Está en la página 1de 96

Manual para diferenciar

moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas Manual para diferenciar moscas de
de cepa normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente
(Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar Anastrepha ludens (Loew) silvestres
Este manual presenta los procedimientos necesarios para diferenciar
especímenes de la Mosca Mexicana de la Fruta, A. ludens, silvestres de aquellos
criados en laboratorio, irradiados y sin irradiar, tanto de la cepa normal bi-sexual
y criadas de cepa normal (“bi-sexual”)
como de la cepa de sexado genético (Tapachula-7). El manual es producto de
estudios recientes realizados para medir los efectos de la radiación sobre
testículos y ovarios de estas cepas de moscas. Los estudios fueron parcialmente
y cepa sexada genéticamente
financiados por la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en
Agricultura y Alimentación. Es el primer manual en su tipo para esta especie de
mosca de la fruta y presenta procedimientos estandarizados. Por consiguiente,
(Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar
es un documento muy valioso para programas operativos contra A. ludens que
aplican el control en áreas amplias utilizando tanto la cepa bisexual como la cepa
genética de solo machos.

ISBN 978-92-5-109891-2
16-08111

9 7 8 9 2 5 1 0 9 8 9 1 2
I7704EN/1/08.17
Manual
para diferenciar moscas de
Anastrepha ludens (Loew)
silvestres y criadas de cepa
normal (“bi-sexual”) y cepa sexada
genéticamente (Tapachula-7),
irradiadas y sin irradiar

Jorge C. Guillén Aguilar


Liliana López Muñoz
Eric F. López Villalobos
Dalia N. Soto García

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


Organismo Internacional de Energía Atómica
Viena, 2018
Se recomienda citar como
FAO/OIEA. 2018. Manual para diferenciar moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas de cepa
normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente (Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar. Guillen Aguilar J.C.,
Lopez Muñoz L., Lopez Villalobos E.F. y Soto Garcia D. N. Organización de las Naciones Unidas para la Ali-
mentación y la Agricultura. Roma, Italia, 95 pp

EXONERACION
El material en este documento ha sido proporcionado por los autores. Los puntos de vista expresados son
responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan los del gobierno(s) o Estado(s) Miembro(s) desig-
nado(s). En particular, la FAO y el OIEA o cualquier otra organización o ente patrocinador del desarrollo de esta
guía puede ser considerado responsable de cualquier material que se reproduzca en este documento.
Contenido

Prefacio v

1. Introducción 1

2. Procedimientos para la colecta, manejo y traslado de moscas adultas de A. ludens,


capturadas en trampas húmedas tipo McPhail o similares, al laboratorio de identificación 2
2.1. Colecta de especímenes 2
2.2. Manejo y traslado de las moscas de las trampas al laboratorio 4

3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas adultas de A. ludens mediante


la observación de la marca fluorescente 6
3.1. Marcaje de moscas con polvo de color fluorescente 6
3.2. Recepción y manejo de moscas en el laboratorio 7
3.3. Extracción de moscas de los frascos y preparativos para su observación 7
3.4. Fijación de especímenes con pegamento a laminillas de cartulina 9
3.5. Observación de moscas con de luz ultravioleta (UV) 9
3.6. Observación de moscas “sin marca” a través de microscopio epifluorescente 10
3.7. Observación de precisión para moscas con marcas deficientes o contaminadas. 12

4. Preparativos de especímenes sin marca, para su estudio citohistológico 14

5. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas hembras adultas de A. ludens


mediante el análisis citohistológico de los ovarios 15
5.1. Sistema reproductor de las hembras 15
5.2. Maduración sexual de las hembras y el efecto de la radiación en los ovarios 17
5.3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de las hembras de A. ludens 19
Disección de ovari os 19
Fertilidad o esterilidad de hembras maduras 19
Observación de espermatecas 19
5.4. Maduración de ovarios en hembras silvestres, cepa bisexual y Tapachula 7 sin irradiar
comparada con hembras de las cepas bisexuales y Tapachula 7 irradiadas 20

6. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas machos de A. ludens mediante


el análisis citohistológico de los testículos 50
6.1. Sistema reproductor de los machos 50
6.2. Maduración sexual de los machos y efecto de la irradiación en los testículos 51
6.3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de los machos 60
6.4. Maduración de testículos en machos silvestres, cepa bisexual y Tapachula 7 sin irradiar
comparada con las cepas bisexuales y Tapachula 7 irradiadas 61

