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CapiruLo 2 PRINCIPIOS FISICOS DE LA TELEDETECCION «Dos excesos: exeluir la razén, y no admitir mas que Ia razon.» BLAISE PASCAL, Pensamientos Enel capitulo anterior se presentaban algunos aspectos introductorios de las tée- nicas analizadas en esta obra. En los dos proximos, se van a exponer los procesos que permiten la adquisicién de la imagen, para dedicar el resto a las tareas de interpreta- cién, Para los cientificos con preocupacion por el medio ambiente, lo habitual sera que estos tiltimos sean los que merezcan una mayor atencién, Sin embargo, comoes obvio, la interpretacién de la imagen sera tanto mas rigurosa cuanto mayor conocimiento se tenga de los procesos que permitieron adquirirla. 1. Fundamentos de la observacién remota Anteriormente se definié la teledeteccién como aquella técnica que nos permite obtener informacién a distancia de los objetos situados sobre la superficie terrestre: Para que esta observacién remota sea posible, es preciso que entre los objetos y el sen- sor exista algiin tipo de interaccién. Nuestros sentidos perciben un objcto solo cuando pueden descifrar la informacién que éste les envia. Por ejemplo. somos capaces de ver un bol porque nuestros ojos reciben y traducen convenientemente una energia lumi- nosa procedente del mismo. Esa sefial, ademas, no es originada por el arbol, sino por un foco cnergético exterior que le ilumina, De ahi que no seamos capaces de pereibir ese Arbol en plena oscuridad. Este sencillo ejemplo nos sirve’para introducir los tres principales elementos de cualquier sistema de teledeteccidn: sensor (nuestro ojo), objeto observado (Arbol) y flujo energético que los pone en relacién y permite, en tiltima instancia, detectar el ob- jeto. En nuestro ejemplo, ese flujo procede del arbol por reflexién de la luz solar. Po- dria también tratarse de un tipo de energia emitida por el propio objeto (en caso de que fuéramos capaces de detectar el calor que emite), 0 incluso por el sensor (por ejemplo. si tuvigramos una cdmara equipada con flash). Estas son, precisamente, las tres formas 44 TELEDETEC' ION AMBIENTAL FIG. 2.1. Formas de teledeteceiin: (i) reflexion: (1) emision: (iii) reflexién-emision. de adquirir informacién a partir de un sensor remoto: por reflexién, por emisién y por emision-reflexidn (fig, 2.1). La primera de ellas es la forma mas importante de teledeteccién, pues se deriva directamente de la luz solar, principal fuente de energia de nuestro planeta. El Sol ilu- mina la superficie terrestre, que refleja esa energia en funcidn del tipo de cubierta pre- sente sobre ella, Ese flujo reflejado se recoge por el sensor, que lo transmite poste- riormente a Jas estaciones receptoras. Entre superficie y sensor se interpone la atmés- fera, que dispersa y absorbe parte de la seiial original. De igual forma, la observacién remota puede basarse en la energia emitida por las propias cubiertas, o en la que po- driamos enviar desde un sensor que fuera capaz, tanto de generar su propio flujo ener- gético, como de recoger posteriormente su reflexién sobre la superficie terrestre. En cualquiera de estos casos, el flujo energético emre la cubierta terrestre y el sensor constituye una forma de radiacién electro-magnética. Como es sabido, la ener- gia se transfiere de un Jugar a otro por tres procesos: conveccidn, conduccidn y radia- cidn, De ellos, nos centraremos en este iiltimo, pues constituye la base de los sistemas de teledeteccion analizados en esta obra. Histéricamente las propiedades de la radiacién electro-magnética se han expli- cado por dos teorias aparentemente contrapuestas: aquella que la concibe como un haz ondulatorio (Huygens, Maxwell), y aquella otra que la considera como una sucesién de unidades discretas de energia, fotones o cuantos, con masa igual a cero (Planck, Einstein). Las dos teorias se pueden compaginar, pues se ha demostrado que la luz pre~ senta comportamientos que pueden explicarse de acuerdo a ambos planteamientos. Segiin la teoria ondulatoria, la energia electro-magnética se transmite de un lugar a otro siguiendo un modelo