ar real ) es distinto del ajuste calculado (l ar calc ), esto
ocasiona problemas de subalcance (l ar real > l ar calc ) o de sobrealcance (l ar real < I ar calc )
en las protecciones.
Es importante mencionar que este tipo de protección esta en desuso, debido a
dos razones principales, la falta de sensibilidad de los terceros escalones, y los
problemas de coordinación con otros dispositivos de protección con características
de tiempo inverso, incluyendo las curvas de daño de transformadores y cables de
potencia.

4-8
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

4.4 PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE DE TIEMPO INVERSO

La protección de sobrecorriente de tiempo constante tiene como limitaciones


prácticas la de no coordinar adecuadamente con los fusibles y otros dispositivos de
protección con características de tiempo inverso, y la de ser grandemente afectada por
los altos valores transitorios de corriente que se originan al restablecer el servicio
después de una interrupción prolongada o un cortocircuito transitorio. Ello es
particularmente crítico en las redes de distribución, donde la utilización de la protección
de tiempo inverso es altamente recomendable.
En la Fig. 4.7 se muestra el diagrama de bloques de la protección de una fase de
la línea, compuesta por un relevador de sobrecorriente de tiempo inverso (1) y uno
instantáneo (2); ambos tienen por lo general capacidad suficiente en sus elementos de
salida para actuar directamente sobre el interruptor, y cada uno tiene su propio elemento
de señalización. Por lo general los órganos de tiempo inverso e instantáneo están unidos
en un solo relevador, que puede tener un elemento de salida común, sobre todo en el
caso de las variantes digitales
En la Fig. 4.8 se presenta el esquema de una red radial con protección de tiempo
inverso. Se muestran la disposición de las características T = f(L) y la curva de variación
de la corriente de cortocircuito trifásico con la distancia I. A continuación se expone la
metodología de cálculo de los parámetros de ajuste de la protección de fase; se verá
primero el cálculo de los parámetros del elemento de tiempo inverso, como si no
existiera elemento instantáneo, y posteriormente se presentará el cálculo
correspondiente al elemento instantáneo, y se analizará su influencia sobre los
parámetros del elemento de tiempo inverso.

4-9
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

4.4.1 Corriente de arranque

En la protección de tiempo inverso la selectividad se logra por tiempo de


operación. Ello se debe a que la protección de tiempo inverso es más tolerante a los
valores transitorios altos de la corriente de arranque de la carga, por tener precisamente
altos valores de tiempo de operación para valores de corriente del orden de la de
arranque de la protección, es decir, la curva tiempo-corriente de la protección tiende a
adaptarse a la de la carga. Ello es particularmente importante en las redes de
distribución, donde las corrientes de restablecimiento de carga fría pueden ser del orden
de más de seis veces la corriente nominal, y mantenerse durante varios segundos. En
esos casos son aplicables los relevadores con características de altos grados de
inversión, como las denominadas extremadamente inversas.

Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, por lo general se utiliza la


expresión simplificada:

Iapn ≥ k Ic max (4.6)

donde k se toma como 1.5. El valor de Ic max se determina a partir de la condición de


carga máxima y en el estado de la red en que pase la mayor corriente posible por la
protección. Así por ejemplo, si hay dos líneas en paralelo el valor de Ic max se calcula
para el caso en que una de las líneas está fuera de servicio.
La corriente de arranque de cada elemento de tiempo inverso de la protección
debe cumplir con la condición de tener menor sensibilidad que el elemento de tiempo
inverso de la protección respaldada, a fin de asegurar su coordinación, es decir:

Iapn ≥ k Iapn-1 (4.7)

4-10
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

Es necesario comprobar la sensibilidad de la protección de tiempo inverso para el


cortocircuito bifásico mínimo en el extremo de la más larga de las líneas respaldadas, y
en las condiciones en que pase la menor corriente posible por la protección. Para la
protección n de la Fig. 4.8 se tiene:

ks = Icc c min / Iapn

En este caso se toma 1.5 como valor mínimo admisible de k para tener en cuenta
la posible falla a través de arco. Para el cálculo de la corriente de cortocircuito bifásico
puede en ocasiones utilizarse la variante simplificada de determinar la corriente de
cortocircuito trifásico y multiplicarla por el factor √3 / 2. Esto es válido cuando son
iguales (o aproximadamente iguales) las impedancias de secuencias positiva y negativa
totales del sistema para la falla en un punto dado, lo cual por lo general se cumple
cuando ese punto está suficientemente alejado de las plantas generadoras (es decir,
cuando en la impedancia total del sistema hasta el punto de falla la componente debida
a la impedancia de los generadores es despreciablemente pequeña). Por otra parte, el
4-11
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

requerimiento correspondiente a la condición de que por la protección pase la menor


corriente posible puede ejemplificarse con el caso de las dos líneas en paralelo, en que
la corriente se calcula con las dos líneas en servicio.
De lo anterior se deduce que cuando el elemento de tiempo inverso de la
protección no satisface la condición de sensibilidad, se ha llegado al límite del campo de
aplicación de la protección de sobrecorriente, y es necesario utilizar otro tipo de
protección, que es la de distancia.

4.4.2 Tiempo de operación

En la protección de tiempo inverso el tiempo de operación es variable con la


corriente de cortocircuito, y por tanto, con la ubicación de la falla, como puede
apreciarse en la Fig. 4.8. En consecuencia, el parámetro de ajuste de la protección no es
su tiempo de operación, sino la curva tiempo-corriente de entre todas las de la familia. A
continuación se presenta el método de selección de la curva de tiempo de la protección
(y del relevador), también conocido como proceso de coordinación de las protecciones
de tiempo inverso.
Como puede apreciarse en la Fig. 4.8b, las curvas de T = f(L) son divergentes
(siempre que se utilicen relevadores del mismo tipo en todos los puntos de la red). Esto
se debe a que las curvas T = f(L) de la familia de un relevador dado son convergentes,
es decir, la separación en tiempo entre las curvas disminuye con el incremento de la
corriente. De acuerdo con esto, el intervalo de selectividad ∆T entre las curvas de tiempo
inverso de dos protecciones consecutivas debe lograrse para el cortocircuito máximo
que ocurra inmediatamente después de la protección primaria (ver Fig. 4.8b).
El intervalo de coordinación ∆T incluye el tiempo de operación del interruptor de
la protección (tiempo transcurrido desde que el interruptor recibe la señal de disparo
hasta que desaparece la corriente de cortocircuito por su acción), así como un factor de
seguridad que tiene en cuenta los posibles errores en tiempo de las protecciones
primaria y de respaldo. Un valor típico de ∆T es de 0.2 a 0.4 s.
El proceso de coordinación entre las protecciones n y n-1 consiste, por tanto, en
seleccionar la curva de tiempo que debe tener la protección n (de entre todas las curvas
de la familia), de modo que, para la falla trifásica máxima que ocurra inmediatamente
después de la protección n-1, se asegure el intervalo de selectividad ∆T entre ambas
protecciones. Para ello -por supuesto- es necesario conocer la corriente de arranque y la
curva tiempo-corriente de la protección n-1, y la corriente de arranque de la protección n.
Esto implica que el proceso de cálculo de parámetros de ajuste de las protecciones de
una red radial debe comenzarse por la protección más alejada de la fuente de
generación. El algoritmo del proceso de coordinación es el siguiente:

a) Se calculan, para el cortocircuito trifásico máximo ubicado inmediatamente


después de n-1, las corrientes que circulan. por las protecciones n y n-1. Debe

4-12
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

seleccionarse el estado de la red en que por la protección n pase la mayor


corriente posible; así por ejemplo, si esta protección está en una de dos líneas en
paralelo, el cálculo debe hacerse con la otra línea fuera de servicio.
b) Utilizando la curva tiempo-corriente del relevador n-1, se determina el valor de su
tiempo de operación Tn-1 para ese cortocircuito; para ello hay que entrar a la
curva con el valor In-1, que es la corriente que pasa por el relevador n-1,
expresada como múltiplo de su corriente de arranque (ver Fig. 4.9a).
c) Se calcula el tiempo de operación T que debe tener la protección para ese
cortocircuito, según:

Tn = Tn-1 + ∆T (4.8)

d) Utilizando la familia de curvas del relevador n se determina el punto cuya abscisa


es I (corriente que pasa por el relevador n para el cortocircuito, expresada como
múltiplo de su corriente de arranque) y cuya ordenada es Tn. Se selecciona para
el relevador n aquella curva que pase por ese punto, o inmediatamente por
encima de él (ver Fig. 4.9b).

4.4.3 Elemento instantáneo

El elemento instantáneo se añade al de tiempo inverso de la protección con el


objetivo de reducir los tiempos de eliminación de los cortocircuitos y su selectividad se
logra por corriente. Con el objetivo de lograr la selectividad de no operación para
cortocircuitos externos que ocurran en los elementos conectados a las barras de la
subestación B, la corriente de arranque se escoge con un valor superior a la máxima que
circula por la sección AB para estos cortocircuitos (ver Fig. 4.8), es decir:

Iiapn ≥ ki Icc ext max (4.9)


4-13
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

El valor de ki se toma entre 1.2 y 1.3 para tener en cuenta los errores en los
transformadores de corriente y los relevadores, así como la posible operación incorrecta
de éstos debido a la componente aperiódica de la corriente de cortocircuito. Para el cálculo
se toma el cortocircuito trifásico en la barra B en condiciones de generación máxima y en el
estado de la red en que pase la mayor corriente posible por la protección.
En la Fig. 4.8b puede apreciarse la ventaja que representa la utilización del elemento
instantáneo; cualquier cortocircuito dentro de su zona de operación se elimina sin retardo de
tiempo, en vez de hacerlo con el retardo de tiempo correspondiente al elemento de tiempo
inverso (curva en línea de puntos). Aunque el elemento es instantáneo, se puede considerar
que su tiempo de operación es inferior a los 0.05 s.
Como puede apreciarse en la Fig. 4.8c, la zona protegida por el elemento
instantáneo de la protección n (Ini) puede determinarse como la abscisa del punto de
intersección de la curva ICC = f(I) con la recta horizontal correspondiente a Iiapn. Para
cortocircuitos diferentes al trifásico máximo representado en la Fig. 4.8c, tales como el
bifásico, o el que ocurre a través de arco o en condiciones de generación distintas a la
máxima, la curva ICC = f(I) está situada por debajo de la correspondiente al cortocircuito
trifásico máximo, y la zona protegida I se reduce aún más; incluso puede darse el caso de
que en ciertos regímenes de falla desaparezca totalmente, y la línea se queda sin
protección instantánea; ello ocurre cuando la línea AB es corta, y no es grande la diferencia
entre las corrientes de cortocircuito en A y B.
Un caso en que puede lograrse que el elemento instantáneo cubra totalmente la
línea protegida es cuando la línea termina en un único transformador, que no tiene
interruptor por el lado de alta (bloque línea-transformador). Al seleccionarse la corriente de
arranque por encima de la del cortocircuito al inicio del transformador, el elemento
instantáneo cubrirá la línea en un 100%.
Algunos autores han propuesto una posible ventaja adicional del elemento
instantáneo, consistente en reducir el tiempo de operación de la protección de tiempo
inverso por el hecho de dar el intervalo ∆T no para el cortocircuito ubicado inmediatamente
después de la protección n-1, sino en el punto donde deja de operar el elemento
instantáneo, es decir, para una corriente de cortocircuito igual a Iiapn-1. Sin embargo, ello no
es recomendable, pues para los casos en que la zona protegida por el elemento instantáneo
se reduce, puede perderse la coordinación entre las protecciones de tiempo inverso.

4.5 PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE CONTRA CORTOCIRCUITOS A TIERRA


EN SISTEMAS SÓLIDAMENTE ATERRIZADOS

Esta protección se caracteriza por responder a la componente de secuencia cero de


la corriente trifásica de la línea protegida. Para ello se utiliza generalmente la conexión
mostrada en la Fig. 4.1, en la que el relevador o conjunto de relevadores de la protección se
conectan en el neutro de la conexión en estrella de los transformadores de corriente

4-14
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

(conexión residual), lo que constituye, intrínsecamente, un filtro de corriente de secuencia


cero. La corriente que circula por el relevador es:

Ir = (Ia + Ib +Ic) / ntc = 3 I0 / ntc (4.10)

La protección puede ser de tiempo constante (se utilizan por lo general tres
escalones de tiempo, aunque hay variantes de dos y de cuatro) y de tiempo inverso. La
protección de tiempo inverso contra cortocircuitos a tierra se aplica por lo general en los
casos en que la protección de fase es de tiempo inverso, como ocurre en las redes de
distribución primaria y en muchas de subtransmisión (hasta 34.5 kV).
La protección de sobrecorriente que responde a la corriente de secuencia cero tiene
un conjunto de ventajas con respecto a la de fase. Entre ellas están: puede ser más
sensible, pues en régimen normal no responde a la corriente de carga, sino solo a la de
desbalance, que es más pequeña; la zona protegida por el elemento instantáneo de la de
tiempo inverso, es mayor que en el caso de la protección de fase, ya que la corriente de
secuencia cero se reduce más abruptamente con la posición de la falla a tierra en la línea
que la corriente para fallas entre fases (debido a que en las líneas es Z0 > Z1); los tiempos
de operación de los elementos de tiempo inverso pueden ser más reducidos que en la
protección de fase, debido a que por lo general los transformadores interrumpen la red de
secuencia cero y desaparece la necesidad de coordinar en tiempo la protección con las de
las redes de otros niveles de voltaje. Entre los inconvenientes de estas protecciones están
los siguientes: son difíciles de aplicar y resulta complejo calcular sus parámetros en líneas
que pueden trabajar en regímenes de fases incompletas o en que hay efecto de inducción
mutua con líneas adyacentes; cuando se utilizan autotransformadores en vez de
transformadores, la circulación de corrientes de secuencia cero por los neutros aterrizados
es difícil de determinar, por ser comunes esos neutros a redes de niveles de voltaje
diferentes.
Para el cálculo de los parámetros de ajuste de la protección contra cortocircuitos a
tierra se siguen los mismos criterios generales de la protección de fase, pero se tienen en
cuenta sus particularidades, dadas por el hecho de que responden a la componente de
secuencia cero de la corriente. A continuación se describen las particularidades
fundamentales a considerar en el cálculo, para el caso más común, en que no hay efecto de
inductancia mutua en la red.
Para el elemento instantáneo de la de tiempo inverso se aplica la expresión (4.9),
tomando como corriente de cortocircuito externo máximo la de secuencia cero
correspondiente a la falla de una línea a tierra, o bifásica a tierra (se toma la mayor de las
dos). Cuando hay recierre automático puede ser necesario comprobar la no operación de la
protección por efecto de la componente transitoria de la corriente de secuencia cero debida
al cierre no simultáneo de los contactos de! interruptor.
Para el elemento de tiempo inverso en este otro tipo de protección la particularidad
fundamental consiste en que no debe haber operación por efecto de la corriente de

4-15
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

desbalance (en lugar de la corriente de carga, como es el caso en la protección de fase).


Esta corriente de desbalance consta de dos componentes fundamentales: la componente de
secuencia cero del sistema primario, originada por cargas desbalanceadas o por fallas de
impedancias desiguales, y la corriente residual debida a los errores de los transformadores
de corriente. Esta segunda componente depende mucho del tiempo de operación de la
protección contra fallas a tierra: si es más rápida que la de fase (que es el caso más
común), hay que considerar los errores de los transformadores de corriente debidos a fallas
trifásicas, que son las mayores posibles; si, por el contrario, la protección contra
cortocircuitos a tierra es más lenta que la de fase, solamente hay que considerar el
desbalance en condiciones normales de operación, que es más reducido.

El cálculo exacto de la corriente de desbalance considerando sus diferentes


componentes es complejo y no siempre se dispone de la información necesaria, por lo que
en algunos casos se utilizan expresiones aproximadas del tipo de:

Iap n ≥ kd Inom tc (4.11)

donde Inom tc es la corriente primaria nominal de los transformadores de corriente, y kd es una


constante cuyo valor puede tomarse entre 0.4 y 0.8 cuando la protección de tierra es más
rápida que la de fase, y entre 0.1 y 0.2 en caso contrario.
Otra particularidad de los elementos de tiempo inverso para la protección contra
fallas a tierra es que deben considerarse como cortocircuitos posibles el de una línea a
tierra y el bifásico a tierra, y tomar como resultado la menor corriente o la mayor, según el
cálculo se refiera a comprobación de sensibilidad, o a coordinación de protecciones.

4.6 PROTECCIÓN CONTRA CONTACTOS MONOFÁSICOS CON TIERRA EN REDES


CON NEUTRO AISLADO O ATERRIZAMIENTO RESONANTE

En algunos países las redes de voltaje de hasta 34.5 kV tienen el neutro aislado de
tierra o aterrizamiento resonante; en otros, se utiliza el aterrizamiento sólido de todas las
redes del sistema eléctrico de potencia, incluyendo los circuitos de distribución primaria. Las
redes con neutro aislado de tierra se utilizan en ocasiones en industrias, cuyo sistema de
distribución eléctrica es por lo general de voltaje medio (2-15 kV). Se plantea como
admisible la utilización de neutro aislado de tierra en redes de 6, 10 y 34.5 kV, cuyas
corrientes capacitivas de contacto con tierra no sobrepasan, respectivamente, los valores de
20, 15 y 10 A. Cuando se exceden estos valores (lo que es común en redes subterráneas,
debido a los elevados valores de capacitancia de los cables), se recomienda hacer la puesta
a tierra a través de un reactor de alto valor (reactor extintor de arco o bobina de Petersen),
que compensa total o parcialmente (y a veces sobrecompensa) la corriente capacitiva, en
esto consiste el denominado aterrizamiento resonante.

4-16
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

Como se señaló en la sección 1.3.2, los contactos monofásicos con tierra en este
tipo de redes no constituyen cortocircuitos, ni hay afectación a los consumidores, pues el
triángulo de voltajes de línea no se altera. Por lo general se admite que la red siga operando
con la falla presente durante un tiempo (no mayor de dos horas). Este tiempo límite lo fija
el calentamiento local en el punto de contacto, que puede hacer que la falla se extienda a
otras fases, y el esfuerzo a que se ve sometido el aislamiento del sistema, con un voltaje a
tierra igual al de línea, lo que puede provocar un cortocircuito doble a tierra.
La protección contra contactos monofásicos a tierra en estas redes debe señalizar
en lugar de provocar el disparo de la línea fallada, para permitir al personal de operación
que tome medidas de aseguramiento del servicio a los consumidores por otras vías antes
de desconectar la línea. Una excepción a esto son los cables que alimentan equipos
móviles de extracción de minerales o de construcción, ya que de extenderse la falla a otras
fases pueden circular corrientes de altos valores por tierra, que pueden ocasionar valores
peligrosamente altos del potencial de paso.
Para la protección contra contactos monofásicos con tierra pueden utilizarse como
señales de entrada a los relevadores los voltajes o corrientes de secuencia cero, o ambas
magnitudes. La variante más sencilla es la que responde al voltaje de secuencia cero
(pueden utilizarse tres relevadores de bajo voltaje alimentados por los voltajes de fase, o
uno de sobrevoltaje alimentado por el voltaje de secuencia cero). En caso de contacto con
tierra en una de las líneas que sale de la barra, la protección señaliza, y el personal de
operación debe ir desconectando circuitos hasta encontrar el fallado, es decir, esta
protección no es selectiva, lo que provoca interrupciones temporales innecesarias en los
circuitos no fallados.
Para lograr una selectividad adecuada en la protección es necesario utilizar la
corriente como señal de entrada. La protección puede responder a la corriente capacitiva de
estado estable (a su valor modular o a su ángulo), a la corriente de estado estable de alta
frecuencia, a la corriente transitoria del contacto con tierra, o a una corriente inyectada
desde el exterior de la red, que se superpone a la que circula durante el contacto con tierra.

4.7 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John Wiley
& Sons, 1956.
[2] Westinghouse Electric Co., Applied Protective Relay, Coral Springs: A Silent
Sentinels Publication, 1979.
[3] C. A. Gross, Power System Analysis, New York: John Wiley & Sons, 1986.
[4] A. Greenwood, Electrical Transients in Power Systems, New York: John Wiley &
Sons, 1991.
[5] M. A. Anthony, Electric Power System Protection and Coordination, New York:
McGraw Hill, 1995

4-17
PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE

[6] T. Davies, Protection of Industrial Power Systems, Second Edition, Oxford: Newnes,
1996
[7] Y. G. Paithankar, Transmission Network Protection, New York: Marcel Dekker, 1998.
[8] EC&M Editors, Ground Fault Protection, Overland Park: PRIMEDIA Intertec Electrical
Group, 1998.

4-18
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

CAPÍTULO 5

PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

5.1 INTRODUCCIÓN

En el presente capítulo se fundamenta la necesidad de la direccionalidad en la protección


de sobrecorriente en determinadas configuraciones del sistema protegido, y se exponen los
criterios fundamentales para el cálculo de los parámetros de ajuste de las variantes de tiempo
constante y tiempo inverso de esta protección. Se estudian, además, los principios de operación y
conexiones de los relevadores direccionales.

5.2 PRINCIPIO DE OPERACIÓN

Se denomina protección direccional de sobrecorriente a aquella que responde al valor de la


corriente y a la dirección de la potencia de cortocircuito en el punto de su ubicación. La
protección opera si la corriente sobrepasa el valor de arranque y la dirección de la
potencia coincide con la correspondiente a un cortocircuito en la zona protegida. Se
compone de una protección de sobrecorriente con selectividad relativa, complementada
con un órgano de medición que determina la dirección de la potencia de cortocircuito,
que es el denominado relevador direccional.
La protección direccional de sobrecorriente es aplicable en redes con alimentación
bilateral o en lazo, tanto para cortocircuitos entre fases, como a tierra. La necesidad de
la direccionalidad puede demostrarse a partir de la red con alimentación bilateral mostrada en la
Fig. 5.1. Para lograr la selectividad por tiempo entre las protecciones de sobrecorriente 1 y 2 de esta
red (lo cual es necesario tanto en la protección de tiempo inverso como en el tercer escalón de la de
tiempo constante), la protección 1 debe ser más rápida que la 2 para la falla F’ y más lenta que ella
para la falla F", lo cual es imposible de cumplir. La adición de relevadores direccionales
en las protecciones de la red, cuyas direcciones de operación sean las indicadas por las flechas
en la Fig. 5.1, resuelve estos problemas. La protección 2 no responde al cortocircuito F’
y la protección 1 no opera para el cortocircuito F", por lo que no existe la necesidad
de su coordinación en tiempo. También mejora la sensibilidad de los elementos
instantáneos, que solo responden a la corriente que fluye en su sentido de disparo.

5-1
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

De acuerdo con su direccionalidad, las protecciones de la red de la Fig. 5.1 se


dividen en dos grupos: las que operan para corrientes que circulan de izquierda a
derecha (2) y las que operan para corrientes que circulan de derecha a izquierda (1). Esto
da la posibilidad de seleccionar los parámetros de ajuste en forma independiente para las
protecciones de cada grupo, como si estuvieran instaladas en una red radial.
La dirección de la potencia del cortocircuito se caracteriza por los ángulos de
defasaje entre las corrientes y los voltajes; así por ejemplo, para la protección 2 de la Fig.
5.1, el voltaje en la barra B no cambia apreciablemente su ángulo de fase para las fallas
F’ y F" (pues en cada caso se calcula como la FEM de una de las fuentes de generación,
menos la caída de voltaje por impedancia hasta el punto de la falla), mientras que la
corriente que pasa por la protección tiene ángulos de fase que difieren en unos 180° para
ambas fallas, como se aprecia en los diagramas fasoriales. Por tanto, un relevador
direccional ubicado en la protección 2, que responda al ángulo de fase entre el voltaje V y
la corriente de cortocircuito, discrimina entre las fallas en la línea protegida (hacia
adelante) y las fallas que ocurren detrás de él, sobre la base de las diferentes direcciones
de la potencia de cortocircuito en uno y otro caso.
La potencia aparente que fluye a través del punto de ubicación de la protección
puede expresarse en términos de los voltajes y corrientes totales de fase, según:

S = Va I*a + Vb I*b + Vc I*c (5.1)

5-2
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

En función de las componentes simétricas de voltaje y corriente, la potencia


aparente de cortocircuito también puede expresarse como:

S = 3 (Va1 I*a1 + Va2 I*a2 + Va0 I*a0) (5.2)

Las ecuaciones (5.1) y (5.2) sugieren la posibilidad de conectar los relevadores


direccionales a los voltajes y corrientes totales (lo que se hace para la protección contra
las fallas trifásicas y entre dos fases), o a los voltajes y corrientes de una determinada
componente de secuencia (la conexión más común es a los voltajes y corrientes de
secuencia cero, para la protección contra fallas a tierra).
Para cortocircuitos trifásicos simétricos solamente fluye potencia de secuencia
positiva S1cc dirigida hacia el punto de la falla. Para cortocircuito limpio, en el punto de
falla es S1cc = 0.
Para cortocircuitos entre dos fases aparecen componentes de secuencias positiva
S1cc y negativa S2cc en la potencia. En el punto del cortocircuito limpio se cumple que
S2cc = -S1cc. Por otra parte, en todos los neutros del sistema es S2cc = 0. Por tanto, en este
tipo de cortocircuito S2cc fluye de la barra hacia el punto de falla, mientras que S fluye del
punto de falla hacia todos los neutros del sistema.
Para cortocircuitos a tierra aparecen componentes de las tres secuencias. En el
punto de falla es S2cc + S0cc = - S1cc. La potencia de secuencia cero, como la de secuencia
negativa, fluye del punto de falla hacia aquellos neutros del sistema con los que hay
conexión eléctrica en la red de secuencia cero.
En resumen, puede considerarse que para las fallas asimétricas la potencia de
secuencia positiva está dirigida de las fuentes de alimentación hacia el punto de falla; una
parte de esa potencia continúa hacia los neutros de las cargas, y el resto se transforma
en el punto de falla en potencias de secuencias negativa y cero, que se dirigen,
respectivamente, del punto de falla hacia los neutros en la red de secuencia negativa y
hacia los neutros aterrizados en la red de secuencia cero.
Las consideraciones anteriores deben tenerse en cuenta al seleccionar el tipo de
relevador direccional y su conexión para cada aplicación. Así por ejemplo, para la
protección contra cortocircuitos trifásicos y entre dos fases el relevador direccional debe
operar cuando la potencia total (al igual que la de secuencia positiva) está dirigida hacia
la línea protegida; por el contrario, para la protección contra cortocircuitos a tierra la
operación debe ocurrir cuando la potencia de secuencia cero fluye de la línea protegida
hacia el punto de ubicación de la protección. No obstante, para simplificar las
explicaciones, en lo sucesivo se considerará como dirección de disparo de la protección
direccional la del flujo de potencia hacia la línea protegida, ya que con la conexión del
relevador se resuelve lo referente a las particularidades de la dirección de cada
componente simétrica de la potencia.
Los relevadores direccionales pueden obtenerse a partir de esquemas de
comparación de fase o de amplitud de dos señales eléctricas; en la sección 2.7 se

5-3
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

describe como obtener una característica direccional a partir de un esquema de


comparación de fase y de amplitud.

5.3 CRITERIOS PARA LA APLICACIÓN DE RELEVADORES DIRECCIONALES

En general, cuando el sistema de potencia cuenta con más de una fuente de


generación, las corrientes de carga y de cortocircuito pueden circular en cualquier sentido
por la ubicación de una protección, en dependencia de las condiciones de operación. En
estas circunstancias no es posible utilizar relevadores no direccionales, como se
describió en la sección anterior, debido a problemas de coordinación con las protecciones
ubicadas hacía adelante y atrás de la protección en cuestión.
Sin embargo, la existencia de más de una fuente de generación, o la existencia de
mallas en la topología del sistema de potencia, no son las condiciones necesarias para la
utilización de relevadores direcciones, más bien son razones suficientes; los siguientes
criterios representan las condiciones necesarias por las cuales se requiere la instalación
de relevadores direcciones. En la Fig. 5.2 se muestra la sección de un sistema con dos
fuentes de generación, solo para ejemplificar la posibilidad de que las corrientes de carga
(IAB , IBA) y de cortocircuito pueden circular en cualquier sentido de la protección, ya que
esto mismo puede suceder en una configuración en anillo.

5.3.1 Relevadores direccionales de sobrecorriente de fase

El relevador indicado en la Fig. 5.2 debe ser direccional si el valor de la corriente


de cortocircuito máxima para una falla detrás del relevador (IF4 MAX) o de la corriente
máxima de carga fluyendo en la misma dirección (IBA MAX) es mayor que la cuarta parte
que el valor de la corriente de cortocircuito mínima para una falla al final de la línea
protegida (lF2 MIN) o para una falla al final de la segunda línea adyacente (IF3 MIN)como
función de respaldo remoto; es decir:

( IF2 MIN , IF3 MIN ) ≤ 4 ( IF4 MAX , IBA MAX ) (5.3)

5-4
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

5.3.2 Relevadores instantáneos direccionales de sobrecorriente de fase

En este caso, el relevador debe contar con una elemento instantáneo del tipo
direccional si el valor de la corriente de cortocircuito máxima para una falla detrás del
relevador (IF4 MAX) es mayor que el valor de la corriente de cortocircuito máxima para una
falla al fina¡ de la línea protegida (IF2 MAX), es decir:

IF4 MAX > IF2 MAX (5.4)

5.4 PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE DE TIEMPO


CONSTANTE

En la Fig. 5.3 se muestra el diagrama de bloques de una protección direccional de


sobrecorriente de tres escalones para una fase de una línea, compuesta por tres
relevadores de sobrecorriente instantáneos (1), un relevador auxiliar intermedio (2), dos
relevadores de tiempo (3), tres relevadores de señalización (4), y un relevador direccional
(5), que recibe señales de voltaje y corriente de los transformadores de potencial (TP) y
de corriente (TC). La conexión del esquema es tal, que en el canal correspondiente a
cada escalón solamente se origina la señal de disparo del interruptor, si operan el
relevador direccional y los relevadores de sobrecorriente. auxiliar v de tiempo de ese
escalón.

5-5
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

En la Fig. 5.4 se muestra el esquema de una red con alimentación en varios


puntos, que puede servir como base para el análisis del método de cálculo de los
parámetros de ajuste de los distintos escalones, para el caso de la protección de fase.

Tal como se señaló en el epígrafe anterior, al ser direccionales las protecciones


se forman dos grupos, (1,3) y (2,4), cuyos parámetros de ajuste son relativamente
independientes. Los criterios que se siguen para el cálculo de esos parámetros son
semejantes a los vistos en el Capítulo 4.

5.5 PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE DE TIEMPO INVERSO

Esta protección se obtiene al añadir un relevador direccional al esquema de la


protección de sobrecorriente de tiempo inverso (Fig. 5.5), tal como se hace en la
protección direccional de sobrecorriente de tiempo constante. Para el análisis de las
particularidades del cálculo de sus parámetros de ajuste se partirá de la red en lazo con
una sola fuente de alimentación mostrada en la Fig. 5.5, con lo que de paso se definen
las características de este tipo de red como objeto de protección.
En este caso cada protección del lazo debe ser direccional, pues por cada una
puede circular corriente de cortocircuito dirigida hacia la línea protegida, o desde esa
línea, en dependencia de la ubicación de la falla; la direccionalidad de cada protección
se indica mediante flechas en la Fig. 5.5. Las excepciones a esto son las protecciones
5 y e, que no tienen que ser direccionales (se representan por flechas dobles), ya que
para fallas en la barra A, o en algún elemento conectado a la barra A que no pertenezca
5-6
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

al lazo (línea o transformador), por las protecciones 5 y e no circula corriente de


cortocircuito, es decir, por esas protecciones solo puede circular corriente de
cortocircuito dirigida hacia el lazo, que es la dirección para la que debe originarse la
operación.
Para el cálculo de los parámetros de ajuste de las protecciones debe tenerse en
cuenta que, debido a la direccionalidad, se tienen dos grupos de protecciones, que son
-respectivamente- los designados por números y por letras en la Fig. 5.5. Para cada uno
de esos grupos es aplicable en general la metodología de cálculo de parámetros de
ajuste de las protecciones de sobrecorriente de tiempo inverso en sistemas radiales
expuesta en el Capítulo.

Para el elemento de tiempo inverso, el cálculo de la corriente de arranque se


hace mediante la expresión (4.6), tomando en lugar de Ic max que es la corriente máxima
de carga que puede circular en cualquier dirección por la protección. Debe observarse
también el cumplimiento de la condición (4.7). La comprobación de sensibilidad se
efectúa de forma similar planteando el cortocircuito bifásico mínimo con el lazo cerrado,
que es la condición en que por la protección pasa la menor corriente posible. Las
protecciones 2 y b (así como la 1 y la a) constituyen casos especiales en la
comprobación de sensibilidad, ya que hay que tener en cuenta dos condiciones posibles;
falla al final de la línea adyacente, con el lazo abierto, y falla al inicio de la línea
adyacente, con el lazo cerrado. Esto se debe a que cuando, por ejemplo, ocurre una falla
junto al interruptor e con éste cerrado, por la protección 2 no circula corriente, hasta que
no es disparado por la acción de su propia protección (operación en cascada de ambas
protecciones). No obstante, tal condición puede no ser la de mínima corriente por la
protección, ya que para una falla al inicio de la línea adyacente (junto al interruptor 1) sí
circula corriente por la protección 2 aún con el lazo cerrado, y esa corriente puede ser
menor que la del caso anterior.
Para la determinación de la curva de tiempo de operación de cada relevador de
sobrecorriente se sigue el algoritmo descrito en la sección 4.4.2, con la particularidad de
que los cortocircuitos se plantean con lazo abierto, que es la condición en que pasa la
mayor corriente por la protección de respaldo en todos los casos. Las protecciones 1 y a
5-7
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

pueden ser instantáneas, pues para fallas en la barra A o en las líneas no pertenecientes
al lazo que salen de esa barra no circula corriente de cortocircuito por esas
protecciones, mientras el lazo esté cerrado, es decir, en las protecciones 1 y a la
selectividad se logra por corriente, en vez de por tiempo.
A modo de resumen puede señalarse que en los elementos de tiempo inverso de
la protección direccional de sobrecorriente es posible en general garantizar la
selectividad para redes con alimentación bilateral compuestas por una cadena de líneas
sencillas (Fig. 5.4), y para redes en lazo con una sola fuente de generación (Fig. 5.5).
Puede demostrarse que también se puede lograr la selectividad en los casos en que en
la red de la Fig. 5.4 hay cualquier número de fuentes de generación, o en que en el lazo
de la Fig. 5.5 hay líneas adicionales que unen la barra A (donde está conectada la fuente
de generación) con alguna otra (como por ejemplo la C o la D). Por el contrario, no se
garantiza la selectividad cuando en el lazo hay más de una fuente de generación, o
cuando hay líneas adicionales que unen dos subestaciones, en ninguna de las cuales
está conectada la fuente de generación (por ejemplo, una línea entre B y D).
La sensibilidad de los elementos de tiempo inverso puede ser difícil de lograr en
redes como la de la Fig. 5.4 debido a la necesidad de tener en cuenta en el cálculo de la
corriente de arranque posibles regímenes de sobrecarga por averías. En este sentido es
algo más favorable la situación de la protección del lazo de la Fig. 5.5.
Los primeros y segundos escalones de las protecciones direccionales de
sobrecorriente de tiempo constante, así como los elementos instantáneos de las de
tiempo inverso, pueden en principio ser direccionales o no, pero la direccionalidad por lo
general mejora su sensibilidad. Sin embargo, esa sensibilidad puede verse afectada por
la necesidad de considerar en el cálculo de la corriente de arranque el efecto de las
oscilaciones de potencia, en el caso de las redes del tipo de la mostrada en la Fig. 5.4.
Es necesario, además, tener en cuenta los problemas de sensibilidad de voltaje
asociados con la zona muerta de la protección direccional, que pueden estar presentes
en ambos tipos de redes.

5.6 PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE CONTRA


CORTOCIRCUITOS A TIERRA EN SISTEMAS SÓLIDAMENTE ATERRIZADOS

Esta protección se logra al conectar los relevadores de sobrecorriente y la bobina


de corriente del relevadordireccional en el neutro de la conexión en estrella de los
transformadores de corriente de la línea protegida, de modo que reciban la corriente de
secuencia cero; la bobina de potencial del relevador direccional (que por lo general es
del tipo voltaje-corriente) se alimenta con el voltaje de secuencia cero, obtenido con la
conexión estrella aterrizada-delta rota de los transformadores de potencial, como se
muestra en la Fig. 5.6.
Esta conexión es muy apropiada para discriminar la dirección de la potencia de
secuencia cero, pues el ángulo de fase del voltaje prácticamente no cambia con la

5-8
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

ubicación de la falla, mientras que el de la corriente experimenta un cambio de alrededor


de 180º al invertirse la dirección del flujo de potencia.
Las protecciones direccionales de sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra
tienen, con respecto a las de fase (que se conectan a los voltajes y corrientes totales de
fase) las mismas ventajas que se expusieron en el Capítulo 4 para las protecciones no
direccionales. A éstas se suma el hecho de que los relevadores direccionales trabajan
con mayor precisión cuando están conectados a los voltajes v corrientes de secuencia
cero.

La metodología de cálculo de parámetros de ajuste de la protección es -en lo


fundamental- la expuesta en el Capítulo 4. Sin embargo, en el caso del elemento
instantáneo de protecciones de líneas paralelas que tienen efecto de inducción mutua,
es necesario tener en cuenta condiciones complementarias en el cálculo de la corriente
de operación.
En la Fig. 5.7 se presenta el diagrama unifilar de un sistema en que hay dos
líneas paralelas que tienen acoplamiento magnético mutuo. La corriente de operación
del elemento instantáneo de la protección 1 tiene que ser mayor que la corriente de
secuencia cero que pasa por la línea 1-2 en las dos condiciones siguientes: a) falla a
tierra en F (al inicio de la línea adyacente), con la línea 3-4 desconectada (interruptores
3 y 4 abiertos) y puesta a tierra en sus dos extremos; b) falla a tierra en F’ (al inicio de la
línea paralela) y apertura del interruptor 3 por acción de su protección, antes de la
apertura de 4 (operación en cascada de las protecciones 3 y 4). En ambos casos hay
que tener en cuenta el efecto de la inducción mutua en el cálculo de la corriente de
secuencia cero de la línea 1-2.
Similarmente a la protección de sobrecorriente, la protección direccional de
sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra se utiliza como regla en redes de 34.5 y
115 kV (y en ocasiones de 220 kV) con neutro sólidamente aterrizado, en los casos de
redes con más de una fuente de generación, o conectadas en lazo.

5-9
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

5.7 CONEXIONES DE LOS RELEVADORES DIRECCIONALES

El concepto de conexión de los relevadores direccionales, que es válido para los


relevadores de sobrecorriente y distancia (Capítulo 6), se refiere básicamente a la
polarización de los relevadores; el objetivo de la polarización es el determinar la
dirección del flujo de potencia en la ubicación del relevador, tanto en condiciones
normales de carga o durante un cortocircuito. Sin embargo, la condición del sistema en
estado estable o durante una falla es distinta, en el primer caso la condición es
balanceada con un factor de potencia cercano a la unidad, mientras que en el segundo
caso, la condición es desbalanceada (excepto en fallas trifásicas) con un factor de
potencia muy bajo, además de que el voltaje es abatido. Debido a ello, la polarización de
los relevadores de flujo de potencia (Fig. 5.8) son diferentes a las conexiones de los
relevadores de protección direccionales.

Los esquemas de conexión de los relevadores direccionales deben asegurar la


correcta determinación de la dirección de la potencia para todos los cortocircuitos a los
que la protección debe responder. Para garantizar la sensibilidad adecuada de la
protección es necesario lograr que para estos cortocircuitos el valor de Vr sea lo mayor
posible, y el de φr sea lo más cercano posible al de φsm del relevador. Existen muchas

5-10
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

variantes de esquemas de conexión de relevadores direccionales, que en general


pueden subdividirse en dos grandes grupos: las que responden a una de las
componentes simétricas de la potencia, y aquellas que lo hacen a las corrientes y
voltajes totales.
Dentro del primer grupo, la variante de conexión más utilizada es la que responde
a la potencia de secuencia cero. Tiene como ventajas la facilidad con que se logran los
filtros de voltaje y corriente de secuencia cero, y el hecho de que la potencia de
secuencia cero tiene una dirección única en caso de cortocircuito en la línea protegida
(del punto de la falla hacia el punto de ubicación de la protección), lo que garantiza una
selectividad adecuada. Esta conexión se aplica en las protecciones direccionales de
sobrecorriente contra cortocircuitos a tierra en sistemas sólidamente aterrizados.
Los esquemas de conexión a las corrientes y voltajes totales de las fases
responden a todos los tipos de cortocircuitos; sin embargo, en redes con aterrizamiento
sólido, al ocurrir fallas asimétricas a tierra los relevadores de las fases no falladas
pueden operar incorrectamente por efecto de las corrientes de carga o de cortocircuito.
Por esta razón estos esquemas se utilizan por lo general en tales redes solo para
cortocircuitos entre fases, y se complementan con protecciones direccionales de
secuencia cero. En caso de fallas a tierra automáticamente puede sacarse de servicio la
protección contra cortocircuitos entre fases para evitar su operación incorrecta.
Los esquemas de conexión a las corrientes y voltajes totales de las fases se
conforman por lo general con tres relevadores direccionales monofásicos, o -en algunos
casos- con solamente dos relevadores. Como alternativas a estos esquemas se han
utilizado otras dos variantes: los relevadores direccionales trifásicos, que tanto en la
versión electromecánica como en la estática son de gran complejidad; la utilización de
un solo relevador direccional monofásico, que se conecta por un elemento de arranque
en forma automática a las corrientes y voltajes apropiados para el tipo de cortocircuito
que ha ocurrido. Estas dos variantes no han tenido gran difusión en la práctica.
A los efectos de facilitar la tarea de conectar los relevadores direccionales, los
terminales de sus circuitos de corriente y potencial tienen marcas de polaridad, que
indican la forma de conectarlos para lograr el ángulo de sensibilidad máxima dado en la
información de fabricante del relevador.
A continuación se hace un análisis simplificado de las conexiones fundamentales
de los relevadores direccionales, y se determinan los valores más apropiados del ángulo
de sensibilidad máxima en cada caso.

5.7.1 Relevadores direccionales de protección contra cortocircuitos entre fases

Hay varias conexiones posibles para los relevadores direccionales que protegen
contra cortocircuitos trifásicos y bifásicos. De ellas la más utilizada es la denominada
conexión 90° (ver Fig. 5.9a). El nombre de la conexión proviene del hecho de que el
ángulo de defasaje entre el voltaje y la corriente de cada relevador en condiciones de

5-11
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

factor de potencia unitario en el sistema protegido es 90º, como puede apreciarse en la


Fig. 5.10a.
El diagrama fasorial para un cortocircuito trifásico suficientemente alejado del
relevador se muestra en la Fig. 5.10b. Como puede apreciarse, el ángulo φr está
dado por:

φr = - (90º - φcc) = - 90º + φcc

donde ambos ángulos se toman como positivos cuando la corriente está en atraso con
respecto al voltaje. El ángulo φcc puede variar entre 0º y 90º en dependencia del valor de
la impedancia de la línea y la resistencia de falla. Por ello, el intervalo posible de valores
de φr es - 90º ≤ φr ≤ 0º. De acuerdo con esto, el valor de . φsm para esta conexión debe
seleccionarse en el intervalo 0 < - φsm < 90º.

En el caso en que el cortocircuito trifásico ocurre en el punto de ubicación de los


relevadores, los tres voltajes de línea tienen valores muy reducidos y los relevadores
pueden no operar (zona muerta de la protección direccional). En la práctica, en los

5-12
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

cortocircuitos siempre hay un cierto valor de resistencia de falla que garantiza el valor
suficiente de voltaje para la correcta operación de los relevadores direccionales. La
excepción a esto es el caso en que el personal de servicio por error deja conectado en la
línea el equipo de puesta a tierra de seguridad después de una reparación; esto provoca
un cortocircuito trifásico limpio al reconectar la línea, para el cual no opera la protección.
Un análisis similar para los tres casos de cortocircuitos bifásicos da como
resultado para φsm el intervalo de valores posibles 30º < - φsm < 90º. De todo lo anterior
se desprende como valor más adecuado el de φsm = - 45º, que es el que se utiliza en la
práctica para esta conexión. Para cualquier cortocircuito bifásico operan en principio dos
relevadores, por lo que en la práctica pueden utilizarse solamente dos relevadores con
conexión 90º para la protección de una línea trifásica. Hay, sin embargo, dos casos en
que no es posible omitir el tercer relevador direccional, debido a que de los dos
relevadores que tienden a operar para cada cortocircuito bifásico hay uno que tiene
menor sensibilidad que el otro. Esos casos son: cuando la corriente de carga tiene un
valor apreciable frente a la de cortocircuito, y cuando hay un banco de transformadores
con conexión delta-estrella aterrizada dentro de la zona protegida.
El análisis de la operación de los relevadores direccionales con conexión 90º para
cortocircuitos monofásicos o bifásicos a tierra revela que los relevadores conectados a
las fases falladas discriminan correctamente el cortocircuito, pero los correspondientes a
las fases no falladas pueden operar incorrectamente por efecto de las corrientes de
carga y de cortocircuito.
Una segunda conexión posible para los relevadores direccionales que protegen
contra cortocircuitos trifásicos y bifásicos es la conexión 30º (ver Fig. 5.9b), en que a
cada relevador se aplica un voltaje de línea y la corriente de una de esas dos propias
fases. El nombre de la conexión se debe al hecho de que el defasaje entre el voltaje y la
corriente de cada relevador en condiciones de factor de potencia unitario es 30º. Un
inconveniente de esta conexión es que, como puede demostrarse en un análisis
semejante al realizado para la conexión 90º, se requiere un valor de φsm = 0º en los
relevadores, que resulta difícil de lograr, al menos en los relevadores direccionales
electromecánicos. Como segundo inconveniente está el hecho de que para los
cortocircuitos bifásicos cercanos opera solamente un relevador (en uno de los otros dos
relevadores hay ausencia de voltaje, y en el otro, de corriente); por ello en esta conexión
es necesario utilizar tres relevadores monofásicos.
Otra conexión que se ha utilizado para los relevadores direccionales de
protección contra cortocircuitos entre fases es la denominada conexión 60º (ver
Fig. 5.9c), en que a cada relevador se aplica la suma fasorial de dos voltajes de línea y
una de las corrientes de fase. También en este caso la denominación de la conexión
expresa el defasaje existente entre el voltaje y la corriente de cada relevador en
condiciones de factor de potencia unitario. Para esta conexión se requiere un valor de
φsm = 0º en los relevadores, lo que constituye una desventaja.

5-13
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

En resumen, con respecto a las conexiones de los relevadores direccionales de


protección contra cortocircuitos entre fases puede concluirse lo siguiente:

a) La denominación de cada conexión está dada por el ángulo de defasaje entre el


voltaje y la corriente aplicados al relevador para factor de potencia unitario.
b) En las conexiones 90º y 60º pueden utilizarse solamente dos relevadores, pues
para cada falla bifásica operan correctamente los relevadores conectados a las dos
fases falladas. En la conexión 30º es necesario utilizar tres relevadores.
c) La utilización de solamente dos relevadores en lugar de tres es recomendable
cuando los dos relevadores que responden a cada cortocircuito bifásico lo hacen
con niveles semejantes de sensibilidad. Ello ocurre cuando la corriente de carga
es despreciable frente a la de cortocircuito, y cuando no hay bancos de
transformadores con conexión delta-estrella aterrizada en la zona protegida.
d) La protección presenta zona muerta solamente para cortocircuitos trifásicos
limpios cercanos a los relevadores.
e) En caso de cortocircuitos monofásicos o bifásicos a tierra pudieran operar
incorrectamente los relevadores de las fases no falladas; es necesario tomar
medidas para que esto no conduzca a la operación incorrecta del esquema
completo.
f) La conexión 90º tiene ventajas con respecto a las restantes, y es la más utilizada
en la práctica.

5.7.2 Relevadores direccionales de protección contra cortocircuitos a tierra

En la variante más utilizada de esta protección, como se señaló en la sección 5.6,


el relevador direccional recibe las señales Ir = 3 I0 y Vr = 33 V0 , y sirve como protección
contra cortocircuitos monofásicos y bifásicos a tierra en sistemas sólidamente
aterrizados.
En la Fig. 5.1lb se presenta el diagrama fasorial de las magnitudes de secuencia
cero para el caso de un cortocircuito a tierra en el sistema de la Fig. 5.11 a a través de
cierta resistencia de falla Rf. El voltaje V0 es máximo en el punto F del cortocircuito y es
cero en el neutro aterrizado del devanado estrella del transformador; ese voltaje, que no
depende del valor de la resistencia de falla, está dado por V0 = - Z0T I0 , donde Z0T es la
impedancia de secuencia cero del transformador, que tiene un ángulo cercano a 90º. De
acuerdo con esto, el ángulo φr está en el intervalo 180º < φ < -90º, y tiene un valor
cercano al límite -90º.
En la práctica, la conexión se hace aplicando al relevador en forma invertida el
voltaje o la corriente, de modo que realmente φr está en el intervalo 0 < φr < 90º, como
se ilustra en la Fig. 5.11 b, para el caso en que se ha invertido el voltaje. De acuerdo con
esto, el valor de φsm del relevador debe escogerse también en el intervalo 0 < φsm < 90º.
Es recomendable un valor del orden de φsm = 70º para tener en cuenta el hecho de que

5-14
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

por lo general Z0T no es solamente la impedancia de secuencia cero del transformador,


sino la equivalente de varios transformadores y líneas que componen la red de
secuencia cero para la falla dada, y cuyo ángulo tiene realmente un valor no muy
cercano a 90º. Precisamente la inversión del voltaje o la corriente en la conexión del
relevador se hace para que el valor de (φsm esté en el primer cuadrante (φsm < 90º) y sea
más fácil de obtener en el relevador direccional.

Esta conexión de los relevadores direccionales de protección contra cortocircuitos


a tierra tiene como ventajas la simplicidad, el hecho de que el valor de Rf no influye en el
de φr, y la ausencia de zona muerta en la protección. Para cortocircuitos alejados del
punto de ubicación de la protección, para los cuales ésta actúa como respaldo, los
valores de Vr e Ir pueden ser reducidos, por lo que se requieren relevadores de gran
sensibilidad para esta conexión.
Un particularidad de esta conexión es la baja sensibilidad de la protección para
fallas a tierra alejadas de la ubicación del relevador, en especial cuando la subestación
cuenta con una fuente de secuencia cero muy fuerte; esta situación se aprecia en la
Fig. 5.12. Con valor máximo de voltaje 3V0 en el punto de falla, el voltaje disponible para
el relevador puede ser muy pequeño en dependencia de la impedancia del transformador
ZT0; en cambio, aunque el voltaje de secuencia negativa es menor en el punto de falla, la
magnitud de V2 es mayor que 3V0 en la ubicación del relevador, lo cual lo convierte en
candidato a utilizarse, junto con I2, como entrada en un relevador direccional. Esta
variante es particularmente útil en subestaciones que cuentan con autotransformadores.

5-15
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

Otra variante de esta protección en la basada en un relevador direccional del tipo


corriente-corriente. El problema en este caso consiste en encontrar una corriente de
secuencia cero cuyo ángulo de fase no cambie con la ubicación de la falla, de modo que
sirva como referencia angular en sustitución del voltaje de secuencia cero. A
continuación se analizan algunas variantes de solución de este problema.
Si en la subestación en que se origina la línea protegida hay transformadores de
dos devanados con conexión delta-estrella aterrizada, la corriente de secuencia cero se
obtiene al conectar un transformador de corriente en el neutro del transformador de
potencia. Hay otras dos alternativas en este caso: conectar tres transformadores de
corriente en estrella en la línea por el lado estrella del transformador de potencia, y
obtener la corriente de secuencia cero en el neutro de esa conexión; conectar un
transformador de corriente en cada fase del devanado en delta del transformador de
potencia (cuando esto es posible), conectarlos en estrella y obtener la corriente de
secuencia cero en el neutro de esa conexión. En estos tres casos la corriente de
secuencia cero no cambia su ángulo fase con la ubicación de la falla, sino que se hace
cero cuando el cortocircuito es por el lado de la delta del transformador de potencia.
Cuando el transformador de potencia es de tres devanados, hay que tener en
cuenta todas las corrientes de secuencia cero. En el caso del transformador con
conexión delta-estrella aterrizada-estrella aterrizada la corriente se obtiene con dos
transformadores de corriente conectados en ambos neutros y puestos en paralelo. Si un
solo neutro está aterrizado, el transformador de corriente se conecta en ese neutro.
En los autotransformadores de tres devanados la situación es más compleja,
sobre todo cuando una de las ramas de su circuito equivalente tiene reactancia negativa.
Hay algunos relevadores direccionales especialmente diseñados para secuencia cero,
que tienen tres bobinas en lugar de dos, de modo que pueden recibir una señal de
5-16
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

voltaje y otra de corriente como magnitudes que alternativamente sirven como referencia
angular. Estos relevadores se utilizan con frecuencia en las redes con
autotransformadores de tres devanados.

5.8 EFECTO DEL ACOPLAMIENTO MUTUO EN LAS PROTECCIONES DE TIERRA

Uno de los problemas más importantes que afectan el desempeño de las


protecciones de tierra son el de inducción mutua, el cual, por acoplamiento magnético,
induce información falsa de voltaje y corriente en líneas de transmisión sin falla,
pudiendo ocasionar la no operación u operación incorrecta de las protecciones. En
términos generales, la impedancia mutua entre un par de líneas de transmisión Z0M
puede alcanzar un valor de entre 50 a 70% de la impedancia de secuencia cero Z 0 de
una de las líneas. En la Fig. 5.13 se muestran dos líneas de transmisión aisladas en sus
redes de secuencia cero, pero acopladas; la corriente de secuencia cero I 0M en la línea
RS inducida por una impedancia de acoplamiento uniforme (Z0M) para unidad de longitud
de la línea GH esta dada por:

donde n es la fracción por unidad de Z'0L desde la barra G hasta el punto de falla y ∆VSR
es el voltaje inducido desde S hasta R. Por lo tanto, ha medida que la falla se mueve de
G hasta H, la magnitud de la corriente inducida I0M en la línea RS decrece, se invierte e
incrementa su valor en sentido opuesto. Lo anterior significa que para ciertas
condiciones de operación y ubicación de la falla, es difícil determinar los ajustes de los
relevadores de sobrecorriente para que sean capaces de distinguir entre las fallas en la
línea GH y las fallas en la línea RS. Así mismo, el acoplamiento mutuo también puede
ocasionar operaciones incorrectas de las protecciones instaladas en la línea GH al
ocurrir una falla en la línea RS.

5-17
PROTECCIÓN DIRECCIONAL DE SOBRECORRIENTE

5.9 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[2] W. A. Elmore, J. L. Blackburn, Negative sequence directional ground relaying,
AlEE Transactions, vol. 81, part III, 1962, pp. 913-921.
[3] G. Ziegler, et al, Application guide on protection of complex transmission network
configurations, CIGRE Working Group 34, 1991.
[4] W. A. Elmore, Protective Relay, Theory and Applications, Coral Springs: Marcel
Dekker, 1994.
[5] J. Roberts, A. Guzmán, Directional element design and evaluation, Proceedings of
the 49th Annual Georgia Tech Protective Relaying Conference, Atlanta, GA, May
3-5, 1995.
[6] Y. G. Paithankar, Transmission Network Protection, New York: Marcel Dekker,
1998.
[7] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[8] P. M. Anderson, Power System Protection, New York: McGraw Hill, 1999.
[9] J. G. Andrichak, S. C. Patel, Polarizing sources for directional ground relays,
GE paper, disponible en http://www.geindustrial.com/pm/notes/ger3182.htm.

5-18
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

CAPÍTULO 6

PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.1 INTRODUCCIÓN

El problema de la protección de líneas de transmisión consiste en determinar


correctamente la ubicación de un cortocircuito, con independencia de su tipo y del
régimen de operación del sistema de potencia. Como se analizó en los capítulos
anteriores, las protecciones de sobrecorriente y direccionales de sobrecorriente
resuelven el problema basados en una discriminación por corriente, lo que representa
una buena solución para la detección de fallas a tierra, no así para la detección de fallas
entre fases debido a problemas de sensibilidad asociados a la corriente de carga.
La protección de distancia resuelve en mejor forma este problema, pero no
representa la mejor solución, como lo demuestra la aplicación del principio diferencial a
través de protecciones tipo piloto (Capítulo 7) y protecciones basadas en la propagación
de ondas viajeras (protecciones de onda superpuesta); no obstante, las características
de la protección de distancia son apropiadas para realizar distintas funciones de
protección, como son la protección primaria y de respaldo en líneas de transmisión,
protección de respaldo en generadores, y elementos detectores de fallas en esquemas
piloto, entre otras.
Una de las ventajas de la protección de distancia es su mayor sensibilidad,
especialmente en el caso de la protección contra cortocircuitos entre fases, ya que la
impedancia medida presenta una variación más abrupta que la corriente de cortocircuito,
tanto en magnitud como en ángulo de fase.
En el presente capítulo se estudian el principio de operación y las características
de operación de la protección de distancia. Se describe una metodología para el cálculo
de los parámetros de ajuste de las protecciones de distancia, para el caso de líneas de
transmisión. Así mismo, se analizan las conexiones de los relevadores de distancia, los
principios básicos de operación de los relevadores y su afectación por las oscilaciones
de potencia del sistema protegido, entre otros aspectos.

