La oración es la clave​ (Hechos 12:1-17)

La respuesta a todos los problemas se pueden dar en un contacto directo con el

Todopoderoso a través de la oración. Debemos aprender a orar en todo lugar, en todo
tiempo, y por cuanta persona Dios ponga en nuestra mente. La oración NO solo nos
mantiene sólidos a nosotros, ayuda a que otros vean la Gloria de Dios en sus vidas y en las
demás personas.

1. La oración es algo que debe ser hecho con fe (V5) Es VITAL orar para que Dios aumente
nuestra fe; porque si Dios hace eso sabremos completamente que todo lo que nosotros
queramos adquirir lo obtendremos a través de la oración. ​La oración es el único medio por
el cual nosotros le podemos demostrar a Dios que dependemos de Él y que realmente
estamos interesados en hacer su voluntad. ​La Iglesia oró por Pedro confiando

*En la soberanía de Dios. ​Cuando uno sabe que Dios es bueno, poderoso, soberano y dueño
de todo lo que existe uno levanta oraciones a Dios confiando en que Él nos escucha (Salmos
34:4) tiene la oportunidad de cambiar nuestra situación (Filipenses 4:19) y si no lo hace, sea
lo que sea que estemos pasando es algo bueno para nuestras vidas (Romanos 8:28) Y en
esas convicciones debemos vivir y ser para llevar no un hábito de oración, UNA VIDA DE
ELLA.

*En el cuidado de Dios. ​La Iglesia nada podía hacer por Pedro. No podían ir a rescatarlos;
antes ellos también debían esconderse porque estaban en tiempo de persecución y el
pobre Pedro en la cárcel nada podía hacer por él mismo. LA ORACION NOS ENSEÑA A
CONFIAR EN QUE DIOS TIENE EL CONTROL. La Iglesia oraba por Pedro, encomendando su
vida a Él y llevándolo a su memoria todos los días y Pedro en la cárcel hasta podía dormir
sabiendo que estaba en buenas manos. La oración le recuerda a nuestro desconfiado
corazón de quién somos hijos para que vivamos nuestra vida en confianza, gozo y paz (1
Pedro 5:7)

*En que a través de ella iban a poder conocer más de Dios y de sus propósitos. ​Pasan
muchas veces cosas en nuestra vida que nosotros no entendemos… Incluso, hay cosas que
todavía no entendemos. La oración no nos lleva SIEMPRE precisamente a entender lo que
nos pasa, nos lleva a conocer el corazón de Dios para poder aceptar con gozo la situación
por la que pasamos. Quizás los de la Iglesia y el mismo Pedro oraban con dudas, con
temores, queriendo respuestas y justicia; y posiblemente no las tuvieron, pero ellos
perseveraban en oración porque no es nuestra oración o la respuesta a nuestra oración lo
que nos lleva a permanecer, es que en la oración conocemos a Dios, conocemos su corazón,
sus planes y su Gloria y es por esa razón que nosotros vivimos una vida confiada. LA
VERDADERA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN ES QUE ELLA NOS PERMITE CONOCER A DIOS
Y ENTENDER SUS PLANES.