7. Literatura relevante 75

Apendice 1: Diagrama de flujo para para determinar fertilidad o esterilidad de las moscas 78
Apendice 2: Formato recepcion de material de trampeo 79
Apendice 3: Formato diario de trampeo 80
Apendice 4: Formato diario de laboratorio de identificación 81

iii
Apendice 5: Hojas cuadriculadas de cartulina verde y papel filtro utilizado en el proceso 82
Apendice 6: Materiales y equipos 83
Apéndice 7: Preparación de solucion salina 84
Apéndice 8: Preparación de aceto-orceína 85

iv
Prefacio
Este manual es específico para la mosca mexicana de la fruta (Anastrepha ludens, Loew), plaga clave
de los cítricos en su área de endemismo que incluye México y el sur de los Estados Unidos, así como en
algunos países de Centroamérica. En México y los Estados Unidos, a través de programas nacionales
de moscas de la fruta que aplican un manejo integrado que incluye la técnica del insecto estéril (TIE),
se han logrado establecer y mantener áreas libres de esta plaga, así como áreas de baja prevalencia.
Componentes importante de la implementación de la TIE son la inducción de mutaciones letales
dominantes para alcanzar la esterilidad en moscas de la fruta que son liberadas, así como su subsecuente
identificación. La correcta identificación de la especie, así como la correcta diferenciación entre los
individuos estériles liberados y los silvestres, son fundamentales para mantener la condición fitosanitaria
en estas áreas.
El manual presenta los procedimientos necesarios para diferenciar especímenes de A. ludens silvestres
de aquellos criados en laboratorio, irradiados y sin irradiar, tanto de la cepa normal bi-sexual como
de la cepa de sexado genético (Tapachula-7). El manual es producto de estudios recientes realizados
para medir los efectos de la radiación sobre testículos y ovarios de estas cepas de moscas. Los estudios
fueron parcialmente financiados por la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en
Agricultura y Alimentación.
Es el primer manual en su tipo para esta especie de mosca de la fruta y presenta procedimientos
estandarizados. Por consiguiente, es un documento muy valioso para programas operativos contra
A. ludens que aplican el control en áreas amplias utilizando tanto la cepa bisexual como la cepa genética
de solo machos.
El Programa Nacional Contra Moscas de la Fruta (SAGARPA-SENASICA) en México tuvo un rol
esencial al proporcionar fondos para realizar los estudios y autorizar el acceso a la planta de cría y
esterilización de la mosca mexicana de la fruta, así como a los laboratorios de identificación ubicados
en el Centro Internacional de Capacitación, ambos localizados en Metapa de Domínguez en Chiapas,
México.
Los Oficiales responsables de esta publicación fueron J. Reyes Flores y J. Hendrichs de la División
Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en Agricultura y Alimentación.

v
1. Introducción
Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) y los del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) utilizan la  técnica del insecto
estéril (TIE) como un componente fundamental en los programas de manejo integrado de plagas
en áreas extensas. El  uso de la  TIE involucra la  cría masiva, marcación, esterilización y liberación
de millones de insectos estériles. Un aspecto de vital importancia y de constante preocupación para
manejar eficientemente los programas que liberan insectos estériles es la  diferenciación oportuna y
confiable entre las moscas irradiadas y silvestres que son capturadas en las trampas. Los diagnósticos
que emiten los laboratorios especializados contribuyen a implementar o modificar las estrategias de
detección y control.
Para diferenciar entre moscas irradiadas y silvestres es necesario implementar una serie de
procedimientos técnicos que inician en la colecta y manejo de los especímenes capturadas en trampas,
recepción y manejo en el laboratorio y métodos para detectar en las moscas capturadas la fluorescencia
del marcaje con luz UV y microscopio epi-fluorescente. En caso de especímenes que presentan
deficiencia o carencia de marca fluorescente se realizan estudios morfológicos, morfométricos
e histológicos de ovarios y/o testículos según sea el  caso para emitir el  diagnostico final. Estos
procedimientos ampliamente documentados para Ceratitis capitata (Wiedemann), donde generalmente
se utilizan trampas tipo pegajosas para la  captura de moscas, (Guillen 1983, Guillén-Aguilar et al.
2016) sin embargo a la fecha se carece de un manual similar para la especie Anastrepha ludens Loew y
que son capturadas en trampas húmedas tipo McPhail.
El propósito de este manual es presentar los procedimientos paso a paso para realizar el diagnostico de
fertilidad o esterilidad con precisión (ver diagrama de flujo, Apéndice 1).
Esta guía ilustrada será de gran utilidad para programas donde se utiliza la  TIE para el  control y/o
erradicación de A. ludens en áreas extensas donde se manejan los conceptos de área libre, huertos
temporalmente libres y áreas de baja prevalencia.