6-1
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.2 PRINCIPIO DE OPERACIÓN

La protección de distancia es aquella con selectividad relativa que tiene


direccionalidad y que se logra con relevadores de distancia, los cuales son órganos de
medición de dos señales de entrada (y en ocasiones más de dos) que responden al
cociente del voltaje Vr y la corriente Ir a ellos aplicados:

Zr = Vr / Ir (6.1)

Puede demostrarse que en general es posible lograr que la impedancia Zr sea


proporcional a la longitud de la sección de línea comprendida desde el punto de
ubicación del relevador hasta el punto del cortocircuito, o sea, proporcional a la distancia
eléctrica hasta la falla; de ello se deriva el nombre de este tipo de relevador. Al ocurrir el
cortocircuito la corriente aumenta y el voltaje disminuye, por lo que Zr tiende a disminuir;
por eso los relevadores de distancia son por lo general órganos de mínima, es decir,
operan cuando Zr disminuye.
Las protecciones de distancia, al igual que las restantes protecciones con
selectividad relativa (protecciones de sobrecorriente y direccional de sobrecorriente),
pueden tener distintas características de tiempo de operación T = f(l) (donde I es la
distancia hasta el punto de cortocircuito). La característica más utilizada es la de tiempo
escalonado con tres zonas, la cual se muestra en la Fig. 6.1.

En la Fig. 6.2 se presenta el diagrama de bloques simplificado de la protección de


distancia de una fase de una línea de transmisión. Por simplicidad se ha representado
solamente el transformador de corriente (TC) y el de potencial (TP) de esa fase de la
línea, pero en realidad las señales de corriente y voltaje que llegan a la protección son
combinaciones de distintas corrientes y voltajes de fase, como se verá más adelante.

6-2
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La protección está compuesta por tres relevadores de distancia (bloques 1) que


son inherentemente direccionales y de operación instantánea, un relevador auxiliar
intermedio (2), dos relevadores de tiempo (3) y tres relevadores de señalización (4). El
canal superior (bloques 1, 2 y 4) corresponde a la primera zona (instantánea) de la
protección, mientras que los otros dos canales corresponden, respectivamente, a la
segunda y tercera zonas de la protección, con tiempos de operación T" y T"' La
operación de cada zona implica también la correspondiente señalización.
Si los relevadores de distancia no son inherentemente direccionales, es necesario
incluir en el esquema un relevador direccional que permita discriminar si la corriente de
cortocircuito circula en la dirección de operación de la protección, es decir, hacia la línea
protegida. En ese caso el esquema debe disponerse de forma tal que la señal de disparo
del interruptor solo se origine si opera el relevador direccional, y al menos una de las
zonas de la protección de distancia (lógica Y).

En ocasiones se utiliza una variante de esquema de protección de distancia en


que el relevador de distancia correspondiente a la tercera zona controla la operación de
la primera y la segunda zonas, permitiendo el paso hacia éstas de la corriente directa de
la batería de la subestación solamente cuando ocurre el cortocircuito y opera dicho
relevador de distancia. En este caso el relevador de distancia de tercera zona realiza
adicionalmente la función de órgano de arranque de la protección.
La comparación del diagrama de la Fig. 6.2 con el de la Fig. 4.5 revela la
semejanza existente entre las configuraciones de los esquemas de las protecciones de
sobrecorriente de tiempo constante y de distancia. La diferencia fundamental radica en
el órgano de medición, el cual determina las ventajas principales de la protección de
distancia sobre las de sobrecorriente, que son: una determinación más precisa de las
longitudes de la primera zona I' y de la segunda zona I", y una mayor sensibilidad de la
tercera zona para una longitud dada I’’’ de la misma.
6-3
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

En realidad la operación de la protección de distancia durante los cortocircuitos


depende no solamente de la distancia I, sino también de otros factores que afectan la
precisión de la medición de esa distancia, tales como la resistencia de falla, la existencia
de fuentes de alimentación y de cargas entre el punto de ubicación de la protección y el
del cortocircuito, así como la existencia de defasaje entre las FEM de las fuentes de
alimentación, entre otros.
En la Fig. 6.3 se muestra un ejemplo de aplicación de la protección de distancia a
una red con alimentación bilateral, que puede servir de base para el análisis de su
operación. Para un cortocircuito en el punto F’ situado en la región central de la línea
BC, operan por primera zona (en forma prácticamente simultanea) las protecciones
3 y 4, con tiempos T3’ y T4’ respectivamente. Las protecciones 1 y 6 también detectan el
cortocircuito, pero por tercera zona, e inician su operación, pero no llegan a operar si 3 y
4 lo hacen correctamente. Solamente en caso de falla de la protección 3, opera 1 con
retardo de tiempo T1’’’, y en caso de falla de 4, opera 6 con retardo T6’’’, es decir, 1 y 6
son las protecciones de respaldo de 3 y 4. Las protecciones 2 y 5, que están
prácticamente a la misma distancia del cortocircuito que 3 y 4, no operan, debido a que
la potencia aparente de cortocircuito circula en sentido contrario al de disparo.

Si el cortocircuito ocurre, por ejemplo, en el punto F’’, ubicado cerca de la


subestación C, la única diferencia con respecto a la situación anterior es que para la
protección 3 el cortocircuito está en la segunda zona, y opera con tiempo T3’’’; en este

6-4
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

caso la operación de las protecciones 3 y 4 es secuencial, es decir, primero se abre el


extremo 4 de la línea y después el extremo 3.
Si el cortocircuito ocurre, por ejemplo, en la barra de la subestación B, y ésta no
tiene una protección propia, operan las protecciones 1 y 4 por segunda zona, con
tiempos T1’’, y T4’’ ; no operan las protecciones 2 y 3 debido a su direccionalidad.
Un concepto básico en la protección de distancia es el de impedancia medida o
impedancia vista por los relevadores de distancia (Zr), que algunos autores también
denominan impedancia en los terminales de los relevadores de distancia. Está dada por
la ecuación (6.1) y es, en el caso general, una impedancia ficticia, que no tiene sentido
físico. Durante los cortocircuitos la impedancia medida coincide (en el caso ideal) con la
impedancia de la sección de línea comprendida entre el punto de ubicación del relevador
y el del cortocircuito, como se señaló anteriormente.
Otro concepto importante es e! de impedancia de arranque o de operación de los
relevadores de distancia (Zar); en el caso general los relevadores de distancia no tienen
un valor único de Zar, sino que este valor es variable en dependencia del valor de φr
(ángulo entre Vr e Ir). De la comparación de Zr y Zar para un valor dado de (φr se define
en el relevador si hay o no operación.
Los relevadores de distancia se conectan en los secundarios de los
transformadores de corriente y de potencial. Por ello, además de la impedancia Zr
medida por el relevador, existe el concepto de impedancia medida por la protección por
primario, Zp, dada por:

Zp = Vp / Ip (6.2)

donde Vp e Ip son, respectivamente, el voltaje y la corriente aplicados a la


protección (por el lado de alto voltaje de los transformadores de corriente y potencial). La
relación entre Zr y Zp está dada por:

Vr Vp / ntp ntc Vp ntc


Zr = = = = Zp (6.3)
Ir Ip / ntc ntp Ip ntp

6.3 FACTORES QUE AFECTAN LA MEDICIÓN DE IMPEDANCIA EN LOS


RELEVADORES DE DISTANCIA

La impedancia medida por un relevador de distancia en cualquier condición, es el


cociente del voltaje a la corriente aplicados al relevador. Es deseable que en condiciones
de falla, esa impedancia sea idéntica a la de la línea protegida, es decir, Zp = ZL, donde
Zp es la impedancia medida, y ZL es la impedancia de la sección de línea comprendida
entre el relevador y la falla.
Los relevadores de distancia de fase son alimentados con voltajes y corrientes de
conexión delta, de modo que ZL es la impedancia de secuencia positiva de la línea, para

6-5
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

fallas trifásicas o entre fases; los relevadores de distancia de protección contra fallas a
tierra se alimentan con voltajes y corrientes de conexión estrella y tienen compensación
de secuencia cero, por lo que, para fallas a tierra, ZL será también la impedancia de
secuencia positiva de la línea protegida.
Las corrientes de fuentes de generación conectadas entre el relevador y la falla
producen caídas de voltaje adicionales en el lazo de falla, lo que se traduce en sub-
alcance del relevador. Esta es una de las causas más comunes de error en la medición
de impedancia.
La consideración Zp = ZL implica que la falla es sólida, lo que constituye un caso
excepcional en un sistema eléctrico de potencia. La presencia de resistencia de falla
afecta la impedancia medida por la protección, que resulta:

Zp = ZL + RF (6.4)

Además, Zp = ZL solo se cumple cuando la corriente que pasa por la protección


es igual a la corriente que circula por la falla. Esta es también una condición
excepcional; la existencia de corrientes que circulan por la falla y no por la protección, o
viceversa, constituye una fuente adicional de error en la medición de impedancia.
Otra causa de error en la medición de impedancia es el acoplamiento mutuo entre
conductores adyacentes, que pueden pertenecer a la misma o a diferentes líneas.
Resulta también de importancia considerar la posibilidad de operación incorrecta de los
relevadores de distancia por efecto de fallas en otras fases y por oscilaciones de
potencia.
A continuación se presenta el análisis de la medición de impedancia por los
relevadores de distancia considerando los efectos de fuente intermedia y de resistencia
de falla, que son de gran importancia en el cálculo de sus parámetros de ajuste.

6.3.1 Efecto de fuente intermedia

Cuando una fuente de corriente de falla se encuentra dentro de la zona de


operación de un relevador de distancia, el alcance de éste resulta disminuido en forma
variable, en dependencia de la magnitud de la corriente de la fuente intermedia. Este
efecto, conocido como de fuente intermedia positivo (o infeed), se puede observar en la
Fig. 6.4, donde se presenta la situación de que existe una trayectoria de corriente hacia
la falla proveniente de la fuente conectada en la barra B y que no circula por la
protección en A. Al ocurrir una falla en la barra C, el voltaje medido por la protección A
es igual a la caída de voltaje en la línea AB más la caída de voltaje en la línea BC, o sea:

VpA = VA = IAB ZAB + IBC ZBC (6.4)

6-6
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La impedancia medida por la protección A está dada por:

VpA VA IAB ZAB + IBC ZBC IBC


ZpA = = = = ZAB + ZBC
IpA IAB IAB IAB

ZpA = ZAB + kC BC ZBC (6.5)

donde kC BC es el factor de distribución de corrientes, definido como:

kC BC = IBC / IAB (6.6)

Cuando no existe la fuente de generación en la barra B, se tiene la situación de


que IAB = IBC, por lo que la impedancia medida por la protección A esZAB + ZBC.
Del análisis se puede observar que cuando no existe efecto de fuente intermedia,
la impedancia medida por la protección A es la impedancia real que existe desde la
protección hasta el punto donde está la falla. A medida que el efecto de fuente
intermedia se incrementa, haciendo que IAB < IBC, el término correspondiente a la
impedancia ZBC se ve incrementado por el factor kC BC. Como la impedancia medida por
la protección es mayor que la impedancia que existe hasta el punto de falla, el alcance
del relevador disminuirá. Si el relevador está ajustado para alcanzar exactamente
hasta C sin fuente intermedia (es decir, ZAB + ZBC), cuando esta está presente su alcance
se reduce, y deja de cubrir parte de la línea BC. Es decir, el efecto de fuente intermedia
origina sub-alcance en la protección de distancia.

Por el contrario, si se ajusta la protección de A de modo que alcance hasta C con


la fuente intermedia presente (según (6.5)), cuando esta no existe el relevador
sobrepasa la barra C, y penetra en la línea adyacente.
En caso de que la corriente que circula por la protección sea mayor que la
corriente total de falla, también se presenta un efecto de fuente intermedia, pero
negativo (o outfeed); en la Fig. 6.5 se muestran dos configuraciones típicas donde se
presenta este efecto. Se puede demostrar que el efecto de fuente intermedia negativo
provoca un sobre alcance en la protección de distancia.
6-7
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

De todo lo anterior se deduce la necesidad de tomar en consideración el efecto de


fuente intermedia en el cálculo de parámetros de ajuste de las protecciones de distancia,
teniendo en cuenta los requisitos a cumplir por cada una de las zonas.

6.3.2 Resistencia de falla

Los relevadores de distancia de fase de líneas largas son poco afectados por la
resistencia de falla, pues esta está solo compuesta por la resistencia del arco entre los
conductores de fase, que no tiene un valor muy elevado. Una condición semejante
ocurre para fallas a tierra en líneas con hilo de tierra y buenas conexiones de las bases
de los aisladores a dicho conductor de tierra. En líneas que no cumplen con esas
condiciones, la resistencia de falla a tierra incluye las resistencias de tierra y de contacto
entre la estructura y tierra, por lo que puede tener valores altos e incluso ser de
naturaleza no lineal.
En forma general, la resistencia de falla es resistiva, y tiende a producir
sub-alcance en relevadores con características circulares. Sin embargo, la alimentación
de corriente al arco desde el otro extremo del sistema puede hacer aparecer
componentes reactivas en la resistencia de falla vista por el relevador, por lo que aún los
relevadores tipo reactancia pueden ser afectados.
Para analizar el efecto de la resistencia de falla, considérese el circuito
equivalente representado en la Fig. 6.6b. Si no existe generación en el extremo B, la
impedancia medida por la protección es la indicada por (6.4), es decir, ZL + RF. Sin
embargo, cuando existe una fuente de generación en el extremo B, la impedancia
medida por la protección será:

VpA VA IA ZL + IF RF IF
ZpA = = = = ZL + RF
IpA IA IA IA

6-8
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

ZpA = ZL + kC F RL (6.5)

donde kC F = IF / IA es un número complejo, cuyo ángulo depende del defasamiento entre


EA y EB al ocurrir la falla, de las relaciones ZA / ZL y ZB / ZL, que a su vez son números
complejos, y de la posición de la falla.
Si antes de ocurrir la falla no había transferencia de potencia en el sistema, es
decir, EA y EB están en fase, el que kC F tenga parte imaginaria depende de las relaciones
X/R de las impedancias ZA, ZL y ZB. En un sistema homogéneo, kC F es un número real,
el relevador detecta la impedancia de falla como resistiva pura. En el caso más general
de un sistema no homogéneo, si ZA y ZB tienen ángulos menores que el de ZL, puede
haber problemas. En este caso, cuando ZL tiene un valor apreciable (una falla en el
extremo de una línea relativamente larga), la corriente del relevador está adelantada con
relación a la de falla. Por tanto, la corriente del relevador también está adelantada con
relación al voltaje a través de la impedancia de falla, y el relevador mide una cierta
reactancia capacitiva en el arco, que se resta de la reactancia inductiva de la línea y
provoca sobrealcance en el relevador. Este sobrealcance, que solo resulta apreciable en
líneas largas, hace recomendable ajustar los relevadores tipo reactancia al 80% de la
longitud de la línea como máximo. En el caso más común en que los ángulos de ZA y ZB
son mayores que el ángulo de ZL, la impedancia aparente de falla tiene cierta
componente inductiva, y los relevadores tienen tendencia al subalcance.

6-9
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.4 REQUERIMIENTOS QUE DETERMINAN LA FORMA DE LA CARACTERÍSTICA


EN EL PLANO COMPLEJO IMPEDANCIA DE LOS RELEVADORES DE
DISTANCIA

Como se vio en el Capítulo 2, el comportamiento de los órganos de medición de


dos señales de entrada (entre los que se cuenta la mayoría de los relevadores de
distancia) puede analizarse gráficamente con ayuda del plano complejo impedancia. En
este plano se pueden representar las impedancias Zr medidas por los relevadores de
distancia en distintos regímenes del sistema y sus características de operación Zr = f(φr),
y determinar si los relevadores operan o no para esas condiciones. Es conveniente
tomar como origen de coordenadas en el plano complejo el punto correspondiente a la
ubicación en el sistema del relevador cuya operación se desea analizar, y orientarlo de
modo que el primer cuadrante del plano coincida con la dirección de operación del
relevador, en el caso de que tenga direccionalidad.
El plano complejo impedancia puede ser la base para analizar los requerimientos
que determinan la forma de la característica de los relevadores de distancia. En la
Fig. 6.7 se representa la impedancia de una línea de transmisión AB; esa recta
constituye el lugar geométrico de los extremos de todas las impedancias medidas por los
relevadores de distancia de A, para fallas limpias en todos los puntos de la línea AB.
Como se verá más adelante, la primera zona de la protección de A debe cubrir el 85 ó
90% de esa línea, y además debe ser direccional, es decir, debe cubrir desde el origen
de coordenadas (punto A), hasta el punto B' (ver Fig. 6.7). El relevador de distancia de la
primera zona de A, por tanto, debe tener una característica en el plano complejo
compuesta por una línea cerrada, que pase por los puntos A y B'; una forma posible de
esa característica es la rectangular mostrada en línea de puntos en la Fig. 6.7.

En la selección de la forma de la característica del relevador influye un conjunto


de factores cuyo efecto puede ser contradictorio. Los principales son: la resistencia de
falla, el régimen normal de operación y las oscilaciones de potencia.
6-10
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La resistencia de falla hace que durante el cortocircuito el relevador mida una


impedancia mayor, es decir:

Zr = Vr / Ir = ZL + RF (6.8)

donde ZL es la impedancia de la sección de línea comprendida entre el relevador y el


punto de falla, y RF es la resistencia de falla (referidos ambos al secundario). Como se
analizó en la sección 6.3.2 el término RF queda multiplicado por el cociente de la
corriente total de falla y la corriente de la protección, que es en general un número
complejo de módulo mayor que la unidad. Este efecto, por tanto, hace que la protección
mida la resistencia de falla con un error por exceso en módulo y con cierta componente
reactiva.
Para ejemplificar el efecto de la resistencia de falla sobre la medición de
impedancia por el relevador, considérese el caso de un cortocircuito que ocurre en el
punto M de la línea AB. Si la falla es limpia, la impedancia medida por el relevador es la
representada por la recta AM, y si es a través de arco, la impedancia medida es AM'.
Nótese que si la característica del relevador fuese la cuadrilateral representada en línea
de puntos, no operaría para la falla a través de arco, lo cual no es correcto. De lo
anterior se concluye que para lograr que el relevador sea tolerante a la resistencia de
falla, su característica debe tener un cierto ancho en la dirección horizontal del plano
complejo.
En los regímenes normales de operación que afectan a la tercera zona de la
protección de distancia, la impedancia medida en estados severos de carga es ZC min
cuya magnitud puede llegar a ser comparable con el de la impedancia medida para un
cortocircuito. El punto que representa el extremo de esa impedancia en el plano
complejo puede estar en cualquiera de los cuatro cuadrantes, en dependencia de los
sentidos de transferencia de las potencias activa y reactiva (está en el primer cuadrante
cuando ambos sentidos coinciden con el de disparo de la protección, como es el caso
del punto P de la Fig. 6.7).
Durante las oscilaciones de potencia, el punto P se desplaza por el plano
complejo, describiendo una trayectoria (mostrada en línea de puntos en la Fig. 6.7, que
para un sistema de dos fuentes de generación es una línea recta o una circunferencia).
Esta trayectoria puede llegar a cortarse con la recta que representa la impedancia de la
línea, pasando por dentro de la característica del relevador, lo que puede provocar su
operación incorrecta.
De lo anterior se infiere que para evitar la operación incorrecta de los relevadores
de distancia por efecto de la carga o de las oscilaciones de potencia se requiere que su
característica en el plano complejo sea lo más estrecha posible, lo cual es contrario al
requerimiento que emana de la tolerancia a la resistencia de falla.
Esta contradicción no es fácil de resolver ni tiene una solución única. En líneas
cortas, donde la resistencia de falla ejerce gran influencia debido al valor pequeño de ZL,

6-11
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

se prefieren características anchas en el plano complejo; en líneas largas son más


recomendables las características estrechas, ya que en ellas el efecto de las
oscilaciones de potencia es predominante. Las características cuadrilaterales son en la
actualidad las más flexibles, ya que rueden adaptarse a todos los requerimientos si
tienen posibilidad de ajustes independientes.

6.5 CARACTERÍSTICAS DE LOS RELEVADORES DE DISTANCIA EN EL PLANO


COMPLEJO

Existe una gran diversidad deformas de características Zar = f(φr) de los


relevadores de distancia en el plano complejo. Incluso en las diferentes zonas de una
misma protección de distancia se utilizan con frecuencia distintas características,
teniendo en cuenta las diferencias existentes entre los requerimientos impuestos a cada
zona. A continuación se presentan los tipos fundamentales de relevadores de distancia,
atendiendo a la forma de su característica en el plano complejo.

6.5.1 Relevador tipo impedancia

Su característica es una circunferencia con centro en el origen de coordenadas,


como se muestra en la Fig. 6.8a; el valor de su impedancia de arranque Z ar es
independiente de φr, y por tanto carece de direccionalidad Su condición de operación es:

І Zr І ≤ І Zar І

o sea,

Zr ≤ Zar (6.9)

donde Zar es el único parámetro de ajuste del relevador. Este tipo de relevador
prácticamente está en desuso.

6.5.2 Relevador tipo mho o admitancia

Su característica es una circunferencia que cruza por el origen de coordenadas,


tal como se muestra en la Fig. 6.8b. No responde a cortocircuitos en las líneas situadas
detrás del relevador (impedancias en el tercer cuadrante del plano complejo), por lo que
es un órgano con direccionalidad. Como puede apreciarse en la Fig. 6.8b, la condición
de operación del relevador tipo mho es:

Zr ≤ Zar max cos (φr - φsm)

6-12
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

es decir:
Zr
Zar max ≥ (6.10)
cos (φr - φsm)
Los parámetros de ajuste del relevador son el diámetro de la circunferencia Z ar max
y el ángulo de sensibilidad máxima φsm, que es el ángulo del diámetro de la
circunferencia con el eje real. Por lo general ambos son ajustables en el relevador.
Puede demostrarse que el relevador direccional es un caso particular del relevador de
distancia tipo mho para Zar max → ∞.
Este relevador es, junto con el cuadrilateral, es el más utilizado en la protección
de. líneas de transmisión; a fin de mejorar la sensibilidad para fallas cercanas a la
ubicación del relevador, su característica puede desplazarse con respecto al origen de
coordenadas, como se muestra en la Fig. 6.8c. Esta es la tipo mho desplazada o
polarizada.

6.5.3 Relevador tipo impedancia-ángulo

Su característica es una línea recta que no cruza por el origen de coordenadas,


como se aprecia en la Fig. 6.78. Este órgano por lo general no se utiliza individualmente,
sino como complemento de otros tipos de relevadores.
Un caso particular importante de este relevador es el tipo reactancia, cuya
característica es una línea recta paralela al eje real del plano complejo (ver Fig. 6.8e).
Su condición de operación está dada por:

Xr ≤ Xar (6.11)

donde la reactancia de arranque Xar es el parámetro de ajuste del relevador.


Por responder solamente a la componente reactiva de la impedancia, este
relevador es poco afectado por la resistencia de falla, lo que lo hace recomendable para
la protección de líneas cortas y para la protección de distancia contra cortocircuitos a
tierra, en que la resistencia de falla puede tener valores elevados.
Por no tener direccionalidad, y por tener gran sensibilidad a las impedancias de
carga con valores de factor de potencia cercanos a la unidad, el relevador tipo
reactancia debe complementarse con un órgano de arranque que sea direccional y que
le limite el alcance en la dirección del eje real del plano complejo. Por lo general en esta
función se utiliza un relevador tipo mho.

6.5.4 Relevador con característica elíptica

La característica de este relevador es de forma elíptica (también puede ser


ovalada o de alguna forma similar), y puede cruzar por el origen de coordenadas (ver
Fig. 6.8f), o estar desplazada con respecto a él. Debido a su forma es poco afectado por
los regímenes severos de carga y las oscilaciones de potencia.

6-13
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.5.5 Relevador con característica cuadrilateral

La característica se muestra en la Fig. 6.8g. Su lado superior forma un ángulo


pequeño con el eje real y por tanto es semejante al relevador tipo reactancia en cuanto a
la tolerancia a la resistencia de falla; ese lado fija con precisión el alcance de cada zona.
Los lados derecho e izquierdo de la característica evitan la operación incorrecta por
regímenes severos de carga o por oscilaciones de potencia. El lado inferior, que cruza
por el origen y tiene cierta inclinación hacia el cuarto cuadrante, asegura la
direccionalidad y la operación correcta del relevador para cortocircuitos cercanos a
través de arco. Un requerimiento importante de las características cuadrilaterales es que
exista la posibilidad de ajustar cada lado en forma independiente.
Además de las características descritas existen otras, compuestas por
combinaciones de circunferencias y líneas rectas, que tienen por objetivo fundamental
mejorar el desempeño del relevador en base a los criterios analizados en el sección 6.4.
Algunas de estas características son la tipo lenticular, la tipo 8 y la tipo hueso, entre
otras.

6-14
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.6 DETERMINACIÓN DE LOS PARÁMETROS DE AJUSTE DE LAS


PROTECCIONES DE DISTANCIA

Las protecciones de distancia, como todas las anteriormente analizadas, se


disponen por separado para protección contra cortocircuitos entre fases (trifásicos y
bifásicos) y para protección contra cortocircuitos a tierra. En ocasiones incluso la
protección de fase es de distancia, y la de tierra es direccional de sobrecorriente de
secuencia cero.

6.6.1 Protecciones de fase

En esta sección se estudia el método de cálculo de los parámetros de ajuste de la


protección de distancia de fase. Cada par de fases de la línea de transmisión se protege
con relevadores que tienen por señales de entrada el voltaje de línea y la diferencia de
las corrientes de línea correspondientes a ese par de fases, de acuerdo a la Tabla 6.1.

Tabla 6.1. Conexión de los relevadores de fase.

Relevador Vr Ir
ab Va - Vb Ia - Ib
bc Vb - Vc Ib - Ic
ca Vc - Va Ic - Ia

Puede demostrarse que, con esta conexión, para un cortocircuito trifásico limpio
los tres relevadores miden la impedancia de secuencia positiva de la sección de línea
comprendida entre la protección y el punto de falla, y para cortocircuito bifásico limpio el
relevador de ese par de fases mide esa misma impedancia, y los otros dos miden
impedancias mayores.
El procedimiento de cálculo consiste en la determinación de las impedancias de
arranque Z’ap, Z’’ap y Z’’’ap de las tres zonas de la protección, y de los tiempos T’’ y T’’’,
correspondientes a la segunda y tercera zonas. El cálculo se hace para una fase
solamente, ya que los relevadores de las tres fases deben tener iguales parámetros de
ajuste. Como base para el estudio del procedimiento de cálculo se toma la protección A
de la línea AB de la red de la Fig. 6.9a, que en el caso general puede tener cualquier
configuración y cualquier número de fuentes de generación.

6.6.1.1 Primera zona

La primera zona de la protección de distancia es de operación instantánea, y


tiene por finalidad brindar protección primaria a la línea propia (en este caso a la
línea AB). Su tiempo de operación depende fundamentalmente del correspondiente al
relevador de distancia, y es del arden de 0.02 a 0.05 s.
6-15
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La impedancia de arranque de la primera zona se selecciona de modo que no


opere para cortocircuitos que ocurran en la barra B, o al inicio de los elementos
adyacentes del sistema, es decir:

Z’ap A ≤ k’ ZAB (6.12)

donde ZAB es la impedancia de secuencia positiva de la línea AB, y k' es un


coeficiente menor que la unidad, al que se asignan por lo general valores de 0.8 a 0.9.
Este coeficiente permite tener en cuenta los posibles errores en la impedancia de
arranque del relevador, en el valor de impedancia de la línea, en los transformadores de
corriente, así como la existencia de resistencia de falla. Realmente los errores de los
transformadores de corriente tienden a reducir Ir, con lo que aumenta Zr y los
relevadores tienden a cubrir una longitud menor de la línea, pero hay que tenerlos en
cuenta en sentido inverso, pues en la práctica se comprueban los transformadores de
corriente para el caso más crítico, de modo que tengan un valor del error total no mayor
del 10% para la corriente de cortocircuito máxima para una falla al final de la primera

6-16
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

zona. De ser la corriente de cortocircuito menor que ese valor, el error es menor, y la
impedancia medida es menor. La resistencia de falla también tiende a reducir el alcance
de los relevadores de distancia, pues aumenta el valor de Z r; sin embargo, su efecto
puede reducirse considerablemente seleccionando adecuadamente la característica de
operación del relevador, un tipo reactancia por ejemplo.

6.6.1.2 Segunda zona

Su objetivo principal es proteger de forma primaria el resto de la línea AB y la


barra de la subestación adyacente B, en el caso de que no tenga su propia protección.
Debe tener un retardo de tiempo para que coordine con las primeras zonas de las
protecciones de las líneas que salen de la subestación B, y con las otras protecciones
instantáneas que pueda haber en esa subestación, como las de la barra y el
transformador. Su tiempo de operación considerando solamente su coordinación con las
primeras zonas adyacentes (ver Fig. 6.9b) está dado por:

T’’A = T’B + ∆T (6.13)

donde ∆T incluye el tiempo de operación del interruptor de la protección B y un factor de


seguridad adicional; un valor típico es de 0.2 a 0.4 s. La condición de que la segunda
zona no se traslape sobre las segundas zonas de las líneas adyacentes (ver Fig. 6.9b)
se expresa:

Z’’ap A ≤ k’’ (ZAB + kC BC Z’ap B) (6.14)

En esta expresión k" es un coeficiente que tiene en cuenta los posibles errores
que tienden a incrementar el valor de Z’’ap A; se le asignan valores de 0.85 a 0.9. El
efecto de la fuente de generación intermedia conectada en B se tiene en cuenta con el
coeficiente de distribución de corriente kC BC, que se expresa como:

kC BC = ICC BC / ICC AB (6.15)

Cuando se tienen datos sobre diferentes regímenes posibles de operación del


sistema, se toma para el cálculo el régimen para cual este coeficiente tiene el menor
valor. Si de la subestación B sale más de una línea de transmisión, (6.14) debe aplicarse
en el caso de aquella línea para la cual el término kC BC Z’ap B toma el menor valor
posible.
La segunda condición a cumplir por la segunda zona de la protección, es decir,
que nc opere para el cortocircuito en la barra de bajo voltaje del transformador T de la
subestación B, puede expresarse:

Z’’ap A ≤ k’’ (ZAB + kC t Zt) (6.16)

6-17
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

donde:

kC t = ICC t / ICC AB (6.17)

En este caso el coeficiente de distribución de corriente dado por (6.17) se


selecciona para la condición de operación en que tome el menor valor posible. Como
impedancia Zt del transformador se considera el valor mínimo posible; si hay varios
transformadores en la subestación, se calcula la Zt equivalente de su operación en
paralelo, y si hay regulación de su relación de transformación, se toma el valor de ella
para el cual Zt sea mínima. Por lo general, para mayor simplicidad en los cálculos se
desprecia la diferencia angular que puede existir entre las impedancias de las líneas y
transformadores, lo que no introduce un error apreciable.
El valor de Z’’ap A se selecciona como la menor impedancia calculada en (6.14) y
(6.16), ya que de esta forma se cumple los criterios de coordinación descritos
previamente.
Con el objetivo de garantizar que la segunda zona alcance hasta B y cumpla su
función de brindar protección primaria a la parte final de la línea AB, es necesario
comprobar su sensibilidad para el cortocircuito mínimo en B, típicamente una falla
bifásica. El coeficiente de sensibilidad ks’’ se calcula según:

kS’’ = Z’’ap A / ZAB (6.18)

y se toma 1.25 como valor mínimo admisible de kS’’. Si la impedancia de la línea AB es


menor de 20 ohms, se toma un valor mínimo de k S’’ del orden de 1.5 a 2.
Si no se cumple la condición de sensibilidad, es necesario permitir que la
segunda zona se traslape sobre las segundas zonas de las líneas adyacentes (ver
Fig. 6.9c). Su tiempo de operación se calcula en ese caso por:

TA’’ = TB’’ + ∆T (6.19)

La impedancia de arranque de la segunda zona debe ahora determinarse a partir


de la condición de que no se traslape sobre las terceras zonas adyacentes, lo que se
expresa por:

Z’’ap A ≤ k’’ [ ZAB + kC BC ZBC + kC CD (Z’’ap B - ZBC) ] (6.20)

donde los coeficientes de distribución de corriente kC BC y kC CD se seleccionan en la


condición de operación donde tengan el menor valor, es decir, el menor efecto de fuente
intermedia.

6-18
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

6.6.1.3 Tercera zona

Su objetivo es respaldar a las protecciones primarias (primeras y segundas


zonas) de las líneas que salen de la subestación B (fig 6.9a), y a las protecciones de la
barra y de los transformadores de esa subestación. El tiempo de operación de la tercera
zona se puede determinar por la expresión:

TA’’’ = TB’’’ + ∆T (6.21)

La aplicación de (6.21) conduce por lo general a valores muy altos del tiempo de
operación de la tercera zona, lo cual no es recomendable. Por otra parte, en redes en
lazo con varias fuentes de alimentación esta forma de calcular TA’’’ no permite conseguir
la selectividad de operación de las terceras zonas. Por ambas razones es conveniente
tratar de restringir el alcance de la tercera zona, evitando que se monte sobre las
terceras zonas de las líneas adyacentes (ver Fig. 6.4d). En ese caso el valor de Z’’’ap A
debe calcularse de acuerdo con la expresión (6.20), y el tiempo de operación está
dado por:

TA’’’ = TB’’ + ∆T (6.22)

El valor de Z’’’ap A debe cumplir con la condición de que la tercera zona no opere
incorrectamente por efecto de la carga, es decir, en general debe cumplirse la condición:

Z’’’ap A < ZC min = VC min / IC min (6.23)

donde ZC min mines el valor mínimo de la impedancia medida por la protección en la


condición de ,arga máxima de la línea, en que el voltaje tiene su valor mínimo y la
corriente de carga tiene su valor máximo. En un sistema balanceado, la expresión para
la potencia transmitida por una ínea de transmisión es:

PT = √3 VL IL cos φ (6.24)

donde cos φ es el factor de potencia. Despejando la corriente y considerando que la


potencia transmitida es máxima y el voltaje es mínimo, se tiene la expresión para la
corriente de carga máxima:
Pt max
Ic max = (6.25)
√3 VL min cos φ
Sustituyendo (6.25) en (6.23) se obtiene la expresión algebraica para la condición
de carga crítica:
(VL min)2 cos φ
Zc min = (6.26)
Pt max

6-19
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

Para el cálculo puede tomarse un valor de VL min del orden del 95% del nominal y
un factor de potencia de 0.85. La potencia máxima depende de la cargabilidad de la
línea de transmisión, que depende de sus límites térmico y de estabilidad.
Para comparar este valor de Zc min con la Z’’’ap A hay que tomar en cuenta el tipo
de relevador, así como el ángulo de las impedancias de la línea y de la carga.
Considerando una característica en el plano complejo impedancia tipo mho, como se
indica en la Fig. 6.10, se aprecia que para que la protección no opere en forma
incorrecta por efecto de la carga, debe cumplirse que:

Zc min > Zap max cos (φc - φsm) (6.27)

El valor de ajuste es Z’’’ap A, que es el alcance del relevador a lo largo de la línea


de transmisión, y está dado en función del diámetro de la característica Z ap max como:

Z’’’ap A = Zap max cos (φL - φsm) (6.27)

Despejando Zap max de (6.28) y sustituyendo en (6.27) se llega a:

cos (φL – φsm)


Z’’’ap A < Zc min (6.29)
cos (φc – φsm)
donde φc, es el ángulo del factor de potencia y φL es el ángulo de impedancia de la línea.
La cargabilidad máxima de un relevador de distancia depende de su ajuste y de su
característica de operación en el plano complejo impedancia. En la Fig. 6.11 se muestra
en forma descriptiva la cargabilidad de 4 tipos de relevadores, considerando un factor de
potencia constante, y ajustados para proteger la sección de línea AB. Se puede apreciar
6-20
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

como el relevador con característica de figura 8 admite una mayor transferencia de


potencia, y por tanto un valor menor de impedancia, sin operar en forma incorrecta.
Si el valor de TA’’’ se calculó por (6.21), el valor de la impedancia de arranque de
la tercera zona es el dado por (6.29), en caso de tratarse de un relevador tipo mho. Si,
por el contrario, se aplicó (6.22) para el cálculo de TA’’’, debe tomarse como valor de la
impedancia de arranque de la tercera zona el menor de los calculados por las
expresiones (6.20) y (6.29). Es necesario, no obstante, tener en cuenta que los ángulos
de las impedancias calculadas por estas dos expresiones pueden ser bastante
diferentes, por lo que en lugar de seleccionar la impedancia modularmente menor, puede
ser recomendable seguir trabajando con ambos valores hasta que se utilicen para
determinar los parámetros de ajuste del relevador de distancia, dependiendo de su tipo.

Es necesario hacer dos comprobaciones de sensibilidad de la tercera zona de la


protección de distancia. La primera es para cortocircuito bifásico al final de la línea
propia. El coeficiente de sensibilidad se calcula según:

ks’’’ = Z’’’ ap A / Z AB (6.30)

y se toma 1.5 como valor mínimo admisible.


La segunda comprobación, que por lo general es la más crítica, implica garantizar
que la tercera zona alcance hasta la subestación C, o en el caso general, brinde
respaldo a todas las líneas adyacentes. En este caso el coeficiente de sensibilidad se
determina por:

ks’’’ = Z’’’ ap A / ZPA max (6.31)

6-21
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

y se toma 1.25 como valor mínimo admisible. ZPA max es el valor máximo de la
impedancia medida por la protección de distancia de A para un cortocircuito en C
(cortocircuito trifásico sólido), y se calcula en forma compleja como:

ZPA max = ZAB + kC BC ZBC (6.32)

En este caso se toma para el cálculo el régimen de generación para el cual el


coeficiente de distribución de corriente kC BC tenga el valor máximo. Si de la subestación
B sale más de una línea de transmisión, la ecuación (6.32) debe aplicarse a la línea para
la cual el término kC BC toma el mayor valor posible.
De no cumplirse alguna de las condiciones de sensibilidad de la tercera zona, en
particular la segunda, es conveniente repetir el cálculo del coeficiente de sensibilidad por
(6.31), tomando como valor de Z’’’ap A el correspondiente a un valor de φr igual al ángulo
de la A impedancia ZPA max; para ello hay que considerar el tipo concreto de relevador de
distancia de que se dispone. Si aún así no se logra la sensibilidad, es recomendable
cambiar el tipo de relevador de distancia por otro con diferentes características.
De lo anterior se concluye que debe existir un compromiso entre permitir que las
terceras zonas se monten sobre las terceras zonas adyacentes y cumplir con la
condición de sensibilidad impuesto por (6.31). Este es un punto importante a considerar
cuando se están ajustando protecciones en anillo, ya que el cálculo de los tiempos de
operación se inicia en aquellas protecciones que no se traslapan sobre ninguna
adyacente; así, si en el anillo todas las terceras zonas se traslapan por condición de
sensibilidad, sería imposible calcular los tiempos de operación correspondientes a las
terceras zonas. En estos casos habría que relajar la condición de sensibilidad en ciertas
protecciones reduciendo sus alcances de tercera zona, evitando así que se traslapen y,
llevar a cabo el cálculo de los tiempos de operación. Para esto habría que comprobar si
aún con la reducción de sensibilidad en las protecciones, ninguna sección del sistema
queda sin protección de respaldo.
Las ecuaciones de la metodología expuesta son vectoriales, y permiten
considerar cada impedancia con su propio ángulo. Sin embargo, los cálculos pueden
simplificarse considerablemente sin afectar mucho su precisión considerando que todas
las impedancias tienen ángulos iguales; en ese caso se trabaja con las ecuaciones como
algebraicas, y se asigna a la impedancia resultante de cada cálculo el ángulo de las
diferentes impedancias. Con esta consideración, y despreciando la corriente de pre-falla,
los factores de distribución de corriente tienen también valores reales, lo que hace aún
más sencillo el procedimiento de cálculo.

6.6.2 Protecciones de tierra

A diferencia de las protecciones de fase, las protecciones de distancia contra


cortocircuitos a tierra se conectan por lo general a los voltajes y corrientes de fase, que

6-22
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

incluyen una compensación por corriente de secuencia cero de la propia línea, según se
indica en la Tabla 6.2. El factor de compensación k, que es un valor complejo, pero que
puede tomarse aproximadamente como un valor real, se definen como:
Z0 - Z1
k = (6.33)
Z1

donde Z0 y Z1 son las impedancias de secuencia cero y positiva de la línea. Puede


demostrarse que con esta conexión el relevador de la fase que falla a tierra mide
correctamente la impedancia de secuencia positiva de la línea, desde la ubicación de la
protección hasta el punto de falla. Uno de los problemas de las protecciones de distancia
de tierra es que son afectadas por la inducción mutua entre líneas paralelas,
ocasionando errores en la medición de impedancia.

Tabla 6.2. Conexión de los relevadores de distancia de tierra.

Relevador Vr Ir
a Va Ia + k I0
b Vb Ib + k I0
c Vc Ic + k I0

En términos generales, como las protecciones de tierra miden la impedancia de


secuencia positiva de la línea, el proceso de cálculo de sus parámetros de ajuste es
similar al descrito para las protecciones de fase, incluso los ajustes pueden llegar a ser
los mismos. Una diferencia adicional con respecto a las protecciones de distancia de
fase es que en este caso hay que considerar como fuentes de alimentación de la red no
solamente las máquinas sincrónicas, sino también los transformadores y
autotransformadores que tienen neutros aterrizados.

6.7 PRINCIPIOS DE OPERACIÓN DE LOS RELEVADORES DE DISTANCIA


MONOFÁSICOS

En la actualidad existe una gran diversidad de principios de operación y de


variantes constructivas de relevadores de distancia, y se continúa trabajando
intensamente en las investigaciones encaminadas a obtener nuevos desarrollos, sobre
todo aplicando la tecnología digital.
Las variantes más sencillas de relevadores de distancia monofásicos son las
basadas en esquemas de comparación de fase o de amplitud de dos señales de entrada.
En el Capítulo 2 se señaló que sobre la base de un esquema dado de comparación de
dos señales, sea de fase o de amplitud, pueden obtenerse distintos tipos de órganos de

6-23
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

medición, en dependencia de los valores de los coeficientes K1, K2, K3 y K4 de la


expresión (2.14).
En la Tabla 6.3 se presentan las combinaciones de señales de entrada a
esquemas de comparación de fase y de amplitud de dos entradas, necesarias para
obtener los tipos básicos de relevadores de distancia. Para mayor generalidad se incluye
también el relevador direcciona1, que puede considerarse como un caso particular de los
de distancia.
De la comparación de (2.14) con las expresiones que aparecen en la Tabla 6.3 se
obtienen los valores concretos que toman los coeficientes complejos de dichas
ecuaciones. Así por ejemplo, los coeficientes K2 y K4 (que tienen dimensiones de
impedancia) se obtienen con las impedancias réplicas (que convierten en voltajes las
señales de corriente de entrada al relevador) Zar, Zar max y Zar min. Estas impedancias
réplicas son parámetros de ajuste de los relevadores de distancia, como puede verse en
las características en el plano complejo representadas en las Fig. 6.8a, b y d. La
impedancia réplica Zd se utiliza para desplazar en el plano complejo la característica del
relevador tipo mho, como puede apreciarse en la Fig. 6.8c.

Tabla 6.3. Señales de entrada de esquemas de comparación, necesarias para


obtener distintos tipos de relevadores de distancia
Tipos de esquemas de comparación
De fase De amplitud
Tipo de relevador E1 E2 E1 E2
(operación) (polarización) (operación) (retención)
Direccional Zar max Ir Vr Zar max Ir - Vr Zar max Ir + Vr
Impedancia Zar Ir - Vr Zar Ir + Vr Zar Ir Vr
Mho Zar max Ir - Vr Vr Zar max Ir 2 Vr - Zar max Ir
2 Vr - Zar max Ir -
Mho desplazado Zar max Ir - Zd Ir Vr - Zd Ir Zar max Ir - Zd Ir
Zd Ir
Impedancia-ángulo Zar min Ir - Vr Zar min Ir 2 Zar min Ir - Vr Vr

Puede demostrarse que las características circulares o lineales presentadas en


las Fig 6.8a, b, c y d se obtienen cuando el esquema de comparación de fase tiene
límites angulares iguales a ± 90º, o cuando en las señales de entrada al esquema de
comparación de amplitud no se introducen modificaciones. Si se utilizan esquemas de
comparación de fase con límites angulares de valores distintos de ± 90º, o se introducen
variaciones discontinuas en las señales de entrada al esquema de comparación de
amplitud, se obtienen características de los relevadores formadas por dos sectores de
circunferencia o por dos segmentos de recta, que presentan discontinuidades y que
pueden ser ventajosas con respecto a las tradicionales. Esto es más fácil de lograr en

6-24
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

relevadores estáticos que en electromecánicos, y en esquemas de comparación de fase


más que en los de amplitud.
En los relevadores de distancia electromecánicos, la variante constructiva de
esquema de comparación de fase más utilizada es una estructura basada en el principio
de inducción electromagnética. Como esquema de comparación de amplitud se utiliza
por lo general una estructura de atracción electromagnética con dos bobinas: una de
operación (de corriente) y otra de retención (de voltaje).
En los relevadores de distancia estáticos hay mayor diversidad de variantes de
esquemas de comparación. En los actuales relevadores digitales, la comparación de
fase es la más difundida, y se implementa como un comparador de fase de producto
digital, donde el ángulo del producto Vr Ir* es el ángulo del cociente Vr / Ir, y que es el
ángulo por el cual Vr se adelanta a Ir.
Para obtener relevadores de distancia con características de mayor complejidad,
tales como las elípticas o las multilaterales, hay que utilizar otras variantes. Las
características elípticas (Fig. 6.8f) pueden obtenerse con esquemas de comparación de
amplitud de tres señales de entrada. Las características multilaterales pueden obtenerse
de tres formas posibles: a) esquemas formados por varios relevadores, b) esquemas de
comparación de dos señales de entrada, y c) esquemas de comparación de más de dos
señales de entrada.
Los esquemas de varios relevadores constituyen la variante más antigua para
obtener características multilaterales, la cual es típica de los relevadores
electromecánicos. En la Fig. 6.12 se ilustra la utilización de un relevador tipo mho y dos
relevadores tipo impedancia-ángulo para obtener una característica adecuada para la
protección de líneas largas. En este caso los contactos de salida de los tres relevadores
se conectan en serie (lógica AND), por lo que la zona de operación resultante se obtiene
del traslape de las zonas de operación individuales de los relevadores.

6-25
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La variante consistente en utilizar varios esquemas de comparación de dos.


señales de entrada para obtener relevadores de distancia con características
multilaterales puede aplicarse con esquemas de comparación de fase o de amplitud,
pero fundamentalmente se ha aplicado la primera. En este caso son las salidas de los
esquemas de comparación las que se hacen pasar por una compuerta lógica AND, lo
que hace que la zona de operación del relevador sea la resultante del traslape de las
zonas de operación correspondientes a cada esquema de comparación por separado.
A modo de ejemplo puede presentarse la utilización de dos esquemas de
comparación de fase para obtener la característica cuadrilateral de la Fig. 6.8g. Las
señales de entrada a esos esquemas de comparación pueden ser:

E1 = Zar max Ir -Vr

E2 = Zar max Ir

E3 = Zar max Ir

E4 = Vr

Con las señales de entrada E1 y E2 el primer esquema de comparación de fase da


lugar a una característica tipo impedancia-ángulo (ver Tabla 6.3). Utilizando un esquema
de comparación de límites angulares distintos de ± 90º, puede obtenerse una
característica formada por dos segmentos de recta que conforman los lados superior y
lateral derecho de la característica del relevador. Con las señales de entrada E3 y E4 el
segundo esquema de comparación de fase da lugar a una característica tipo direccional,
que para límites angulares distintos de ± 90º consta de dos segmentos de recta que
parten del origen de coordenadas, y que forman los lados inferior y lateral izquierdo de la
característica del relevador.
En la práctica puede ser necesario utilizar impedancias réplicas distintas en la
formación de las señales de entrada a ambos esquemas de comparación, con el objetivo
de elevar la flexibilidad de los ajustes de la característica del relevador.
Esta variante, aunque resulta más sencilla y económica que la del esquema de
varios relevadores, es aún compleja, pues se requiere un esquema de comparación por
cada par de lados de la característica que se desea obtener. La variante más sencilla,
fiable y económica es la de utilizar esquemas de comparación de más de dos señales de
entrada; también en este caso resulta ventajosa la comparación de fase sobre la de
amplitud.
Como ejemplo de esta variante a continuación se analiza la obtención de la
característica multilateral de la Fig. 6,13, utilizando un esquema de comparación de fase
de tres señales de entrada. Este esquema genera una señal de operación si se cumplen
las condiciones de operación de los tres pares de señales; en el caso general, los límites

6-26
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

angulares de la comparación de cada par de señales son distintos de ± 90º e


independientes ajustables. Las señales de entrada son:

E1 = Zar max Ir

E2 = Zar max Ir - Vr

E3 = Vr

La comparación de E1 y E2 da lugar a la sección ABC de la característica (ver


Tabla 6.3), y la comparación de E1 y E3 origina la sección COD. Las señales E2 y E3 dan
lugar a una característica tipo mho, que en la situación mostrada en la Fig. 6.13 se
manifiesta en el lado AD de la característica del relevador.

6.8 EFECTO DE LAS OSCILACIONES DE POTENCIA Y PÉRDIDAS DE


SINCRONISMO SOBRE LOS RELEVADORES DE DISTANCIA

Una oscilación de potencia es un régimen anormal de operación que provoca


alteraciones en los parámetros del sistema en ausencia de fallas. Las oscilaciones de
potencia entre las máquinas síncronas de un sistema eléctrico de potencia se originan
por lo general, como consecuencia de la desconexión tardía de un cortocircuito, o de la
desconexión de una línea de enlace o una planta generadora. Este régimen se presenta
también cuando se utilizan en el sistema, dispositivos de recierre automático asíncrono
de interruptores, y se caracteriza por incrementos de la corriente y reducciones del
voltaje, que pueden provocar operaciones incorrectas de algunas protecciones.
Los relevadores que se ven influenciados debido a las oscilaciones de potencia
son principalmente los relevadores de distancia, los relevadores de sobrecorriente y
algunos relevadores que forman parte de esquemas de protección piloto. Los
6-27
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

relevadores de tierra no son afectados por las oscilaciones o por las condiciones de
pérdida de sincronismo, debido a que estas condiciones no producen corrientes o
voltajes de secuencia cero. Los relevadores de corriente balanceados que protegen
líneas de transmisión paralelas y los relevadores asociados a protecciones piloto que
operan por el principio de comparación de fase o diferencial de corriente, tampoco son
afectados por las condiciones antes mencionadas, en cambio, los relevadores de las
protecciones piloto que operan por el principio de comparación direccional, si pueden ser
afectados.
Para el a uponiendel efecto de las o uponiendo nde potencia sobre los
relevadores de distancia se representa en un mismo plano complejo impedancia la
característica del relevador y la trayectoria que describe el extremo de la impedancia
medida por el relevador durante la o uponiendode potencia (que puede denominarse
característica de o uponiendode potencia).
Considérese el caso de la red con a uponiendo nbilateral de la Fig. 6.14aª en el
que para simplificar el a uponienno se tienen en cuenta la corriente de carga ni el efecto
capacitivo de las líneas; se supone, además, que las FEM y las impedancias de los
generadores permanecen constantes durante el proceso de o uponiendo
S uponiendolas oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo como fenómenos
simétricos, el sistema puede representarse por su red de secuencia positiva (figura
6.14b).

Los relevadores de distancia del extremo A de la línea AB reciben durante la


oscilación de potencia los siguientes valores de corriente y voltaje (referidos al
secundario):

EA - EB
Ir = (6.34)
ZA + ZL + ZB

6-28
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

EA - EB
Vr = EA - Ir ZA = EA - ZA (6.35)
ZA + ZL + ZB
La impedancia medida por cada relevador será:

Vr EA - EB
Zr = = ( ZA + ZL + ZB ) - ZA (6.36)
Ir ZA + ZL + ZB
Tomando a EB como referencia puede escribirse:

EB = 1 /0º (6.37)

EA = n /δ (6.38)

donde δ es el defasaje entre las FEM de los generadores y n está dado por:

Ι EA Ι EA
n = = (6.39)
Ι EB Ι EB
Para el caso particular importante de n = 1, de las cuaciones (6.37) y (6.38) se obtiene:

EA δ
= 1/2 (1 - j cot )
EA - EB 2
Sustituyendo este valor en la ecuación (6.36) se tiene:
ZA + ZL + ZB δ
Zr = (1 - j cot ) - ZA (6.40)
2 2
La ecuación (6.40) expresa la impedancia medida por los relevadores de distancia
durante la oscilación de potencia (para n = 1), que es variable con el tiempo, debido a la
variación del ángulo δ. Puede demostrarse que se trata de la ecuación de la recta
Zr = f(δ), que en el plano complejo es la perpendicular en el punto medio de la
impedancia total del sistema ZT = ZA + ZL + ZB. Para la representación de esta recta, que
es la característica de oscilación de potencia, se toma como origen de coordenadas el
punto A de ubicación de la protección, y se orienta el gráfico de modo que la línea
protegida AB quede en el primer cuadrante; la impedancia ZA, situada detrás de la
protección con respecto a su sentido de disparo, aparece en el tercer cuadrante (ver
Fig. 6.15).
El punto P, que representa el extremo de Zr en cualquier instante de tiempo, se
desplaza sobre la característica de oscilación de potencia a medida que δ aumenta.
Puede demostrarse que el valor de d que corresponde a una posición dada de P es el
del ángulo formado por las líneas auxiliares AP y BP. El punto de intersección de la
característica de oscilación de potencia con la impedancia ZT corresponde a δ = 180º;
este punto es el llamado centro eléctrico o centro de impedancia del sistema, que se
caracteriza por ser el punto donde el voltaje es cero, y la corriente máxima, según se

6-29
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

muestra en la Fig. 6.16. Cuando el punto P cae sobre la línea correspondiente a ZL (lo
que en el caso de la Fig. 6.15 ocurre para un valor de d algo superior a 180º), el
relevador mide una impedancia igual a la que mediría para un cortocircuito trifásico en
ese mismo punto de la línea. Esto da una idea de que durante la oscilación de potencia
puede haber tendencia a la operación en los relevadores de distancia.
Puede demostrarse que el sentido de desplazamiento que se ha supuesto para el
punto P sobre la característica de oscilación de potencia (de derecha a izquierda en el

plano complejo) es el correspondiente al caso en que la oscilación ocurre con el


generador de A adelantándose con respecto al de B, es decir, cuando δ aumenta con el
tiempo. En caso contrario (el generador de B se atrasa con respecto al de A), δ se
reduce con el tiempo (o toma valores negativos crecientes), y el punto P se desplaza
sobre la característica de izquierda a derecha. La rapidez de cambio de la impedancia
aparente no es constante, para valores de δ cercanos a 0º el punto P se desplaza más
6-30
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

rápido, y a medida que se acerca a los 180º la velocidad de desplazamiento se reduce,


para volver a incrementarse cerca de los 360º en caso de una condición de pérdida de
sincronismo. Este comportamiento esta descrito por la función cotangente en (6.40).
Un caso particular de gran importancia práctica es el de δ = 90º, que representa
una condición cercana al límite de estabilidad estática del sistema. Para un análisis
gráfico rápido de la operación de los relevadores de distancia por efecto de la carga,
esta condición puede tomarse como el estado de carga máxima admisible por el sistema.
Puede demostrarse que para δ = 90º el punto P está situado en la intersección de la
característica de oscilación de potencia con la circunferencia que tiene por diámetro la
impedancia total ZT. Trazando esa circunferencia a modo de construcción auxiliar es muy
fácil ubicar en el plano complejo la posición de P para δ = 90º.
Un análisis similar al anterior para el caso más general de n ≠ 1 (en (6.36)) revela
que la característica de oscilación de potencia es realmente una circunferencia, cuyo
centro está situado sobre la línea ZT ó sus prolongaciones, como se muestra en la
Fig. 6.17. Las características para n > 1 están centradas en la prolongación de ZT por su
extremo B, mientras que para n < 1 el centro de sus características cae sobre la
prolongación por el extremo A de la recta ZT. El caso particular de n = 1 se representa
por la recta dada por una circunferencia de radio infinito. Se puede demostrar que el
centro C de la circunferencia y el radio R de las características de oscilaciones de
potencia en los casos de n ≠ 1 son (ver Fig. 6.18):

BC = ZT / (n2 - 1) (6.41)

R = n ZT / (n2 - 1) (6.42)

Para el caso de n < 1 el punto C está situado detrás de A, de modo que su


ubicación se fija por la distancia AC. Pueden utilizarse las mismas, pero sustituyendo en
lugar de n el valor de 1/n.

6-31
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

La frecuencia de estas oscilaciones es del orden de 0.1 a 5 Hz. Las bajas


frecuencias son características de sistemas eléctricos fuertes y de los primeros instantes
de la oscilación, y las altas frecuencias son típicas en sistemas débiles y en ciclos de
oscilación posteriores al primero. En estas condiciones, las protecciones de distancia
tienen por lo general la mayor tendencia a operar de forma incorrecta y afectando al
sistema en situaciones que no son críticas.
Todo el análisis realizado hasta aquí se refiere al caso de una red con
alimentación bilateral. Si se trata de un sistema complejo, no reducible a uno de dos
máquinas equivalentes, la característica de oscilación de potencia no es una línea recta
o una circunferencia, sino una trayectoria compleja. En ese caso no son aplicables los
métodos gráficos estudiados, ni es posible por lo general resolver el problema por
cálculos manuales. Es imprescindible simular el sistema en una computadora digital en
cuanto a su comportamiento durante oscilaciones transitorias electromecánicas.