arménico y continuo, a la velocidad de Ja luz y contenien- PRINCIPIOS FISICOS DE LA TELEDETECCION 45 ongitud de onda y= Frecuencia ‘Campo eiéctrico Campa magnética Fig. 2.2. Esquema de una onda electromagnética, ‘do dos campos de fucrzas ortogonales entre si: eléetrico y magnético (fig. 2.2). Las ca- racteristicas de este flujo energético pueden describirse por dos elementos: longitud de onda (}) y frecuencia (v). La primera hace referencia a la distancia entre dos picos sucesivos de una onda, mientras que la frecuencia designa el niimero de ciclos pasan- do por un punto fijo en una unidad de tiempo. Ambos elementos estin inyersamente relacionados: c=hv {2.ty donde ¢ indica la velocidad de ta luz (3 x 10*ms"'), 2 expresa la longitud de onda (en unidades de longitud, habitualmente micrémetros, | jum = 10°° m o nanéme- tros, | nm = 10m) y v la frecuencia (en Hertz, | Hz= | ciclo por segundo). En de- finitiva, a mayor longitud de onda, menor frecuencia y viceversa, por lo que basta con indicar un solo término para caracterizar el flujo de energia mencionado. Gracias a la teoria cuantica, podemos calcular la cantidad de energia transportada por un fotdn, siempre que se conozea su frecuencia: Q=hy {2.2} donde Q es la energia radiante de un foton (en julios), v la frecuencia y h la constante de Planck (6,626 « 10 * J's). Sustituyendo en {2.1}, podemos asimismo expresar: Q=h(c/r) {2,3} Jo que significa, en definitiva, que a mayor longitud de onda —o menor frecuencia— el contenido energético sera menor y viceversa, Esto implica que la radiacion en lon- gitudes de onda largas es mas dificil de detectar que aquélla proveniente de longitudes cortas, de ahi que las primeras requieran medios de deteccién mas refinados. 2, Elespectro electromagnético Deas formulas anteriores, se deduce que podemos definir cualquier tipo de ener gia radiante en funcién de su longitud de onda o frecuencia. Aunque la sucesién de va- 46 TELEDETECCION AMBIENTAL lores de longitud de onda es continua, suclen establecerse una serie de bandas en don- de la radiacién electro-magnética manifiesta un comportamiento similar. La organiza~ cién de estas bandas de longitudes de onda o frecuencia se denomina espectro elec- tro-magnético (fig, 2.3). Comprende desde las tongitudes de onda mas cortas (rayos gamma, rayos X), hasta las kilométricas (tele-comunicaciones). Las unidades de me- dida mas comunes se relacionan con la longitud de onda. Para las més cortas se utili- zan micrémetros, mientras las mas largas se miden en centimetros 6 metros. Normal- mente a estas tiltimas (denominadas micro-ondas) se las designa también por valores de frecuencia (en Gigahertz, GHz = 10’ Hz). Desde el punto de vista de la teledeteccidn, conyiene destacar una serie de ban- das espectrales, que son las mis frecuentemente empleadas con la tecnologia actual Su denominacién y amplitud yarian segiin distintos autores, si bien la terminologia mas comin es la siguiente: — Especiro visible (0,4.a 0.7 jm). Se denomina asi por tratarse de la tinica ra- diacién electro-magnética que pueden percibir nuestros ojos, coincidiendo con las longitudes de onda en donde es maxima la radiacién solar. Dentro de esta region, suc- len distinguirse tres bandas elementales, que se denominan azul (A: 0,4- 0,5 pm), ver- de (V: 0,5-0,6 jum), y rojo (R: 0,6-0,7 jum), en razén de los colores primarios que nues- {ros ojos perciben a esas longitudes de onda. — Infrarrojo cercano (IRC: 0,7 a 1.2 wm). También se denomina infrarrojo proximo, reflejado o fotogrifico, puesto que parte de él puede detectarse a partir de peliculas dotadas de emulsiones especiales, Como veremos luego, resulta de especial importancia por su capacidad para discriminar masas vegetales y concentraciones de humedad, — Infrarrojo medio. En esta region se entremezclan los procesos de reflexion de la luz solar y de emisiGn de la superficie terrestre. En el primer caso, hablamos de infrarrojo de onda corta (Short Wave Infrared, SWIR), que se sitia entre 1,2 y 2,5um y resulta una regién idénea para estimar el contenido de humedad en la vegetacin o los suelos, La segunda banda de interés