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Myriam Delgado - Isabel Ferrero de Ellena - Angela Peldez de Baillat La aventura de la palabra LENGUA Y LITERATURA _Furopea y norteamericana POLIMODAL comunicarte Eons Agradecemos especialmente a: Nik, Furnier, Rudy-Paty, Peird, Jorh-Line, Maria Calvifo y Silvia Cattoni La aventura de la palabra - Lengua y Literatura Europea y Norteamericana (© 2007 by Comunie-ate Editorial Primera edién: 2005, Primera reimpresion: marzo de 2007 ISBN: 978-987-1151-82.9 ‘Se terminé de imprimir a 2 dia del mos de marzo de 2007. Hecho el depésito que previene la ley 11.723. Impreso en Argentina - Printed in Argentina comunicarte tuzang 167 - Spt iso £000 Gordo - genta Tolar: ot) a30 ‘etre comnearowe com at ‘wconunearowe.com ar Direccion eeitrial: Karina Fraccaroli Direocién de ate y produccién: Marcolo De Monte Disefo de interior: ana Myszkoroski Todos los derechos reservados. No se permite la reproduccién parcial o total, ‘almacenamiento, el alguler, la transmisién o la transiormacién de este libro en ‘cualquier forma’ o por cualquier madio, sea elecrénico © mecénico, mediante {otocopia, digtalzaién y otros meétodos, sin el permiso previo y escrito del titular del ‘copyright, Su infraccién est contemplada por las leyes 11.723 y 25.446, El contenido, forma de! texto y las clas en 6! incorporadas. son exclusiva responsabiidad de is autoras. ‘La aventura de a palabra : Lengua y erature ‘europea y norteamericana : Polmodal | Myriam Delgado [etal] 1" ed. » Cordoba ‘Comunio-arte Editorial, 2005, 172 pill: 21 x 28 em. (Serie Aprondamos) (SBN: 978-967-1151-92-9, |. Delgado, Myriam 1. Lengua y comunicacién, lio de texto para la Ensehanza Media. 600 375.400.045, Médulo 1: La literatura: una puerta de entrada a nuevas realidades + ect: Forentit 451 de Ray Bradbury ‘ Ou esa iteratura? see Por qué eer? 9 * ecru Rican de erat. A piso. 9 + Lrcru Leer o perce At periditica 0 + qu 6 poder de sectors. rt. pariadstico 0 * Leto Para dvr su yar alos hbos. At petosicn 1 Bbotea “Resistencia hombres y mujeres bo. 13 La bilotca dul: un dest para strut el placer delatecua 8 * Lec La cast y a bot: gares mgs. A. prosco 13 lara escribir “4 tumor, otra forma de develo la reaiad 5 + Lect: Rguresaente ince. os demasiado verdes. A. peroisteo = 8 nt Médulo2: La titeatura Ctasica ipo ey oa bisqueda de aided pera 8 * ecru Epo rey de Stoces ‘8 ‘A exer se aprndeesebando, Guia paralacorecién elo qu esetimes 2 teavo en Grecia 23 Latrageda 28 Los acoes yl vestuaro 4 a sala tata 4 Ls mecanismos escenogdios 24 Ls trios més importantes, 2 La comeia 2 ft resumen 26 Ls mesios de comuricacin: un desi al lector. a + Lectura: Compl de Epo: ceado por fata de padres. At peta an ‘escribir se aprende escribendo, La superestrctraargumentatva 28 + Leura: Los ojos de Calin de Berard Kordon + Lecture: Epo y el enigma de Jorge Luis Borges El humor, ota forma de acercarse als cisics. + Lectura: Epopeya de Epo en Tebas de Les Luthirs Quin soy? E curriculum vitae + Lectura: Curriculum de Maro Benedetti + Leona: primer curcolum vise rt. priodistico Para afar las neuronas| eeexeeeR ‘Médulo 3: La Iteratura del Medioevo al Renacimiento a literatura de transicién en alia % Lo madivaly to renacenteta on of Decamerén de Bocoactio .... 36 + Leura: Decamrn de Giovanni Boccaccio a La titeratura de transiién en Espafa 4 38 La Celestina, una astta intermedia en ames 9 * Lectura Le Celestina de Femando de Rojas 40 + Lectura: Distintestpos de conclenca rt. paiodstico 6 Eltedo expositve a Los procedimientos expicativs verbales, a + Lecruna La hechiceta. Fragmentoadaptado, 8 {a sintais actancial 8 * Lectura: Macbeth de Wiliam Shakespeare a * Lecrua: Braj de Julio Cortzar. 0 + Lectuna:Recetapara un itr de amor imposibe de Joan Manuel Serr 83 ‘Lectura: Matin Fierro 2" parte (Canto XIX) de José Hernandez... 63 Guta pare el aisis de elutes 25 Para ala las neurones 55 Médulo 4: La literatura del Renacimiento, El teatro isabelino Romeo y Jets, na trgica historia de amor. 58 + Lecrga: ome y uta de Wiliam Shakespeare 58 Catsirscas lato bene 6 + Leorus Romeo taaie-at Cet de Julieta do Marco Deni... 62 Lesa gem tia Marco Dene 8 + Lecru: Morr delaras. Af. periods, 6 Lex monogiatia 6 + Lesa problema del mal en algunos craters de Shakespeare, ‘Ant peridistco 6 Los medias de comunicacn: un dsafo al lector. or + Lecrunt: Los nuevos esclavos. At. pails. CI Para afar las neuronas| 68 (Médula 5: La literatura del Barroco ‘Don Quijote a entrega alos deales 7 La primera novela moderna 7 ‘Lectura Eingenios hidalgo don Qujote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra. n lmentascaractrstios de as novelas de cabalera 5 on Quijote y su lectores 78 Los medias de comunicacin: un desafo al lector 73 + Leora: Herederas de “Pere Menard, autor del Quite. A. paridistco 79 + Lecruat: Don Gute, gatigueo contemporineo?. At. pariaditico 79 © ivw.ce © 1202 tre sr ore + Lecrunx: Venoidos de Leda Felipe. 80 + Lerum: Gatos ene! ire de Alberto Cortez 82 + Lectura 6 bard rampante dela Calvino 8 Los medios 6 comunicacié: un desfio al lector, 85 La competencia cultural, 85 + Leumi: Un lugar de La Mancha de! que hay que acordars. At prridistico 85 + Lecrun Habla y escribir bin,e camino més seguro ara pensar Yyotea At. periodico 86 + Lectura: Las malas palabras. At. periodico a7 La gramitica, una herramiontanecesari 89 ‘ Lcrune Rotan er July dos les ue igo XV de “I uote” [periodico so 89 Las “voces en os texts: dscurs directo y discurso indirect... 90 Paar ls neuronas 0 ratura en el umbral del Clasicismo: el teatro clésico francés ‘Don Juan ot poder de a seduccén 2 + Lecrunt: Don Juande Malte se Molle: acuerdos ydesacuerdos con el Cascismo 9 + Leona Lo istintos camino del amor de A, LOpe2 Quins... 99 + Leona: Pereéname de Pedr Salinas 99 + Lectura: 6 nconstante de Pablo Neruda 100 * Lectura: $1 soy 25/de Antonio Bota 100 Para fla as neuronas 100 Médulo 7: La literatura del Romanticismo El romantcismo en Francia 102 Nvestra Seiora de Pars oe imperio de los Senimieno8 on. 102 + Leora: MuestaSefiora de Pars de Vitor Hugo 102 + Leeru £1 Romanticisme, 103 Carateristias del eratua romdntca, EI roe romantic... 104 Los medias de comunicacion: un desfio al lector 108 Lactca de espectiulos 109 + ecru: Jorbad, con estas dec yf TV At pariistico 108 ‘Cumbres borrascasas oe tormanto de os sentiments 110 Post romanticism en Espafa. Gustavo Adolfo Béoquer. 1 ‘Lectura: Rima XI, XXXVI de Gustavo Adoto BEequer 111 La gramatica, una heramienta necesara.. 119 lector inatistco 113 + Lecrun Pobres tides! Ar. periodico 113 Pare afar las neuronas 14 ‘Médula 8: La literatura del Realismo i Relismo 116 realism en Francia W7 + Leumi: vj de Guy de Maupassant 7 1 Realismo en Rusia. 120 + Leura: Los ataies de Anton Celow. 120 £1 guidntlevisivo: una estratenia para la educacion yl entretenimiento 12 “+ Lecrun: Su Sofiia Guid tlevisivo + Lecrunt: Un drama verdadero de Guy de Maupassant Para afar as neuronas Médulo 9: La literatura del Decadentismo 1 Rerato de Dorian Gay lito dea etemajventud + Lecruna 1 Retato de Dorian Gray de Oscar Wide El Decadentism, El dandysmo + Lecunx E experimento del doctor Heidegger de Nathaniel Hawthorne Los medlas de comunicacin: un desato a lector ‘+ LecTuRa: Afomas vventes y otros monstuus. i, peioisico + Lecrua: Michael Jackson, eno marhito. At. periodico 1 Debate Para afar as neuronas Médulo 10: La literatura Contemporénea La lteraturacontemporéeay la angus por a deshumanizatién siglo XK Elteato + Lectura Ubi ey de Aled Jarry El teatro del silo XX. Reperusiones de Ubi ey ‘Los medio de comunicacién: un desi aletor. + Lec padre Ud ye Estado argentino. At. periodico + Lecuna La patnt.Peza teatrl de Lig Pirandello 1 orotesso + Lecrura: Vocacién de Jorge Maestro y Sergio Vainman, La narratva, Principle innovaciones en ta novela + Lene Cinco horas con Maro de Miguel Delbes Maquina Kata * Leura La metamorfosis de Franz Katka + Lecuna Carta do Braton a su hia para cuando tenga 16 as. de André Breton + Leorun: Carta al pate do Franz Kata + Leona: Palabras par Jla do Paco lier erature y police. + Lecru: Rebeln onl grania de George Orwell Los meas de comunicacion: un desato a ictr, + Lectura: Esigmas ea potica. At. periodico * Leas: Poputsme,patenaismoy iberalsme. At. perodisico poesia + Leu La uni br de André Breton + Leora: Al abate amo de Paul Ear + Leon: La enamorade de Paul lard + Leona: Las mareas de Hugo Wiliams + Leona: Espera de Vicenzo Cardael + Leora: Pooma § de Eugenio Montale + Leorua: Romance sonémbulo de Federico Garcia Lorca. * Lecrunt: Besarse, myer de Miguel Heménde, Para fla as neuronas Taba inal de integracion 123 124 128 128 128 130 195 40 140 mi m1 1a 148 “4 “4 “4 ar 148 148 49 184 154 187 187 159 159 160 160 160 181 181 163 183 168 167 167 167 168 168 168 169 169 170 1 m Modulo 1 La literatura Una puerta de entrada a nuevas realidades ON Cn AMA A SER © O8. 28 - iy ESPECTACUIAR AND os pure) § MPETIR | 2 ii a OTRA GRIT 2 ig Ie WERT ii IMPRESIONANTE: 11 PROGRAMA IN ~ re SHE it Se worw.gat a Laue LiMERATURA EUROPEA Y NORTEAMERICANA Los invitamos a entrar por la puerta dela literatura a través del siguiente texto: Fahrenheit 451 cosas devoradas, ver los objetos ennegrecidos y jcambiados. Empufando la manguera de bronce, esgrimiendo aquella gigantesca serpiente que escupia un petréleo venenaso sobre el mundo, sintié que la sangre le sgolpeaba las sienes y sus manos eran como las de un fan~ tastico director ejecutando todas las sinfonias del Fuego y Jas llamas para destruir los harapos y ruinas de la Histo- ria, Con el simbélico casco numerado ~451- sobre su esté- lida cabeza y los ojos encendidos en una sola llama ana- ranjada ante el pensamiento de lo que vendria después, abrié la llave, y la casa dio un salto envuelta en un fuego devorador que encendis el cielo del atardecer y lo enro- |jecid, y dors, y ennegrecié, Hubiese descado, sobre todo, ‘como en otro tiempo, meter en el horno con Ia ayuda de ‘una vara una pastilla de malvavisco, mientras los libros, ‘que aleteaban como palomas, morian en el porche y él Jjardin de la casa; mientras los libros se elevaban en chis- ‘peantes torbellinos y se dispersaban en un viento oscure- ido por la quemazén. [1 Y entonces Clarisse McClellan dijo: -ZLe importa si le hago una pregunta? 2Desde cuando es usted bombero? “Desde que tenia veinte aftos, hace di -ZLeyé alguna vez alguno de los libros que quema? Montag se ri. -Lo prohibe la ley. -0h, claro. -Es un hermoso trabajo. El lunes quemar a Millay, el miércoles a Whitman, e1 viernes a Faulkner; quemartos hasta convertirlos en cenizas, luego quemar las cenizas. Ese es nuestro lema oficial ‘Caminaron un poco més y la nifia dijo: -ZEs verdad que hace muchos afios los bomberos apaga- than el fuego en vez de encenderlo? -No, las casas siempre han sido incombustibes. “Qué raro. Of decir que hace muchos afios las casas se quemaban a veces por accidente y llamaban a los bombe- ros para parar las llamas. (..] .] Mildred volvié a su libreto. 2Qué hay esta tarde? -pregunté Montag, cansado. Mildred no volvié a alzar los ojos del libreto. Bueno, es una obra que comenzara dentro de diez minu- tos en el circuito pared-a-pared. Me enviaron mi parte por correo esta mafiana. Envié varias tapas de cajas. Escriben el libreto dejando una parte en blanco. Es una nueva idea. La mujer en el hogar, es decir yo, es la parte que falta, Cuando lega el momento, todos me miran desde las tres paredes y yo digo mi parte. Aqui, por ¢jem- plo, el hombre dice: «2Qué te parece esta nueva idea, Helen?» Y me mira a mi, sentada aqui en medio del esce- nario, Zcomprendes? Y yo digo, digo... -Mildred hizo una pausa y subrayé con el dedo un pasaje del libreto: «/Mag- E: tun placer quemar, Era un placer especial ver nificols ¥ entonces siguen con la pieza hasta que él dice: aiEstés de acuerdo con esto, Helen?s, y yo digo: siPor supuesto! ZNo es divertido, Guy? ». Montag miraba a Mildred desde el vestibulo. -Por supuesto, muy divertido ~dijo Mildred. =aDe qué trata la pieza? “Acabo de decirtelo. Hay una gente llamada Bob y Ruth y Helen. “Oh. Es realmente divertido, Sera mas divertido todavia cuan- do tengamos la cuarta pared. 