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El metabolismo lipídico bovino y su relación con la dieta, condición corporal, estado productivo y

patologías asociadas

Bovine lipid metabolism and its relationship whit diet, corporal condition, productive state and
associate pathologies

Grace, Bastidas; Angeles, Chango; Isael, Chuiquitarco; Estefania, Lozada; Mayte, Osorio; Nataly,
Reyes; Alvaro, Ruiz; Byron, Taipe1

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Universidad Técnica Ambato, Campus Querochaca, Cevallos, Tungurahua, Ecuador

1 Resumen

2 El presente informe se basa en el impacto de los lípidos sobre el metabolismo de los bovinos, el cual
3 presenta condiciones específicas de acorde a la etapa productiva, condición corporal y tipo de
4 alimentación. Estos compuestos representar un alto valor nutricional y su asimilación está a cargo
5 órganos como el rumen, intestino delgado, hígado y glándulas mamarias.

6 A continuación, se detalla el papel de los lípidos sobre la estructura de hormonas, células y componentes
7 orgánicos, así como su importancia al ser la fuente de energía de mayor proporción presente en la
8 alimentación. Dicha participación engloba una serie de procesos que regula la condición corporal,
9 favorece el mantenimiento y ayuda al bovino a adaptarse a condiciones de cambio de etapa productiva.
10 Las anomalías durante los mismos generan una serie de posibles enfermedades graves.

11 Introducción

12 Los bovinos fueron animales introducidos a Américo por Colón alrededor del año 1493. A partir de este
13 punto, los mismos se han adaptado al medio y sufrido cruces de razas con el fin de mejorar genéticamente
14 los rasgos de sobrevivencia, vigor, características físicas como la musculatura y parámetros
15 reproductivos que cumplan con los requerimientos establecidos. (Álvarez, 1999)
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16 El perfil lipídico de esta especie engloba datos que nos ayudan a comprender el funcionamiento del
17 animal, mismo que está influenciado por la alimentación, etapa reproductiva y el medio en que se
18 desenvuelve. (Kabuga, 1992; Márquez, 1996) La edad del animal suele ser un indicativo que se deriva
19 en la variación en la concentración de lípidos. El presente documento, además de detallar cada uno de
20 estos aspectos, analiza las posibles patologías que se presentan en bovinos con índices irregulares de
21 lípidos. (Byers, 1993)

22 Desarrollo del tema

23 1. Lípidos

24 Son compuestos orgánicos insolubles en agua, pero solubles en ciertos componentes orgánicos.
25 Cumplen un rol fundamental en la nutrición de los animales y se constituyen a partir de ácidos grasos,
26 glicerol, monogliceroles, digliceroles, triglicéridos y fosfolípidos. (Shimada, 2009)

27 La ración alimenticia normal de un bovino se conforma de 4-6% de lípidos, porcentaje que suele ser
28 mayor para vacas lecheras por ser un componente directo de casi la mitad de la grasa de la leche.
29 Poseen la mayor concentración de energía de los alimentos. (Wattiaux y Grummer, 1995)

30 1.1. Función de los lípidos

31 Según Church (2002) las funciones principales de los lípidos son:

32 - Conformar una fuente energética indispensable para el mantenimiento y la producción.


33 - Son la base de ácidos grasos esenciales.
34 - Se encargan del transporte de vitaminas liposolubles.
35 - Son un componente estructural de la membrana celular.
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36 2. Perfil lipídico de bovinos

37 2.1. Colesterol

38 Cumple un rol fundamental para la síntesis de vitamina D, sales biliares, hormonas sexuales y
39 corticoadrenales. También forma parte de tejidos y secreciones. La principal fuente de colesterol es
40 alimentaria, aunque también existe un proceso de síntesis en el hígado. Se elimina a través de
41 excreciones biliares y por la leche. (Coppo, 1992)

42 En la sangre el CT o colesterol total se encuentra libre o sintetizado a manera de éster con ácidos
43 grasos. (Fruchart, 1981) Su transporte por el plasma o linfa ocurre gracias a la acción de lipoproteínas
44 que ayudan a que sea soluble a nivel intravascular. (Cirio, 2000)

45 Varios autores han determinado rangos en los que se ubica el colesterol total en bovinos: 1-2 g/l
46 (Angel, 1997), 1,10±0,32 g/l (Coles, 1989), 0,80±1,20 g/l (Kaneko, 1989) y 1,30±0,30 g/l (Forstner,
47 1985).