1
2. Procedimientos para la colecta, manejo
y traslado de moscas adultas de A. ludens,
capturadas en trampas húmedas tipo
McPhail o similares, al laboratorio de
identificación
Históricamente los cebos de proteínas liquidas se han utilizado para la captura de diversas especies de
moscas de la fruta. Este tipo de cebo regularmente se mezcla con bórax con el fin de reducir la velocidad
de descomposición de los insectos capturados. Estos cebos capturan ambos sexos de las moscas;
aunque un mayor porcentaje de hembras (FAO/IAEA 2005). Existe el inconveniente de que también
captura otros insectos del mismo y otros géneros, situación que exige, conocimientos, experiencia y
concentración del técnico revisor de trampas al momento de seleccionar los insectos en la colecta.
Las trampas húmedas similares a la  McPhail reportadas son: la  Multilure (MLT), Tephri, trampa
International Pheromone McPhail, y la trampa Dome (McPhail) (FAO/IAEA 2005). Todas estas trampas
funcionan con el mismo principio básico, como trampas húmedas tipo cubeta cebadas con proteínas
liquidas y el conservador junto con un surfactante para mantener homogénea la mezcla y funcionar así
como un sistema de retención para los insectos.

2.1. Colecta de especímenes


Una vez que la trampa a revisar ha sido retirada de su lugar de instalación, el primer paso consiste en
una detallada observación de la trampa, principalmente de la sección donde los insectos son retenidos,
con la finalidad de:
• Detectar posibles fisuras, perforaciones o defectos en el ensamble o tapón que pudieran ocasionar
la pérdida de los insectos atrapados por salida de la mezcla en los subsecuentes pasos de este
procedimiento. En caso positivo se deberá solucionar el problema antes de continuar.
• Evitar fugas de insectos atrapados que se encuentren en reposo en las paredes internas o volando
en el interior de la misma. Para esto se deberán realizar movimientos circulares a la trampa para
que las moscas caigan en la mezcla liquida. Se deberá tener cuidado de no derramar la mezcla
(Fig. 1).
El siguiente paso es abrir la trampa, separando con cuidado la parte inferior de la superior, y
cuidadosamente depositar el  contenido (mezcla y todos los insectos capturados) sobre un tamiz o
colador acoplado a un recipiente donde el componente líquido pasa al contenedor y los insectos sean
retenidos en el colador. Es necesario realizar una nueva inspección de las paredes internas de la trampa
para retirar especímenes que estén adheridos a éstas (Fig. 2).
En seguida el técnico revisor de trampas deberá colocar el colador en un área con suficiente iluminación.
Deberá realizar una minuciosa y concentrada inspección del material capturado, el uso de una lupa de
campo puede ser de gran ayuda (Fig. 3a–b).
El siguiente paso es el más importante: la selección y separación de las moscas del género Anastrepha.
Si el técnico revisor está capacitado podrá seleccionar y separar las moscas por especie. Para evitar
daños en las moscas deberá usar pinzas entomológicas de puntas suaves.
Los especímenes seleccionados se deberán transferir a uno o más frascos entomológicos según cantidad
de moscas por género o especies. Los frascos deben estar previamente preparados con aproximadamente
dos terceras partes de alcohol etílico al 70%, (se recomiendan frasco de boca ancha, y con tapón de rosca

2
a b

c d

Figura 1. Colecta de especímenes: (a) Detección de defectos o mal ensamble en la trampa Multilure; (b) Detección de
defectos o tapa dañada en trampa McPhail; (c) Centrifugado de la mezcla y contenido en trampa McPhail; (d) Centrifugado
de la mezcla y contenido en trampa Multilure.

a b

c d

Figura 2. Colecta de especímenes: (a) Desensamble y revisión de trampa Multilure; (b) y (c) Vertiendo cuidadosamente
la mezcla de insectos capturados sobre colador acoplado a recipiente contenedor en trampa Multilure y McPhail
respectivamente; (d) Insectos retenidos en fondo del colador.

3
a b

c d

Figura 3. Colecta de especímenes: a) Selección y separación de moscas del género Anastrepha; b) Revisión con ayuda de
lupa de campo; c) Transferencia de moscas seleccionadas a frasco con alcohol al 70%; d) Frasco con etiqueta de la trampa
revisada.

para evitar fugas de líquido y evitar daños a los ejemplares). Los frascos deberán estar debidamente
identificados con etiquetas informativas adheridas en áreas visibles.
En las etiquetas debe anotarse la  información o códigos relacionados con: número consecutivo de
trampa, ruta de trampeo, fecha de última revisión, clave del revisor, y demás datos que las necesidades
y exigencias del programa requiera (Fig. 3c–d).

