Tal y como lo expresa el artículo 35 del Código de Comercio: “Todo comerciante, al comenzar su giro y al fin de cada año, hará en el libro de inventarios una descripción estimatoria de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles y de todos sus créditos, activos y pasivos...” Cuando este primer paso es “al comenzar su giro”, se le conoce como registro del asiento de constitución o apertura de la entidad y consiste en anotar en el libro de inventarios la lista de bienes y obligaciones que han aportado los accionistas en el momento de constitución de la empresa. SEGUNDO PASO: Registro de las transacciones en los documentos de origen. Toda transacción realizada por las entidades queda registrada en un documento de origen, el cual puede ser de carácter mercantil o civil y que representa la recolección de los datos de la transacción. Entre estos documentos podemos encontrar: las actas de asamblea, los contratos, las facturas emitidas a los clientes, las facturas recibidas de los proveedores, las notas contables (notas de débito y notas de crédito), las letras de cambio, los pagarés bancarios, las nóminas o recibos de pago a los empleados, las declaraciones de impuestos y otros. Sobre estos documentos se lleva a cabo el proceso de verificación de la autenticidad y originalidad del documento, el cumplimiento de los requisitos formales y legales de dicho documento, y que los datos que se muestran estén libres de errores, enmiendas o correcciones, así como también certificar que dichos documentos incluyan las condiciones de entrega o recepción, pago, liquidación, transferencia y otros, previamente convenidos. Normalmente los elementos o evidencias de control de este segundo paso del proceso lo constituyen la “ruta de firmas” de autorización, aprobación, conformidad, recepción revisión, conteo físico, despacho, envío y otros. TERCER PASO: Registro en el Libro Diario Con el documento verificado se procede, entonces a reconocer los elementos de los estados financieros que están presentes en la transacción, es decir, identificar si la transacción involucra activos, pasivos, ingresos o gastos. Sobre estos documentos verificados se llevan a cabo los procesos de clasificación y codificación. La clasificación con el propósito de definir el módulo por el cual se dará de entrada al sistema de contabilidad al documento. Así por ejemplo si el documento es una factura recibida de un proveedor, se le dará entrada por el módulo de cuentas por pagar, pero si el documento es una cobranza de un cliente, se le dará entrada por el módulo de cuentas por cobrar. La codificación consiste en estampar en el documento o en un formulario aparte (comprobante de diario) los códigos de las cuentas que se afectan con la transacción, preparando así los documentos para el proceso de registro en el sistema de contabilidad. Con los documentos verificados y codificados se anotan en un libro denominado DIARIO, las transacciones mercantiles en el orden en el cual ocurren. A estas anotaciones se las conoce como “asiento de diario”. CUARTO PASO: Pases al Libro Mayor. Las anotaciones en el Libro Diario se clasifican y se resumen en un libro denominado Mayor, por tipo de transacción: venta de mercancías, compra de mercancías, depósitos y retiros de las cuentas bancarias, facturación y pagos que hacemos a los proveedores, compra de mobiliario, compra de edificios, gastos por concepto de sueldos y demás gastos de personal y otros. A este proceso se le conoce como pases al mayor. Los pases al mayor representan las transferencias de las anotaciones del libro diario pero clasificadas y resumidas por tipo de transacción. En los sistemas automatizados, estos dos procesos (asientos de diario y pases al mayor) se realizan de manera simultánea, ya que los sistemas automatizados registran y clasifican, al mismo tiempo, según los códigos de cuentas que se utilicen. El proceso en este paso es la verificación de la exactitud de los asientos de diario y los pases al mayor. La exactitud en los asientos de diario se realiza comprobando que la suma de los importes que se hayan colocado en la columna de la izquierda del comprobante de diario, denominada DEBE, sea exactamente igual a la suma de los importes que se hayan colocado en la columna de la derecha, denominada HABER. En los sistemas automatizados, el programa realiza la comprobación y de existir una diferencia, despliega un mensaje de advertencia para que el usuario incorpore la información faltante o tome la decisión de grabar el comprobante de manera temporal hasta conseguir la información faltante. La exactitud de los pases del mayor se verifica mediante la preparación de una hoja de trabajo denominada “Balance de Comprobación”. Las hojas de trabajo son instrumentos extralibros que nos permiten realizar borradores y determinar aspectos relacionados con la preparación de los estados financieros, como por ejemplo la ganancia o pérdida de la entidad en un período. En los programas automatizados el balance de comprobación es un reporte básico. QUINTO PASO: Preparación y presentación de los estados financieros. A partir de los saldos que presenten las cuentas al final del período se preparan los estados financieros con el propósito de mostrar el valor de la entidad y el progreso de la misma. (Consejo de Normas Internacionales de Información Financiera, 2009) “El objetivo de los estados financieros de una pequeña o mediana entidad es proporcionar información sobre la situación financiera, el rendimiento y los flujos de efectivo de la entidad que sea útil para la toma de decisiones económicas de una amplia gama de usuarios que no están en condiciones de exigir informes a la medida de sus necesidades específicas de información. Los estados financieros también muestran los resultados de la administración llevada a cabo por la Gerencia: dan cuenta de la responsabilidad en la gestión de los recursos confiados a la misma. Los procesos que se llevan a cabo en este paso son el registro de ajustes y reclasificaciones y el registro de los asientos de cierre. Con este quinto paso se obtiene la información que debe registrarse en el libro de inventarios, tal y como se expresó en el primer paso, dando inicio de nuevo al “ciclo contable”