48 2.2. Lipoproteínas

49 Son macromoléculas que poseen un núcleo afín al agua como el caso de los triglicéridos y una
50 superficie impermeable que se aprecia en fosfolípidos y apoproteínas. Estas últimas, son proteínas
51 especiales que forman lipoproteínas y los une a receptores en células. (Tavella, 1993; Cirio, 2000)

52 Barter (1994) clasifica a las lipoproteínas en: HDL (densidad alta, α), LDL (densidad baja, β), VLDL
53 (densidad muy baja, pre- β) e IDL (densidad intermedia, β-flotadora). Las dos últimas se muestran
54 en rasgos muy bajos en bovinos adultos.

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55 2.2.1. HDL (lipoproteínas de alta densidad)

56 Se forman en el intestino e hígado. Son las lipoproteínas más pequeñas. Su función es el transporte
57 reverso del colesterol, es decir, lo lleva desde el tejido determinado hasta el emuntorio biliar, por
58 lo cual reducen el riesgo aterogénico (índice de relación entre el colesterol total y el HDL).
59 (Coniglio et al., 1993)

60 Angel (1997) reporta un rango de 0,80±1,50 g/l para HDL en bovinos adultos, mientras que para
61 terneros es menor, como lo establece Coppo (2001) en su estudio que reflejó un promedio de 0,79
62 g/l.

63 2.2.2. LDL (lipoproteínas de baja densidad)

64 Son los productos de la síntesis de las VLDL a cargo de enterocitos y hepatocitos. Su rol se basa
65 en transportar directamente el colesterol, llevándolo hacia los tejidos y paredes vasculares. Por lo
66 tanto, el riesgo aterogénico es proporcional al aumento de estas lipoproteínas. (Angel, 1997) En
67 bovinos adultos no se presenta rastros de LDL, ya que tienden a disminuir mientras el animal
68 crece. (Moody, 1992)

69 Bauer (1997) reconoce que ninguna especie posee un metabolismo de lípidos igual a otra, por lo
70 que, para facilitar el estudio de este aspecto, se han formado dos patrones generales:

71 - Patrón LDL (LDL > HDL), aquel donde la mayor parte del colesterol total es transportado
72 por LDLD, y, por ello, un exceso de CT en la dieta conduce a un mayor riesgo aterogénico.
73 Esto sucede en humanos, cerdos, primates, conejos, entre otros.

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74 - Patrón HDL (HDL > LDL), donde la mayoría del CT se transporta a través de HDL, y un
75 exceso del mismo haría al animal resistente a la aterogénesis. Se produce en bovinos, equinos,
76 caninos felinos, ratones, entre otros.

77 2.3. Triglicéridos

78 Son ésteres que sirven como almacenamiento de energía a manera de grasa, por lo que son
79 compuestos esenciales del tejido adiposo y la grasa láctea. Su concentración en la sangre disminuye
80 a medida que lo hace la energía. Los ácidos grasos libres se reesterifican a triglicéridos y se movilizan
81 a los tejidos mediante las VLDL, pero si existe este déficit energético, se genera un almacenamiento
82 de estos ácidos grasos en el hígado, apreciado como un cúmulo de grasa. (Viamonte y Fagardo, 2010)

83 El índice de triglicéridos depende de la etapa de lactancia, ya que la glándula mamaria los utiliza.
84 (Laguna, 2007)

85 3. Metabolismo lipídico en bovinos

86 El mecanismo que tienen los rumiantes para la síntesis de lípidos es la fermentación, de la cual se
87 obtienen los ácidos grasos volátiles como producto. También existen lípidos de sobrepaso, que son
88 aquellos que no se digieren en la microbiota ruminal y llegan al intestino completos. (Nava y Díaz,
89 2001)