Para determinar si los relevadores de distancia operan por efecto de las


oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo, es necesario superponer ambas
características en el plano complejo, tal como se muestra en la Fig. 6.19. Cuando el
punto P entra en la zona de operación del relevador, éste comienza a funcionar y opera
o no en dependencia de si su tiempo de operación (en la zona de que se trate) es menor
o mayor que el tiempo que P permanece dentro de la zona de operación. Así por
ejemplo, en el relevador de la Fig. 6.19 hay tendencia a la operación para todo valor de δ
comprendido entre δ’ y δ’’.
Si se conoce el valor aproximado del deslizamiento S entre las FEM del sistema
durante la oscilación de potencia, y se supone constante ese deslizamiento, puede
determinarse el tiempo t0 durante el cual hay tendencia a la operación en el relevador,
según:
δ’’ - δ’
t0 = (6.43)
360S
6-32
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

donde δ’ y δ’’ están expresados en grados y S en ciclos por segundo. De la comparación


de t0 con el tiempo de operación del relevador se determina si hay o no operación.
De la Fig. 6.19 puede concluirse que cuanto más ancha es la característica del
relevador de distancia en el plano complejo, mayor es su afectación por las oscilaciones
de potencia y pérdidas de sincronismo.

6.9 MÉTODOS DE BLOQUEO DE DISPARO POR OSCILACIONES DE POTENCIA Y


DE DISPARO INTENCIONAL POR PÉRDIDAS DE SINCRONISMO

Es necesario evitar la operación incorrecta de los relevadores de distancia por


efecto de las oscilaciones de potencia, ya que su función es proteger las líneas contra
cortocircuitos. El disparo innecesario de una línea de transmisión cuando se está
originando una oscilación de potencia puede agudizar aún más el problema y conducir a
una pérdida de sincronismo. Adicionalmente, la operación incorrecta de una protección
de distancia en estas circunstancias puede ocasionar daños considerables, o
destrucción total del interruptor, debido a que el instante de apertura estaría cerca de los
180º en que los voltajes en ambas terminales tienen polaridad opuesta.
Los métodos de bloqueo de disparo de los relevadores de distancia por
oscilaciones de potencia pueden subdividirse en dos grupos. Los métodos del primer
grupo se basan en el principio de poner en funcionamiento la protección de distancia
cuando aparecen indicios de cortocircuito. Una de las variantes más utilizadas es la que
detecta la aparición de componentes de secuencia negativa (que están presentes,
aunque sea transitoriamente, hasta en un cortocircuito trifásico, pero que no existen en
una oscilación de potencia).

6-33
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

Los métodos del segundo grupo se basan en el hecho de que el punto P se


desplaza por el plano complejo con distintas velocidades en los casos de cortocircuitos y
de oscilaciones de potencia. Sobre la base de este principio se han desarrollado
esquemas de bloqueo basados distintos criterios, como son la medición de la razón de
cambio de la impedancia aparente, de la resistencia aparente, de la corriente, de una
componente del voltaje o la estimación del ángulo del voltaje de la barra donde esta
ubicado el relevador.
También se han propuesto otros tipos de métodos; uno de ellos se basa a la
estimación de componentes simétricas, considerando que la oscilación de potencia es
simétrica balanceada, lo cual no es cierto en la mayoría de los casos. También se ha
propuesto la identificación de variaciones transitorias en la reactancia medida por el
relevador, sin embargo este método funciona como un detector de fallas, asumiendo que
el relevador permanece bloqueado durante una oscilación de potencia. Así mismo, se
han propuesto alternativas para el reconocimiento de patrones de fallas durante
oscilaciones de potencia que actualmente están en desarrollo.
En la Fig. 6.20 se ilustra la operación de un sistema de bloqueo contra
oscilaciones de potencia perteneciente al segundo grupo, que tiene amplia aplicación.
Se basa en la utilización de un relevador de bloqueo con una característica en el plano
complejo que circunda a la del relevador de distancia, cuya operación por oscilaciones
de potencia se desea bloquear, y una unidad de tiempo (Top). En condiciones normales
de operación el punto P ocupa, por ejemplo, la posición P0; cuando se origina una
oscilación de potencia, el punto comienza a desplazarse de derecha a izquierda por la
característica, pasa por las posiciones P’ y P’’ y entra en la zona de operación del
relevador de distancia. Como el desplazamiento de P es relativamente lento (t > T op), por
tratarse de un fenómeno transitorio electromecánico, hay un intervalo de tiempo
apreciable entre los momentos en que P ocupa las posiciones P’ y P’’, lo que da tiempo
a que la señal emitida por el relevador de bloqueo (esta señal se origina un cierto tiempo
después que P entra en la zona de operación de este relevador) impida la puesta en
funcionamiento del relevador de distancia.

6-34
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

Cuando se origina, por ejemplo, un cortocircuito trifásico en el punto Pf de la línea


protegida, el punto P se desplaza de P0 a Pf con una gran velocidad (se trata ahora de
un fenómeno transitorio de origen electromagnético), por lo que los cruces por los puntos
P’ y P’’ son prácticamente simultáneos (t < Top). La señal de bloqueo no tiene en este
caso tiempo de originarse, y el relevador de distancia está libre para operar, si el
cortocircuito lo requiere.
Para el relevador de bloqueo puede utilizarse una característica mho o
impedancia con posibilidad de desplazamiento (aunque no se excluyen otros tipos de
características). Puede utilizarse un solo relevador en lugar de tres, pues la oscilación de
potencia es un fenómeno trifásico simétrico, que se conecta igual que el relevador de
distancia de una de las fases, de modo que mida la misma impedancia.
No obstante, este esquema presenta dos inconvenientes:
a) Puede operar incorrectamente durante oscilaciones de potencia rápidas
(típicas en sistemas débiles),
b) Puede fallar de operar en caso de ocurrir un cortocircuito durante la condición
de bloqueo del relevador.
El problema de operación incorrecta del esquema se puede solucionar con
técnicas adaptivas, modificando el tiempo de operación de la unidad de tiempo (Top) de
acuerdo al deslizamiento de las FEM durante la oscilación; actualmente hay relevadores
que incluyen esta solución al problema.
La detección de cortocircuitos asimétricos durante la condición de bloqueo se
puede implementar a través de la medición de la componente de secuencia negativa de
la corriente como medio de discriminación, al considerar que una oscilación de potencia
es un fenómeno balanceado. Esta solución no es factible en el caso de una falla
trifásica, por lo que se han propuesto diversos métodos.
Cuando una oscilación de potencia se presenta en el sistema de potencia, es
necesario tomar medidas para evitar que ésta se convierta en una pérdida de
sincronismo. Algunas de estas medidas son:
a) Utilizar protecciones de alta velocidad,
b) Disponer de sistemas excitación rápidos,
c) Desconexión de generadores con un alto consumo de potencia reactiva, o
durante la desconexión de líneas de enlace por cortocircuito,
d) Incrementar la capacidad de transmisión del sistema,
e) Utilizar frenos dinámicos en generadores y FACTS,
f) Aplicar procedimientos de valvuleo rápido,
g) Utilizar el disparo y recierre monopolar.
Cuando estas medidas no están disponibles o son efectivas, la oscilación de
potencia puede declinar en una pérdida de sincronismo, y cuyo caso es conveniente
provocar el disparo intencional de una o varias líneas para romper el enlace existente
entre las fuentes de generación que están operando asincrónicamente. Se han utilizado
varios principios de operación para los sistemas de disparo intencional por pérdidas de

6-35
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

sincronismo; pueden responder a las pulsaciones de la corriente o el voltaje, a las


inversiones periódicas de la potencia activa, a las variaciones del ángulo entre las FEM
de las máquinas y a la frecuencia del deslizamiento, entre otros indicadores.
Uno de los sistemas que se ha utilizado con éxito se basa en la aplicación de dos
relevadores tipo impedancia-ángulo, complementados con un relevador de
sobrecorriente; la característica en el plano complejo se muestra en la Fig. 6.21.

Las características de los relevadores tipo impedancia-ángulo dividen el plano


complejo en las regiones A, B y C, de modo que el origen de coordenadas queda
ubicado en las región B. Cuando ocurre una pérdida de sincronismo (trayectoria 1), el
punto P pasa de la región C a la A a través de la B, o de la A a la C pasando por la B, en
dependencia de cuál de los generadores tiende a adelantarse, es decir, en este caso
ocurre la operación (o la reposición), de los dos relevadores tipo impedancia-ángulo, lo
que puede utilizarse como información para provocar el disparo. Cuando por el contrario
ocurre un cortocircuito en alguna línea (trayectoria 2), el punto P se desplaza de C a B, o
de A a B, por lo que opera o se reposiciona un solo relevador y no se origina el disparo.
Un comportamiento similar ocurre durante una oscilación de potencia estable
(trayectoria 3).
El relevador de sobrecorriente sirve como órgano de arranque del sistema, con el
objetivo de evitar su operación incorrecta durante las oscilaciones normales que se
originan cuando, por ejemplo, se sincroniza incorrectamente un generador. En estos
casos también pueden estar involucradas las tres regiones A, B y C, pero en la zona
diametralmente opuesta de la circunferencia que representa la característica de
oscilación de potencia, lo que implica altos valores de impedancia, es decir, bajos
valores de corriente. El relevador de sobrecorriente se puede sustituir por una unidad de
impedancia, una mho por ejemplo, que limite el alcance de los relevadores tipo
6-36
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

impedancia-ángulo (característica 4). Una alternativa similar a la indicada en la Fig. 6.21


es la utilización de 4 relevadores en lugar de dos para mejorar la selectividad del
esquema.
Este sistema es también monofásico y sus unidades se conectan como uno de los
relevadores de distancia de fase. Debe instalarse en una o varias subestaciones en que
sea conveniente provocar la división del sistema, de modo que en las dos partes
resultantes quede un balance adecuado de generación y carga, y puedan seguir
funcionando normalmente hasta que se logre restablecer el sincronismo.
El problema de ubicación del esquema de disparo intencional no es trivial, ya que
los puntos de desconexión dependen de la condición de operación del sistema y de las
características del disturbio que origino la condición anormal. En la Fig. 6.22a, el punto
de desconexión debe ser la línea 4-5, ya que esto genera dos islas eléctricas con un
desbalance de potencia de -0.06 y +0.07 respectivamente. En el caso de la Fig. 6.22b,
hay más de un punto de desconexión, y para una cierta condición de operación donde
PG1 = PC2 + PC4 y PG2 = PC5, la apertura de las líneas 2-3, 2-5 y 4-5 es la mejor solución;
si la condición cambia, puede ser necesario abrir otras líneas.

6.10 RESUMEN DE LOS PROBLEMAS DE APLICACIÓN DE LA PROTECCIÓN DE


DISTANCIA

Aunque la protección de distancia mejora el problema de sensibilidad de las


protecciones de sobrecorriente, presenta problemas de aplicación en distintas
circunstancias. Estos problemas han sido motivo de investigación, y existen a la fecha

6-37
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

soluciones a estos problemas de aplicación, incluso implementadas en relevadores de


distancia. Algunos de estos problemas han sido descritos en este capítulo, pero otros
están fuera del alcance del presente libro; a continuación se citan estos problemas:
a) Efecto de fuente intermedia (infeed y outfeed),
b) Resistencia de falla,
c) Efecto de la carga,
d) d) Acoplamiento mutuo entre líneas de transmisión,
e) Inversión de corriente,
f) Fallas evolutivas,
g) Fallas múltiples,
h) Fallas inter-circuitos,
i) Saturación de transformadores de corriente,
j) Comportamiento transitorio de los divisores capacitivos de potencial,
k) Oscilaciones de potencia,
l) Aplicación en líneas con compensación serie capacitiva,
m) Aplicación en líneas con reactores en derivación,
n) Aplicación en líneas multiterminales,
o) Aplicación en líneas cortas.

6.11 REFERENCIAS

[1] R. M. Hutchinson, "The Mho distance relay," AIEE Transactions, vol. 65, 1945,
pp. 353360.
[2] Edith Clarke, "Impedances seen by relays during power swings with and without
faults," AIEE Transactions, vol. 64, 1945, pp. 372-384.
[3] C. R Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John Wiley &
Sons, 1956.
[4] C. W. Taylor, J. M. Haner, L. A. Hill, W. A. Mittelstadt and R. L. Cresap, "A new
out-of step relay with rate of change of apparent resistance augmentation," IEEE
Transactions on Power Apparatus and Systems, vol. PAS-102, no. 3, March 1983,
pp. 631-639.
[5] P. Kundur, Power System Stability and Control, New York: McGraw-Hill, 1994.
[6] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research
Studies Press LTD, 1995.
[7] V. Cook, Analysis of Distance Protection, Somerset: Research Studies Press LTD,
1995.
[8] D. Hou, A. Guzmán, J. Roberts, "Innovative solutions improve transmission line
protection," 24th Annual Western Protective Relay Conference, Spokane, WA,
October 1997, pp. 25.

6-38
PROTECCIÓN DE DISTANCIA

[9] E. Vázquez, O. Chacón, H. Altuve, M. Ramírez, "A new power swing blocking
principle for distance protection based on neural networks," Proceedings of the
IASTED International Conference on Artificial Intelligence and Soft Computing,
Cancún, México, May 1998, pp. 359-362.
[10] T. Minakawa, M. Sato, Y. Ichikawa, Y. Ishihara, "A new method for' detecting loss
of synchronism using power and current measured on a line," IEEE Transactions
on Power Delivery, vol. 14, no. 1, January 1999, pp. 68-73.
[11] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[12] P. M. Anderson, Power System Protection, New York: McGraw Hill, 1999. [13] G.
Ziegler, Numerical Distance Protection, Berlin: Publicis, 1999.
[14] J. Shaohua, B. Zhiqian, L. Wanshun, Y. Qixun, "New principles to detect faults
during power swing," 7th Development in Power System Protection, Amsterdam,
The Netherlands, April 2001, pp. 4.
[15] S. Turner, D. Hou, "Considerations for out-of-step blocking and tripping on EHV
systems during single-pole open period," SEL paper, disponible en
http://www.selinc.com.

6-39
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

CAPÍTULO 7

PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE


TRANSMISIÓN

7.1 INTRODUCCIÓN

Un requerimiento fundamental que deben cumplir las protecciones de las líneas


de enlace en un sistema eléctrico de potencia es lograr el disparo simultáneo con alta
velocidad de los interruptores de todos los terminales de la línea para todos los
cortocircuitos internos. Las protecciones direccionales de sobrecorriente y de distancia
solamente cumplen este requerimiento para los cortocircuitos en la porción central de la
línea, pero para fallas cercanas a sus terminales la protección cercana opera con alta
velocidad, mientras que las de los restantes terminales (en el caso general de una línea
multiterminal) operan con retardo de tiempo (a menos que las condiciones del sistema
sean tales, que ocurra el disparo secuencial, es decir, la aceleración de la operación de
las protecciones remotas después del disparo de la protección cercana a la falla).
La protección tipo piloto constituye la solución de este problema. Al garantizarse
el disparo simultáneo con alta velocidad de todos los interruptores de la línea, se
obtienen las siguientes ventajas: a) mejoramiento de la estabilidad transitoria del sistema
eléctrico de potencia; b) posibilidad de aplicar el recierre automático de alta velocidad,
que, si es exitoso, mejora la estabilidad transitoria, reduce los tiempos de interrupción y
mejora las condiciones de voltaje en parte de la carga; c) reducción de la posibilidad de
daño de conductores y equipos debido a la corriente de falla.
En el presente capítulo se estudian los principios de operación de los distintos
tipos de protecciones piloto de líneas de transmisión.

7.2 PRINCIPIOS DE OPERACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS PROTECCIONES


TIPO PILOTO

La protección tipo piloto tiene selectividad absoluta y basa su funcionamiento en


la comparación directa o indirecta de las señales provenientes de todos los terminales
de la línea de transmisión. En la Fig. 7.1 se ilustra la necesidad de esa comparación
para lograr la protección de alta velocidad para cortocircuitos en cualquier punto de la
7-1
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

línea. Si la protección 1, ubicada en el extremo A de la línea de transmisión, recibe


información correspondiente a ese terminal solamente (protección direccional de
sobrecorriente o de distancia), resulta prácticamente imposible que sea capaz de
discriminar correctamente entre los cortocircuitos F’ y F’’ que ocurren en puntos muy
cercanos entre sí y por tanto dan lugar a valores muy semejantes de la corriente o la
impedancia medida por la protección 1. Sin embargo, esos dos cortocircuitos
representan condiciones muy diferentes cuando la información se recibe en el extremo B
de la línea, ya que hay una variación de aproximadamente 180º en el ángulo de la
corriente de uno a otro caso.

En la protección tipo piloto la protección 1 recibe información desde la


subestación B, que define la ubicación precisa del cortocircuito, con lo que se puede
decidir si se origina o no el disparo instantáneo del interruptor de ese terminal de la
línea. De igual forma, la protección 2 recibe información desde la subestación A.
De lo anterior se deduce la necesidad de disponer de un canal de comunicación
que enlace los terminales de la línea; este canal, también denominado canal piloto en la
literatura especializada, es el que da nombre a este tipo de protección. Existen en la
actualidad cuatro tipos de canales de comunicación factibles de utilizar con esta
finalidad: a) un par de conductores complementarios, tendidos a lo largo de la línea
protegida (hilo piloto); b) un canal de onda portadora de alta frecuencia, que utiliza los
propios conductores de la línea protegida; c) un canal de enlace por radio en la banda de
microondas; d) un cable de fibra óptica.
De acuerdo con el canal de comunicación utilizado, las protecciones tipo piloto se
subdividen en:
a) Protección por hilo piloto (incluye la variante de fibra óptica)
b) Protección piloto por onda portadora
c) Protección piloto por microonda
Una segunda posibilidad de clasificación de las protecciones tipo piloto es
atendiendo al principio de detección del cortocircuito. Pueden en general establecerse
las siguientes comparaciones entre las señales provenientes de los terminales de la
línea protegida:
a) Comparación directa de los valores instantáneos de las corrientes
(protecciones diferenciales de corriente) o de sus fases (protecciones diferenciales de
fase de corriente o por comparación de fase).
7-2
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

b) Comparación indirecta de las direcciones relativas de las corrientes o de


las potencias, a partir de la operación de relevadores direccionales o de distancia
(protecciones por comparación direccional).
En la práctica no se han utilizado todas las variantes posibles de comparación en
cada uno de los tipos de protecciones piloto. En la protección por hilo piloto se utiliza
preferentemente el principio diferencial de comparación directa de los valores
instantáneos de las corrientes. En las protecciones piloto por onda portadora y por
microonda, por el contrario, han encontrado mayor aplicación los principios de
comparación directa de fase (o protección diferencial de fase) y de comparación
indirecta direccional.
La tercera variante de clasificación de las protecciones tipo piloto es la basada en
la utilización que se hace del canal de comunicación. De acuerdo con este aspecto
pueden identificarse los siguientes tipos de protecciones piloto:
a) Protecciones piloto de bloqueo, en que el canal se utiliza solamente para evitar
el disparo de los interruptores en caso de cortocircuitos externos. Para cortocircuitos
internos no se requiere señal en el canal para que tenga lugar la operación de la
protección. Una variante consiste en transmitir una señal de bloqueo solamente cuando
los relevadores detectan un cortocircuito externo, y esta señal bloquea el disparo de
todos los terminales. Una segunda variante, que puede denominarse de pérdida de
bloqueo, es aquella en que cada terminal transmite en forma continua una señal de
bloqueo y, cuando ocurre un cortocircuito interno, esas señales desaparecen (o son
sustituidas por otras de pérdida de bloqueo) y se permite el disparo de todos los
terminales.
b) Protecciones piloto de disparo (o de disparo transferido), en que el canal se
utiliza para transmitir señales de disparo de uno a otro u otros terminales de la línea en
caso de cortocircuitos internos; no existen señales de disparo en el canal para
cortocircuitos externos. De acuerdo con la forma de provocar el disparo, la protección
piloto de disparo transferido tiene dos variantes: de sobrealcance y de subalcance.

7.3 CANALES PILOTO

A continuación se presenta una breve descripción de cada uno de los tipos de


canales de comunicación utilizados en la protección tipo piloto de líneas de transmisión.

7.3.1 Hilo piloto

Este canal consiste en un par de conductores, generalmente de tipo telefónico,


por los que la información puede transmitirse mediante señales de corriente directa
(actualmente en desuso), de corriente alterna de frecuencia del sistema (50 o 60 Hz,
según el caso), que es la variante más difundida, o de corriente alterna de una
frecuencia del orden de 1000 a 3000 Hz (tonos de audio). Estos conductores deben ser

7-3
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

subterráneos para garantizar un adecuado nivel de fiabilidad del canal; no es


recomendable utilizar conductores aéreos con esta finalidad, aunque esta variante se
aplica en la práctica. Existen valores límites admisibles de la resistencia serie y la
capacidad paralelo del hilo piloto; aunque se dispone de medios para compensar
parcialmente los efectos de estos parámetros sobre el funcionamiento del canal, ellos
constituyen restricciones a la longitud del canal y al calibre mínimo de conductor a
utilizar. No es recomendable la aplicación de la protección por hilo piloto en líneas de
longitudes superiores a unos 25 km.
Un problema que se confronta en este tipo de canal de comunicación es el de los
sobrevoltajes, que están determinados por dos causas fundamentales. Una de ellas es la
inducción electromagnética entre los conductores piloto y la línea de transmisión. En
este caso la situación más crítica es la de los cortocircuitos a tierra, en que la corriente
de secuencia cero puede inducir valores altos de voltaje. Si los conductores se disponen
trenzados, en ambos se inducen voltajes prácticamente iguales, por lo que entre ellos no
aparecen grandes diferencias de potencial que puedan provocar la operación incorrecta
de la protección. Sin embargo, los valores de ese potencial con respecto a tierra pueden
ser altos, y deben tratar de reducirse. La variante más común a este fin consiste en
apantallar el par trenzado de conductores con una cubierta metálica, que se pone a
tierra en ambos extremos y en distintos puntos de su longitud. Esta conexión debe estar
aislada de la malla de tierra de la subestación. Cuando ocurre un cortocircuito a tierra, la
corriente que circula por el apantallamiento tiene un sentido tal, que reduce el campo
magnético asociado con la corriente de cortocircuito. Un buen apantallamiento puede
reducir el sobrevoltaje por inducción electromagnética a menos de la mitad de su valor
posible.
La segunda causa de sobrevoltaje es la elevación que experimenta el potencial
de la malla de tierra de la subestación cuando ocurre un cortocircuito a tierra en la línea,
debido a la circulación de parte de la corriente de retorno por tierra a través del paso
resistivo existente entre la tierra remota y la malla de tierra. En subestaciones con altos
niveles de cortocircuito a tierra la elevación de este potencial puede ser considerable, y
ello hace precisamente recomendable que el apantallamiento del hilo piloto se aísle de la
malla de tierra (si se conecta también a esta, las corrientes circulantes resultantes del
sobrevoltaje pueden incluso dañarlo). El sobrevoltaje aparece, por tanto, entre los
conductores del hilo piloto y su apantallamiento, que está conectado a la tierra remota.
Es conveniente que el aislamiento de los conductores sea capaz de soportar este
sobrevoltaje, y en caso contrario hay que disponer de una protección especial contra el
mismo.
Para garantizar la seguridad del personal y de los equipos conectados al canal,
es necesario instalar dispositivos especiales de protección contra los dos tipos de
sobrevoltajes anteriormente mencionados; la operación de estos dispositivos no debe
afectar el funcionamiento normal de la protección por hilo piloto. Adicionalmente es
necesario brindar protección contra sobrevoltajes por descargas eléctricas atmosféricas

7-4
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

o por contactos con circuitos de potencia, en cuyo caso no se considera indispensable


garantizar el buen funcionamiento de la protección piloto.
El aseguramiento de niveles altos de fiabilidad en la protección implica también la
necesidad de supervisar ininterrumpidamente el estado del canal. Para ello se utilizan
equipos de supervisión, que comprueban el estado del hilo piloto inyectando en este una
corriente directa, y permiten detectar cortocircuitos, circuitos abiertos o contactos con
tierra.
En la Fig. 7.2 se presentan los diferentes elementos que componen la protección
y supervisión del hilo piloto en uno de los terminales de la línea de transmisión. El
relevador piloto RP se conecta al canal a través del transformador de aislamiento Ta, con
una relación de transformación del orden de 4 a 6, y con un aislamiento con respecto a
tierra capaz de soportar unos 15 kV en el lado de alta. La protección contra sobrevoltajes
por inducción electromagnética se logra con el descargador D (representado como un
tubo gaseoso de descarga, aunque hay otras variantes), que permite la descarga a tierra
de cualquiera de los dos conductores en que haya ocurrido un sobrevoltaje. Los
reactores de drenaje RD tienen dos funciones; una de ellas es hacer que los dos
conductores sean puestos a tierra por el descargador, aunque solo uno de ellos tenga
sobrevoltaje, para evitar la aparición de un sobrevoltaje transitorio entre conductores que
pudiera provocar la operación incorrecta de la protección. La segunda función de los
reactores de drenaje es evitar que durante la descarga a tierra tenga lugar un
cortocircuito entre los conductores que impida la transmisión normal de señal por el
canal.

La protección contra sobrevoltaje por elevación del potencial de la malla de tierra


de la subestación se brinda con el reactor de neutralización de dos devanados RN, cuya
corriente de magnetización circula entre la malla de tierra y la tierra remota a través de
los capacitores C y la capacitancia distribuida a tierra del hilo piloto. A través de estos
reactores aparece prácticamente la diferencia de potencial existente entre la malla de

7-5
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

tierra y la tierra remota, por lo que los conductores piloto se mantienen prácticamente al
potencial de la tierra remota, mientras que el lado correspondiente al transformador de
aislamiento está al potencial de la malla de tierra. El reactor RN presenta una
impedancia baja al paso de la señal normal de protección. Esta protección también
puede brindarse con un transformador de neutralización, que desempeña la misma
función que el reactor RN, pero se conecta en forma diferente. La protección contra
sobrevoltaje por elevación del potencial de la malla de tierra no es necesaria si los
aislamientos a tierra del transformador de aislamiento y del hilo piloto son capaces de
soportar esa elevación de potencial.
En la Fig. 7.2 se designan por "a" las tierras correspondientes a la malla de tierra
de la subestación, y por "b" las correspondientes a la tierra remota. En el caso del
descargador D, que está en la subestación y requiere ser conectado a una tierra remota,
es necesario hacer la conexión mediante un conductor aislado que se pone a tierra fuera
de los límites de la subestación.
La protección contra sobrevoltajes por descargas eléctricas atmosféricas o por
contacto con circuitos de potencia se brinda con el pararrayos P, que por lo general es
de 3 kV. Es evidente que durante la operación del pararrayos el canal piloto está
inhabilitado para transmitir señales de protección.
El relevador de supervisión RS se conecta al canal a través del capacitor C 2,
colocado entre los dos devanados del transformador de aislamiento.

7.3.2 Canal de onda portadora

Este canal se basa por lo general en la utilización de los propios conductores de


la línea protegida para transmitir señales en la banda de frecuencias comprendida entre
30 y 300 kHz. La variante más difundida en la práctica es aquella en que se utiliza una
sola fase de la línea, y la señal se aplica entre esa fase y tierra; otras variantes
involucran dos o las tres fases, y requieren más equipos. La señal de onda portadora
transmitida puede ser de una frecuencia única, de dos frecuencias (sistema de
corrimiento de frecuencia), o de modulación por simple banda lateral. La señal de
frecuencia única es siempre de bloqueo; el sistema de corrimiento de frecuencia puede
utilizarse para bloqueo o para disparo transferido; en el sistema de simple banda lateral
la señal de alta frecuencia es modulada por tonos de audio portadores de la información.
En la Fig. 7.3 se presenta el esquema general del canal de onda portadora de una
fase de una línea de transmisión. El canal está formado por los conductores de la línea
protegida (las tres fases participan en la propagación de la señal, aún cuando ésta se
aplique a una sola fase), las trampas de onda (1), los capacitores de acoplamiento (2),
los reactores de drenaje (3), los sintonizadores (4) y los transmisores-receptores (5). En
la figura se muestran también los relevadores de protección, representados por los
bloques (6). La conexión entre los transmisores-receptores y los sintonizadores se hace
mediante cables coaxiales.

7-6
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

Las trampas de onda son circuitos resonantes paralelos que constituyen pasos de
alta impedancia a la señal de radiofrecuencia, y dé baja impedancia a la señal de
frecuencia de potencia. Su función es evitar las pérdidas de señal de onda portadora
hacia las barras de las subestaciones adyacentes, lo que reduce la señal en la dirección
deseada y origina interferencias en los canales de onda portadora cercanos. Las
trampas también evitan que las fallas externas a la línea protegida constituyan
cortocircuitos para las señales de onda portadora de la línea. Las trampas de onda se
diseñan para permitir continuamente la circulación de la corriente normal de la línea con
pérdidas reducidas, y para soportar la máxima corriente de cortocircuito de la línea.
Existen distintos tipos de trampas de onda, que pueden sintonizarse a una o dos
frecuencias, o a toda una banda de frecuencias.
La señal de radiofrecuencia generada por cada transmisor-receptor se aplica a la
línea de transmisión a través de los capacitores de acoplamiento, compuestos por un
conjunto de capacitores en serie, montados dentro de un aislador de porcelana. Los
sintonizadores, que por lo general están situados en la base de los capacitores de
acoplamiento, garantizan la adaptación de impedancia entre el cable coaxial de la salida
de los transmisores-receptores y la línea de transmisión; cada sintonizador conforma con
el capacitor de acoplamiento un filtro pasa-banda, que puede estar sintonizado a una,
dos, o toda una banda de frecuencias de la señal de onda portadora. Por otra parte, los
capacitores de acoplamiento presentan una impedancia muy alta a la señal de
frecuencia de potencia (50 o 60 Hz) de la línea de transmisión.

Los reactores de drenaje, que por lo general también están montados en las
propias unidades de capacitores de acoplamiento, constituyen un paso de baja
impedancia al flujo de la corriente de frecuencia de potencia a través de los capacitores
a tierra, con lo que se evita que aparezcan altos valores de voltaje de esa frecuencia
entre los puntos "a" y tierra (ver Fig. 7.3). Por otra parte, a las frecuencias de onda
portadora los reactores tienen una alta impedancia, lo que reduce el nivel de pérdidas de
esa señal a tierra en ese punto. Por lo general en paralelo con los reactores de drenaje
se colocan descargadores para protección contra sobrevoltajes. En algunas
instalaciones, sobre todo para líneas de 500 kV o voltajes superiores, las unidades de

7-7
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

capacitores de acoplamiento se utilizan también como transformadores de potencial


capacitivos.
La interacción de los relevadores de protección con los transmisores-receptores
del canal de onda portadora es bidireccional: las señales de salida de los relevadores de
protección controlan el arranque y parada de la transmisión de señal de radiofrecuencia;
las señales de salida de los receptores (portadoras de información cuantitativa) se llevan
a los relevadores de protección.
Las líneas aéreas de transmisión tienen impedancias características del orden de
200 a 500 ohm de fase a tierra; el canal de onda portadora hace la adaptación a esta
impedancia para obtener la condición de máxima transferencia de potencia a la
radiofrecuencia. Las derivaciones y otras discontinuidades de la línea de transmisión
pueden dar lugar a grandes pérdidas de señal. La aplicación de los sistemas de onda
portadora a los cables de potencia es prácticamente imposible, debido a que tienen
valores bajos de impedancia característica y pérdidas mucho mayores que las de las
líneas aéreas.
En los canales de onda portadora es de gran importancia mantener la atenuación
de la señal en niveles aceptables; la atenuación tiene lugar en todos los elementos del
canal, y especialmente en la línea de transmisión, y depende de un gran número de
factores. La atenuación de la señal constituye uno de los limitantes fundamentales a la
máxima longitud de línea utilizable como canal de onda portadora.
Estos canales se ven afectados por ruidos o interferencias de distintos tipos, que
también afectan la longitud admisible de la línea, al imponer un límite a la atenuación del
canal. Como fuentes de ruidos están la propia línea (efecto corona, arco del cortocircuito
o de desconectivos en aire, operación de interruptores, etcétera), y factores externos,
tales como canales cercanos de radiofrecuencia, descargas eléctricas atmosféricas o
estaciones de radio. El efecto de los ruidos generados por la propia línea se atenúa con
una adecuada selección del nivel de sensibilidad del receptor de señal; el efecto de los
ruidos de origen externo puede reducirse considerablemente con una adecuada
selección de las frecuencias de trabajo del sistema de onda portadora.
Un inconveniente de los canales de onda portadora es su posible afectación por
la presencia de un cortocircuito en la línea. El caso más crítico en este sentido es el del
cortocircuito trifásico a tierra, aunque también puede afectarse bastante la propagación
de la señal durante cortocircuitos a tierra cercanos a la trampa de onda en la fase de la
línea donde está el canal.

7.3.3 Canal de microonda

Este canal consiste en un enlace por radio en la banda de microonda, usualmente


en el intervalo de frecuencias de 2 a 12 GHz, con antenas entre las que debe existir un
enlace "visual" directo. Cuando no se dispone de estaciones repetidoras intermedias la
máxima longitud del canal es de unos 60 km.

7-8
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

La información puede transmitirse por el canal de dos formas. En una de ellas un


tono de audio o una señal de una frecuencia que oscila entre la de audio y varios cientos
de kHz modula directamente la frecuencia de microonda (modulación de banda base).
Cuando se requieren más canales se utiliza la segunda forma, en que se aplican
directamente a un canal de voz tonos de audio en el intervalo de frecuencias de 400 a
3000 Hz; este canal de voz es una señal de frecuencia comprendida entre la de audio y
varios cientos de kHz que modula la frecuencia de microonda.
El canal de microonda es independiente de la línea protegida, por lo que las
señales no son afectadas por los cortocircuitos y las interferencias asociadas con ellos.
Tiene también la ventaja de que admite muchos canales de banda ancha; esto hace que,
una vez establecido el enlace de microonda, la adición de nuevos canales no implica un
costo elevado.
Los sistemas de protección piloto que utilizan los canales de onda portadora y de
microonda se basan por lo general en los mismos principios de detección del
cortocircuito, que son esencialmente los de comparación de fase y comparación
direccional, por lo que para su estudio no se establece diferencia entre ellos por el tipo
de canal, sino por el principio de operación. De hecho, los equipos de protección de un
principio de operación dado pueden aplicarse a uno u otro canal.

7.3.4 Canal de fibra óptica

Este canal consiste en un cable de fibra óptica de pequeño diámetro (del orden de
100 micrómetros), no conductor de la electricidad, por el que la información se transmite
con técnicas de modulación de luz. Este canal es de gran capacidad y está libre de los
problemas relacionados con voltajes inducidos y aislamiento eléctrico.
El canal de fibra óptica presenta altos niveles de atenuación de las señales, lo
que limita su aplicación a líneas de transmisión de longitud de menos de 100 km. Por lo
general no se utilizan técnicas de modulación de amplitud, debido precisamente a la
atenuación y a la falta de consistencia de las características transferenciales de los
transductores electro-ópticos utilizados en la interfaz entre la protección y el canal de
comunicación. Son de mayor aplicación las técnicas de modulación de fase (o las de
modulación de períodos de pulsos), o las digitales.
Una variante práctica para la protección del cable de fibra óptica contra daños
mecánicos consiste en colocarlo en el interior del conductor que se utiliza como hilo de
guarda de la línea de transmisión.

7.4 PRINCIPIO DE OPERACIÓN DE LA PROTECCIÓN DIFERENCIAL

Esta es una protección con selectividad absoluta en que se hace una


comparación directa de las señales eléctricas provenientes de todas las interconexiones
del elemento protegido con el resto del sistema (protecciones diferenciales

7-9
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

longitudinales) o una comparación directa de las señales eléctricas provenientes de dos


o más circuitos que llegan a un mismo nodo (protecciones diferenciales transversales).
En base a esa comparación, la protección diferencial discrimina entre los
cortocircuitos en la zona protegida y los cortocircuitos externos; es una protección
instantánea, de tipo primario, y debe ser complementada con protecciones de respaldo.
En las protecciones diferenciales longitudinales se comparan por lo general los
valores instantáneos de las corrientes, sus módulos y fases, o solamente sus fases; la
comparación de los módulos de las corrientes solamente o de voltajes no permite
discriminar si el cortocircuito está dentro o fuera de la zona protegida. Estas
protecciones son aplicables a todos los elementos del sistema eléctrico de potencia;
cuando se utilizan en generadores, motores, transformadores y barras, el canal de
comunicación es alámbrico; en las líneas de transmisión pueden utilizarse los cuatro
tipos de canales de comunicación estudiados en la sección 7.3.
En las protecciones diferenciales transversales pueden compararse los valores
instantáneos, las fases o los módulos de las corrientes, y también las potencias. Su
aplicación está limitada a casos como el de dos o más líneas que salen de una barra, o
el de dos o más pasos en paralelo del devanado de estator de un generador. En ellas se
utiliza siempre un canal de comunicación alámbrico.
En lo sucesivo se estudiarán solamente las protecciones diferenciales
longitudinales, que son las de más amplio campo de aplicación, y que por simplicidad se
denominarán protecciones diferenciales. Cuando se trate el caso de alguna protección
de tipo transversal, se aclarará de manera especial.
En la Fig. 7.4 se presenta el esquema de la variante más sencilla de protección
diferencial con canal alámbrico de enlace, para una fase de un elemento del sistema que
tiene dos terminales. En los terminales del elemento protegido se instalan
transformadores de corriente con iguales relaciones de transformación, sus secundarios
se interconectan en la forma mostrada en la figura, y entre los conductores de unión se
conecta un relevador de sobrecorriente.
La conexión del relevador se hace de forma tal, que cuando no hay cortocircuito
interno la corriente I es cero en el caso ideal, mientras que, para cortocircuitos en la
zona protegida, I tiene un valor igual al de la corriente de cortocircuito referida a
secundario.
Tomando como positivos los sentidos señalados en la Fig. 7.4 para las corrientes,
se tiene:

Ir = IIs + IIis (7.1)

Para condiciones normales de operación, oscilaciones de potencia o


cortocircuitos externos, si se desprecia la admitancia transversal en el elemento
protegido, es IIp = - IIIp; si los transformadores de corriente no tienen errores, es también
IIs = - IIIs l,, = por lo que es Ir = 0. La protección no opera, pues no existe diferencia entre

7-10
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

la corriente que entra y la que sale del elemento protegido, de ahí el nombre de
protección diferencial.

En el caso de un cortocircuito en la zona protegida (punto F), las corrientes


IIp e IIIp son en general diferentes, y su suma es igual a la corriente de cortocircuito:

Icc = IIp + IIIp (7.2)

Por tanto, si no hay errores en los transformadores de corriente:


Icc
Ir = (7.3)
ntc

Si esta corriente es mayor que la de arranque del relevador de sobrecorriente,


éste opera e inicia la acción de disparo de los dos interruptores del elemento protegido
(no mostrados en la figura por simplicidad).
Si hay alimentación por un solo extremo, para falla en la zona protegida es, por
ejemplo, IIIp = 0. En ese caso puede considerarse que la corriente IIs circula en su
totalidad por el relevador de sobrecorriente, sin derivarse por el secundario del
transformador de corriente que no tiene corriente primaria, ya que éste presenta una
impedancia muy alta, prácticamente igual a la de magnetización referida a secundario.
En esta condición es también:

Icc
Ir = IIs = (7.4)
ntc
En la conexión analizada en cualquier condición está circulando corriente entre
los transformadores de corriente y solo un cortocircuito interno da lugar a corriente por el
relevador. Por esto se le denomina esquema de corrientes circulantes, y es el más
utilizado en la práctica. El principio de la protección diferencial también puede cumplirse
con otra conexión, denominada de voltajes en oposición, en que por el canal circula
corriente solamente si ocurre un cortocircuito en la zona protegida, que rompa el

7-11
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

equilibrio existente entre voltajes generados a partir de las corrientes de ambos


terminales; esta variante presenta desventajas que han limitado su aplicación práctica.
El principio de la protección diferencial es también aplicable a elementos del
sistema que tienen más de dos terminales, como puede apreciarse en la Fig. 7.5. En
este caso cuando no hay cortocircuito interno es:
n

Ir = Σ IIs = 0 (7.5)
I=I

Cuando ocurre un cortocircuito en la zona protegida (punto F) se cumple:


n
Icc
Ir = Σ IIs = (7.6)
I=I ntc

En el análisis anterior se ha supuesto que los transformadores de corriente se


comportan idealmente; en el caso real existen errores de transformación, que pueden
ser diferentes para los distintos transformadores de corriente, lo que da lugar a una
corriente diferencial de desbalance o de error Id que circula por el relevador de
sobrecorriente, aún sin falla interna. La corriente Id puede tomar valores altos para
cortocircuitos externos, en que se presenta la saturación de los transformadores de
corriente. Esta corriente, para la cual no debe operar la protección diferencial, fija un
límite mínimo a su corriente de arranque, y afecta, por tanto, su sensibilidad.
Diferentes investigaciones realizadas sobre el comportamiento de la corriente Id
en los estados transitorio y estable han demostrado que puede presentar una
componente aperiódica con una constante de tiempo del orden de menos de un
segundo, y durante ese tiempo puede tener valores varias veces superiores a los de
estado estable (que normalmente no son superiores al 10% de la corriente nominal de
los transformadores de corriente). Se ha observado también que al ocurrir el cortocircuito
externo no se presenta de inmediato la saturación de los transformadores de corriente,
por lo que la corriente de desbalance tiene un valor reducido durante un pequeño tiempo
inicial, después del cual aumenta considerablemente. Por último, se ha demostrado que

7-12
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

un incremento de la impedancia de la rama diferencial de la protección reduce el valor


de Id, sobre todo en el régimen de saturación severa de los transformadores de corriente.
La corriente de arranque del relevador de sobrecorriente del esquema diferencial
se selecciona de modo que no opere incorrectamente por efecto del máximo valor
posible de corriente de desbalance, es decir:

Iar ≥ k Id max (7.7)

Al coeficiente k puede asignarse un valor del orden de 1.5. Para la determinación


de Id max se utiliza la mayor corriente que puede circular por la protección diferencial sin
falla interna, sea ésta debida a un cortocircuito externo, o a una oscilación de potencia.
Es necesario también considerar la posibilidad de que accidentalmente se abra el
circuito secundario de alguno de los transformadores de corriente, en cuyo caso la
corriente correspondiente a ese transformador pasa por el relevador de sobrecorriente;
por tanto, es recomendable comparar el valor calculado por (7.7) con la corriente de
carga correspondiente al transformador de corriente más cargado en régimen normal y,
en caso de ser menor, aumentar el valor de lar para que el relevador tolere esa
condición.
Para la comprobación de la sensibilidad de la protección se plantea un
cortocircuito interno mínimo, para el que por lo general se considera la condición de
alimentación de la red por un solo extremo:

Icc int min Icc int min (7.8)


ks = =
Iap ntc Iar

Se toma por lo general un valor mínimo de 2 para ks. En la mayoría de los casos
este esquema elemental de protección diferencial no garantiza la sensibilidad necesaria.
Existen distintas variantes para elevar la sensibilidad de la protección diferencial
sin afectar su propiedad de no operar incorrectamente cuando no hay falla interna;
algunas de ellas son:
a) Utilización de transformadores de corriente con núcleo de aire (acopladores
lineales) o con entrehierro (transreactores),
b) Introducción de retardo de tiempo en la operación de la protección diferencial,
c) Operación de la protección antes que ocurra la saturación de los
transformadores de corriente,
d) Elevación de la impedancia de la rama diferencial,
e) Comparación de fase de las corrientes,
f) Utilización de la componente aperiódica de la corriente de desbalance para
insensibilizar la protección diferencial,
g) Utilización de relevadores de porcentaje diferencial.

7-13
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

De estas variantes, la utilización de relevadores de porcentaje diferencial es la


más difundida.

7.4.1 Utilización de relevadores de porcentaje diferencial

La corriente de desbalance del esquema diferencial aumenta cuando crece la


corriente que circula a través del esquema hacia un cortocircuito externo o por una
oscilación de potencia. El relevador de porcentaje diferencial es aquel cuya corriente de
arranque crece automáticamente con el incremento de la corriente que circula a través
del esquema. De esta forma es posible garantizar que no opere incorrectamente para
grandes corrientes fluyendo hacia el exterior, sin perder la sensibilidad de operar para
fallas internas. En la Fig. 7.6 se presenta el diagrama esquemático de la variante más
común de relevador de porcentaje diferencial. Se trata en esencia de un órgano de
medición que realiza la comparación de amplitud de la corriente de operación l op, (que es
la corriente diferencial del esquema) con una corriente de retención Iret formada a partir
de las corrientes lIs e lIIs, y que en general depende de la corriente que circula hacia el
exterior del esquema diferencial (falla externa u oscilación de potencia).

La formación de las señales de operación y retención apropiadas para la


comparación de amplitud (que pueden ser eléctricas o de otro tipo) se hace en los
elementos correspondientes, mostrados por bloques en la Fig. 7.6. La corriente de
operación está dada por:

Iop = IIs + IIIs (7.9)

En la Fig. 7.7 se presentan los diagramas fasoriales de las corrientes del


esquema diferencial para cortocircuitos internos y externos. La corriente de operación,
que para falla externa es igual a la de desbalance, para falla interna es igual a la de
cortocircuito referida a secundario (si no hay saturación de los transformadores de
corriente). Como posibles corrientes de retención hay diversas variantes, que de alguna

7-14
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

forma reflejan la corriente que circula hacia la falla externa. Una de ellas, por ejemplo, es
la corriente IIs - IIIs, que, como puede apreciarse en la Fig. 7.7, tiene un valor grande para
cortocircuito externo, y pequeño para cortocircuito interno.
En resumen, las variantes de corrientes de retención que se han aplicado en la
práctica en los relevadores de porcentaje diferencial son:

Iret = IIs - IIIs (7.10)

IIs - IIIs
Iret = (7.11)
2

Iret = IIs (7.12)

Iret = IIIs (7.13)

Iret = ‌ IIs ‌ + ‌ IIIs ‌ (7.14)

En la Fig. 7.8 se presenta la característica de operación de un relevador de


porcentaje diferencial en el que se hace directamente la comparación de las corrientes
de operación y retención. La condición de operación es:

‌ Iop ‌ > K ‌ Iret ‌ (7.15)

La característica de operación es la recta:

I‌op a = K Iret (7.16)

7-15
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

Como puede observarse, el nombre del relevador está dado por el hecho de que
su operación tiene lugar cuando el por ciento que la corriente de operación representa
de la de retención rebasa cierto valor.
En el caso real se toman medidas de diseño para que la característica no
comience en el origen de coordenadas y así evitar la operación incorrecta del relevador
sin corriente diferencial. Hay relevadores de porcentaje diferencial cuya característica de
operación es ligeramente diferente a la mostrada en la Fig. 7.8.
En la Fig. 7.8 se presenta también la variación de la corriente de desbalance del
esquema diferencial con la de retención (y, por ende, con la corriente que circula hacia
una falla externa, por ejemplo). La característica del relevador de insensibilizarse para
grandes valores de corrientes de retención reduce considerablemente su posible
afectación por la corriente de desbalance.

El principio de la protección de porcentaje diferencial es extensible a elementos


del sistema con más de dos terminales; es deseable en ese caso que la señal de
corriente proveniente de cada terminal en que hay generación se aplique a un elemento
de retención. Los relevadores de porcentaje diferencial han encontrado gran aplicación
en la protección de todos los tipos de elementos del sistema eléctrico de potencia.

7.5 PROTECCIÓN POR HILO PILOTO

En esta protección se hace por lo general la comparación directa de los valores


instantáneos de las corrientes de los terminales de la línea protegida, y se utilizan
relevadores del tipo de porcentaje diferencial. Si se aplicaran las conexiones de los
relevadores diferenciales estudiadas en la sección 7.4 (un total de tres relevadores, uno
por fase, cada uno de los cuales provoca el disparo de todos los interruptores del
elemento protegido), harían falta ocho conductores en el canal piloto (seis para la
conexión de los relevadores y otros dos para la transmisión de las señales de disparo a
los interruptores). Otros inconvenientes de esta variante son las altas cargas que estos
conductores imponen a los transformadores de corriente, y los elevados valores de
7-16
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

corriente que pueden circular por los conductores, lo que impediría utilizar como canal
piloto una línea telefónica.
Para evitar estos problemas, se utiliza en la protección de cada terminal un filtro
combinado de secuencia, que genera un voltaje monofásico de salida a partir de las
corrientes de las tres fases; se dispone, además, de un relevador de porcentaje
diferencial en cada terminal, que actúa sobre el interruptor correspondiente. Con estas
medidas el hilo piloto se reduce a un par de conductores solamente.
En la protección por hilo piloto se pueden utilizar las variantes de protección
diferencial conocidas como de corrientes circulantes y de voltajes en oposición. En la
Fig. 7.9 se presentan los diagramas esquemáticos de estas variantes, así como la
circulación de corrientes correspondiente a la condición en que no hay falla interna; se
representa una fase solamente de la línea protegida por razones de simplicidad del
esquema, por lo que también se omiten los filtros de secuencia.

En el esquema de corrientes circulantes (Fig. 7.9a) la condición representada, en


que no hay falla interna, implica que la corriente circula por los conductores piloto, y por
los elementos de retención de ambos relevadores; las corrientes de operación tienen
valores pequeños, dados por los errores de los transformadores de corriente. En caso de
falla interna, aparece una corriente diferencial en el esquema, que se divide entre ambos
elementos de operación y puede provocar la operación de los relevadores de ambos
extremos.

7-17
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

En el esquema de voltajes en oposición cuando no hay falla interna no circula


corriente por el canal piloto, como puede apreciarse en la Fig. 7.9b. La corriente de cada
transformador de corriente circula por el elemento de retención del relevador de ese
propio terminal, y por los elementos de operación circulan corrientes pequeñas, dadas
por las capacitancias entre los conductores piloto y por los errores de los
transformadores de corriente. Si ocurre un cortocircuito interno aparece una corriente
diferencial en el esquema, que circula por el canal piloto y por los elementos de
operación, y puede provocar la operación de los relevadores de ambos extremos.
Las fallas del canal piloto tienen efectos contrarios sobre los dos esquemas
analizados. Un cortocircuito en el hilo piloto puede provocar el disparo incorrecto del
esquema de voltajes en oposición, o bloquear indebidamente (si en ese momento hay un
cortocircuito interno en la línea) el disparo del esquema de corrientes circulantes. La
apertura del circuito del canal piloto, por el contrario, puede provocar el disparo
incorrecto del esquema de corrientes circulantes, o bloquear indebidamente el disparo
del esquema de voltajes en oposición. Esto debe tomarse en cuenta al decidir el tipo de
acción a realizar por el equipo de supervisión del canal piloto al detectar cortocircuitos o
circuitos abiertos. Por lo general se hace que el equipo de supervisión emita una alarma
en la condición que implica bloqueo indebido de la operación de la protección; en la
condición de posible disparo incorrecto, el equipo de supervisión debe bloquear ese
disparo. Para ello es necesario introducir un cierto retardo de tiempo en la operación de
la protección por hilo piloto (de modo que el equipo de supervisión tenga tiempo de
bloquearla si es necesario), lo cual constituye una desventaja de ese tipo de protección.
En la Fig. 7.10 se presenta el diagrama esquemático de una protección por hilo
piloto de corrientes circulantes. La protección de cada terminal de la línea consta de un
filtro combinado de secuencia FCS, un transformador saturable Ts, un relevador
diferencial RD y un transformador de aislamiento Ts. Se han omitido en esta figura los
elementos correspondientes a la protección y supervisión del hilo piloto, que se detallan
en la Fig. 7.2.
El filtro combinado de secuencia emite un voltaje alterno de salida que está dado
por:

VF = k1 I1 + k2 I2 + k0 I0 (7.17)

donde I1, I2 e I0 son, respectivamente, las componentes de secuencias positiva, negativa


y cero de las corrientes de la línea, y k1, k2 y k0 son coeficientes constantes, cuyos
valores pueden seleccionarse dentro de un cierto intervalo. En algunas protecciones de
este tipo se omiten en el filtro los términos correspondientes a las componentes de
secuencias negativa o cero, pero ello afecta la sensibilidad de la protección. En todos los
tipos de cortocircuitos está presente la componente de secuencia positiva, pero para
cortocircuitos a tierra el término k0 I0 da una mayor sensibilidad a la protección que si la
detección se hace en base a I1, o a I2. Por otra parte, el término k2 I2 es necesario para

7-18
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

lograr que la protección tenga igual sensibilidad para cortocircuitos trifásicos y bifásicos;
la omisión de este término hace que la sensibilidad para cortocircuitos bifásicos sea
√(3/2) veces menor que para los trifásicos (para Z1 = Z2), debido a que la corriente del
cortocircuito bifásico es √(3/2) veces menor que la del trifásico en el mismo punto de la
línea.
El transformador saturable TS (ver Fig. 7.10) tiene la función de limitar el voltaje
aplicado al canal piloto para grandes valores de corriente en la línea protegida; su voltaje
máximo de salida es por lo general del orden de 15 V. Cuando este transformador
trabaja en régimen de saturación severa la protección tipo piloto opera por comparación
de fase de las corrientes y no por comparación de sus valores instantáneos, toda vez
que el voltaje secundario del transformador prácticamente solo porta información sobre
las fases de las corrientes, debido a la saturación. El transformador de aislamiento Ta
tiene, como se señaló en la sección 7.3, la función de aislar la protección del canal
piloto, y tiene una relación de transformación que hace que el voltaje en el canal no pase
de unos 90 V.

Este sistema tiene la posibilidad de provocar el disparo de los interruptores de los


dos terminales de la línea aunque por alguno de ellos no haya contribución al
cortocircuito interno. En ese caso la corriente de la protección del terminal de la línea en
que hay generación se divide entre el elemento de operación del relevador local y el
elemento de operación del relevador remoto, que queda conectado en serie con el canal
piloto. Si la corriente de cortocircuito es suficientemente elevada puede tener lugar la
operación de ambos relevadores, lo cual es deseable en algunos casos.
El sistema puede extenderse en principio a líneas de tres terminales, para lo cual
los tres pares de hilos piloto deben interconectarse formando una estrella, cuyos brazos
deben tener iguales impedancias; es recomendable utilizar resistores adicionales para
compensar las diferencias de impedancias debidas a las diferentes longitudes de los
hilos piloto. Sin embargo, la aplicación de la protección por hilo piloto a líneas de tres
terminales debe hacerse con precaución, sobre todo debido a los transformadores
7-19
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

saturables, que afectan la linealidad de la relación existente entre las corrientes de la


línea protegida y la señal que utiliza la protección. El principal problema de la protección
por hilo piloto es el de la fiabilidad del canal propiamente dicho (sobre todo cuando el par
de conductores es aéreo), además de que su costo crece casi proporcionalmente con la
longitud de la línea, y de que hay que tomar medidas de protección contra sobrevoltajes
de diversa índole. Algunos de estos problemas se resuelven con la utilización de un
canal de fibra óptica, aunque es necesario seguir perfeccionando este canal desde el
punto de vista de la atenuación de la señal, que aún limita la longitud de línea a
proteger, y del costo.
La protección por hilo piloto utiliza solamente señales de corriente, por lo que no
se requieren transformadores de potencial; se basa en el principio de la protección
diferencial, por lo que no es afectada por las oscilaciones de potencia y pérdida de
sincronismo, o por inducción mutua entre la línea protegida y líneas adyacentes.

7.6 PROTECCIÓN PILOTO POR COMPARACIÓN DE FASE

En la protección por hilo piloto anteriormente estudiada se utiliza el principio de


comparación diferencial directa de los valores instantáneos de las corrientes, pero para
altos valores de corriente su operación se basa en la comparación de fase, debido a la
saturación del transformador saturable.

