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"LA DUDA"

FLYN / ALOYSUS
F - ¿Puedo pasar?
A - Necesitamos una tercera persona.
F - ¿Qué hacía la madre de Donald acá?
A - Estábamos charlando.
F - ¿Sobre qué?
A - Se requiere a una tercera persona.
F - ¡Nada de una tercera persona, hermana! ¡Ud y yo
necesitamos hablar! Tiene que parar esta campaña contra mí.
A - Usted puede terminarla cuando quiera.
F - ¿Cómo?
A – Confesando y renunciando.
F - ¡Usted quiere destruir mi reputación!
A-¿Qué hace en esta escuela?
F - Intento hacer el bien.
A - O más precisamente... ¿Qué hace en el sacerdocio?
F - Ud está impidiendo que avance esta escuela y esta parroquia.
A - ¿Qué estoy impidiendo?
F - ¡Una educación progresiva y una iglesia compasiva!
A - No va a distraerme, Padre. No se trata de mi
comportamiento... ¡sino del suyo!
F - De sus sospechas infundadas.
A - Sí, tengo mis sospechas. (Ella está levantando las hojas que
tiró el viento al estar la ventana abierta)
F - ¡Deje eso, no es importante!
A - Yo decido lo que es importante.
F - ¿Por qué sospecha de mí? ¿Qué hice?
A - Ud. le dio vino a ese chico y dejó que le echaran la culpa.
F - Eso no es verdad. ¿Habló con el sr Rodriguez?
A - Él sólo sabe que el chico tomó el vino... No sabe cómo llegó
a tomarlo.
F - ¿Su madre dijo algo más?
A - No.
F - ¿Entonces eso es todo?
A - No estoy satisfecha.
F - Pregúntele al chico entonces.
A –no, èl lo va a proteger.
F - ¿Por qué haría eso?
A - Porque Ud lo sedujo.
F - ¡Está loca! Se le metió en la cabeza que yo corrompía al niño
dándole el vino y le hará cambiar de parecer.
A - Así es.
F - Pero esto no tiene nada que ver con el vino. Ud desconfiaba
de mí antes del incidente. Ud le advirtió a la Hna James que
estuviera alerta, ¿no?
A - Es cierto.
F - ¡Entonces lo admite!
A - Claro que sí.
F - ¿Por qué?
A - Yo conozco a la gente.
F - ¡No basta con eso!
A - No tiene que bastar.
F - ¿Por qué?
A - Porque Ud. va a decirme lo que ha hecho.
F – Si, claro se lo voy a decir
F - La Hna Lucia está convencida de que soy inocente.
A - Oh, así que ya habló con la Hna Lucia Bueno... Claro que
habló con la Hna Lucia
F - ¿Sabe que el padre del niño lo golpea?
A - Sí.
F - ¿No puede eso explicar el comportamiento raro que notó la
Hna en él?
A - Podría.
F - ¡¿Entonces qué es?! ¿Qué escuchò? ¿Qué vio que la
convenció tan profundamente?
A - ¿Eso Qué importa?
F - ¡Importa! "¿Cuál es el problema?" ¡Yo quiero saber!
A - Desde esta ventana lo vi agarrarle la muñeca a Santiago De
Lucci... Y vi còmo el niño intentaba soltarse
F - ¿Habla en serio?
A - Sí.
F - ¿Eso es todo?
A - Sí, eso fue todo.
F - Eso no es nada.
A - ¿Qué está haciendo?
F - Escribiendo lo que dice. Para explicar porqué la tienen que
destituir.
A - Esta mañana, antes de hablar con la Sra.Barreiro,tomè la
precaución de llamar a su última parroquia.
F - ¿ Qué le dijo?
A - ¿Quién?
F - El pàrroco
A - No hablé con el pàrroco, hablé con una monja.
F - Debería haber hablado con el pastor.
A - Hablé con una monja.
F - Ese no es el procedimiento correcto. La iglesia es muy clara ¡
Debe hablar con el pastor !
A - ¿Por qué? ¿Tienen un acuerdo ustedes dos?
F - ¡No tiene derecho a investigar mi pasado!
A - Ud tiene una historia/historial. Esta es su tercer parroquia en
cinco años. ¿Por qué?
F - Llame al pàrroco. Pregúntele porqué me fui.
A - No voy a llamar a ningún cura.
F - ¡Soy un buen cura!
A - Ud se lanzará sobre un niño y después otro hasta que lo
paren..
F - No he tocado a ningún niño.
A - ¡Sí lo hizo!
F - ¡No tiene la menor prueba de nada!
A - Pero tengo mi certeza y con eso iré a su última parroquia... y
a la anterior. Si es necesario, encontraré un padre. Creame,
Padre Victor que lo haré.
F - ¡No tiene derecho a actuar sola! Ud hizo los votos. ¡Uno de
ellos es la obediencia! ¡Ud responde a nosotros! ¡No tiene
derecho a salir de esta iglesia!
A - ¡Me saldré de la iglesia si es necesario, aunque la puerta se
cierre detrás de mí! Haré lo necesario aunque sea condenada al
infierno! Debe entender eso Padre. Sino, me estarà
subestimando. Ahora... ¿Le dio de tomar vino a ese niño?
F - ¿Ud nunca ha hecho algo malo?
A – si , lo he hecho.
F - ¿Ningún pecado moral?
A - Sí.
F-¿Y?
A - Lo confesé, Padre.
F - Entonces todo lo que he hecho, lo dejé en las manos
curativas de mi confesor. Igual que Ud. Somos iguales.
A - No, no somos iguales. Un perro que muerde es un perro que
muerde. ¿Le dio de tomar vino a Bruno Barreiro?
F - No.
A - ¿responde con reservas?
F - No.
A – Miente!!! Muy bien, ... Si Ud no abandona mi oficina, yo lo
harè Y una vez que me vaya, no voy a parar.
F - Espere... No puedo decirle todo... ¿Entiende? Hay cosas que
no puedo decir. Aun si puede imaginarse la explicación,
Hermana. Recuerde... Hay cosas más allá de su conocimiento.
Aun si siente certeza, es una emoción, no un hecho.
A - Ud solicitará una transferencia y pedirá un permiso de
ausencia hasta que se la concedan.
F - Me va a dejar sin nada.
A - Es ese niño el que no tiene nada y Ud se aprovechó de eso.
F - No hice nada malo. Ese niño me importa.
A - ¿Por qué? ¿Porque usted le sonríe...
Y se compadece de él...
y le habla como si fueran iguales ?
Ud es un tramposo y esa sensación cálida que experimentó
cuando el chico lo vio con confianza, no fue virtud.
Es algo que puede sentir un borracho con su ron.
F - Puedo defenderme.
A – va a perder
F - ¿Dónde está su compasión?
A - En ningún lugar donde ud pueda alcanzarla padre. No me
compadezco de usted. Sé que no puede sentir verdadero
remordimiento... . Quédese aquí. Compóngase. Use el teléfono si
quiere. Que tenga ud buenos días!!

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