La Batalla de la Vuelta de Obligado (día de la Soberanía Nacional)

Construir una nación no es fácil. Después de la revolución de mayo de 1810 se tardaron muchos
años en lograr la conformación de la nación argentina. Como sabrás, la historia argentina está
marcada por fuertes conflictos externos e internos que fueron haciendo más difícil este proceso.
Los países que colonizaron territorio americano no querían aceptar nuestra libertad. En este
marco, la Batalla de la Vuelta de Obligado es la lucha por la soberanía nacional. Es por eso que,
desde el año 2010, se lo vuelve a conmemorar como el “Día de la Soberanía Nacional”.

La Batalla de la Vuelta de Obligado tuvo lugar el 20 de noviembre de 1845 en las aguas del Río
Paraná, costeando lo que hoy se conoce como la localidad de Obligado, ciudad que pertenece al
partido de San Pedro. ¿Qué sucedió? El Puerto de Buenos Aires fue bloqueado por una flota
anglo-francesa, con la excusa de que venían a liberar la nación del “tirano” Juan Manuel de Rosas.
Claro que, la pelea con Rosas era por los aranceles de comercialización en el Puerto de Buenos
Aires, es decir, estaban motivados por un interés netamente económico.

En ese momento, , Juan Manuel de Rosas era gobernador de la provincia de Buenos Aires y estaba
a cargo de las relaciones exteriores. Él y el general Lucio Mansilla se ocuparon de defender el
territorio nacional y evitar una conquista en manos de los extranjeros. Mansilla creyó que era
conveniente ubicarse en “la vuelta de obligado”, un lugar donde el río se hace angosto y cuesta
doblar los buques. En este sentido, colocaron barcos unidos por cadenas, para evitar que las flotas
anglo-francesas ingresaran a las aguas del río Paraná.

Sin embargo, los armamentos de los buques europeos eran superiores a los de la Confederación
Argentina. Además, los ingleses y franceses contaban con el apoyo de los unitarios, enemigos
internos de Rosas, quien era un caudillo federal. Por eso, a pesar de la resistencia y valentía, los
barcos extranjeros pudieron adentrarse. Pero no pudieron bajar a tierra porque la población
resistió con un fuerte rechazo. Solamente lograron el objetivo político de ganar la batalla naval, sin
alcanzar grandes ganancias mercantiles, como esperaban.

Como el objetivo económico no pudo ser cumplido, los buques volvieron a sus respectivos países,
aceptando su verdadero fracaso y la situación de tener que negociar con Rosas.
La gesta de Obligado, que no pudo obtener un triunfo militar ni impedir al fin el paso, estuvo
respaldada por una firme actitud, congruente y consecuente con los principios fundacionales de la
Nación Argentina y esta actitud firme y fuerte motivó que los imperialistas y usurpadores
reconsideraran sus medios de dominación, temerosos de que aquí no encontrarían otra respuesta
que el coraje y la ofrenda de los hijos de una Nación con vocación de libertad y grandeza.