El principio de la comparación de fase de las corrientes de los terminales de la


línea protegida (protección diferencial de fase) puede en general aplicarse con
cualquiera de los tipos de canales de comunicación; en la Fig. 7.11 se presenta el
diagrama esquemático simplificado de una protección piloto por comparación de fase
para una línea de dos terminales. Las señales provenientes de los transformadores de
corriente conectados en estrella (la, lb, lc, 3 l0), se aplican a los circuitos de protección de
cada terminal, que también reciben señales de los receptores locales (portadoras de
información de las fases de las corrientes del terminal remoto de la línea protegida). En
7-20
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

los circuitos de protección se hace la comparación de fase de las corrientes de ambos


terminales y se emite en caso necesario la señal de disparo al interruptor local; se
controla, además, la transmisión de señales hacia el terminal remoto, portadoras de
información sobre las fases de las corrientes del terminal local.
La información puede transmitirse mediante señales de naturaleza intermitente
(sistema "ON-OFF"); la presencia de señal representa un "1" lógico, y su ausencia, un
"0". Por lo general en este caso se utiliza una frecuencia única en los equipos
transmisores y receptores de todos los terminales de la línea (f1 = f2 = f en la Fig. 7.11).
Los circuitos de protección controlan el arranque y la parada de los respectivos
transmisores, y los receptores emiten como salida un "1" o un "0" en dependencia de si
hay o no señal presente en el canal.
El otro sistema posible es el de corrimiento de frecuencia, en que cada transmisor
emite en forma continua una señal que puede tener uno de dos valores de frecuencia
cercanos entre sí (por ejemplo, f1 + ∆f y f1 - ∆f para el transmisor del terminal A de la
Fig. 7.11, y f2 + ∆f y f2 - ∆f para el transmisor del extremo B). Uno de esos valores de
frecuencia representa el "1" lógico, y el otro, el "0". Los circuitos de protección controlan
la emisión por los transmisores de señales de una u otra frecuencia, y los receptores
tienen dos salidas independientes, una para cada frecuencia; en cada salida del receptor
hay señal presente si se está recibiendo la señal de la frecuencia correspondiente a esa
salida. En el sistema de corrimiento de frecuencia es obligatorio que cada transmisor
tenga una frecuencia base diferente de las demás (f1 ≠ f2 en la Fig. 7.11). Una variante
de este sistema es la que utiliza tres frecuencias: una central, que implica ausencia de
información, y dos extremas, que representan, respectivamente, el "1" y el "0" lógicos de
los tres canales de comunicación.
En los circuitos de protección se incluye por lo general un filtro combinado de
secuencia semejante al de la protección por hilo piloto (ver Fig. 7.10); su voltaje
monofásico de salida es del tipo de la ecuación (7.17), aunque en ocasiones se omite
alguna componente de secuencia, o se comparan por separado las diferentes
componentes. Hay un tipo de protección que no tiene filtro, y hace la comparación de las
corrientes totales de las fases (comparación de fase segregada), por razones que se
discutirán más adelante.
Es conveniente para la seguridad del sistema que las señales no se transmitan
continuamente, sino solamente cuando ocurre un cortocircuito. Por esa razón se utilizan
detectores de falla, que por lo general son dos en cada terminal; uno de ellos, de mayor
sensibilidad, inicia la transmisión de la señal, mientras el otro permite o no el disparo del
interruptor local. Estos detectores son generalmente de sobrecorriente, y su corriente de
arranque debe estar por encima de la de carga máxima y por debajo de la mínima de
cortocircuito en la línea protegida. En líneas largas o muy cargadas en que no puede
cumplirse este criterio, es necesario utilizar relevadores de distancia como detectores de
falla, con el inconveniente de que se requieren adicionalmente transformadores de
potencial para la protección.

7-21
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

La protección piloto por comparación de fase es en principio aplicable a líneas de


más de dos terminales; con el sistema "ON-OFF" se mantiene en ese caso el criterio de
utilizar una frecuencia única, por lo que los equipos necesarios en cada extremo son
básicamente los mismos que en las líneas de dos terminales. En el sistema de
corrimiento de frecuencia hay tantas frecuencias diferentes como terminales tiene la
línea, por lo que en cada extremo se requiere un receptor para la frecuencia
correspondiente a cada terminal remoto. Así por ejemplo, en una línea de tres terminales
se necesita un transmisor y dos receptores en cada terminal. En la práctica es difícil de
aplicar la protección piloto por comparación de fase a líneas de más de dos terminales
por razones de sensibilidad. En este caso se hace crítico el problema de la
discriminación entre la corriente máxima de carga y la corriente mínima de cortocircuito.
El principio básico de operación de la protección piloto por comparación de fase
se ilustra en la Fig. 7.12, en que se presentan, para cortocircuito interno (Fig. 7.12a) y
externo (7.12b), los voltajes de salida de los filtros combinados de secuencia de los
terminales A y B (vFA y vFB), así como las señales recibidas en A, en dos variantes
posibles (disparo y bloqueo). En el terminal A se hace la comparación de fase de la
señal v y la señal recibida desde el extremo remoto (representada por la señal de salida
del receptor local).

En la variante de piloto de disparo, el "1" lógico de la señal recibida en A


corresponde al medio ciclo positivo de la señal VFA. Esa señal coincide en fase con el
medio ciclo positivo de v para falla interna y tiene un defasaje de 180º para falla externa.
7-22
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

En la Fig. 7.13a se presenta la lógica de la comparación de las señales en el esquema


de comparación de fase (ECF) de los circuitos de protección; esta protección piloto es de
disparo, pues la señal transmitida por el canal es de disparo, y si la señal está ausente
(por daño en el canal, por ejemplo), el disparo no tiene lugar.
En la variante de piloto de bloqueo, el "1" lógico de la señal recibida en A
corresponde al medio ciclo negativo de la señal vFB. La lógica de la comparación es la
mostrada en la Fig. 7.13b, de donde se deduce que la señal recibida es de bloqueo (se
hace pasar por una compuerta lógica inversora), y el disparo puede tener lugar en
ausencia de la señal. La comparación de fase que se ha analizado hasta aquí es de
media onda, pues solamente se utiliza la información de determinados semiciclos de las
señales. Esto tiene el inconveniente de que las señales de disparo se emiten una vez
por ciclo, lo que afecta la velocidad de operación; si el cortocircuito tiene lugar durante el
semiperíodo en que no hay comparación, la señal de disparo no puede originarse hasta
el siguiente semiperíodo. Este retardo de tiempo, cuyo valor máximo es de un
semiperíodo, es casi siempre tolerable, pero en casos críticos es conveniente hacer la
comparación de onda completa. Los circuitos de protección son en este caso de mayor
complejidad, pues es necesario hacer por separado las comparaciones de los semiciclos
positivos y negativos. Para la comparación de onda completa se necesitan frecuencias
diferentes en los distintos transmisores.

Un aspecto importante a tener en cuenta es el referente a los límites angulares


del esquema de comparación de fase. En el caso ideal de la Fig. 7.12 las señales de
entrada al esquema de comparación (ver Fig. 7.13) están exactamente en fase para falla
interna, y defasadas exactamente 180º para falla externa. En realidad hay errores de
fase debidos a la posible saturación de los transformadores de corriente, al defasaje
entre las corrientes originado por el efecto capacitivo de la línea protegida, a los
diferentes comportamientos de los filtros combinados de secuencia, al tiempo de
propagación de las señales por el canal piloto, y a los retardos de tiempo que introducen
los transmisores y receptores. En el caso de los cortocircuitos internos a los factores
anteriores se añade el hecho de que hay un defasaje entre las corrientes de los distintos

7-23
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

terminales, debido al defasaje entre las FEM y las diferencias de ángulos de las
impedancias de los generadores equivalentes correspondientes a esos terminales. Se ha
demostrado que esos errores no son mayores de 40º ni aún en el caso más crítico de los
cortocircuitos internos. Por tanto, se considera adecuado un valor de límite angular de
65º a 90º para el esquema de comparación de fase (es decir, que su operación tenga
lugar para todo defasaje entre las señales de entrada que esté comprendido, por
ejemplo, entre -90º y + 90º).

7.6.1 Piloto de media onda de bloqueo ("ON-OFF")

Esta es la variante más difundida de protección piloto por comparación de fase, y


se utiliza con todos los tipos de canales piloto. Su diagrama esquemático (para un
terminal de la línea) se presenta en la figura 7.14, que es una versión más detallada de
la figura 7.13b, compuesta por el esquema de comparación de fase ECF, el filtro
combinado de secuencia FCS (que incluye un formador de ondas cuadradas a su salida),
los detectores de falla de disparo (DFD) y de control de la transmisión (DFT), así como el
transmisor T y el receptor R.
En regímenes normales de operación de la línea protegida no hay señales de
salida en los detectores de falla, por lo que no hay posibilidad de disparo del interruptor
local, ni se transmite señal hacia el terminal remoto.
Para cortocircuitos externos (ver figura 7.12b) las señales de salida de FCS y del
receptor local tienden a estar en fase, pero las señales de entrada a ECF están
aproximadamente a 180º (debido a la compuerta lógica inversora), y no se origina señal
de disparo del interruptor local aunque haya señal de salida en DF . Por otra parte, la
señal de salida de DFD prepara la compuerta lógica AND, que emite una señal de salida
(y pone en funcionamiento el transmisor) en cada medio ciclo negativo de la señal de
salida de FCS (por efecto de la entrada negada de dicha compuerta). Con esta
transmisión se bloquea también el disparo del extremo remoto de la línea.
Para cortocircuitos internos (ver figura 7.12a) las señales de entrada a ECF están
aproximadamente en fase, y éste emite, por tanto, una señal de salida; como también
hay señal de salida en DF , se origina la señal de disparo del interruptor local. Como en
el caso anterior, en cada medio ciclo negativo de la señal de salida de FCS se pone en
funcionamiento el transmisor, pero estas señales no bloquean el disparo del otro
extremo de la línea, pues están aproximadamente a 180º del voltaje de salida del FCS
de ese terminal. Tiene lugar, por tanto, el disparo instantáneo de los interruptores de
ambos terminales de la línea.
La operación de los detectores de falla puede resumirse en la forma siguiente: en
caso de cortocircuito el detector DFD opera y da la posibilidad del disparo local (que
tiene lugar si la falla es interna y opera ECF); el detector DFT también opera, e inicia la
transmisión de señal, que cesa durante los semiciclos positivos de la señal de salida de
FCS. Es evidente que si por alguna razón el detector DFD local opera más rápidamente

7-24
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

que el DFT remoto para un cortocircuito externo, puede tener lugar la operación
incorrecta del interruptor local, por ausencia de señal de bloqueo; otro tanto ocurre si el
detector DFT responde al cortocircuito, y no responde DFD. Por estas razones es que
DFT debe ser más sensible que DF D.

7.6.2 Consideraciones sobre las señales a comparar

La selección de las señales a ser comparadas es un problema complejo, pues


esas señales deben cumplir con la condición de que el ángulo de defasaje entre las
señales de los distintos terminales varíe apreciablemente (idealmente de 0º a 180º) entre
los regímenes de cortocircuitos internos y externos, y sea poco afectado por la corriente
de carga y el tipo de cortocircuito.
Una variante posible es la comparación por separado de las distintas fases
(comparación de fase segregada), que resulta cara, pues se requieren, de hecho, tres
protecciones con sus respectivos sistemas de comunicación. La utilización de las
componentes simétricas de las corrientes da la posibilidad de lograr la protección con un
solo sistema, pero plantea la interrogante de qué componentes simétricas utilizar y en
qué proporción; el problema es diferente al de la protección por hilo piloto (comparación
de valores instantáneos de las corrientes), pues en este caso la comparación es de fase.
La componente de secuencia positiva es aparentemente una buena opción, pues
está presente para todos los tipos de cortocircuitos, pero es afectada por la corriente de
carga. La componente de secuencia negativa está libre del efecto de la corriente de
carga y está presente para la mayoría de los tipos de cortocircuitos, pero no para el
cortocircuito trifásico. Otro tanto ocurre con la componente de secuencia cero. Se
deduce de lo anterior la conveniencia de combinar distintas componentes de secuencia.
Estudios realizados demuestran que la componente de secuencia cero (cuya circulación
en el sistema es en general diferente a la de las corrientes de secuencias positiva y
7-25
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

negativa) introduce variaciones complejas en el ángulo de fase, difíciles de tener en


cuenta, y es conveniente no utilizarla.
La utilización combinada de las componentes de secuencias positiva y negativa
puede hacerse en distintas variantes. Una de ellas consiste en hacer por separado las
comparaciones de ambas componentes de secuencia, en dos esquemas iguales al de la
Fig. 7.14 con una salida por lógica OR, donde el FCS en un caso es de secuencia
positiva y en otro de secuencia negativa. Otra variante consiste en utilizar un solo
esquema, pero con dos filtros (uno de secuencia positiva y otro de secuencia negativa) y
un detector de cortocircuitos trifásicos. Normalmente está conectada al esquema la
salida del filtro de secuencia negativa, pero en caso de cortocircuito trifásico, el detector
conmuta el esquema hacia el filtro de secuencia positiva. Otra alternativa es utilizar un
solo filtro, pero controlado por el detector de cortocircuitos trifásicos, de modo que su
salida sea de secuencia positiva para este tipo de cortocircuito, y de secuencia negativa
para todos los restantes.
La variante más utilizada es aquella en que el filtro de secuencia es combinado, y
su voltaje de salida depende de las componentes de secuencias positiva y negativa. Se
ha demostrado que los mejores resultados se obtienen con un voltaje de salida del filtro
dado por:

I1
Vf = k’ ( I2 - ) (7.18)
k
donde k’y k son coeficientes constantes; el coeficiente k es de valor ajustable entre
ciertos límites, y un valor típico es 5. Debe observarse que esta ecuación es equivalente
a la (7.17), para k1 = - k’ / k, k2 = k’ y k3 = 0.

7.6.3 Protecciones piloto de comparación de fase segregada

La protección piloto por comparación de fase es aplicable a líneas largas con


compensación serie capacitiva; esta protección, que responde a corriente solamente, no
es afectada por las variaciones del ángulo de defasaje entre voltaje y corriente que
introducen los capacitores de compensación, a diferencia de la protección piloto por
comparación direccional. Hay en la actualidad un buen número de estas protecciones, en
la modalidad de onda completa con filtro combinado de secuencia, funcionando
satisfactoriamente en este tipo de líneas.
Sin embargo, las líneas largas con compensación serie son una fuente de
armónicos durante los cortocircuitos, que pueden afectar la operación de las
protecciones piloto por comparación de fase con filtros de secuencia. Ello se debe a que
estos filtros tienen parámetros dependientes de la frecuencia, y sus señales de salida
sufren distorsión por efecto de los armónicos presentes en la corriente de entrada.
Cuando este problema se hace crítico, la solución es la comparación de fase segregada,
consistente en la comparación por separado de señales provenientes de las distintas

7-26
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

fases, en lugar de conformar un solo voltaje para las tres fases. La señal de voltaje
formada para cada fase es independiente de la frecuencia y, por tanto, de la forma de
onda de la corriente.
Una variante consiste en comparar en tres sistemas separados las corrientes Ia,
Ib e Ic; otra posibilidad es comparar Ia - Ib en un sistema, e I0 en otro sistema. Cada uno
de esos sistemas puede ser de cualquiera de los tipos anteriormente estudiados.
Otro posible campo de aplicación de la protección piloto de fase segregada es el
de las líneas con disparo y recierre monopolar de los interruptores. En este caso existe
la necesidad de determinar con precisión las fases falladas para provocar la apertura de
solamente esas fases del interruptor. Hay distintas variantes para la determinación de la
fase fallada, y una de ellas es precisamente la comparación de fase segregada, en la
modalidad de tres sistemas.
Es evidente que las protecciones por comparación de fase segregada son
complejas y su costo es elevado, por lo que sus aplicaciones se limitan a los casos en
que las variantes basadas en un solo sistema no satisfacen los requerimientos de la
línea protegida.

7.6.4 Características de las protecciones piloto por comparación de fase

Al igual que la protección por hilo piloto, la protección piloto por comparación de
fase es inherentemente diferencial y se basa en la comparación de corrientes, por lo que
tiene las siguientes ventajas:
a) No requiere transformadores de potencial (excepto en el caso en que se
utilizan relevadores de distancia como detectores de falla).
b) No es afectada por la inducción mutua entre la línea protegida y líneas
adyacentes.
c) No es afectada por regímenes asimétricos de la línea protegida, tales como
los relacionados con el cierre deficiente de interruptores o el disparo y recierre
monopolar.
d) Es aplicable a la protección de líneas largas con compensación serie
capacitiva.
e) No es afectada por las oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo.
La protección piloto por comparación de fase tiene problemas con la
discriminación entre las corrientes de carga y de cortocircuito, lo que limita su aplicación
a los casos en que hay una diferencia apreciable entre ambas corrientes. Por esta
misma razón su aplicación es difícil en líneas con alimentación débil en un terminal, o en
líneas multiterminales.

7-27
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

7.7 PROTECCIÓN PILOTO POR COMPARACIÓN DIRECCIONAL

En esta protección se hace una comparación indirecta de las direcciones relativas


de las corrientes o de las potencias, a partir de la operación de relevadores que tienen
direccionalidad (de tipos direccional o de distancia). Este principio se ha utilizado con
todos los tipos de canales, tanto en la versión "ON-OFF", como en la de corrimiento de
frecuencia. En la Fig. 7.15 se presenta el diagrama esquemático simplificado de una
protección piloto por comparación direccional para una línea de dos terminales. Debe
notarse la diferencia de este esquema con el de la protección piloto por comparación de
fase (Fig. 7.11), que está dada por la necesidad de llevar señales de voltaje (además de
las de corriente) a los circuitos de protección para la discriminación direccional.
Este principio es aplicable a líneas de más de dos terminales, donde resulta
ventajoso con respecto al de comparación de fase. Si se utiliza el sistema "ON-OFF", los
equipos necesarios en cada extremo son los mismos que en una línea de dos
terminales; con el sistema de corrimiento de frecuencia hay que disponer en cada
extremo de un receptor por cada terminal remoto.

La protección piloto por comparación direccional, al igual que la de comparación


de fase, no realiza la función de respaldo para cortocircuitos externos, por lo que debe
complementarse con protecciones de distancia o direccionales de sobrecorriente. La
protección de fase generalmente es de distancia, mientras que la de tierra puede ser de
distancia o direccional de sobrecorriente.
Es práctica común disponer el esquema de modo que las protecciones de
distancia o direccionales constituyan también parte de la protección primaria de la línea
protegida, y que su operación sea acelerada por la protección piloto en los casos de
cortocircuitos internos cercanos al terminal remoto de la línea (ver Fig. 7.1). Eso se logra
disponiendo en el circuito de disparo del interruptor un contacto del relevador auxiliar de
salida de la protección piloto en paralelo con el contacto de la unidad de tiempo
correspondiente a la segunda zona de la protección de distancia o con el contacto del

7-28
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

elemento de tiempo inverso (o con el del segundo escalón, en el caso de tiempo


constante) de la protección direccional de sobrecorriente.
Por lo general también se utilizan algunos de los elementos de medición de los
esquemas de distancia o direccionales de sobrecorriente como detectores de falla para
la protección piloto por comparación direccional.
A continuación se describen los tipos fundamentales de protecciones piloto por
comparación direccional, sobre la base del tipo de canal más utilizado en cada caso, y
se hacen algunas otras consideraciones sobre estas protecciones.

7.7.1 Protección piloto de bloqueo

Este es el más antiguo de los sistemas de protección piloto por comparación


direccional y sigue siendo muy utilizado por su flexibilidad y versatilidad; es
particularmente apropiado para líneas multiterminales. Por lo general se aplica con un
canal de onda portadora de tipo "ON-OFF", por el que se transmiten señales de una
frecuencia única, aunque pueden utilizarse otros tipos de canales de comunicación.
Su aplicación consiste en que para cortocircuitos internos, que representan una
condición de corriente entrante por todos los terminales de la línea, se permite el disparo
instantáneo de todos los interruptores. Para cortocircuitos externos se genera y
transmite una señal de bloqueo de disparo a partir de la información de que la corriente
está fluyendo hacia fuera de la línea por un terminal. Se requieren en cada terminal dos
detectores de falla: un detector de falla de control de transmisión (DFT), que inicia la
transmisión de señal de bloqueo cuando ocurre un cortocircuito; un detector de falla de
disparo (DFD), que detiene la transmisión de señal cuando el cortocircuito es en la
dirección de disparo, y habilita el sistema para el disparo local, a menos que se reciba
una señal de bloqueo de otro terminal. En la Fig. 7.16a se representan las zonas de
operación de esos detectores de falla para la línea protegida AB, y en la Fig. 7.16b se
muestran sus características de operación para el caso de que sean relevadores de
distancia tipo mho. La variante de sobrecorriente tiene el inconveniente de que la
extensión de las zonas de operación depende grandemente del régimen del sistema.
Los detectores de falla de disparo DFD tienen que ser direccionales y
sobrealcanzar el o los terminales remotos de la línea (por ejemplo, en la Fig. 7.16 el
detector DFA del terminal A llega hasta el punto F3, situado más allá del extremo B). La
segunda zona de la protección de distancia cumple estos requerimientos, por lo que
normalmente se utiliza con esta finalidad (el órgano de medición instantáneo de la
segunda zona).
Los detectores de falla de control de transmisión DFT deben cubrir hacia fuera de
la línea protegida una zona mayor que la de los DFD del otro u otros terminales. Así por
ejemplo, el detector DFT del terminal A alcanza hasta el punto F1, situado más lejos de A
que el punto F2, hasta el que alcanza el detector DFD del terminal B. Con esto se
garantiza que todo cortocircuito externo que haga operar los DF D de los terminales

7-29
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

remotos, también quede dentro de la zona de operación del DF local, y éste pueda iniciar
la transmisión de señal de bloqueo. Generalmente se utiliza en calidad de DFT la tercera
zona de la protección de distancia, que debe estar desplazada hacia el tercer cuadrante
del plano complejo impedancia (tercera zona invertida); es conveniente mantener un
cierto desplazamiento de la característica hacia la línea protegida (puntos F5 y F6 en la
Fig. 7.16) para garantizar la operación de los relevadores tipo mho para cortocircuitos
trifásicos limpios en el inicio de las líneas adyacentes (puntos F 7 y F8).

La inversión de la tercera zona por lo general cambia algo la concepción de la


protección de respaldo. En este caso la protección de A tiene sus zonas primera y
segunda orientadas hacia B, pero su tercera zona respalda a la línea AC (en vez de la
BD). La protección de B, cuyas zonas primera y segunda están orientadas hacia A,
brindan por tercera zona el respaldo a la línea BD. En la Fig. 7.16 están representadas
solamente las segundas y terceras zonas de esas protecciones (que se utilizan también
como detectores de falla), y no las primeras zonas.
En la Fig. 7.17 se presenta el diagrama esquemático de la protección piloto por
comparación direccional de bloqueo para un terminal de la línea. Como puede
apreciarse, la condición para que se origine la señal de disparo es que opere el DF D
local, y que el receptor R no esté recibiendo señal de bloqueo, y tenga, por tanto, una
señal de "0" lógico a su salida.

7-30
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

Por otra parte, el transmisor T local se pone en funcionamiento por la operación


de DFT, y deja de transmitir si opera DFD.
La operación para un cortocircuito externo (por ejemplo, en el punto F8 del
sistema de la Fig. 7.16) es la siguiente: en el terminal A opera el DFD y prepara las
condiciones para el posible disparo local; en el terminal B opera DFT y se pone en
funcionamiento el transmisor. La señal de bloqueo se recibe en el terminal A y se impide
el disparo. Para cortocircuitos internos, por el contrario, operan ambos DF D y se
bloquean ambos transmisores. Al no haber señal de bloqueo, se origina el disparo
instantáneo de los interruptores de ambos terminales. Realmente, si el cortocircuito es
en la zona central de la línea, queda dentro del alcance de las primeras zonas y el
disparo instantáneo es por esa vía. Cuando el cortocircuito está cerca de uno de los
terminales, el disparo de ese terminal es provocado por la primera zona de la protección
de distancia, mientras que el disparo instantáneo del terminal remoto es por la acción de
la protección piloto, que acelera el disparo que debía tener lugar por segunda zona. Por
lo general se introduce un pequeño retardo en la señal de disparo (del orden de unos
10 ms) para garantizar una buena coordinación en el esquema.
La pérdida del canal de comunicación durante un cortocircuito interno no
constituye un problema, pues el canal no es necesario para el disparo; por el contrario,
puede tener lugar una operación incorrecta si falla el canal para un cortocircuito externo
que quede dentro del alcance de alguno de los DF. Como en condiciones normales no
hay transmisión de señal, el fallo del canal no puede detectarse, a menos que ocurra un
cortocircuito externo. Se han desarrollado variantes de sistemas con comprobación
automática del estado del canal, pero por lo general no se justifican económicamente por
la alta fiabilidad de los actuales canales de onda portadora. Es recomendable, por lo
tanto, que el personal realice pruebas periódicas al canal en forma manual.

7-31
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

7.7.2 Protección piloto de pérdida de bloqueo

La variante más común de esta protección es la que utiliza el canal de onda


portadora con el sistema de corrimiento de frecuencia, cuyo diagrama esquemático se
presenta en la Fig. 7.18. En este caso no se requieren detectores de falla de control de
transmisión DFT, debido a que continuamente se está trasmitiendo señal, incluso en
régimen normal de operación del sistema. Los detectores de falla de disparo DFD tienen
las mismas características que en el caso de los pilotos de bloqueo.
En condiciones normales de operación del sistema, los transmisores de todos los
terminales de la línea están transmitiendo señales de frecuencia de bloqueo (por
ejemplo, f1 - ∆f y f2 - ∆f para una línea de dos terminales). En los receptores, las salidas
correspondientes a bloqueo están en "1", y las correspondientes a pérdida de bloqueo
(f1 + ∆f y f2 + ∆f) están en "0". Adicionalmente, los DFD no están operados y no hay señal
de disparo.
La operación para un cortocircuito externo (punto F8 de la Fig. 7.16) es la
siguiente: En el terminal B no opera el DFD, lo que evita el disparo del interruptor local y
permite que el transmisor local continúe en el modo de bloqueo. En el terminal A opera
el DFD, pero como se sigue recibiendo de B la señal de bloqueo f 2 - ∆f, se mantiene el
"1" en la salida correspondiente del receptor, y el "0" en la salida de pérdida de bloqueo.
Esa combinación de señales origina un "0" a la entrada del circuito lógico AND final, que
bloquea el disparo aunque esté operado el DFD. Por otra parte, la operación del DFD de
la terminal A cambia su transmisor a la frecuencia de pérdida de bloqueo f1 + ∆f; en el
terminal B esto hace que aparezca un "1" en la salida correspondiente a pérdida de
bloqueo del receptor, que habilita la compuerta AND final para el disparo, pero el DF D
local no está operado, por lo que no hay disparo.

7-32
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

Para cortocircuitos internos operan los DFD de ambos terminales, y los


transmisores pasan a la frecuencia de pérdida de bloqueo (f1 + ∆f y f2 + ∆f). En las
salidas de pérdida de bloqueo de ambos receptores aparecen señales de "1", y se
generan señales de disparo en ambos terminales. Si el cortocircuito afecta el canal y no
aparece la señal de pérdida de bloqueo, en ambas salidas de cada receptor hay señales
de "0" lógico. Esta combinación de señales da lugar a la aparición de un "1" en la
entrada correspondiente de la compuerta AND final, a cuya otra entrada está aplicada la
señal "1" de salida del DFD, y el disparo tiene lugar. También se aplica un "1" a la
entrada del circuito de tiempo ∆T, que 150 ms después emite un "1" a su salida, que
bloquea el disparo si no ha tenido lugar, y origina una señal adicional que se puede
utilizar para dar un aviso de problemas en el canal. Esta segunda función de aviso es
importante sobre todo cuando la pérdida del canal tiene lugar durante el régimen normal
de operación del sistema. En ese caso puede también sacarse de servicio
automáticamente la protección.
Este esquema se comporta como de pérdida de bloqueo durante 150 ms (el
disparo puede originarse con la pérdida de la señal de bloqueo), y después de ese
tiempo pasa a ser un piloto de disparo (es necesaria la aparición de la señal de pérdida
de bloqueo para que el disparo tenga lugar). Su fiabilidad y seguridad lo hacen el
sistema más adecuado para el canal de onda portadora.

7.7.3 Protección piloto de disparo de sobrealcance

Este sistema no debe utilizarse con canales de onda portadora, debido al peligro
de interrupción del canal por efecto de un cortocircuito interno, que puede afectar la
señal de disparo. Se utilizan normalmente canales de hilo piloto o microonda,
generalmente con el sistema de corrimiento de frecuencia. En la Fig. 7.19 se presenta un
diagrama esquemático de esta protección, en que tampoco se requieren detectores de
falla de control de transmisión DFD. Los detectores de falla de disparo DFD deben, como
en los casos anteriores, sobrealcanzar los terminales remotos de la línea (ver Fig. 7.16),
de ahí el nombre de esta protección.
En régimen normal de operación del sistema los transmisores de todos los
terminales de la línea están transmitiendo señales de frecuencia de guarda (por ejemplo,
f1 - ∆f y f2 - ∆f), y los DFD no están operados, por lo que no hay disparo. Si hay
problemas con el canal y se pierde la señal de guarda, en ambas salidas de todos los
receptores hay señales de "0"; el circuito de tiempo ∆T (que en este caso tiene retardos
en la operación y en la reposición) al cabo de 150 ms emite un "1" de salida, que se
utiliza para dar un aviso de problemas en el canal y desactivar la protección. Si se
restablece el canal y reaparece la señal de guarda, surge un "1" en la salida
correspondiente del receptor (f2 - ∆f, por ejemplo), y 150 ms después se reposiciona el
circuito de tiempo ∆T (su salida vuelve a "0") y se pone nuevamente en servicio la
protección.

7-33
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

Cuando ocurre un cortocircuito externo (punto F8 de la Fig. 7.16), en el terminal B


no opera el DFD, por lo que el disparo no puede tener lugar y el transmisor local se
mantiene en el modo de guarda. En el terminal A opera el DFD, pero no puede haber
disparo, porque el receptor local tiene un "1" en su salida correspondiente a la frecuencia
de guarda, que inhibe a la compuerta lógica AND con entrada negada conectada a esa
salida. El transmisor del terminal A pasa al modo de disparo, en el terminal B aparece un
"1" en la salida de la frecuencia de disparo del receptor, pero el DFD local no está
operado, y el disparo no tiene lugar.
Para cortocircuitos internos operan los DF D, ambos transmisores pasan al modo
de disparo, en las salidas correspondientes a disparo de ambos receptores aparecen
señales de "1 ", y de "0" en los salidas de guarda. Esa combinación de señales provoca
el disparo en ambos terminales.
Esta protección tiene una probabilidad de disparo incorrecto muy reducida, pues
el disparo requiere de la operación del DFD local y de la recepción de señal del terminal
remoto. Sin embargo, la probabilidad de fallo de disparo para cortocircuitos internos es
mayor que en los dos sistemas anteriores, ya que se requiere la transmisión de una
señal para el disparo.

7.7.4 Protección piloto de disparo de subalcance

Este sistema se utiliza normalmente con canales de hilo piloto y de microonda, y


no con el de onda portadora, por su carácter de piloto de disparo. Se puede aplicar el
sistema "ON-OFF", pero con frecuencias diferentes en los transmisores de los distintos
terminales. No se requieren detectores de falla de control de transmisión DFT, y los
detectores de falla de disparo DFD deben disponerse de modo que sus zonas de
operación se traslapen sin alcanzar los terminales remotos de la línea (subalcance),

7-34
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

como puede apreciarse en la Fig. 7.20a. Los relevadores de distancia de primera zona
satisfacen este requerimiento, por lo que se utilizan en calidad de DF en este caso. Si la
protección de tierra es direccional de sobrecorriente no se garantiza el traslape sin
sobrealcance, debido a que la extensión de su zona de operación varía con el régimen
del sistema; en este caso es recomendable utilizar también protección de distancia
contra cortocircuitos a tierra.
Existen dos variantes de esta protección, la no permisiva y la permisiva. En la
protección no permisiva (Fig. 7.20b) para cortocircuitos externos no opera ningún DFD, ni
se pone en funcionamiento ningún transmisor, por lo que no hay disparo. Para
cortocircuitos internos en la zona central de la línea (por ejemplo, en el punto F1, de la
Fig. 7.20a) operan los DFD, se ponen en funcionamiento los transmisores, hay señal de
salida en los receptores, y por las dos razones se origina el disparo en ambos
terminales. Para cortocircuitos internos cercanos a un terminal (punto F2 de la
Fig. 7.20a), el DFD de ese terminal opera, origina el disparo de su interruptor, y pone en
funcionamiento su transmisor; en el otro terminal se recibe esa señal y tiene lugar el
disparo del interruptor.

La variante no permisiva tiene una gran probabilidad de operación incorrecta por


cualquier ruido que se genere en el canal o problemas en el receptor, pues la sola
recepción de señal (o presencia de señal de salida en el receptor) es una condición de
disparo. Este problema se resuelve con la variante denominada permisiva (Fig. 7.20c),
en que se añaden detectores de falla permisivos DFP, cuyas zonas de operación son de

7-35
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

sobrealcance, como se muestra en la Fig. 7.20a; los relevadores de distancia de


segunda zona se utilizan con esta finalidad. En la protección permisiva el detector de
falla de disparo DF puede originar el disparo directamente, pero no puede hacerlo la
señal de disparo recibida a través del canal; en este caso además de la recepción de la
señal, debe haber operación del DFP local para que tenga lugar el disparo.

Como la protección piloto de disparo de subalcance (en sus dos variantes) se


basa en DFD que no responden a cortocircuitos externos, no se requiere el pequeño
retardo de unos 10 ms en la señal de disparo que se utiliza en todos los esquemas
anteriormente analizados. Esto hace que su esquema sea algo más simple y su
operación algo más rápida, pero sigue confrontando el problema de tener cierta
probabilidad de fallo de disparo para cortocircuitos internos, por ser un piloto de disparo.

7.7.5 Características de las protecciones piloto por comparación direccional

En comparación con la protección piloto por comparación de fase, esta protección


tiene las siguientes ventajas:
a) Tiene mayor velocidad de operación (tiempos de operación inferiores a
20 ms),
b) Es más adecuada para la protección de líneas con derivaciones, y, en general,
de redes con cualquier configuración.
c) Tiene mayor flexibilidad para admitir cambios en el sistema, incluyendo la
adición de cargas en derivación en las líneas.
d) Tiene mayor sensibilidad, ya que no confronta problemas de discriminación
entre las corrientes de carga y de cortocircuito.
e) Impone menores requerimientos al canal de comunicación.
La protección piloto por comparación direccional, por utilizar detectores de falla
de tipos direccional o de distancia, requiere transformadores de potencial, puede ser
afectada por regímenes asimétricos de la línea protegida (disparo y recierre monopolar o
cierre deficiente de interruptores) o por la inducción mutua entre líneas, tiene
limitaciones para su aplicación a líneas largas con compensación serie capacitiva, y
puede operar incorrectamente por oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo.

7.8 REFERENCIAS

[1] R. C. Cheek, J. L. Blackburn, "Considerations in selecting a carrier relaying


system," AIEE Transactions PAS part III, vol. PAS 71, January 1952, pp. 10-15.
[2] IEEE Power System Communication Committee, "Power line carrier application
guide," IEEE Transactions on Power Apparatus and Systems, November-
December 1980, pp. 2334-2337.
[3] W. A. Elmore, Protective Relay, Coral Springs: Marcel Dekker, 1994.

7-36
PROTECCIÓN TIPO PILOTO DE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN

[4] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research


Studies Press LTD., 1995.
[5] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[6] W. A. Elmore, "Current differential and phase comparison relaying compared with
pilot distance schemes,” 25th Annual Western Protective Relay Conference,
Spokane, WA, October 13-15, 1998.
[7] IEEE C37.113, Power System Relaying Committee Guide for Protective Relay
Applications to Transmission Lines, 1998.
[8] W. A. Elmore, Pilot Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 2000.
[9] CIGRE Working Group 34/35.11, Protection Using Telecommunications, Final
Report, August 2001.
[10] E.O. Schweitzer III, John Kumm, "Statistical Comparison and Evaluation of Pilot
Protection Schemes," SEL paper, disponible en http://www.selinc.com.

7-37
PROTECCIÓN DE GENERADORES

CAPÍTULO 8

PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.1 INTRODUCCIÓN

Los generadores son los elementos del sistema eléctricos de potencia que pueden estar
sometidos al mayor número de condiciones anormales de operación diferentes, lo que
confiere una gran diversidad a sus protecciones. Esas condiciones anormales puedan
deberse al propio generador, a su motor primario, o al sistema eléctrico con que está
interconectado, y pueden en general subdividirse en fallas internas y regímenes
anormales de operación. A continuación se enumeran los tipos fundamentales de
condiciones anormales de operación.
1. Fallas internas en el estator:
a) Cortocircuitos entre fases,
b) Cortocircuitos entre espiras de una fase,
c) Cortocircuitos a tierra.
2. Regímenes anormales de operación
a) Sobrecalentamiento del devanado de estator,
b) Sobrecargas desbalanceadas debidas a sobrecargas o cortocircuitos
externos,
c) Pérdida o reducción de excitación,
d) Contactos con tierra en el devanado de campo,
e) Sobrecalentamiento del devanado de campo,
f) Sobreexcitación,
g) Sobrevoltajes,
h) Pérdida del motor primario (inversión de potencia),
i) Operación a frecuencias anormales,
j) Pérdida de sincronismo,
k) Conexión inadvertida,
l) Fallas en el sistema de potencia,
m) Otros (vibración, sobrevelocidad, problemas en los rodamientos, etc.).
No existe un criterio único para determinar las protecciones que deben instalarse
a un generador en particular, pues ello depende de varios factores. La capacidad, el tipo

8-1
PROTECCIÓN DE GENERADORES

y la importancia relativa del generador en el sistema son aspectos determinantes, pero


también influyen otros, como su conexión, los tipos de sistemas de regulación y control y
de protección que tiene, o el hecho de si la planta generadora es atendida o no.
En el presente capítulo se abordan los tipos fundamentales de protecciones de un
generador y se discuten los criterios más generales que se siguen en distintos países
para su aplicación y para la determinación de si deben provocar la desconexión del
generador o solamente emitir una señal de alarma.

8.2 CONEXIÓN DE GENERADORES AL SISTEMA DE POTENCIA

Existen cuatro esquemas básicos para la conexión de los distintos generadores


de una planta: a) conexión directa a una barra de generación común (Fig. 8.1 a), b)
conexión a través de un transformador compartido (Fig. 8.1 b), c) conexión directa a un
sistema de distribución (Fig. 8.1 c), d) conexión en unidad o bloque generador-
transformador (Fig. 8.1 d).

La conexión directa a una barra de generación los distintos generadores se


conectan a través de interruptores a una barra, donde a través de un transformador
elevador se conectan al sistema; por lo general, en la barra común se dispone del
transformador de auxiliares (Ta) para el consumo propio de la planta. Los generadores
están por lo general conectados en estrella, pero hay algunos cosos en que la conexión
es en delta. Una variante de esta conexión, es cuando se utiliza un mismo transformador

8-2
PROTECCIÓN DE GENERADORES

elevador para conectar dos grupos de generadores en conexión directa al sistema de


potencia (ver Fig. 8.1 b).
La conexión directa a una barra de distribución es una variante de las anteriores,
con la diferencia de que no utiliza un transformador elevador; esta es la conexión típica
de los generadores de pequeña capacidad, que pueden ser conectados a redes de bajo
voltaje sin que esto represente una limitación en la transferencia de potencia por la red.
En la conexión en bloque o unidad generador-transformador (Fig. 8.1 d) cada
generador se conecta directamente a su propio transformador y se omite el interruptor
entre ellos. Esta es la conexión más común en las plantas formadas por unidades de
grandes capacidades y en ella la conexión de los generadores es en estrella, salvo muy
raras excepciones. En cada unidad el transformador auxiliar Ta está conectado a la
salida del generador, y la conexión de los transformadores elevadores.

8.3 RELEVADORES DE PORCENTAJE DIFERENCIAL

La protección diferencial de generadores se lleva a cabo principalmente con


relevadores de porcentaje diferencial, aunque en algunos casos se utilizan también
esquemas de tipo diferencial conformados a base de relevadores de sobrecorriente. El
principio de operación de los relevadores de porcentaje diferencial se expuso en la
sección 7.4; a continuación se describe la característica de operación del relevador y el
procedimiento del cálculo de parámetros de ajustes.
En la Fig. 8.2 se presenta el diagrama esquemático simplificado de una variante
clásica de relevador electromecánico de porcentaje diferencial. Se trata de un relevador
electromagnético en que un elemento ferromagnético móvil pivotado en su punto medio
está sometido a la acción de pares de operación y retención debidos, respectivamente, a
los flujos magnéticos asociados con las bobinas de operación (BO) y de retención (BR).
La bobina de retención queda dividida en dos partes iguales por una derivación que está
conectada a la bobina de operación. La posición normal del elemento móvil, con el
contacto abierto, se fija por el muelle de retención.

8-3
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Cuando el relevador se conecta al elemento protegido en la forma mostrada en la


Fig. 7.6, la circulación de corrientes es la que se indica en la Fig. 8.2. El par de
operación es proporcional en valor promedio al cuadrado del valor eficaz del flujo
magnético en el entrehierro, o de la corriente de operación suponiendo linealidad en el
circuito magnético; la corriente de operación, a su vez, está dada por la ecuación (7.9).
El par de retención está relacionado con el flujo magnético debido a la circulación de las
corrientes lis e ¡lis por ambas mitades de la bobina de retención; el efecto resultante es
como si por toda la bobina de retención circulase la semidiferencia fasorial de estas
corrientes. Esto implica que en este caso la corriente de retención está dada por la
expresión (7.10). De acuerdo con lo anterior, el valor medio del par electromagnético Me
de relevador está dado por:

Me = k1 I2op - k2 I2ret (8.1)

donde k1 y k2 son coeficientes constantes que dependen del circuito magnético del
relevador. La condición umbral de operación del relevador está dada por la igualdad del
par electromagnético Me y del par mecánico Mm del muelle de retención. La corriente de
operación en esta condición de arranque puede denominarse I op a. Es decir:

k1 I2op a - k2 I2ret = Mm (8.2)

Para valores altos de las corrientes de operación y retención ambos componentes


del par electromagnético son mucho mayores que el par del muelle de retención, por lo
que éste puede despreciarse, resultando:

k1 I2op a - k2 I2ret = 0

Iop a = (k2 / k1)1/2 I2ret

Iop a = K Iret (8.3)

La ecuación (8.3), que es idéntica a la (7.16), expresa la condición de operación


de este tipo de relevados de porcentaje diferencial. La representación gráfica de esta
dependencia funcional Iop a = f(Iret) es la denominada característica de operación, que se
muestra en la Fig. 7.8. Para valores pequeños de las corrientes de operación y retención
se pone de manifiesto el efecto del muelle de retención, por lo que la característica
defiere de la línea recta. Ello determina un intercepto con el eje de ordenadas, que es la
corriente mínima de arranque del relevador Iop a min para el caso en que Iret = 0. Los
parámetros de ajuste del relevados son precisamente la pendiente K y el intercepto
Iop a min de su característica de operación. El valor de K por lo general se expresa en
forma porcentual en la literatura especializada. Por lo tanto, (8.3) se expresa como:

Iop a = K Iret + Iop a min (8.4)

8-4
PROTECCIÓN DE GENERADORES

La ecuación (8.4) describe la característica de operación de los relevadores de


porcentaje diferencial, sin importar su base constructiva, tal como es muestra en la
Fig. 8.3.

La selección de los parámetros de ajuste de un relevador de porcentaje


diferencial se hace de modo que no opere incorrectamente para el máximo valor posible
de corriente de desbalance Idmax. Para ello se plantea el cortocircuito externo máximo
posible, se calcula para el esquema el valor de I dmax (debido a los errores de los
transformadores de corriente), y se determina también el valor correspondiente de
corriente de retención para esa condición (Iret max). Se seleccionan los valores de K y
Iop a min tales, que la característica pase el punto (I ret max , Iop a min) siendo:

Iop a max = K Id max (8.5)

donde al coeficiente k puede asignarse un valor de 1.5. En la Fig. 8.4 se representa


gráficamente esta condición.

8-5
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Es conveniente observar que el valor de Iop a max para el relevador de porcentaje


diferencial, dado por (8.5), es igual al valor de Iar para el relevador de sobrecorriente
conectado diferencialmente, dado por (7.7). Esta aparente semejanza entraña una gran
diferencia: el primer valor es el máximo posible, y para valores menores de I ret se
necesitan valores menores de Iop a para que el relevador opere; por el contrario, el valor
dado por (7.7) es constante. Es decir, la sensibilidad del relevador de porcentaje
diferencial es variable, y aumenta cuando se reduce la corriente de retención, mientras
que el relevador de sobrecorriente tiene sensibilidad fija. En la Fig. 8.4 la característica
de operación de un relevador de sobrecorrinete conectado diferencialmente coincidiría
con la línea de puntos horizontal. Es evidente la mayor sensibilidad del relevador de
porcentaje diferencial para cualquier cortocircuito de valor inferior al máximo.
Para la comparación de la sensibilidad de la protección es necesario considerar el
cortocircuito interno mínimo posible, incluyendo la presencia de resistencia de falla. Es
recomendable aplicar un método gráfico, teniendo en cuenta que con la corriente de falla
varían proporcionalmente las corrientes de operación y retención del relevador. Para ello
se superponen en un mismo gráfico (ver Fig. 8.5) la característica del relevador y la
recta que representa la variación de Iop e Iret para distintos valores de corriente de
cortocircuito interno. Esta recta une el origen de coordenadas con un punto F, dado por
los valores de Iop e Iret para el cortocircuito interno limpio mínimo. El valor de Iop en este
caso está dado por:

Icc int min


Iop = (8.6)
ntc
donde ntc es la relación de transformación de los transformadores de corriente. Si la
falla es limpia, es representada gráficamente por el punto F, pero si hay resistencia de
falla que reduzca aún más la corriente, la falla se representa por algún otro punto de la
recta, que tiende al origen de coordenadas cuando la corriente tiende a cero.

8-6
PROTECCIÓN DE GENERADORES

La intersección de ambas rectas determina el punto PS por debajo del cual el


relevador no opera. La ordenada de ese punto es la mínima corriente de operación para
sensibilidad, denominada Iop as. el coeficiente de sensibilidad se calcula por:

Icc int min (8.7)


ks =
ntc Iop as
Es recomendable tomar un valor mínimo de 2 para ks. De la comparación de las
ecuaciones (8.7) y (7.8) puede comprenderse también la ventaja del relevador de
porcentaje diferencial sobre el de sobrecorriente en cuanto a sensibilidad, ya que por lo
general Iop as << Iar.

8.4 PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS ENTRE FASES EN EL ESTATOR

La protección de generadores contra cortocircuitos entre fases en el estator


puede hacerse con relevadores diferenciales o de sobrecorriente. Los generadores de
capacidades superiores a unos 1000 KVA se protegen por lo general con relevadores de
porcentaje diferencial, mientras que en los generadores pequeños, fundamentalmente
utilizados en las industrias, se instalan protecciones de sobrecorriente. En algunos casos
se utilizan también esquemas de tipo diferencial conformados a base de relevadores de
sobrecorriente.
En la sección 7.4 se introdujo el principio de operación de la protección diferencial
y se expusieron las ventajas de los relevadores de porcentaje diferencial. En la Fig. 8.6
se muestra las conexiones de estos relevadores para la protección diferencial de un
generador conectado en estrella; los devanados (O) y (R) son los elementos de
operación y retención respectivamente. Los relevadores están conectados a dos
conjuntos de transformadores de corriente, uno situado del lado del neutro del
generador, y el otro del lado de los terminales de salida. En los generadores conectados
en el unidad o bloque todos los transformadores de corriente son por los general del
mismo tipo, lo que reduce el valor de la corriente diferencial de error y favorece la
sensibilidad de la protección. Por el contrario, en los generador con conexión directa
(Fig. 8.1) por lo general se utilizan como transformadores de corriente del lado de salida
los que están disponibles en el interruptor, lo que los hace diferentes a los del lado del
neutro; esto tiene un efecto negativo sobre la corriente diferencial de error y, en
consecuencia sobre la sensibilidad de la protección. Debe señalarse que la conexión
mostrada en la Fig. 8.6 es aplicable exactamente en el caso de los generadores con
conexión directa, pero tiene ciertas modificaciones en los bloques
generador-transformador, caso que se estudia en el Capítulo 9, pues esta estrechamente
relacionado con la conexión de la protección diferencial del transformador.
En la Fig. 8.6 puede apreciarse que se protege diferencialmente cada fase del
generador por separado, por lo que la protección responde en principio a cortocircuitos
entre fases o a tierra. Sin embargo, por los general el neutro del generador se pone a

8-7
PROTECCIÓN DE GENERADORES

tierra a través de una impedancia de alto valor para reducir la corriente de cortocircuito a
tierra. Por ello en la práctica la protección diferencial no siempre tiene suficiente
sensibilidad para cortocircuitos a tierra, y se requiere una protección adicional contra
estas fallas.
En algunos generadores el neutro de la estrella se forma en el interior de la
máquina, de modo que no están disponibles los tres terminales de cada fase cercanos al
neutro. En ese caso la única posibilidad es la mostrada en la Fig. 8.7, en que se utiliza
un solo relevador de porcentaje diferencial en tres elementos de retención, uno para
cada fase. La señal a la que responde el relevador es la corriente de secuencia cero, por
lo que detecta solamente cortocircuito a tierra. Esto implica que el neutro del generador
debe estar aterrizado a través de un impedancia pequeña para garantizar la sensibilidad
adecuada. Para cortocircuito entre fases no hay otra alternativa que esperar a que la
falla se generalice e involucre la tierra y sea detectada por la protección.

Una variante de protección diferencial con relevadores de sobrecorriente para


generadores de capacidades pequeñas se muestra en la Fig. 8.8. En ella se utiliza en
cada fase un transformador de corriente de núcleo toroidal, por cuya ventana se hacen
pasar como primarios los conductores de neutro y de salidas de esa fase del generador,
de modo que ambas corrientes circulen en oposición en condiciones normales. En el
secundario se conecta un relevador de sobrecorriente instantáneo, que funciona como
diferencial con altas sensibilidad y velocidad, ya que el esquema está libre de la
corriente diferencial de error por tener un solo transformador de corriente por fase. Esta
protección en principio responde a cortocircuitos entre fases o a tierra, pero su
sensibilidad para fallas a tierra depende de la impedancia de puesta a tierra del neutro

8-8
PROTECCIÓN DE GENERADORES

del generador. El esquema es aplicable solamente a generadores de capacidad


pequeña, dada la necesidad de hacer pasar los conductores a través del núcleo de los
transformadores de corriente. Otra limitación es que la zona de protección no incluye la
parte comprendida entre los transformadores de corriente y el interruptor, a menos que
los transformadores se coloquen después del interruptor y se lleven hasta ellos los
conductores del lado del neutro del generador.

En generadores de pequeña capacidad, como los utilizados en la industria, es


práctica común la aplicación de la protección de sobrecorriente contra cortocircuitos
internos entre fases y a tierra. Si los terminales del lado del neutro de las tres fases del
generador conectado en estrella están disponibles, que no es lo común en este tipo de
generadores, se conectan allí tres transformadores de corriente y la protección se logra
con tres relevadores de sobrecorriente de fase y uno de tierra, conectados según el
8-9
PROTECCIÓN DE GENERADORES

esquema mostrado en la Fig. 4.1. Estos relevadores hacen la función de protección


primaria del generador contra fallas internas y de respaldo para fallas externas, por lo
que deben tener retardo de tiempo (preferentemente con característica de tiempo
inverso) y deben tener control o retención por voltaje para discriminar entre las
corrientes de cortocircuito y de carga.
En general, la protección contra cortocircuitos internos y, en particular, la
diferencial, debe provocar la salida de servicio instantánea y completa del generador.
Para ello se dispone que la protección actúe sobre un relevador auxiliar con varios
contactos y reposición manual, que al operar realizar las siguientes funciones:
a) Disparo del interruptor principal del generador,
b) Disparo del interruptor de campo,
c) Disparo del interruptor de neutro (si lo hay),
d) Parada del motor primario,
e) Conexión del equipo de extinción de incendios (si existe) y emisión de señales
de alarma.

8.5 PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS ENTRE ESPIRAS DE UNA FASE


EN EL ESTATOR

La protección diferencial no responde a cortocircuito entre espiras de una misma


fase en el estator, debido a que estas fallas no originan diferencias entre las corrientes
que entran y salen a esa fase. Es necesario esperar a que el cortocircuito se extienda a
tierra o a otra fase para que pueda ser detectado, lo que provoca un daño adicional en la
máquina, que se puede evitar con una protección contra fallas entre espiras.
Esta protección se aplica casi exclusivamente a hidrogeneradores, pues los
turbogeneradores tienen por lo general bobinas de una sola vuelta y no pueden ocurrir
en ellos fallas entre espiras que no involucren tierra.
En la Fig. 8.9 se muestra un esquema de protección contra cortocircuitos entre
espiras para generadores con varios pasos en paralelo por fase. Se trata de una
protección diferencial transversal (ver la sección 7.4) con relevadores de sobrecorriente.
En caso de que la máquina tenga más de dos pasos en paralelo, estos se dividen en dos
grupos y se coloca un transformador de corriente en cada uno; si el número de pasos es
impar, hay que seleccionar adecuadamente las relaciones de transformación para evitar
que haya corriente diferencial en régimen normal.
Es recomendable utilizaren el esquema un relevador de sobrecorriente de tiempo
inverso y otro instantáneo con diferentes sensibilidades. El relevador de tiempo inverso
debe tener un valor tal de corriente de arranque que pueda detectar cortocircuitos hasta
de una sola espira; su retardo de tiempo evita la operación incorrecta por saturación de
los transformadores de corriente para cortocircuitos externos. El relevador instantáneo
garantiza la eliminación rápida de las fallas que involucran varias espiras, y su corriente
de arranque debe estar por encima de la máxima corriente de desbalance para fallas

8-10
PROTECCIÓN DE GENERADORES

externas. La utilización de un relevador de porcentaje diferencial en lugar de los de


sobrecorriente no es recomendable, pues por lo general no tiene suficiente sensibilidad
para detectar fallas de una sola vuelta, debido a la retención provocada por la corriente
de carga. En caso necesario, se aplica el esquema mostrado en la Fig. 8.10.

La sensibilidad y la velocidad de operación de la protección de la Fig. 8.9 pueden


incrementarse si se utiliza en cada fase un solo transformador de corriente con doble
primario, pues se elimina la corriente de desbalance por efecto de la saturación. Otra
alternativa es la utilización de transformadores de corriente de una ventana (toroide) o
de doble ventana como se muestra en la Fig. 8.11.; en este caso, el transformador de

8-11
PROTECCIÓN DE GENERADORES

corriente de una ventana esta limitado a generadores de pequeña capacidad debido al


tamaño de la ventana, mientras que el transformador de doble ventana es aplicable en
generadores de mayor capacidad.

Si el generador no tiene dos o más pasos en paralelo por fase no son aplicables
las protecciones anteriormente descritas. La protección contra cortocircuitos entre
espiras también responde a cortocircuitos entre fases o a tierra, por lo que pudiera
pensarse que sustituye a la protección diferencial. Sin embargo, eso es cierto solamente
para los devanados del generador y no más allá de los puntos de conexión de los pasos
en paralelo, por lo que no abarca toda la zona de protección deseada; por otra parte, no
siempre se logra con esta protección la velocidad de operación de la diferencial. Por ello,
la práctica común es instalar ambas protecciones a los generadores que lo requieren.
Esta protección como la diferencial, debe provocar la salida de servicio del
generador. Por lo general se dispone que actúe sobre el mismo relevador auxiliar de
contactos múltiples y reposición manual.

8.6 PROTECCIÓN CONTRA CORTOCIRCUITOS A TIERRA EN EL ESTATOR

Cuando falla el aislamiento de un generador (que es la causa más común de falla


interna), el cortocircuito resultante puede comenzar entre vueltas y después extenderse
a tierra, o comenzar como falla a tierra directamente. El cortocircuito a tierra involucra el
núcleo del estator, por lo que la circulación de una corriente de alto valor puede fundir
parte del hierro y provocar un daño mucho mayor que la simple falla de aislamiento. La
reparación de este tipo de avería es más costosa que la sustitución del devanado, pues
8-12
PROTECCIÓN DE GENERADORES

implica cambiar laminaciones del núcleo del estator en la zona dañada. Por esta razón
en los generadores conectados en estrella se toman medidas para reducir el nivel de
cortocircuito a tierra a valores pequeños, lo que a su vez hace que por lo general la
protección diferencial no sea suficientemente sensible para las fallas a tierra, y se
requiera una protección adicional a este fin.
Es evidente, por tanto, que el régimen de puesta a tierra del neutro del generador
tiene una gran influencia sobre su protección contra fallas a tierra. Los distintos métodos
de puesta a tierra del neutro de un sistema de potencia son los siguientes:
a) Neutro aislado de tierra,
b) Aterrizamiento de alta impedancia (resonante o por alta resistencia),
c) Aterrizamiento de baja impedancia.
En el caso de generadores, la variante de neutro aislado de tierra es utilizada en
forma limitada solamente en Europa, siendo los métodos de aterrizamiento por alta y
baja impedancia los más difundidos.

8.6.1 Protección convencional de generadores aterrizados por alta impedancia

Dentro del aterrizamiento de alta impedancia, el resonante consiste en instalar un


reactor en el neutro del generador conectado en estrella (denominado reactor extintor de
arco o bobina de Petersen), cuya reactancia es tal, que hay resonancia paralelo con la
reactancia capacitiva a tierra; con ello se elimina prácticamente la corriente debida a un
contacto con tierra en el generador. Por lo general el reactor tiene derivaciones para
poder seleccionar la reactancia adecuada. Este método es también fundamentalmente
utilizado solo en Europa, aunque tiene la ventaja de permitir que el generador siga
operando durante un tiempo con el contacto a tierra presente, ya que no hay riesgo
de daño.
Si se trata de un bloque generador-transformador con aterrizamiento resonante, la
protección consiste en instalar un relevador de sobrevoltaje a través de un transformador
de potencial en paralelo con el reactor. El relevador responde a la aparición de voltaje de
secuencia cero, y es altamente selectivo. En los esquemas de conexión directa de
generadores con aterrizamiento resonante no puede utilizarse la protección por voltaje,
pues al ocurrir una falla a tierra con cualquiera de los generadores hay voltaje de
secuencia cero en todos los reactores de puesta a tierra. En este caso la protección
debe hacerse por corriente de secuencia cero, y es preferible obtenerla mediante un
transformador de corriente especial de secuencia cero, consistente en un único núcleo
con un devanado secundario, que tiene como primarios los conductores de las tres
fases. No es recomendable utilizar la conexión residual de los transformadores de
corriente del generador como fuente de corriente de secuencia cero, pues los valores de
corriente a detectar son muy pequeños y pueden ser del orden de la corriente residual
de error del esquema, ya que por los transformadores circula la corriente de carga del
generador, que es muy elevada.