90 Los lípidos, una vez que son sintetizados en el intestino, llegan al hígado para pasar, posteriormente,
91 a la circulación sanguínea unidos a lipoproteínas plasmáticas. De esta forma, en los tejidos que
92 reciben los ácidos grasos, se genera una fuente de energía en bovinos. Los lípidos también son parte
93 estructural de membranas, hormonas y otras estructuras. (Lehninger, 1982; Newsholme, 1986)

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94 3.1. El rumen en el metabolismo lipídico

95 En forrajes verdes encontramos de 8 a 10% en contenido de materia seca, mientras que granos de
96 soya, por ejemplo, contienen hasta un 40% de ácidos grasos con un alto índice de triglicéridos. La
97 cantidad de estos que llegan al intestino es baja, ya que la biohidrogenación llevada a cabo en el
98 rumen descompone la mayoría. (Boomker, 2000)

99 Según Swjrsen y Nielsen (2006), los lípidos a nivel ruminal pasan por cuatro etapas: hidrólisis,
100 biohidrogenación, síntesis (que depende del nivel de ácidos grasos en la dieta) y saponificación. La
101 síntesis de grasa en el rumen depende directamente de la cantidad de ácidos grasos que el animal
102 consume. (Murray et al., 2000) De esta manera, la fermentación ruminal puede ser cambiada a través
103 de modificaciones en la ración nutricional del bovino, aumentando así la generación de ácidos grasos
104 volátiles (AGV). (Relling y Mattioli, 2003)

105 Como primer proceso, se establece una hidrólisis a cargo de bacterias que se adhieren a la superficie
106 del alimento consumido. De esta manera se liberan ácidos grasos y glicerol, siendo este último la
107 base para la generación de AVG. (Cirio, 2000)

108 Los AGV son productos de la fermentación ruminal en la que participan una serie de microorganismo,
109 esencialmente bacterias. Casi el 96% de estos productos se engloban en los ácidos acético (CH3-
110 COOH), propiónico (CH3-CH2-COOH) y butírico (CH3-CH2-CH2-COOH). Este proceso también
111 genera dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y calor, siendo este último el que se dispersa con el
112 fin de regular la temperatura corporal. (Murray et al., 2000)

113 Los ácidos mencionados se absorben en la pared del rumen, donde casi todo el ácido butírico se
114 convierte en energía que sustenta la mayor parte de tejidos en el cuerpo. Al inicio de la lactancia, este
115 ácido proviene del transporte de tejido adiposo. Por su parte, la mayoría del ácido acético y todo el
116 ácido propiónico son transportados hacia el hígado. (Sommer, 1999)

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117 Las bacterias mencionadas anteriormente, se unen al alimento por su lado hidrofílico, y al lado
118 hidrofóbico expuesto no permite el ingreso de enzimas digestivas. Este proceso se llama
119 hidrogenación, pero no ocurre en el 10-30% de los ácidos grasos, que llegan a absorberse en el
120 intestino del bovino. (Klein, 2013) Este porcentaje depende en parte del pH del rumen, el cual
121 saponifica los lípidos en compuestos insolubles que dejan el rumen y la cantidad restante llegan al
122 abomaso a manera de fosfolípidos. (Aparicio, 1994)

123 El rumen no almacena lípido como triglicéridos, pero se encarga de la síntesis de las membranas
124 plasmáticas con la ayuda de ácidos grasos provenientes del rumen. Como ya se señaló, esto depende
125 de la cantidad de ácidos grasos consumida, proceso que disminuye cuan más alto es dicho valor.
126 (Boomker, 2000)

127 El pH menor que se encuentra en el abomaso y duodeno, hace que los ácidos grasos se unan a
128 partículas específicas que faciliten la absorción par parte del intestino, específicamente en el yeyuno
129 proximal (la cuarta parte, en un pH de 2,8 a 4,2) y en el yeyuno medio y distal (más de la mitad, en
130 u pH entre 4,2 y 7,6). (Church, 2012)

131 3.2. El intestino en el metabolismo lipídico

132 En rumiantes, los lípidos que llegan al intestino provienen, en gran parte, de la fermentación ruminal
133 detallada en el apartado anterior. Aquí, las sales que se han formado se separan, identificando un lado
134 hidrofílico y otro hidrófobo, lo que facilita su absorción intestinal. (Klein, 2013)