2Cudnto tiempo pasard, te parece, antes de que podamos ahorrar y echar abajo la otra pared y poner una nueva de T.V.? Sélo cuesta dos mil dolares. -Un tercio de mi salario anual. -Sélo cuesta dos mil d6lares -repitié Mildred, y creo que ‘alguna vez deberias pensar en mi. Si instalisemos una ‘cuarta pared, seria casi como si este cuarto no fuese nues- tro, sino de toda clase de gente rara. Podemos privarnos, de algunas cosas. ~Ya nos estamos privando de algunas cosas para pagar la tercera pared. La instalamos hace sélo dos meses, erecuerdas? Fahrenheit 451 pee Enesta obra autor se etre al poder dea ectra, Diersos ‘goblernos dictatorales han tratado de eiminar este poder, ‘ede qué manera? Mediante la quema de libros. Esta novela, cuyo titulo hace referencia ala temperatura ala {que el papel se enciende y are, describe una civilzacion occ dental esciavizada por los medios masivos de comunicacion, Jos tranqulzantes y el conformismo. Otros autores abordaron tuna problematic similar: George Orwell en 1964 y Aldous Huxley en Un mundo feliz La accién transcurre en un sombrio y horroroso futuro, en ‘el cual los bomberos ya no apagan incendlos, sino que los provocan. El objetivo principal de esta especie de cuerpo de seguridad es deshacerse de lo que “carcome” los cerebro Js libros. Estéprobibida toda actividad que induzca al pensa- mmiento critco para mantener la “elicidad”. Leer confunde ta ‘mente, puede hacer pensar, leer puede provocar preocupacio- res innecasarias on la gonte, lenarles la cabeza de pensa- rmientos que les pueden ovitar ser felces, aunque sea de una forma vaciae insustancial. demas puede poner en riesgo 10s intereses de ese régimen totaitario. Por lo tanto, deben ser eliminados. Ast es que forman inmensas piras con ese papel impreso leno de ‘pligrosas" ideas. En esta proética vision del mundo, las pantalla de TV ocu- jan paredes enteras de las casas y son iteractivas, constitu yen “la familia", Aurculares transmiten a toda hora misica y tna sarta de noticias insipidas. Los medios adormecen, anes- tesian y prometen una falsa felicidad. El bombero Montag se rebela contra esta alenacién y se pone en contacto con los hombres-ibro transforméndose en uno de ells. Para poder preservar los libros los memorizan com a intencién de ransmitros oralmente alas generaciones futuras. — -aHlace tan poco? -Mildred se quedé mirindolo un rato. Bueno, adids, querido. Adis -dijo Montag. Se detuvo y se volvié. éTiene un final feliz? =No he llegado ahi todavia, Montag se adelant6, ley6 la hima pagina, hizo un signo afirmativo, doblé el Iibreto, y se lo devolvié a Mil- dred, Salié de la casa, a la lluvia,[.] =2¥ sabe una cosa? ~Z0ue? La gente no habla de nada. 0b, tienen que hablar de algo. No, no, de nada. Citan automéviles, ropas, piscinas, y :n iQue bien! Pero siempre repiten lo mismo, y nadie dice nada diferente, y la mayor parte del tiempo, en los cafés, hacen funcionar los graméfonos automaticos de chistes, y escuchan chistes vigjos, 0 encienden la pared musical y las formas coloreadas se mueven para arriba y para abajo, pero son s6lo figuras de color, abstractas. [J] Montag miré las canas que tenia desplegadas en la Pensaba... pensaba en el incendio de la semana anterior. En el hombre a quien le quemamos Ia biblioteca. 2Qué ‘curtis con él? ~Se lo levaron gritando al aslo. Pero no estaba loco. Beatty arreglé los naipes. Todo el que cree poder burlarse de nosotros y del gobier- no esti loco. =Trato de imaginar dijo Montag- cémo me sentira Quiero decir si unos bomberos quemaran nuestras casas y nuestros libros. “Nosotros no tenemos libros. -Digo si los tuvigramos, Ti tenes algunos? -No, -Montag lanzé una ojeada, por encima de las cabe- zas de los hombres, a la pared donde estaban grabados los titulos de un millén de libros prohibides. (.] [J Montag titubec. ~ZFue.. fue siempre asi? EI cuartel de bomberos, nuestro trabajo? Quiero decir, bueno, erase que se era. ~ifrase que se eral -exclamé Beatty-. Qué modo de hablar es ése? Tonto, se dijo Montag, te has denunciado. En el tltimo incendio habia leido una linea de un libro de euentos de hadas. [1 [..J-Oh, pero disponemos de muchas horas libres. Horas libres, si. ZPero tiempo para pensar? Cuando no conducen a 150 kilémetros por hora, y entonces no se puede pensar en otra cosa que en el peligro, se entreti nen con algiin juego, o en una sala donde no es posible discutir con el televisor de cuatro paredes. Por qué? El televisor es real. Es algo inmediato, tiene dimensiones. Le dice a uno lo que debe pensar, y de un modo contunden- te. Ha de tener razén. Parece tener razén. Lo arrastra a uno con tanta rapidez a sus propias conclusiones que no hay tiempo de protestar, o decir “jqué tonteria -Sélo la “Familia” es “gente” 1920. Tras termina ef ins- tuto en 1938, abandoné los estudios y dedicé todo su tiempo a la lecturay ala escrtura. Se mantuvo en tun principio vendiendo periddicos en la ciudad de Los Angeles. Publicé rela- tos cortos en varias rvis- tas utllzando normalmente ppseudénimos. La coleccién de relatos *“Camaval negro" (1947) sacé a Bradbury del anonimato, des- pués triuntaria con “Crénicas Marcianas" (1950) uno de sus titulos mas conocidas en el que describe una colonizaci6n del planeta Martel hombre ilustrada" (1951) varias histo- Fas cuyo filo de unin son los tatuajes de un hombre, “Las DDoradas manzanas del sol’ (1953) y fa conacida ‘Fahrenheit 451° (1953). Estos titulos consiguieron que Bradbury fuera reconocido por sus novelas de ciencia-ficcién y fantasia, ‘aunque también ha escrito numerosos guiones de televisi6n, ensayos y poemas. El autor plasma en sus relatos muchas de las pesatilas y fantasas que parecia tener con cierta asiduidad en su niiez, temas de sus historias suelen ser el racismo, la guerra at6- mica, la censura, la tecnologia y su abuso, la preocupacién, sobre ls peligro que en una futura sociedad humana puede tener la excesiva dependencia de las maquinas, 0 el miedo a la muerte que siempre aparece latente en el ser humano, Por ‘us trabajos ha recibido diferentes premio ~eémo dice? -Mi mujer dice que los libros no son “reales” Gracias a Dios. Uno puede cerrarlos, decir “espérate aqui lun momento’. Uno se siente Dios con os libros. ¢Pero quién ha escapado a esas garras que se apoderan de uno cn el mismo instante en que se enciende la television? Le dan a uno la forma que quieren, Es un ambiente tan real como el mundo. Se convierte en la realidad, y es la reali- dad. Los libros pueden ser atacados con razones. {u] ~ZLe gustaria, Montag, leer algiin dia La Repiiblica de Pla- ton? -iPor supuesto! -Yo soy La Republica de Platén. cLe gustaria leer a Marco Aurelio? El seftor Simmons es Marco Aurelio. ~aCémo esta usted? ~dijo el sefor Simmons. -Hola ~dijo Montag, -Quiero presentarle también a Jonathan Swi, autor de ese malvado libro politico, :Los viajes de Gulliver! Y este otro sefior €s Charles Darwin, y este otto es Schopen- hhauer, y este Einstein, y este que esta a mi lado es Albert Schweitzer, un fildsofo muy amable por cierto. Aqui esta- ‘mos todos, Montag. Arist6fanes y Mahatma Gandhi y Gautama Buda, y Confucio y Thomas Love Peacock y ‘Thomas Jefferson y el sefor Abraham Lincoln, si gusta. Somos también Mateo, Marco, Lucas y Juan. Todos rieron calladamente. -No puede ser -dijo Montag, ITERATURA, Un PUESTA BE ENTRADA A NUEVAS REALIOADES le = © over es evnmeen -Es -replieé Granger con una sonrisa-. Somos quemado- res de libros también, Los leemos y los quemamos, temiendo que los descubran, Los microfilms no sirven. Viajamos continuamente. Tendriamos que enterrar las peliculas y volver a buscarlas. Y siempre podrian sorpren- demos. Mejor guardar los libros en las viejas cabezotas, donde nadie puede verlos o sospechar su existencia. Somos trozos de fragmentos de historia, y literatura, y derecho internacional, y Byron, Tom Paine, Maquiavelo 0 Cristo. Es tarde, Y la guerra ha comenzado. ¥ estamos aqui, y Ia ciudad esta alli, envuelta en su vieja tinica de mil colores, Qué piensa usted, Montag? -Pienso que estaba ciego con mis métodos: poner libros cen las casas de los bomberos y después dar la alarma, -Hizo usted lo que tenia que hacer. Llevado a una escala nacional, hubiese dado un resultado maravilloso. Pero nuestro método es mas simple, y, creemos, mejor. Sélo pretendemos conservar los conocimientos imprescindi- bles, intactos y a salvo, No queremos por ahora incitar las iras de nadie, Pues si nos destruyen, el conocimiento ‘muere con nosotros, quizis para siempre. Somos ciudada- nos modelo, a nuestro modo. Caminamos por los viejos rieles, dormimos de noche en las colinas, y la gente de las ciudades nos deja en paz. Nos detienen y registran a veces, pero de nada pueden acusarnos. La organizacién es flexible, fragmentaria y dispersa. Algunos nos hemos ‘cambiado la cara o las impresiones digitales con ayuda de la cirugia. En este preciso momento nuestra tarea cs horrible, Estamos esperando que estalle la guerra, y que, con la misma rapidez, legue a su fin, No es nada agrada- ble, pero no gobernamos las cosas. Somos la rara mino- ria que clama en el desierto. Cuando la guerra termine, quizas podamos ser utiles al mundo. "een ustedes que Ios escucharén entonces? “Si no, sélo nos quedara esperar. Les pasaremos los libros @ nuestros niftos, de viva voz, y ellos esperardn a su ver y se los pasardn a otra gente. Mucho se perder de ‘ese modo, es cierto, Pero no se puede obligar a la gente a que escuche. Se acercarin a nosotros cuando Ilegue la hora, cuando se pregunten qué ha pasado y por qué cl ‘mundo estallé en pedazos. No puede tardar mucho. =2Cuantos son ustedes? “Miles en los caminos, las vias de ferrocarril abandona~ das, Vagabundos por fuera, bibliotecas por dentro. No lo planeamos en un principio. Siempre habla alguien que queria recordar un libro, y ast lo hacia. Luego, después de veinte afios, nos encontramos, fuimos de un lado a otro, + .Qué pasaria si los libros desaparecieran? ‘unimos los hilos sueltos, e ideamos un plan. No debiamos ‘olvidar lo mas importante: no éramos importantes. Del ‘amos evitar toda pedanteria, No debiamos sentirnos supe- riores a nadie en el mundo. No éramos més que cubiertas protectoras de libros; ése era nuestro unico significado. [ul ¥ cuando la guerra termine, algin dia, algin afio, podran escribirse Ios libros otra vez; se Hamaré a la gente, tuna a una para que recite lo que sabe, y los guardaremos ‘impresos hasta que legue otra Edad de las Tinieblas, y tengamos que rehacer enteramente nuestra obra. Pero eso 5 lo maravillaso en el hombre; nunca se descorazona 0 disgusta tanto como para no empezar de nuevo. Sabe ‘muy bien que su obra es importante y valiosa, =ZQué haremos hoy, esta noche? -les pregunt6 Montag. Esperar -dijo Granger-. Y¥ caminar un poco rio abajo, por si acaso. Comenzé a arrojar polvo y basura al fuego. Los otros hombres ayudaron, y Montag ayuds, y alli en medio del campo, todos los hombres se movieron para pagar el fuego, juntos. Ray Bradbury Fahrenheit 451, Minotaur, Buenas Aires, 2008 + Qué libros han leido? {Cual les gust6 mas? zPor qué? + 4Por qué en Fahrenheit 451 se destaca la importancia de ser esto? ibliotecas por dentro"? ,Qué se quiere expresar con + {Qué programas televisivos ven? Cudl les gusta mas? Fundamenten. 