8-13
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Un método de puesta a tierra por alta impedancia muy difundido es el consistente


en aterrizar el neutro a través de un resistor de alto valor. Es típicamente utilizado en
bloques generador-transformador. El valor R de la resistencia debe ser tal, que la
magnitud 3R con que se refleja en la red de secuencia cero no sea mayor que el valor de
la reactancia capacitiva XC a tierra por fase. Esta reactancia está dada por las
capacitancias a tierra de los devanados de estator del generador, los pararrayos o
capacitores de protección, los terminales del transformador principal y del auxiliar, y los
devanados del transformador principal del lado del generador. Se ha demostrado que
con esto se limita el valor instantáneo del sobrevoltaje transitorio a tierra debido a la falla
a un 250% del valor pico del voltaje de fase. Normalmente se utiliza un valor de 3R
aproximadamente igual a XC, pues valores menores no implican una reducción
apreciable del sobrevoltaje y si un aumento de la corriente de falla a tierra, con el
consiguiente daño en el generador. Esto limita la corriente de falla a valores que oscilan
entre 1 y 25 A aproximadamente.

8-14
PROTECCIÓN DE GENERADORES

En la Fig. 8.12 se presenta el diagrama unifilar de un bloque generador-


transformador aterrizado por resistencia en que ocurre un cortocircuito a tierra y la
interconexión de las redes de secuencia para esta falla. Puede apreciarse que el voltaje
de secuencia cero que aparece en el resistor de puesta a tierra será tanto mayor cuando
mayor sea R. Esto sugiere utilizar este voltaje como base para la protección, que será
más sensible para valores mayores de R.

El resistor de puesta a tierra se conecta en el neutro del generador a través de un


transformador de distribución (ver Fig. 8.13a), con el objetivo de reducir su tamaño
físico, pues su potencia nominal es de cientos de watt; con esto su resistencia se reduce
de valores del orden de miles de ohm, a cientos de ohm o menos. Otra alternativa,
mostrada en la Fig. 8.13b, consiste en conectar el resistor en los terminales del
generador, a través de tres transformadores de distribución con conexión estrella
aterrizada-delta rota. Esta segunda variante se utiliza preferentemente en generadores
con conexión directa, pues garantiza la puesta a tierra independientemente de las
máquinas que estén en servicio. Una tercera posibilidad consiste en conectar un
transformador de potencial entre el neutro del generador y tierra (ver Fig. 8.13c). En este
8-15
PROTECCIÓN DE GENERADORES

caso el aterrizamiento no es resistivo, sino a través de la impedancia de magnetización


del transformador, que lo hace prácticamente inductivo. Se considera mayor el riesgo de
sobrevoltaje para este tipo de aterrizamiento, por lo que se prefiere el resistivo.
En todos los casos la protección consiste en conectar un relevador de
sobrevoltaje (RSV) en paralelo con la impedancia de puesta a tierra (ver Fig. 8.13),
aprovechando los transformadores de distribución o de potencial. El relevador debe ser
insensible a los voltajes de tercer armónico y armónicos superiores que típicamente
existen en el neutro del generador y debe tener un retardo de tiempo ajustable, de modo
que pueda coordinarse con las protecciones de las líneas conectadas al lado de alta del
transformador y con los fusibles de los transformadores de potencial del generador.
La necesidad de la coordinación con las protecciones de las líneas se explica
porque para cortocircuitos a tierra en estas puede aparecer cierto voltaje de secuencia
cero en el neutro del generador, debido al acoplamiento capacitivo existente entre los
devanados del transformador. De no coordinarse en tiempo las protecciones, el valor de
arranque del relevador de sobrevoltaje debe ser superior a ese voltaje de secuencia
cero, y se sacrifica la sensibilidad de la protección para fallas a tierra.
Algo semejante ocurre con los fusibles de los transformadores de potencial del
generador, que por lo general tienen conexión estrella-estrella. El neutro de la estrella
primaria siempre se pone a tierra, pero el de la secundaria se pone a tierra si se necesita
obtener voltaje de secuencia cero. Cuando ese es el caso, una falla a tierra en el
secundario puede ser detectada por la protección entra fallas a tierra del generador, que
puede operar incorrectamente si no está coordinada con los fusibles. Si el neutro de la
estrella secundaria no está puesto a tierra, no se presenta este problema; en ese caso
se conecta a tierra una de las fase del secundario como medida de seguridad.
Una alternativa a la utilización de relevadores de sobrevoltaje consiste en
conectar un relevador de sobrecorriente en serie con el resistor, a través del
correspondiente transformador de corriente; en ocasiones se aplica esta variante como
respaldo del relevador de sobrevoltaje. El relevador de sobrecorriente puede tener un
elemento de tiempo inverso, con corriente de arranque mayor que la máxima de
desbalance en régimen normal, y un elemento instantáneo; su corriente de arranque
debe ser mayor que la de desbalance en régimen normal y que la que circula para
cortocircuito a tierra en el lado de alta del transformador.
Cuando se desea provocar la desconexión del generador, la protección contra
cortocircuitos a tierra se conecta de modo que actúe sobre el mismo relevador auxiliar
que la protección diferencial y la protección contra cortocircuitos entre espiras (si
existen). Por último, si el generador requiere protección contra fallas entre espiras y no
la tiene, es conveniente que cuando esa falla se extienda a tierra tenga lugar la
desconexión del generador, sin esperar a que involucre otras fases para que opere la
protección diferencial.

8-16
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.6.2 Protección del 100% del devanado del estator de generadores aterrizados
por alta impedancia

Un inconveniente de las protecciones contra cortocircuitos a tierra analizadas en


la sección anterior es que no protegen el generador contra fallas cercanas al neutro,
debido a que este tipo de fallas no generan el suficiente voltaje o corriente residual de 60
Hz para la operación de los relevadores de sobrevoltaje o sobrecorriente instalados en el
neutro. En un caso extremo, una falla a tierra en el centro de la estrella del generador,
teóricamente, no produce corriente de cortocircuito. Se estima que la zona de operación
de estas protecciones cubre aproximadamente el 95% de los devanados del estator.
Recientemente se han desarrollado métodos para proteger contra fallas a tierra el
100% de los devanados, lo que se considera importante sobre todo para grandes
unidades generadoras. Estos métodos se dividen se la siguiente forma:
a) Métodos basados en el voltaje de tercer armónico,
b) Inyección de voltaje en el neutro del generador.
Los métodos basados en el voltaje de tercer armónico se basan el hecho de que
estas componentes siempre están presentes en terminales y en el neutro del generador,
en una magnitud que varia con el diseño y de la condición de carga del generador. En la
Fig. 8.14 se describe el perfil del voltaje de tercer armónico en distintas condiciones de
operación del generador. Se puede apreciar como en condiciones normales, el perfil de
voltaje es distinto cuando el generador esta en vacío a carga máxima; en cualquier caso
siempre existe un punto del devanado donde el voltaje de tercer armónico es cero.

8-17
PROTECCIÓN DE GENERADORES

En los casos de falla en el neutro o en terminales del generador, el perfil del


voltaje de tercer armónico se modifica; en la Fig. 8.14 se puede apreciar como el voltaje
tiende a cero en el punto donde ocurre la falla, y se incrementa en el extremo opuesto
del generador. Estas variaciones del voltaje de tercer armónico son característicos de
cada generador, por lo que antes de implementar un esquema de protección basado en
este principio se deben realizar mediciones de campo, que permitan confirmar que los
niveles de voltaje son suficientes para asegurar la operación confiable del esquema, así
como para determinar los ajustes correspondientes. Los métodos de protección del
100% del devanado del estator basados en este principio se dividen de la siguiente
forma:
1. Protección de bajo voltaje de tercer armónico en el neutro,
2. Voltaje residual del tercer armónico en terminales,
3. Comparación del voltaje de tercer armónico en el neutro y terminales del
generador.
El primer método consiste en instalar un relevador de bajo voltaje conectado al
voltaje del resistor de aterrizamiento, y en paralelo con el relevador de sobrevoltaje
(RSV) de la protección convencional (ver Fig. 8.13a); el relevador de bajo voltaje se
conecta a través de un transformador de aislamiento y un filtro de 180 HZ, a fin de que el
relevador responda al voltaje de tercer armónico. El ajuste del relevador por lo general
no es mayor del 1% del voltaje nominal, lo que representa una cobertura del 30% del
devanado del estator, a partir del neutro. De esta forma se logra un traslape de las zonas
de cobertura de ambos relevadores que permite la protección del 100% del devanado del
estator para fallas a tierra en forma combinada. Se debe asegurar que este ajuste este
por debajo del mínimo voltaje de tercer armónico que este presente en el neutro en
condicional normal de operación del generador.
El esquema debe incluir un relevador de supervisión en terminales del generador
(normalmente un relevador de sobrevoltaje de 60 Hz) que bloquee la operación del
relevador de bajo voltaje de tercer armónico durante el arranque o la parada del
generador para evitar una operación incorrecta debido a los bajos niveles de voltaje en
estas circunstancias.
El segundo método consiste en supervisar el voltaje residual de tercer armónico
en terminales del generador; de acuerdo a la Fig. 8.14, un incremento de este voltaje es
indicativo de una falla en el neutro. El esquema de protección consiste en instalar un
relevador de sobrevoltaje en terminales del generador, conectado a través de un
transformador con conexión estrella aterrizada-delta rota (ver Fig. 5.6) y un filtro
sintonizado a 180 Hz. El ajuste del relevador debe estar por encima del valor máximo del
voltaje de tercer armónico presente en terminales del generador en condiciones
normales de operación.
El tercer método realiza una comparación del voltaje de tercer armónico del
neutro y de terminales del generador. De acuerdo a la Fig. 8.14, la relación entre estos
voltajes es constante, y se incrementa en presencia de una falla cerca del neutro o

8-18
PROTECCIÓN DE GENERADORES

terminales del generador. El esquema completo se muestra en la Fig. 8.15, que


representa una esquema diferencial de tercer armónico, donde la corriente que circula
por el relevador diferencial (59D) depende de la diferencia de voltaje entre el neutro y
terminales.
Este esquema protege el devanado del estator tanto para fallas cerca del neutro
como de terminales del generador, sin embargo presenta una mínima sensibilidad para
fallas en la parte media del devanado, donde el voltaje de tercer armónico es muy
reducido (ver Fig., 8.14a). Por lo tanto, se logra la protección del 100% del devanado del
estator en forma combinada.

Un problema en común de los tres métodos anteriores es que el nivel de voltaje


de tercer armónico depende del diseño del generador, por que pueden existir casos en
que estos niveles sean demasiado reducidos para implementar un esquema de
protección basado en este principio. Un método alternativo de protección del 100% del
devanado contra falla a tierra en el estator es la inyección de un voltaje en el neutro o a
través de un transformador estrella aterrizada-delta rota en terminales del generador. En
algunos casos se inyecta un voltaje subarmónico sincronizado con la frecuencia del
sistema de potencia; este caso se muestra en la Fig. 8.16 donde de inyecta un voltaje de
15 Hz en el neutro. Al momento de ocurrir una falla, la corriente de 15 Hz se incrementa
y provoca la operación del relevador. A diferencia de los métodos anteriores, este
esquema opera con la misma sensibilidad para una falla a tierra en cualquier punto del
estator, proporcionado así una protección del 100% del devanado, independientemente
de las protecciones convencionales de sobrevoltaje y sobrecorriente instaladas en el
neutro.

8-19
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Adicionalmente, el uso de una componente de frecuencia subarmónicas mejora la


sensibilidad debido a las trayectorias de alta impedancia que representan las
capacitancias del generador a estas frecuencias. Sin embargo, una primera desventaja
es el costo del esquema asociado al mantenimiento de la fuente de voltaje subarmónica.
Una segunda desventaja de este esquema es la imposibilidad de detectar
circuitos abiertos en el transformador de aterrizamiento que originan una reducción de la
corriente de 15 Hz; esto se puede resolver con una función de baja corriente que emita
una alarma indicando problemas en el transformador de aterrizamiento o una pérdida de
la fuente subarmónica.
En todos los casos, el esquema de protección debe provocar la desconexión del
generador, de tal forma que actúe sobre el mismo relevador auxiliar de contactos
múltiples y reposición manual sobre el que actúa la protección diferencial.

8.6.3 Protección de generadores aterrizados por baja impedancia

En este tipo de aterrizamiento se coloca un resistor o un reactor de relativamente


baja impedancia en el neutro del generador, con lo que se logra una reducción de la
corriente de cortocircuito a tierra a valores del orden de decenas o ciertos de Ampare. Es
generalmente utilizado en generadores con conexión directa a una barra, que son
comunes en sistemas eléctricos industriales. Dados los niveles de cortocircuito a tierra,
loa protección debe provocar la desconexión del generador.
En los casos en que la corriente de falla tiene un valor elevador, la protección
diferencial es suficientemente sensible para proteger al generador contra fallas a tierra.
En ocasiones es necesaria una protección adicional, que puede ser de tipo diferencial de
secuencia cero. Una variante de esta protección (ver Fig. 8.17) consiste en conectar
diferencialmente un relevador direccional con dos bobinas de corriente entre el neutro

8-20
PROTECCIÓN DE GENERADORES

físico del generador y el neutro de la conexión residual de los transformadores de


corriente del generador. El sentido de disparo del relevador se selecciona de modo que
responde a los cortocircuitos internos a tierra, y no a los externos. Si el sistema no está
aterrizado no contribuye a las fallas internas a tierra; en ese caso es necesario modificar
ligeramente el esquema.

Otra alternativa de esta protección (ver Fig. 8.18) consiste en conectar el


relevador direccional entre el neutro físico del generador y la rama diferencial de la
protección diferencial. Para la operación del relevador es necesario que la falla sea a
tierra, de modo que haya corriente en el neutro del generador, y que esté en la zona de
operación de la protección diferencial, para que haya corriente diferencial. Esta
protección puede tener tenencia a la operación incorrecta durante cortocircuitos externos
de dos fases a tierra por efecto de la saturación de los transformadores de corriente, lo
que debe tenerse en cuenta en su aplicación.

También en este caso de aterrizamiento por baja impedancia es conveniente


añadir un relevador de sobrecorriente en el circuito del transformador de corriente del
neutro del generador. Este relevador debe coordinarse con los que protegen el sistema
conectado a la barra de generación. En este caso de conexión directa de los
generadores es difícil lograr la operación selectiva de su respectivos relevadores de
sobrecorriente, pues para un cortocircuito a tierra en cualquiera de los generadores, en

8-21
PROTECCIÓN DE GENERADORES

la barra o más allá de esta, la corriente es prácticamente la misma en todos los neutros.
Por ello, estos relevadores deben realizar la función de respaldo, que puede ser no
selectiva.

Otra posible protección primaria para este caso puede lograrse con relevadores
direccionales de sobrecorriente de tierra conectados en los terminales del generador,
con sentido de disparo orientado hacia el interior del generador, de modo que solo
responden a fallas a tierra en su propia máquina. También aquí los relevadores de
sobrecorriente conectados en los neutros de los generadores constituyen un respaldo no
selectivo.

8.7 PROTECCIÓN DE RESPALDO CONTRA CORTOCIRCUITOS EXTERNOS

Es necesario evitar que un generador se mantenga contribuyendo por un tiempo


largo a un cortocircuito externo que no haya sido eliminado por las protecciones
correspondientes, por lo que debe contar con protecciones de respaldo contra este tipo
de cortocircuitos.

8-22
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.7.1 Protección de respaldo contra fallas a tierra

El respaldo contra fallas externas a tierra se implementa con relevadores de


sobrecorriente de tiempo inverso, los cuales se conectan en dependencia de la conexión
del generador. Si el generador esta conectado en bloque, el relevador se instala en el
neutro del transformador elevador; si la conexión es directa, el relevador se instala en el
neutro del generador. En ambos casos, el ajuste del relevador debe seleccionarse para
coordinar con la protección de tierra más lenta en el sistema de potencia, de tal forma
que la zona de protección abarque la longitud total de todas las líneas que salen del
generador.

8.7.2 Protección de respaldo contra fallas entre fases

El respaldo contra cortocircuitos externos entre fases se puede implementar con


relevadores de sobrecorriente o de distancia (de una o dos zonas), dependiendo del tipo
de protección contra fallas entre fases que tengan las líneas de salida, pues debe
coordinar en tiempo con esta. Si los relevadores son de sobrecorriente, deben tener
control o retención por voltaje para discriminar entre las corrientes de cortocircuito y de
carga, que pueden ser comparables en el generador después de transcurrido cierto
tiempo de la falla.
En un relevador de sobrecorriente controlado por voltaje, el relevador no operará
hasta que el voltaje sea menor que un valor de ajuste, y por lo general debe ajustarse
entre un 30 y 40% de la corriente de carga máxima.
En un relevador con retención por voltaje, el valor de ajuste de la unidad de
sobrecorriente se modifica en proporción al voltaje, el cual desensibiliza al relevador
para corrientes de carga e incrementa su sensibilidad para fallas que provocan
reducciones de voltaje. Su ajuste se selecciona para un 150% de la corriente nominal del
generador, con la retención de voltaje nominal; de esta forma, la corriente de arranque
será del 25% de la corriente nominal para un voltaje de retención menor del 25% de su
valor nominal.
En el caso de relevadores de distancia, la protección de respaldo se implementa
con una zona de protección tipo mho, coordinada con las protecciones de línea de salida
del generador. El ajuste del relevador debe asegurar la suficiente sensibilidad para
detectar una falla al final de la línea más larga, con un tiempo de operación típicamente
mayor que la segunda zona de la protección de distancia de la línea; esto es difícil de
lograr debido a los efectos de fuente intermedia, especialmente en plantas de
generación con más de una unidad y varias líneas de salida de la planta. Adicionalmente
se deben tomar las medidas pertinentes para evitar una operación incorrecta durante
oscilaciones de potencia.

8-23
PROTECCIÓN DE GENERADORES

En algunos casos puede ser necesario reducir el tiempo de operación de esta


protección, por lo que pueden utilizarse dos zonas de protección, con primera zona
coordinada en tiempo con la protección de alta velocidad de la línea de transmisión.
Es deseable conectar esos relevadores (de sobrecorriente o de distancia) a las
corrientes del lado del neutro del generador y a los voltajes en sus terminales; con ello
se logra el respaldo no solo para fallas externas, sino también en el propio generador. Si
no están disponibles los transformadores de corriente en el lado del neutro, la conexión
puede hacerse a los transformadores de corriente de los terminales, con el
inconveniente de que no se respalda la zona del propio generador. En caso de
generadores conectados en unidad, la aplicación de relevadores de distancia requiere el
uso de transformadores de potencial auxiliares con conexión delta-estrella que
compensen el defasaje en ángulo que introduce el transformador principal, para que las
fallas en el sistema sean detectadas correctamente.
La protección del generador contra sobrecargas desbalanceadas, que se analiza
en la sección 8.9, proporciona un cierto respaldo incidental para cortocircuitos externos
asimétricos, sin que sea propiamente una protección de respaldo. Cuando existe esta
protección es posible reducir a un solo relevador de sobrecorriente son retención por
voltaje el respaldo para fallas externas entre fases en generadores relativamente
pequeños. Para grandes unidades, en que el respaldo es casi siempre de distancia, es
conveniente disponer de tres relevadores monofásicos (uno por par de fases) o de uno
trifásico para garantizar el respaldo contra todo tipo de fallas.

8.8 PROTECCIÓN CONTRA SOBRECARGAS BALANCEADAS

Las sobrecargas en generadores pueden deberse a déficits de potencias activa


y/o reactiva en el sistema y se manifiestan como sobrecorriente en los devanados del
estator. Cuando la sobrecarga es de potencia reactiva puede haber también una
corriente excesiva en el circuito de excitación. Los límites de sobrecarga impuestos por
el motor primario y el circuito de excitación son relativamente altos (sobre todo el
segundo), de modo que, si ambos se alcanzan simultáneamente, la corriente en el
estator tiene un valor de orden del 200 al 250% del nominal.
El tiempo durante el cual un generador puede soportar una sobrecarga depende
de las características de generador así como sistema de enfriamiento de que disponga.
La Fig. 8.19 la capacidad térmica de los devanados de estator, donde el 100% de
corriente es la corriente nominal del generador para una máxima presión de hidrógeno
en el sistema de enfriamiento.
En generadores relativamente grandes por lo general están disponibles sensores
de temperatura, ubicados en distintos puntos de los devanados del estator. Estos
sensores, que casi siempre son termorresistores, permiten conformar una protección de
tipo inherente, que responde directamente a la temperatura de los devanados de la
máquina. La mayoría de los esquemas se basan en un puente de Wheatstone en una de

8-24
PROTECCIÓN DE GENERADORES

cuyas ramas está conectado el termorresistor; cuando la temperatura sobrepasa un valor


dado, que hace que la resistencia del termorresistor varíe más allá del valor de balance
del puente, éste se desbalancea en el sentido necesario para que se emita una señal de
salida. Por lo general se tiene un sistema de conmutación secuencia) que permite
conectar a un mismo puente los diferentes sensores en distintos instantes de tiempo, de
modo que se hace un muestreo de la temperatura en diferentes puntos de la máquina.

En generadores pequeños en que no se dispone de termorresistores detectores


de temperatura la única solución posible es la protección externa. Se utiliza para tal fin
un relevador de sobrecorriente, conectado a una de las fases del generador a través de
un transformador de corriente. El relevador consta de una unidad instantánea y una
unidad de tiempo inverso con una característica extremadamente inversa para coordinar
con la curva de capabilidad de la Fig. 8.19. El ajuste de la unidad instantánea es por lo
general al 115% de la corriente de carga máxima del generador, mientras que la unidad
de tiempo inverso se ajusta entre un 75 y 100 de la corriente máxima procurando un
tiempo de operación de 7.0 s para una sobrecarga del 226%.
Una falla en el sistema de enfriamiento del generador puede dar lugar a un
sobrecalentamiento sin que haya sobrecarga. La protección inherente responde a esta
condición, pero la protección externa no lo hace.
Es práctica generalizada disponer que la protección contra sobrecarga
balanceada emita una señal de alarma y permita al operador decidir si debe o no
sacarse la máquina de servicio. En plantas generadoras no atendidas es recomendable
que la protección provoque una reducción de la carga o la desconexión completa del
generador.

8-25
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.9 PROTECCIÓN CONTRA SOBRECARGAS DESBALANCEADAS

Las sobrecargas desbalanceadas en generadores pueden deberse a aperturas de


fases en el sistema por rotura de conductores o por acción de equipos de conmutación.
Un caso crítico es el de los cortocircuitos asimétricos externos que no son eliminados
por la protección de las líneas de salida de la planta generadora.
Las corrientes desbalanceadas en el estator de un generador originan un campo
magnético rotatorio de secuencia negativa que induce corriente de doble frecuencia en el
hierro del rotor. Esas corrientes circulan por la superficie del rotor y sus partes no
magnéticas y provocan un calentamiento muy severo, que puede llegar a fundir
determinados puntos del rotor. Valores muy altos de corriente de secuencia negativa
pueden también dar lugar a vibraciones fuertes, que pueden provocar un daño adicional
en la máquina.
Algunos fabricantes consideran admisible la operación prolongada del generador
con corrientes de fases que no difieran entre si más de un 10% para turbogeneradores y
de un 20% para hidrogeneradores, siempre que ninguna de las corrientes sea mayor que
la nominal. Esto implica valores de corriente de secuencia negativa algo mayores,
respectivamente, que un 5 y un 10% de la corriente nominal del generador. Durante
tiempos limitados el generador puede soportar valores mayores de corriente de
secuencia negativa. El tiempo Ta durante el cual el generador puede soportar un valor
dado de corriente de secuencia negativa puede relacionarse con el valor de esa
corriente por la expresión aproximada:

(8.8)

donde i2 es el valor instantáneo de la corriente de secuencia negativa expresado en


unidades relativas a la corriente nominal del generador. Si el valor medio de i 22 se
expresa por I22 la ecuación (8.8) toma la forma:

I22 = Ta = A (8.9)

donde I2 es el valor eficaz de la corriente de secuencia negativa de la máquina en


unidades relativas a la corriente nominal.
En la Tabla 8.1 se indican los valores permisibles de I2 para distintos tipos de
generadores, de acuerdo a la norma ANSI C50.13, a potencia nominal y una corriente
máxima del 105% de la nominal. De acuerdo con la norma, K tiene un valor de 40 para
generadores con polos salientes (hidrogeneradores), 30 para condensadores sícronos,
20 para generadores de rotor cilíndrico con enfriamiento indirecto y 10 con enfriamiento
directo. Se considera que puede sufrir daños un generador que soporte una corriente de
secuencia negativa durante un tiempo superior al valor de Ta, y se recomienda la

8-26
PROTECCIÓN DE GENERADORES

revisión de la superficie de su rotor. Valores de tiempo superiores al doble de Ta implica


el riesgo de daños muy serios en el generador.

Tabla 8.1. Valores máximos permisibles de I 2


Tipo de generador I2 (% de Inom)
Polos salientes con devanados amortiguadores 10
Polos salientes sin devanados amortiguadores 5
Rotor cilíndrico con enfriamiento indirecto 10
Rotor cilíndrico con enfriamiento directo (hasta 950 MVA) 8
Rotor cilíndrico con enfriamiento directo (961 - 1200 MVA) 6
Rotor cilíndrico con enfriamiento directo (1201 - 1500 MVA) 5

Las ecuaciones (8.8) y (8.9) se basan en la suposición de que el calentamiento


del rotor es adiabático, pero el proceso es en realidad mucho más complejo. Para
valores pequeños de I2 el valor real de Ta es algo mayor que el dado por estas
ecuaciones; para valores muy altos de I 2 por el contrario, pueden ocurrir calentamientos
locales muy intensos en el rotor, que pueden dar lugar a valores de Ta algo inferiores a
los obtenidos por las ecuaciones. Sin embargo, estas variaciones son específicas de
cada máquina y difíciles de considerar en una ecuación general por lo que las
ecuaciones (8.8) y (8.9) son las utilizadas en la práctica.
La protección de los generadores contra sobrecalentamiento del rotor por
corrientes desbalanceadas en el estator se hace con un relevador de sobrecorriente de
tiempo inverso que responde a la corriente de secuencia negativa, conectado a los
transformadores de corriente de los terminales del generador. El criterio de ajuste es que
la característica del relevador esté exactamente por debajo de la del generador (dada
por (8.9)), tal como se muestra en la Fig. 8.20. En el caso de utilizar un relevador
electromecánico, su valor mínimo de corriente de arranque es del orden del 60% de la
corriente nominal, a diferencia del 2% que se obtiene con un relevador digital.
Debe disponerse que la protección origine el disparo del interruptor principal de
generador, aunque algunos relevadores tienen también un elemento auxiliar que emite
una señal de alarma para desbalances pequeños, que pueden representar valores de
corriente de secuencia negativa del orden del 3 al 20% de la corriente nominal.
Diversos estudios han demostrado que con este criterio de selección de
característica de la protección contra sobrecargas desbalanceadas se logra también por
lo general que coordine con las protecciones de las líneas. Por tanto, la protección
incidentalmente constituye un segundo respaldo para las fallas externas asimétricas; es
posible incluso que en algunos casos la protección sea sensible a fallas que no son
detectadas por las protecciones primarias y respaldo de las líneas. Así mismo, esta
protección no es sensibles a las componentes armónicas de secuencia negativa
producidas por la saturación del transformador principal o por la presencia de cargas
no lineales.
8-27
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.10 PROTECCIÓN CONTRA PÉRDIDA O REDUCCIÓN DE EXCITACIÓN

Los generadores sincrónicos se operan normalmente sobrexcitados, de modo que


entreguen potencia reactiva al sistema, además de potencia activa. Esta condición
correspondiente al primer cuadrante de la Fig. 8.21. Cuando la excitación se reduce
hasta el punto en que el generador rebasa la condición de factor de potencia unitario,
cae en la zona de subexcitación, en que consume potencia reactiva (cuarto cuadrante de
la Fig. 8.21). Si la excitación se pierde completamente, la máquina se convierte en un
generador de inducción, condición en que prácticamente mantiene la entrega de
potencia activa al sistema, pero consume de éste una potencia reactiva que puede estar
entre el 200% y el 400% de la potencia nominal del generador.
La pérdida de excitación del generador puede deberse a alguno de los siguientes
factores:
a) Disparo incorrecto del interruptor de campo,
b) Un cortocircuito en el devanado de campo,
c) Un circuito abierto en el devanado de campo,
d) Pérdida de la fuente de alimentación del sistema de excitación,
e) Reducción de la frecuencia de operación cuando el regulador de voltaje esta
fuera de servicio.

8-28
PROTECCIÓN DE GENERADORES

La condición de pérdida de excitación, que es evidentemente la más crítica,


puede ser perjudicial para el generador y para el sistema. En el generador la operación
como máquina asincrónica da lugar a corrientes inducidas en el rotor; en generadores
con polos salientes, como los hidrogeneradores, esas corrientes pueden circular por los
devanados amortiguadores y no son peligrosas, pero en máquinas de rotor cilíndrico,
como los turbogeneradores, puede haber un calentamiento en el rotor capaz de dañarlo
en un tiempo del orden de varios minutos (en dependencia del valor del deslizamiento).
El estator del generador también puede sobrecalentarse debido a la sobrecorriente, que
puede tomar valores del 200% al 400% de la nominal. Este proceso es por lo general
más lento que el calentamiento del rotor, por lo que no es crítico.
El sistema es sometido a una condición muy severa cuando un generador pierde
excitación, pues no solo pierde la potencia reactiva que éste le entregaba, sino que
además tiene que suministrarle valores aún superiores de potencia reactiva. Ese déficit
repentino de reactivo puede provocar una reducción de voltaje tal, que se pierda la
estabilidad en el sistema. En realidad la posibilidad de que se mantenga la estabilidad
depende de un conjunto de factores, tales como: capacidad relativa del generador,
transferencia de potencia activa, impedancias del generador y el sistema, inercias,
duración del disturbio y acción de los reguladores de voltaje. En caso de una pérdida
total de excitación, si el sistema es capaz de suministrar la potencia reactiva que
demande el generador sin una reducción abrupta del voltaje, el generador podrá operar
como un generador de inducción; de no ser así, se perderá la estabilidad y el generador
debe ser desconectado.
En los generadores modernos se dispone por lo general de algún tipo de
protección en el propio sistema de excitación. Sin embargo, dadas las consecuencias
que puede tener esta condición de operación, es recomendable instalar una protección

8-29
PROTECCIÓN DE GENERADORES

contra pérdida de excitación en el generador, que duplique y respalde a la anterior, si


existe. El criterio de disparo más generalizado para esta protección es el siguiente: en
sistemas débiles, que pueden tener problemas con la estabilidad, debe provocarse el
disparo de los interruptores principales y de campo del generador en un tiempo del orden
de 0.2 a 0.3 segundos (puede administrarse hasta 1 segundo); en sistemas fuertes se
emite en forma instantánea una señal de alarma para alertar el operador, y se provoca el
disparo (si la situación persiste) con un retardo de tiempo mayor (entre 10 segundos y 1
minuto). Por lo general se toma la reducción del voltaje terminal del generador como
criterio para determinar si se perderá o no el sincronismo. Si éste cae por debajo de un
valor comprendido en el intervalo del 80 al 90% del normal, puede esperase la pérdida
de sincronismo aunque el valor concreto debe determinarse para cada caso particular.
El método más para proteger un generador contra pérdida o reducción de
excitación consiste en medir la impedancia en sus propios terminales, utilizando un
relevador de distancia. En la Fig. 8.22 se presentan las trayectorias de esa impedancia
en el plano complejo para distintos casos de pérdida total de excitación en generadores.
Las curvas 1, 2 y 3 son para generadores que estaban a plena carga en el momento de
perder la excitación, y la 4 para un estado inicial de carga más ligero. Puede observarse
que todas las trayectorias terminan en una zona cercana a la parte negativa del eje
imaginario del plano complejo. Un relevador con una característica circular como la
mostrada en línea de puntos en la Fig. 8.22 protege adecuadamente contra la pérdida
total de excitación. Se ha demostrado que la característica debe tener un diámetro
aproximadamente igual a Xd y tener un desplazamiento hacia abajo del origen de
coordenadas del orden de X' d/2 donde Xd y X'd/2 son, respectivamente, las reactancias
sincrónica y transitoria de eje directo del generador. En ese caso el criterio de disparo
consiste en provocar el disparo del generador con un retardo de tiempo entre 0.5 y
0.6 segundos para aumentar la seguridad del esquema en caso de oscilaciones de
potencia estables.

8-30
PROTECCIÓN DE GENERADORES

En generadores con valores de Xd mayores de 1.5 pu, este esquema puede


operar incorrectamente en condiciones de subexcitación. Para evitar este problema, el
diámetro de la característica del relevador se limita a 1.0 pu, lo que, sin embargo, reduce
la protección contra pérdida de excitación en condiciones ligeras de carga. En estas
circunstancias, el esquema de protección se implementa con dos zonas de protección
(ver Fig. 8.23), la primera zona instantánea con un diámetro de 1.0 pu que detecta la
pérdida de excitación del 100 al 30% de carga, las más severas en cuanto a daño en el
generador, y una segunda zona con un diámetro igual a Xd con un tiempo de operación
de 0.5 a 0.6 segundos que protege al generador cuando opera en condiciones ligeras de
carga o en vacío. Ambas características tienen un desplazamiento de X'd/2 con respecto
al origen.

La protección contra pérdida total de excitación anteriormente explicada tiene la


ventaja de que es prácticamente inmune a las oscilaciones estables que puede
experimentar el generador durante disturbios del sistema, pues en estos casos es poco
probable que la trayectoria de variación de la impedancia con el tiempo penetre en la
característica del relevador de distancia. Un inconveniente de esta protección es que no
responde a las condiciones de reducción o pérdida parcial de excitación del generador,
que, si se mantienen durante un tiempo prolongado, pueden llegar a dañarlo. Ello se
debe a que en estas condiciones las trayectorias de la variación de impedancia de la
Fig. 8.22 se recorren solo parcialmente, y no llegan a entrar en la característica
del relevador.
Para comprender los riesgos del generador en esta condición es conveniente
remitirse a su curva de capabilidad, que es una línea en el plano complejo de potencia
que divide las zonas de operación admisibles y no admisibles del generador desde el
punto de vista térmico. Esta característica se representa por 1 en la Fig. 8.24, y está

8-31
PROTECCIÓN DE GENERADORES

compuesta por tres arcos de circunferencia: la, que es el límite dado por el
sobrecalentamiento del devanado del rotor (en la zona de sobreexcitación de la
máquina); l b, que es el límite impuesto por el sobrecalentamiento de los devanados del
estator (en la zona de valores normales de factor de potencia de la máquina); l c, que es
el límite dado por el sobrecalentamiento del hierro del estator (en la zona de
subexcitación de la máquina). La zona de operación admisible del generador es la
interior a la curva de capabilidad; las dos rectas en líneas de puntos delimitan el sector
dentro de esta zona correspondiente a los valores de factor de potencia con que
normalmente opera la máquina.

Como se señaló anteriormente, la operación del generador en la zona de


subexcitación puede conducir a la pérdida de estabilidad de estado estable. Puede
demostrarse que el límite de estabilidad es representable por una característica circular,
que por lo general ocupa la posición mostrada por la curva 2 en la Fig. 8.24. El sistema
de excitación del generador tiene un limitador de excitación mínima, que impide que la
excitación baje de cierto valor; normalmente este limitador se ajusta de modo que su
característica (curva 3 de la Fig. 8.24) quede exactamente por debajo de la del límite de
estabilidad.
La características de la Fig. 8.24 pueden también representarse en el plano
complejo impedancia, en el que tiene la forma que se muestra en la Fig. 8.25 (la
denominación de las características es la misma que en la Fig. 8.21), utilizando la
expresión:

V2LL
Z = (8.10)
S
donde VLL es el voltaje de línea nominal. Se ha tomado como origen de coordenadas el
punto correspondiente a los terminales del generador. Por simplicidad se representa
8-32
PROTECCIÓN DE GENERADORES

solamente la zona de interés, que es la de operación subexcitada del generador. En este


caso la zona de operación admisible del generador es la exterior a la curva de
capabilidad, y la posición relativa de las características está invertida con respecto a la
de la Fig. 8.24.
En la figura se representa también la característica del relevador de protección
contra pérdida total de excitación (circunferencia 4). Puede apreciarse que este
relevador no protege al generador contra algunas condiciones de reducción o pérdida
parcial de excitación, en que sí se rebasan sus límites térmicos (por ejemplo, el punto a);
se trata de casos de avería, en que no funciona el limitador de excitación mínima. La
protección adecuada del generador contra estas condiciones requiere que el relevador
de distancia tenga una característica como la 5 de la Fig. 8.25. Esta característica cubre
parte del primer cuadrante del plano complejo, por lo que el relevador podría operar
incorrectamente para cortocircuitos externos al generador (punto b, por ejemplo). Es por
ello conveniente añadir al esquema un relevador direccional, con sentido de disparo
orientado hacia dentro del generador, cuya característica se representa por la recta 6 en
la Fig. 8.25. La zona de operación de la protección es entonces la parte del círculo 5
situada por debajo de la recta 6. En este esquema, la característica 4 esta desplazada
X'd/2 del origen, y el punto en común con la característica 5 es igual a 1.1X d.

Esta protección contra reducción o pérdida parcial de excitación (características 5


y 6) también protege contra pérdida total de excitación por lo que esta última parte
omitirse en el generador. Es conveniente complementarla con un relevador de bajo
voltaje, ajustado a un valor comprendido entre el 80 y el 87% del voltaje nominal. Si
operan los tres relevadores del esquema, indicado pérdida o reducción de excitación
acompañada de bajo voltaje, se origina la desconexión del generador con un retardo de
0.25 a 1 segundo. Se prefiere este último valor para reducir la probabilidad de operación

8-33
PROTECCIÓN DE GENERADORES

incorrecta de la protección por oscilaciones estables del generador, a las que puede
responder. Cuando, por el contrario, la pérdida o reducción de excitación no da lugar a
una reducción apreciable del voltaje (operan solamente los relevadores direccional y de
distancia) se emite una señal de alarma en forma instantánea, y se desconecta el
generador en aproximadamente un minuto.
En el caso de hidrogeneradores que operan como compensadores síncronos,
este esquema puede operar incorrectamente en una condición de subexcitación; en
estos casos, se puede utilizar un relevados de bajo voltaje que supervise el esquema,
ajustado a un voltaje de reposición del orden del 90 al 95% del voltaje nominal.
En generadores de gran capacidad e importancia es preferible aplicar en forma
conjunta las protecciones contra pérdida total y contra pérdida parcial de excitación
mediante relevadores independientes, lo que aumenta la redundancia y fiabilidad de la
protección. Cada protección se ajusta en este caso en igual forma que cuando se utiliza
como única protección del generador.

8.11 PROTECCIÓN CONTRA CONTACTOS CON TIERRA EN EL DEVANADO DE


CAMPO

El circuito de excitación de los generadores está aislado con respecto a tierra, por
lo que cuando ese aislamiento falla en algún punto y ocurre un primer contacto con
tierra, prácticamente no circula corriente y no hay problemas para el generador. Sin
embargo, la existencia de ese contacto con tierra incrementa el esfuerzo dieléctrico de
otros puntos del devanado de campo cuando en éste se inducen voltajes por efecto de
procesos transitorios en el estator de la máquina.
Cuando ocurre un segundo contacto con tierra, parte del devanado de campo
puede quedar prácticamente sin corriente de excitación, pues ésta tiene a circular por el
hierro del rotor entre los dos puntos de falla. Esto da lugar a un desbalance magnético
en la máquina, que puede provocar una vibración muy severa, intolerable para el
generador en los casos más críticos. Otro problema es el calentamiento local que
experimenta el rotor en los puntos de falla, que puede llegar a distorsionarlo hasta
hacerlo excéntrico, lo que también es causa de vibraciones; este proceso es más lento
que el anterior, y las vibraciones pueden aparecer al cabo de un tiempo del orden de
minutos, y hasta de horas.
Algunos generadores tienen sus propios sistemas de detección de contactos con
tierra en el circuito de excitación, y protecciones de tipo mecánico contra vibraciones.
Sin embargo, es práctica generalizada dotar a todos los generadores de una protección
externa contra contactos con tierra en el circuito de excitación. Por lo general se dispone
que la protección emita una alarma cuando tiene lugar el primer contacto con tierra, y se
permite la operación del generador en esas condiciones, hasta que pueda ser secado de
servicio para eliminar la falla. En algunos países se instala un segundo relevador en el
generador que ha experimentado un primer contacto con tierra; este relevador detecta la

8-34
PROTECCIÓN DE GENERADORES

aparición de un segundo contacto con tierra, y manda a disparar los interruptores


principal y de campo del generador.
En la Fig. 8.26a se presentan una variante de detección del primer contacto con
tierra, consistente en inyectar un voltaje alterno o directo entre un punto del circuito de
excitación y tierra, conectando un relevador de voltaje en serie con la fuente de voltaje.
Un contacto con tierra en cualquier punto del circuito de excitación provoca la operación
del relevador. La variante más utilizada de este método ha sido la de corriente alterna.
Es conveniente que el generador tenga un sistema de puesta efectiva a tierra del rotor
(mediante escobilla y anillo deslizantes), para evitar que la corriente del circuito de la
protección circule a través de la película de aceite de los rodamientos, lo que puede
dañarlos. Esta corriente en condiciones normales se debe al efecto capacitivo existente
entre el rotor y tierra, y está relacionada con el hecho de que el contacto con tierra
ocurre por lo general en el rotor, mientras que el terminal del relevador está conectado a
la tierra externa al rotor.

Un segundo método de detección del primer contacto con tierra (ver Fig. 8.26b),
consiste en conectar un divisor resistivo entre los terminales del circuito de campo, e
instalar un relevador de voltaje de corriente directa de alta sensibilidad entre el punto
central de ese divisor (punto a) y tierra. Cuando ocurre un primer contacto con tierra
aparece un voltaje en el relevador, cuyo valor depende de la ubicación de la falla y del
voltaje de excitación. Hay un cierto punto en el devanado de campo en el que para un
contacto con tierra no aparece voltaje en el relevador. Para eliminar esta zona muerta de
la protección, una de las partes del divisor resistivo contiene un resistor no lineal. Una
ventaja de este método con respecto al primero es que no se necesita el sistema de
puesta efectiva a tierra del rotor, pues no hay circulación continua de corriente.
La protección contra segundo contacto con tierra, que se instala cuando ya la
primera tierra está presente, tiene un esquema semejante al de la Fig. 8.24b, pero el
divisor resistivo es un potenciómetro, de modo que el punto a es su contacto deslizante,
8-35
PROTECCIÓN DE GENERADORES

y los valores de R 1 y R2 son variables. Se forma un circuito puente, cuyas ramas son
R1 y R2 y las dos partes en que el devanado de campo ha quedado dividido por el primer
contacto con tierra (denotado por F, en la Fig. 8.27). El relevador de voltaje está situado
en la rama central del puente. En el momento de instalar la protección se selecciona los
valores de R1 y R2 de modo que el puente esté balanceado (la protección por lo general
dispone de un voltímetro conectado para ese fin en paralelo con el relevador). Al ocurrir
un segundo contacto con tierra, el puente se desbalancea y aparece voltaje en el
relevador, que lo hace operar.
Estos esquemas son aplicables a generadores que tienen escobillas en el circuito
de excitación, es decir, que tienen acceso a partes estacionarias de ese circuito. En
generadores con excitatrices estáticas no se pueden aplicar estos esquemas, pero por lo
general se dispone de escobillas piloto que se colocan sobre los anillos del circuito de
excitación para propósitos de medición de aislamiento. La aparición de voltaje en estas
escobillas, o la alternación del nivel de aislamiento del campo, pueden utilizarse como
base para la protección.

8.12 PROTECCIÓN TÉRMICA DEL DEVANADO DE CAMPO

El devanado de campo puede operar en forma continua para valores de corriente


iguales o menores a los requeridos para generar la potencia nominal del generador, a
voltaje y factor de potencia nominales. Sin embargo, en ciertas condiciones de
operación, el factor de potencia es menor al nominal, por lo que es necesario reducir la
potencia de salida del generador para evitar que la corriente de excitación aumente más
allá de su límite máximo; si esta condición persiste, el calentamiento producido por el
incremento de corriente puede dañar el aislamiento del devanado de campo o el rotor
mismo.
En condiciones anormales, como un cortocircuito, es posible exceder la
capacidad térmica del devanado de campo, pero solo por un corto tiempo
(ANSI C50.13 1977) de acuerdo a una ley inversa. La curva de capacidad térmica del

8-36
PROTECCIÓN DE GENERADORES

devanado de campo de un generador se expresa en términos del voltaje máximo que se


puede aplicar al devanado en función del tiempo, como se indica en la Fig. 8.28.

Debido al diseño de los generadores, no es práctico disponer de sensores de


temperatura instalados directamente en el devanado de campo, por lo ,que solo se
dispone de métodos indirectos para estimar la devanado de campo. En el caso de
sistemas de excitación con anillos deslizante, un método es estimar la resistencia del
devanado por mediciones de voltaje y corriente, y comparar este valor con la resistencia
del devanado medida en frío; aunque este método es fácil de implementar y proporciona
la temperatura promedio en el devanado, no proporciona información de puntos calientes
en el devanado, además de que no aplicable en generadores con sistemas de excitación
sin escobillas.
Otra alternativa de protección es el uso de relevadores coordinados con la curva
de capabilidad de la Fig. 8.28. Una primera opción es instalar un relevador de
sobrecorriente de tiempo constante que opere cuando la corriente en el devanado
excede el valor de corriente de carga máxima; de esta forma se protege el devanado
contra condiciones de sobreexcitación durante una operación anormal del sistema de
potencia, y contra falla en el sistema de excitación, sin embargo tiene la desventaja de
sobre proteger el generador, ya que no se explotar al máximo las ventajas de la
característica inversa de la curva de capabilidad. Una segunda opción es utilizar un
relevador de sobrevoltaje con característica inversa, de tal forma que se coordine con la
curva de capabilidad del devanado (Fig. 8.28). Su ajuste se selecciona para permitir un
margen del 5 al 10% por debajo de la curva de capabilidad.
En dependencia del tipo del sistema de excitación, éstas funciones de protección
de tiempo constante o de tiempo inverso, pueden estar incorporadas como parte de su
diseño.
8-37
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Las funciones de protección que realizan estos esquemas son básicamente


cuatro. a) emitir una alarma, b) ajustar la excitación a un valor preestablecido, c) un
período de tiempo después de la operación del esquema, desconectar el regulador de
voltaje o transferir el control a un sistema alterno, y d) si la condición persiste,
desconectar el generador.

8.13 PROTECCIÓN CONTRA SOBREEXCITACIÓN Y SOBREVOLTAJE

Los generadores no deben ser sometidos a sobrevoltajes prolongados, ya que por


lo general su diseño es tal, que operan en un punto cercano a la rodilla de saturación de
la curva de magnetización, y los sobrevoltajes provocan valores altos de densidad de
flujo y considerable distorsión, con el consiguiente calentamiento.
En condiciones normales el regulador de voltaje del generador controla la
corriente de excitación y mantiene el voltaje dentro de los límites establecidos. Sin
embargo, un fallo en el regulador, o la variación o pérdida de su señal de voltaje de
entrada (por operación de los fusibles de los transformadores de potencial, por ejemplo)
puede traer como consecuencia sobrevoltajes elevados.
El voltaje (E) es proporcional a la frecuencia (f) y la densidad de flujo que lo
produce (B), de acuerdo a:

V = E = 4.44 f N B A (8.11)

donde E es el voltaje interno del generador, V el voltaje en terminales, N el número de


vueltas del devanado y A el área transversal del circuito magnético. Si N y A son
constantes, la densidad de flujo se puede expresar en forma aproximada como:

V
B = k (8.12)
f
Es evidente que una condición de sobreexcitación puede provocar una saturación
del núcleo magnético del generador y del transformador (conexión en unidad), en cuyas
condiciones el exceso de flujo seguirá una trayectoria a través de componentes no
laminados, ocasionando un severo sobrecalentamiento con el consiguiente daño al
aislamiento y los devanados. Si el sobrevoltaje es acompañado de una reducción en la
frecuencia de operación, según (8.12), la sobrexcitación producirá un mayor daño en un
menor tiempo. De acuerdo a los estándares en esta material, existen límites para la
relación V/Hz, según:
• 105% para generadores,
• 105% para transformadores a plena carga, y un factor de potencia mayor de
0.8,
• 110% para transformadores operando en vacío.

8-38
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Un período crítico es la operación del generador bajo el control del regulador de


voltaje a frecuencias reducidas durante el arranque o parada del generador.
Otra causa frecuente de sobrexcitación es la pérdida súbita (total o parcial) de
carga en el generador. La desconexión con retardo de tiempo de cortocicuitos externos
cercanos al generador también pueden producir sobreexcitación, pero de valores más
pequeños. En todos estos casos hay un reducción brusca de la carga del generador, que
implica la necesidad de reducir la excitación; si el regulador de voltaje no responde con
la velocidad necesaria, el voltaje puede elevarse transitoriamente por encima del valor
nominal. El caso más crítico es cuando tiene lugar el disparo del interruptor principal del
generador estando éste cerca de plena carga (rechazo de carga). En esta situación el
problema se agrava por la sobrevelocidad resultante de la respuesta lenta del regulador
de velocidad (sobre todo en hidrogeneradores), que incrementa aún más el voltaje. Un
hidrogenerador en este caso puede llegar a velocidades hasta del 140% de la nominal, y
a voltajes del orden del 200% del valor nominal.
La protección contra sobreexcitación se realiza de dos formas, a través de un
¡imitador de V/Hz en el sistema de control de excitación y mediante la utilización de
relevadores que responden al cociente V/Hz.
En el caso de los relevadores, estos se ajustan en base a las curvas de
capabilidad por sobreexcitación proporcionada por el fabricante. Existen tres variantes
de este tipo de protección. La primera utiliza un relevador V/Hz ajustado al 110% y un
tiempo de operación de 6 segundos; este esquema es poco utilizado por el compromiso
entre la protección del equipo y la flexibilidad de operación del mismo. Una segunda
variante es utilizar dos relevadores V/Hz de tiempo definido, el primero ajustado del 118
al 120% y un tiempo de operación de 2 a 6 segundos, y el segundo ajustado al 110% y
un tiempo de operación por debajo del máximo permisible del ajuste del primer
relevador, típicamente entre 45 y 60 segundos (ver Fig. 8.29a).

8-39
PROTECCIÓN DE GENERADORES

La tercera opción es utilizar relevadores V/Hz de tiempo inverso, con un ajuste


que coordine con las curvas de capabilidad del trasformador y dei generador (ver
Fig. 8.29b). Esto es posible solo cuando el voltaje nominal de ambos equipos es el
mismo, en cuyo defecto se debe disponer de una protección contra sobreexcitación para
el transformador.
Un esquema completo con redundancia incluye dos grupos de relevadores V/Hz,
uno conectado a los transformadores de potencial que retroalimentan el voltaje en
terminales al regulador de voltaje, y un segundo grupo en el otro grupo de
transformadores de potencia. De esta forma se evita una operación incorrecta por la
operación de un fusible.
Un problema que puede ocasionar una condición de sobreexcitación es la
operación incorrecta de la protección diferencial del transformador, ya que se producen
corrientes de excitación de 60 Hz con un bajo contenido armónico, especialmente
cuando el transformador tiene conexión delta en el lado de bajo voltaje. Hay varios
métodos para resolver este problema, uno de los cuales es utilizar un relevador V/Hz
para bloquear o desensibilizar la protección diferencial del transformador.
La protección contra sobreexcitación (V/Hz) debe mandar la apertura del o los
interruptores principales, y del interruptor de campo, y hacer la conexión de equipo
auxiliar si es necesario. En caso de que la unidad no este conectada al sistema, debe
emitir una señal de alarma al operador.
Adicional al esquema V/Hz, es recomendable instalar una protección contra
sobrevoltaje en el generador, basada en un relevador de sobrevoltaje conectado a un
transformador de potencial independiente del que se utiliza para el regulador de voltaje.
El relevador debe cumplir con la condición de que su operación no se afecte con los
cambios de la frecuencia de la señal, de modo que opere correctamente aún a
frecuencias distintas de la nominal, que existen cuando el generador está desconectado
del sistema. El relevador dispone de una unidad instantánea ajusta del 120 al 150% del
voltaje nominal y una unidad de tiempo inverso ajustada al 110%, con el mismo criterio
de disparo que la protección V/Hz.

8.14 PROTECCIÓN CONTRA PÉRDIDA DEL MOTOR PRIMARIO (INVERSIÓN DE


POTENCIA)

Cuando la potencia mecánica de entrada a un generador se reduce hasta tal


punto que no llega a cubrir las pérdidas, la máquina suple el déficit absorbiendo potencia
real del sistema y se convierte, por tanto, en un motor sincrónico. Como la excitación no
cambia, el flujo de potencia reactiva se mantiene inalterable y la máquina, si estaba
sobrexcitada, consume potencia activa y entrega potencia reactiva. Esta condición
corresponde al segundo cuadrante del diagrama fasorial de la Fig. 8.21. Si la máquina
está subexcitada, por el contrario, consume potencias activas y reactiva (tercer
cuadrante de la Fig. 8.21).

8-40
PROTECCIÓN DE GENERADORES

La motorización no es una condición dañina para el generador, pero puede serlo


para el motor primario y para el sistema. El posible daño del motor primario depende de
su tipo, mientras que el problema para el sistema es la carga eléctrica que el representa
el generador motorizado, lo cual también depende del tipo de motor primario.
En turbogeneradores la motorización no es tolerable en forma prolongada, pues la
turbina puede sobrecalentarse debido al flujo insuficiente (o nulo) de vapor, que no
contribuye a la salida de calor generado por la fricción con el aire de los álabes. Hay
incluso turbinas que se sobrecalientan a baja carga aún con la máquina trabajando como
generador. Desde el punto de vista del sistema no hay problema, pues el turbogenerador
motorizado constituye una carga pequeña, mayor del 4% de la potencia nominal de la
máquina.
En hidrogeneradores la motorización no es peligrosa por lo general, aunque en
determinadas condiciones puede presentarse la cavitación por bajo flujo de agua. Para
el sistema no hay problemas, pues la carga impuesta no sobrepasa el 3% de la potencia
nominal de la máquina. En los casos en que no hay peligro de cavitación, los
generadores hidráulicos pueden incluso operarse como condensadores sincrónicos para
generar reactivo cuando el sistema no necesita la generación de potencia activa.
En los generadores accionados por turbinas de gas la motorización no es
peligrosa para la turbina, pero si perjudicial para el sistema, pues la carga impuesta
puede estar entre el 10 y el 50% de la potencia nominal de la máquina, dependiendo del
tipo turbina.
En generadores accionados por motores de combustión interna la motorización es
intolerable, pues hay peligro de incendio o explosión en el motor por efecto del
combustible no quemado, y la carga impuesta al sistema es aproximadamente de un 15
a un 25% de la potencia nominal de la máquina.
En los generadores por lo general se dispone de sistemas que protegen contra
esta condición, pero es recomendable la instalación de una protección eléctrica adicional
(si se requiere de acuerdo con el tipo de generador). Esta protección se logra con un
relevador direccional de potencia, que es un relevador direccional conectado de modo tal
que responda a la inversión de la potencia activa en el generador. El relevador debe
tener un cierto retardo de tiempo (del orden de 2 segundos) para evitar la operación
incorrecta por las inversiones transitorias que puede experimentar la potencia del
generador durante disturbios del sistema o en el proceso de sincronización. Es
conveniente que el relevador permita ajustar el valor de potencia activa (entrante o
saliente del generador) para que opera en la condición de máxima sensibilidad. En la
Fig. 8.30a se presenta un diagrama fasorial que ilustra una forma de conectar el
relevador; si su ángulo de sensibilidad máxima es de -30º (máxima sensibilidad con la
corriente adelantada 30º con respecto al voltaje), puede conectarse al voltaje Vas y la
corriente la, y se logra que responda a la potencia activa. La conexión se presenta en la
Fig. 8.30b, donde la bobinas de corriente y potencial del relevador se denotan por D.

8-41
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.15 OTRAS PROTECCIONES

Hasta aquí se han estudiado las protecciones más frecuentemente utilizadas en


generadores aunque algunas de ellas son aplicables solamente en generadores de
capacidad relativamente grande. Hay otras protecciones de utilización menos frecuente,
bien sea porque están destinadas a generadores con determinadas características, o
porque están disponibles en la máquina y no se considera recomendable instalarlas
también como protecciones externas. A continuación se describen algunas de ellas.