135 La luz intestinal posee lípidos que producen secreción de hormonas con funciones específicas:
136 colesistekinina que estimula la secreción de enzimas y disminuye la movilidad del estómago e
137 intestino, el péptido inhibidor gástrico (PIG) y el péptido-1 (GLP-1) que regulan la energía del tejido
138 adiposo. (Johnson, 1981)

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139 Los ácidos grasos que no pasan a la circulación portal por tener más de 14 carbonos necesitan ser
140 descompuestos, para lo cual, el intestino produce lipoproteínas de baja densidad o VLDL y
141 quilomicrones, proceso que se favorece por el paso lento del quimo hacia el mencionado órgano.
142 Estas VLDL, junto a las generadas en el hígado, son las que aportan ácidos grasos para los tejidos de
143 destino. Por ello, su uso inmediato define un tiempo de vida entre los 2 y 5 minutos. (González, 2001)

144 Las VLDL se convierten en LDL por la acción de lipoproteinlipasas (LPL) del endotelio vascular.
145 Las LDL conforma un depósito de colesterol para los tejidos, mientras que las HDL (sintetizadas en
146 el intestino e hígado) cumplen la función inversa, al llevar el exceso de colesterol desde estos tejidos
147 hasta el hígado para su posterior eliminación a través de la bilis. (Relling, 2006)

148 3.3. El hígado en el metabolismo lipídico

149 Los ácidos grasos que forman parte del metabolismo hepático pueden generarse a partir de síntesis
150 de novo (síntesis de moléculas complejas a partir de moléculas simples), reservas de triglicéridos en
151 sangre, transporte activo por parte de las VLDL y LDL, y ácidos grasos no estratificados o AGNE.
152 (Nguyen et al., 2008)

153 Si la comparamos con otras especies, la síntesis de novo en bovinos es baja. Al contrario de lo que
154 sucede en el tejido adiposo y glándulas mamarias, el hígado usa escasos ácidos grasos que son
155 transportados por las VLDL, esto es causa de la baja influencia de la lipoproteinlipasa del órgano.
156 (Bauchart, 1996)

157 El aporte mayoritario de ácidos grasos en el hígado son los ácidos grasos no estratificados (AGNE)
158 que provienen del intestino delgado. La segunda fuente más importante son los AGNE en sangre que
159 se generan a partir del tejido adiposo. (Emery et al., 1992)

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160 La recepción de estos ácidos grasos depende directamente del flujo sanguíneo del hígado. Este flujo
161 aumenta según lo hace el consumo energético y la concentración de AGNE es mayor cuando el
162 balance energético es negativo. Por ello, estas dos acciones se encargan de regular el índice de ácidos
163 grasos. (Hocquette y Bauchart, 1999)

164 La lactación, aunque tiene un impacto directo sobre la síntesis de lípidos a nivel hepático,
165 mayormente cumple una función sobre los lípidos de la leche a partir de cuerpos cetónicos que inician
166 la síntesis de novo en la glándula mamaria. (Drackley, 2001)

167 3.4. Síntesis de novo en la glándula mamaria

168 Ocurre a partir de acetato que es producto de la acción microbiana sobre la celulosa en el rumen.
169 Cuando este acetato llega a la glándula mamaria, se activa a manera de acetil-CoA que después
170 participa en el transporte de ácidos grasos de cadena mediana y corta. (Hawke, 1995)

171 Esta síntesis produce que el acetil-CoA forme parte del metabolismo de triglicéridos de acorde a los
172 ácidos grasos de cadena larga que se hayan formado. (Mills et al., 1976) Estos ácidos grasos que
173 capta la glándula mamaria provienen de triglicéridos asociados a quilomicrones y de las VLDL del
174 intestino. (Hansen y Knudsen, 1987) Casi el 80% de triglicéridos son hidrolizados previo a su entrada
175 en la glándula mamaria. (Emery, 1973)

176 4. Lípidos en la dieta del bovino

177 La cantidad de lípidos disponibles en la ración alimenticia determinará la concentración de colesterol


178 a nivel sanguíneo, contribuye a la síntesis de progesterona a nivel lúteo, regula la dinámica folicular
179 y aumenta la actividad lútea en la etapa de posparto. (Vargas, 2009)