2Por qué se afirma que los medios estén alia~ ‘dos al poder? a literatura puede ser utlizada como un contra-poder? ,Por qué? + Qué relacion hay entre las tras de Niky lo que dice Mildred respecto del programa televisivo? + 1A qué nueva realidad nos conduce Fahrenheit 451 Qué aspectos de nuestra realidad aparecen exacerbados? éQué es la literatura? La literatura no nacié el dia en que un chico legs corriendo del valle Neandertal gritando jel lobo! jel lobo!, con un enorme lobo gris pisandole los talones, La literatura nacié el dia en que un chico llegé gritando jel lobo}, jl lobot, sin que To persiguiera ringtin lobo, EI que el pobre pastorcillo acabara siendo devorado por un animal de verdad por haber mentido tantas veces 5 un mero accidente. Entre el lobo de la espesura y el lobo de la historia increible hay un centelleante término medio. Ese término medio, ese prisma, es el arte de la literatura, Vadimir Nabokov, Lecciones de Literatura ‘En este fragmento aparecen algunos rasgos propios de la literatura: su naturaleza fiecional y la funcién estética 0 poética, Subrayen las expresiones que lo manifiestan, Estos rasgos, sin embargo, no son exclusivos del arte de {a literatura. Hay otros tipos de textos como la publicidad, por ejemplo, en donde también se hace presente lo ficcio- nal y la uncién estética del lenguaje pues lo que interesa no s lo que se die sino cémo se lo dice. Para explicar en qué reside lo literario surgieron varias teorias que se fueron centrando sucesivamente en el autor, en la obra y en el lector. Actualmente la figura del lector ha ccobrado importancia y ha dado lugar a las teorias sobre la recepcién que analizan el rol de lo que denominan lector ‘modelo y lo distinguen del lector real, asi como deben dife- renciarse el narrador y el ‘yo postico’ del autor. El semiclo- Qo italiano Umberto Eco asevera que el escritor prefigura en su obra un lector modelo al que deja “espacios en blanco” éPor qué leer? Lean los siguientes textos: Reivindicaci6n de Ia literatura 2Qué tiene que hacer la literatura, qué tienen que hacer las novelas, los cuentos y Ia poesia en la instruccién de uun pueblo? Todavia la historia, la ciencia, la filosofia Pero, cla literatura? Mucho que hacer. Porque, para empezar, siempre habri un distingo entre el comportamiento (en el comporta~ ‘miento, recalco) entre el hombre leido y el no leido y siempre a favor del hombre leido. Y segiin sea la conduc- ta de cada uno de sus habitantes, sera la conducta del pais todo. Pues bien, la mayor parte de los hombres leidos adquirieron esa condicién a partir y gracias a la lectura de un buen libro de literatura. Si no tuviese otra virtud ‘que ésa, la literatura ya seria imprescindible para la buena marcha de una nacién para que los complete. El puiblico lector esta en Wy la mente del escritor, por eso en EI iltimo lector, Ricardo Piglia afirma: “La pregunta ‘qué es un lector’ es, en definitva, la pregunta do (a literatura. Esa pregunta la constituyc, ‘no es externa a si misma, es su condiciOn de exis~ tencia. Y su respuesta -para beneficio de todos nos- otros, lectores imperfectos pera reales- es un rela- to: inguietante, singular y siempre distinto”. Lape un fendmeno especificamente literario, se cconcreta después de la lectura de un texto. En el acta de leer cada lector lo hace con una formacién cultural, socal e ide- ‘ol6gica propia, pero el autor Io orienta en la lectura propor- cionandole ciertas ‘pistas’ por lo que la libertad interpretati- va nunca es total, En su obra En busca del tiempo perdido el escrtor fran- és Marcel Proust afirma: “Tado lector es, cuando lee, el propio lector de si ‘mismo. La obra del escritor no es més que una especie de instrumento dptico que se ofrece al lec- tor para permitirle discernir aquello que, sin ese libro, é1 no podria ver de si mismo. El hecho de que el lector reconozca en si mismo lo que dice el libro sla prueba de la verdad de éste...” Estas lineas de Proust definen el sentido de la literatura. © 1211 + ears Un mesuse mon AnEHs tN Pero tiene mis. Mientras la historia se dedica a las acciones generales (y no toma en cuenta las particulares sino en lo que influyen sobre las generales), mientras la ciencia se dedica a las leyes y la filosofia a las ideas, la ficcin literaria es la unica que presta atencién a la indi- vidualidad y a la singularidad humanas. De donde nunca le faltaran materiales con que trabajar, pues los indivi- ‘duos son siempre distintos e irrepetibles. Nadie le disputara ese dominio, Si suprimiésemos la literatura y se nos borrase la memoria que de ella tene- ‘mos, sélo nos quedarian como patrimonio legible, abs~ tracciones y generalizaciones. Es decir, poca cosa para ¢l conocimiento del conereto individuo de came y hueso con nombre y apellido y un alma propia. Indigencia que seria lamentable, porque en el individuo viene a resumir~ se toda realidad posible. Unicamente la literatura nos 1a revela, mucho mas alli de los alcances siempre modestos de la experiencia personal Marco Dene, en Clorin,15-3-79 + 2Por qué es importante la literatura segin el escritor Marco Denevi? Leer o perecer El placer de Ta lectura es un camino econémico para mejorar en todos los sentidos. Desarrolla el conoc! ‘miento en general, proporciona herramientas para rela~ Edgar Allan Poe en La Filosofia de la Gomposicién decta a mayor parte de los poetas se complacen en hacer creer a la gente que crean Sus obras én una especie de bella lacura, de inspiracién enajenada; y les estremece el solo pensamiento de que e! piblico pudiese mirar detrés de fas bambalinas, donde sin duda encontrara la idea todavia en desnudo estado de indecisién; donde verla que la palabra correcta sélo aparece después de larga, ‘busqueda, y que incontables ideas no llegan a superar una nebulosa existencia entre sombras, ‘mientras que otras, totalmente desarrolladas, por no poder ser empleadas en este contexto u oca- ‘sin, han de ser dejadas a un lado con pesar; donde veria el cvidadoso seleccionar y rechazar, él ‘cansado tachar e inclu, en breve, las poleas y las correas, la maquinaria del sétano, los ascen- ‘sores y las trampillas, en una palabra: todo el arsenal de las ayudas técnicas que componen én Ja mayoria de los casos el 99% de la herramienta del histrién iterario' + Por qué Poe y Lorca afirmaban que la escritura no es s6lo producto de la inspiracin? Qué exigencias presenta? Isaac Asimov, famoso escritor ruso de ciencia ficcién, residente en los Estados Unidos, también nos dejé testimo- nios sobre su experiencia en el arte de escribir. ‘Supongo que la pregunta que més frecuentemente se le hace a un escritor prolifco es: “De dénde saca usted sus ideas?”. Y si se trata de un autor prolifico de obras de ciencia ficcién, como es mi caso, la pré- ‘gunta seré probablemente: “De dénde saca usted sus extravagantes ideas?” La respuesta, por lo general, es sencilla: Me limito a pensar, una y otra vez, hasta que se me ocurre algo.[...] El afio pasado sofié un cuento de mister. Iba yo a un restaurante siguiendo a un hombre que desapare- cia ante mis ojos. Habia en el restaurante un sofa con el respaldo hacia mi, y all fo encontré, acostado, de ‘modo que no podia verlo desde la puerta. Me dije en suefios: “;Qué idea magnifica para un cuento de la serie de la Viuda Negra!” (que venia escribiendo desde hacia mas de diez afios). Cuando desperté, concebi un rela- to en torno a aquela idea basica, lo escribi lo ttulé “El pelirrojo” y lo vendi Pero los casos que acabo de citar son excepcionales. En los centenares de relatos de variada extension que the escrito, jamés me han ayudado un comentario casual, un sueffo, la sugerencia de un editor ni nada por el estilo. Como decia al comienzo, se trata de reflexionar mucho. Por ejemplo, puedo pensar en algin ade- Janto cientifico y preguntarme: “Qué pasaria si...” En 1956 se hablaba mucho de las computadoras. Las que existian entonces eran todavia primitivas com- pparadas con las de thoy, pero ya podla uno preguntarse hasta donde podria llegar su perteccionamiento. Y comencé a pensar: “Hasta d6nde? gHasta dénde? ¢Llegaran a ser capaces de hacer esto 0 aquello? zSupe- rardn tal vez a los seres humanos?”. Finalmente imaginé lo que para mi era la Unica conclusién posible, Escribt inmediatamente el cuento “La ditima pregunta” [...) Puedo también entocar el problema desde un punto de vista humano y no tecnolégico. Preguntarme, por ejemplo, .qué pasaria si las computadoras llegaran a ser algo tan corriente y a formar parte de la vida huma- ‘na hasta tal punto que la gente olvidara la manera de calcular mentalmente 0 con papel y lépi, y hasta la posibilidad de calcular sin computadoras. No me tomé mucho tiempo pensar que el problema podria tratar- ‘se de modo satirico y asi escribi “El sentimiento de poder’. Como se ve, para mi un cuento surge de una palabra, una frase, una afirmacién, una pregunta. Son como semillas de las que brota el relato entero o, si se prefiere otra imagen, como una particula de arena en torno 4 la cual se va formando la perl. [.] Una vez que sé hacia donde voy, la escritura propiamente dicha resulta siempre increiblemente facil. Escri- ‘bo a maquina tan répido como puedo y nunca necesito hacer més de unas pocas correcciones de menor ‘importancia..] En El Conte de le UNESCO, novembre de 1984 + {Cémo iniciaba Isaac Asimov generalmente sus escritos? AESCRIBIR SE APRENDE... ESCRIBIENDO Formilense las mismas preguntas que Isaac Asimov yy eseritan un cuento breve sobre un tema a eleccién © El humor, otra forma de develar la realidad Rigurosamente incierto. Afios demasiado verdes A punto de concluir la ensefianza primaria, los hermani- visor. Una vez, cabe reconocerlo, recurtié a las obras tos Sandunga y Tirifilo Peribanez esperan equiparar una ‘marca que ¢S comin a muchisimos otros educandos: Jamas leyeron un libro. No les gusta leer; les gusta chate- ary operan ese prodigio tecnolégico a'un promedio de tres errores ortogrificos por renglon. ‘Sandunga chatea con amigas sobre temas como éstos: Jo mal que se llevan con sus respectivas madres, lo abu- rida que es la escuela, las ganas que tienen de hacerse un tatuaje, quizis alrededor del ombligo. Tirifilo no ha hoje- ado siquiera libros de texto, porque echarles un vistazo de apenas diez minutos le provoca mas cansancio visual y ‘mental que las cinco horas diarias que pasa frente al tele- completas de Emilio Salgari, una reliquia de a biblioteca del abuelo, pero sélo para alcanzar el tarro de mermela- da, en el estante mas alto de Ia alacena, Ambos coinciden en infinidad de asuntos: la historia argentina les parece un opio; las conjugaciones verbales les ocasionan todavia més dificultades que el trabalen- guas “Carhué cuarenta’, y consideran que la matemitica es una forma sutil y perversa de tortura psicolégica. Es cierto: en la vida prictica nunca debieron vérselas con luna hipotenusa y ni siquiera con una raiz cuadrada, ‘Sandunga adora a Los Cuadraditos de Acelga y, en especial, a Chucho Graznetti, su vocalista (asf reconocido ee porque prescinde de las consonantes), y suefia con ser modelo y lucir alguna vez el diseho antropometrico de Tucigna Salazar. Tirfilo, en cambio, no tiene vocacion manifiesta: juzga inalcanzable su deseo de competir en Formula | y deseché la idea de ser médico de seftoras en Guanto su tio, el que lo instruye sobre cosas de hombres, Te dijo que ese titulo le exigiria afios de facultad y fre- ccuentes visitas a la morgue. Ademas, sus pareceres difi en diametralmente de los de su padre, un ser demolido por la fatiga, cuya frase favorita es ésta: "A mi mo me vengan con problemas”. Funcionarios del Ministerio de Educacién podrian atestiguar que los hermanitos Peribafiee responden al perfil tipo de una abrumadora mayoria de chicos en edad Recolar, aun cuando no son la causa, sino el efecto de una Saguda crisis escolar, a la que se refirid La Naci6n el 29 de tmarzos en tanto 10s indicadores internacionales aconse~ Jan que la inversin piblica por alumno deberia aproxi- Tmarze a los 4000 dolares anuales, aqui, hoy, no promedia Jos 800 délares. Sandunga y Tirfilo no se reconocieron aludidos ni lo lamentaron, ya que, por supuesto, tampo- fo leen diarios. "ZPara qué? jEstariamos re-locos si leyé- tamos diarios! Obvio, estan llenos de re-palidas”, opinan a dio. Norbert Frpo, Le Nocién, 9 de abril de 2005 « 2Sobre qué recurso humoritico estéconstruido el texto? Subrayen algunos ejemplos. + {Qué aspectos de la realidad devela el humor? + 2Se sientenrepresentados en algin aspecto por Sandungay Tilo? an cuales? «+ yA quién le interesara que la gente no lea? Por qué? Epocas de la literatura