esti comprendida entre 2,5 y 8 um, y suele deno- minarse mas propiamente como inftarrojo medio (IRM), siendo determinante para la deteceion de focos de alta temperatura (incendios 0 voleanes activos), y estimacion de algunos gases atmostéricos. — Infrarrojo lejano o térmico (IRT; 8 a 14 ym), que incluye la porcién emisiva del espectro terrestre, en donde se detecta el calor proveniente de la mayor parte de las cubiertas terrestres, — Micro-ondas (M, por encima de 1 mm), con gran interés por ser un tipo de energia bastante transparente a la cubierta nubosa, Mas adelante se estudiara el comportamiento espectral de las principales cubier- tas terrestres en cada una de estas bandas del espectro. Antes de ello, convendra intro- ducir algunos conceptos y unidades de medida comtinmente empleados en teledetec- cién. ~oonguspu-ousaya ouradsy "ET A wizo 90 00 oro | aauan | anzv ‘aTaISIA OWLOadSA eee ee swonsbwy > | | to evoppntonn ey oot o ‘ vo jo ; , T T T 2 2 ! yniivo g x-SOAVE soAva 3 ! 1 L n 7 1Or woh aot nok (HIN) erouond04 48 ‘TELEDETECCION AMBIENTAL, ‘Términos y unidades de medida Como mis arriba se indicé, para que pueda producirse una observacién remota de la superficie terrestre es preciso que el sensor detecte un flujo energético prove- niente de ésta. Ese flujo tiene una intensidad determinada, proveniente de, o dirigida a, una unidad de superficie y con una direccién concreta. Convendra, por tanto, expli- citar las unidades de medida mas empleadas en teledeteccidn. con objeto de ser riguro- sos a la hora de presentar postcriormente los pracesos de adquisicién, Utilizaremos los sufijos «-ancia» para referimos a magnitudes absolutas ¢ «-ividad» para referirnos a magnitudes relativas. La formulacién precisa de cada una de estas magnitudes se acompafa en la tabla 2.1: — Energia radiante (Q). Indica el total de energia radiada en todas las direc~ ciones, Se mide en julios (J). — Flujo radiante (b). Total de energia radiada en todas las direcciones por unidad de tiempo. Se mide en vatios (W). — Emitancia o exeitancia radiante (M), Total de energia radiada en todas las direcciones desde una unidad de Area y por unidad de tiempo. Se mide en vatios por metro cuadrado (W m*). — Irradiancia (E). Total de energia radiada sobre una unidad de area y por unidad de tiempo. Es equivalente a la emitancia, si bien ésta indica la energia emitida, mientras la irradiancia refiere a la incidente (W nm’). — Intensidad radiante (I). Total de energia radiada por unidad de tiempo y por Angulo sélido (Q). Se trata éste de un Angulo tridimensional, que refiere a la seccion completa de la energia transmitida, y se mide en estéreo-radianes (fig. 2.4). Por tanto fa intensidad radiante se mide en vatios por estéreo-radiin (W st~!). TABLA 2.1, Magnitudes radiométricas cominmente urilizadas en teledetecciin Concepio Simbolo Formula Unidad de medida Energia radiante 0 = Julios (J) Flujo radiante 4 bQiar Vatios (W) Emitaneia M BOA Wm? Irradiancia E BH/5A War? Intensidad radiante y 8/60 Wer! Radiancia L Sh/5A cos O Win?sr! Radiancia espectral A BLM, Wm? sr! pm | Emisividad e M/My Reflectividad Pp beds Absortividad a bulb) ‘Transmistvidad 1 bilby sr: Eistéreo-radiin, medida de! Angulo solido, um: Micrometro o mira (10 memos) My: Emitancia de un cverpo negro a [a misma temperatura. Flujo ineidente Flujo reflejado, Flujo absorbido Flajo transmitido. Angulo formado por el Nujo y ta direccién normal PRINCIPIOS FISICOS DE LA TELEDETECCION 49 Fic. 2.4. Esquema del dngulo sétido. — Radiancia (L). Total de energia radiada en una determinada direccién por unidad de area y por angulo sdlido de medida. Es un término fundamental en telede- teecién, ya que describe precisamente lo que mide el sensor. Se cuantifica en vatios por metro cuadrado y estéreoradian (W m* sr‘). — Radiancia especiral (L,). Por extension de! concepto anterior, indica el total de energia radiada en una determinada longitud de onda por unidad de area y por angulo sdlido de medida. Por cuanto el sensor detecta una banda particular del espectro, ésta es la medida mas cercana a la observacién remota, De igual forma que Jaradiancia, la