2.2. Manejo y traslado de las moscas de las trampas al laboratorio


La  información contenida en las etiquetas de los frascos deberá registrarse en el  formato de reporte
diario de trampeo (Apéndice 3), donde se anotan: nombre y número de la  ruta, fecha de revisión,
número de la trampa, días de exposición de la trampa en el campo, sitio u hospedante, clave de
rotación y observaciones. Al final de la jornada de trabajo o ruta concluida el revisor debe firmar dicho
documento que será entregado al laboratorio de identificación junto con el material biológico.
Cada frasco deberá ser colocado en una caja de madera o plástico provisto de rejillas justas al tamaño
del diámetro de los frascos para protección durante el traslado. Los frascos deben ser numerados en
la parte superior de la tapa con el número de trampa y deben ordenarse por la numeración en la caja,
lo cual facilitará el manejo en el laboratorio. Durante el traslado se deberán evitar golpes o maltratos
a la caja para evitar la ruptura de los frascos. Nunca colocar la caja con las tapas boca abajo ya que se
corre el riesgo de fugas de líquidos de los frascos con la consecuente deshidratación y deterioro de los
ejemplares (Fig. 4).

4
a b

c d

Figura 4. Manejo y traslado de moscas al laboratorio de identificación: (a) Traslado del frasco con especímenes a la caja
contenedora de frascos; (b) Registro del reporte diario de trampeo; (c) Ordenado y limpieza de caja contenedora; (d)
Traslado de caja con frascos de forma segura al laboratorio de identificación.

5
3. Determinación de la fertilidad o esterilidad
de moscas adultas de A. ludens mediante
la observación de la marca fluorescente
3.1. Marcaje de moscas con polvo de color fluorescente
En las instalaciones de cría masiva y esterilización de moscas de la fruta, se efectúa el procedimiento
de marcaje de las pupas antes de la irradiación. Durante este procedimiento, las pupas son impregnadas
con un polvo fino de origen vegetal (Day-Glo ®) que tiene características fluorescentes. Las moscas
al romper los puparios en la  emergencia, con la  expansión del saco o membrana ptilinal, que luego
al retraerse y cerrar la  sutura ptilinal quedan impregnadas estas estructuras con las partículas del
polvo fluorescente. Esta es la  manera como quedan marcadas las moscas. Las pupas pasan luego
por el irradiador para la esterilización de genitales. En los centros d empaque y liberación, las pupas
se ponen a emerger y madurar sexualmente para luego ser liberadas. El  marcaje interior que quedó
en el ptilinum y en las partes externas de la sutura no se pierde, siempre y cuando se haya puesto
la dosis adecuada del polvo fluorescente y se haya distribuido uniformemente en el volumen de pupas
procesadas.
Cuando las moscas estériles son liberadas en una proporción adecuada para competir con las moscas
silvestres, no existe una diferenciación visible entre ellas. Las poblaciones de moscas silvestres
y estériles son monitoreadas por la  captura y recaptura en trampas. Entonces aquí inicia el  proceso
descrito en el inciso 2.1 y 2.2.

a b

c d

Figura 5. Entrega-recepción de contenedor de frascos: (a) Entrega de caja con frascos y reportes diario de trampeo; (b)
Verificación del técnico receptor de material; (c) Registro de información en el formato de recepción de trampeo; (d) Retorno
de contenedor de frascos que ya fueron revisados.

6
3.2. Recepción y manejo de moscas en el laboratorio
Al concluir la revisión de la ruta correspondiente, el técnico revisor de trampas debe dirigirse al
laboratorio de identificación para la  entrega-recepción del material biológico colectado (caja con
frascos) conjuntamente con el reporte diario de trampeo (se sugiere dos copias una para el laboratorio y
otra para el área de informática). El técnico del laboratorio responsable de recepción, conjuntamente con
el revisor de trampas, debe verificar el número de frascos con captura y sin captura así como los datos
del reporte y registrar en formato de recepción del material de trampeo (Apéndice 2) la información
correspondiente. Con el fin de agilizar esta parte del proceso se sugiere contar con dos juegos de cajas
con frascos por cada ruta así en cada entrega-recepción se podrán intercambiar las cajas. (Fig. 5).
Un aspecto importante para tener éxito en el proceso es que los laboratorios cuenten con instalaciones,
equipos y mobiliario apropiados y climatizados, donde los técnicos puedan desarrollar un trabajo
eficiente, incluyendo las medidas de seguridad e higiene necesarias para las actividades que involucran
el uso de productos químicos. Los laboratorios deben tener salas o áreas separadas e iluminadas con
suficiente luz. En el Apéndice 5 se proporciona una lista de los materiales y equipos más utilizados.
El  número y el  nivel de habilidad del personal calificado del laboratorio de identificación debe ser
el adecuado y acorde a una carga de trabajo adecuada que no cause cansancio y estrés; con lo anterior
se reduce las probabilidades de errores en la determinación fértil/estéril.