8.15.1 Protección contra operación a frecuencias anormales

Cuando el sistema de potencia opera en estado estable a la frecuencia nominal


(50 o 60 Hz), la potencia mecánica total suministrada por cada primo motor a los
generadores es igual a la suma de la carga conectada, más las pérdidas. Una variación
severa de este balance de potencia ocasiona que la frecuencia de operación del sistema
disminuya o se incremente. La operación a frecuencias anormales puede provocar la
desconexión de generadores o líneas de enlace importantes debido a las oscilaciones de
potencia, y consecuente pérdida de estabilidad del sistema, y segregación de éste en
islas eléctricas.
La operación a frecuencias por debajo de la nominal provoca una reducción en la
potencia de salida del generador; las turbinas, en especial las de gas y vapor, no pueden
operar por tiempo prolongado en esta condición debido a las resonancias mecánicas que
se pueden presentar en los alabes de las distintas etapas de las turbinas, y que
contribuyen a un incremento en la fatiga del material por vibración, que puede
fracturarse por un efecto acumulativo. El rango de frecuencia en que pueden operar

8-42
PROTECCIÓN DE GENERADORES

estos equipos depende de la longitud de los álabes de las turbinas, y se permite un


máximo de 10 minutos de operación fuera de este rango durante el tiempo de vida de la
turbina.
La protección contra operación a baja frecuencia se realiza a través de la
instalación de esquemas de corte de carga, instalados en puntos seleccionados del
sistema de potencia, y relevadores de frecuencia, instalados en cada generador. Las
frecuencias de operación de estos relevadores, y su tiempo de operación depende del
tipo de primo motor; una variante es un esquema de tres pasos, el primero a 56 Hz sin
retardo de tiempo, el segundo a 58.4 y 2 minutos de tiempo de operación, y el tercero a
59.4 y 6 minutos.
Los generadores accionados por máquinas de combustión interna y unidades de
ciclo combinado presentan un comportamiento similar que los generadores con turbinas
de gas y vapor, sin embargo tienen un rango de operación a bajas frecuencias más
amplio. Los hidrogeneradores, en cambio, no requieren este tipo de protección debido al
diseño de las turbinas. En el caso de las plantas nucleares se deben hacer
consideraciones particulares en dependencia del tipo de reactor.
La operación a frecuencias mayores que la nominal son consecuencia de una
reducción abrupta en la carga del generador, lo que provoca una sobrevelocidad y
posibles sobrevoltajes. Por lo general no se dispone de una protección dedicada contra
este régimen anormal de operación, y son las protecciones de sobrevelocidad de la
turbina, o de sobrevoltaje del generador, las que realizan la función de protección.

8.15.2 Protección contra pérdida de sincronismo

Cuando un generador pierde el sincronismo con el sistema es necesario provocar


su desconexión; sin embargo, generalmente el problema es del sistema, pues el centro
eléctrico de la oscilación (ver Capítulo 6) está fuera del generador. Por lo tanto, como
regla no hay que proteger el generador contra pérdida de sincronismo, sobre todos
cuando existe tal protección en las líneas del sistema.
Con el incremento de la capacidad de los generadores y de los voltajes de
transmisión se puede llegar a la situación de que el centro eléctrico de las oscilaciones
cruce por el generador. La protección contra pérdida de excitación pude incidentalmente
detectar esa condición, pero su velocidad de operación es por lo general insuficiente. En
esos casos sí es necesario instalar en el generador una protección contra pérdida de
sincronismo, que puede ser del tipo descrito en el Capítulo 6.

8.15.3 Protección contra energización inadvertida

La función de esta protección es evitar que un generador sea conectado al


sistema de potencia cuando éste no reúne las condiciones para su sincronización, en
especial durante el arranque y parada del generador, cuando la frecuencia del generador

8-43
PROTECCIÓN DE GENERADORES

es menor que la del sistema. Esta conexión inadvertida puede deberse al cierre del
interruptor principal por error, o a un arco entre polos del interruptor. En estos casos, y a
fin de reducir el daño a la flecha por los esfuerzos torsionales, se debe provocar el
disparo de todos los interruptores adyacentes al que presento el problema, ya sea en
forma local o remota.
La protección contra energización inadvertida se puede realizar de dos formas; la
primera utilizando protecciones disponibles en el generador, con modificaciones
menores, para que realice la doble función, siendo las más comunes la protección contra
pérdida de excitación, la protección de secuencia negativa y la protección contra pérdida
del motor primario. Una segunda forma es instalar protecciones dedicadas, siendo las
variantes más comunes, la instalación de relevadores de frecuencia con supervisión por
corriente, relevadores de voltaje con supervisión por corriente, relevadores direccionales
de sobrecorriente, entre otras.

8.15.4 Protección contra la pérdida de señal del transformador de potencial

En generadores de capacidades muy grandes, se dispone de más de un grupo de


transformadores de potencia en terminales del generador, con conexión estrella
aterrizada-estrella aterrizada, y protegidos por fusibles. Estos transformadores son la
fuente de voltaje de varias protecciones del generador, y retroalimentan el voltaje en
terminales al regulador de voltaje. Si esta señal de voltaje se pierde, debido a la
operación de un fusible por ejemplo, los esquemas de protección pueden operar
incorrectamente, o el regulador puede llevar al generador a una condición de
sobreexcitación, ocasionando la desconexión del generador en forma errónea. Las
protecciones mayormente afectadas son las respaldo contra fallas externas, la
protección contra pérdida del motor primario y la protección contra pérdida de excitación.
Existen básicamente dos métodos de protección, la instalación de un relevador de
balance de voltaje conectado en los secundarios de los transformadores de potencial,
ajustado para operar para un desbalance mayor del 15%, y la detección de voltajes de
componentes positiva y negativa que solo se puede implementar cuando solo hay un
grupo de transformadores de potencial en terminales del generador; en ambos casos, la
protección debe bloquear las protecciones y pasar el control del regulador de automático
a manual.

8.15.5 Protección separadora

Los generadores de capacidad pequeña que están interconectados con el sistema


eléctrico de potencia, como ocurre en muchos sistemas industriales, pueden en
determinadas ocasiones quedar aislados del sistema por disparo de líneas debido a
cortocircuitos externos. La carga que queda conectada al generador en esos casos
puede ser muy grande, por lo que es necesario desconectarlo de la red eléctrica exterior.

8-44
PROTECCIÓN DE GENERADORES

Esta función la realiza una protección (generalmente denominada separadora)


que está compuesta por un relevador de baja frecuencia y otro direccional de potencia.
El elemento de baja frecuencia responde a la caída de frecuencia asociada con la
sobrecarga del generador, y el relevador direccional opera cuando fluye una potencia
excesiva hacia el sistema. Este segundo relevador no siempre es aplicable, pues su
ajuste depende del régimen de operación de la pequeña planta generadora.

8.16 RESUMEN DE LÓGICA DE DISPARO DE PROTECCIONES DE UN


GENERADOR

Debido a la diversidad de protecciones de que dispone un generador, en la Tabla


8.2 se hace un resumen de las acciones de protección de las protecciones descritas en
este capítulo; en los casos las opciones marcadas con @ se refiere a que no hay un
criterio definido.

Tabla 8.2. Lógica de disparo de protecciones de un generador.


Abrir interruptor Transferencia Desconectar
Protección Código Alarma
Principal De campo de auxiliares motor primo

Cortocircuitos entre fases 87G X X X X

Cortocircuitos entre espiras de una fase 61 X

Cortocircuitos a tierra 64G,


51GN, X X X X @
59GN,
87D

Fallas en el sistema de potencia 21,


X
51v

Sobrecalentamiento del devanado de estator 49 X

Sobrecargas desbalanceadas 46 X

Pérdida o reducción de excitación 40 X X X X

Contactos con tierra en el devanado de campo 64F @ @ X

Sobreexcitación 53 @

Sobreexcitación (V/Hz) 24 X @ X X

Sobrevoltajes 59 @ X

Pérdida del motor primario 32 X X X X

Operación a frecuencias anormales 81 X

Pérdida de sincronismo 78 X

Conexión inadvertida 50 X X

8-45
PROTECCIÓN DE GENERADORES

8.17 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[2] Westinghouse Electric Co., Applied Protective Relay, Coral Springs: A Silent
Sentinels Publication, 1979.
[3] S. H. Horowitz Editor, Protective Relaying for Power Systems 1, New York: John
Wiley & Sons, 1980.
[4] J. W. Pope, "A comparison of 100% stator ground fault protection schemes for
generator stator windings," IEEE Transactions on PowerApparatus and Systems,
vol. PAS-1 03, no. 4, April 1984, pp. 832-840.
[5] ANSI/IEEE C37.102-1986, IEEE Guide for AC Generator Protection.
[6] ANSI/IEEE C37.106-1987, IEEE Guide for Abnormal Frequency Protection for
Power Generating Plants.
[7] A. E. Fitzgerald, C. Kinsley, S. D. Umans, Electric Machinery, New York: McGraw
Hill, 1990.
[8] IEEE Committee Report, "A survey of generator back-up protection practice,"
IEEE Transactions on Power Delivery, vol. 5, no. 2, April 1990, pp. 575-584.
[9] Working Group of IEEE PSRC, "Impact of HV and EHV Transmission on
Generator Protection," 92 SM 383-0 PWRD, presented at IEEE/PES 1992
SummerMeeting, Seattle, WA, July 12-16, 1992.
[10] ANSI/IEEE C37.101-1993, IEEE Guide for Generator Ground Protection.
[11] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset. Research Studies
Press LTD., 1995.
[12] C. J. Mozina et al, IEEE-PES Tutorial on the Protection of Synchronous Generators,
IEEE Press, 95 TP 102.
[13] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.

8-46
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

CAPÍTULO 9

PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

9.1 INTRODUCCIÓN

Las condiciones anormales de operación posibles en transformadores y


autotransformadores no tienen la diversidad encontrada en generadores. Las fallas en
transformadores de pueden dividir en fallas externas e internas. Las fallas externas
incluyen:
a) Sobrecargas,
b) Sobreexcitación,
c) Cortocircuitos externos al transformador.
Las fallas internas se subdividen en fallas incipientes y fallas severas. Las fallas
incipientes pueden ser:
a) Sobrecalentamiento,
b) Sobreflujo,
c) Sobrepresión.
Así mismo, las fallas severas incluyen:
a) Cortocircuitos en los devanados del transformador,
b) Cortocircuitos entre fases en transformadores trifásicos,
c) Cortocircuitos entre espiras de una misma fase,
d) Fallas del núcleo,
e) Fallas en el tanque principal del transformador,
f) Fallas en las boquillas del transformador.

Se recomienda que la protección provoque el disparo instantáneo de todos los


interruptores del transformador en caso de falla severa (protección primaria), y que
también desconecte el transformador en caso de cortocircuito externo, a modo de
respaldo. Por lo general no se requiere protección externa contra sobrecarga, pues el
transformador (excepto los de capacidad relativamente pequeña) tiene una protección
inherente. Los sobrevoltajes sostenidos pueden ser dañinos para los transformadores,
sobre todo si sobrepasan el valor de saturación, pero casi nunca se requiere dotar al

9-1
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

transformador de una protección contra ellos, pues está incluida en los equipos de
regulación y control del sistema.
La protección contra cortocircuitos internos es por lo general de tipo diferencial en
transformadores de capacidades superiores a un valor del orden de 5 a 10 MVA. Un
transformador de menor capacidad ubicado en un punto importante del sistema puede
requerir también protección diferencial. En los transformadores de capacidades
pequeñas la protección contra fallas internas es generalmente de sobrecorriente, por
medio de relevadores, o de fusibles. La protección de respaldo para fallas externas
puede ser de sobrecorriente (con o sin direccionalidad) o de distancia, dependiendo del
tipo de protección que tengan las líneas adyacentes al transformador.
Los transformadores tienen algunas peculiaridades que deben tenerse en cuenta
para la aplicación de protecciones diferenciales. Estas son:
a) Hay diferencias de fase entre las corrientes en transformadores con conexión
estrella-delta.
b) Tienen distintos niveles de voltaje, lo que implica que los transformadores de
corriente pueden ser de distintos tipos, y tener relaciones de transformación y
características diferentes.
c) Puede no haber concordancia entre las relaciones de transformación de los
transformadores de corriente disponibles y la del transformador protegido.
d) La relación de transformación puede ser variable para fines de regulación de
voltaje.
e) La corriente de magnetización del transformador puede tener un valor
transitorio alto en algunos casos, que la protección puede interpretar
erróneamente como indicativo de una falla interna.

9.2 CONEXIONES DE LAS PROTECCIONES DIFERENCIALES DE


TRANSFORMADORES

La protección diferencial de transformadores se hace por lo general con


relevadores de porcentaje diferencial. La conexión de estos relevadores debe ser tal,
que se garantice su operación para todas las fallas internas a la zona de protección (que
incluye los devanados y terminales del transformador), y su no operación para cualquier
otro régimen de operación, incluyendo fallas externas. A continuación se presentan las
conexiones más utilizadas para diferentes configuraciones de bancos de
transformadores.

9.2.1 Transformadores de dos devanados

En la Fig. 9.1 se muestra un transformador de dos devanados con conexión delta-


estrella aterrizada, y se representan las corrientes posibles para cualquier régimen
diferente de un cortocircuito interno; estas corrientes se establecen asignando un sentido

9-2
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

arbitrario a las corrientes de uno de los devanados, y determinando los sentidos de las
corrientes del otro devanado de acuerdo con la polaridad del transformador (en la figura
se representan por puntos sus marcas de polaridad). Es conveniente considerar en
primera instancia que el transformador tiene relación de transformación unitaria.
La conexión de la protección debe hacerse de modo que en la condición
representada no circule corriente de operación por los relevadores, con lo que se
garantiza que no operan. Para ello es necesario que la corriente que llega a una de las
bobinas de retención sea igual a la que sale por la otra, en el relevador de cada fase.
Los transformadores de corriente están situados más allá de los interruptores de ambos
lados del transformador (para garantizar el traslape de las zonas de protección), de
modo que miden las corrientes de línea, que tienen un defasaje de 30º. Esto indica la
conveniencia de conectar un grupo de transformadores de corriente en delta y el otro en
estrella, de modo que se compense ese defasaje. En principio cualquiera de los grupos
puede conectarse en delta o en estrella, pero es recomendable conectar en delta el
grupo de transformadores de corriente correspondiente al devanado en estrella del
transformador, y viceversa, como se demostrará más adelante. En la Fig. 9.2 se muestra
una conexión de la protección siguiendo este criterio. También es válido el esquema
resultante de conectar a la inversa todos los transformadores de corriente.

9-3
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

Puede demostrarse que el esquema opera para los siguientes tipos de fallas
internas: trifásicas, bifásicas, bifásicas a tierra, monofásicas a tierra (por el lado en
estrella del transformador) y entre vueltas del devanado de una misma fase (si la
corriente de falla es suficientemente grande).
La conveniencia de conectar en delta el grupo de transformadores de corriente
del lado en estrella del transformador y en estrella el grupo del lado en delta se debe a
que esta conexión evita la operación incorrecta de la protección para cortocircuitos
externos a tierra en el lado en estrella del transformador. Para estas fallas circula
corriente de secuencia cero por las líneas del lado en estrella del transformador, pero los
transformadores de corriente conectados en delta impiden que esa corriente llegue a los
relevadores; por las líneas del lado en delta del transformador no circula corriente de
secuencia cero, por lo que tampoco llega esta componente a los relevadores desde este
lado. Esto garantiza que la corriente de secuencia cero nunca circula por los
relevadores, y no puede hacerlos operar incorrectamente. Si se utiliza la conexión
contraria, los transformadores de corriente conectados en estrella permiten el paso de la
corriente de secuencia cero a los relevadores, y no llega corriente de secuencia cero a
ellos desde el grupo de transformadores de corriente conectado en delta. Esto origina
corrientes de secuencia cero en las bobinas de operación de los relevadores, que
pueden provocar su operación incorrecta para estas fallas.

9-4
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

El hecho de que la conexión de la protección mostrada en la Fig. 9.1 b impide que


llegue corriente de secuencia cero a los relevadores no significa que no opere para
cortocircuitos monofásicos a tierra internos. En este caso la operación tiene lugar debido
a las corrientes de secuencias positiva y negativa, que sí llegan a los relevadores
diferenciales.
En transformadores con conexión delta-delta los dos grupos de transformadores
de corriente del esquema pueden conectarse en estrella. En transformadores con
conexión estrella aterrizada-estrella aterrizada con devanado terciario interior (o aún sin
terciario) es necesario conectar en delta los transformadores de corriente de ambos
lados. Ello se debe que el terciario del transformador (o el efecto de terciario resultante
de la interacción de los flujos en el transformador trifásico con un tanque único) puede
hacer que para fallas a tierra externas existan diferencias entre los valores en por unidad
de las corrientes de secuencia cero de ambos lados, lo que puede provocar operaciones
incorrectas. En caso de que el banco esté formado por tres transformadores
monofásicos de dos devanados sí pueden conectarse en estrella los dos grupos de
transformadores de corriente.
En el análisis realizado hasta aquí se ha supuesto que el transformador tiene
relación de transformación unitaria, por lo que no se ha considerado el problema de la
relación de transformación de los transformadores de corriente. Este tema se trata en la
sección 9.3.

9.2.2 Transformadores de tres devanados

En la Fig. 9.3 se muestra la protección diferencial de un transformador de tres


devanados, que también es aplicable al caso de un autotransformador con terciario en
delta. En la conexión se sigue el mismo criterio que para transformadores de dos
devanados, y el proceso se desarrolla de la forma siguiente: se hacen las conexiones de
la protección para un par cualquiera de devanados del transformador como si el tercero
no existiera y, a continuación, se repite el proceso para el par formado por cualquiera de
esos devanados y el tercero.
Hay casos en que se pueden utilizar relevadores diferenciales con dos elementos
de retención para proteger transformadores de tres devanados. Esos casos son: a)
Cuando los circuitos conectados al devanado terciario se consideran incluidos en la zona
de protección del transformador. b) Cuando la impedancia del devanado terciario es tan
alta que las fallas externas no representan grandes corrientes para la protección
diferencial del transformador. c) Cuando los circuitos conectados a dos de los devanados
no tienen fuentes de generación. En los dos primeros casos la conexión se hace como si
el devanado terciario no existiera en el transformador; en el tercer caso se conectan en
paralelo los transformadores de corriente correspondientes a los devanados en que no
hay fuentes de generación, y se unen con uno de los elementos de retención de los
relevadores diferenciales.

9-5
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

En la Fig. 9.4a se muestra el diagrama unifilar de la conexión correspondiente a


este caso, así como la circulación de corrientes para una falla externa en uno de los
circuitos sin fuente de generación. Como puede observarse, los transformadores de
corriente del lado de la fuente de generación y del lado del circuito fallado suministran
las corrientes de retención del relevador. Para valores altos de corriente de falla externa
puede ser necesario comprobar el valor de la corriente de excitación secundaria de los
transformadores de corriente que no tienen corriente primaria, y que están en paralelo
con los del circuito fallado, pues esa corriente constituye una fuente de error del
esquema.
En la Fig. 9.4b se ilustra el problema que puede confrontarse si se conectan en
paralelo los transformadores de corriente de una salida en que hay fuente de generación
con los de otra en que no hay generación. En este caso, si el transformador está
operando con el interruptor superior abierto (lo que puede suceder en casos de
emergencia), y ocurre una falla externa en el circuito en que no hay generación, circulan

9-6
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

las corrientes que se muestran en la Fig. 9.4b. A los relevadores no llegan corrientes de
retención, sino solamente la corriente de desbalance Id debida a los errores de los
transformadores de corriente conectados en paralelo, que circula por uno de los
elementos de retención y por el de operación de cada relevador. En esta condición de
retención muy reducida, los relevadores se comportan prácticamente como elementos de
sobrecorriente, y pueden operar incorrectamente.

9.2.3 Bloques generador-transformador

En la Fig. 9.5 se muestra una variante típica de conexión de la protección


diferencial de un bloque generador-transformador, en que se omite el interruptor entre
ambos elementos (ver Fig. 8.2). Para fallas en el transformador opera la protección
diferencial del bloque, mientras que para fallas en el generador operan ambas
protecciones; esto constituye una protección primaria duplicada para el generador. En
unidades de grandes capacidades es recomendable añadir al esquema una protección
diferencial del transformador, para tener también duplicidad en la protección primaria de
este elemento. En unidades relativamente pequeñas pudiera pensarse en utilizar
solamente la protección diferencial del bloque, pero se perdería la información de si la
falla ocurrió en el generador o en el transformador. Esto implica la necesidad de revisar
ambas máquinas para detectar la falla y proceder a la reparación. En ocasiones se
utiliza un solo grupo de transformadores de corriente del lado del neutro del generador,
al que se conectan las protecciones diferenciales del transformador y del bloque, pero
eso no es recomendable, pues la carga de los transformadores de corriente puede ser
muy alta.
9-7
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

En la Fig. 9.5 puede observarse que a la protección diferencial del bloque se lleva
una muestra de la corriente del transformador auxiliar Ta de consumo propio. Para ello
se coloca un grupo de transformadores de corriente en el lado de alta (excepcionalmente
se sitúa en el lado de baja) de ese transformador, que se conecta en paralelo con los
transformadores de corriente del lado del neutro del generador. Con esto se evita que un
cortocircuito en Ta o en sus circuitos secundarios sea detectado como falla interna por la
protección diferencial del bloque, y saque de servicio la unidad. En ocasiones se utilizan
relevadores con tres elementos de retención para la protección diferencial del bloque, y
se le asigna uno de ellos a esa señal de corriente proveniente de T a.

En las plantas hidroeléctricas la capacidad de Ta es relativamente pequeña (del


orden del 1% de la capacidad nominal de la unidad), por lo que su impedancia es tan
alta que las fallas por secundario no son detectadas por la protección diferencial del
bloque. En este caso por lo general se omiten los transformadores de corriente en Ta,
pues no se necesita esa señal en la protección del bloque. Es recomendable conectar
una protección diferencial separada al transformador Ta (ver Fig. 9.5), pues por lo
general la protección diferencial del bloque no lo protege adecuadamente. Esto es válido
incluso para plantas termoeléctricas, en que Ta puede tener una capacidad del orden del
10% de la nominal de la unidad; aún en este caso la protección no es suficientemente
sensible para todas las fallas en T a.
Los transformadores de los bloques generador-transformador pueden estar
sujetos a sobrevoltajes asociados con el rechazo de carga u otros regímenes anormales
del generador (ver Capítulo 8). Esos sobrevoltajes originan valores elevados de la
9-8
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

corriente de magnetización, que pueden hacer operar la protección diferencial del


bloque. Aunque algunos especialistas consideran que tal operación protege
indirectamente al transformador contra sobrevoltaje, la mayoría opina que es una
operación incorrecta. Cuando se desea impedir la operación de la protección diferencial
en esos casos, puede utilizarse un esquema basado en relevadores de sobrevoltaje que,
al operar, reducen de alguna forma la sensibilidad de los relevadores diferenciales
durante un cierto tiempo y, si la condición persiste, permiten el disparo. Pueden utilizarse
relevadores que responden al cociente de voltaje a frecuencia (ver Capítulo 8), que en
este caso es un reflejo del valor de la densidad de flujo magnético en el transformador.

9.2.4 Utilización de una trampa de corriente de secuencia cero

En ocasiones es necesario conectar en estrella los transformadores de corriente


del lado del transformador conectado en estrella aterrizada Esto puede ocurrir cuando se
protege más de un banco de transformadores con un solo esquema diferencial, y, como
se señaló anteriormente, puede dar lugar a operaciones incorrectas para fallas externas
a tierra en el lado en estrella del transformador. Otro caso de posibles operaciones
incorrectas para estas fallas es cuando la zona de protección diferencial incluye un
banco de transformadores de puesta a tierra conectado en el lado en delta del
transformador, pues los transformadores de corriente de ese lado están en estrella, y el
banco de tierra constituye una fuente de corriente de secuencia cero.

9-9
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

La solución a este problema para cualquiera de los dos casos anteriores consiste
en utilizar una trampa de corriente de secuencia cero, tal como se muestra en la Fig. 9.6.
La trampa está formada por tres transformadores de corriente auxiliares de iguales
relaciones de transformación conectados en estrella por primario y en delta por
secundario. Constituye un paso de baja impedancia para la corriente de secuencia cero
(que de esta forma no llega a los relevadores) y de alta impedancia para las corrientes
de secuencia positiva y negativa. Tal como se aprecia en la Fig. 9.6, el neutro de las
bobinas de operación no se conecta al neutro de la estrella de los transformadores de
corriente ni se pone a tierra. Si esto se hiciera, las bobinas de operación y retención de
los relevadores quedarían conectadas en paralelo con los primarios de los
transformadores de la trampa; ello puede dar lugar a que para una falla externa a tierra
circule cierta corriente de operación por los relevadores, que puede hacerlos operar
incorrectamente.

9.2.5 Bancos trifásicos formados por tres transformadores monofásicos

Todas las conexiones estudiadas hasta aquí son válidas para transformadores
trifásicos y para bancos formados por tres unidades monofásicas, siempre que se
utilicen transformadores de corriente externos. Si se desea utilizar los transformadores
de corriente disponibles en los aisladores de los terminales de los transformadores,
9-10
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

todas estas conexiones siguen siendo aplicables a transformadores trifásicos (con la


particularidad de que los interruptores quedan fuera de la zona protegida), pero no son
válidas para bancos formados por tres transformadores monofásicos.
En la Fig. 9.7 se presenta la conexión de la protección diferencial para este último
caso. Se utilizan tres grupos de transformadores de corriente, correspondientes a los
dos terminales de cada fase del lado en delta, y a un terminal de cada fase del lado en
estrella. Para garantizar la protección contra fallas a tierra en las fases del lado en delta,
se conectan en paralelo los transformadores de corriente de cada fase de ese lado. Los
dos grupos de transformadores de corriente resultantes se pueden conectar en estrella,
como se muestra en la Fig. 9.7, ya que no hay peligro de efecto de terciario, por tratarse
de transformadores monofásicos. Al seleccionar las relaciones de transformación de los
transformadores de corriente debe tenerse en cuenta el hecho de que en el lado en delta
hay dos grupos en paralelo, mientras que en el lado en estrella hay un solo grupo.

9.2.6 Protección diferencial de secuencia cero

En ocasiones no se instalan transformadores de corriente en el lado en delta de


transformadores con conexión delta-estrella aterrizada. Esto ocurre por lo general en
subestaciones de distribución o industriales, en que el lado en delta es el primario de
alto voltaje, y tiene protección por fusibles. En estos casos es conveniente utilizar una
protección diferencial de secuencia cero, que se conecta en la forma mostrada en la Fig.
9.8. Este esquema protege solamente contra fallas a tierra en los devanados del
transformador conectados en estrella aterrizada y sus circuitos asociados, en la zona
comprendida entre los transformadores de corriente. No obstante ello, constituye un
complemento importante para los fusibles, que por lo general no son sensibles a esas
fallas. La ausencia de interruptor por el lado de alta del transformador plantea el
problema de su desconexión por ese lado cuando opera la protección diferencial. Este
tema se trata en la sección 9.8.
En la Fig. 9.8 se representa también un relevador de sobrecorriente de tierra
conectado a un transformador de corriente que está colocado en el neutro de la estrella
del transformador. Este es un relevador de tiempo inverso que sirve como respaldo
contra fallas externas a tierra (ver secciones 9.9 y 9.10).
Cuando las características o las relaciones de transformación no son apropiadas
para la aplicación de relevadores diferenciales, la protección diferencial de secuencia
cero puede hacerse con un relevador direccional conectado diferencialmente. Dos casos
típicos de aplicación de este esquema son: cuando el neutro del transformador está
puesto a tierra a través de una impedancia que limita la corriente de falla; cuando el
transformador de corriente colocado en ese neutro tiene una relación de transformación
pequeña, que no concuerda con las relaciones de los restantes transformadores de
corriente del esquema diferencial. En este esquema por lo general se requiere un

9-11
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

transformador (o autotransformador) de corriente auxiliar para garantizar una


discriminación correcta entre fallas internas y externas a tierra.

9.3 REQUERIMIENTOS A CUMPLIR POR LOS ESQUEMAS DE PROTECCIÓN


DIFERENCIAL DE TRANSFORMADORES

Las peculiaridades de los transformadores que se presentaron al inicio del


capítulo constituyen la base para determinar los requerimientos a cumplir por sus
esquemas de protección diferencial.
La posible falta de concordancia entre las relaciones de transformación del
transformador y de los transformadores de corriente hace necesario que los relevadores
diferenciales tengan derivaciones en sus bobinas. Con ellas es posible compensar total o
parcialmente las diferencias de corrientes, que de lo contrario dan lugar a corrientes de
desbalance en los elementos de operación.
Las fallas entre vueltas de una fase en transformadores implican corrientes
diferenciales pequeñas en presencia de corrientes de retención debidas al efecto de la
carga. Para que el relevador responda a esa condición, su corriente mínima de
operación debe ser pequeña (son adecuados valores del orden del 30% de la corriente
nominal). Adicionalmente, es recomendable que la característica del relevador esté
compuesta por dos segmentos de recta, uno horizontal, y el otro con cierta pendiente; el
segmento con pendiente distinta de cero, correspondiente a la operación con retención
del relevador, puede comenzar para corrientes de retención del orden de la nominal del
transformador. Con esto se mantiene la sensibilidad alta y constante para fallas entre
vueltas.

9-12
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

Otro requisito necesario en los relevadores es que la pendiente de su


característica sea ajustable, para poder adaptarse a situaciones diversas, y que tenga
valores relativamente altos, del orden del 20 al 60%. Su tiempo de operación debe ser
pequeño; son recomendables valores de hasta 30 ms para transformadores grandes, y
de hasta 100 ms para transformadores de pequeña capacidad.
Los relevadores diferenciales para protección de transformadores deben ser
inmunes a la corriente de magnetización. En la sección 9.6 se presentan distintas
variantes de solución de este problema.
Para la selección de la relación de transformación de los transformadores de
corriente es necesario cumplir dos requerimientos fundamentales: a) Que en régimen
normal de operación no se sobrepasen los valores nominales de corriente de los
transformadores de corriente o los relevadores. b) Que para la falla externa máxima los
errores de los transformadores de corriente no tengan valores muy altos (por lo general
se acepta hasta un 10% de error). Este aspecto es particularmente importante, teniendo
en cuenta que los tipos y características de los transformadores de corriente del
esquema son por lo general diferentes, por corresponder a distintos niveles de voltaje.

9.4 SELECCIÓN DE LOS PARÁMETROS DE AJUSTE DE LOS RELEVADORES


DIFERENCIALES DE PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES

En el Capítulo 8 se presentó el método de selección de parámetros de ajuste de


relevadores de porcentaje diferencial, que es aplicable también a los esquemas de
protección de transformadores. La particularidad aquí consiste en que la corriente de
desbalance Id max tiene cuatro componentes, debidas a: a) Los errores de los
transformadores de corriente. b) La falta de concordancia entre las corrientes
secundarias de los transformadores de corriente (para corriente nominal en el
transformador) y las derivaciones disponibles en los relevadores. c) La variación de la
relación de transformación del transformador. d) La corriente de magnetización del
transformador.
En la práctica lo que se hace es determinar por separado el valor de pendiente
que corresponde a cada componente de Id max (el cálculo por lo general se hace
suponiendo que la característica del relevador parte del origen de coordenadas), y
sumarlos, bajo la suposición de que todos los desbalances se manifiestan en el mismo
sentido. Esa suma da la pendiente mínima posible del relevador. En este cálculo por lo
general se desprecia la corriente de magnetización, debido a que en régimen normal
tiene un valor muy reducido, y en regímenes transitorios tiene valores tan altos que hay
que tomar medidas especiales para que el relevador diferencial no opere
incorrectamente.
El cálculo de la componente correspondiente a los errores de los transformadores
de corriente implica determinar el valor máximo esperado de corriente diferencial de
desbalance por este concepto, para la falla externa máxima, sin considerar la

9-13
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

componente aperiódica de la corriente. Con esto se puede determinar un valor de


pendiente Ke.
El valor de pendiente KfC correspondiente a la falta de concordancia entre las
corrientes de los transformadores de corriente y las derivaciones de los relevadores
puede expresarse por:
I1 D1
-
I2 D2
KfC = (100) (9.1)
M

donde I1 y D1 son, respectivamente, la corriente secundaria del transformador de


corriente (para corriente nominal en el transformador) y la corriente nominal de la
derivación, asociadas con el lado de alto voltaje del transformador; I2 y D2 son la
corriente secundaria y la nominal de la derivación, asociadas con el lado de bajo voltaje;
M es la más pequeña de las dos relaciones anteriores.
Para la determinación de la componente K de la pendiente debida a la variación
de la relación de transformación para fines de regulación de voltaje o reactivo, es
necesario tener en cuenta que esa variación se hace entre ciertos límites, que son del
orden del ±10% de la relación nominal (en general pueden denotarse por ±R). En la
práctica lo que se hace es seleccionar las relaciones de los transformadores de corriente
y las derivaciones de los relevadores para la relación de transformación nominal del
transformador. Por tanto, el desbalance dado por la variación de esa relación hasta un
máximo R puede expresarse en términos de pendiente como:

Kr = R (9.2)

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la pendiente mínima admisible K,,;n


del relevador está dada por:

Kmin = Ke + KfC + Kr (9.3)

9.5 EFECTO DE LA CORRIENTE DE MAGNETIZACIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN


DIFERENCIAL

La corriente de magnetización de un transformador entra por primario y no sale


por secundario, por lo que representa para la protección diferencial una condición
semejante a la de una falla interna. En régimen normal de operación esta corriente tiene
valores del orden del 2 al 5% de la corriente nominal del transformador, por lo que no
provoca operación de la protección diferencial, que tiene una pendiente mucho mayor.
Sin embargo, cualquier condición que implique un cambio instantáneo en las
concatenaciones de flujo del transformador da lugar a valores transitorios muy elevados

9-14
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

de la corriente de magnetización (de hasta 30 veces la corriente nominal), que pueden


provocar la operación incorrecta de la protección diferencial. A este fenómeno se le
puede denominar avalancha de corriente de magnetización.
Los factores de los que depende la magnitud y la duración de esa avalancha de
corriente son los siguientes:
a) Instante de inicio del proceso,
b) Capacidad del transformador,
c) Capacidad del sistema,
d) Relaciones UR del transformador y del sistema,
e) Tipo de hierro del transformador,
f) Nivel de flujo magnético residual del transformador,
g) Condiciones en que se realiza el proceso de energización.
De acuerdo con este último aspecto, pueden identificarse tres casos diferentes: la
conexión inicial del transformador, su recuperación posterior a una reducción transitoria
de voltaje, y la conexión inicial de un transformador en paralelo con otro que ya está en
servicio.

9.5.1 Conexión inicial del transformador

En la Fig. 9.9 se representa la situación de un transformador que se conecta a la


fuente de alimentación en un instante en que el voltaje es cero. El flujo magnético, que
está atrasado prácticamente 90º al voltaje (sinusoide en línea de puntos), debía estar en
ese instante en su valor máximo negativo -Φm (o cerca de él), pero realmente es cero,
pues el transformador estaba desconectado. Ello da lugar a un desplazamiento hacia
arriba de la onda de flujo magnético, que llega a alcanzar un valor 2 Φm dentro del primer
ciclo; esta onda es una cosinusoide desplazada, y su componente aperiódica es

9-15
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

realmente de naturaleza exponencial, con una constante de tiempo L/R, donde L y R


son, respectivamente, la inductancia y resistencia equivalentes del transformador y la
fuente. Este valor máximo que alcanza el flujo magnético es muy superior al de
saturación del transformador, por lo que origina una saturación muy severa y valores
muy elevados de la corriente de magnetización i m (ver Fig. 9.9).
El flujo en estado estable está expresado como:

(9.4)

donde e es el voltaje del sistema y N el número de vueltas del devanado primario


del transformador. Si e = E m sen(ωt+θ), resolviendo (9.4) se tiene:

1
Φ = Em cos (ωt + θ) + Φc (9.5)
ωN
donde Φc, es la constante de integración y θ el ángulo del voltaje para tiempo t0.
Evaluando Φc para la condición inicial se tiene:

Φ = - Φm cos (ωt + θ) + Φm cos θ (9.6)

Cuando el transformador se energiza en el cruce por cero de la onde de voltaje,


θ = 0, y (9.6) queda como:

Φ = Φm (1 - cos ωt) (9.7)

Se puede observar como el flujo alcanza un valor de 2 Φm medio ciclo después de


la conexión del transformador. A medida que el flujo se incrementa, la corriente de
excitación aumenta con el flujo; si la inductancia del transformador fuera lineal, ambos
tendrían la misma forma de onda, siendo la corriente expresada como:

(9.8)

En el análisis se ha supuesto que el flujo inicial en el transformador era nulo, pero


realmente puede haber tenido cierto valor Φr, residual, resultante de su última
desconexión. Ese flujo puede ser positivo o negativo, y se suma algebraicamente con Φ,
dando un máximo 2 Φm ± Φr, que puede ser mayor o menor que si no hay flujo
remanente. Por tanto, la presencia de Φr puede incrementar o reducir aleatoriamente el
valor de la corriente de magnetización.
Si la conexión del transformador se hace en un instante diferente al mostrado en
la Fig. 9.9 (que es el caso más crítico), la componente aperiódica del flujo es menor, y la
corriente de magnetización tiene un valor más pequeño. Puede incluso darse el caso de
que la conexión se haga en el momento del cruce por cero de la onda de flujo, lo que

9-16
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

elimina por completo el proceso transitorio, y la corriente de magnetización tiene su valor


normal. En un transformador trifásico, aún suponiendo un cierre totalmente simultáneo
de las tres fases del interruptor, cada fase tiene su propio proceso, y son de esperar
corrientes de avalancha en al menos dos fases, y generalmente en las tres.
En la Fig. 9.10a se muestra la forma de onda típica de la avalancha de corriente
de magnetización de una fase del lado en estrella de un transformador. En los primeros
ciclos la corriente cae rápidamente, y después lo hace mucho más lentamente. Esto se
debe a que la constante de tiempo L/R es variable, debido a la saturación del
transformador; inicialmente la saturación es severa, y L es pequeña, pero después se
reduce la saturación, y L aumenta. El valor final de la constante de tiempo es del orden
de 10 s para transformadores pequeños, y hasta de 1 minuto para unidades de gran
capacidad, sobre todo cuando están cerca de las fuentes de generación. Sin embargo, si
se trata de un transformador conectado en bloque con un generador no hay problemas
de corriente de avalancha, pues la unidad es llevada a voltaje plano en forma gradual.

En devanados conectados en delta la forma de onda de la corriente de línea


depende de dos corrientes de fase que tienen procesos transitorios independientes,
condicionados por sus núcleos respectivos. La avalancha de corriente de línea puede
tener naturaleza oscilatoria, como se muestra en la Fig. 9.10b, si hay saturación en los
dos núcleos involucrados. Esta situación puede también presentarse en ocasiones en
devanados conectados en estrella por efecto del acoplamiento entre fases dado por un
devanado terciario en delta o por el efecto de terciario del tanque del transformador (en
transformadores trifásicos).
En todos los casos la avalancha de corriente de magnetización tiene un contenido
apreciable de armónicos. En los transformadores antiguos se pueden encontrar valores
del segundo armónico cercanos al 50% de la componente fundamental, pero en los

9-17
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

diseños más recientes son típicos valores más reducidos, del orden de un 15%, y hasta
de un 7% en algunas unidades. En este último caso el contenido total de armónicos no
sobrepasa el 7.5%. En la Fig. 9.10 puede también apreciarse que en la avalancha de
corriente de magnetización existen intervalos de tiempo en cada ciclo en que la corriente
tiene un valor cercano a cero. Esto es válido tanto para el caso en que está compuesta
por pulsos unipolares (Fig. 9.10a), como cuando tiene una forma de onda prácticamente
simétrica (Fig. 9.10b).
En resumen, la presencia de componentes aperiódicas de alta constante de
tiempo, de armónicos, y de intervalos sin corriente, son tres rasgos característicos de la
avalancha de corriente de magnetización, que permiten diferenciarla de las corrientes de
cortocircuitos internos en el transformador.

9.5.2 Reducción transitoria del voltaje

Las reducciones transitorias de voltaje también dan lugar a avalanchas de


corriente de magnetización en el transformador. El caso más crítico es el de una falla
externa trifásica limpia cercana al transformador, que reduce el voltaje prácticamente a
cero; cuando se elimina la falla el voltaje recupera su valor normal, y tiene lugar una
avalancha de corriente de magnetización. Sin embargo, como el transformador no está
totalmente desconectado de la red, los valores de corriente son menores que en el caso
de su conexión inicial.

9.5.3 Conexión inicial de un transformador en paralelo con otro que ya está en


servicio

Cuando se hace la conexión inicial de un transformador para ponerlo en paralelo


con otro que ya está en servicio, se originan avalanchas de corriente de magnetización
en ambos transformadores. El problema consiste en que el transformador que se
conecta experimenta la avalancha de corriente por conexión inicial, y la componente
aperiódica de esa corriente da lugar a una caída de voltaje (también aperiódica) que
afecta al otro transformador, y origina en él una avalancha de corriente. Las
componentes aperiódicas de ambas avalanchas son de iguales constantes de tiempo,
pero de signos contrarios, por lo que la corriente total tiende a ser bastante simétrica
(ver Fig. 9.11), y con un contenido de armónicos relativamente bajo. Adicionalmente,
como la componente aperiódica de la corriente circula entre los dos transformadores, y
no por el sistema, su constante de tiempo es mayor que la correspondiente a la conexión
inicial de un solo transformador.
Este comportamiento de la corriente de magnetización resultante de la conexión
en paralelo hace que tiendan a fallar los métodos normales de bloqueo de operación de
la protección diferencial (ver sección 9.6). Por ello, se recomienda proteger
diferencialmente cada transformador por separado, en lugar de proteger ambos con un

9-18
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

solo relevador diferencial. Esto tiene la ventaja adicional de garantizar una mayor
sensibilidad de la protección; cuando, por ejemplo, se protegen dos transformadores
iguales con un solo relevador diferencial, las relaciones de transformación de los
transformadores de corriente son el doble del valor requerido para la protección de un
solo transformador, lo que reduce a la mitad la sensibilidad de la protección.

9.6 RELEVADORES DIFERENCIALES PARA PROTECCIÓN DE


TRANSFORMADORES

Los relevadores de porcentaje diferencial de protección de transformadores se


basan en los principios expuestos en el Capítulo 7, pero tienen que ser capaces de
discriminar entre las avalanchas de corriente de magnetización y las corrientes de
cortocircuitos internos en el transformador. De acuerdo con las características de la
corriente de avalancha presentadas en la sección 9.5, existen distintas posibilidades
para evitar la operación incorrecta del relevador, como son:
a) Introducción de un retardo de tiempo fijo en el relevador,
b) Utilización de relevadores diferenciales de inducción electromagnética,
c) Desensibilización o inhibición de la operación del relevador durante el proceso
transitorio en el transformador,
d) Utilización de los armónicos de la corriente diferencial como base para la
retención o la inhibición en el relevador,
e) Reconocimiento de la forma de onda de la corriente diferencial.
Las primeras tres alternativas están prácticamente en desuso debido a problemas
de sensibilidad, y por los excesivos tiempos de operación, ya que en algunos esquemas
se introduce un retardo de tiempo para desensibilizar la protección durante la conexión
del transformador; el problema es que este retardo de tiempo permite la operación para
fallas internas que estén presentes al conectar el transformador.

9-19
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

A continuación de describen los métodos de protección diferencial de


transformadores basados en los armónicos y la forma de onda de la corriente diferencial.

9.6.1 Utilización de los armónicos de la comente diferencial como base para la


retención o la inhibición en el relevador

Se han desarrollado diversos relevadores diferenciales en que se separan los


armónicos presentes en la corriente diferencial y se utilizan para incrementar la
retención o para inhibir la operación del relevador. En algunos casos se utiliza solamente
el segundo armónico, en otros el total de armónicos de la corriente diferencial.
En la Fig. 9.12 se presenta el esquema de un relevador diferencial
electromecánico de retención por armónicos cuya aplicación ha dado muy buenos
resultados. El relevador cuenta con transformadores de corriente auxiliares de operación
(TCop) y de retención (TCret), cuyos primarios están conectados al esquema diferencial
en la forma acostumbrada. A la bobina de operación BO llega solamente la componente
fundamental de la corriente de operación, pues está conectada en serie con el filtro paso
bajo formado por L1 y C1. Los armónicos de esa corriente se van por el filtro compuesto
por L2 y C2, que bloquea la componente fundamental. Esos armónicos son rectificados y
realimentados a la bobina de retención BR, que también recibe la corriente normal de
retención rectificada, procedente del transformador TC ret. Cuando la corriente diferencial
es prácticamente sinusoidal, como es el caso para fallas internas, el relevador tiene un
valor normal de pendiente en su característica. Cuando la corriente diferencial contiene
armónicos (avalancha de corriente de magnetización), la retención adicional que ellos
originan incrementa la pendiente del relevador, que resulta desensibilizado, y se evita su
operación.
En las versiones estáticas de este relevador se hace la comparación de los
valores rectificados de las corrientes de operación y retención, en esquemas que por lo
general son de corrientes circulantes. En ocasiones el transformador de corriente auxiliar
de operación es saturable, para hacer variable la pendiente de la característica del
relevador (generalmente varía entre un 20% para corrientes de retención pequeñas y un
60% para corrientes grandes).
La variante de inhibición por armónicos se logra utilizando un relevador de
porcentaje diferencial y una unidad adicional, que opera cuando el segundo armónico (o
el total de armónicos) sobrepasa en valor un por ciento dado de la componente
fundamental. Los contactos del relevador diferencial y de la unidad adicional se conectan
en serie en el circuito de disparo.
Con estos relevadores pueden lograrse corrientes mínimas de operación
inferiores a la nominal del transformador (aunque no siempre menores que el 50% de
esa corriente), y tiempos de operación del orden de 15 a 30 ms.

9-20
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

9.6.2 Reconocimiento de la forma de onda de la corriente

La presencia de intervalos en que la corriente diferencial tiene valores cercanos a


cero puede tomarse como base para discriminar entre las avalanchas de corriente de
magnetización y la corriente de cortocircuito. En la Fig. 9.13 se ilustra este principio. La
corriente diferencial instantánea se aplica a un esquema de comparación de amplitud
que da salida cuando esa corriente es modularmente menor que un cierto valor
constante lop a (para ello se hace la comparación con + l op a y - lop a). Los pulsos de salida
del esquema tienen una duración tsc (o t’sc), que es representativa del intervalo sin
corriente. En la Fig. 9.13a se presenta la operación para un caso de avalancha de
corriente de magnetización, y en la Fig. 9.13b, para falla interna. La comparación de la
duración de esos pulsos con un tiempo dado (que debe ser un valor intermedio entre t, y
t..) permite discriminar entre una y otra condición, y emitir una señal de inhibición, o,
negándola, una de operación.
Otra alternativa de este mismo principio es comparar durante un ciclo el área de
los semiciclos positivos (A+) y negativos (A-) de la corriente diferencial; es evidente que
en una avalancha de magnetización (Fig. 9.13a) A+ > A- (o A+ < A- si la componente
aperiódica es negativa) mientras que para una falla interna A+ = A-. Por lo tanto, es
puede generar una señal de bloqueo o disparo a partir de una lógica sencilla.
En un relevador basado en este principio que se encuentra en explotación, se
combina un bloqueo por corriente directa basado en la forma de onda de la corriente

9-21
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

diferencial, con una retención por armónicos pares y un bloqueo por la quinta armónica
presente en la corriente diferencial. La implementación del bloqueo por corriente directa
asegura la inmunidad del relevador a las avalanchas de corriente de magnetización en
los casos en que la corriente es prácticamente simétrica (Fig. 9.10b). Este relevador
tiene buena sensibilidad y alta velocidad de operación.

9.7 PROTECCIÓN POR DETECCIÓN DE GAS O DE INCREMENTO DE PRESIÓN

Cuando ocurre un cortocircuito en el interior del tanque de un transformador tiene


lugar la formación de gases por la descomposición del aceite y otros materiales aislantes
bajo la acción del arco eléctrico y de otros factores. La propia generación de gases o el
incremento de presión resultante en el interior del tanque pueden ser utilizados como
base para la protección contra estos cortocircuitos.
Los relevadores basados en la detección de gases, también denominados
relevadores Buchholz, se aplican a transformadores que tienen el tanque totalmente
lleno de aceite, y que poseen adicionalmente un tanque conservador. El relevador se
instala en el tubo que conecta el tanque del transformador y el tanque conservador,
como se muestra en la Fig. 9.14a. El diagrama esquemático de una variante constructiva
típica del relevador se muestra en la Fig. 9.14b. Posee un elemento (1), que responde a
la acumulación lenta de gases (al volumen de gases), y un elemento (2), que responde a
la velocidad de la formación de los gases, la que se determina indirectamente por la
velocidad de desplazamiento del aceite por el tubo hacia el tanque expansionador. El
elemento de acumulación de gases tiene un flotante F, que, a través de una armadura
pivotada en un punto, controla la posición de un contacto de mercurio C. En régimen
normal la cámara del relevador está totalmente llena de aceite, y el flotante tiene una
posición tal, que el contacto está abierto. Cuando ocurre una falla pequeña en el interior
del tanque del transformador, las burbujas de gas generadas son atrapadas en la

9-22
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

cámara del relevador, donde comienza a bajar el nivel del aceite; el flotante F inicia el
descenso, hasta que tiene lugar el cierre del contacto C, que por lo general se utiliza
para emitir una señal de alarma. La reposición manual del relevador se hace dejando
escapar los gases a través de la válvula V. Es conveniente analizar esos gases para
determinar el tipo de falla que ha ocurrido en el transformador, pues su composición está
relacionada con la causa de la falla.
El elemento de velocidad de formación de gases consta de una compuerta móvil
CM pivotada en un punto, que controla la posición de un contacto de mercurio C'. En
régimen normal el contacto está abierto, pero cuando ocurre un cortocircuito intenso en
el interior del tanque del transformador, la generación violenta de gases provoca un
desplazamiento rápido del aceite a través del relevador, la compuerta CM cambia de
posición, y provoca el cierre del contacto C'. Por lo general se dispone que la operación
de este elemento origine la salida de servicio del transformador.
Los relevadores basados en el incremento de presión se aplican a
transformadores sin tanque conservador. En estos transformadores el tanque no está
totalmente lleno de aceite, sino que por lo general contiene además un gas noble. El
relevador se coloca en la parte superior del transformador (Fig. 9.14c), y tiene en su
interior un elemento que responde al incremento de la presión en el gas o el aceite, y
provoca el cierre de un contacto. El relevador es sensible a fallas pequeñas, y tiene una
característica de tiempo inverso, con valores de tiempo de operación comprendidos
entre unos 10 y 600 ms, dependiendo de la magnitud de la falla. Por lo general se
dispone que el relevador provoque la desconexión del transformador.

Los relevadores de detección de gas o de incremento de presión son más


sensibles que la protección diferencial, pues son capaces de detectar fallas muy
pequeñas, pero no responden a cortocircuitos externos al tanque del transformador (en
sus terminales, por ejemplo), que están dentro de la zona de la protección diferencial.
9-23
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

Por esta razón estos relevadores se aplican como complemento de los diferenciales (o
los de sobrecorriente en transformadores pequeños). Algunos especialistas consideran
que cuando se dispone de relevadores de detección de gas o de incremento de presión
la protección diferencial puede tener menor sensibilidad, con lo que se reduce la
probabilidad de operación incorrecta por la avalancha de corriente de magnetización;
incluso se recomienda que, si al poner en servicio un transformador opera la protección
diferencial y no lo hace la otra, se intente de nuevo la conexión, pues la operación puede
haber sido incorrecta.
Los relevadores de detección de gas o de incremento de presión pueden operar
incorrectamente por efecto de las vibraciones, lo que debe tenerse en cuenta al
aplicarlos en esquemas que provocan la desconexión del transformador y al analizar la
operación de esos esquemas.

9.8 DISPARO TRANSFERIDO

En ocasiones por razones económicas se omite el interruptor del lado de alto


voltaje de un transformador en subestaciones reductoras en casos en que una línea
termina en un transformador (Fig. 9.15a), o en que el transformador se conecta como
derivación a una línea con alimentación por ambos extremos (Fig. 9.15b). En
transformadores de capacidades relativamente pequeñas la protección se brinda en esos
casos con fusibles instalados por el lado de alta. Excepcionalmente se omiten los
fusibles y se protege el transformador con los relevadores de la propia línea,
sacrificando la sensibilidad y la velocidad de operación.

Sin embargo, en transformadores de cierta capacidad no es recomendable la


protección por fusibles, y la protección de la línea no tiene la sensibilidad suficiente para
detectar fallas entre vueltas en el interior del transformador. En este caso es conveniente

9-24
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

instalar una protección diferencial que, al operar, provoque el disparo del interruptor
(Fig. 9.15a) o los interruptores (Fig. 9.15b) de la línea. Esto se conoce como disparo
transferido, y existen distintos métodos para lograrlo.
Un método consiste en provocar artificialmente un cortocircuito en el lado de alto
voltaje del transformador cuando tiene lugar la operación de la protección diferencial,
para provocar el disparo de los interruptores de la línea. Para ello se utiliza un tipo
especial de desconectivo en aire que se cierra por efecto de un muelle y que puede ser
accionado eléctricamente, de modo que con la operación de la protección diferencial se
puede lograr su cierre. La práctica más común consiste en provocar el cortocircuito de
una línea a tierra (el dispositivo se representa por S en la Fig. 9.15), aunque
excepcionalmente se provoca el trifásico a tierra (o el bifásico en algunos países).
La variante del cortocircuito trifásico tiene la ventaja de la redundancia (pueden
fallar de operar uno o dos desconectivos y aún se provoca la desconexión del
transformador) y la velocidad de operación, pues desde que se aplica la falla trifásica a
tierra el voltaje cae a cero y el transformador deja de sufrir los efectos de su falla interna.
Sin embargo, esta variante implica la aplicación intencional de una falla muy violenta al
sistema, es más costosa, y acorta los plazos de mantenimiento de los interruptores. En
ocasiones se aplica cuando la línea tiene recierre automático, pues protege al
transformador de conexiones sucesivas con la falla interna presente.
La variante del cortocircuito de una fase a tierra es más utilizada por su bajo
costo y por imponer al sistema un cortocircuito menos peligroso, pero la falla interna del
transformador se mantiene presente hasta que operan los interruptores de la línea, lo
que puede representar un retardo del orden de medio segundo. Cuando hay recierre
automático, es conveniente añadir otro desconectivo especial en el lado de alta del
transformador, que se abre automáticamente durante la primera pausa sin corriente del
recierre, para evitar su reconexión con la falla interna presente.
Un segundo método de disparo transferido de los interruptores de la línea
consiste en utilizar un canal de comunicación para transmitir la señal. Puede utilizarse
cualquiera de los canales descritos en el Capítulo 7. Este método tiene por ventajas su
alta velocidad y la posibilidad de bloqueo del recierre de los interruptores, pero es
costoso y requiere una gran seguridad para evitar la operación incorrecta por señales
externas al canal. En este caso no puede mejorarse la seguridad con la utilización de
detectores de falla, pues los cortocircuitos internos en el transformador son por lo
general pequeños.
Un tercer método consiste en instalar en el lado de alto voltaje del transformador
un interruptor de capacidad de interrupción reducida, o un desconectivo en aire con
cierta capacidad interruptiva, que disparan con retardo de tiempo por acción de la
protección diferencial, de modo que sean más lentos que la protección de la línea. De
esta forma, las fallas internas grandes en el transformador son eliminadas por la
protección de la línea, y las pequeñas, que caen dentro de la capacidad de interrupción

9-25
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

del interruptor o desconectivo del transformador, son eliminadas por éste. Este método
no ha tenido una gran difusión hasta el momento.

9.9 PROTECCIÓN DE SOBRECORRIENTE DE TRANSFORMADORES

La protección de sobrecorriente es aplicable en transformadores de capacidades


relativamente pequeñas (menores de unos 5 a 10 MVA), en que no se justifica
económicamente la protección diferencial. Esta protección puede brindarse con fusibles
o con relevadores de sobrecorriente, es sencilla y de bajo costo, pero es menos sensible
y más lenta que la diferencial.
La protección de sobrecorriente, por ser de selectividad relativa, responde
también a las fallas externas al transformador, de modo que realiza la doble función de
protección primaria y de respaldo contra fallas externas. Como protección primaria debe
operar en un tiempo pequeño para fallas internas, y como protección de respaldo debe
tener retardo de tiempo para coordinar con las protecciones de las líneas que salen del
transformador. Adicionalmente, debe proteger al transformador contra el posible daño
térmico o mecánico para fallas externas, por lo que su característica tiempo-corriente
debe coordinar con la de daño del transformador. En el caso de la utilización de fusibles,
es difícil cumplir con todos estos requerimientos y es necesario buscar soluciones de
compromiso. Los relevadores de sobrecorriente brindan una mejor protección, pues
permiten utilizar un elemento instantáneo y otro con retardo de tiempo. Este último es
recomendable que sea de tiempo inverso para facilitar la coordinación con los demás
dispositivos y con la curva de daño del transformador, aunque en algunos países se
utilizan protecciones de tiempo constante para esta función.
El elemento instantáneo de la protección de sobrecorriente de un transformador
no debe operar para la falla externa máxima. Por tanto, su corriente de arranque se
selecciona considerando como falla externa máxima la trifásica limpia en la barra de bajo
voltaje del transformador. Es necesario adicionalmente comprobar si el valor así
calculado es menor que la corriente transitoria de restablecimiento del servicio después
de una interrupción prolongada, y que la avalancha de corriente de magnetización (a
menos que el relevador sea insensible a los armónicos).
El cálculo de los parámetros de ajuste del elemento con retardo de tiempo de la
protección de sobrecorriente del transformador debe hacerse siguiendo los criterios del
Capítulo 4 en su versión de tiempo inverso. Adicionalmente es necesario lograr la
coordinación en tiempo con la curva de daño del transformador, para lo que resulta más
apropiada la característica de tiempo inverso. También en este caso es conveniente
cerciorarse de que no hay operación incorrecta por efecto de la avalancha de corriente
de magnetización o de la corriente transitoria de restablecimiento de servicio. Estos
mismos criterios son aplicables a la selección del fusible para la protección del
transformador.

