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Compañeros del CSU SAN JORGE:

La llegada de la Navidad, este pasajero momento del año, que nos invita
a regresar a nuestra cuna, a nuestras raíces y desde ahí, desde lo más
auténtico de nuestros corazones, nos invita a pensar en qué hemos
hecho, de dónde venimos y para dónde vamos. Nos permite analizar el
cumplimiento de nuestras metas, nuestros avances y especialmente todo
lo que aún nos falta por hacer.

¿Quién no añora durante todo el año la época de Navidad? Ésta nos


hace recordar ese sentimiento profundo de felicidad que colmaba
nuestros corazones cuando, con gran fervor, le pedíamos al Niño Dios (o
a quien hiciera sus veces) un regalo diferente cada día. Parte de lo bonito
de crecer, es descubrir que ése regalo es la vida misma y que el
juguete deseado se convierte en la risa amable de nuestros seres
queridos.
Los ritmos de la Navidad se tocan con las cuerdas más sensibles de
nuestro corazón, y entonces, todo vibra con alegría. En esta época
recordamos que formamos parte de un todo, que no somos seres
aislados y que todas nuestras acciones repercuten en los demás, y que
por esto, todos somos hermanos, unidos a través de lazos invisibles
e indivisibles.
Compañeros de hoy, hemos tenido un año 2016 muy intenso. Después
de un tiempo de entrega y sacrificio, regresaremos con todo el
entusiasmo al que más nos gusta, nuestras familias.
Agradezcamos a Dios por el privilegio que nos da al poder trabajar en lo
que nos apasiona. Éste año representó formidables logros laborales y
personales. Siempre recordaremos el año 2016 como aquel en que,
gracias al trabajo decidido con ustedes, logramos dejar sembrado en la
más alta prioridad estratégica para el desarrollo del país, al
Emprendimiento de la salud.
Nos espera pues, un próximo año de transición con la llegada de nuevas
personas a nuestras vidas, y por tanto, tenemos el gran reto de
continuar sembrando y fortaleciendo los procesos de solidaridad y
entrega en todos quienes nos necesitan. Deseo de corazón, que el
año 2017 esté lleno de muchos retos, pero especialmente de grandes
logros para todos ustedes.
Hagamos de esta Navidad el espacio propicio para perdonar a todo aquel
que nos haya ofendido de obra, palabra o pensamiento. Permitámonos
comenzar el año 2017 con el corazón liviano y fortalecido gracias al
perdón.

¡Un abrazo fraternal entre nosotros y sus familias!

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