europea Las obras lteraria nos muestran de qué modo el escrtor se adecua a su época ola provora Y desafia, Su lectura nos per rite ponernos en contacto con distintas cosmovisiones. ‘Anora les ofrecemos una linea de tiempo que present, a grandes rasgos. disintas pocas de la literatura que estudiare- ‘mos. El comienzo y el final de cada época no es rigido, ya qui we los germenes de un movimiento aparecen durante el des- Arrolio del anterior y se van prolongado durante el comienzo del siguiente Ai inalizar cada médulo deberdn completar con el titulo dela obrau obras representativas y sus autores. [ePock ePOGR ®POCK —TEPOGR 7 Sioa. Siglo XIVy XV Segunda itd siglo XV Fines silo XV sig XM LTERATURA TITERATURA UTERATURA UTERATURA Chisica “ransicin ad Medi- Gel Renacimiento del Baroco | Aenacimiento leat iabeino |v oR ‘BRA RA OaRK AUTOR AUTOR BRA auTor autor: AUTOR | [ePocn OC ~TEPOCR #PO0K ePOCA | sig xn y xv EOC cio xik _|rmind desi x¥x_| 2 tad del so _} res el sto XD | LTERATURA ITERATURA TTERATURA ITERATURA ITERATURA el Casicismo UTERATUPR smo | de Postomantcsmo __| del Realsno fe Dezadensmo BRA OBR BRA BRA OR AUTOR AUTOR AUTOR AUTOR: ‘nsToR OBR BRA: | AUTOR AuTOR. EPOCA Siglo | LUTERATORA Contempornea TERTRO:OBRAS VAUTORES NARRATIV: BRAS Y AUTORES: ross 084 v AUTOR | ada obra elegida en representacion de alguna literatura europea se a trabalad ‘teniendo en cuenta ejes tematic relacién edipica, ta hechiceria, el amor, tos vinculos familiares, lismo como eleccidn de vida, el mito de la eter- na juventud, Para ello se han incorporado obras de autores norteamericancs argentinas con las que se establecieron Tolaciones. También se han incorporado textos no ficconales referidos a los temas tratados. Modulo 2 La literatura Clasica a. JAW WEGA EL COMAN “ MAMURRAA- ABUELURRA\ !! NE, EGO €L FRIO!! LiSto...iYA ESTA SON RARAS LAS MAMU-ABLELURRAS, \ FERFECIO '!) | > CREO QUE NOS PREFIEREN AHOGATOS, No PUES AGFIxIADOS , PERO £0 57 ‘RESPIRAR ! iy BIEN CALENTITOS ! O ‘www.gaturro.com En esta conversacion aparece mencionado un personale: Edipo. En la actualidad, debido a la teoria psicoanalitica de Sigmund Freud se menciona trecuenteinente el complojo de Edipo. Este personaje pertenece a un mito de ta cultura triega, Su tragedia se debid al hecho de que Edipo mat6 a su padre y se cas6 con su madre, sin saberlo. En el siglo V a. C., Séfocles, uno de los mas grandes autores griegos de tragedias, se bas6 en este mito para escribir Edipo rey. Les proponemos la lectura de algunos ‘ragmentos: su hijo mataria a su padre y se casaria con st madre, Layo, rey de Tebas, at6 los pies de su hijo y jo entregé a un servidor con la orden de matarlo. Pero {sre, compadecido, dio el nino a otro pastor al servicio de Polibo, rey de Corinto que no tenia hijos. Pélibo le dio el nombre de Edipo (pie hinchado) y lo crié como si fuera propio. Mas tarde, Edipo marché a Delfos para consultar Fr ordculo, En la respuesta del dios descubrié horrorizado {que asesinaria a su padre y se casaria con su madre. Para eitar el cumplimiento de tan terrible profecia, huyé de la Gque consideraba su ciudad natal rumbo a Tebas. En un Grice de caminos se encontré por azar con unos hombres on los que discutié y el enfrentamiento acabd con la muerte de un anciano. Este era Layo, rey de Tebas. Des- pués Edipo se enfrent6 a la esfinge, monstruo con alas, Pabeza de mujer y cuerpo de leén, que atemorizaba al pueblo de Tebas pues devoraba a quienes no podian deve Tar el enigma que ésta proponia. La recompensa por haber Iiberado al pueblo de este mal fue el matrimonio con la reina viuda, Yocasta, su madre. Asi, Edipo fue coronado fey de Tebas y vivid una vida feliz hasta que la ciudad es asolada por una peste. ‘La obra comienza cuando los ciudadanos se presentan ante Edipo en calidad de suplicantes, coronados y con frascos con miel o vino, para pedirie que salve a la ci dad (La expurgacién de la pdlis se Ilevaba a cabo por el texilio de algan personaje de la ciudad de caracteristicas fletestables que cargaba con los males de la ciudad. Se lo techaba violentamente como un remedio purificativo). Los ‘suplicantes se allan en circulo y en el centro el sacerdo- te de Zeus" p= evitar el infausto oriiculo de Delfos segiin el cual Personajes: EDIPO (rey de Tebas) YOCASTA (madre y esposa de Edipo) CREONTE (hermano de Yocasta) TIRESIAS (adivino) SACERDOTE errr de la identidad perdida Edipo rey 7 Hola, Mary, \ (cre enterast de ue Gaudi y Pepe cortaro? J Y Y, bueno, ‘ ‘era de esperarse, Pepe tiene un Edipo més gronde que una casa! _/ / sina relacin asi (ro se oguonta Es un caso tipico \ de Edipo no resuelto, CORIFEO (solista del coro) MENSAJERO PASTOR (viejo criado de Layo} coRO PALE EDIPO. -iHlijos mios, nuevos descendientes del antiguo Cadmotl, zqué solicitais de mi tan encarecidamente, con ramos de suplicantes? Nuestra ciudad esti saturada del humo del incienso, asi como de ayes y lamentos. Por €50, hijos mios, he creido preferibleinformarme por mi mismo YY no por mensajeros, y con este fin he querido presentar- hes aqui mismo, en persona. Yo, el Hamado por todos ilustre Edipo. (Se dirige al sacerdote) Vamos, habla th, ‘aneiano, puesto que por tu edad eres el més indicado para explicarte por ellos. Por qué esa acitud? ZCon queé fin os hhabéis congregado aqui? 2Qué teméis 0 qué desedis? Heme aqui dispuesto a ayudaros en todo, ya que tendria que ser insensible al dolor si no me conmoviese tal con- ccurrencia y vuestra actitud suplicante, SACERDOTE, -Pues bien, jh Edipo!, rey de nuestra patria, ya ves que somos suplicantes de todas las edades, Mprupatdos en torno de las aras de tu palacio. Unos no tie- then aain fuerza para volat Icjos del nido; otros son sacer- otes como yo, de Zeus, abrumados por los afos; [~] ‘Tebas, como tii mismo lo estas viendo, se halla profunda~ mente consternada por la desgracia; no puede levantar la Cabeza del abismo mortifero en que esta sumida. Los bro- tes fructiferos de la tierra se secan en los campos: pere~ Cen los rebafios que pacen en los pastizales; despuéblase Con la esteriidad de sus mujeres. Un dios que trae el fuego abrasador de las fiebres, la execrable Peste, se ha ‘aduehado de la ciudad, y va dejando exhausta de hom bres la mansién de Cadmo, mientras las sombras del Hades desbordan de llantos y de gemidos. Ciertamente ni estos jovenes ni yo, aqui reunidos, pretendemos igualarte ‘con las dioses; pero te reconocemos como el primero de Jos mortales para socorremnos en la desgracia que se ciet= ne sobre nuestras vidas y para obtener el auxilio de los doses. Pues fuiste ti, cuando viniste a esta ciudad de Cadmo, quien nos Hrd del tributo que pagdbamos a la implacable Esfnge, yest fo cite sin haber sido infor- mato por nosotros ni haber recibido ninguna istruccion ehas pensa y proclama que sélo con la ayuda de alu: na divinidad conseguiste enderecar el rumbo de nuestra vida. Hoy, pues, poderoso Edipo, a ti vuelven sus ojos Todos estos suplicantes, que te ruegan halles remedio a Sus males, bien porque hayas oido Ia voz de algin dios, bien porque te haya aconsejado algin morc, pues s¢ que los consejos de Tos hombres de experiencia jereen una feliz influencia en los acontecimfentos. EDIPO. -Hijos dignos de mi piedad, habéis venido movi- dos por deseascuyo objeto me es conocido y, aun podria deci, demasiado conocido. [..J He enviado al hijo de Menceco, Ceonte mi cufado, I morada de Apoto Pitio, con el fin de que se informe sobre lo que debo hacer © decidir para salvar la ciudad. [...] {dlega Creonte) (ol CREONTE. "Voy, pues, areptirlo que of de boca del dis. rey Apolo nos ordena expresamente lavar una mancha aque ha nuteido este pals y no dejarla erecer hasta que no tenga remedio EDIPO. ~2Por medio de qué purifcaciones? Como nos ibraremos de esta calamidad? CREONTE. -Desterndo a un culpable, 0 expiando un homicdio con otro homicidio, pues una sangre drama” dacs Ta causa de ls desvetras de Tebas, EDIPO. -Pero, za qué hombre se refiere ese homicidio? CREONTE. -Princpe, antes de que vinieras a gobernar esta chudad, tenfamoe un rey, jefe de esta teray que se llamaba Layo. EDIPO. Asi me lo han dicho, aunque yo no fo vi nunca, CREONTE. -Pueshabiend sido asesinado exe re, el dios nos ordena castigar asus matadores, sean quienes fuestn, EDIPO. Pero, zdonde estan? zDonde podemos encontrar Ia pista tam fil de un crimen tan antigua? CCREONTE. -El dios asegura que los asesinos estin en el pais. Lo que se busea se encuentra; lo que se desculda se Pieris [ebido a que el ordculo exige la venganza del asesina- 10 de Layo, Edipo promete oficialmente hacerse cargo de investigar los hechos. La multitud de tebanos suplicantes se disuelve. EI Coro eleva sus oraciones a los dioses. Edipo afirma que el castigo del asesino y de sus colabo- radores seré el destierro. F1 Coro le propone que llame al vidente Tiresias. Edipo ya lo ha invitado, Llega el ciego Tiresias, quien conoce la verdad, pero se niega a revelar~ la. Edipo lo culpa de haber colaborado en el asesinato y de ser un instrumento de Creonte en su conspiracién poli- fica. También le cuestiona su capacidad de adivinar, ya que anteriormente no habia podido solucionar el enigma de la esfinge. Edipo se enorgullece de su victoria sobre el ‘monstruo que amenazaba a Tebas. Tiresias responde que el verdadero ciego ¢s Edipo, que no conoce realmente quien es. Tiresias amenaza marcharse. Edipo lo conmina 4 que diga lo que sabel. EDIPO. mejor. TIRESIAS. ~2No lo has entendido todavia o quieres hacer- ‘me hablar? Qué has dicho? Repitelo, para que me entere EDIPO. -No lo he entendido lo suficientemente bien para decir que estoy enterado. Vamos, dilo por segunda vee. TIRESIAS. -Ese asesino que buscas, ese asesino, eres ti, EDIPO. -Dos veces no me ultrajaras impunemente, TIRESIAS. ~2Debo hablar més para aumentar tu furor? EDIPO. ~Todo lo que quieras: todo lo que digas serin vvanas palabras. TIRESIAS. ~Afirmo, pues, que vives, sin saberlo, en el mas vergonzoso comercio con el mismo ser que te es mas que- rido, y que ignoras la infamia en que vives. EDIPO. =2Crees que vas a seguir con tus ofensas sin reci- bir castigo? TIRESIAS. ~Si, si la verdad tiene algtin poder. EDIPO. -Ella lo tiene, salvo para ti; en tus labios es débil, ‘ya que tus oidos, tu espiritu y tus ojos estan ciegos. TIRESIAS. -Me echas en cara, desgraciado, defectos que pronto todos podrin lanzarte al rostro. EDIPO. ~Como vives en el seno de la noche tenebrosa, no eres peligroso ni para mi mismo ni para cualquier otro ccuyos golpes vean la luz, TIRESIAS. ~Tu destino no es caer bajo mis golpes; Apolo bien lo sabe, pues es él quien esta encargado de ello. EDIPO. ~2Todos estos descubrimientos han sido tramados por ti o por Creonte? [.] TIRESIAS. -(A Edipo, después de un silencio). Por muy rey que seas, Edipo, me corresponde responderte con igual titulo, de igual a igual, ya que yo también reino a mi modo. Yo no soy tu esclavo; Apolo es mi dueio y nunca figuraré en el nimero de los clientes de Creonte. Ya que me insultas con mi ceguera, he aqui lo que tengo que decirte: Ti, que tienes los ojos abiertos a In luz, no ves la desgracia que se cieme sobre ti ni ves en qué lugar habi- tas ni con quiénes convives. ¢Sabes de quien desciendes? Eres, sin saberlo, odiaso a todos los tuyos, que estan abajo en el Hades, y a los que estan encima, sobre la Tierra, La aterradora maldicién de un padre y de una madre te acosa y te echara de este pais; y td, que hoy ves claramente la luz, pronto no veris mas que tinieblas. (..] Después de esto, puedes cubrir de lodo a Creonte y a mis palabras, Nadie entre los hombres serd tan duramente maltratado por el Destino como tu, [..] [Creonte regresa indignado. Edipo repite las acusacio~ nnes en su contra y amenaza con desterrarlo e incluso darle ‘muerte. Llega Yocasta y trata de reconciliarlos. Creonte se va. La reina cuenta a Edipo que el ordculo de Delfos habia respondido que Layo iba a ser asesinado por su propio hijo. Pero la videncia no se habia concretado. El hijo de Layo habia sido entregado a un pastor por su padre quien le habia hecho perforar los tobillos con agujas. Layo habia sido asesinado por ladrones y la reina demuestra clara- ‘mente su desprecio por las ‘respuestas de 10s oréculos. Pero la mencién del cruce donde habia sido asesinado Layo provoca confusiin en Edipo quien cuenta a Yocasta que él también habia consultado al ordculo de Delfos y que éste le habia augurado que iba a asesinar a su padre ¥y casarse con su madre. Por ello habia huido de Corinto ‘en un cruce de caminos se habia encontrado con descono- cidos a los que habia matado. El Coro canta una oracién rogando volver a las leyes de los doses. Yocasta trae ofrendas a Apolo. Llega un men- sajero desde Corinto para anunciar a Edipo la muerte del rey Pélibo, su supuesto padre. Esta noticia alivia los mic- dos de Edipo y él también comienza a despreciar las (: ee © rox renner videncias del oriculo. Pero todavia teme una relacién incestuosa con su madre. Fl viejo mensajero le devla la verdad sobre su origen.] MENSAJERO. -cTemes mancillarte con un sacrilegio cometido contra tus padres? EDIPO. -F0 es, precisamente, anciano, el eterno motivo de mi terror. MENSAJERO. -2No sabes, pues, que esas alarmas son injustificadas? EDIPO. :Cémo injustificadas? ¢No soy el hijo nacido de cesos dos padres? MENSAJERO. -Nada tuyo era Pélibo en cuanto al lingje. EDIPO. -2Qué dices? 