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Primeramente hay que diferenciar entre rearmables y auto rearmables, los rearmables son

aquellos que tienen la propiedad de rearmarse y los auto rearmables son los que tienen la
propiedad de rearmarse por sí mismos y automáticamente.5

Para aplicaciones especiales existen modelos que están dotados de un servomotor que realiza por
sí solo el rearmado del interruptor restableciendo el servicio después de un disparo. Los hay que la
orden del rearmado se realiza manualmente a distancia (telemando) como en el caso en el que un
operario desde una sala de control es capaz de realizar el disparo o el rearmado de un interruptor
que está a cientos de kilómetros o los hay de rearme automático en los que el propio interruptor
posee un circuito electrónico de control que pasados unos segundos después del disparo ejecuta
la orden de rearmado del interruptor accionando el servomotor, en el caso de sufrir un nuevo
disparo puede volver a esperar un tiempo y ordenar un nuevo rearmado en un número
determinado de veces antes de desistir.

Con este tipo de interruptores se evita tener que desplazarse a instalaciones lejanas (repetidores
de televisión por ejemplo) para realizar un rearmado causado por disparos transitorios; también
se utilizan para la protección de instalaciones de seguridad (CCTV, alarmas) o para instalaciones en
las que un corte de suministro ponga en peligro a personas o bienes (ascensores, equipos médicos
y hospitalarios, cámaras frigoríficas o congeladores). Empieza a ser común encontrase
interruptores diferenciales rearmables monoblock junto con la protección magnetotérmica; es
decir, que un mismo aparato protege contra sobrecargas, cortocircuitos y derivaciones a tierra
siendo autorearmable para cualquiera de las tres causas que pueden hacerle disparar.6

Los diferenciales auto rearmables que se comercializan en la actualidad son de clase A, aunque
existen unos motores que se pueden adaptar a cualquier diferencial independientemente de su
clase.

l logo es un icono medioambiental y un clásico del mundo del diseño gráfico; actualmente es
utilizado en todo el mundo para identificar a los productos que son reciclables.

Fue creado por el estadounidense Gary Anderson en 1970, como parte de un concurso convocado
por la Container Corporation of America, una empresa papelera con sede en Chicago, Estados
Unidos.

La compañía lanzó el certamen, entre otras cosas, como parte de las actividades que se
organizaron durante el Día de la Tierra que comenzó a celebrarse ese mismo año. Anderson,
originario de Honolulu, Hawái, tenía 23 años y acababa de graduarse de la carrera de arquitectura.
Su diseño se inspiró en la Banda de Möbius, que es una superficie con una sola cara y un único
borde, así como en el trabajo del artista holandés M. C. Escher.[cita requerida]

El premio se anunció durante la Conferencia Internacional de Diseño de Aspen (IDCA) y Anderson


obtuvo una beca por 2500 dólares, la cual utilizó para estudiar un año en la Universidad de
Suecia.[cita requerida]

El símbolo se utiliza ahora en todo el mundo, con diferentes variaciones, para identificar los
productos reciclables, así como para representar las tres "R" que impulsan los ecologistas: reducir,
reutilizar y reciclar.

En 1988, la Asociación de la Industria de los Plásticos en Estados Unidos tomó como base esta
imagen para crear un código que permite saber cuál es el material predominante en la fabricación
de un producto y, por tanto, identificar la complejidad de su reciclaje. Este código utiliza una
escala del uno al siete e identifica una serie de plásticos.

El uno es para aquellos productos elaborados con tereftalato de polietileno (PET) y que son los
más fáciles de reciclar. La dificultad del reciclaje aumenta con la escala hasta el número siete, el
cual se emplea para aquellos productos fabricados con materiales de plástico realmente difíciles
de reciclar. El número que le corresponde a cada material se encuentra dentro del símbolo de
reciclaje, las tres flechas creadas por Gary Anderson.

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