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9 Diferencias
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TEMA 9
ENFOQUE INTEGRAL DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES EN LA
INTELIGENCIA Y PERSONALIDAD
n CREATIVIDAD.
– En las teorías implícitas, las personas no expertas conciben la creatividad como el resultado
de una combinación de factores cognitivos y de personalidad.
CUADRO 9.6
n ESTILOS COGNITIVOS.
– El término estilo fue introducido formalmente en Psicología por Allport, para referirlo a
distintos tipos de personalidad y de conducta. El estilo reúne una serie de patrones habituales
o modos preferidos de hacer las cosas (percibir, pensar, aprender, enseñar, etc.), que son
relativamente estables en el tiempo y consistentes a través de varios tipos de actividades.
– El estilo cognitivo se refiere específicamente al modo habitual de procesar información y de
utilizar los recursos cognitivos, como la percepción, la memoria, el pensamiento, etc.
– La diferencia esencial entre estilo cognitivo e inteligencia es que ésta hace que un individuo
manifieste un determinado rendimiento en todo tipo de situaciones que requieren
competencias cognitivas. Por el contrario, el efecto de un estilo cognitivo sobre aquél es
positivo o negativo dependiendo de la naturaleza de la tarea. Los estilos cognitivos deben
ubicarse entre las capacidades cognitivas y los rasgos de personalidad.
– A partir de la teoría clásica de la ciencia cognitiva se propone que un análisis de las relaciones
complejas entre personalidad e inteligencia requiere, además de la consideración de procesos
cognitivos simples y de sus bases biológicas, una explicación en términos de procesos más
complejos como las metas personales, intenciones y esfuerzos de adaptación a las demandas
externas; lo que ha venido a denominarse nivel de conocimiento o semántico, por cuanto
implica la intervención del conocimiento global que se posee del mundo, su interpretación,...
o APROXIMACIÓN PSICOMÉTRICA .
– Varios son los factores que han contribuido al escaso éxito en la detección de aspectos
comunes entre personalidad e inteligencia bajo esta perspectiva de análisis:
∑ Naturaleza de los constructos.
∑ Dificultades metodológicas.
∑ Distinción entre rendimiento máximo y típico. Ackerman y Heggestad se preguntan por qué
los investigadores no pueden estar interesados en predecir, a partir de los tests de
inteligencia, lo que una persona suele hacer o es más probable que haga (rendimiento
típico). Esta comprensión está parcialmente basada en las características de personalidad,
pero también en cuánto esfuerzo intelectual es probable que invierta en la escuela o el
trabajo, lo que se conoce como Compromiso Intelectual Típico.
– En cuanto a la evidencia de la relación entre inteligencia y personalidad desde la perspectiva
CUADRO 9.12
o APROXIMACIÓN EXPERIMENTAL-COGNITIVA .
– Desde esta aproximación, el énfasis recae en los procesos, en cualquier de sus niveles
(neural, cognitivo-computacional o adaptativo), en comparación con el interés en la estructura
(dimensiones) propio de las aproximaciones psicométricas.
– En el nivel de procesos neurales, en general la conclusión que se ha obtenido es que la
personalidad y la inteligencia parecen relacionarse con índices psicofisiológicos diferentes. No
obstante, los estudios realizados dentro del marco de la teoría del arousal (activación) pueden
servir para integrar ambos constructos.
– En el nivel de procesos cognitivos, la inteligencia está habitualmente asociada a diferencias
individuales en procesos cognitivos. Matthews ha llegado a la conclusión de que los rasgos de
personalidad, al igual que la inteligencia, están asociados con diversos correlatos cognitivos
(existencia de un patrón cognitivo en la dimensión Extraversión/introversión y en la ansiedad).
Puede concluirse que la personalidad interactúa con ciertos componentes de la inteligencia,
afectando conjuntamente a diversos aspectos del rendimiento cognitivo.
– En el nivel adaptativo, la personalidad y la inteligencia confluyen cuando el individuo se
esfuerza por alcanzar sus metas y resultados adaptativos. Esta interdependencia está
condicionada a una redefinición o ampliación del concepto tradicional de inteligencia, que
debe concebirse como el conjunto de habilidades y conocimientos disponibles en el individuo,
así como la habilidad para utilizarlos en la adaptación a situaciones nuevas y en la
consecución de metas significativas. Las metas de los individuos son vistas como aquel
componente de la personalidad que hace posible que ésta se integre con la inteligencia.
– Gardner señala que los tests de CI se basan en una noción restringida de la inteligencia que
no tiene en cuenta la amplia gama de habilidades y destrezas más decisivas para la vida que
el CI.