3.3. Extracción de moscas de los frascos y preparativos para su


observación
El técnico del laboratorio hará una inspección ocular de los frascos vacíos para corroborar la información
y los separará de los frascos con moscas. Siguiendo la numeración de los frascos, el técnico ira vaciando
el contenido de cada frasco, retirando y seleccionado las moscas una a la vez con la ayuda de pinzas
entomológicas de puntas suaves. Deberá confirmar el  género y especie de las moscas capturadas.

a b

c d

Figura 6. Extracción de moscas de frascos y preparación para su observación: (a) Selección de frascos con y sin captura de
moscas; (b) y (c) Traslado y ordenado de especímenes a caja Petri; (d) Confirmación y separación taxonómica de especies de
Anastrepha.

7
a b

c d

Figura 7. Fijación de especímenes con pegamento en laminilla de cartulina: (a) Palillos de madera desechables de doble
punta y dispensador de pegamento; (b) Traslado y fijación de los especímenes a la hoja de cartulina cuadriculada; (c) Registro
de datos de la trampa y posición cefálica de las moscas hacia arriba y de frente al observador; (d) Destrucción y desecho de
palillos utilizados por los dos extremos.

a b

c d

Figura 8. Observación de especímenes en posición, con lámpara de luz UV y cono concentrador de luz.: (a) Cartulina
cuadriculada con moscas fijadas y ordenadas son trasladadas al cuarto oscuro; (b) Ejemplar a observar colocado en el punto
de incidencia de luz del cono concentrador; (c) Estudio de las cabezas de las moscas apoyado con lámpara de luz UV y
microscopio estereoscópico; (d) Enfoque del microscopio estereoscopio hacia la zona frontal y área del ptilinum en la cabeza
del espécimen seleccionado.

8
Para lo anterior el  técnico puede depositar el  o los especímenes en una caja Petri y observarlos con
un microscopio estereoscópico de buena resolución y consultar las claves taxonómicas actualizadas
(Guillén-Aguilar 1999, Hernández-Ortiz et al. 2010). Si las necesidades o exigencias del programa
lo requieren deberán separarse por especie objetivo y otras especies no blanco, y repetir el proceso y
registros de forma separada (por ejemplo A. ludens y A. obliqua, etc.). (Fig. 6).

3.4. Fijación de especímenes con pegamento a laminillas de cartulina


Con la  certeza de la  identificación taxonómica de la  especie o especies a trabajar, el  siguiente paso
es el traspaso y fijación de los especímenes a una hoja cuadriculada de cartoncillo color verde opaco
de 25 cm × 16 cm con 6 filas de cuadriculas (12 cuadros por fila) de 2 cm × 2.5 cm (Apéndice 5).
Primeramente se deben registrar los datos y códigos de la trampa que vienen en la etiqueta del frasco
en el espacio correspondiente al primer recuadro, enseguida usando el extremo de un palillo desechable
de madera (pica-dientes) se tomara una pequeña porción de pegamento (del mismo utilizado en
trampas pegajosas) y se depositara en la parte central de cada cuadrante de la hoja. Luego cada mosca
a la vez será traspasada a la cuadricula empleando un extremo del palillo para una mosca diferente,
con la finalidad de evitar contaminación cruzada de marcaje. Cada mosca se coloca y fija de manera
completa, con la región cefálica orientada hacia arriba y al frente para facilitar la observación de
la  región ptilinal. Considerando que previamente el  sexo ya fue identificado se registra en la  parte
inferior del cuadro el símbolo “♀” si corresponde a una mosca hembra, si es macho no se coloca ningún
símbolo o el símbolo de ♂.
Todo este proceso se repite por cada una de los especímenes de cada frasco en revisión, utilizando un
recuadro por cada mosca y un extremo del palillo; una vez utilizados los dos extremos del palillo, éste
debe ser destruido para evitar el reúso y contaminaciones cruzadas del colorante (Fig. 7).
Siguiendo el orden numérico, al final de cada frasco se registrarán en el siguiente recuadro los datos del
nuevo frasco hasta terminar todos los frascos con captura de la ruta de trampeo.

