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APARATO RESPIRATORIO

El aparato respiratorio tiene como función principal la realización del intercambio de gases entre los
eritrocitos y el aire. Además, se encarga de la producción de la voz y cumple un importante rol defensivo en el
organismo.

El aire inspirado es sujeto a calentamiento, humidificación, limpieza y comprobación de su pureza química,


previo a su arribo a los alvéolos; todos estos procesos se realizan en los distintos niveles de la vía respiratoria
(Fig. 1, 2). En términos generales esta vía consta de dos porciones:

1) porción conductora; constituida por las fosas nasales, faringe, laringe, tráquea, bronquios primarios,
bronquios secundarios, bronquiolos propiamente tales, y bronquiolos terminales.
2) porción respiratoria; constituida por bronquiolos respiratorios, conductos alveolares, sacos alveolares y
alvéolos.

Tráquea: Es un tubo hueco, de pared delgada y flexible.


Está constituida por una mucosa, submucosa y adventicia.
El epitelio de revestimiento de la mucosa es
pseudoestratificado cilíndrico ciliado con células
caliciformes (epitelio respiratorio, Fig. 1).

Las células epiteliales tienen numerosos cilios


(aproximadamente 250 por célula) y algunas
microvellosidades (Fig. 3). Los corpúsculos basales de los
cilios se visualizan, a microscopía óptica, como una línea
acidófila en el citoplasma apical de las células en relación a
la base de los cilios. La función principal de las células
ciliadas es la movilización del mucus, y de las partículas
atrapadas en él, hacia la laringe. Las células caliciformes
(Fig. 3) presentan la mayor parte de su citoplasma apical
ocupado por cantidades variables de gránulos mucosos
(glicoproteínas) recubiertos por membrana y
consecuentemente, tienen desarrolladas las organelas que
participan en la síntesis y secreción de proteínas. Existen
además las células basales, que contactan la membrana basal
pero que no alcanzan el lumen. Son células indiferenciadas
que pueden diferenciarse en células epiteliales o
caliciformes. En menor número, aparecen en el epitelio
respiratorio células en "cepillo" y células neuroendocrinas.
Las células en cepillo presentan un penacho de microvellosidades en su superficie apical y tendrían una
función de tipo sensorial (quimiorreceptores) involucradas en el reflejo de la tos.

El corion de la mucosa es poco desarrollado y está constituido por tejido conectivo laxo con fibras elásticas,
presentando variables grados de infiltración linfocitaria. Hacia la profundidad, las fibras elásticas se organizan
en paquetes longitudinales embebidos en una trama colágena, conformando una prominente lámina
fibroelástica.

La submucosa está constituida por tejido conectivo laxo, posee glándulas mixtas seromucosas que
desembocan, por medio de conductos excretores, en el lumen traqueal. En la región más externa de la
submucosa se localizan anillos cartilaginosos incompletos (cartílago hialino). Sus extremos libres, orientados
hacia dorsal, se encuentran unidos por el músculo traqueal (musculatura lisa).

En su periferia, la tráquea está rodeada por una adventicia de tejido conectivo laxo con abundantes células
adiposas.

Bronquios primarios: Constituyen la porción extrapulmonar del árbol bronquial y su estructura es muy
semejante a la de la tráquea.

Bronquios secundarios (Fig. 4): Son intrapulmonares (tres al lado derecho y dos en el izquierdo). Su mucosa
aparece generalmente plegada debido a contracción premortem de la musculatura lisa. El epitelio de
revestimiento de la mucosa puede ser pseudoestratificado o cilíndrico simple ciliado con células caliciformes.
El tejido conectivo subyacente (lámina propia) contiene abundantes fibras elásticas, nervios y nódulos
linfáticos. Una capa discontinua e irregular de músculo liso se dispone circularmente bajo la lámina propia. La
submucosa presenta glándulas túbulo-acinares mucosas y seromucosas. El cartílago hialino se distribuye en
placas discontinuas alrededor
del bronquio.

