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Nunca ha habido forma de devolver a los padres lo que merecen.

Los padres siempre han dado todo por sus hijos, desde que nacen se preocupan por su salud y su
bienestar, los alimentan, los visten y los cuidan hasta que ya estos pueden hacerlo solos aunque
dependiendo económicamente de ellos. Los padres dan un amor incondicional. Sea cual sea la
situación están presentes dando todo su cariño, compresión y apoyo tanto emocional como
económicamente, todo dependerá de lo que necesiten los hijos en ese momento. Los padres nos
mantienen hasta que podamos valernos por nosotros mismos, nos compran ropas, zapatos, pagan
nuestra educación desde básica a bachillerato y en muchas ocasiones hasta cubren nuestros
gastos universitarios.

Los padres siempre tienen una visión para sus hijos, quieren que sean personas de bien, educadas,
estudiosas y exitosas aunque en muchas ocasiones han sido todo lo contrario. Otros padres quizás
tienen otras ideas de lo que quieren que sean sus hijos en el futuro pero el punto es que siempre
idealizan el futuro de ellos. En muchas ocasiones los hijos no son los que los padres querían, les
causan muchos disgustos, dolores de cabeza, enfermedades e incluso la muerte. Por estas y por
muchas más razones es que se dice que nunca habrá forma de devolver a los padres lo que
merecen.

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