emitancia ¢ irradiancia pueden completarse con cl calificativo de es- pectral (aiiadiendo el subindice i), cuando se reficren a una determinada longitud de onda. En cuanto a las magnitudes relativas (adimensionales), las mas importantes son: — Bmisividad (z), relacion entre la emitancia de una superficie (M4), y la que ofreceria un emisor perfecto, denominado cuerpo negro, a la misma temperatura (M,). — Reflectividad (p), relacion entre el flujo reflejado y el incidente; — Absortividad (a), relacion entre el flujo absorbido y el incidente; — Transmisividad (t), relacion entre el flujo transmitido y el incidente. Estos tiltimos términos son también dependientes de la longitud de onda, por lo que conviene completarlas con el calificativo de espectral, para referirse a su valor en una banda determinada del espectro. 4. Principios y leyes de la radiacién electromagnética E| objeto de este capitulo es caracterizar espectralmente las distintas cubiertas de interés medioambiental. Para ello, resulta obligado comentar los procesos mas impor- tantes que permiten explicar ese comportamiento, asi como los factores que intervie- 30 TELEDETECCION AMBIENTAL nen en su variaci ta base permitird abordar una interpretacion mas rigurosa de la imagen finalmente obtenida por el sensor.' De acuerdo a la formula {2.3}, la cantidad de energia que contiene un flujo ra- diante es inversamente proporcional a su longitud de onda, Esta relacién entre flujo de energia y longitud de onda puede establecerse con mayor rigor gracias a la ley de Planck (Slater, 1980): ie {2.4} he ar =a {eri } donde M,,, indica la emitancia radiativa espectral de un cuerpo negro a una determina- da longitud de onda (en Wm" um); /es la constante de Planck (6,626 * 10 Ws"); &, Jaconstante de Boltzmann (1,38 x 10° Ws K);c, la velocidad de la luz; 4, la longitud de onda (en m), y T, la temperatura absoluta de un cuerpo negro (en Kelvin, K). Esta for- mula se puede simplificar sustituyendo algunos términos por constantes: a lexp > -1 {er ar donde c, puede sustituirse por 3,741 x 10° W m*hm’ yc, por 1,438 x 10* um K. En este vaso x se expresa en jm En pocas palabras, la formula de Planck nos sefiala que cualquier objeto por enci- ma del cero absoluto (-273° C) radia energia, y que ésta aumenta con la temperatura. A la vez. a mayor temperatura, ese cuerpo radiard con mas intensidad en longitudes de onda mas cortas. De esta formula podemos reconstruir la curva de emitancia de un cuer- po negro a distintas temperaturas (fig. 2.5). El grafico es muy interesante para conocer el comportamiento radiativo de un objeto, siempre que conozcamos su temperatura y su emisividad; esto es. su grado de similitud con un cuerpo negro. ‘A partir de la formula de Planck puede calcularse la longitud de onda a la que se produce la maxima emitancta de un cuerpo negro conociendo su temperatura. Esta es la Hamada ley del desplazamiento de Wien: M, {2.5} x 2898 mw yum K {2.6} donde la temperatura (7) esta expresada en Kelvin. Esta ley tiene una gran importan- cia para seleccionar la banda mas conveniente para detcctar un objeto a una determi- nada temperatura, Por ejemplo, si asumimos que un incendio forestal presenta una temperatura de combustion proxima a los 800 K, la ley de Wien nos permite situar en 3,6 uum (IRM) la banda espectral mas adecuada para sui deteccién, Por su parte, el Sol 1. Bl lector interesaclo en una mayor profundizacién en estos principios fisicos puede eonsultar ‘otros manuales mas espectalizados como los de Astar (1989), Slater (1980) 0 Sobrino (2000), PRINCIPIOS FISICOS DE LA TELEDETECCION SI 1.E+08 1E+07 1. +08 1E +05 VE +04 Emitancia radiative (W m* um") LE 402 1E +01 1.E +00 010 | | 1,00 40,00 100,00 +H Visible Longitud de onda (um) F1G.2.5. Eimitancta espectral de un cuerpo negro u distintas temperatura ‘—con una temperatura radiante proxima a los 6.000 K— presenta su maxima emitan- cia en la regidn del espectro visible (centrada en torno a 0.5 um). Integrando la emitancia espectral de un cuerpo negro para todas Las longitudes de onda, podemos calcular cl total de energia que radia por unidad de