– Ni la habilidad o CI en sí misma, ni incluso el resto de inteligencias existentes, pueden dar
cuenta totalmente de elementos importantes y complejos de la conducta humana, reunidos
bajo dos conceptos importantes, la motivación y la autorregulación, que son los que, en
última instancia, conectan la individuo con el mundo por medio de la promoción de una serie
de actitudes hacia objetivos significativos o metas, y de conductas dirigidas a alcanzarlas.
– Así, pues, varios son los dominios psicológicos y vitales de los individuos que pueden
considerarse, a través de los cuales puede realizarse el análisis de una serie de constructos
representativos de aquellos otros aspectos relevantes para el éxito, diferentes a la inteligencia
abstracta. Estos dominios pueden agruparse en cuatro grandes áreas:
∑ El mundo emocional del individuo. El constructo relevante aquí es la inteligencia emocional.
∑ La aplicación efectiva de los conocimientos derivados de la experiencia del individuo en su
vida diaria o inteligencia práctica.
∑ El contexto específicamente interpersonal. El constructo básico es la inteligencia social.
∑ En un plano integrador se encuentra la necesidad del individuo para regular su conducta en
función de las demandas internas y externas. Se trata del concepto de autorregulación.
n ÁMBITO EMOCIONAL.
o INTELIGENCIA EMOCIONAL .
– Salovey y Mayer contemplan las emociones como respuestas organizadas que impregnan el
funcionamiento de muchos subsistemas psicológicos, y llegan a defender que el
procesamiento adaptativo de la información emocionalmente relevante es parte de la
inteligencia.
– Asimismo, señalan que las diferencias individuales en las habilidades con las que este
procesamiento ocurren constituyen aspectos nucleares de la personalidad. En este contexto,
estos autores introducen su modelo de inteligencia emocional, destinado a identificar y
organizar las habilidades específicas necesarias para comprender y experimentar emociones
de manera adaptativa.
– Mayer, Salovey y Caruso diferencian entre dos modelos básicos de inteligencia emocional: un
modelo de habilidad que implica una definición restringida de la inteligencia emocional,
concretamente en términos de habilidad en el procesamiento de la información emocional, y
los modelos mixtos, que incorporan un amplio rango de rasgos de personalidad.
1. Modelo de habilidad.
– Salovey y Mayer equiparan la inteligencia emocional con la inteligencia general, en lo que se
refiere a la naturaleza de los procesos y operaciones que intervienen en su funcionamiento
respectivo; es decir, ambas inteligencias implican una capacidad para procesar información.
– La inteligencia emocional es el resultado de la interacción de dos operaciones mentales
básicas, la emoción por un lado, y la cognición por otro. Esta conjunción entre emoción y
cognición está en al base de esa necesidad de integración entre emoción y razón.
– La inteligencia emocional se refiere, en parte, a una habilidad para reconocer los significados
de los patrones emocionales, así como para razonar y solucionar problemas a partir de ello.
– Así, para S. y M. la inteligencia emocional sería la habilidad para percibir y expresar
emociones, asimilar la emoción en el pensamiento, comprender y razonar con la emoción, y
regular la emoción, en uno mismo y en los demás. Esta definición sirve de base para la
descomposición de la inteligencia emocional en cuatro habilidades específicas:
∑ Percepción, evaluación y expresión de emociones.
∑ Asimilación en la vida mental de experiencias emocionales básicas (facilitación emocional).
∑ Comprensión y razonamiento con la emoción.
∑ Manejo y regulación de la emoción en uno mismo y los demás, haciéndolo con la suficiente
flexibilidad.
PSICOLOGÍA DIFERENCIAL – TEMA 9
o
– El funcionamiento de la amígdala (en el sistema límbico) y su interrelación con el neocórtex
constituyen el núcleo de la inteligencia emocional. El lóbulo prefrontal izquierdo actúa
atenuando las emociones más perturbadoras procedentes del sistema límbico.
n INTELIGENCIA PRÁCTICA.
– A partir de la diferenciación establecida por Horn y Cattell entre dos tipos de habilidades
mentales, inteligencia fluida y cristalizada, y de sus diferentes trayectorias evolutivas,
Sternberg propone que las habilidades fluidas son más importantes para la solución de
PSICOLOGÍA DIFERENCIAL – TEMA 9
problemas académicos, en comparación con las prácticas, mientras que las habilidades
cristalizadas con más importantes para la solución de problemas prácticos. Defiende que el
mantenimiento o aumento de las habilidades prácticas a través de la edad adulta pueden
reflejar una mayor contribución de las habilidades cristalizadas en la solución de problemas
cotidianos.
o MODELO DE ACKERMAN .
n CONTEXTO INTERPERSONAL.