2PAliho no me engendr6? MENSAJERO, -Ni mas ni menos que pudiera haberlo hecho yo. EDIPO. ~Z¥ cémo un padre puede ser para mi igual que un extrafio? ‘MENSAJERO. No fuiste engendrado ni por él ni por mi EDIPO. -Mas, gpor qué entonces me Ilamaba su hijo? MENSAJERO. -Has de saber que fuiste un don que en otro tiempo recibié de mis manos. EDIPO. ~ZY a pesar de haberme recibido de un extraio, ‘me amaba tanto? MENSAJERO, -Llegé a ello porque hasta entonces no habia tenido hijo. EDIPO. -2Y me habias comprado o me habias hallado cuando me entregaste a él? MENSAJERO, ~Te habia hallado en las cafiadas arboladas del Citeron. EDIPO, ~2¥ por qué motivos recorrias aquellos lugares? MENSAJERO. -Guardaba en la montana rebafios trashu- antes. EDIPO. ~2Eras, pues, pastor errante y mercenario? MENSAJERO, -iY fui (u salvador en aquellos tiempos, hijo tao! EDIPO. -gDe qué mal padecia yo, cuando me encontraste de ese modo en la desgracia? MENSAJERO, ~Tus tobillos pueden atestiguartelo. EDIPO, -iAAh! ¢Por qué evocas esa antigua tortura? MENSAJERO. ~Yo te desaté: tenias los extremos de los pics bien sujetos. EDIPO, ~Tertible injuria me causaron los paitales. MENSAJERO. -EI nombre que llevas te viene de esa des- sgraca, EDIPO. -Por los dioses, dime, gme fue infligido eso por mi padre o por mi madre? MENSAJERO, -No lo sé. Aquel de quien te reci cello mejor informado que yo. EDIPO. ~¢Me recibiste, pues, de una mano extra, y por tanto no me hallaste ti mismo? MENSJAERO. -No, fue de otro pastor de quien te recibi. EDIPO. ~2Quién era ese pastor? ZPodrias decirmelo? MENSAJERO. -Se decia que era uno de los que servian en casa de Layo. EDIPO. ~ZEn casa del que era en otro tiempo rey de esta tierra? MENSAJERO. -Si, era pastor de la casa de ese hombre. EDIPO. {Vive alin? 2Puedo verlo? MENSAJERO. -(Dirigiéndase a los del Coro) Vosotros que habitais en el pais, podréis saberlo mejor que nadie. EDIPO. ~2Hay alguien entre vosotros que me rodedis, que conozca al pastor de quien habla, por haberlo visto aqui mismo o en los campos? Decidmelo, pues es ocasion de aclarar este misterio. estar de CCORIFEO. -£se hombre no es otro, a mi juicio, que el que antes querias descubrir. Pero, mejor que nadie, Yocasta podria decirtelo. EDIPO. -Mujer, Zcrees tii que el hombre cuya legada deseabamos hace un rato pueda ser el mismo de quien habla este anciano? YOCASTA, ~cDe quién hablas? No te inquictes y procura olvidar tan vanas palabras. EDIPO. -No, no admitie jamés, después de haber recogi- do tantos indicios, que no pueda descubrir mi nacimient. YOCASTA. -iEn nombre de los dioses, si te preacupas en algo por tu vida, abandona esas investigaciones! (Aparte) Bastante tengo yo con mi desgracia, EDIPO. -Permanece tranquila. Aunque descendiese yo de tina triple generacién de esclavos, td no resultarias por «ilo humillada, YOCASTA. ~Sin embargo, créeme, te lo suplico: no hagas nada por saber ms. EDIPO. -Imposible obedecerte y dejar de querer aclarar este misterio. YOCASTA. -Sin embargo, te lo digo por tu bien y te doy el mejor consejo. EDIPO. Estos mejores consejos, desde hace tiempo me molestan. YOCASTA. -i0h, desgraciado! 1Ojalé Jamas puedas saber quién eres! EDIPO. -(AI Coro) Que alguno de vosotros vaya y traiga ante mi al pastor. En cuanto a ella, dejadla que se enor- gullezca de su opulento nacimiento YOCASTA. -iAy, desgraciado! jEs el tinico nombre que, desde ahora, podré darte por tltima vez y para siempre! (Yocasta entra al palacio violentamente) CORIFEO. -2Por que, Edipo, se ha Ido esa mujer presa de violenta desesperacion? Temo que de este silencio surjan nuevas desgracias FDIPO, ~iEstalen las que quieran! En cuanto a mi, persis- to en querer saber mi origen, por humilde que sea. Ella, naturalmente orgullosa como toda mujer, se avergienza, Sin duda, de mi bajo nacimiento, Pero yo me considero como hijo dela Fortuna, que me ha colmado de bienes, y nunca me sentiré deshonrado. Si, la Fortuna es mi madre, yy los meses que han contado mis dias, tan pronto me han Tebajado como me han exaltado. ¥ siendo tal mi origen, ¥y nacido bajo este signo, no puedo cambiarlo. gPor qué Voy a renunciar a descubrir mi nacimiento? (u] {Se ve acercarse, entre dos servidores de Edipo, al viejo pastor de Layo). EDIPO. (AI mensajero) Fs a ti primero, extranjero de Corinto, a quien interrogo. gE éste el hombre a quien te referias? MENSAJERO, -Es él, lo tienes ante tus ojos. EDIPO. -(Al pastor) Ti, anciano, mirame y responde a todas mis preguntas, 2Pertenecias en otro tiempo a Layo? PASTOR. -Era su esclavo; no por fruto de una compra, sino por haberme criado en el seno de su hogar. EDIPO, -2A qué te dedicabas? {Cuil era tu ocupacién? PASTOR. -Casi toda mi vida la he pasado en pos de los rebafios. EDIPO. ~2Qué comarcas frecuentabas ordinariamente? PASTOR. Tan pronto era el Citerdn, tan pronto las regio- nes vecinas. EDIPO. -2Conoces a este hombre? 2Lo has encontrado alla arriba alguna vez, en alguna parte? PASTOR, ~ZHlaciendo que? 2De quién hablas? EDIPO. -Del hombre que esta junto a tl cTrataste alguna vez con él? PASTOR. -No puedo responder enseguda; ya no me acuerdo MENSAJERO. -En esto, efor, no hay nada de particular. Pero yo le hare recordar ‘clara- mente fo olvidado, Estoy seguro de que me fa visto cuando, sobre el iter, €1 con dos rebafos, y yo con uno solo, pasiba- mos, como vecinos, desde la primavera hasta que apareca la estrella Arturo tes trimestres enters. Cuando. llegaba.el inviemo, yo volviaa mis establos y a io apis de Lay. Digest | pastor) ZHe dicho si o no la verdad sobre | fo que haciamos? \ PASTOR. -Dices la verdad, pero de eso hace \ tanto tiempo.. \ MENSAJERO, Ahora, vamos a ver site acuerdas de haberme entregado tn ni, para que lo criase como hijo mio. PASTOR. Que quieres decir? 2A qué viene esa pregunta? MENSAJERO.”(Mostrando a Edipo) Pues aqut tienes al que era en aquel tlempo pequetto PASTOR. -iQue los dioses te confundan! 2No vas a callante? EDIPO. ~No te enfades con dl, anciano, Son tus palabras, ms bien que las suyas, la que merecerian ser eastigadas PASTOR. =Ztn que he falta, yo, selon, al mejor de los amos? FDIPO, -En no contestar alo que el te pregunta acerca de ese no PASTOR, Porque él habla sin saber y se toma un trabajo EDIPO. -Pues si i, de buen grado, no quieres hablar hablar ala fuerza PASTOR. ~En nombre de los dioses, no me maltrates, que soy anciano. EDIPO. -Que se le aten al instante las manos detras de la espalda. PASTOR. -jQué desgraciado soy! Y, cpor qué razin? 2Qué quieres, pues, saber? EDIPO. -FI nifio ese de quien habla, 2se lo entregaste ti? PASTOR. -Si, iy ojali hubiera yo muerto aquel dia! EDIPO. -La muerte te llegara sino dices la verdad exacta, PASTOR. -Si la digo estoy perdido con mucha més segu- ridad, EDIPO, Este hombre, a lo que veo, quiere escabullirse PASTOR. -No, ya que te he dicho que se lo habia entre- Bado. EDIPO. otro? PASTOR. -No era mio; era de otro de quien lo habia reci- bido. EDIPO. -2De quién, de entre estos ciudadanos, y de qué hogar? PASTOR. ~iNo, por los dioses; no, seftor, no leves més allé tus investigaciones! EDIPO. -Estas perdido si tengo que repetirte la pregunta, PASTOR. -Pues bien, era un nifio nacido en el palacio de Layo. EDIPO. -cEra un esclavo o un hijo de su raza? De quién lo recibiste? ZEra hijo tuyo, o bien de esting de Etipo PASTOR. -jAy! jHeme aqui ante una cosa horrible de decir! EDIPO. -Y para mi también horrible de oir. Pero, sin embargo, tengo que oitla PASTOR. -Se decia que era hijo de Layo. Pero la que esti fen casa, {u mujer, te diria mejor que nadie como fue todo EDIPO. -2Te lo dio ella? PASTOR. Si, rey. EDIPO. -2Para qué? PASTOR. ~Para que lo hiciera desaparecer. EDIPO. -cUna madre? ;Desgraciada! PASTOR. -Por miedo de horribles ordcutos, EDIPO. -2Qué decian esos oriculos? PASTOR. -Que aquel nilio debia matar a su padre; asi decian, EDIPO. -Pero ti, 2por que se lo entregaste a este anctano? PASTOR. Por piedad, sefior. Pensaba que se lo llevaria a otra comarca, a la isla donde él vivia, Mas él, por desgra- cia, le salvé Ia vida. Si ti eres el que él dice, has de saber {que eres ¢] més infortunado de los hombres, EDIPO. ~iAy! jAy! Todo se ha aclarado ahora. {Oh Iuz, pudiera yo verte por wltima vez en este instante! Naci de quien no deberia haber nacido; he vivido con quienes no deberia estar viviendo; maté a quien no deberia haber matado. (Edipo entra precipitadamente en el palacio. Los pasto- res se marchan cada uno por su lado.) CORO, ~iAy, generacién de mortales! 2Cémo vuestra exis- tencia es a mis ojos igual que la nada! 2Qué hombre, qué hombre ha conocido otra felicidad que la que él se ima- gina, para volver a caer en el infortunio después de esta Monu.o 2 * La uTERATURA GuAsica @ oe rer were vnonesem ilusién? Tomando tu destino como ejemplo, infortunado Edipo, no puedo mirar como dichosa la vida de ningin mortal. (1 [Un paje anuncia que Yocasta se ha suicidado y que Edipo se ha arrancado los ojos con los broches de oro del vestido de la reina. Edipo aparece nuevamente con st ros- tro ensangrentado y se lamenta junto con los ancianos del Coro.) CORIFEO. -No sé si tu resolucién ha sido razonable; pero para ti, mejor hubiese valido morir que vivir ciego. EDIPO. -No trates de demostrarme que 10 que le hecho ro ha sido lo mejor, y cesa en tus consejos. No sé con qué jos podria mirar* a mi padre cuando Hegase a la mora- dda de Hades, cémo podria mirar también a mi desgracia- ida madre, pues los crimenes que contra ellos he comet do no los expiaria ni colgandome. Nacidos como han nacido, Zla vista de mis hijos hubiera sido para mi un espectaculo gato? Seguramente que no; mis ojos no podian ya mirarlos, nia ellos nia la ciudad, ni a los torre- fones nia las estatuas sagradas de los dioses tutelares. [.] [Creonte aswme el poder. Edipo no puede evitar el des~ tierra que tanto los dioses como él habian impuesto al fasesino de Layo. Creonte no quiere actuar antes de que tuna nueva videncia del ordculo decida sobre el destino del ciego Edipo.] EDIPO. -gDe moda que vais a consultar el oraculo tratdn- dose del miserable de mi? CREONTE. -Si, y ahora ya no podris poner en duda las palabras del dios, [Edipo, destruido animicamente, estd obligado a regre- sar al palacio y esperar la decisién de! dios.) El Coro cierra ta obra con el siguiente comentario: CORO. -Habitantes de Tebas, mi patria, ved a este Edipo, ‘que habia sabido adivinar los famosos enigmas. Era un hombre muy poderoso; ningiin ciudadano podia sin envi- dia, posar los ojos en su prosperidad. Y ahora, jen qué ‘abismo de terribles desgracias ha sido precipitado! De ‘modo que hasta esperar su tltimo dia, no hay que procla~ ‘mar feliz. a ningiin mortal antes de que haya legado, sin sufrir ningiin mal, al término de su vida. ‘éfoctes. Antigonaiipo rey. Buenos Aires, Cantaro, 1999 Traduccin de Agustin Blanquez “Zeus: dios supremo de la mitologia griega, hijo de Cro- nos y Rea. *Cadmo: personaje fabuloso a quien los griegos atribuian la fundacion de Tebas. “Arturo: estrella de la constelacién del Boyero. Aparece a mediados de septiembre en el hemisferio Norte. ‘smirar: se creia que la ceguera persistiria después de la ‘muerte. Ruinas del ordculo de Apolo en Delfos + gPor que latragedia de Edipo provoca compasion y ‘emor en el espectador?