superficie. Esta es Ja ley de Stefan-Boltzmann: M,=6T' {2.7} donde o es la constante de Stefan-Boltzmann (5,67 x 10° W m* K“), y T'la tempe- ratura en Kelvin. A consecuencia de esta formula, resulta evidente que la emitan- cia global de un objeto es una funcién de su temperatura, y que pequefios cambios en ‘ésta suponen notables modificaciones en su emitancia radiante, Por otra parte, co- ‘nociendo la temperatura de un objeto emisor, podemos también estimar la irradiancia - ineidente sobre el sensor, por cuanto emitancia ¢ irradiancia son funcionalmente equivalentes. Hasta aqui, hemos supuesto que las superficies naturales se comportan como cuerpos negros, lo que implica una notable simplificacién. Por ello, se han de ‘corregir las formulas anteriores afadiendo un nuevo parametro, la emisividad (e), que ‘nos indica la proporcién de energia emitida por un objeto (7) frente a un cuerpo negro ala misma temperatura (M,): 52 TELEDETECCION AMBIENTAL M=eM, {2.8} Un cuerpo negro indica un emisor perfecto; esto es, un objeto que absorbe y emi- te toda la energia que recibe. Se habla de cuerpos blancos o reflectores perfectos, cuando no absorben nada de la energia incidente, sino que la reflejan por completo (emisividad = 0), mientras serian cuerpos grises aquellos objetos que absorben y emi- ten de forma constante en distintas longitudes de onda. Cuando la emisividad yaria con la Jongitud de onda, se emplea el término de radiador selectivo, que es lo mas fre- cuente en la naturaleza. A partir de las formulas {2.4} a {2.8} podemos estimar la emitancia total y es- pectral de un objeto conociendo su temperatura absoluta, siendo aquélla tanto mayor cuanto mas alta sea ésta. En definitiva, la energia emitida desde un objeto es primari: mente una funcién de su temperatura, Pequefios cambios en ésta suponen una modifica- cién sensible de la emitancia total, de acuerdo a {2.7}. Ademias, conociendo la tempera- tura de un objeto o cubjerta de interés —y dado que pueda estimarse su emisividad—, sera posible determinar la banda del espectro mas idonea para su discriminacion. Con estas nociones puede abordarse el comentario mas detallado de las tres regio- nes del espectro en donde se realizan procesos de teledeteccion: longitudes de onda cor- tas (desde el visible al SWIR), medias (IRM y térmico) y largas (micro-ondas). 5, El dominio solar del espectro 5.1, CARACTERISTICAS DE LA RADIACION SOLAR. INTERACCION CON LAS CUBIERTAS TERRESTRES Denominamos espectro solar al rango de longitudes de onda directamente de- pendientes de la radiacion, comprendidas entre el visible y el SWIR (0.4 a 2,5 ym). Para una mejor comprensién de estas bandas espectrales, conviene analizar con mas detenimiento en este apartado las caracteristicas radiativas del Sol, fuente pri- mordial de energia radiante en nuestro planeta. Mas adelante nos detendremgs # ana- lizar el comportamiento de las principales coberturas terrestres frente a este tipo de radiacién. El Sol se encuentra a una temperatura radiante proxima a los 6.000 K, Esto im- plica, segiin la ley de Wien, que su maxima emitancia espectral se produce en tornoa las 0,48 jum, coincidente con el color verde apreciado por nuestros ojos. La curva es- pectral de la radiacion solar se asemeja bastante a la de un cuerpo negro a esa tempe- ratura, tal y como aparece en la figura 2,6. La radiancia solar que al llegar al techo de la atmésfera es inferior a ésta, especialmente a partir de 2,5 um, donde ya es muy es- casa, y empieza a ser dominante la radiacin térmica emitida por cuerpos calientes (incendios, voleanes, etc.) a partir de 3 jum y por la superficie terrestre (a partir de 8 im), $i comparamos la radiancia solar que llega a la atmésfera terrestre con la que esperariamos para un cuerpo negro a la temperatura radiativa del Sol, se observa que es sensiblemente mas baja (fig. 2.6), Esto es debido a que la Tierra solo capta una pe- quefia parte de la emitancia solar, en funcidn de su tamaiio y de la distancia a la que se encuentra (Markham y Barker, 1987). Ademas, parte de la radiacin solar que lle~

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