Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Enfermera: Bien, muy bien , se han sanado los pacientes del año pasado en su mayoría.
Otros están mejorando y unos poco son han vuelto más, las estadísticas y los chequeos
verifican que los pacientes sanados siguieron al pie de la letra las indicaciones.
Enfermera: Buenos días, doctor. Aquí estoy lista para comenzar. ¿Saludamos como de
costumbre?
Enfermera: Apreciados pacientes, abiertas ya desde hace mucho tiempo, por las mismas
heridas de Jesús, y dispuesto para revelar en conocimiento y saludo del ministerio de la
eternidad, a todos los enfermos del pecado, este hospital de la gracia, conocido
comúnmente con el nombre de Escuela Sabática, extiende a todos los presentes su
recepción más cariñosa. Sean todos bienvenidos. (Dirigiéndose al doctor): ¿Algunas
palabras?
Doctor: Sí, con mucho gusto. Tan solo para decirles que esta consulta es completamente
gratis. Todo ha costado muchas lágrimas y sacrificios a su director principal, Jesús de
Nazaret. Por tanto, les ruego que no se desalienten, cooperen, obedezcan el plan que se les
asigne. Es el propósito de nuestro director verlos con salud y gozando de una vida sin fin.
Todo es por amor. ¿Están dispuestos a cooperar?
Enfermera: Estimados pacientes, deseamos saludar al director del hospital. ¿Les parece
bien que lo hagamos todos a través de un himno? Pues bien , cantemos el himno 213.
Doctor: Os invito a orar para que estas consultas tengan la bendición de nuestro director.
Hagámoslo de rodillas: “Bendito Señor, Creador y Sustentador de todas las cosas, honra,
gloria y loor a tu nombre. Benditas tus manos que pasaron sobre el enfermo más que sobre
ti mismo cuando caminaste con nosotros por esta senda de dolor. Ahora te rogamos nos
ayudes a recibir a toda cabeza enferma y todo corazón doliente. Danos el bálsamo de
Galaad para curar heridas y limpiar las podridas llagas. Ayúdanos a curar, vendar y
suavizar con aceite de tu Santo Espíritu. En tu nombre lo rogamos al Padre, Amén.”
(Después de sentarse, dice): ¿Cuál es el primer caso?
Enfermera: Doctor, es aquella dama que por higiene mental, usted le ordenó que pensara en
las cosas más agradables, las memorizara y las trajera por escrito.
Memorias: Presente. Aquí estoy doctor, con el recuerdo de las cosas más agradables para
mi mente.
Doctor: Comience …
Doctor: Bien, continúe así con el tratamiento, y asista a la próxima consulta. Su consulta
de seguro agrada mucho al director del hospital.
Enfermera: Doctor, hay unos jóvenes que quieren saludarlo. ¿Recuerda aquellos jóvenes
con cuadros depresivos de psicopatía alarmante y preocupante, recuerda? Han venido con
instrumentos musicales.
Doctor: Pues que los usen. Así sabré como se encuentran. La música es un buen espejo del
alma.
Enfermera: Pasen los jóvenes (dicen los nombres, entran, y ejecutan una parte especial).
Promoción: Le hice caso, doctor. Tengo mucha alegría, pues ya veo la vida como un don
precioso. He visto, que al cumplir un año más, en vez de repasar las cosas tristes de la vida,
en vez de recordar las decepciones, desengaños y lo que no he podido alcanzar, he visto que
no hay mejor cosa que dar gracias a Dios porque vivimos, comemos, andamos, y porque
todo ocurre para nuestro bien. En vez de pensar que me pongo vieja, pienso que cada día
estoy más cerca de la Segunda Venida de Cristo, de la resurrección y de la gran renovación.
Doctor, por favor, no se ponga bravo, pero de todo el plan esto es lo que más me ha hecho
bien. Agradecida, traigo un donativo al hospital y un obsequio a cada uno de los pacientes
que cumplen año este mes.
Doctor: (Hace una señal de aprobación y comunica una orden con un gesto a la enfermera.
Esta vez llama al personal de guardia a prestar asistencia urgente. Enseguida aparecen las
personas indicadas para ayudar. Mientras la paciente conversa con el doctor, sin que se
oiga. Este le toma la presión y la oculta, le da la mano y se despiden).
Enfermera: (Al terminar el reparto). Dr. La siguiente persona es aquella joven que ha
perdido la voz .
Doctor: ¿Qué tal se siente? Parece que bien, pues la última vez que asistió a la consulta no
podía articular palabra.
Sra X: Pues para que vea mis progresos, daré una buena demostración.
Doctor: Usted cantaba, perdió el don del habla … ¿Quiere decir que puede cantar otra vez?
Doctor: Muy bien, siga el tratamiento de orar y estudiar las escrituras diariamente y vuelva
dentro de un año.
Sra X: Muy bien doctor, hasta el año que viene (Recoge el turno)
Misionero: Hay, doctor, ¡qué pena me da todo! Pero le contaré. (Aquí le relata el misionero
que se ajuste al caso). Hay momentos que me siento tan desdichada, siento como una
culpa, como algo que me acusa, y la tristeza se pone en mi camino.
Doctor: En este hospital tu caso tiene prioridad y cura. Debes creer en el poder del perdón.
Si ya te arrepentiste y confesaste a Dios tu error, no tienes que mirar atrás. Mira a Cristo,
no escuches al acusador. Casos como este los atiende personalmente, por algo es que le
llaman a su oficina el “Trono de la Gracia”. Vete y no peques más. ¡Sé feliz! Ayuda a
otros, y usa medicina preventiva para que no caigan en la enfermedad de la que Jesús ya te
ha curado.
Misionero: (Con una sonrisa) Doctor, por primera vez tengo paz, la gracia a tocado mi
corazón.
Doctor: Jesús te bendiga, mientras, pero recerca, El sufrió por ti para que tú no sufras mas
por el pecado …. Mira hoy viene un conferenciante de Historia de la Medicina Espiritual,
es muy bueno y ofrecerá un conversatorio sobre esto. ¿Por qué no te quedas?
Enfermera: ( Mientras transcurría el relato bajó a los bancos y habló con algunas personas
brevemente al subir dice:) Dr. Hay un grupo de amigos que desean que esta obra se
sostenga y progrese han traído donativos. ¿ Qué hacemos?
(El doctor se pone de pie, lo invita a pasar, le anuncia el tema. El doctor y la enfermera se
retiran discretamente).
Paciente: Se sienta saludando. ¡Aquí estoy doctor! ¿Qué arroja el chequeo que me ordenó?
Doctor: Yo lo veo bien, ¡pero como anda esa memoria! Todo se le olvidaba.
Doctor: Estaría oyendo sin casarme. Ven dentro de un mes. Pasa a recoger el turno.
Obra laica: Aquí estoy doctor, muy contento y feliz. (Relata una experiencia misionera)
Doctor: Muy bien, le felicito, puede retirarse ya de la consulta, pero recuerde… (El doctor
se pone en pie y exhorta al trabajo misionero)