– Existen dos maneras básicas de conceptuar el término inteligencia social: habilidad para
comprender y manejar a otras personas y para participar en interacciones sociales adaptativas
(Thorndike), y cuerpo de conocimientos que el individuo tiene acerca del mundo.
– Uno de los primeros precursores de las medidas de inteligencia social fue el Test de
Inteligencia Social de Washington, compuesto por una serie de subescalas que,
combinándose, ofrecen una puntuación global.
– O´Sullivan, Guilford y deMille elaboran el Test de Inteligencia Social de Seis factores,
que evaluaba habilidades cognitivas como comprensión de expresiones faciales, de relaciones
sociales, o sacar implicaciones de una situación social. Con este test asumen que la conducta
expresiva son las señales a partir de las cuales se infieren las intenciones de los demás.
– Ford y Tisak concluyeron que cuando la selección de las medidas de inteligencia social se
realiza sobre la base de un criterio de efectividad conductual en situaciones sociales, en lugar
de estar basadas en la comprensión cognitiva de las mismas, es posible eliminar la confusión
entre inteligencia social y habilidad verbal.
– Análisis factoriales produjeron cinco dimensiones de inteligencia social:
∑ Interés por otras personas.
∑ Habilidades de ejecución social.
∑ Habilidad empática.
∑ Expresividad emocional.
∑ Sensibilidad a las expresiones emocionales de los demás y ansiedad social-falta de
autoeficacia y autoestima sociales.
– Gardner denomina a esta inteligencia como inteligencia interpersonal, que define como la
capacidad para comprender a los demás y de actuar en consecuencia con esa comprensión.
La identificación de operaciones clave en la inteligencia social son la percepción de las
personas y formación de impresiones, atribución causal de la conducta del otro, recuerdo de
personas, categorización social y manejo de impresiones.
– Schneider y cols. encontraron una serie de características asociadas a la inteligencia social
que sirvieron para elaborar el Cuestionario de Competencia Social. Un análisis factorial de las
respuestas reveló siete factores: extraversión, calidez afectiva, influencia social, intuición o
perspicacia social, apertura social, adecuación social y desajuste social (puntuación invertida.
PSICOLOGÍA DIFERENCIAL – TEMA 9
– Jones y Day han argumentado que las inteligencias práctica, social y emocional comparten un
interés por el conocimiento declarativo (qué son las cosas) y procedural (cómo se hacen las
cosas), por la capacidad de flexibilidad en la recuperación de la información de la memoria
(en función de las demandas situacionales) y por la solución de problemas con múltiples
soluciones o interpretaciones posibles.
– Hedlund y Sternberg consideran que lo que diferencia a estas tres inteligencias es única, o
principalmente, el contenido del conocimiento y los tipos de problemas que se enfatizan en
cada caso. La aproximación al conocimiento táctico posee la ventaja de que éste no está
limitado al rendimiento en un dominio particular, sino que puede aplicarse a la comprensión y
solución de problemas de naturaleza tanto social como emocional, así como de otra índole.
– De esta manera, Hedlung y Sternberg proponen llevar a cabo una integración de las tres
inteligencias, tomando el conocimiento tácito como el elemento integrador.
– Las diferencias que han podido surgir cuando consideramos las inteligencias social y
emocional pueden desaparecer cuando se integran en diferentes categorías del conocimiento
tácito: manejo de uno mismo, manejo de los otros y manejo de tareas.
∑ El conocimiento tácito acerca del manejo de uno mismo se refiere al conocimiento acerca
de los aspectos de rendimiento en tareas cotidianas que tienen que ver con la capacidad
para motivarse a uno mismo y auto-organizarse.
∑ El conocimiento tácito acerca del manejo de los demás se refiere al conocimiento acerca de
CUADRO 9.21
cómo manejar las relaciones interpersonales en todos los ámbitos, lo que puede incluir
saber cómo llevar a cabo interacciones sociales efectivas y también comprender la
información social de carácter verbal y no verbal.
∑ El conocimiento tácito del manejo de tareas hace referencia al conocimiento sobre cómo
ejecutar tareas específicas, tales como planificar actividades, observar el progreso en la
realización de una tarea, evaluar los resultados, etc.
– Independientemente de la categoría en la que nos movamos, la habilidad para adquirir
conocimiento tácito puede caracterizarse como un aspecto de la inteligencia. Ello requiere
procesos cognitivos como la codificación de información relevante del ambiente, o el
reconocimiento de asociaciones entre la información nueva y el conocimiento que ya posee el
individuo.