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180 Como veremos más adelante, antes del parto del bovino se presentan los niveles más bajos de
181 colesterol y se produce una adaptación metabólica antes del periodo de lactancia, incluyendo un
182 transporte continuo de grasa debido a un déficit de energía que es consecuencia de un bajo consumo
183 voluntario de materia seca, lo que dificulta el desarrollo de la glándula mamaria. (Cevallos, 2001)

184 Los datos del análisis realizado por Coppo et al. (2003) son relevantes en cuando a la influencia del
185 tipo de alimentación sobre los valores de CT, HDL Y LDL, presentando índices altos en terneros que
186 se alimentaron con leche materna e índices bajos para terneros que se les proporcionaba alimento
187 balanceado.

188 4.1. Importancia de las grasas en la dieta de rumiantes

189 Las grasas poseen un alto contenido de energía. Así, el metabolismo completo de un gramo de esta
190 genera 9,45 Kcal de energía neta, lo que representa más del doble producido por un carbohidrato
191 común. Las grasas forman parte de los lípidos, mismos que se encargan de formar parte de
192 membranas celulares, hormonas (progesterona, testosterona) y vitaminas (A, D, E, K) de origen
193 lipídico. (Hernández, 2010)

194 4.2. Suplementación lipídica para balance energético

195 La ración alimenticia normal de un bovino contiene entre 2 y 5% de grasa. Una alternativa viable ha
196 sido aumentar la energía en la dieta con semillas ricas en lípidos o con grasa vegetal. De esta manera,
197 se evitan alteraciones en el rumen y, gracias a que los ácidos grasos libres disminuyen, se previene
198 la presencia de cetosis. Los ácidos grasos de cadena larga no pasan por el hígado, con lo que esta
199 grasa cubre el requerimiento energético de tejido y la glándula mamaria. (Aguilar, 2015)

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200 5. Lípidos en el estado productivo del bovino

201 Campos (2004) menciona que la lactación y gestación de los rumiantes, etapas en donde participan
202 hormonas metabólicas como la insulina, somatotropina y cortisol, son las que determinan el trasporte
203 de reservas de energía y el índice de colesterol disponible para la síntesis metabólica.

204 Los lípidos cumplen un papel fundamental según el estado reproductivo en el que se encuentre el
205 bovino, debido a que el colesterol presente es el que conlleva a la obtención de esteroides en los
206 tejidos que los secretan. (Márquez, 1998; Vargas, 2009)

207 Para conocer la variación del nivel de colesterol dentro del presente aspecto, Hincapié (2012) nos
208 proporciona valores referenciales:

209 - Hasta 4 semanas antes del parto: 130 ± 30 mg/100 ml


210 - Entre las 3 semanas antes del parto y las 2 semanas posparto: 85 ± 15 mg/100 ml
211 - A partir de la semana 3 posparto: 160 ± 15 mg/100 ml

212 El rango que Campos (2007) establece para la concentración en la sangre es de 4,18 ± 1,43 mmol/L.
213 Por su parte, el estudio de Coppo et al. (2003) demuestra que la diferencia de edad en los bovinos
214 influye significativamente en los valores de CT, HDL Y LDL. Las concentraciones altas las
215 presentaron los terneros de 2 meses, las intermedias los terneros de 6 meses y las bajas se encontraron
216 en vacas adultas.

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217 5.1. Periodo de transición

218 Esta etapa comprende el periodo desde las 3 semanas previas al parto hasta las 3 o 4 semanas
219 posteriores. Allí se producen grandes cambios metabólicos y fisiológicos que influyen en el parto y
220 producción de leche de las vacas. (Galvis, 2001)

221 Esta transición comprende el hecho de pasar de un estado de preñez y sin producción láctea a que la
222 vaca no esté preñada y debe producir altos índices de leche. Esto comprende la adaptación del sistema
223 digestivo para una etapa productiva. Las anomalías en este proceso se pueden derivar en cetosis,
224 retención de placenta, baja producción y dificultades reproductivas. (Fernández, 2009)

