Titulación: Ingeniería Química Lectura 1: Los flavonoides: propiedades y acciones antioxidantes. Aquellos pigmentos naturales que se encuentran presentes en vegetales, se los conoce como flavonoides y se encargan de proteger el organismo del daño provocado por agentes oxidantes, no los produce nuestro organismo por lo que una ingesta adecuada de alimentos que los contengan trae beneficios a nuestra salud. Hablando de su estructura química, los flavonoides son compuestos de bajo peso molecular y tiene un esqueleto común de difenilpiranos, unidos por un anillo de pirano. Su estructura básica permite que exista una multitud de patrones de sustitución. Se pueden clasificar en: Flavanos, flavonoles, flavonas y antocianidinas. Los flavonoides se encuentran en frutas, verduras, semillas y flores, además en cerveza, vino, té verde, té negro y soja; estos son consumidos en la dieta humana de forma habitual. También se encuentran en extractos de plantas como arándanos, gingko biloba, cardo, etc. En las plantas, los flavonoides se ubican en las hojas y en el exterior, a excepción de la cebolla. El vino tiene un alto contenido de compuestos polifenólicos, los cuales provienen de la uva y de su proceso de fermentación. Se han identificado más de 5000 flavonoides, tales como: Citroflavonoides, isoflavonoides, proantocianidinas, antocianidinas, ácido elágico, catequina, kaemferol. Los flavonoides no son aminas ya que conforman otro grupo químico, pero debido a su acción protectora y la imposibilidad de producción del organismo, son incorporados al grupo de nutrientes esenciales, ya que representan una contribución importante al potencial antioxidante de la dieta humana. Se sintetizan en las plantas y participan en la fase dependiente de la luz de la fotosíntesis, se forman a partir de los aminoácidos aromáticos, fenilalanina, tirosina y unidades de acetato. El metabolismo de los flavonoides es intenso y su gran mayoría se excreta por la orina. Su transformación se localiza en dos lugares: primero en el hígado y seguidamente en el colon. En los años 30 se reconoció a los flavonoides como antioxidantes en los sistemas biológicos, sin embargo, fue ignorado hasta hace poco tiempo. El interés creció por su apreciación en las actividades farmacológicas. Algunos flavonoides como la quercitina y el kaemferol, ayudan a la prevención de enfermedades. Estudios han demostrado que ingerir frutas y verduras, reducen al 50% el riesgo de cánceres digestivos y de las vías respiratorias. Diversos datos experimentales han demostrado que los flavonoides poseen efectos anti-mutagénicos y anti-carcinogénicos. Forman metabolitos carcinogénicos, por la acción de las enzimas citosólicas y microsómicas. Una explicación posible de estos efectos anticancerígenos sería el incremento que algunos flavonoides producen en las concentraciones intracelulares. Las propiedades prooxidantes y mutagénicas de los flavonoides, se encuentran ligadas a la acción de eliminar radicales libres que tienen estos compuestos. Lectura 2: Influencia de los parámetros de agitación y aireación en la biooxidación de un mineral aurífero refractario Una alternativa económica para recuperar metales es la biooxidación de minerales sulfurados, utilizando microorganismos mesófilos, En nuestro país no se han implantado este tipo de procesos, porque se cree que habrá grandes pérdidas. Así la implementación de la microbiología en el sector minero-metalúrgico favorece la recuperación de recursos naturales, es una tecnología limpia y tiene mayor protección ambiental que las tecnologías convencionales. El estudio determinara la influencia de la agitación y aireación en la suspensión de sólidos y su aplicación en la biooxidación de minerales refractarios. Se realizaron 3 ensayos: Solidos suspendidos: Volumen efectivo del biorreactor fue de 3 litros, con densidad de pulpa al 15% p/v de sólidos y tamaño de partícula 180-200 mallas. El tiempo utilizado fue de 30 minutos, se recogió los sólidos, se midió el volumen total; se tomó una muestra de 100 ml del interior del reactor y se continuó con el mismo procedimiento. Biooxidación: Se utilizó un consorcio microbiano, el mineral utilizado posee un 5% de sulfuros y una ley de cabeza de oro de 3.22 Kg/Ton. El ensayo se lo realizó en un sistema batch en un reactor de tanque agitado de 5 litros con 3 litros de volumen de trabajo. Cianuración: Mineral biooxidado se somete a un proceso de cianuración, para cuantificar la recuperación de oro. Para cada proceso se obtuvieron distintos resultados, pero podemos concluir que la suspensión del mineral depende de la altura del rotor, flujo de aire y velocidad de agitación, valores óptimos mejoran la solubilizarían del mineral en el proceso de biooxidación, aumentando la productividad volumétrica de hierro y sulfatos (Qp), así como la recuperación de oro después de la lixiviación con cianuro.