9-26
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

En caso de que el transformador esté conectado a más de una fuente de


generación (en sus distintos niveles de voltaje), puede ser necesario añadir
direccionalidad a la protección de sobrecorriente para garantizar su selectividad para
fallas externas.

9.10 RESPALDO PARA FALLAS EXTERNAS

Esta protección es necesaria en transformadores que tienen protección


diferencial, y puede ser de sobrecorriente o de distancia, en dependencia del tipo de
protección que tienen las líneas de salida del transformador. Una excepción son los
transformadores que forman parte de bloques generador-transformador, que son
protegidos contra fallas externas por la protección de respaldo del generador.

En la Fig. 9.16 se presenta una disposición típica de la protección de respaldo


para fallas externas en transformadores (válida para sobrecorriente o distancia). Cada
relevador actúa sobre el o los interruptores del lado de la falla externa, y recibe las
señales provenientes de ese propio lado. Con ello se garantiza una mayor sensibilidad,
pero no se brinda un respaldo adicional a la protección primaria del propio
transformador. Si hay fuentes de generación conectadas a distintos devanados del
transformador, las protecciones de respaldo correspondientes deben ser direccionales
(de sobrecorriente o de distancia, según el caso), como se muestra en la Fig. 9.16b.

9.11 PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES DE REGULACIÓN

Los transformadores de regulación son equipos que insertan un voltaje regulado


en una línea en fase con el voltaje de fase (transformadores de regulación de voltaje) o
en cuadratura con éste (transformadores reguladores de ángulo de fase); estos últimos

9-27
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

se utilizan para el control de flujos de potencia en enlaces de sistemas interconectados.


Ambos tipos de transformadores constan de una unidad serie y otra de excitación,
dispuestas sobre dos núcleos independientes (como mínimo) y en tanques separados.
La unidad de excitación puede estar conectada en delta o en estrella, y la unidad serie
puede constar de uno o dos elementos iguales, por lo que existe una gran diversidad de
configuraciones y de esquemas de protección posibles.
En los transformadores de regulación de voltaje la protección se puede brindar
con relevadores de porcentaje diferencial. Es conveniente proteger con relevadores
independientes las unidades serie y de excitación, pues la corriente nominal de la
primera es muy superior a la de la segunda, y una protección diferencial única tiene poca
sensibilidad para proteger adecuadamente la unidad de excitación.
En los transformadores reguladores de ángulo de fase es difícil aplicar
relevadores de porcentaje diferencial, debido al defasaje variable existente entre las
corrientes en sus terminales. Un defasaje de unos 10º entre las corrientes implica una
pendiente mínima del orden del 40% para evitar el disparo incorrecto, y defasajes
mayores requieren reducir aún más la sensibilidad del relevador. En esos casos, que son
los más comunes, la protección puede basarse en los relevadores de detección de gases
o de incremento de presión, complementados por relevadores de sobrecorriente como
respaldo.

9.12 PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES DE PUESTA A TIERRA

Para hacer el aterrizamiento de sistemas con conexión delta de generadores y


transformadores se utilizan transformadores de puesta a tierra, que pueden ser bancos
(o transformadores trifásicos) con conexión estrella aterrizada-delta o zig-zag con neutro
aterrizado. En ambos casos el banco constituye un paso de baja impedancia a la
corriente de secuencia cero (a la que presenta la impedancia de dispersión de esa
secuencia), y una impedancia muy alta (la de magnetización) a las componentes de
secuencias positivas y negativa.
En la Fig. 9.17a se presenta un esquema de protección de sobrecorriente,
aplicable a cualquiera de los dos tipos de bancos de puesta a tierra. Los relevadores de
sobrecorriente de fase están conectados en las líneas de la delta formada por los
transformadores de corriente, por lo que no les llega la corriente de secuencia cero. Para
fallas externas a tierra (las únicas a las que el banco puede contribuir) no circula
corriente por los relevadores de fase. Por tanto, estos relevadores solamente responden
a fallas internas en el banco. El relevados de tierra está conectado dentro de la delta,
por lo que detecta la corriente de secuencia cero, y constituye el respaldo para fallas
externas a tierra. Otra alternativa para este respaldo consiste en conectar un relevador
de sobrecorriente en un transformador de corriente colocado en el neutro del banco (ver
Fig. 9.17a).

9-28
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

La protección diferencial de secuencia cero (ver sección 9.2) es también aplicable


a los transformadores de puesta a tierra, como se muestra en la Fig. 9.17b. En el
esquema se incluye también un relevador de sobrecorriente de tierra como respaldo para
fallas externas.

Las protecciones de sobrecorriente y diferencial tienen por lo general limitaciones


de sensibilidad para detectar fallas entre vueltas en los transformadores de puesta a
tierra, ya que las corrientes pueden estar circulando por impedancias de magnetización.
Por ello es muy conveniente complementarlas con protecciones por detección de gases
o de incremento de presión.

9.13 PROTECCIÓN DE REACTORES EN DERIVACIÓN

Los reactores tienen diversas aplicaciones en los sistemas eléctricos de potencia.


Pueden servir para limitar las corrientes de cortocircuito al conectarlos en serie en las
fases o en el neutro. Se utilizan también para compensar la reactancia capacitiva de las
líneas de transmisión, conectándolos en derivación en sus terminales, con lo que se
regula el voltaje. Sirven también como filtros de armónicos.
Los reactores en derivación pueden ser de tipo seco, o en aceite. Los primeros
son monofásicos, de núcleo de aire y de voltajes nominales del orden de 34.5 kV. Los
reactores en aceite pueden ser monófasicos o trifásicos, con capacidades y voltajes
nominales elevados, y muy semejantes en su aspecto exterior a un transformador. Las
fallas típicas de los reactores en derivación son los cortocircuitos internos (entre fases o
a tierra) y las fallas entre vueltas.

9-29
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

Los reactores en derivación pueden conectarse: a) Directamente (sin interruptor)


a una línea de transmisión. b) En el terciario de un transformador que esté conectado
directamente a una línea de transmisión. c) A una barra, que es el caso menos
frecuente. La conexión directa de los reactores a las líneas de transmisión es
recomendable porque la operación de la línea sin el reactor puede dar lugar a
sobrevoltajes elevados si hay pérdida de transferencia de potencia, como ocurre al
abrirse un extremo de la línea; el neutro del reactor se pone a tierra sólidamente o a
través de un reactor de baja impedancia. Cuando el reactor está conectado en el
terciario de un transformador, para fallas en el reactor las corrientes en los otros
devanados del transformador son por lo general pequeñas. Esto hace recomendable
instalar un interruptor al reactor para una mejor protección, pero la desconexión del
reactor con la línea en servicio puede ser causa de sobrevoltajes. El reactor que se
instala en el terciario de un transformador por lo general se conecta en estrella sin
aterrizar. Esta es la conexión usual de los reactores de tipo seco.
Los reactores conectados a las líneas quedan incluidos en su zona de protección,
pero por lo general los relevadores de la línea no tienen la sensibilidad necesaria para
proteger adecuadamente a los reactores. Es recomendable disponer de una protección
independiente para el reactor, que inicie el disparo transferido de los terminales de la
línea. Un desconectivo en aire de operación manual o automática puede aislar el reactor
después del disparo de la línea; la operación automática puede ser conveniente cuando
en la línea hay recierre automático. Es necesario en esos casos tener en cuenta la
posibilidad de sobrevoltajes por operación de la línea sin el reactor.
Los reactores conectados en el terciario de un transformador caen en su zona de
protección, pero también en este caso es recomendable una protección independiente
para mayor sensibilidad. La existencia de interruptor en el reactor permite sacarlo de
servicio sin afectar el transformador, pero hay riesgo de sobrevoltaje.
En cualquiera de los dos casos anteriores la protección independiente del reactor
puede brindarse con: a) Relevadores diferenciales. b) Relevadores de sobrecorriente. c)
Relevadores de detección de gases o de incremento de presión.
La protección de reactores en derivación con relevadores diferenciales puede
hacerse con esquemas como los aplicables en generadores, y con relevadores de
generadores. Ello se debe a que no hay los problemas de conexión estrella-delta o de
corriente de magnetización presentes en transformadores. En este caso la corriente de
magnetización pasa a través del esquema diferencial, y no lo afecta. Puede utilizarse,
por ejemplo, el esquema de la Fig. 8.3, añadiéndole opcionalmente un relevador de
sobrecorriente conectado a un transformador de corriente en el neutro del reactor, como
respaldo para fallas a tierra. Otro esquema aplicable es el de la Fig. 8.4; en ese caso es
recomendable intercalar relevadores de sobrecorriente en las fases de la estrella de los
transformadores de corriente, como protección primaria de fase, para no tener que
esperar a que la falla se extienda a tierra, en caso de haberse iniciado entre fases. Ello
no es necesario si el reactor está formado por tres unidades monofásicas.

9-30
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

La protección de reactores en derivación con relevadores de sobrecorriente se


hace conectando en estrella los transformadores de corriente y colocando tres (o dos)
relevadores de fase y uno de tierra, según el esquema de la Fig. 4.1. En la protección de
fase el elemento de tiempo inverso puede ajustarse a 1.5 veces la corriente nominal del
reactor, y el instantáneo a unas 5 veces esa corriente. En la protección de tierra pueden
tenerse valores de arranque más bajos para ambos elementos, pero cuidando de que no
operen para la corriente de secuencia cero correspondiente a la contribución del reactor
a una falla externa a tierra.
La protección por detección de gases o de incremento de presión es altamente
recomendable como complemento de cualquiera de las dos anteriores en el caso de los
reactores en aceite. Ello permite detectar fallas entre vueltas que normalmente escapan
a la sensibilidad de las protecciones de sobrecorriente o diferenciales. En los reactores
de tipo seco esta protección no es aplicable, y la protección efectiva contra fallas entre
vueltas es difícil de lograr. Se han hecho intentos utilizando la corriente de secuencia
negativa, pero sin alcanzar la sensibilidad necesaria. La utilización de relevadores de
distancia puede dar buenos resultados, debido al cambio que experimenta la impedancia
del reactor con la falla entre vueltas. Otra alternativa es comparar el voltaje que hay
entre el neutro (aislado de tierra) del reactor y tierra, con el voltaje que hay en el resistor
de puesta a tierra del sistema (si existe). La falla entre vueltas en una fase del reactor da
lugar a una diferencia entre esos voltajes.

9.14 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[2] W. K. Sonnemann, C. L. Wagner, G. D. Rockefeller, "Magnetizing inrush
phenomenon in transformer banks," AIEE Transactions Part III, vol. 77, October
1958, pp. 884-892.
[3] IEEE/PES Power System Relaying Committee, "Shunt reactor protection
practices," IEEE Transactions on Power Apparatus and Systems, PAS 103, 1984,
pp. 1970-1976.
[4] IEEE/PES Power System Relaying Committee, IEEE guide for protective relay
applications to power transformers, ANSI/IEEE C37.91, 1985.
[5] W. A. Elmore, Protective Relay, Theory and Applications, Coral Springs: Marcel
Dekker, 1994.
[6] S. H. Horowitz, A. G. Phadke, Power System Relaying, Somerset: Research
Studies Press LTD., 1995.
[7] J. L. Blackburn, Protective Relaying, New York: Marcel Dekker, 1998.
[8] S. E. Zocholl, A. Guzman, D. Hou, "Transformer modeling as applied to differential
protection," SEL paper, disponible en http://www.selinc.com.

9-31
PROTECCIÓN DE TRANSFORMADORES Y REACTORES

[9] A. Guzman, G. Benmouyal, S. E. Zocholl, H. J. Altuve, "Performance analysis of


traditional and improved transformer differential protective relays," SEL paper,
disponible en http://www.selinc.com.

9-32
PROTECCIÓN DE BARRAS

CAPÍTULO 10

PROTECCIÓN DE BARRAS

10.1 INTRODUCCIÓN

Las barras son los nodos de interconexión de los diferentes elementos de un


sistema eléctrico de potencia. Las fallas que pueden ocurrir en ellas son cortocircuitos
entre fases o a tierra, o contactos con tierra en el caso de las redes con neutro aislado o
aterrizamiento resonante. Entre las causas más comunes de fallas en barras están:
fallos de los equipos, rotura de aisladores, contactos de animales o de objetos extraños,
y contaminación.
Las fallas en barras son poco frecuentes, pero dan lugar a grandes afectaciones
en el servicio eléctrico por la cantidad de circuitos que se desconectan, y comprometen
seriamente la estabilidad del sistema (sobre todo en el caso de las barras de la red de
transmisión).
En la protección de barras se confrontan los problemas más serios de saturación
de los transformadores de corriente. Ello se debe a que para fallas externas el
transformador de corriente de la línea fallada recibe la corriente total de contribución de
la barra a la falla, mientras que por los restantes transformadores circulan solamente las
contribuciones individuales de las respectivas fuentes de generación. Estas corrientes
dan lugar a grandes diferencias en los niveles de saturación en los transformadores de
corriente, y provocan valores relativamente altos de la corriente de error del esquema, si
es de tipo diferencial. En resumen, el problema de la protección de barras consiste en
lograr tiempos reducidos de eliminación de los cortocircuitos, en condiciones de
saturación probablemente severa de los transformadores de corriente.
En la protección de barras han tenido gran aplicación las protecciones
diferenciales, aunque también se han utilizado protecciones con otros principios de
operación. Existen diversos métodos para evitar la operación incorrecta de los
relevadores diferenciales por efecto de la saturación de los transformadores de corriente.
De esos métodos, los más aplicables en los esquemas de protección de barras son los
de utilización de relevadores de porcentaje diferencial y de relevadores diferenciales de
alta impedancia. Han encontrado también cierta aplicación otros métodos, tales como:
utilización de transformadores de corriente con núcleo de aire (acopiadores lineales);

10-1
PROTECCIÓN DE BARRAS

operación de la protección antes que ocurra la saturación de los transformadores de


corriente; utilización de la componente aperiódica de la corriente de desbalance para
insensibilizar la protección diferencial.

10.2 CORRIENTE DIFERENCIAL DE ERROR EN RÉGIMEN DE SATURACIÓN


SEVERA DE UN TRANSFORMADOR DE CORRIENTE

En la Fig. 10.1 se presenta el esquema más simple posible de protección


diferencial para una barra de cuatro salidas de configuración sencilla. Se muestran
también las corrientes que circulan para la falla externa F en una de las líneas,
suponiendo que hay generación en todas las líneas no falladas.

En este caso el transformador TC4 tiene mucho mayor tendencia a la saturación


que los tres restantes del esquema. El valor máximo posible de la corriente diferencial de
error ocurre cuando TC 4 se satura completamente, y los otros transformadores de
corriente no se saturan. En la Fig. 10.2 se muestra un circuito equivalente
correspondiente a esta situación. Los transformadores TC 1, TC2 y TC3 se comportan
como fuentes de corriente ideales; el transformador TC4 se supone tan saturado, que su
impedancia de magnetización es cero (se desprecia la impedancia de núcleo de aire del
transformador). La resistencia Rs incluye la del devanado secundario de TC 4 y la de sus
terminales. R c es la resistencia de los conductores tendidos entre el transformador TC 4 y
el punto de unión en paralelo de todos los transformadores de corriente en el patio de la
subestación. Para fallas entre fases el valor de R c. es el de la resistencia de un solo
conductor, mientras que para fallas a tierra R c incluye las resistencia de los dos
conductores (ida y retorno). R d es la resistencia de la rama diferencial del esquema.

10-2
PROTECCIÓN DE BARRAS

La corriente diferencial de error del esquema está dada por:

Rc + Rs I (10.1)
Id =
Rc + Rs + Rd ntc

De la ecuación (10.1) puede verse que Id disminuye con el aumento de R, y con la


disminución de Rc + Rs. Esto constituye el fundamento del método de protección
diferencial de alta impedancia (ver sección 10.4). Por otra parte, para mantener R c, en
valores pequeños es conveniente hacer la conexión en paralelo de los transformadores
de corriente en un punto del patio de la subestación que sea aproximadamente
equidistante a todos ellos. De no aplicarse este criterio, el transformador de corriente
más alejado (el de mayor Rc) dará los mayores valores de Id al saturarse. Otra
recomendación es utilizar conductores del mayor calibre posible dentro de los límites
económicos. Esto, además, aumenta la fiabilidad de esquema diferencial, pues reduce la
probabilidad de que se abra el circuito de un transformador de corriente por rotura de un
conductor.
En realidad la corriente Id tiene un valor menor que el calculado por la ecuación
(10.1), pues el transformador de corriente de la línea fallada no se satura
completamente, y los restantes experimentan una cierta saturación. Esto es cierto sobre
todo cuando se mantiene baja la carga de los transformadores de corriente, y sus
relaciones de transformación se seleccionan de modo que la corriente de cortocircuito
externo máximo no sobrepase un valor del orden de 20 veces la corriente nominal del
transformador de corriente. Sin embargo, la ecuación (10.1) puede servir como base
para el cálculo de Id, y el resultado tiene un cierto factor de seguridad.

10-3
PROTECCIÓN DE BARRAS

10.3 PROTECCIÓN DE PORCENTAJE DIFERENCIAL

En la Fig. 10.3a se muestra el esquema de la protección de una barra sencilla de


cuatro salidas utilizando un relevador de porcentaje diferencial. Se ha supuesto que hay
fuentes de generación en todas las líneas, por lo que se requiere un relevador con
cuatro elementos de retención. Los transformadores de corriente de las líneas que no
tienen fuentes de generación o que tienen fuentes de capacidades muy pequeñas
pueden unirse en paralelo por secundario, y conectarse a un solo elemento de retención
(ver Fig. 10.3b). La cantidad de transformadores de corriente que pueden conectarse en
paralelo depende de la corriente nominal del elemento de retención del relevador, que
puede ser del orden de 15 A. Un inconveniente de este esquema es que se requiere
llevar a la caseta de control de la subestación (donde está el relevador) los conductores
de conexión de todos los transformadores de corriente.

Los relevadores de porcentaje diferencial para protección de barras tienen por lo


general seis elementos de retención. Si la barra tiene más circuitos es necesario utilizar
más de un relevador por fase. Se trata de relevadores con características de pendiente
variable, para lograr una mayor inmunidad a la corriente diferencial de error. Cuando se
toman medidas para mantener baja la carga de los transformadores de corriente y se
seleccionan adecuadamente sus relaciones de transformación (para que la corriente de
falla no pase de 20 veces la nominal), los relevadores de porcentaje diferencial dan
buenos resultados, e incluso no se hace por lo general el cálculo de su pendiente. Ello,

10-4
PROTECCIÓN DE BARRAS

por supuesto, no es recomendable cuando es de esperar un nivel alto de saturación en


los transformadores de corriente. En ese caso pudiera utilizarse el método de cálculo
asociado con el circuito equivalente de la Fig. 10.2, teniendo presente que el resultado
es muy conservador. El circuito hay en ese caso que modificarlo insertando los
elementos de retención del relevador en serie con los transformadores de corriente. El
tiempo de operación de los relevadores electromecánicos de porcentaje diferencial de
protección de barras (que son por lo general de inducción electromagnética, con dos
discos acoplados a un mismo eje) es del orden de 50 a 100 ms, lo que resulta excesivo
para las barras de la red de transmisión. Sin embargo, en relevadores digitales se logran
tiempos más reducidos, aún antes de que se manifieste por secundario la saturación de
los transformadores de corriente.

10.4 PROTECCIÓN DIFERENCIAL DE ALTA IMPEDANCIA

Esta protección se basa en el hecho de que la corriente diferencial de error es


pequeña cuando el valor de R d es elevado, como puede verse en la ecuación (10.1).
Para lograr un valor alto de Rd se coloca un relevador de sobrevoltaje en la rama
diferencial. En la Fig. 10.4 se muestra el diagrama esquemático de la protección; el
relevador de sobrevoltaje (RSV) está conectado en la rama diferencial, en serie con un
filtro LC sintonizado a la frecuencia fundamental. Con esto se reduce la tendencia a la
operación del relevador por efecto de la componente aperiódica y los armónicos que
pueden estar presentes cuando hay saturación severa de un transformador de corriente.
Cuando ocurre una falla externa y un transformador se satura severamente, es válido el
circuito equivalente de la Fig. 10.2, y la corriente Id es pequeña, debido al valor alto de
Rd. Para fallas internas, en que hay poca diferencia entre los niveles de corriente de los
transformadores de corriente, todos entregan corriente por secundario, que al pasar por
R provocan valores peligrosamente elevados de voltaje. Para proteger el esquema y al
personal se coloca un limitador de voltaje LV en paralelo con la rama diferencial. Este
limitador es por lo general un varistor. En serie con LV se coloca un relevador de
sobrecorriente instantáneo RSC para acelerar la operación del esquema para fallas
internas de altos valores de corriente; esto, además, implica cierta redundancia en el
relevador, y eleva su fiabilidad.
El cálculo del voltaje mínimo de arranque Va del relevador de sobrevoltaje puede
hacerse considerando R d >> Rc + Rs, es decir:

I
Va ≥ k (Rc + Rs) (10.2)
ntc
donde k es una constante de valor menor que la unidad, que tiene en cuenta el hecho de
que el transformador de corriente de la línea fallada no se satura completamente, y que
los demás transformadores experimentan cierta saturación. Los fabricantes por lo

10-5
PROTECCIÓN DE BARRAS

general suministran información para determinar el valor de k para cada esquema


concreto, a partir de los datos de los transformadores de corriente.

Para la determinación de la corriente de arranque del relevador de sobrecorriente


instantáneo es necesario utilizar también la información de fabricante referente a la
característica V = f(I) del limitador de voltaje, que es un elemento no lineal.
El esquema de protección diferencial de alta impedancia requiere que el valor de
Rc + Rs sea pequeño. Ello hace recomendable utilizar transformadores de corriente de
resistencia de secundario baja, y hacer la conexión en paralelo de todos los
transformadores en un punto equidistante de todos ellos. Los transformadores de
corriente deben tener iguales relaciones de transformación para evitar la necesidad de
utilizar transformadores de corriente auxiliares. Este esquema tiene tiempos de
operación de 8 a 16 ms cuando tiene relevador de sobrecorriente instantáneo, y de 20 a
30 ms cuando no lo tiene. Esto, unido a su simplicidad y fiabilidad, hacen que tenga
amplia aplicación en distintos países.

10.5 PROTECCIÓN DIFERENCIAL DE VOLTAJE CON ACOPLADORES LINEALES

La utilización de transformadores de corriente con núcleo de aire o con


entrehierro constituye una solución al problema de los errores por saturación en los
esquemas de protección diferencial de barras. Han encontrado aplicación práctica los
esquemas basados en transformadores con núcleo de aire, también conocidos como
acopiadores lineales.
Un acopiador lineal consiste en un devanado dispuesto sobre un núcleo toroidal
de material no ferromagnético, que es el devanado secundario; el primario está formado
por el propio conductor de la fase de la línea, que se hace pasar por el interior del
toroide. Dado el bajo nivel de acoplamiento magnético entre primario y secundario, éste
tiene un número de vueltas elevado y se comporta como un devanado de potencial, de

10-6
PROTECCIÓN DE BARRAS

modo que el acopiador lineal hace una conversión corriente-voltaje. El régimen normal
de operación es con baja corriente de carga por secundario, y el ideal, en circuito
abierto. El voltaje secundario está dado por:

V2 = j ω M I1 (10.3)

donde ω M es del orden de 0.005 ohm a 60 Hz, de modo que el voltaje de salida
aumenta 5 V por cada incremento de 1000 A de la corriente primaria. La característica
V2 = f(l1) es una línea recta. El acopiador lineal transforma mal la componente aperiódica
de la corriente y bien las de alterna, incluyendo todos los armónicos superiores. Por esta
razón el voltaje secundario está prácticamente libre de componente aperiódica, lo que
representa una ventaja para la protección, pero cuando en las señales del sistema
primario hay un contenido de armónicos apreciable, puede ser necesario algún tipo de
limitador de voltaje para los armónicos, pues para ellos ω M es más elevado que para la
componente fundamental.

En la Fig. 10.5 se muestra el esquema de una protección diferencial de voltaje de


barras a base de acopiadores lineales. El voltaje aplicado al relevador de sobrevoltaje
RSV está dado en el caso general por:

Vr = VI + VII + ... + Vn (10.4)

Ese voltaje es prácticamente cero para regímenes normales o fallas externas, y


tiene un valor alto para fallas internas. Esto da un margen amplio para la selección del
voltaje de arranque del relevador.

10-7
PROTECCIÓN DE BARRAS

El esquema basado en acopiadores lineales es muy simple, fiable y de fácil


mantenimiento. Su tiempo de operación es del orden de 8 a 16 ms. Sin embargo, su
aplicación no ha sido muy extensa, debido a que los acopiadores lineales solamente
sirven para el esquema diferencial, mientras que para los demás equipos se requieren
transformadores de corriente convencionales.

10.6 PROTECCIÓN COMBINADA DE TRANSFORMADORES Y BARRAS

Cuando por razones económicas una barra y un transformador se conectan


directamente sin interruptor, es conveniente considerar la posibilidad de protegerlos en
forma conjunta con un solo relevador diferencial. En realidad la protección más sensible
se logra disponiendo un relevador independiente para cada elemento, pero es más cara,
y de todas formas ambas protecciones deben provocar la salida de servicio conjunto de
la barra y el transformador.

El caso más común es el de un transformador que alimenta varios circuitos


radiales (ver Fig. 10.6); puede omitirse el interruptor entre el transformador y la barra,
pues una falla en cualquiera de ellos interrumpe el servicio eléctrico a todos los circuitos.
La protección se brinda con un relevador diferencial de transformador (RDT) que tiene
solamente dos elementos de retención, pues pueden conectarse en paralelo los
transformadores de corriente de todos los circuitos radiales.
En la Fig. 10.7 se presenta el caso de un transformador alimentado por dos líneas
paralelas, en que también es posible omitir el interruptor entre la barra y el
transformador. En este caso no es conveniente conectar en paralelo los transformadores
de corriente de las dos líneas, pues se pierden posibilidades de retención. Es

10-8
PROTECCIÓN DE BARRAS

recomendable utilizar un relevador diferencial de transformador (RDT) con tres


elementos de retención, como se muestra en la Fig. 10.7.

Cuando el transformador está instalado en una subestación de enlace del sistema


(ver Fig. 10.8) es también posible omitir el interruptor. El esquema de protección de la
Fig. 10.7 puede aplicarse en este caso, pero su sensibilidad es por lo general
insuficiente para una protección adecuada del transformador. Ello se debe a que las
relaciones de transformación de los transformadores de corriente de las líneas están
determinadas por las transferencias de potencia, y son mayores que las
10-9
PROTECCIÓN DE BARRAS

correspondientes a la corriente nominal del transformador. En este caso es


recomendable proteger en forma independiente el transformador y la barra, con los
relevadores diferenciales de transformador (RDT) y de voltaje (RDV) respectivamente
(ver Fig. 10.8). Es conveniente que el transformador tenga dos transformadores de
corriente en sus terminales aislantes del lado de alto voltaje, para conformar el esquema
de protección.

10.7 OTROS ESQUEMAS DE PROTECCIÓN DE BARRAS

Existen otros esquemas de protección de barras, que han encontrado aplicación


limitada en la práctica, sobre todo como soluciones económicas al problema de barras
de relativamente pequeña importancia. A continuación se describen estos esquemas.

10.7.1 Protección diferencial de sobrecorriente

En la Fig. 10.1 se presenta un esquema de protección diferencial de barras con


relevadores de sobrecorriente. El cálculo de la corriente de arranque del relevador se
hace en la forma expuesta en el Capítulo 7. El valor de I puede determinarse para el
caso peor utilizando la ecuación (10.1). Este esquema tiene una sensibilidad muy
reducida, que puede elevarse algo seleccionando adecuadamente las relaciones de los
transformadores de corriente para limitar sus niveles de saturación.
La saturación por efecto de la componente aperiódica de la corriente puede
afectar seriamente la operación del esquema. Es por ello recomendable utilizar un
relevador de tiempo inverso, preferiblemente basado en el principio de inducción
electromagnética. La combinación del retardo de tiempo con la poca afectación de este
relevador por la componente aperiódica garantiza una inmunidad adecuada. Es
conveniente que la constante de tiempo de la componente aperiódica sea relativamente
pequeña, por lo que no es recomendable aplicar este esquema en barras cercanas a
grandes plantas generadoras.
Esta protección es relativamente simple, pero lenta (su tiempo típico de operación
para fallas internas es del orden de 200 a 300 ms). No es fácil determinar sus
parámetros de ajuste para cada caso particular. Es aplicable solamente en barras de
bajo voltaje de pequeña importancia en el sistema.

10.7.2 Protección por comparación direccional

Este método constituye una extensión al caso de las barras del principio de
comparación direccional aplicado en protección de líneas. Consiste en instalar
relevadores direccionales en todas las líneas en que hay fuentes de generación, y
relevadores de sobrecorriente en todos los circuitos radiales. Los relevadores
direccionales se conectan de modo que sus contactos se cierran cuando la corriente

10-10
PROTECCIÓN DE BARRAS

fluye hacia la barra; esos contactos se conectan en serie entre sí en el circuito de


disparo, y en serie con contactos normalmente cerrados de los relevadores de
sobrecorriente. Para fallas en la barra operan todos los relevadores direccionales y no
opera ninguno de los de sobrecorriente, por lo que tiene lugar el disparo de los
interruptores. Para fallas externas opera el relevador de sobrecorriente del circuito
fallado, y bloquea la operación de la protección. Por lo general se introduce cierto
retardo de tiempo para coordinar la operación de todos los relevadores del esquema.
Este esquema tiene como ventaja el ser totalmente independiente de las
características de los transformadores de corriente y sus relaciones de transformación.
Sin embargo, su costo es elevado, por el alto número de relevadores necesarios, y su
fiabilidad es relativamente baja. Requiere, además, voltaje de polarización para los
relevadores direccionales, y es necesario tender cables de conexión desde los
transformadores de corriente de cada línea, y desde el de potencial de la barra hasta la
caseta de control de la subestación. Adicionalmente, el esquema puede fallar de operar
para un cortocircuito trifásico limpio en la barra, por falta de voltaje de polarización en los
relevadores direccionales. Por todas estas razones su aplicación ha sido muy limitada.

10.7.3 Protección por puesta a tierra en un solo punto

En este método la estructura de soporte de la barra y todos sus equipos están


aislados de tierra, interconectados eléctricamente, y puestos a tierra en un solo punto.
Un relevador de sobrecorriente alimentado desde un transformador de corriente
colocado en el conductor de puesta a tierra sirve como protección contra fallas a tierra.
Para aumentar la seguridad del esquema, se añade un detector de falla, que es un
relevador de sobrecorriente alimentado desde un transformador de corriente conectado
en el neutro de un transformador o generador. El método es aplicable a barras en que,
por su construcción, la probabilidad de fallas entre fases sea muy reducida. No ha tenido
gran difusión debido a su elevado costo, a las dificultades constructivas, y a los
problemas que plantea para la protección del personal.

10.7.4 Protección diferencial parcial

Este método es una modificación de la protección diferencial de sobrecorriente,


en que se conectan en paralelo solamente los transformadores de corriente de los
circuitos en que hay fuentes de generación. Es aplicable en barras de sistemas
industriales o de algunas subestaciones de distribución, en que los circuitos radiales de
salida carecen de transformadores de corriente, o sus relaciones de transformación son
diferentes, y no pueden utilizarse para el esquema diferencial. Como al relevador de
sobrecorriente no llegan las corrientes de todas las interconexiones de la barra, el
esquema no es completamente diferencial, y responde tanto a fallas en la barra, como
en cualquiera de sus líneas de salida, de modo que hace la función de protección

10-11
PROTECCIÓN DE BARRAS

primaria de la barra y de respaldo de las líneas. En la Fig. 10.9 se representa la


aplicación de dos de estos esquemas a una barra con interruptor de enlace. Puede
comprobarse que cada esquema opera para fallas en la barra propia o en sus líneas, y
no opera para fallas en la otra barra o del lado de las fuentes de generación. Es
recomendable que los relevadores de sobrecorriente (RSC) sean del mismo tipo que los
de las líneas de salida (preferentemente ambos de tiempo inverso), y deben coordinarse
en tiempo con ellos.

Cuando todos los circuitos de salida de la barra están equipados con reactores
serie para limitación de la corriente de cortocircuito, el esquema diferencial parcial puede
conformarse a base de relevadores de distancia. Los relevadores se ajustan a una
impedancia menor que la más pequeña de los reactores, de modo que operen para fallas
en la barra, y no para fallas en las líneas de salida. Esto hace que la protección pueda
ser instantánea, pues no tiene que coordinar con las de las líneas, pero no brinda
respaldo. Este esquema es más complejo y caro que el basado en relevadores de
sobrecorriente.

10.8 INFLUENCIA DE LOS ESQUEMAS DE BARRAS SOBRE SU PROTECCIÓN


DIFERENCIAL

Hasta aquí se han estudiado los distintos métodos de protección de barras


tomando como base el esquema de barra simple. Sin embargo, existen diversos
esquemas de barras, que se diferencian por su fiabilidad, flexibilidad de operación y
costo, y que encuentran aplicación en barras de distintos niveles de voltaje y de
importancia para el sistema. A continuación se describen brevemente los esquemas
fundamentales de barras, destacando las particularidades de su protección diferencial.

10-12
PROTECCIÓN DE BARRAS

Estos esquemas se representan gráficamente por diagramas simplificados (para el caso


de una barra de cuatro salidas), en que se omiten todos los desconectivos serie que en
estado normal están cerrados, y todos los desconectivos paralelos normalmente
abiertos.

10.8.1 Barra simple

El esquema de barra simple, mostrado en la Fig. 10.10, es el más sencillo y


económico, pero el menos flexible y fiable, y se utiliza fundamentalmente en los niveles
de subtransmisión y distribución. La zona de la protección diferencial, mostrada en línea
de puntos en la Fig. 10.10, cubre totalmente la barra. La señal de voltaje para las
protecciones de las líneas (si se requiere) puede obtenerse con un solo conjunto de
transformadores de potencial (TP) conectados a la barra.

10.8.2 Barra simple con interruptor de enlace

Este esquema constituye una extensión del anterior para el caso en que hay un
número elevado de circuitos conectados a la barra (ver Fig. 10.11). Tiene mayor
flexibilidad, sobre todo en el caso en que la subestación se alimenta de dos fuentes de
suministro independientes; el interruptor de enlace puede operarse abierto o cerrado,
pero cuando se pierde una de las fuentes, todos los circuitos pueden alimentarse desde
la otra con el interruptor de enlace cerrado. La protección se brinda con dos relevadores

10-13
PROTECCIÓN DE BARRAS

diferenciales, cuyas zonas de protección se traslapan alrededor del interruptor de


enlace, como se muestra en la Fig. 10.11; una falla en una de las secciones de barra
afecta solamente el servicio eléctrico de los circuitos conectados a ella, y los restantes
circuitos no son interrumpidos. Las señales de voltaje para las protecciones de las líneas
se obtienen de transformadores de potencial conectados a ambas secciones de la barra.

10.8.3 Barra simple con barra de transferencia

La adición de una barra de transferencia a un esquema de barra simple


incrementa su flexibilidad de operación (ver Fig. 10.12). Este esquema opera con el
interruptor de transferencia normalmente abierto, y la protección diferencial es una sola,
con la zona de protección mostrada en la Fig. 10.12.

Cuando se desea sacar de servicio un interruptor para reparación o


mantenimiento, su línea se conecta a la barra de transferencia cerrando un desconectivo
normalmente abierto (y se desconecta del interruptor abriendo un desconectivo
normalmente cerrado no mostrado en la figura), y se cierra el interruptor de
transferencia. De esta forma, a la barra de transferencia se conecta un solo circuito en
cada ocasión.
La protección asociada con el interruptor de transferencia debe ser capaz de
proteger cualquiera de las líneas de salida de la barra. Para cada línea la protección
requiere determinados parámetros de ajuste, en general diferentes a los de las demás
líneas. No es práctico hacer cambios de parámetros de ajuste de la protección cada vez
que se conecta una línea diferente a la barra de transferencia, por lo que es necesario
determinar parámetros de ajuste aplicables a todas las líneas, aunque se sacrifique en
alguna medida la calidad de la protección durante el tiempo en que esté en servicio la
barra de transferencia. Si las protecciones de las líneas requieren señales de voltaje,
pueden obtenerse de transformadores de potencial conectados a la barra principal.

10-14
PROTECCIÓN DE BARRAS

10.8.4 Barra doble con interruptor de enlace

Este esquema, que se muestra en la Fig. 10.13, proporciona una gran flexibilidad
de operación. Las barras pueden operarse unidas o independientemente, cualquier línea
puede alimentarse desde cualquier barra, y una de las barras puede utilizarse como
barra de transferencia en caso de salida de servicio de algún interruptor de línea.
El inconveniente del esquema es que su flexibilidad implica la necesidad de hacer
conmutaciones en los esquemas de protección de barras y líneas, lo que los hace
complejos y afecta su fiabilidad. Para la protección de las barras se requieren dos
esquemas diferenciales; en la Fig. 10.13 se representan sus respectivas zonas de
protección para el caso en que a cada barra están conectadas dos líneas de salida. Si
una de las barras se va a utilizar como barra de transferencia, es necesario desconectar
su protección diferencial.

Las protecciones de líneas pueden recibir las señales de voltaje desde


transformadores de potencial conectados a las barras, pero ello genera la necesidad de
conmutarlas de unos a otros transformadores al cambiar la línea de una barra a otra. Es
más recomendable colocar transformadores de potencial en las líneas, pero se requiere
entonces un número mayor de transformadores.
Al igual que en el esquema de barra simple con barra de transferencia, la
protección asociada con el interruptor de enlace debe ser capaz de proteger cualquiera
de las líneas.

10-15
PROTECCIÓN DE BARRAS

10.8.5 Barra doble con esquema de interruptor doble

Este es un esquema de muy alta flexibilidad de operación (ver Fig. 10.14), y de


costo elevado. Cada línea está conectada mediante interruptores a ambas barras, y
todos los interruptores se operan cerrados. En caso de falla en cualquiera de las barras
no se interrumpe el servicio en las líneas; para falla en cualquiera de las líneas se abren
sus dos interruptores y se mantiene el servicio en el resto del esquema.
Cada barra tiene su propia protección diferencial, como se muestra en la
Fig. 10.14. Las señales de corriente para las protecciones de las líneas se obtienen de la
conexión en paralelo de los transformadores de corriente correspondientes a cada línea,
como se muestra en la Fig. 10.14. De esta forma, las protecciones de las líneas incluyen
las áreas de las barras que quedan fuera de las zonas de protección diferencial. Es
necesario disponer de transformadores de potencial en cada línea para la obtención de
las señales de voltaje de su protección.

10.8.6 Barra en anillo

En la Fig. 10.15 se representa este esquema, que proporciona una flexibilidad


elevada con un mínimo de interruptores. Para falla en una de las líneas o en la sección
de barra asociada con ella se abren los dos interruptores adyacentes, y se mantiene el
servicio en el resto del esquema. De esta forma, cada sección de barra se protege como
parte de su línea, y no se requiere protección diferencial. Las señales de corriente para
las protecciones de líneas (y secciones de barra) se obtienen de la conexión en paralelo
de los transformadores de corriente correspondientes, como se muestra en la Fig. 10.15.
Para la obtención de las señales de voltaje se requieren transformadores de potencial en
todas las líneas.

10-16
PROTECCIÓN DE BARRAS

10.8.7 Barra doble con esquema de interruptor y medio

En este esquema (ver Fig. 10.16), cada línea está conectada mediante
interruptores (que se operan normalmente cerrados) a ambas barras, pero el interruptor
central es compartido por dos líneas (de ahí la denominación de interruptor y medio). En
caso de falla en una de las barras se mantiene el servicio en las líneas, y para falla en
una línea se abren sus dos interruptores y se mantiene el servicio en el resto del
esquema. Por su flexibilidad y por el número de interruptores requeridos, este esquema
está entre el de barra en anillo y el de barra doble con esquema de interruptor doble.

10-17
PROTECCIÓN DE BARRAS

Se requieren protecciones diferenciales independientes para ambas barras, como


se muestra en la Fig. 10.16. Las señales de corriente para las protecciones de las líneas
se obtienen de transformadores de corriente conectados en paralelo; estas protecciones
incluyen las secciones de las barras que quedan fuera de las zonas de protección
diferencial. Para las señales de voltaje de las protecciones de líneas se requieren
transformadores de potencial en cada línea.

10.9 RESPALDO LOCAL

En el Capítulo 1 se definió el concepto de protección de respaldo y se expusieron


los criterios generales referentes al respaldo remoto, que es el que se brinda desde
subestaciones diferentes a aquella en que se encuentra localizada la protección
primaria. Este tipo de respaldo está asociado con las protecciones de líneas, y se
obtiene como una extensión de la protección primaria de la línea a las subestaciones y
líneas adyacentes.
En las protecciones de generadores y transformadores el respaldo de las líneas
que salen de las plantas y subestaciones es necesariamente local, pues estos elementos
constituyen puntos en que se inicia el sistema, o comienza un nuevo nivel de voltaje.
Con el crecimiento de los niveles de transferencia y de voltaje de los sistemas
eléctricos de potencia las protecciones de respaldo remoto confrontan problemas de
selectividad, sensibilidad y velocidad de operación; esto ha originado un incremento en
la aplicación de los esquemas de respaldo local. Estos esquemas constituyen realmente
un respaldo de líneas de transmisión, pero están asociados con las barras, y por esta
razón se exponen en el presente capítulo.

10.9.1 Limitaciones del respaldo remoto

En la Fig. 10.17 se representa una sección de un sistema eléctrico de potencia


que puede servir de base para ilustrar las limitaciones del respaldo remoto. Un primer
problema es de selectividad, que se pone de manifiesto si en las líneas hay cargas
intermedias (en derivación). Cuando ocurre, por ejemplo, un cortocircuito en la línea BC
y falla el interruptor 3, deben operar como respaldos las protecciones 1, 6 y 8. Si hay
cargas intermedias en las líneas AB, BD y BE, resultan también desconectadas por la
operación del respaldo remoto. Adicionalmente, el respaldo remoto provoca la
desconexión completa de la subestación B, lo que en ocasiones puede evitarse con el
respaldo local.
Otro problema del respaldo remoto es la sensibilidad. La protección 1, por
ejemplo, debe en principio alcanzar hasta las barras C, D y E, pero ello es muy difícil de
lograr por el efecto de fuente intermedia en la barra B. En la mayoría de los casos hay
que esperar a que disparen interruptores de otros terminales remotos, lo que reduce el
efecto de fuente intermedia e incrementa el alcance efectivo de la protección. En estos

10-18
PROTECCIÓN DE BARRAS

casos tiene lugar una operación secuencia) de las protecciones de respaldo. En el peor
de los casos ningún respaldo remoto detecta la falla, y no hay operación de la protección
de respaldo.

La insuficiente velocidad de operación es otra limitación del respaldo remoto. La


necesaria coordinación en tiempo con las protecciones primarias hace que el tiempo
mínimo de operación posible sea del orden de 300 a 400 ms, y con frecuencia es aún
mayor. Si hay operación secuencia) de la protección de respaldo, el tiempo total de
eliminación de la falla es muy superior.
A todos los problemas anteriormente mencionados se suma el hecho de que para
el cálculo de los parámetros de ajuste de los relevadores de respaldo remoto se requiere
tener en cuenta los niveles de cortocircuito existentes en todas las condiciones de
operación posibles del sistema.

10.9.2 Consideraciones sobre el respaldo local

El concepto de respaldo local puede explicarse para el caso del sistema de la


Fig. 10.17. Si ocurre un cortocircuito en la línea BC y el interruptor 3 falla de operar, los
relevadores de respaldo local intentan de nuevo su disparo; si el interruptor no abre (fallo
de interruptor), los relevadores primarios o de respaldo (o ambos) inician el disparo de
los interruptores 2, 5 y 7.
Una característica importante del respaldo remoto es que funciona con total
independencia de las componentes de la protección primaria, por lo que tiene una alta
fiabilidad. En el respaldo local esto implica una gran duplicidad de componentes, y eleva
su costo. Lo ideal desde el punto de vista de fiabilidad es duplicar todas las
componentes del sistema, pero en la práctica no se duplican los interruptores, pues
algunos tienen dos bobinas de disparo independientes y el respaldo de fallo de
interruptor duplica su función.
En la Fig. 10.18 se presenta un esquema de protección que tiene el mayor nivel
de redundancia posible. El interruptor es común, pero con bobinas de disparo
independientes, y todas las demás componentes del esquema están duplicadas. Se
dispone de un conjunto de relevadores primarios (RP) y otro de respaldo (RR), que

10-19
PROTECCIÓN DE BARRAS

reciben señales desde transformadores de corriente y potencial independientes, y que


cuentan con canales piloto separados (CP1 y CP2). Existen dos fuentes de corriente
directa (FCD1 y FCD2). En variantes algo más económicas se tiene una sola fuente de
corriente directa con salidas independientes (protegidas por fusibles) para los dos
sistemas de protección, y un solo conjunto de transformadores de potencial con
conexiones separadas para los dos sistemas de relevadores.

Los relevadores de respaldo (RR) de la Fig. 10.18 incluyen un segundo conjunto


de relevadores primarios, que constituyen el respaldo de estos, y otro grupo de
relevadores (de sobrecorriente instantáneos, de tiempo y auxiliares), que componen la
protección de respaldo de fallo de interruptor. En la Fig. 10.19 se presenta un diagrama
esquemático simplificado que representa las relaciones funcionales entre estos
relevadores y sirve para ilustrar la operación del respaldo local. Cuando ocurre un
cortocircuito en la línea propia, operan los relevadores primarios (RP 1) e inician el
disparo del interruptor. Si estos relevadores fallan de operar, el segundo conjunto de
relevadores primarios (RP2), perteneciente a los relevadores de respaldo (RR), intenta
simultáneamente el disparo del propio interruptor, actuando sobre su segunda bobina de
disparo. En esto consiste la primera función del respaldo local, que es el respaldo de los
relevadores primarios. Este respaldo es instantáneo, pues se brinda con relevadores de
tipo primario.
Si el interruptor falla de operar en los dos intentos de disparo realizados por los
sistemas de protección primaria, entra en funciones la segunda etapa del respaldo local,
que es el respaldo de fallo de interruptor. Los relevadores de sobrecorriente
instantáneos (RSC) (ver Fig. 10.19), que operaron al ocurrir el cortocircuito, se
mantienen operados, indicando que la falla aún está presente; también están operados
los dos sistemas de relevadores primarios (o uno de ellos si el otro falló); con esa

10-20
PROTECCIÓN DE BARRAS

combinación de señales de salida de los relevadores, que indica que el interruptor falló
de operar, se activa una unidad de tiempo (T). Un cierto tiempo después, la unidad de
tiempo pone en funcionamiento un relevador auxiliar, que inicia el disparo de los
restantes interruptores de la subestación. El relevador auxiliar puede también utilizarse
para bloquear el recierre, y para detener la transmisión de señal piloto (si se trata de un
piloto de bloqueo), de modo que el extremo remoto pueda disparar, si es posible; puede
utilizarse también para iniciar el disparo transferido de los interruptores del otro extremo
de la línea.

El tiempo de operación de esta protección de respaldo es del orden de 150 a


250 ms; los valores menores del intervalo se logran con relevadores estáticos, y los
mayores, con electromecánicos.
En el esquema se utilizan tres relevadores de sobrecorriente instantáneos, que se
conectan a dos fases y tierra, o a las tres fases. Sus corrientes de arranque se ajustan
por debajo de la corriente de falla mínima a la que la protección debe responder, aunque
sea inferior a la corriente de carga. Con esto se garantiza la sensibilidad con el único
riesgo de un disparo incorrecto durante una prueba al esquema.
Si uno de los interruptores de la barra corresponde a un transformador, es posible
que los relevadores de sobrecorriente instantáneos no sean sensibles a las fallas en el
transformador. En ese caso es recomendable, adicionalmente, poner en servicio el
elemento de tiempo por la operación del relevador diferencial del transformador,
supervisado por un contacto auxiliar normalmente abierto del interruptor.
En ningún caso se utiliza solamente un contacto auxiliar normalmente abierto del
interruptor (conjuntamente con los relevadores primarios) para detectar el fallo de
interruptor, pues en un interruptor fallado puede estar abierto este contacto, y estar
cerrados los contactos principales.

10-21
PROTECCIÓN DE BARRAS

10.9.3 Combinación de los respaldos local y remoto

La aplicación de esquemas de respaldo local no elimina totalmente la necesidad


del respaldo remoto. Cuando hay barras en anillo o con esquema de interruptor y medio
el respaldo local no siempre garantiza la eliminación de la falla. En la Fig. 10.20 se
muestran dos secciones de sistemas en que una barra tiene una de estas
configuraciones. Si en el sistema de la Fig. 10.20a (barra de configuración en anillo)
ocurre un cortocircuito en la línea CD, la protección primaria debe provocar el disparo de
los interruptores 3, 5 y 7. Si falla el interruptor 3, el respaldo local provoca el disparo
de 4, pero se mantiene la alimentación a la falla desde A. Una solución posible es que el
respaldo local también ordene el disparo transferido del interruptor 1, pero si no se
dispone de este sistema, el respaldo remoto de 1 debe provocar su disparo. Es decir, en
caso de no haber disparo transferido, los respaldos remotos que actúan sobre los
interruptores 1, 2 y 7 complementan al esquema de respaldo local de la barra C.
Las únicas situaciones en que el respaldo local elimina la falla sin necesidad de
respaldo en el sistema de la Fig. 10.20a, son: falla en la línea CD con fallo del
interruptor 5, y falla en la línea BC con fallo del interruptor 6. En el primer caso, al fallar
el interruptor 5 el respaldo local elimina la falla con la apertura de 6 y 8; en el segundo
caso el respaldo local provoca el disparo de 5 y 8 y elimina la falla en la línea BC.

10-22
PROTECCIÓN DE BARRAS

El respaldo remoto no confronta problemas de sensibilidad por efecto de fuente


intermedia cuando se utiliza en combinación con el respaldo local, pues la operación de
éste elimina todas las fuentes de corriente intermedias. En el ejemplo anterior de la falla
en la línea CD, el respaldo remoto del extremo A opera cuando ya están abiertos los
interruptores 5 (por acción de la protección primaria) y 4 (por efecto del respaldo local);
en esas condiciones no hay fuente intermedia en C para la protección de A, y puede
cubrir perfectamente la línea CD.
En la Fig. 10.20b se representa la situación de una barra con esquema de
interruptor y medio. Puede observarse que para un cortocircuito en la línea CD deben
operar los interruptores 6, 7 y 9; pero, si falla el interruptor 7, el respaldo local debe
provocar el disparo de 8, y el respaldo remoto, el de 10 (si no hay posibilidad de su
disparo transferido por el respaldo local).
Esta situación se presenta para todas las líneas en caso de fallo del interruptor
del centro del esquema (4 y 7), por lo que también en este caso los respaldos remotos
de A, B, D y E complementan al respaldo local de C, y operan libres del problema de la
fuente de corriente intermedia en C.

10.10 REFERENCIAS

[1] C. Russell Mason, The Art and Science of Protective Relaying, New York: John
Wiley & Sons, 1956.
[2] A. R. van C. Warrington, Protective Relays, Their Theory and Practice, Vol. / & II,
Great Britain: Chapman and Hall, 1969.
[3] IEEE Power System Relaying Committee, Summary update of practice on breaker
failure protection, IEEE Transaction on Power Apparatus and Systems, vol. PAS-
101, no. 3, March 1982, pp. 555-563.
[4] A. W. Wright, C. Christopoulos, Electrical Power System Protection, London:
Chapman & Hall, 1993.
[5] W. A. Elmore, Protective Relay, Theory and Applications, Coral Springs: Marcel
Dekker, 1994.
[6] Internal report, Low impedance busbar protection MBCZI0, Publication R-4026A,
GEC Measurements.
[7] "Guide for Protective Relay Applications to Power System Buses," IEEE C37.97.
[8] S. E. Zocholl, Rating CTs for low impedance bus and machine differential
applications, SEL paper, disponible en http://www.selinc.com.

10-23
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

CAPÍTULO 11

FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

11.1 INTRODUCCIÓN

La técnica de protección digital de sistemas eléctricos de potencia surgió a finales


de la década de 1960-70, en que varios investigadores desarrollaron distintos algoritmos
de protección de líneas de transmisión y demostraron su viabilidad. Estos trabajos
constituyeron una continuación de los esfuerzos que se venían realizando en el
desarrollo de aplicaciones de tiempo real de las computadoras digitales en sistemas
eléctricos de potencia.
Los resultados de estos primeros proyectos de investigación y de trabajos
posteriores tuvieron que esperar a que las computadoras digitales alcanzaran la
capacidad de cómputo y el precio adecuados para su aplicación práctica en el área de
protección. Esto se hizo realidad con el advenimiento del microprocesador, que inició la
etapa de desarrollo de relevadores y sistemas digitales de protección capaces de
competir con los electromecánicos y estáticos existentes hasta ese momento.
La técnica de protección digital está hoy consolidada, y es un área de
investigación activa por parte de institutos de investigación, universidades, compañías
productoras de equipos y empresas de servicio eléctrico. En el presente capítulo se
brinda una introducción general a este tema, con énfasis en las características de los
relevadores y sistemas digitales de protección, y en los algoritmos de filtrado digital.

11.2 VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LOS RELEVADORES Y SISTEMAS


DIGITALES DE PROTECCIÓN

La tecnología digital tiene un conjunto de ventajas sobre la analógica, entre las


que pueden mencionarse:
a) Las características de las componentes digitales no cambian con la
temperatura, el voltaje de suministro o el envejecimiento,
b) El comportamiento de las componentes digitales se mantiene invariable en
todo el sistema,

11-1
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

c) Los equipos basados en tecnología digital tienen menos componentes y


menos conexiones,
d) La resolución de un equipo digital depende del número de bits por palabra
utilizado en los cálculos aritméticos,
e) Los equipos digitales no requieren ajuste individual,
f) La mayoría de los cambios de diseño implican solamente modificaciones de
software,
g) Un sistema digital puede hacer funciones lógicas y aritméticas en el control de
un proceso,
h) Los datos almacenados en un sistema digital no se deterioran, a menos que
haya una falla en el sistema.
La introducción de la tecnología digital en el área de protección de sistemas
eléctricos de potencia confiere a los relevadores y sistemas digitales de protección y, en
particular, a los microprocesados, ventajas definidas con respecto a sus similares
analógicos. Estas ventajas son:
a) El costo de los relevadores digitales es ya comparable con el de los
analógicos, en algunos casos es menor, su tendencia es a decrecer,
b) Los relevadores digitales tienen capacidad de autod¡agnóstico, lo que los hace
más confiables que los analógicos,
c) Estos relevadores son totalmente compatibles con la tecnología digital que se
está introduciendo en las subestaciones,
d) Tienen una gran flexibilidad funcional, que les permite realizar otras funciones,
como las de medición, control y supervisión,
e) Tienen capacidad de comunicación con otros equipos digitales de la
subestación y el sistema,
f) Pueden constituir la base de una protección adaptiva, cuyos parámetros de
operación cambian automáticamente con las condiciones del sistema.
En la actualidad existen factores que impiden aprovechar plenamente las
posibilidades potenciales de la protección digital; entre ellos pueden señalarse:
a) Hay un desarrollo insuficiente de las redes de comunicación, que limita las
posibilidades que ofrece la capacidad de comunicación de los relevadores,
b) El hardware de los relevadores digitales cambia con gran velocidad, lo que
dificulta su mantenimiento,
c) Predomina la utilización de lenguaje ensamblador en los relevadores digitales,
lo que limita la transportabilidad de los programas entre distintos relevadores,
d) Aún hay dificultades para la adaptación de los relevadores digitales a las
condiciones ambientales y de interferencias electromagnéticas de una
subestación.

11-2
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

11.3 CARACTERÍSTICAS DE LOS RELEVADORES DIGITALES

Los relevadores digitales son sistemas de microprocesadores interconectados con


el sistema protegido que realizan tareas de tiempo real. Esto les confiere dos
particularidades:
1. La información sobre los valores de las señales eléctricas de entrada llega al
microprocesador en instantes discretos de tiempo,
2. El microprocesador solamente realiza operaciones aritméticas, tales como
suma, resta, multiplicación y división.
Esto trae como consecuencia la necesidad de resolver dos problemas. El primero
de ellos consiste en que a las señales discretas de entrada hay que hacerle operaciones
matemáticas continuas, tales como la integración y la diferenciación; para ello hay que
utilizar métodos de aproximación.
El segundo problema a resolver es el de la realización de dependencias
funcionales complejas mediante operaciones aritméticas. Existen dos vías para la
solución de este problema. La primera variante es presentar las dependencias
funcionales en forma tabular, y grabar esa información en memoria. La ventaja de este
método es la alta velocidad de ejecución, pero tiene como desventaja una reducida
precisión o una elevada utilización de la capacidad de memoria (en dependencia del
número de valores que se almacenen).
La segunda variante consiste en aproximar las funciones complejas por series
que contengan solamente operaciones aritméticas, tales como la serie de Taylor. El
subprograma de cálculo de la serie se graba en memoria, y ocupa menor espacio que
una tabla, pero requiere mayor tiempo de ejecución, sobre todo cuando se necesita alta
precisión.