225 5.1.1. Balance energético en bovinos en etapa de transición

226 Es la relación entre la energía consumida y la que se requiere para mantenimiento o producción
227 de leche. Si el gasto energético es mayor, se habla de un balance negativo. (García y Montiel,
228 2011) Es positivo cuando la energía consumida en los alimentos es mayor que la que se llega a
229 consumir, ya que de esta manera se pueden cubrir completamente los requerimientos del bovino.
230 El exceso llega a formar cúmulos de tejido adiposo. (Giuliodori, 2011)

231 Las vacas en el periodo de transición presentan un balance de energía negativo, debido a que el
232 consumo voluntario de materia seca es menor antes del parto y los requerimientos de energía
233 suben significativamente para la producción de leche después del mismo. Esto provoca un déficit
234 en la condición corporal del bovino. (Sánchez, 2014) El balance energético se evalúa a partir de
235 esta condición corporal (largo plazo) o midiendo la concentración de glucosa y lípidos. (Duque
236 et al., 2007)

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237 5.1.2. Condición corporal en bovinos en etapa de transición

238 Este parámetro considera la cantidad de grasa reservada en un animal en etapa productiva, lo que
239 se refleja en ciertas partes del cuerpo. Es un método subjetivo de evaluación que no considera el
240 peso o tamaño del bovino en cuestión. (Sakaguchi, 2009)

241 Se observan distintas partes del esqueleto, sobre todo el área comprendida entre la tuberosidad
242 isquiática, coxal y base de la cola. El rango de mediación es del 1 (flaca) al 5 (gorda), con una
243 diferencia entre cada punto de 100 a 140 libras de peso. (Kellogg, 2010)

244 Estudios definen que este aspecto influye en la producción láctea, reproducción y salud integral
245 del bovino. Posterior al parto, las reservas de grasa se movilizan y la condición corporal baja, a
246 la vez que los ovarios retrasan su activación para darle prioridad a la producción de leche sobre
247 el celo. (Montiel, 2005) Este efecto sustenta la tercera parte de la producción durante un mes de
248 lactancia. (Bargo, 2005)

249 6. Patologías

250 Los niveles altos de colesterol pueden derivarse en hipotiroidismo, obesidad, diabetes, ictericia
251 obstructiva, entre otras anormalidades. Por su parte, los niveles bajos del mismo ocasionan
252 hipertiroidismo. (Kaneko, 1989; Coppo, 2001)

253 Vargas (2009) indica que, a nivel patológico, también puede elevarse en el bovino el riesgo de
254 padecer síndrome nefrótico, pancreatitis aguda entérica y trastornos que se generan insuficiencia
255 hepática.

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256 6.1. Hipotiroidismo

257 Se establece como una alteración en la concentración de hormonas de la tiroides, ocasionando


258 cambios en el metabolismo energético. La influencia de dichas hormonas en el crecimiento y
259 producción de leche es complejo y difícil por todos los aspectos que implica. Por ejemplo, el índice
260 de ácidos grasos en la dieta del bovino reduce la acción de la deiodinasa (enzima catalizadora en la
261 pérdida de iodo de las moléculas de tironinas, hormonas tiroides) en tejidos e hígado. (Matamoros et
262 al., 2003)

263 6.2. Ictericia obstructiva

264 La ictericia es la coloración amarillenta de la piel, excreciones y mucosas por un aumento en la


265 bilirrubina y depósito de pigmento biliares. (Blood, 1994) En cuando a la ictericia obstructiva o
266 poshepática, se caracteriza por este aumento de bilirrubina debido a una obstrucción interna o externa
267 de las vías biliares. (Morales y Palacios, 2011)

268 6.3. Síndrome nefrótico

269 Esta anormalidad que caracteriza por proteinuria (niveles altos de proteína en orina) masiva,
270 disminución de la albumina e hipercolesterolemia. La proteína que se pierde en la orina suele ser, en
271 mayor parte, albumina sérica. (Espinosa, 1994) Este efecto se debe a una alteración glomerular.
272 (Vozmediano, 2005)

273 6.4. Hipercolesterolemia

274 Sus efectos nocivos aparecen a partir de concentraciones de 5 g/l de HDL, que suelen ser niveles
275 únicamente experimentales por la ingesta excesiva de colesterol en alimentos. (Martínez et al., 1998)
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276 Existe una serie de cambios en todo el perfil lipídico. (Osorio, 2018) Según Sabán (2012) en este
277 caso aumenta la síntesis de lipoproteínas a nivel del hígado y disminuye el metabolismo de lípidos.