/Edipo comet su pecado conscientemente? + Quiénes conocen la falta 0 error de Edipo? + {Qué consecuencia trae ala ciudad de Tebas la falta de castigo al asesino? + Varias veces aparece mencionado el ordculo de Apolo. Ordenen cronolégicamente las consultas ‘Que le hacen fos personajes y las respectivas res- puestas, + {Qué personajes dudan de las predicciones del ord- ‘culo y quién reafirma su importancia? “En Ealpo rey es esencial la ruptura de las aparien- cias. La anagnérisis (paso de laignorancia al cono- cimiento) de Edipo es brutal, Rastreen en el texto las pistas que van levando a Edipo a la anagnérisis, + ,Qué expresiones de Edipo en su diélogo con Tire- ‘sias muestran su soberbia, su hybvis? «+ @Por qué Tiresias afirma que él también tiene el poder de un rey? {Qué palabras de Tiresias prea- ‘huncian la ceguera de Edipo? + an qué momento se evidencia que Yocasta se ha ado cuenta de que Edipo es su hijo y que las pre- dicciones han resultado verdaderas? 2 Qué intenta la reina? + {Qué interpreta Edipo cuando Yocasta le dice: jaa jamas puedas saber quién eres!"? + LQué simbotiza el acto de cegarse? + £1 Coro toma el destino individual de Edipo como ‘ejemplo del destino del ser humano otorgandole asi tniversalidad, Marquen las expresiones correspon dlentes. + Através de las palabras finales del Coro, sefialen qué ‘sentimiento puede ser purificado después de cono- cer lo sucedido a Edipo + 2Qué acto de habla aparece en la itima oracion? Sefialen lo correct: advertir- aconsejar - amonestar El oraculo en el aula Dramaticen una escena en la que adivinen el futuro a los compatieros por medio de la lectura de manos (quiroman- cia), la grafologia (Iectura de escritos a mano alzada), etc. PARA DEBATIR En grupo, busquen informacién sobre la predestinaciGn y el libre albedrio. a por qué los oregos crean en la predestinacon, I. qué sostiene el cristanismo. «. qué manifestaciones conoretas hay en la actualidad sobre la creencia en la predestinacién, 4. Realicen un debate argumentando a favor de una u otra postura, AESCRIBIR SE APRENDE... ESCRIBIENDO + Escriban una carta de lectores en defensa del principio del libre albedro frente a la predestinacién. Envienla al diario para su publicacién. Consulten fa superestructura argumentativa en la pagina 28 + Escriban un cuento breve, humorstco, disparatado, en el que el protagonista acuda a una adivina para consultar- le sobre su futuro. Inventen dos finales distntos: a. en el primero, el protagonista acepta la predestinacin, rindiéndose; ben el segundo, lucha y triunta contra ese destino ciego, Ustedes, como los dioses, moverdn los hilos para que Cometa errores 0 se salve. ‘+ Tengan en cuenta la superestructura narrativa: situacién incial, marco, complicacién, resolucin y situacion fra. GUIA PARA LA CORRECCION DE LO QUE ESCRIBIMOS 1. En la carta de lectores: cutilicé la superestructura ‘argumentativa? ¢Qué procedimientos empleé para convencer? 2Usé conectores adecuados para rela- ‘ionar las ideas? 2. En el cuento: gutlicé la superestructura narrativa? 4Usé_conectores adecuados para relacionar las ideas? 2Oué figuras lterarias utilicé? 8. En ambos textos: gconstrui correctamente los parrafos? 2Relacioné las ideas de cada pétrato y ‘ada uno con los demas? ¢Revisé la puntuacién y la ortogratia? El teatro en Grecia Los inicios de la dramética europea se remontan al teatro ‘griego dado que fue en Grecia donde nacié. En Atenas las tragedias se ponian en escena con mativo de las festas dio- nisiacas, celebradas tres veces al afo. Estas representaciones teatrales no tenian como objetivo el entretenimiento, como ocurre en la actualidad, sino que se realizaban como parte de las ceremonias religiosas en honor al dios del vino, Dionisos. En estas festividades un grupo numeroso de hombres (alrededor de cincuenta) dis- frazados con pieles de machos cabrios danzaban y canta- ban en una plaza en torno a un altar. Segin los testimonios rescatados, por regla general en cada una de las tres jorna- das se presentaban tres tragedias y un drama de satiros y por dltimo se exhibia una comedia. La tragedia se diferenciata de la comedia porque sus per- sonajes eran dioses, semidioses, reyes o héroes; su lengua- je era elevado acorde con su categoria, y el desenlace, dolo- roso. En la comedia los personajes eran seres correntes, de ‘a vida diaria y su lengua, coloquial. EI final era feliz En el siglo V, comenz6 en Grecia el perfodo clésico cono- cido como el siglo de Pericles. Atenas logré un extraordina- ‘io desarrollo politico y cultural y esto motivé que se con- Virtiera en el centro mas importante de la actividad teatral. Su estratégica ubicacién geogréfica determiné la concu- rrencia de personas provenientes de lugares alejados y de la més diversa extraccién social, lo que otorgé a estos espectéculos un cardcter popular. La tragedia La tragedia puede ser definida como una Jucha en la que fa vida humana es siempre derrotada en momentos que pro- vocan ‘horror (ante la magnitud de la catéstrofe) y piedad (ante la ninilidad del ser humano) en el espectador, pues ve, anticipada, su propia y natural derrota ala que esta some- tido por el simple hecho de existir El error humano (hamar- tia) se produce cuando el hombre pierde su objetividad y se deja llevar por sus pasiones sin tener en cuenta la adverten- cia de los dioses 0 cuando éstos lo inducen a cometer el pecado. Como oposicién a la hamartia aparece la anagndr- sisen donde el héroe reconoce su error haciéndose respon- sable de su falta y aceptando el castigo. Los hombres se interrogan sobre su destino y sobre el porqué del pecado desconocido o la culpa por la cual son castigados. Arist6teles afirmaba que los hechos en una tragedia det ‘an inspirar el temor y la compasién, Temor, por lo que le sucede al semejante y, por lo tanto, podria suceder a cada uno de nosotros, y compasién por elinfortunio de quien en principio no to merece. Basdndose en este filésofo, Arthur Miller nos ha propor~ cionado una definicién moderna de la tragedia: “Documen- tacién perfectamente equilibrada de los momentos de la lucha del hombre por conseguir su felicidad; la tragedia surge y llega a ser intelgible cuando en esa lucha e! hom- bre es vencido y deshecho”. Gon respecto al rol del espectador, Arthur Mller explica por qué éste asiste voluntariamente a la representacion de tuna tragedia si sabe que va a sufrir. Sin embargo, permane- ce en su butaca, compenetrado con la acci6n tragica. Esto se debe a que los hechos trégicos producen en el espectador la catarsis, es decir la purificacion de las pasiones del espiritu por medio de las emociones que provoca la obra de arte. Los actores y el vestuario Todos los personajes, aun los femeninos, eran encarnados exclusivamente por hombres. Se los llamaba hipocritai (hipécritas). Los papeles eran desempefiados por tres acto- res llamados respectivamente protagonista, deuteragonis- ta y tritagonista. Debian alternarse para representar las diversas partes, ya que en escena no podia haber simulta- neamente mas de tres personajes. El elenco teatral se com- pletaba con una variada cantidad de personajes mudos y omparsas que representaban a soldados, miembros de un séquito, etc., ademas de diversos animales. ‘Ademas de la peluca y el tocado que respondia a las caracteristicas del personaje, todos usaban una mascara que reproducia, aproximadamente, e! rostro de la figura encamnada. Habia una serie de modelos que reflejaban diversas expresiones animicas, segiin el sexo, la edad y el ‘temperamento del personaje evocado. Estas mascaras teni- an, ademés, un dispositive que ampliaba el volumen de la voz, 10 que permitia que fueran escuchados por todo el pibblico y le daba un tono profundo y solemne a los parla~ mentos. Otro elemento importante del atuendo de los actores eran los coturnos, un calzado con suela muy gruesa que los hacia més altos, por lo que debian rellenarse algunas partes del cuerpo para equilibrar la figura. El eoro estaba formado por doce o quince coreutas que bailaban y cantaban ordenados en hileras paralelas. Su atuendo era mas sencillo que el de los actores. La sala teatral Los teatros, construidas con madera y luego con piedra, podian albergar entre 15.000 y 30.000 espectadores y esta- ban ubicados al aire libre, en un anfiteatro, generalmente al pie de una colina, En la parte central estaba el altar en el ‘que supuestamente se realizaban las ceremonias dedicadas 4 Dionisos antes de comenzar el espectaculo. La orquesta era el sitio por donde se desplazaba el coro y que rodeaba alaltar. En torno de la orquesta se extendia el auditoria, una serie de gradas construidas sobre la colina, que ocupaban los espectadores. En la parte inferior de ese hemiciclo, en plateas de privi- legio se ubicaban las personalidades destacadas. La esce- na ocupaba el tercio restante de ese circulo. Representaba generalmente la fachiada de un templo o de un palacio y ser- via como tel6n de fondo para las representaciones. En su interior estaban los camarines y demés instalaciones secundarias. Esta fachada tenia tres 0 cinco puertas, y segiin por cual de ellas hacia su entrada el intérprete, indi caba de donde procedia el personaje (si del sitio donde transcurria la acci6n, side alg lugar lejano o bien del inte- rior del palacio o templo representado en esa fachada). Estas convenciones eran perfectamente conocidas por el piiblico, Frente al auditorio estaba ubicado el proscenio, donde se desarrollaba el espectacul, Los mecanismos escenograficos ‘Aunque un tanto rudimentarios, se utiizaban variados mecanismos para satisfacer algunas exigencias del argu- mento. Se pueden citar ‘el enguiclema, que se utizaba para mostrar a los especta- dores algo que habia ocurrid fuera de escena (las muertes ‘uhomicidos, aun fcticios, no podian mostrrse en el tea- tro ya que era un recinto sagrado). Consist en una plata~ forma rodante que se itroducia por una de las puertas y luego se retiraba; el teologeion que consistia en una platatorma elevada sobre la que aparecian los dioses para intervenir en los conflictos, humanos. Los latinos denominaron a este recurso deus ex ‘machina, + las tramoyas, que permitian elevar y bajar a los dioses y hhéroes sobre el escenario, y otros mecanismos para produ- cir sonidos como truenos y rekampagos. Los tragicos mas importantes Los destacados autores que impulsaron un excepcional desarrollo de la tragedia fuoron Eequilo, Sétocles y Euripi- des (siglo Vac.) El poeta Esquilo (segunda mitad del siglo VI a. C.) fue durante un tiempo el maestro indiscutido de la escena ate- niense. Introdujo algunas innovaciones que consolidaron a tragedia. Incorporé un segundo actor y disminuyé el prota- ‘gonismo del coro con lo que adquirié mayor importancia fa parte dialogada, Los temas de sus tragedias se centra- ban en las relaciones de los seres humanos con los dioses ¥y en las nociones de culpa, castigo y desmesura (la hybris, ‘riega). Entre las que han llegado hasta hoy, las mas cono- cidas son Prometeo encadenado y la Orestiada. El segundo de los grandes trégicos griegos fue Séfocles (siglo V a.C.) Tuvo una excelente formacién literaria; fue tun hombre de muy buena presencia, diestro en atletismo y destacado en declamacién y canto. Encarna la menta- lidad progresista y el creciente individualismo que se expande en el siglo V. La admirable construccién de sus tramas y la manera en que sus temas y perso- najes (tan parecidos y tan cercanos a nosotros por ‘su