Bronquiolo propiamente tal:


Son segmentos más finos
(1mm de diámetro o menos) y
de paredes más delgadas que
los bronquios. El epitelio de
revestimiento de la mucosa
varía de cilíndrico simple
ciliado a cúbico simple con
escasos cilios, sin embargo, en
los segmentos más proximales
es posible encontrar epitelio
pseudoestratificado. Las
células caliciformes son poco
numerosas faltando por
completo en los segmentos más
distales. Bajo la mucosa se
localiza una capa
proporcionalmente gruesa de
musculatura lisa y no presenta
glándulas, cartílago ni nódulos
linfoides.
Bronquiolo
terminal: Es el
último segmento de
la porción
conductora con un
diámetro de 0.5-
0.15mm. Su pared
presenta un epitelio
de revestimiento
cúbico y escaso
tejido conectivo
subyacente con
fibras elásticas y
algunas células
musculares lisas
(Fig. 5).

Bronquiolo
respiratorio: Tiene
una estructura
semejante al
bronquiolo terminal
excepto por la
presencia de
alvéolos o sacos
alveolares que interrumpen su pared (Fig.
5). El epitelio de revestimiento es cúbico
bajo. Presenta una delgada capa de tejido
conectivo conteniendo fibras elásticas y
músculo liso.

Conducto alveolar: Presentan una pared


tortuosa y muy discontinua debido a la
desembocadura de numerosos alvéolos y
sacos alveolares (Fig. 5). Células
epiteliales de revestimiento cúbicas bajas
o planas, bajo las cuales se localizan
fibras elásticas y musculares, se disponen
a manera de cojinetes anulares entre las
aberturas de alvéolos vecinos. Es el
último segmento que presenta fibras
musculares lisas.

Sacos alveolares y alvéolos: Los sacos


alveolares corresponden a la asociación
de dos o más alvéolos con una
desembocadura común (Fig. 5). Los
alvéolos son pequeñas invaginaciones en
forma de saco conformando la última
porción del árbol respiratorio. Sus paredes
están constituidas por una capa epitelial
fina íntimamente asociada a capilares. El epitelio alveolar de dos alvéolos vecinos con un capilar al centro
recibe el nombre de tabique o septo interalveolar.

El epitelio alveolar está constituido principalmente por células epiteliales planas con numerosas
prolongaciones (neumocitos tipo I) y por células ovoideas que hacen eminencia hacia el lumen alveolar,
denominadas células septales o neumocitos tipo II (Fig. 6). El citoplasma de los neumocitos tipo II contiene
cuerpos multilaminares (citosomas), responsables del característico aspecto esponjoso de estas células al
microscopio óptico (Fig. 7). Estas organelas están rodeadas por membrana y contienen fosfolípidos,
carbohidratos y proteínas, que al ser exocitados a la luz alveolar, conforman un revestimiento lipoproteico
sobre la superficie alveolar denominado surfactante, sustancia que impide el colapso alveolar durante la
expiración. En el interior del alvéolo aparecen macrófagos alveolares encargados de la fagocitosis de
partículas extrañas contenidas en el aire inspirado.

El epitelio alveolar asienta sobre una membrana basal que, en determinados sectores, se encuentra fusionada a
la membrana basal del capilar subyacente.

Los gases deben atravesar las estructuras interpuestas entre el lumen alveolar y el citoplasma del eritrocito:

- 2 membranas plasmáticas del neumocito tipo


I, más el citoplasma interpuesto entre ellas.
Barrera - Membranas basales fusionadas del epitelio
alvéolo-capilar alveolar y endotelio capilar.
(0.3-0.7 mm de - 2 membranas plasmáticas del endoteliocito,
espesor)
más el citoplasma interpuesto entre ellas.
- 1 membrana plasmática del eritrocito.

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