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Secado

El vellón aún húmedo, se abre y se pone a secar en algún lugar con poca humedad y alejado del sol
directo. El secado dura entre uno o dos días.

Apertura del vellón e hilado

En el vellón seco se puede notar que la fibra aun conserva la “forma” de los capullos, lo que dificulta
el hilado. Se deben abrir las fibras, de manera que el vellón quede homogéneo.

Hilado

Para hilar la fibra cortada se procede igual que con la fibra de algodón o lana. Se usa la rueca o el
huso. Si bien la rueca da un hilo de calidad algo inferior, se justifica su uso porque la velocidad de
trabajo es considerablemente mayor.

Se coloca una porción de hilo en el cono de la rueca y se lo hilvana. Luego se comienza a dar
movimiento y paralelamente se toma del vellón (ubicado a un costado) una porción de fibras y se
van estirando, sumándole constantemente el hilo. A medida que pasan por la rueca toman un cierto
estiramiento y torsión, conformando el hilo. Es importante tratar de mantener el hilo lo más regular
posible. La práctica es la que permite regular el título del hilo y la torsión. Si en algún momento se
rompe el hilo, se toma la punta y se añade a una porción del vellón, repitiendo la acción.

Retorcido

Si se desea obtener un hilo con varios cabos (cantidad de hebras por hilo), con mayor torsión, etc.
hay que hacer una segunda pasada por la rueca. Es importante cambiar el sentido de la torsión, lo
que se logra haciendo un “ocho” con la polea de la rueca. Repetir la acción del hilado, pero esta vez
con dos o tres hilos en lugar del vellón.

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