humanidad) despertaban al mismo tiempo pie- ddd y temor,llevaron a Aristoteles y a otros crit- ‘cos griegos a considerarlo como el mejor autor de tragedias, Entre las innovaciones que sefialan la evolu- cidn de la técnica dramatica, puede mencionarse: la incorporacion de la escenogratia y de un tercer actor lo que permitié ahondar en la psicologia de sus personajes; la reduccién de la participacién del coro, al que limité a presenciar os acontecimientos y a comentarios con ecuanimidad. Su Edipo rey constituye el ejemplo mas perfecto del género tragico. De las més de cien obras que escribié Séfocles, s6lo se ‘conservan siete tragedias, una obra satrica y mas de mil fragmentos. Euripides, coeténeo de Sofocles, fue el tercer gran autor de teatro, Escribié cerca de 92 obras, de las que se conser- van 17 tragedias y una obra satirica completa, Los cfclopes. Denuncié con singular valenta los maitiples prejuicios que existian en la sociedad ateniense, o que le valié el repudio del sector mas conservador pero el aplauso de los j6venes que lo consideraban un representante de sus ideales. Sus personajes, confiicivos pero vitalmente numanos, pre- ‘sentan una sélida estructura psicolégica por lo que es con- siderado més realista que sus predecesores. Para algunos trticos es el dramaturgo griego més modemno. Entre sus ‘obras principales sobresale Medea, cuya protagonista es una mujer de vigoroso temperamento y gran inteligencia que s@ convierte en asesina debido al tratoinjusto que recibe. La comedia Al igual que en el caso de la tragedia, el origen de la come- dia no es sencillo de resolver. Segin algunas evidencias proporcionadas por la literatura y la arqueologia, en Atenas y en otras poblaciones menores, se realizaba una celebra~ in denominada comas (de donde provendria el vocablo comedia), cuyos antecedentes serian muy antiguos. Estas Cceremonias rtuales se celebraban en primavera para feste- jar el renacimiento de la naturaleza y estaban destinadas a honrar a diversas deidades de la ferilidad y de la agricultu- ‘ay, por supuesto, a Dionisos. Estos rituales tenian un tono camavalesco y se supone que se aprovechaba la acasién para burlarse y ridiculizar a personajes conocidos de la ‘comunidad comparandolos con cualidades 0 defectos de los animales, En el periodo de apogeo, las comedias se fepresentaban en los mismos locales que las tragedias uesto que ambas formaron parte de los cultas destinados a honrar a Dionisos. Medea fente 3 la muerte de Jason Como en la tragedia, el elenco de la comedia estaba for- ‘mado por un coro y actores individuals, pero sus esque ‘mas no eran tan rigidos como los trgicos. La importancia, del coro también fue gisminuyendo con el paso del tiempo hasta desaparecer en las dltimas obras. Sin embargo, el coro cémico subsist durante més tiempo pues su actua- cién era muy festejada por sus bales y cants, el atuendo estrafalaro (con abundancia de rllenos y aditamentos rii- Culos y hasta obscenos) que, obviamente,diferiatotalmen- te del empleado en las obras trégicas: no llevaban coturnos lo que les permitia desplazarse con agiidad sobre el esce- nario. Segtin algunos investigadores en determinadas cir- cunstancias se movilizaban con zancos parodiando los recursos de la tragedia. Las méscaras también eran extra- vagantes y las usadas por el coro reproducian los rasgos distintivos de algunos animale. El maximo exponente cémico de la comedia “antigua” fue ‘Aristéfanes (450-390 aC.) Los temas eran tomados de las, leyendas y mitas con espirtu poco respetuoso, ya que los dioses y heroes, que en las tragedias aparecian con solem- ne ignidad, en las comedias eran presentados como ton- tos, delincuentes 0 estafadores. Esto recordata a los hom- bres que los vcio y las virtudes humanas también estaban presentes en los dioses. Ademas llama la atencién el tono burlesco, mordaz, con que se presentaba a personajes, encumbrados, inclusive del gobierno. Empleando la sétira dramética, Aristofanes rdiculizé a Euripides en Las ranas y a Socrates en Las nubes, Segin parece, Sécrates estaba presente en el estreno y se puso de pie para que el publica pudiera apreciar la semejanza que existia entre su cara y la mascara que lo representaba. Hagan el resumen de El resumen Resumires recuperar las ideas o datos clave de un texto y también las relaciones que se establecen entre ellos. Se cbtiene asf un nuevo texto que se crea reformulando el texto fuente, en una situacién comunicativa concreta, con un propésito (por ejemplo para un destinatario que desco- nnoce el tema y necesita informarse, para escribir un cope- te, para contar el argumento de una novela o de una pe cua, et.) Resumir no es recortar y pegar las ideas principales sino reescribir el texto, Para ello es conveniente realizar las siguientes operaciones: 41. Hacer una lectura répida y exploratoria del texto base. 2. Aclarar dudas con respecto al vocabulrio 3. Hacer una lectura analitca, seleccionando y subrayando las ideas ms importantes. (* Omitir didlogos, ejemplos, citas textuales y reiteraciones de la idea principal. Conécete a ti mismo La historia de Edipo es, para la cultura occidental, el mito arquetipico de la bis- ‘queda de la identidad. Es e! mito por excelencia del autoconacimiento, del poder y de la debilidad humanas, de las fuerzas determinantes del nacimiento. Se marca la antitesis entre el ser humano y la voluntad inescrutable de los dioses. En esa opo- sioién es donde el hombre puede alcanzar su mayor grandeza al oponerse a ese destino ciego al que no se rinde, o bien puede adoptar una actitud conformista ante las dificultades. La lucha lleva al hombre al sufrimiento y aun a la muerte, pero esa actitud es la que muestra su valor moral El responsable de la difusi6n actual del mito clésico fue el padre del psicoandli- Sigmund Freud. Este psicdlogo enuncid la teoria de que el hijo varén cuando es niffo se apega de tal modo a su madre que siente la presencia del padre como la de un rival, al que simbdlicamente desearia ver “muerto”. Fantasea con ser el si sustituto de su padre y casarse con su madre. El psicoandlsis considera actualmente que en los primeros afios de vida (de 10s. tres a los cinco) el nifio o la nia se enamoran del progenitor del sexo opuesto y informacién sobre el teatro en Grecia. 5. Generalizar sustituyendo una serie de conceptos por ‘otros que los engloben. Pueden usarse hiperGnimos. 6, Reconstruir la informacién: consiste en reemplazar un Conjunto de ideas 0 conceptos sobre un tema por ideas similares elaboradas de manera personal. Para hacerlo es convenient: a, Usar sinénimos, hiperénimos y paréfrasis. ', Reordenar sintacticamente las oraciones. ‘. Cambiar conectores 0 aaregar los necesarios. 7. Utlzar la funcién informativa del lenguale, evitar los adjetivos y expresiones subjetivas. 8, Emplear la tercera persona del singular y un registro for~ ‘mal 9, Corregir el resumen atendiendo a: pertinencia dela infor~ macién, brevedad, coherencia y cohesion, objetividad, ortografiay puntuacién. 10, Reescribr e texto teniendo en cuenta las correcciones, Sigmund Freud rechazan al de su mismo sexo. A esta etapa, clave para la definicién de la sexuali- dad adulta, se la denomina “complejo de Edipo”. En la bisqueda de la identidad, para saber quiénes somos y superar este complejo, es fundamental la reflexién sobre los vvinculos con los padres. En ellos encontramis nuestros primeros “modelos”, en ellos nos miramios para recibir aceptacion ‘0 rechazo, amor 0 indiferencia, contencién o descuido, seguridad o incertidumbre. La "mirada" de nuestros padres va ayudandonos a construir nuestra propia mirada; por ejemplo si nuestra madre ha sido sobreprotectora tendemos a prolongar nuestro “yo” infantil. No crecemos en la responsabilidad personal y podemos pro- yectar en una futura relacién de pareja la necesidad de dependencia y subordinacién. La licenciada Olga Paissanidis afirma que en cada uno de nosotros hay un Edipo, una ceguera, pero también existe, como en el heéroe trégico la humildad y ferviente voluntad de descubrimos. Es por eso que la tragedia de Séfocles puede servir de ejemplo para descubrir a propia verdad. Edipo personifica al héroe tragico por excelencia del “conécete a ti mismo”, famosa expresidn formulada por el filésofo griego Sécrates. El proceso iniciado por Edipo para desenmascarar al culpable llevard al protagonista al conocimiento de si mismo, Los vinculos con los padres, origen y fundamento de nuestra identidad, constituyen el pilar fundamental a partir del cual se entiende la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los otros. Por qué es importante “conocerse a si mismo"? Los medios de comunicaci6n: un desafio al lector La importancia decisiva que adquirieron los medios de comunicacién en la actualidad llevé a psicdlogos y soci6logos a analizar su incidencia en el ser humano. El semidlogo argentino Eliseo Verén considera que los medios reproducen sélo tuna infima parte de una realidad constituida por miitiples hechos, s6lo la que ellos consideran importante. Este recorte implica la construcci6n de una realidad que se pone en circulaciOn y los receptores que carecen de conciencia critica la aceptan como tnica ‘Se afirma que como nunca estamos informados y ala vez como nunca estamos desintormados. Los medios son utlza- dos por los grupos de poder multinacionales como distractores que evitan el andlisis de problemas acuciantes y también como formadores de opinién ejerciendo un control ideolégico y cultural ‘Sin embargo, una postura “apocaliptica” seria estéril porque estén definitamente incorporados a nuestra realidad. Lo ue se debe hacer es formar v ejercitar la conciencia critica frente a ellos. En ditima instancia es el consumidr el que selecciona el “mend ofrecido” Por eso a lo largo de todo el libro encontrardn textos periodisticos relacionados con el tema o la época de os textos lite- rarios. Para acceder a ellos deben poseer competencia cultural, es decir, conacimientos que les permitan comprender la informacién brindada. Con respecto a los textos de opinién, deberdn interpretar que son textos argumentativos cuya intencionalidad es conven- cer. Si estn capacitados para comprender los procedimientos que utiliza el emisor para persuadirlos, podrén hacer lo que se llama cominmente “leer entre lineas", es deci, con actitud critica y de este modo desarrollar anticuerpos que les per- nitirn evitar la masiticacién. Frente a un lector asi los grupos de poder que instrumentan a los medios no podrian ejer- cer la dominacién cultural que pretenden. Lean el texto periodistico siguiente: Complejo de Edipo: cerrado por falta de padres ‘Aunque haya nacido como personaje muchos siglos antes del psicoanlisis, a partir del siglo veinte Edipo es cono- cido mas como complejo que como mito. La tragedia del niflo abandonado que es recogido por el rey de Corinto, se convierte en principe, mata a su padre Layo (sin saber quién era), resuelve los enigmas de la esfinge y, en pre- mio, se casa con su madre Yocasta (ignorando también 4quién era ella) para acabar sacandose los ojos al saber la verdad, dio lugar a otto mito distinto, en este caso con- temporneo. Fue Freud quien llam6 complejo de Edipo a Io que ~segiin él es un anhelo inconsciente en todo vardn de poseer a stu madre rivalizando para eso con su padre (y ddeseando, més en el fondo ain, matarlo) Esta creencia impregné la cultura oceidental contemporanea. “Tiene un Edipo mas grande que una casa”, "No resolvié su Edipo", “Es un caso tipico de Edipo mal resuelto”, "Reconozco que no asumi mi Edipo”, son frases que se disparan con una soltura digna de mejor causa, que dan cierto lustre "psi- cologista” y que, a menudo, funcionan como anteojeras que impiden observar y comprender en amplitud y en profundidad tanto la complejidad como la riqueza de un vinculo humano particular: padre-hijo. En la sociedad contemporanea el padre es una figura que suele brllar por su ausencia mas que por su presen- cia, ¥ me reffero a dos ausencias (o presencias): la fisica Y aquella otra que lo convierte en un modelo emocional Para su hijo var6n, en una guta para el desarrollo integral de su masculinidad esencial y verdadera, La educacién estereotipada de varones y mujeres con limitada y limitante concepeién de lo “femenino” y asculino”, fue una de las causas de que los hombres, s€ fueran apartando (cuando no fueron apartados) de las fFunciones paternas hasta que éstas quedaron convertidas en una simplificacién patética. Asi el padre es el provee- dor de simiente, de apellido y de sustento material. Criar, educa, nutri, sanar, contener, comprender son cosas de la mama. Y, avanzando un poco mas, a menudo existe la creencia de que el hijo es mas de la madre que del padre. 