278 6.5. Esteatosis hepática

279 El hígado de los bovinos tiene una baja capacidad para secretar las VLDL, lo que se puede manifestar
280 como una acumulación anormal de triglicéridos en los hepatocitos. Los bovinos más propensos a esta
281 patología son aquellos que se encuentran en la última etapa de gestación y al inicio de la etapa de
282 lactancia, cuando el metabolismo de triglicéridos es mayor que la exportación, lo que provoca que
283 los mismos se acumulen. (Grummer, 1993)

284 Discusión

285 Los lípidos son compuestos que se presentan en la ración alimenticia normal de los bovinos y su correcto
286 aporte cubre los requerimientos fundamentales del animal, así como otras funciones específicas de
287 estructura, adaptación y transporte biológico. (Church, 2002; Shimada, 2009)

288 Según Moody (1992), Coniglio et al. (1993), Cirio (2000) y Laguna (2007), el perfil lipídico en bovinos
289 se compone de valores específicos de colesterol, lipoproteínas de baja, media y alta densidad, así como
290 triglicéridos que almacenan energía.

291 Coppo et al. (2003) mostraron que la relación de los factores lipídicos con la edad fue la disminución de
292 los mismos mientras el animal crecía y con el tipo de alimentación al presentarse valores altos en base a
293 raciones alimenticias con mayor porcentaje de grasa. Otros estudios corroboran esta información al
294 establecer que la concentración en sangre de colesterol total disminuye en forma inversamente
295 proporcional al crecimiento del animal (Márquez, 1998) y debido a un cambio de alimentación,
296 relacionado directamente con la cantidad de grasa ingerida, influye en los valores de colesterol total.
297 (Moody, 1992)
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298 Coniglio et al. (1993) y Bauer (1997) coinciden en que el transporte de colesterol total a cargo de las
299 HDL es una muestra de que los bovinos sí coinciden con el patrón HDL. Mientas que, por otro lado,
300 Coppo et al. (2003) y Márquez (1998) concuerdan en el factor que presentan las LDL al disminuir con
301 el avance de la edad en bovinos.

302 En cuando al metabolismo de lípidos, se define como un proceso de fermentación en el cual intervienen
303 órganos como el rumen, donde ocurren etapas de hidrólisis, biohidrogenación, síntesis y saponificación
304 (Swjrsen y Nielsen, 2006), el intestino con hormonas encargadas de estimular la secreción enzimática y
305 regular la energía en el tejido adiposo (Johnson, 1981; Klein, 2012), el hígado que regula la concentración
306 de ácidos grasos mediante el balance energético (Emery et al., 1992; Nguyen et al., 2008) y, finalmente,
307 las glándulas mamarias que, a partir de acetil CoA, metaboliza ácidos grasos. (Emery, 1973; Hawke,
308 1995)

309 En base a los datos proporcionados por Hincapié (2012) en relación al nivel de colesterol antes del parto,
310 Bradford (2010) afirma que se puede reconocer de manera óptima a las vacas que podrían sufrir fiebre
311 de leche, y también se puede prevenir animales caídos por hipocalcemia. Otras anomalías que pueden
312 afectar al bovino son el hipotiroidismo, como una alteración de la tiroides que se deriva en cambios del
313 metabolismo de energía (Matamoros et al., 2003), síndrome nefrótico (Espinosa, 1994) con presencia de
314 hipercolesterolemia (Martínez et al., 1998), esteatosis hepática basada en una acumulación anormal de
315 triglicéridos en el hígado (Grummer, 1993), entre otras.

316 Conclusiones

317 Los lípidos son compuestos de gran relevancia metabólica en los bovinos, animales que poseen un
318 organismo complejo capaz de alterar sus procesos de asimilación para adaptarse a las diferentes etapas
319 productivas. Conocer las distintas funciones de los lípidos garantiza un correcto manejo y evita la
320 presencia de anomalías que afecten la salud integral del bovino.

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