3.5. Observación de moscas con de luz ultravioleta (UV)


Las hojas de cartulina con las moscas se deben trasladar a un cuarto oscuro para la  observación de
la presencia o ausencia de las partículas del polvo fluorescente. Con la ayuda de una lámpara de luz
(UV), un modelo comúnmente usado para esta actividad es la  lámpara de luz UV modelo BLACK
RAY B-100AP (Apéndice 6), la cual tiene un haz y un cono concentrador de luz que mejora el punto
incidente en el campo de iluminación. Cada mosca a observar debe colocarse exactamente en este
punto. Si hubiera alguna duda del marcaje o para un mejor análisis la observación debe hacerse usando
un microscopio estereoscópico junto con la  lámpara de luz UV. Una detección exitosa del marcaje
dependerá de la calidad del tinte fluorescente, la buena posición del espécimen, la intensidad de la luz
UV y de las condiciones de oscuridad del área (Fig. 8).
Las alas, patas y otras partes del cuerpo de algunas moscas pueden contaminarse con el colorante de
otras moscas marcadas durante su permanencia en el medio líquido de la trampa, por lo que no son
aceptados para una adecuada diferenciación; por esto es necesario no tomar en cuenta este factor para
evitar errores en el diagnóstico. Por lo anterior es importante que con la ayuda de palillos desechables
la  cabeza del espécimen se coloque de frente al observador para que pueda distinguirse fácilmente
la zona frontal y la sutura ptilinal que tiene forma de U invertida. En una mosca bien marcada deberá
observarse la  sutura ptilinal con marca fluorescente brillante y consistente más o menos continua y
compacta en la base de la U invertida interna o por encima de ella en la zona frontal (Fig. 9).
Las moscas con esta marca fluorescente bien definida se determinan como “estériles” y se registra en
el formato del reporte de laboratorio (Apéndice 4).Toda mosca que no presente la marca fluorescente
de manera clara o tenga indicios de contaminación se debe encerrar en un círculo y se rotula como s/m
que significa “sin marca”. Debe evitarse el uso de bolígrafo de tinta roja u otros de tipo fluorescente
para evitar confusiones (Fig. 10).

9
Zona frontal
a b

Sutura ptilinal

c d

Figura 9. (a) Posición adecuada frente al observador para ver la zona frontal y sutura ptilinal; (b) Espécimen bien marcado,
sutura ptilinal con marca fluorescente más o menos continua y marca consistente compacta en la base de la U invertida y
zona frontal; (c) Mosca con marca deficiente o con sospechas de contaminación abundante, en ojos, antenas y zona frontal;
(d) Espécimen con marca deficiente o con sospechas de contaminación moderada, en segmentos antenales y zona frontal.

a b

Figura 10. Las moscas que no presenta la marca fluorescente de manera clara o se sospeche de contaminación se encierran en
un círculo y se rotula con s/m que significa “Sin marca”.

3.6. Observación de moscas “sin marca” a través de microscopio


epifluorescente
Las moscas que en el  paso anterior fueron circuladas y etiquetadas como “sin marca” deben ahora
transferirse a una nueva hoja de cartulina verde que es más angosta (6 cm × 25 cm) que la anterior,
con dos filas de 12 cuadriculas de 2.5 cm × 2 cm. Con estas dimensiones se facilita su manejo en
el microscopio epifluorescente.
La transferencia de los especímenes se realiza con la misma técnica de registro de datos, palillo y
pegamento descrito en el anterior capitulo, sin embargo en este paso se debe separar la cabeza del

10
cuerpo del espécimen y colocarla en el recuadro inferior y el resto del cuerpo se ubica en la cuadricula
superior (Fig. 11).
En seguida la cabeza debe colocarse en posición de frente al observador para que pueda distinguirse
fácilmente la zona frontal y la sutura ptilinal y en seguida es llevada al microscopio epifluorescente para
su observación. Como en el capítulo, anterior el enfoque debe dirigirse hacia la sutura ptilinal completa
y por adentro y arriba de la curvatura de la U invertida. Con la resolución ahora de diferentes aumentos
y la  luz concentrada del equipo de epifluorescencia se podrá ahora identificar tanto superficialmente
como incluso internamente la presencia mínima o ausencia de partículas del colorante (Fig. 12).

a b

Figura 11. (a) Las moscas en la cuadricula con la etiqueta s/m se transfieren a una hoja de cartulina de 6 cm × 25 cm con
dos filas de 12 cuadriculas; (b) Además de registrar los datos de la trampa nuevamente se coloca la cabeza del espécimen en
recuadro inferior y resto del cuerpo en cuadricula superior.

a b

c d

Figura 12. (a) Cabezas colocadas en posición frontal, listas para su observación en microscopio epifluorescente; (b)
Estudio con diferentes aumentos en la base de la U invertida y zona frontal; (c) Zona frontal con marca clara y compacta;
(d) Espécimen con marca deficiente o con sospechas de contaminación escasa, en segmentos antenales y zona frontal.