11.4 ARQUITECTURA DE UN RELEVADOR DIGITAL

En la Fig. 11.3 se presenta el diagrama de bloques general de un relevador


digital. Al relevador se aplican señales analógicas provenientes de los transductores
primarios de corriente y potencial, y señales discretas, que se reflejan el estado de
interruptores, cuchillas y otros relevadores. Esas señales reciben un procesamiento en
los subsistemas correspondientes antes de su aplicación al procesador, que constituye
el elemento principal del relevador. Las señales analógicas pasan adicionalmente por un
proceso de conversión análogo-digital antes de entrar a la unidad central de
procesamiento. Las señales discretas de salida del relevador reciben procesamiento en
el subsistema de salidas discretas, que generalmente incluyen relevadores
electromecánicos auxiliares para proveerlo de salidas de tipo contacto. El relevador
realiza también la función de señalización de su operación (banderas) y de su estado
funcional mediante dispositivos de señalización (generalmente de tipo lumínico) visibles

11-3
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

en su exterior. La mayoría de los relevadores digitales dispone también de capacidad de


comunicación con otros equipos digitales, mediante puertos de tipos serial y paralelo.
El subsistema de señales analógicas (Fig. 11.1) de un relevador digital tiene las
funciones siguientes:
a) Acondicionar las señales de voltaje y corriente provenientes de los
transductores primarios a voltajes adecuados para la conversión
análogo-digital,
b) b) Aislar eléctricamente los circuitos electrónicos del relevador de los circuitos
de entrada,
c) Proteger al relevador contra sobrevoltajes transitorios inducidos en los
conductores de entrada por conmutaciones y otros procesos transitorios en el
sistema primario o en los circuitos secundarios del esquema de protección,
d) Hacer el filtrado anti-aliasing de las señales analógicas de entrada. Este
filtrado es necesario para limitar el espectro de frecuencias de esas señales a
una frecuencia no mayor que la mitad de la frecuencia de muestreo a utilizar
en el relevador.
El subsistema de entradas discretas (Fig. 11.1) tiene las funciones de
acondicionar las señales para su aplicación al procesador (lo que puede incluir una
fuente de alimentación auxiliar para censar el estado de contactos), proveer el
aislamiento eléctrico necesario entre las entradas y los circuitos electrónicos, y proteger
al relevador contra sobrevoltajes transitorios.

En la interfaz análogo-digital se llevan a cabo los procesos de muestreo y


conversión análogo-digital de la señales analógicas. El reloj de muestreo genera pulsos
de corta duración y de una cierta frecuencia, que marcan los instantes de muestreo; en

11-4
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

cada uno de ellos se hace la conversión del valor instantáneo de la señal analógica a
una palabra digital, que queda disponible para el procesador.
Existen las siguientes variantes para el muestreo de señales analógicas: a) tomar
muestras con espaciamiento uniforme durante todo el ciclo de la señal (ver Fig. 11.2);
ésta es la variante más utilizada en relevadores digitales, y la frecuencia de muestreo
fm = 1/∆t es del orden de 240 Hz a 2 kHz. b) Muestrear con alta frecuencia durante parte
del ciclo, detener el muestreo para procesar los datos, y reanudarlo posteriormente y
c) muestrear con baja frecuencia en régimen normal del sistema, y conmutar a una
frecuencia mayor en caso de falla.
En la variante de muestreo con espaciamiento uniforme durante todo el ciclo de la
señal existen dos alternativas: muestreo uniforme en tiempo o en ángulo. En el muestreo
uniforme en tiempo el intervalo de tiempo entre muestras ∆t es constante, es decir, la
frecuencia de muestreo fm es constante; también se conoce como muestreo asincrónico,
y es el más utilizado hasta el momento (ver Fig. 11.2a).

En el muestreo uniforme en ángulo es constante el ángulo de separación entre


muestras θ = ω0 ∆t, donde ω0 es la frecuencia angular de la señal (Fig. 11.2b); en este
caso el muestreo está sincronizado con el cruce por cero de la señal, lo que implica
detectar ese cruce por cero. De lo anterior resulta que, si varía la frecuencia ω0 de la
señal, es necesario modificar el valor de ∆t y, por tanto, el de fm,. Este inconveniente
práctico reduce la aplicación del muestreo constante en ángulo o muestreo sincrónico a
aquellos casos en que la naturaleza del problema lo requiere.
En realidad se hace más de una conversión en cada instante de muestreo, pues
el relevador tiene varias señales analógicas de entrada. Una alternativa para esto es
hacer un multiplexado analógico de las señales de entrada y aplicarlas secuencialmente
a un convertidor análogo-digital (Fig. 11.3a); el proceso de conversión y transmisión de
cada señal al procesador debe ser muy rápido si se desea que las muestras sean
simultáneas, lo que es en general deseable, pero no indispensable.
Otra variante consiste en hacer el muestreo de cada señal por separado en forma
simultánea, y retener los valores de las muestras para su conversión y transmisión al

11-5
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

procesador con velocidad relativamente baja (Fig. 11.3b). Una tercera alternativa es
utilizar convertidores análogo-digitales independientes en los distintos canales de
entrada (Fig. 11.3c).

El procesador del relevador digital (Fig. 11.1) es el encargado de ejecutar los


programas de protección, de controlar diversas funciones de tiempo, y de realizar tareas
de autodiagnóstico y de comunicación con los periféricos. En el relevador se requieren
distintos tipos de memorias; la memoria de acceso aleatorio (RAM) es necesaria como
buffer para almacenar temporalmente los valores de las muestras de entrada, para
acumular resultados intermedios de los programas de protección, y para almacenar
datos a ser guardados posteriormente en memoria no volátil. Los programas del
relevador se guardan en memoria de lectura solamente, de tipos no programable (ROM)
o programable (PROM), y se ejecutan directamente desde allí (excepcionalmente), o se
cargan inicialmente a memorias RAM para su posterior ejecución. Los parámetros de
ajuste del relevador y otros datos importantes que no varían con gran frecuencia se
almacenan en memoria tipo PROM borrables (EPROM) o eléctricamente borrables
(EEPROM); una alternativa a este tipo de memoria puede ser una RAM con respaldo por
batería.
Un aspecto importante de un relevador digital es su capacidad de comunicación.
Las interfaces de comunicación serial (Fig. 11.1) permiten el intercambio de información
remota fuera de línea con el relevador para tareas de asignación de valores de
parámetros de ajuste, de lectura de registros de fallas o de datos de ajustes, y otras.
Para el intercambio de información de tiempo real es necesario disponer de una interfaz
de comunicación paralela.
El subsistema de salidas discretas (Fig. 11.1) procesa la información de un puerto
paralelo de salida del procesador, consistente con una palabra digital en que cada bit

11-6
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

puede ser utilizado para definir el estado de un contacto de salida. Debe existir
acoplamiento óptico entre este puerto y el relevador auxiliar o tiristor de salida del
relevador.
El relevador digital debe contar con una fuente de alimentación independiente
(Fig. 11.1), generalmente de tipo conmutado, que puede conectarse a la batería de
acumuladores de la subestación, y produce los voltajes de corriente directa necesarios
para los circuitos del relevador.

11.5 SISTEMAS DIGITALES INTEGRADOS DE PROTECCIÓN, CONTROL Y


MEDICIÓN

La tendencia actual es a la integración de las funciones de protección, control y


medición en sistemas digitales de subestaciones y plantas generadoras, que se enlazan
con computadoras centrales de nivel del sistema de potencia. En la Fig. 11.4 se presenta
una posible estructura jerárquica con tres niveles, dos de ellos en la subestación. En el
nivel I están los procesadores digitales encargados directamente de las funciones de
protección, control y medición y que se encuentran interconectados con el sistema
eléctrico de potencia. El nivel II corresponde a la computadora de la subestación, que
concentra la información proveniente de los procesadores del nivel I y la trasmite a la
computadora central del sistema (nivel Ill), o transmite comandos de control de esta
computadora al nivel I, para ser ejecutados por los procesadores sobre los interruptores
de la subestación.

En resumen, en el nivel I se realizan las funciones directas de protección, control


y medición, se recibe información de los equipos de la subestación y se envían a estos
los comandos de control, se hacen funciones de diagnóstico, existen facilidades para la
comunicación hombre-máquina, y se realizan las comunicaciones con el nivel superior.
11-7
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

En el nivel II se hacen funciones de respaldo de los procesadores del nivel I (incluyendo


el respaldo de protecciones), se recolectan, procesan y almacenan datos, se realizan
análisis de secuencia de eventos, existen medios para la comunicación
hombre-máquinas y se desarrollan las comunicaciones con los niveles I y Ill. En el
nivel Ill se originan acciones de control de nivel de sistema, se recolectan y procesan
datos, se realizan análisis de secuencia de eventos y otros, se hacen registros
oscilográficos, se elaboran reportes y se organizan las comunicaciones con el nivel
inferior. En este nivel se ejecutará la mayor parte de las funciones de protección
adaptiva del sistema, en la medida en que se vaya introduciendo en la práctica.

11.6 ALGORITMOS DE FILTRADO DIGITAL PARA RELEVADORES DE


PROTECCIÓN

Las señales de entrada a los relevadores de protección están contaminadas con


diferentes tipos de ruidos, que hacen necesario un filtrado adecuado para extraer la
información útil. En los relevadores electromecánicos el filtrado se logra en forma
inherente, dada la inercia de su respuesta y el retardo de tiempo resultante. La alta
velocidad de operación de los relevadores estáticos hace necesario considerar
explícitamente el filtrado en el diseño del relevador; en los relevadores estáticos
analógicos el filtrado es necesariamente analógico, en los digitales pueden combinarse
variantes analógicas y digitales de filtrado de señales.
Los relevadores digitales tienen una alta velocidad de operación y son aplicables
a sistemas eléctricos de gran complejidad, en que los disturbios originan señales muy
ruidosas, en presencia de las cuales el relevador debe discriminar correctamente el tipo
y localización de la falla. Esto impone requerimientos muy elevados a los filtros
analógicos y digitales en el relevador.
En las siguientes secciones se caracterizan las señales de entrada a los
relevadores digitales de protección y se describen los algoritmos de filtrado digital más
utilizados. En particular, se presentan algoritmos basados en la identificación de
parámetros de las señales de entrada al relevador, y algoritmos basados en la
identificación de parámetros del sistema protegido.

11.7 SEÑALES DE ENTRADA A LOS RELEVADORES DE PROTECCIÓN

Las fuentes de ruido de las señales de entrada a los relevadores son el sistema
protegido y los diferentes elementos del esquema de protección. La presencia de
inductancia serie en el sistema genera componentes aperiódicas de naturaleza
exponencial en la corriente y, en menor medida, en el voltaje, con constantes de tiempo
del orden de decenas y hasta cientos de milisegundos.
El efecto capacitivo paralelo da lugar a oscilaciones amortiguadas de alta
frecuencia, que pueden ser de hasta unos 10 kHz para redes con parámetros

11-8
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

concentrados, y del orden de las decenas y cientos de kHz para líneas largas, que se
comportan como redes con parámetros distribuidos.
La compensación serie capacitiva en líneas de transmisión puede provocar
oscilaciones de frecuencias inferiores a la del sistema, pero cercanas a ella, para altos
niveles de compensación. Fuentes de armónicas en el sistema primario pueden ser
cargas de naturaleza no lineal, equipos electrónicos de potencia, transformadores de
potencia y la resistencia de arco en las fallas, entre otras.
Entre los elementos del esquema de protección, los transformadores de corriente
y potencial son una fuente importante de error. Pueden aportar componentes transitorias
aperiódicas (exponenciales) y oscilatorias, así como armónicas, a las señales de entrada
de los relevadores. Adicionalmente, los divisores de potencial capacitivos originan
componentes transitorias de baja frecuencia de naturaleza sobreamortiguada, que se
asemejan a las componentes aperiódicas exponenciales.
El procesamiento analógico de información que tiene lugar en un relevador digital
es otra fuente de error. En este aspecto contribuyen los transductores internos de
corriente y potencial, el filtro anti-aliasing y el proceso de conversión análogo-digital de
las señales.
Estas fuentes de error tienen para el relevador un carácter estocástico, por lo que
el filtrado digital de señales para protección debe analizarse como un proceso de
estimación de parámetros de las señales de entrada al relevador.

11.8 ALGORITMOS DE FILTRADO DIGITAL BASADOS EN MODELOS DE LAS


SEÑALES DE ENTRADA

Los algoritmos de identificación de parámetros o filtrados digital utilizados en


relevadores de protección se pueden subdividir en dos grupos:
a) Algoritmos basados en modelos de las señales de entrada, que realizan un
filtrado frecuencia) para estimar parámetros de esas señales, tales como
magnitud, fase y frecuencia,
b) Algoritmos basados en modelos del sistema protegido, que estiman la
inductancia y la resistencia de la línea de transmisión, a partir de las
ecuaciones diferenciales que caracterizan el sistema. Estos algoritmos se han
aplicado fundamentalmente a la protección de líneas de transmisión.
En los algoritmos de filtrado digital basadas en modelos de las señales se
estiman loa parámetros de determinadas componentes de frecuencia de esas señales,
en dependencia del tipo de protección. Las funciones clásicas de protección de
sobrecorriente, direccional, distancia y diferencial utilizan como información las
componentes de frecuencia fundamental de las señales y todas las demás componentes
son ruidos. Sin embargo, en la protección diferencial de transformadores se requiere
adicionalmente identificar ciertas armónicas para propósitos de retención en el relevador.
Por el contrario, en las protecciones de líneas de trasmisión basadas en el principio de

11-9
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

detección de ondas viajeras, las componentes transitorias constituyen la información útil,


y las componentes de frecuencia del sistema deben ser eliminadas.
En la mayor parte de los relevadores se requiere, por tanto, un filtrado
pasabanda, que permita el paso de la componente fundamental (y de algunas
armónicas, si son necesarias para retención), y rechace la componente aperiódica, las
subarmónicas, y las armónicas superiores. En las protecciones de onda viajera el filtrado
requerido es pasaltos, pero para la ejecución práctica de versiones digitales de estas
protecciones se requieren procesadores muy poderosos, dadas las altas frecuencias de
muestreo involucradas. Esto ha limitado su desarrollo hasta la fecha.
El filtrado frecuencial o de estimación de parámetros de señales se basa en la
función denominada convolución. Puede demostrarse que la señal y(t) de salida de un
sistema lineal puede expresarse a partir de la señal de entrada x(t) y de una función g(τ),
según:

(11.1)

donde g(τ) es la respuesta a impulso del sistema lineal, que equivale a su señal de
salida para una función tipo impulso unitario aplicada a su entrada. La función impulso
unitario es aquella que es igual a cero para todo t, excepto para t = 0, en que su valor
tiende a infinito, y cuya integral entre -∞ y +∞ tiene valor unitario.
El problema clásico del filtrado lineal de señales consiste en determinar la
respuesta a impulso g(τ) necesaria en el filtro, para que la señal de salida y(t) se
aproxime lo más posible a la componente de frecuencia de x(t) que se desea obtener. En
filtros analógicos existen limitaciones para lograr la función g(τ) requerida en algunos
casos.
El filtrado digital se basa en la aproximación discreta de la integral de convolución
(11.1):

(11.2)

donde K es el número total de muestras procesadas y ak es el conjunto de coeficientes


del filtro, que son los valores de su respuesta a impulso g(τ) correspondientes al los
instantes de muestreo. No existen limitaciones teóricas en cuanto a los valores de los
coeficientes ak o de K, por lo que en principio es posible lograr filtros digitales que no
tienen equivalente analógicos.
Los filtros para estimación de parámetros de señales eléctricas son de dos tipos:
a) Filtros no recursivos o de respuesta a impulso finita (FIR), cuya señal de
salida depende de una historia finita en tiempo de la señal de entrada (11.2).
Solamente existen versiones digitales de filtros FIR.
b) Filtros recursivos o de respuesta a impuso infinita (IIR), cuya señal de salida
depende de toda la historia previa de la señal de entrada. Existen versiones

11-10
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

analógicas y digitales de estos filtros. La ecuación (11.2) también es válida en


filtro IIR, pero es más práctico representarlos por una ecuación recursiva, en
que la señal de salida se expresa en función de las señales de entrada y de
salida.
Los filtros FIR son más adecuados para protección por dos razones: a) dejan de
tener en cuenta rápidamente la condición de prefalla y se concentran en analizar las
señales correspondientes a la falla, y b) tienen ceros naturales es sus respuestas de
frecuencia, que pueden colocarse por diseño donde conviene, es decir, en la frecuencia
cero y las armónicas. Los tipos de filtros FIR más utilizados en relevadores digitales de
protección son los de Fourier, de Walsh y recursivos de Fourier o correladores. Se han
estudiado también filtros de mínimos cuadrados y de Kalman.
Un concepto importante en el filtrado digital es el de ventana de datos. La
ecuación (11.2) permite calcular el valor instantáneo discreto de la señal filtrada y, a
partir de los últimos K valores de la señal de entrada, lo que implican una ventana-de
datos de K muestras. La ventana es deslizante, pues cada vez que entra una nueva
muestra se descarta la más antigua, y se calcula un nuevo valor de la señal de voltaje
sinusoidal muestreada.
Si se aplica esa señal como entrada al filtro digital, para cada ventana de datos
es posible calcular el valor instantáneo de la salida del filtra mediante (11.2). En la
Fig. 11.5 se representa también la discontinuidad provocada por un cortocircuito en la
señal de voltaje. La ventana A contiene tres muestras de voltaje de prefalla, la B y la C
contienen muestras de prefallas y de falla, y la ventana D contiene solamente muestras
correspondientes al voltaje de falla. Es evidente que (11.2) da resultados correctos para
las ventanas A y D, pero los resultados correspondientes a las ventanas B y C carecen
de significado. Cuando la ventana de datos está cruzando por el punto de discontinuidad
de la señal provocado por la falla, el filtro está en un estado transitorio, en que todavía
tiene presente la información de prefalla, y ya está procesando información del estado
de falla.

11-11
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Del análisis anterior se derivan dos conclusiones de gran importancia. La primera


es que se requiere algún método para detectar que la ventana de datos está cruzando
por el punto de discontinuidad para evitar que el relevador tome una decisión de disparo
basada en un cálculo incorrecto. La segunda conclusión es que cuanto más pequeña sea
la ventana de datos, más rápidamente se llena el filtro con datos puros del estado de
falla y, teóricamente, más rápidamente puede tomarse una decisión de disparo. Si la
señal de entrada es puramente sinusoidal en los estados de prefalla y de falla esto es
estrictamente cierto y una ventana de datos más corta implica una mayor velocidad de
operación del relevador.
En realidad las señales de entrada a los relevadores están contaminadas con
distintos tipos de ruidos y, como se demostrará más adelante, la capacidad de un
algoritmo para rechazarlos depende en gran medida de la longitud de la ventana de
datos. En otras palabras, un algoritmo de ventana corta cruza rápidamente por el punto
de discontinuidad, pero su respuesta en el estado de falla puede demorar mucho en
converger a los valores correctos por efecto del ruido presente. Esto constituye una
manifestación de la relación de naturaleza inversa que existe entre velocidad y precisión
en todos los tipos de relevadores. La conclusión es que, en general, la reducción de la
longitud de la ventana de datos aumenta la velocidad del relevador, pero sacrifica su
precisión y, en consecuencia, deteriora su respuesta ante señales contaminadas con
ruido. Una ventana de datos de duración igual a un período de la frecuencia nominal del
sistema (denominada generalmente ventana de datos de un ciclo) cumple
adecuadamente con el compromiso existente entre velocidad y precisión.
Es también importante examinar el efecto de la frecuencia de muestreo. Puede
pensarse que un aumento de la frecuencia de muestreo eleva la velocidad del relevador;
sin embargo, el relevador tiene que esperar como mínimo un tiempo igual a la longitud
de la ventana de datos para tomar la primera decisión, con independencia del número de
muestras que contenga la ventana, es decir de la frecuencia de muestreo. En realidad
hay una cierta incidencia de la frecuencia de muestreo sobre la velocidad, pues a mayor
frecuencia de muestreo, mayor puede ser la frecuencia de corte del filtro anti-aliasing, y
menor es el retardo que introduce; también influye el hecho de que el tiempo de espera
del procesador por la siguiente muestra es menor.
El valor de la frecuencia de muestreo utilizada tiene un impacto directo sobre el
hardware del relevador y, por tanto, sobre su costo, pues al aumentar la frecuencia de
muestreo disminuye el tiempo entre muestras, que es le tiempo de que dispone el
relevador para ejecutar todo el algoritmo de protección, y se requiere un procesador más
potente para la misma función. Es por ello que la pequeña ganancia que se logra en la
velocidad de operación no justifica por sí sola el incremento de la frecuencia de
muestreo mas allá de cierto valor. El otro factor a considerar en este caso es la
resolución del algoritmo; frecuencias de muestreo más altas permiten discriminar
armónicas de un orden más elevado en la señal de entrada, lo que puede ser necesario
en ciertas aplicaciones.

11-12
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Hasta aquí se ha estudiado el concepto de filtrado a partir de (11.2), que da como


resultado el valor instantáneo de la señal de salida del filtro; ese valor, sin embargo,
carece de utilidad como parámetro característico de la señal de entrada, de la que en
realidad se requiere conocer la magnitud, la fase (en algunos casos) y la frecuencia (en
relevadores que responden a este parámetro). La estimación de la magnitud y la fase
implica el cálculo del fasor que representa la componente de frecuencia de la señal
original
Existen dos métodos para calcular el fasor correspondiente a una señal de
entrada. Uno de ellos consiste en la determinación simultánea de las componentes real e
imaginaria del fasor en un par de filtros simples ortogonales; estos son filtros cuyas
respuestas a impulso conforman una par ortogonal de funciones. Así por ejemplo, con un
filtro Coseno (filtro cuya función de respuesta a impulso es una cosinusoide) y un filtro
Seno (respuesta sinusoidal a impulso) se conforma un filtro de Fourier. Para una ventana
de datos de un ciclo de duración este método calcula el primer fasor en un tiempo igual a
un período de la frecuencia del sistema después del inicio de la falla.
El segundo método de cálculo de fasores a partir de las muestras se basa en la
determinación de ambas componentes del fasor en un filtro sencillo (tipo Seno, Coseno,
etc.), tomando como tales dos valores de salida del filtro defasadas en tiempo un cuarto
de ciclo. Para una ventana de datos de un ciclo en este filtro se obtiene el primer
resultado al cabo de 1 1/4 períodos.

11.9 ALGORITMOS DE FOURIER

11.9.1 Algoritmo de Fourier de un ciclo

Los algoritmos de Fourier para el filtrado digital se basan en un caso particular


de (11.1) en que la función g(τ) toma la forma de una exponencial de exponente
imaginario. Así por ejemplo, para la obtención de la componente fundamental de x(t) se
tiene:

(11.3)

Puede demostrarse que, para este caso, las componentes ortogonales del fasor
que representa a y(t) (componente fundamental de x(t)) están dadas por:

(11.4)

(11.5)

donde T es el período de observación de la señal de entrada.

11-13
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Las formas discretas de (11.4) y (11.5) constituyen el algoritmo de Fourier para el


filtrado digital de la componente fundamental. Para una ventana de datos de un ciclo y
un número par K de muestras por ciclo, se obtiene:

(11.6)

(11.7)

donde θ es el ángulo de frecuencia fundamental entre muestras (θ = 2π / K).


El módulo y el ángulo del fasor correspondiente a la ventana de datos centrada en
la muestra i están dados por:

(11.8)

(11.9)

Es decir, el fasor calculado tiene la magnitud correcta, pero gira a medida que la
ventana de datos se desplaza con respecto a la señal. Esta rotación del fasor no afecta
en relevad ores de una señal de entrada (donde solo interesa la magnitud), o en los que
responden al cociente de dos fasores, como los de distancia. En ciertas aplicaciones, sin
embargo, puede ser necesario corregir la rotación.
En general, con una ventana de datos de un ciclo y K muestras por ciclo (siendo
K par) es posible determinar por Fourier un total de K / 2 - 1 armónicas. Las
componentes ortogonales del fasor correspondiente a la armónica m están dadas por:

(11.10)

(11.11)

Los filtros digitales deben ser evaluados en relación con sus comportamientos de
estados estable y transitorio. La respuesta de estado estable es la correspondiente a
una señal de entrada sinusoidal, y se evalúa haciendo una corrida de frecuencias al
filtro. El resultado es una gráfica de respuesta de frecuencia (variación de la ganancia y

11-14
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

la fase con la frecuencia), y permite evaluar al filtro en los referente a las componentes
de frecuencia que son admitidas y rechazadas.
En la Fig. 11.6 se presenta la gráfica de respuesta de frecuencia de un filtro de
Fourier de un ciclo, con 16 muestras por ciclo; la frecuencia se expresa en valores
normalizados con respecto a la fundamental. El lóbulo principal de la característica
representa una banda de paso adecuada alrededor de la frecuencia fundamental, pero
existen lóbulos laterales, dados por la duración finita de la ventana de datos. La gráfica
se inicia en el origen de coordenadas, es decir, el filtro elimina la componente de
frecuencia cero de las señales de entrada. Esta es una condición necesaria, pero no
suficiente, para que el filtro rechace las componentes aperiódicas de naturaleza
exponencial.

De (11.6), (11.7), (11.10) y (11.11) puede apreciarse que cada componente


ortogonal del fasor se obtiene mediante la convolución discreta de las muestras con
valores discretos de las funciones seno o coseno. Esto implica que el filtrado de Fourier
es, como señaló anteriormente, la combinación de un filtrado Seno y un filtrado Coseno,
que dan las componentes ortogonales del fasor.
La otra alternativa para obtener fasores es tomar como componentes ortogonales
dos valores de salida de un filtro sencillo (Seno o Coseno en este caso) que estén
defasados un cuarto de ciclo. En la Fig. 11.6 se presentan también las gráficas de
respuesta de frecuencia de un filtro Coseno y Seno con ventanas de un ciclo y
16 muestras por ciclo. Ambos filtros rechazan la componente de frecuencia cero y todas
las armónicas superiores.
La evaluación de la respuesta de estado transitorio de un filtro es necesaria para
conocer el comportamiento del filtro durante el estado transitorio originado por la falla,
que da lugar en el relevador a condiciones de sobre y subalcance transitorio. Por otra
parte, los filtros de parámetros variables con el tiempo, como los de Kalman, no
presentan una respuesta de frecuencia definida, por lo que solo pueden evaluarse a
partir de su respuesta transitoria.

11-15
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Los estudios de comportamiento de filtros en el estado transitorio pueden hacerse


por las siguientes vías: a) Modelación digital, a partir de modelos simplificados del
sistemas, o de modelos completos, utilizando programas de simulación con el EMTP,
PSCAD/EMTDC o MicroTRAN. b) Utilización de señales grabadas durante disturbios
reales. c) Modelación física, consistente en pruebas de laboratorio, complementadas por
evaluaciones en condiciones reales de explotación. Es recomendable aplicar estos
métodos en forma combinada y coherente para lograr evaluaciones completas del filtro
digital a utilizar en un determinado relevador.
Un método para la evaluación de la respuesta de estado transitorio de los filtros
consiste en aplicarles señales de entrada contaminadas con componentes transitorias
aperiódicas exponenciales (como las generadas por un cortocircuito en una línea corta),
con componentes transitorias oscilatorias (líneas larga), y con otros ruidos, y calcular la
impedancia aparente que resulta de dividir el fasor voltaje por el fasor corriente
estimados.
En la Fig. 11.7 se presentan las trayectorias de impedancia aparente para
relevadores de distancia basados en los tres filtros de la Fig. 11.6, para el caso de un
cortocircuito al final de la línea en un modelo del sistema con línea corta, en condiciones
de valor máximo de la componente aperiódica exponencial de la corriente. En la
Fig. 11.8 se muestran acercamientos de esas gráficas.

11-16
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Pueden apreciarse que la respuesta transitoria del filtro Coseno es mejor que las
de los filtros restantes, dada su rapidez de convergencia al valor final de 0.1 + j l.0 p.u,
que es la impedancia de la sección de líneas comprendida hasta la falla. Ello se debe a
que la doble diferenciación inherente a estos filtros atenúa considerablemente las
componentes aperiódicas exponenciales, que pueden considerarse en forma aproximada
como la superposición de una componente de corriente directa y una rampa decreciente.
Este efecto se manifiesta en la forma de sus características de la respuesta de
frecuencia para valor cero de la frecuencia. En la Fig. 11.6 puede apreciarse la forma
aproximadamente parabólica (doble diferenciación) de esa región de la característica
para el filtro Coseno y aproximadamente lineal (diferenciación simple) para los filtros
Seno y Fourier.

11.9.2 Algoritmos de Fourier de menos de un ciclo

Los algoritmos de Fourier son aplicables en principio a ventanas de cualquier


longitud. Así por ejemplo, con un número par de muestras por cada medio ciclo se
obtiene el algoritmo de Fourier de medio ciclo que, para la componente fundamental del
fasor, se expresa por:

(11.12)

(11.13)

donde θ = n / K.

11-17
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

En la Fig. 11.9 se presenta la gráfica de respuesta de frecuencia de un algoritmo de


Fourier de medio ciclo, con los 12 muestras por ciclo. El algoritmo rechaza las armónicas
impares, pero no elimina la componente de corriente directa ni las armónicas pares, lo
que trae como consecuencia una respuesta de estado transitorio deficiente. Es decir, la
respuesta del algoritmo a señales de entrada contaminadas por componentes
transitorias resulta afectada por la reducción de la longitud de la ventana de datos.

11.9.3 Algoritmo recursivo de Fourier

En los algoritmos de Fourier analizados hasta aquí se ejecutan un número


elevado de operaciones, ya que el cálculo de cada componente del fasor implica una
suma de K productos de dos factores cada uno (suma de convolución). El carácter
rotatorio del fasor resultante es (para algunas aplicaciones) un inconveniente adicional.
La solución de ambos problemas es conferir un carácter recursivo a estos algoritmos. El
algoritmo de un ciclo toma entonces la forma:

Yc(nuevo) = Yc(viejo) + (ynuevo - yviejo) cos (L θ) (11.14)

Ys(nuevo) = Ys(viejo) + (ynuevo - yviejo) sen (L θ) (11.15)

donde L se refiere a la muestra más reciente, ynuevo es el valor de esa muestra, y Y(nuevo)
es la componente ortogonal estimada en base a ella, mientras que y viejo y Y(viejo) son los
valores correspondientes a una muestra atrasada un ciclo con respecto a la actual. En
este caso se requieren solamente una multiplicación y una suma para actualizar cada
componente ortogonal del fasor y, además, el fasor resultante no gira.
Estas ventajas de los algoritmos recursivos de Fourier tienen un precio, que es un
deterioro de la respuesta de estado transitorio con respecto a la de los no recursivos y,
en particular a la del filtro Coseno. Ello se debe a que en los algoritmos no recursivos los
coeficientes del filtro están fijos con respecto a la ventana, y se desplazan con ella, por
lo que su acción filtrante es siempre la misma. En los algoritmos recursivos la ventana se
desplaza también con respecto a los coeficientes del filtro, de modo que el filtrado de
una misma señal está alternándose entre los tipos Seno y Coseno cada cuarto de ciclo,
y la respuesta de frecuencia del filtro no es fija, lo que influye a su vez negativamente
sobre la respuesta de estado transitorio.

11.10 ALGORITMO DE WALSH

Las funciones de Walsh son conjuntos de N = 2n (donde n es un número entero)


funciones ortogonales definidas en el intervalo [0,1], que toman solamente los
valores ±1. En la Fig. 11.10 se representan las primeras ocho funciones de Walsh. En
particular, w2(t) es la función de Walsh tipo seno (SAL) y w3(t) es la función tipo coseno
(CAL).
11-18
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

La ortogonalidad del par SAL-CAL sugiere su utilización para calcular fasores por
Walsh en la misma forma que se generan con el par Seno-Coseno en el algoritmo de
Fourier. La otra alternativa es utilizar un filtro simple tipo SAL o CAL, y formar el fasor a
partir de dos valores de salida defasados un cuarto de ciclo. En ambos casos se tiene la
ventaja de que los valores irracionales de las funciones seno y coseno de (11.6) y (11.7)
se convierten en coeficientes iguales a ±1 lo que reduce las multiplicaciones a simples
asignaciones de signos a los valores de las muestras.

En la Fig. 11.11 se muestra las gráficas de respuesta de frecuencia de los filtros


de Walsh, CAL y SAL con ventana de un ciclo y 16 muestras por ciclo. Estos filtros
carecen de habilidad para rechazar las armónicas pares, lo que los coloca en
11-19
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

desventajas con respecto a los Fourier; ello se debe al error inherente a la aproximación
de las señal de entrada con un número reducido de señales rectangulares. En el
algoritmo de Walsh puede lograrse una respuesta de frecuencia idéntica a la de Fourier
si se utiliza un número elevado de funciones de Walsh, pero ello afecta la eficiencia
computacional que se pretende obtener con la utilización de este tipo de funciones.

En la Fig. 11.12 se presentan las trayectorias de impedancia aparente para


elevadores de distancia basados en los tres filtros, para un cortocircuito al final de una
línea corta con máximo valor de componente aperiódica exponencial. Como puede
apreciarse, el filtro CAL tiene una respuesta de estado transitorio superior a la de otros
dos filtros, por su comportamiento de doble diferenciador (ver Fig. 11.11).

11.11 ALGORITMO DE MÍNIMOS CUADRADOS

Considerando todos los errores posibles en las señales de entrada, la señal y(t)
puede en general escribirse:

(11.16)

donde Sn(t) representa el conjunto de señales elementales que se presupone presentes


en y(t), Yn son sus coeficientes, y ε(t) representa los errores.
El problema general de estimación de parámetros inherente a todos algoritmo de
filtrado digital consiste en estimar los N valores de Yn a partir de un conjunto de
K muestras yk tales, que el término de error ε(t) sea mínimo. En esto se basa la técnica
de estimación lineal de mínimos cuadrados, que implica la necesidad de resolver para
mínimo error el conjunto sobredefinido de ecuaciones (11.17):

11-20
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

(11.17)

La ecuación (11.17) puede también expresarse en forma matricial por:

y = SY + ε (11.18)

La ecuación (11.18) representa un conjunto de K ecuaciones con N incógnitas


(los N coeficientes Yn), y tiene solución para K ≥ N.
En el algoritmo de mínimos cuadrados puede considerarse cualquier conjunto de
señales elementales Sn(t). Estas pueden incluir la componente fundamental, armónicas
superiores y la componente aperiódica exponencial. La selección del conjunto de
señales elementales es de gran importancia, pues aquellas que no sean consideradas, y
estén realmente presentes en la señal de entrada, constituyen en error (se incluyen en el
término ε (t)). Recíprocamente, la consideración de señales elementales que no existen
en la señal de entrada también introduce errores.
Una ventaja del algoritmo de mínimos cuadrados es la posibilidad de rechazar la
componente aperiódica exponencial mediante su inclusión explícita en el conjunto Sn(t).
El precio de esto es una mayor carga computacional para el procesador que en lo
algoritmos de Fourier.
Puede demostrarse que los algoritmos de Fourier constituyen casos particulares
del de mínimos cuadrados, en que las señales elementales son solamente la
componente fundamental y las armónicas; esto implica que, para un algoritmo de
Fourier, la componente aperiódica exponencial es un ruido, y deteriora su respuesta de
estado transitorio.
En la Fig. 11.13 se presenta la gráfica de respuesta de frecuencia de un filtro de
mínimos cuadrados con ventana de un ciclo y 12 muestras por ciclo, donde puede
apreciarse la presencia de ceros en todas las armónicas, como en los algoritmos de
Fourier de un ciclo.

11-21
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

11.12 ALGORITMOS DE FILTRADO DIGITAL BASADOS EN MODELOS DEL


SISTEMA

Los algoritmos basados en modelos de las señales de entrada estiman fasores, y


son aplicables a distintos tipos de relevadores. En relevadores de protección de líneas
de transmisión es posible también utilizar algoritmos basados en modelo del sistema,
que estiman los valores de parámetros tales como la inductancia y la resistencia de la
línea fallada.
Una línea de transmisión corta monofásica (ver Fig. 11.14) se puede representar
a partir de la ecuación diferencial que relaciona el voltaje y la corriente de entrada al
relevador. Para un cortocircuito sólido en el sistema de la Fig. 11.14 (cierre del
interruptor en t = 0), se tiene:
di
VL = RL i + LL (11.19)
dt

Dado que se dispone de mediciones del voltaje y la corriente (y no de su


derivada), es recomendable integrar (11.19) en dos intervalos consecutivos:

(11.20)

(11.21)

Las integrales (11.20) y (11.21) pueden aproximarse por funciones trapezoidales,


según:

(11.22)

11-22
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

Teniendo en cuenta (11.22), el sistema de ecuaciones formando por (11.20) y


(11.21) se puede escribir a partir de las muestras k, k+1 y k+2 resultando:

(11.23)

Este algoritmo de tres muestras permite calcular los valores de R L y LL según:

(11.24)

(11.25)

Este algoritmo representa una carga computacional menor que la resultante de


estimar los fasores de voltaje y corriente por un algoritmo basado en modelos de
señales, y calcular la impedancia como el cociente de los fasores voltaje y corriente.
Otra ventaja es que la componente aperiódica exponencial no es un error para el
algoritmo, pues satisface la ecuación diferencial. Esta ventaja es relativa, pues las
armónicas superiores y otros errores no son suprimidos, y afectan la medición, a menos
que sean eliminadas por otro filtro. Es posible considerar en el algoritmo el modelo de
línea que incluye el efecto capacitivo, pero esto eleva considerablemente la capacidad
de cómputo requerida, y limita su aplicación.
El algoritmo descrito por (11.24) y (11.25) es de ventana corta, por lo general de
menos de un ciclo. Existen distintas variantes para aumentar la longitud de
ventana, entre las que pueden mencionarse: a) Aumentar los intervalos de integración
[t0, t1] y [t1, t2], b) Hacer la integración en los intervalos entre muestras adyacentes y
convertir (11.23) en un conjunto sobredefinido de ecuaciones. c) Hacer una secuencia de
estimados con el algoritmo de tres muestras, y para cada uno determinar si se trata de
una condición de operación; en un contador se almacena el acumulado de condiciones
de operación y no operación, y la señal de operación se emite cuando el contenido del
contador rebasa cierto valor.
Los algoritmos basados en modelos del sistema no tienen una respuesta de
frecuencia definida, pues procesan dos señales simultáneamente. En la Fig. 11.15 se
muestran las gráficas de respuesta de frecuencia de un algoritmo basado en calcular el
valor promedio de los estimados de tres muestras con ventanas de datos de medio ciclo

11-23
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

y un ciclo respectivamente. Para el cálculo se hizo variar la frecuencia de la señal de


voltaje manteniendo la frecuencia de la corriente en el valor nominal.

11.13 REFERENCIAS

[1] G. D. Rockefeller, "Fault protection with a digital computer," IEEE Transactions on


Power Apparatus and Systems, vol. PAS-88, 1969, pp. 438-461.
[2] IEEE Power System Relaying Committee, Sine-Wave Distortions in Power
Systems and the Impact on Protective Relaying, 84TH 1115-6, 1984.
[3] S. Sachdev et al, Microprocessor Relays and Protection Systems, IEEE/PES
Tutorial Course, 88EH0269-1-PWR, 1986.
[4] A. G. Phadke, J. S. Thorp, Computer Relaying for Power Systems, Somerset:
Research Studies Press Ltd., 1988.
[5] H. J. Altuve, Introducción a los Relevadores y Sistemas Digitales de Protección,
Curso Tutorial II Simposio Iberoamericano sobre Protección de Sistemas
Eléctricos de Potencia, Monterrey, N.L., UANL-DIE, Noviembre 1993.
[6] L. P. Singh, Digital Protection: Protective Relaying from Electromechanical to
Microprocessor, New Delhi: John Wiley & Sons, 1994.
[7] A. T. Johns, S. K. Salman, Digital Protection for Power Systems, London: Peter
Peregrinus Ltd., 1995
[8] H. U. Ungrad, W. Winkler, A. Wiszniewski, Protection Techniques in Electrical
Energy Systems, New York: Marcel Dekker, 1995.
[9] Electricity Training Association, Power System Protection: Digital Protection and
Signalling, Vol. 4, London: IEE Press, 1995.
[10] H. J. Altuve, I. Díaz, E. Vázquez, "Fourier and Walsh digital filtering algorithms for
distance protection," IEEE Transactions on Power Systems, vol. 11, no. 1,
February 1996, pp. 457-462.
[11] E. O. Schweitzer, D. Hou, "Filtering for protective relays," SEL paper, disponible en
http://www. selinc. com.

11-24
FUNDAMENTOS DE PROTECCIÓN DIGITAL

[12] J. M. Kennedy, G. E. Alexander, J. S. Thorp, "Variable digital filter response time in


a digital distance relay, GE paper, disponible en
htt://www.eindustrial.com/m/notes.

11-25
COORDINACIÓN DE PROTECCIONES DE SOBRECORRIENTE

PRÁCTICA 1

COORDINACIÓN DE PROTECCIONES DE
SOBRECORRIENTE

1 Objetivos

• Conocer y evaluar la metodología para la coordinación de protecciones de


sobrecorriente.
• Analizar los problemas de coordinación que se presentan al utilizar relevadores
con diferentes características tiempo-corriente.
• Aplicar el Programa ASPEN OneLiner 5.0, para verificar la coordinación entre
relevadores de sobrecorriente.

2. Introducción

Los relevadores de sobrecorriente representan el esquema de protección más


simple y económico; su principio de operación de basa en la medición de corriente en un
terminal de la línea para determinar la ubicación de la falla, por lo que son sensibles a
las variaciones de alcance ocasionadas por el tipo de falla y la condición de operación
del sistema eléctrico de potencia. La versión más utilizada de esta protección es la que
cuenta con dos elementos de sobrecorriente, uno instantáneo (50) y uno de tiempo
inverso (51).

Debido a su bajo nivel de complejidad, esta protección se caracteriza por un bajo


nivel de dependabilidad y un alto nivel de seguridad. Dos de los problemas de aplicación
de este tipo de protección son su baja sensibilidad para fallas de baja aportación o fallas
con resistencia, así como la posibilidad de operación incorrecta durante el
restablecimiento de carga fría. Sus principales áreas de aplicación son en la protección
de líneas de transmisión de cualquier configuración (versión direccional), protección de
generadores, transformadores, reactores y bancos de capacitores entre otros.

1
COORDINACIÓN DE PROTECCIONES DE SOBRECORRIENTE

En esta práctica se realiza el cálculo de parámetros de ajuste de los relevadores


de sobrecorriente de un sistema de potencia, y se analiza su operación para distintos
tipos de fallas en diversos regímenes de operación del sistema. Así mismo, se
estudiaran los problemas de coordinación que se presentan al utilizar relevadores con
diferentes características tiempocorriente. Se utiliza el programa ASPEN OneLiner 5.0
como herramienta de simulación.

3. Desarrollo

En la Fig. 1 se muestra una sección en 132 kV del sistema de potencia de


30 nodos del IEEE (archivo ieee30.orl).

a) Realice las modificaciones necesarias para generar un sistema radial desde la


subestación GLEN LYN hasta Ohio. No modifique el circuito paralelo entre
GLEN LYN y CLAYTOR.
b) Determine los parámetros de ajuste de las protecciones de sobrecorriente de
tiempo inverso instaladas en las líneas CLAYTOR-FIELDALE y FIELDALE-OHIO.
Considere que el relevador primario es un CO-9 y el de respaldo un CO-5, y
analice la coordinación entre ambos dispositivos (Tabla 1).

Tabla 1. Ajustes de los relevadores de sobrecorriente, inciso b.

CO-9 CO-5
Protección nTC
51TAP 51DIAL 50 51TAP 51DIAL 50
Claytor-Fieldale
Fieldale-Ohio

c) Repita el inciso anterior cambiando el relevador de respaldo por un CO-9 y por un


IAC-53 (Tabla 2). Analice la coordinación resultante y haga las observaciones
pertinentes en cada caso.
d) Incluya el elemento instantáneo (no direccional) en los casos descritos en el inciso
anterior (Tabla 2).

Tabla 2. Ajustes de los relevadores de respaldo.

CO-9 CO-5
Protección nTC
51TAP 51DIAL 50 51TAP 51DIAL 50
Claytor-Fieldale

2
COORDINACIÓN DE PROTECCIONES DE SOBRECORRIENTE

e) Considere ahora que una de las dos líneas del doble circuito GLEN LYN o
CLAYTOR es puesta fuera de servicio por mantenimiento. En esta nueva
condición, analice la coordinación entre los relevadores primario y de respaldo
coordinados en el inciso c), incluyendo las unidades instantáneas. Explique el
comportamiento de las protecciones en este nuevo escenario.

3
CÁLCULO DE PARÁMETROS DE AJUSTE DE PROTECCIONES DE DISTANCIA

PRÁCTICA 2

CÁLCULO DE PARÁMETROS DE AJUSTE DE


PROTECCIONES DE DISTANCIA

1 Objetivos

• Conocer y evaluar la metodología para la coordinación de protecciones de


distancia.
• Estudiar la influencia del efecto de fuente intermedia en el cálculo de parámetros
de ajuste de protecciones de distancia.
• Analizar los problemas de sensibilidad presentes en las terceras zonas de las
protecciones de distancia.
• Aplicar el Programa ASPEN OneLiner 5.0, para verificar el cálculo de parámetros
de ajuste.

2. Introducción

Los relevadores de distancia determinan la distancia eléctrica a la falla a partir de


mediciones en un terminal de la línea, por lo que sus zonas de protección son abiertas,
es decir, sus alcances varían con el régimen de operación del sistema, entre otros
factores. Las protecciones que presentan este comportamiento también se denominan
protecciones no unitarias o con selectividad relativa.

La presencia de una fuente de generación o una interconexión que inyecta o


sustrae corriente en un punto ubicado entre el relevador y la falla afecta la impedancia
medida y constituye una de las fuentes más importantes de error en la determinación de
la distancia a la falla. Este efecto es generalmente conocido como de fuente intermedia
(aunque en realidad la corriente inyectada puede ser positiva o negativa), y debe tenerse
en cuenta en el cálculo de parámetros de ajuste y en el análisis de la operación de los
relevadores de distancia.

1
CÁLCULO DE PARÁMETROS DE AJUSTE DE PROTECCIONES DE DISTANCIA

En esta práctica se realiza el cálculo de parámetros de ajuste de los relevadores


de distancia de un sistema de potencia, y se analiza su operación para fallas trifásicas
sólidas en diversos regímenes del sistema. Los cálculos se realizan manualmente, y se
utiliza el programa ASPEN OneLiner 5.0 para comprobar los resultados.

3. Desarrollo

En la Fig. 1 se muestra una sección en 132 kV del sistema de potencia de


30 nodos del IEEE (archivo ieee30.orl).

a) Determine los parámetros de ajuste de las protecciones de distancia de fase


indicados en la Tabla 3. Para la determinación de los ajustes utilice los valores de
impedancia reales utilizando relaciones de transformación de TC y TP unitarias,
nTC = nTP = 1.0.

Tabla 1. Ajustes de los relevadores de distancia.

Protecciones Z1 T1 Z2 T2 Z3 T3
GLEN LYN-TEXAS 0.0 0.25 0.6
GLEN LYN-CLAYTOR 0.0 0.25 0.6
FIELDALE-CLAYTOR 0.0 0.25 0.6
AHIO-FIELDALE 0.0 0.25 0.6

b) Con los resultados obtenidos en el inciso anterior, calcule en forma aproximada


las impedancias medidas por los cuatro relevadores de la Tabla 3, y determine si
operan para las siguientes fallas:

• Falla trifásica en el nodo CLAYTOR.


• Falla trifásica en el nodo FIELDALE.
• Falla trifásica en el nodo TENNESSEE.
• Falla trifásica en el 20% de la línea CLAYTOR-FIELDALE.

Utilice el programa ASPEN OneLiner para verificar los resultados de los cálculos
anteriores.

Considere que el generador conectado en el nodo CLAYTOR es puesto fuera de servicio


por mantenimiento. Utilice el programa ASPEN OneLiner para calcular las impedancias
medidas por los relevadores de la Tabla 3 para las fallas indicadas en el inciso anterior.
Explique el comportamiento de las protecciones en este nuevo escenario.

2
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DE DISTANCIA DURANTE FALLAS

PRÁCTICA 3

ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DE


DISTANCIA DURANTE FALLAS

1 Objetivos

• Estudiar el comportamiento de los relevadores de distancia durante fallas entre


fases y a tierra, y Analizar las impedancias medidas por los relevadores para
fallas simétricas y asimétricas.
• Estudiar la influencia del efecto de fuente intermedia y la impedancia de falla
sobre las impedancias medidas por los relevadores de distancia.
• Estudiar el efecto de acoplamiento mutuo sobre el alcance de las protecciones de
distancia durante fallas a tierra.
• Aplicar el programa ASPEN OneLiner5.0 para estudiar el comportamiento de
relevadores durante fallas.

2. Introducción

Los relevadores de distancia se conectan de modo que determinen correctamente


la distancia al punto de cortocircuito con independencia del tipo de falla. Es necesario
para ello supervisar seis posibles lazos de falla, tres de fase y tres de tierra; en
relevadores de distancia monofásicos se requieren, por tanto, al menos seis elementos
de protección.

Para cortocircuitos trifásicos todos los elementos miden la misma impedancia,


que es la de secuencia positiva de la sección de línea comprendida hasta la falla (si no
hay efecto de fuente intermedia), sumada con la impedancia de falla (que puede estar
afectada por la contribución de corriente del extremo remoto de la línea). Para fallas
asimétricas los seis elementos miden impedancias diferentes, pero al menos uno de
ellos mide la impedancia correcta, afectada por el inevitable término de la impedancia de

1
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DE DISTANCIA DURANTE FALLAS

falla. Los restantes elementos deben medir impedancias mayores, para evitar
sobrealcance en la protección.

En esta práctica se estudian las impedancias medidas por los diferentes


elementos de protección de un esquema de protección de distancia para diferentes tipos
de cortocircuito. Se estudia también el efecto de la resistencia de falla, el efecto de
fuente intermedia y el efecto de acoplamiento mutuo en líneas de transmisión sobre esas
impedancias medidas. Se utiliza el programa ASPEN OneLiner 5.0 como herramienta de
simulación.

3. Desarrollo

En esta práctica se va a utilizar el sistema de potencia de 30 nodos de la Fig. 1,


así como ajustes de los parámetros de ajuste de los relevadores analizados en la
práctica 2. Antes de comenzar esta práctica, defina un relevador de distancia de tierra
como complemento de los relevadores de la Tabla 3. Utilice los mismos ajustes para
ambos tipos de protecciones (fase y tierra).

Problema 1

a) Determine con el programa ASPEN OneLiner las impedancias medidas por los
relevadores (Tabla 3) para una falla sólida en el nodo CLAYTOR. Considere los
siguientes tipos de fallas:
• Falla trifásica.
• Falla de fase (A) a tierra.
• Falla de dos fases (B y C) a tierra.
• Falla entre fases (B y C).

Analice el comportamiento de los relevadores ante estas fallas

b) Repita el inciso anterior, considerando una impedancia de falla igual a 10+jO.0


ohms. Analice el comportamiento dedos relevadores en estas condiciones. En
caso necesario, proponga modificaciones en sus ajustes o en la forma de la
característica del relevador.

Problema 2

Evalué el comportamiento de los relevadores de distancia cuando existe


acoplamiento mutuo entre lineas de transmisión.

2
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DE DISTANCIA DURANTE FALLAS

a) Aplique una falla sólida de fase (A) a tierra en los siguientes puntos.
• Nodo CLAYTOR.
• 50% de la línea CLAYTOR-FIELDALE.
• 75% de la línea CLAYTOR-FIELDALE.

Para estas fallas, analice las impedancias medidas por los relevadores de fase y
de tierra de la Tabla 3.

b) Repita el procedimiento del inciso a, para un valor ZM = 0.0 + j 1.0 p.u. de la


impedancia de acoplamiento mutuo de secuencia cero del grupo 1 de líneas
acopladas (GLEN LYN-TEXAS, GLEN LYN-CLAYTOR (1), GLEN LYN-
CLAYTOR (2)).

c) Analice comparativamente los resultados obtenidos en los incisos a y b en cuanto


a impedancias medidas por los relevadores y operación de las zonas de
protección.

Problema 3

Utilizando los ajustes vigentes de los relevadores de distancia de fase de la


Tabla 3, determine el alcance de cada relevador (tercera zona) para fallas trifásicas
sólidas en las siguientes condiciones:
• Sin cambios en los elementos del sistema de potencia de 30 nodos (caso base).
• La línea CLAYTOR-NEVADA y el generador en el nodo CLAYTOR fuera de
servicio.
• La línea TEXAS-TENNESSEE fuera de servicio.
• El generador en el nodo FIELDALE fuera de servicio.

Utilice las facilidades de la opción AUTO SEQ del programa ASPEN OneLiner.
Analice y comente los resultados obtenidos.

3
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DURANTE OSCILACIONES DE POTENCIA Y PÉRDIDAS DE EXCITACIÓN

PRÁCTICA 4

ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES


DURANTE OSCILACIONES DE POTENCIA Y PÉRDIDAS
DE EXCITACIÓN

1 Objetivos

• Analizar el comportamiento de los relevadores que responden a impedancia


durante disturbios en que se origina una trayectoria de impedancia en el plano
complejo.
• Analizar el comportamiento de la impedancia aparente medida por los relevadores
de distancia durante oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo.
• Analizar el comportamiento de la impedancia aparente medida por los relevadores
de protección de generadores contra pérdida de excitación durante oscilaciones
de potencia y condiciones de pérdida de excitación.
• Aplicar el programa de simulación Electro-Magnetic Transients in DC program
(EMTDC) para estudiar el comportamiento de la impedancia aparente medida por
los relevadores durante disturbios.

2. Introducción

Las oscilaciones de potencia de un sistema eléctrico son de naturaleza


electromecánica y se originan por alteraciones súbitas del balance entre las potencias
eléctricas y mecánicas de las máquinas rotatorias del sistema. Los cortocircuitos y las
desconexiones de líneas y de unidades generadoras están entre las causas más
frecuentes de oscilaciones de potencia, que pueden amortiguarse y llevar el sistema a
un nuevo estado de equilibrio (el sistema conserva el sincronismo) o ser de amplitud
creciente con la consecuente pérdida se sincronismo.

1
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DURANTE OSCILACIONES DE POTENCIA Y PÉRDIDAS DE EXCITACIÓN

Durante una oscilación de potencia pueden tener tendencia a la operación los


siguientes tipos de protecciones: a) protecciones direccionales de sobrecorriente de
fase; b) protecciones de distancia de fase y tierra; c) protecciones de generadores contra
pérdida de excitación; d) protecciones de generadores contra inversión de potencia; e)
protecciones de generadores contra sobrexcitación (responden al cociente
voltaje/frecuencia). En principio son insensibles a las oscilaciones de potencia las
protecciones de tipo diferencial, y las que responden a magnitudes de secuencia cero, o
de secuencia negativa.

Las protecciones que responden a impedancia, como son las de distancia y las
protecciones de generadores contra pérdida de excitación, detectan las oscilaciones de
potencia como variaciones con el tiempo de la impedancia aparente, que describe una
trayectoria en el plano complejo impedancia. Si la trayectoria atraviesa la zona de
operación del relevador y permanece en ella un tiempo mayor al de operación, tiene
lugar la operación incorrecta. En esta práctica se hacen simulaciones de condiciones de
oscilaciones de potencia y pérdidas de sincronismo en un sistema simple máquina-barra
infinita. Se estudia la respuesta de estos dos tipos de relevadores que responden a
impedancia ante estos disturbios.

La pérdida de excitación de generadores es otra condición en que la impedancia


aparente describe una trayectoria en el plano complejo. En la práctica también se hacen
simulaciones de esta condición anormal de operación, y se analiza la respuesta de los
relevadores de protección de generadores contra pérdida de excitación. En esta práctica
se utiliza el programa de simulación Electro-Magnetic Transients in DC program
(EMTDC) para estudiar el comportamiento de la impedancia aparente medida por los
relevadores.

3. Desarrollo

En la Fig. 2 se muestra el diagrama unifilar de un sistema máquina-barra infinita,


que incluye dos relevadores de distancia en las líneas de transmisión. En la Fig. 3 se
muestra el mismo sistema en la interfaz gráfica del programa EMTDC; el modelo incluye
la facilidad de desconectar la línea 1 a través de los interruptores BRKa y BRKb, dos
puntos de falla, y un control simple de la excitación del generador.

A partir de un archivo de condiciones iniciales previamente determinado


(snapshot file testx.snp), simule los siguientes disturbios y analice el comportamiento de
la impedancia aparente medida por los relevadores de distancia R1 y R2. Se recomienda
un tiempo máximo de simulación de 2 segundos.

2
ANÁLISIS DE LA OPERACIÓN DE RELEVADORES DURANTE OSCILACIONES DE POTENCIA Y PÉRDIDAS DE EXCITACIÓN

a) Aplique una falla trifásica sólida al final de la línea 2 a los 0.2 segundos, liberada
después de 0.5 segundos.
b) Aplique una falla trifásica sólida al final de la línea 2 a los 0.2 segundos, liberada
después del segundo.
c) Aplique una falla trifásica sólida al final de la línea 2 a los 0.2 segundos, y
provoque su eliminación con la apertura de la línea 1 después de 0.5 segundos.
d) Realice la apertura tripolar, sin falla, de la línea 1 a los 0.2 segundos.
e) Simule una pérdida de excitación total del generador, y analice la trayectoria de
impedancia aparente medida por los relevadores R1 y R2.

En todos los casos, la impedancia medida por los relevadores podrá ser analizada
a partir del archivo de salida del EMTDC (salida.out) utilizando el programa simula.m
desarrollado en MATLAB.

También podría gustarte