Primeramente, antes de generalizar en los distintos aspectos que abarca la justicia, es

necesario e importante saber cuál es una de las connotaciones que se le han considerado a
ésta.
Son muchas las definiciones que se presentan al hablar de justicia, sin embargo, podemos
mencionar la siguiente:
La justicia es la concepción que cada época y civilización tienen acerca del bien común. Ésta,
en un Estado, se manifiesta como una organización que existe para castigar los delitos y
dirimir las diferencias entre los ciudadanos de acuerdo con las leyes.
Ahora bien, al remontarnos a los orígenes más remotos de la justicia, encontramos que la
noción que tenían los griegos acerca de la misma, revestía sin duda, una peculiaridad. Así,
por ejemplo, Sócrates la enfocaba desde el conocimiento y la observancia de las leyes que
gobiernan las relaciones entre los hombres. Para Platón, es aquella que mantiene la unidad,
el acuerdo y la armonía. En cambio, para Aristóteles ofrece aspecto social, que impone a cada
uno respetar el bien de los demás.
En otro orden de ideas, conforme a algunos datos que afirman que la justicia colombiana es
una de las más lentas a nivel mundial; lo cierto es que la justicia atraviesa por una de sus más
profundas crisis. No solo carece de credibilidad ante la sociedad a causa de males como la
politización, la congestión y consecuente demora e impuntualidad, sino también, la aquejan
defectos propios del diseño constitucional y la jurisprudencia.
¡Déjenme decirles que el reto es enorme!, la justicia en Colombia requiere soluciones que
estén encaminadas a fortalecer los medios disyuntivos de resolución de conflictos a los
miembros más desventajados de la sociedad, para quienes muchas veces el derecho se
presenta como esperanza de una vida más digna. Necesitamos una justicia que beneficie al
ciudadano común, que no privatice el derecho, que contribuya a la formulación de una
justicia justa, efectiva, eficiente y pública, que las personas vuelvan a ver una institución
fuerte, que realmente haga valer los derechos del pueblo, exigiendo respeto por la propiedad
privada y ofrezca una verdadera seguridad jurídica.