11
3.7. Observación de precisión para moscas con marcas deficientes o
contaminadas.
La cabeza y resto del cuerpo (tórax y abdomen) del espécimen diagnosticado hasta este momento como
“sin marca”, se deben retirar de la  porción de cartulina verde, depositarla en un frasco con xilol y
agitarse vigorosamente durante un minuto, con el fin de quitar los residuos de pegamento y posibles
partículas del colorante adheridas por contaminación con otras moscas marcadas.
Para hidratar las partes del cuerpo, se transfieren a un nuevo frasco con solución salina entre 5
y 60 minutos, dependiendo del grado de deshidratación. Durante este proceso el  frasco deberá
acompañarse con la información de la trampa, ruta, inspector, etc. (Fig.13).
Después de la hidratación, la cabeza se retira del xilol para la observación final a través del microscopio
epifluorescente utilizando el siguiente procedimiento:
(a) En una pequeña pieza (3 cm × 3 cm) de papel filtro (Whatman Nº 3), colocar la cabeza en una
pequeña gota de pegamento limpio para facilitar el manejo. La región posterior de la cabeza debe
colocarse hacia arriba de tal manera que el orificio occipital se pueda observar con facilidad.
(b) Bajo un microscopio estereoscópico sencillo se deberá abrir la  cabeza a través del occipucio
utilizando unas pinzas de punta extrafina y luego separar las partes de la  cabeza para dejar al
descubierto el interior de la bolsa ptilinal.
(c) Luego la cabeza abierta se lleva a observar de manera detallada por el microscopio epifluorescente.
De esta forma se detecta con precisión la presencia o ausencia de partículas mínimas del polvo
fluorescente en los pliegues interiores de la bolsa ptilinal (Fig. 14).

Si se detectan marcas fluorescentes internamente en los pliegues de la bolsa ptilineal, incluso si se trata
de partículas mínimas, se debe diagnosticar como una “mosca estéril”. En caso contrario, se determina
como una mosca sin marca y se registra el código s/m nuevamente en la porción de papel filtro (Fig. 15).

a b

c d

Figura 13. a) Cabeza y resto del cuerpo sin marca se depositan en frasco con xilol para su limpieza; b) Frasco
de xilol con cabeza y cuerpo de espécimen con etiqueta informativa; c) Transferencia de tórax y abdomen del
espécimen a frasco con solución salina; d) Frasco con solución salina con etiqueta informativa.

12
a b

Orificio
Occipital

c d

Figura 14. (a) Cabeza retirada del frasco con xilol y se transferida a hoja de papel filtro de 3 cm × 3 cm; (b) Región posterior
de la cabeza mirando hacia el observador, el orificio occipital se puede observar con facilidad; (c) Bajo microscopio
estereoscópico se abre la cabeza a través del occipucio y se expone el interior de la bolsa ptilinal; (d) El papel filtro con la
cabeza y el saco ptilineal expuesto se observa de manera detallada en microscopio epifluorescente para detectar la presencia
final de marcas fluorescente.

a b

c d

Figura 15. (a) Capsula cefálica lavada con xilol, sin aparentes marcas fluorescentes externas; (b) Pliegues internos del saco
ptilinal con residuos de marca fluorescente de cabeza enseñada en “a”, se registra como mosca marcada; (c) Otra capsula
cefálica lavada con xilol, sin aparentes marcas fluorescentes externas; (d) Pliegues internos del saco ptilinal sin residuos de
marca fluorescente de cabeza enseñada en “c”, se registra como mosca sin marca.

13
4. Preparativos de especímenes sin marca,
para su estudio citohistológico
El cuerpo de la mosca finalmente diagnosticada como sin marca después de todo este proceso, debe
recuperarse del frasco con solución salina, depositarse en un nuevo frasco con alcohol al 70%, y
acompañado de su respectiva etiqueta informativa y de la porción de papel filtro (doblada y grapada)
con el dato de sin marca como evidencia, deberá enviarse a la sección de estudios citohistológicos donde
un técnico experto deberá determinar si las genitales de la mosca tienen o no daños de la irradiación y
así finalmente llegar a dictaminar si fue estéril o fértil (Fig. 16).

a b

c d

Figura 16. (a) Tira de papel filtro con el diagnostico final de sin marca después de observación de saco ptilinal interno en
microscopio epifluorescente; (b) El papel filtro se le hace un dobles, se ponen grapas de seguridad y se añade la etiqueta
informativa; (c) El resto del cuerpo del espécimen se recupera del frasco con solución salina y se traslada a un nuevo frasco
con alcohol al 70%; (d) Frasco con alcohol y papel filtro doblado y grapado junto con etiqueta informativa se envía a la
sección de estudios histológicos para el diagnóstico final.