0 que es sélo de ella ‘Muchos padtes, entonces, se ausentan porque privile- gian lo que se considera “deber del hombre": trabajar, producir, hacer funcionar el mundo externo. Esos son ausentes “en presencia”. Otros desaparecen fisicamente porque la responsabilidad de la paternidad los sobrepasa, Prefieren mantenerse en condicién de paberes perennes, ‘demostrando su "masculinidad” en actividades mas diver- tidas, como la conquista de mujeres, los encuentros con amigos similares a ellos, las victorias econémicas, los negocios ripidos y ficiles. Por fin, hay una categoria de padres ausentes por des- plazamiento: son aquellos padres separados a los que se Tes niega el derecho a ejercer la paternidad (escamotedn- dole los hijos con argucias legales o ilegales) como casti- 0 por no aportar materialmente lo que debieran. No importa su decisidn de ser padres presentes nisi su falen- cia es producto de un descalabro profesional 0 labora. ‘También influyé la postura feminista que entre 1960 y 1990 determiné que Ta tasa de nacimientos de hijos de © vow? swan css © ee Lenovo adres solteras se triplicara en el mundo. Una moda entre muchas mujeres emancipadas es la de “querer un hijo pero no un marido”. Pero debemos recordar que la mayo: ria de los delincuentes juveniles provienen de familias con padre ausente. ‘Ninguno de estos padres (asi como casi ningtin padre de cualquier tipo) ha recibido de sus propios padres, 0 de Jos varones mayores, modelos de paternidad creativa, emocionalmente nuttitiva, espiritualmente contenedora. No saben ser otra cosa, aunque algunos, cada vez mas, procuran aprenderlo en la propia vivencia. Sus anteceso~ res tampoco 10 sabian, Esto viene de muchas generacto- hex de varones, con hanrosas y escasas excepciones. ‘Puede ser que en una era de padres duros, autoritarios, incontrastables y monoliticos, la metifora llamada com- plejo de Edipo haya resultado atractiva, ingeniosa y hasta plausible. Hoy Io que abunda, tanto en hombres adultos, ‘como en jévenes y adolescentes, ¢s el hambre de padre: Ja necesidad de un hombre amoroso y conflable que transmita recursos para un desarrollo del mundo emocto- nal del vardn, Que también proporcione respuestas desde tun congénere y que ayude a despegar (cuidadosa y afec- tivamente) de la figura matema para desarrollar la plena riqueza de lo masculino auténtico (no del estereotipo tra~ dicional estrecho). ‘A Edipo, hoy, le falta su adversario. No hay a quien matar. En cambio, aparece una misién por delante para la sociedad y para los hombres en particular: revalorizar las funciones patemas, asumirlas, prefiarlas de significado, respetarlas y honratlas. No hay lugar para Edipo hoy. No se trata de matar al padre, sino de permitirle nacet. En hombre del padre y en nombre del hijo. Seigio Sinab en wor sergiosinay.comiarticulos! ;poternidad/complejodeedipa shtm + Marquen en el margen del texto: punto de partida, tesis, demostracién y conclusién. + {Qué procedimiento argumentativo utiliza el autor ‘para sostener su tesis? + {Qué riesgo implica para el desarrollo arménico de Ta personalidad de los hijos la ausencia del padre? AESCRIBIR SE APRENDE... ESCRIBIENDO Escriban un cuento breve cuyo titulo sea: “Hambre de padre”, Eljan como padre a alguno de los tipos ‘mencionados en el texto "Complejo de Edi: cerra~ do por falta de padres”. TTengan en cuenta la “Gula de correccién de fo que escribimos” La superestructura argumentativa La argumentacion es un discurso persuasive ouya fun- cién primordial es convencer al interlocutor. Tiene una trama argumentativa que se puede identificar en distin- tos tipos de textos: editorial, articulo de opinién, ensa~ ‘yo, discurso politico, etc. Su estructura es la siguiente: ‘= Punto de partida: se presenta el tema que da origen a la argumentacion. ‘Tesis: expresa explicita 0 implicitamente la idea u opl- rion del emisor, por lo que muchas veces debe inferr- se de la lectura de todo el texto «+ Demostracién: presenta los argumentos que conduci- ran ala aceptacién de la tesis para lo cual se recurre a diversos procedimientos argumentativos. Estos son: + Ejemplificacién: a través de un ejemplo 0 caso part- cular Se justfica lo que se afirma en general. Conecto- res: por ejemplo, como, et. «= Gita de autoridad: se introduce la voz de un experto para avalar un argumento ‘= Planteo de causa-consecuencia: se sefialan las caU- a8 y las consecuencias de lo que se analiza. Conecto- res: porque, ya que, puesto que; en conseouencia, por lo tanto, asi que, etc. + Preguntas retéricas: se presenta una interrogacién ccuya respuesta se presupone. + Amalogia: establece una comparacion entre dos situa ciones semejantes. «= Conoesién: se acepta en parte alguna opinién contra~ ria para luego refutarla, Conectores: es cierto que, es verdad, si bien , etc + Refutacién: se cuestiona y se trata de invalidar otras opiniones. Conectores: pero, no es menos cierto que, sin embargo, etc. + Ironia: es una forma de refutacién a través de una burla disimutada con la cual se expresa lo contrario de Jo que se esté diciendo, = Conelusién: se resume lo que se dijo y se retoma la, tesis con otras palabras. Se suele anunciar con las siguientes palabras 0 construcciones: en resumen, finalmente, para conclu, etc. Generalmente reco~ mienda tomar una determinada posicién frente al tema tratado y dado su cardcter persuasivo se pueden reco- nocer actos de habla que indican orden, recomenda- cidn, consejo, advertencia, etc. n la tarde blanca de calor, E« ‘oes de Celina me pare- cieron dos pozos de agua fresca. No me retire de su lado, como si en medio del slgodonai Gquemado por el. sol. hubiese Encontrado la sombra de un Sauce. Pero mi madre opiné lo contrario: “Ella te busc6, la sin- vergiienza’, Estas fueron sus palabras. Como siempre no me atrevi_a contradecinle, pero si mal no recuerdo fui yo quien se ued al lado de Celina con ganas de mirarla a cada rato, Desde ese dia Ia ayudeé en la cosecha, ytampoco esto le pareié bien a mi madre, acos- tumbrada como estaba a los modos que nos ensef en la familia. Es decir, trabajar duro y seguido, sin pensar en otra cosa. ¥ lo que ganabamos era para mama, sin que- ddarnos con un solo peso. Siempre fue la vieja quien resol- V6 todos los gastos de la casa y de nosotros. ermano Se casé antes que yo, porque era el mayor ¥y también porque la Roberta parecia trabajadora y calla da como una mula. No se metié en las cosas de Ia fami- liay todo sigui6 como antes. Al poco tiempo ni nos acor- dabamos que habla una extrafa en la casa. En cambio con Celina fue diferente. Parecia delcada y no resulté muy buena para el trabajo. Por eso mi mam le mandaba a hacer los trabajos mis pesados del campo, para ver si aprendia de una vee. Para peor a Celina se le ocurré que como ya estabamos casados, podiamos hacer rancho aparte y quedarme con ri plata. Yo le dije que por nada del mundo le haria eso mama. Quiso la mala suerte que la vieja supiera la idea de Celina. La traté de loca y nunca ka perdoné, A mi me dio mucha vergtienza que mi mujer pensara en forma dis- tinta que todos nosottos. Y me dolié ver qucjosa a mi madre. Me reproché que yo mismo ya no trabajaba como antes, y era la pura verdad, Lo cierto > que pasaba mucho tiempo al lado de Celina, La pobre adelgazaba dia 4 dia, pero en cambio se le agrandaban los ojos: ¥ eso Justamente me gustaba: sus ojos grandes, Nunca me cansé de mirirselos Pas6 otto aio y eso empeord. La Roberta trabajaba en €l campo como una burra y tavo su segundo hijo, Mami Parecia contenta, porque igual que ella, la Roberta paria machitos para el trabajo, En cambio con Celina no tavi- ‘mos hijos, ni siquiera una nena, No me hacian falta, pero thi madre nos eritcaba, Nunca me atrevi a contradecirla, Y menos cuando estaba enojada, como ocurié esa vez {que nos reunié a los dos hijos para decimos que Celina debia dejar de joder en la casa y que de eso se encargaria ella, Después se qued hablando con mi hermano y esto ‘me dio mucha pena, porque ya no era como antes, cuan- do todo lo resolviamos juntos, Ahora solamente se enten- “En una biblioteca, los textos dialogan entre si”. Jorge Luis Borges Los ojos de Celina dian mi madre y mi hermano. Al atardecer los vi partir en el sulky con una olla y una arpillera Pensé que iban a buscar un yuyo © un gualicho cn el monte para arreglar a Celina. No me atrevi a preguntarle nada. Siempre me dio miedo ver enojada a mamd, ‘Al dia siguiente, mi madre nos avisé que el domingo saldriamos de paseo al rio. Jamas se mosteé amiga de pasear los domingos 0 cualquier otro dia, porque nunca falté trabajo en ‘casa o en el ‘campo. Pero lo que més me extraié fue que ordend a Celina que viniese con nosotros, mientras Roberta debia quedarse a cuidar la casa y Ios chicos. Ese domingo me acordé de los tiempos viejos, cuando éramos_muchachitos, Mi madre parecia alegre y mas Joven. Preparé la comida para el paseo y enganché el caballo al sulky. Después nos llevé hasta el recodo del rio, Era mediodia y hacia un calor de homo. Mi madre le dijo a Celina que fuese a enterrar la damajuana de vino cen Ia arena hiimeda. Le dio también la olla envuelta en arpillera -Esto lo abris en el rio. Lava bien los tomates que hay adentro para la ensalada. Quedamos solos y como siempre sin saber qué decimos. De repente senti un grito de Celina que me puso los pelos de punta, Después me llamé con un grito largo de animal perdido. Quise correr hacia alll, pero pensé en brujerias y ‘me entré un gran miedo. Ademis mi madre me dijo que no me moviera de alli Celina leg tambaledndose como si ella sola hubiese chupado todo el vino que llevé a refrescar al rio. No hizo otra cosa que mirarme muy adentro con esos ojos que tenia y cay6 al suelo, Mi madre se agaché y miré c dosamente el cuerpo de Celina, Sefalé: ~Ahi abajo del codo. ~Mismito alli picé la yarari -dijo mi hermano. Observaban con ojos de entendidos. Celina abrié los ojos y volvié @ mirarme. -Una vibora -tartamuded-. Habia una vibora en la olla. Miré a mi madre y entonces ella se puso un dedo en la frente para dar a entender que Celina estaba loca. Lo cier= to es que no parecia en su sano juicio: le temblaba la voz yy no terminaba las palabras, como un borracho de lengua de trapo. Quise apretarle el brazo para que no corriese el veneno, pero mi madre dijo que ya era demasiado tarde y no me atrevi a contradecirla. Entonces dije que deberiamos lle- varla al pueblo en el sulky. Mi madre no me contesté, Apretaba los labios y comprendi que se estaba enojando, Celina volvié a abrir los ojos y bused mi mirada. Traté de incorporarse. A todos se nos ocurtié que el veneno no era Levaua LeRaTufA EUROPER ¥ HORTEAMERICAMA lo suficientemente fuerte, Entonces mi madre me agarro del brazo. “Eso se artegla de un solo modo -me dijo-. Vamos a hacerla correr. ‘Mi hermano me ayudé a levantarla det suelo. Le di ‘que debia correr para sanarse. En verdad es dificil que alguien se cure en esta forma: al correr, el veneno resul- ta peor y més rapido. Pero no me atrevia a discutirle a mamé y Celina no parecia comprender gran cosa. Sola- mente tenia ojos -iy qué ojos! ~ para mirarme, y me hacia Si con la cabeza porque ya no podia mover la lengua. Entonces subimos al sulky y comenzamos a andar de vuelta a casa, Celina apenss

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