Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
REFICAR
FEBRERO 25 DE 2020
INFORME A LA JUNTA DIRECTIVA Y GERENCIA
PERIODO 2020
A finales de los años 90 el Gobierno nacional advirtió que el país necesitaba mejorar
su capacidad de refinación y que la demanda internacional y nacional de
combustibles exigía productos más eficientes y amigables con el medio ambiente.
A la vez, los resultados económicos del proyecto mostraban que el impacto fiscal
era de US$ 260 millones, los cuales corresponden al componente de inversión
directa de la empresa; pues la estructura de financiación contemplaba una
participación de capital privado por US$ 280 millones y la venta de activos no
estratégicos de la empresa por US$ 88 millones. Adicionalmente la empresa tendría
que realizar inversiones de un monto similar para cumplir las exigencias de calidad,
construir una planta de Hidrotratamiento.
Durante el 2009 se concluyeron las etapas de ingeniería básica del Plan Maestro de
Desarrollo de la Refinería de Cartagena, se inició la búsqueda de financiación del
proyecto y la compra de maquinaria de larga entrega. También continuaron las
adecuaciones de los terrenos en los cuales se instalarán las nuevas plantas. La
refinería debería ampliar su capacidad hasta 165 mil barriles por día.
También se señala que CB&I realizó un total de 255 contratos y 850 adiciones por
las que ha pagado 2,7 billones de pesos; denominados en dólares ha realizado 60
contratos y 127 adiciones por valor de US$112 millones; y denominado en euros ha
realizado un contrato por valor de 1,2 millones de euros. Dentro de éstos, se
encontró que el 29 % presentaron incrementos superiores al 100 % en valor, que
implicaron pagos adicionales por US$43 millones, 0,8 millones de euros y 1 billón de
pesos.
Los sobrecostos superaron los US$4 mil millones. Faltó planeación, dijo el contralor,
Maya Villazón. El contralor general, Edgardo Maya, dio detalles sobre las razones
por las que la modernización de la Refinería de Cartagena tuvo unos sobrecostos
que superaron los US$4.023 millones, según cifras que entregó la misma entidad a
finales del año pasado.
De acuerdo con la entidad, "el valor total de Reficar equivale a 1,5 veces la
ampliación del Canal de Panamá, y 1,15 veces lo que se estima costaría el Metro de
Bogotá".
El contralor advirtió que la obra se hizo sin ningún tipo de planeación, razón por la
cual la obra sufrió un incremento del 100% con respecto a las estimaciones iniciales
de US$3.993 millones.
Maya Villazón aseguró que las pérdidas acumuladas ascienden a $1,69 billones y
las pérdidas por utilidades no generadas en 27 meses alcanzaron US$1.106
millones
La Contraloría General informó que pudo determinar que de los US$4.500 millones
adicionales, por lo menos US$3.500 millones se habrían destinado a financiar mano
de obra adicional ocasionada por la baja productividad, que fue persistente a lo
largo de todo el proyecto y sobre lo cual no se tomaron acciones preventivas ni
correctivas, oportunas y efectivas.
Se determinó que se suscribieron los acuerdos MOA y PIP en 2014 para pagarle a
CB&I las facturas sin restricciones ni controles. Por medidas como esta se
reembolsaron a CB&I costos no razonables por baja productividad, demoras y
retrabajos por defectos en diseños e ingeniería detallada, y sobrecostos en
materiales de construcción.
Etapa. 4 EVALUACION
En diciembre de 2010 se creó en Suiza la sociedad Ecopetrol Capital AG, para
canalizar recursos y solicitar créditos a la banca internacional y así garantizar la
construcción de Reficar, hacia mediados de 2011 era claro que algo andaba mal en
el negocio. El hoy ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, en junta directiva de
Ecopetrol del 16 de junio de ese año, señaló que Reficar estaba tomando decisiones
sin tener en cuenta al comité de negocios y al máximo organismo de la estatal
petrolera. Cárdenas insistió en que, a pesar de la autonomía de Reficar, se trataba
de un proyecto de alto impacto que tenía que ser analizado paso a paso por la junta
directiva de Ecopetrol.