14
5. Determinación de la fertilidad o esterilidad
de moscas hembras adultas de A. ludens
mediante el análisis citohistológico de los
ovarios
Aunque en la cría masiva de cepas de sexado genético se producen y liberan en un 99.99% machos y en
un 0.01% hembras; estas hembras ocasionalmente se recapturan en las trampas.
Si se capturan hembras diagnosticadas finalmente sin marca en un área sujeta a liberación, aún podría
tratarse de hembras estériles deficientemente marcadas o hembras silvestres ya sea con madurez o sin
madurez sexual.

5.1. Sistema reproductor de las hembras


La función principal del sistema reproductor femenino en las moscas de la fruta es producir huevos
maduros y viables, recibir y almacenar los espermatozoides, fertilizar los huevos y proporcionar los
nutrientes necesarios para la incubación, eclosión y desarrollo de las larvas.
Existe una considerable confusión en la terminología empleada para la descripción del sistema
reproductor femenino. Diferentes términos o terminología incorrecta han sido utilizados para
estructuras similares en diferentes tefritidos, principalmente en el género Anastrepha. La terminología
aquí empleada para describir de manera general las diferentes estructuras del sistema reproductor en
las hembras de Anastrepha ludens se basa en las obras de McAlpine (1981) y Norrbom y Kim (1988) y
particularmente para las estructuras internas en los trabajos de Dean (1935), Guillén (1983) y Guillen
et al. (2016). El  sistema reproductor de una hembra madura de A. ludens se aloja entre los últimos
segmentos abdominales y funda del ovipositor y consta de las siguientes estructuras (Figs. 17 y 18).
Espermatecas. Estos tres pequeños órganos de formas redondeadas o piriformes de color café marrón
(dos hacia un lado con los conductos espermatecales muy unidos pero fácilmente separable con
pinzas, y uno hacia el lado contrario), es donde se almacenan los espermatozoides transferidos durante
la  copula. Las espermatecas tienen un epitelio secretor que posiblemente suministra nutrientes a los
espermatozoides que aquí se almacenen. Estos órganos se conectan a los conductos espermatecales
que en el  otro extremo desembocan en la  vagina o bursa copulatrix. Ya que estos conductos están
formados por células musculares es probable que por contracciones musculares, los espermatozoides
almacenados sean enviados de manera dosificada a la vagina para fertilizar a los huevos maduros que
descienden por el oviducto común.
Glándulas accesorias. Estructuras de forma redondeada casi esféricas, son traslucidas. Este par de
órganos se localizan hacia los lados del oviducto común y por debajo de los ovarios; en su parte basal
están conectados a los conductos glandulares que en el otro extremo se conectan a la región dorsal del
abultamiento del oviducto común o vagina. Las secreciones que producen son vertidas hacia el interior
de las glándulas donde se acumulan y se observan turgentes cuando están en plena actividad. Estas
secreciones se depositan en la bursa copulatrix y probablemente se utilizan entre otras funciones, para
lubricar a los huevos a medida que descienden a través del oviducto común, para adherirse al sustrato
de oviposición o en la formación de paquetes de huevos.
Por otro lado proporcionan nutrientes para la viabilidad y movilidad de los espermatozoides que aquí
se depositen.
Ovarios. En una hembra sexualmente madura, este par de órganos de origen mesodérmico tienen
forma ovoidea, color blanco reflectante y alcanzan tallas promedio (hembras silvestres zona Soconusco,
Chiapas, México) de 2.24 mm de longitud por 1.015 mm de ancho. Estos se encuentran ocupando

15
Germario Ovario

Oviducto lateral
Espermatecas

Bursa copulatrix /vagina


Espermateca

Glándulas accesorias Conducto vaginal

Ovipositor

Figura 17. Sistema reproductivo de una hembra silvestre de Anastrepha ludens (Loew) de 20 días de edad.

Filamento terminal
Células nutritivas

Membrana de la Germario
ovariola

Folículos ováricos con


ovocitos en desarrollo unidos
por células foliculares
Ovocito maduro

Corion

Figura 18. Ovariola de una hembra silvestre de de Anastrepha ludens (Loew) de 20 días de edad.

16
la mayor parte de la cavidad abdominal y se mantienen en su lugar mediante la interconexión de los
tubos traqueales que se ramifican por la fina membrana transparente que los cubre y que los provee de
oxígeno. Cada ovario se compone de varias ovariolas de tipo politrófico y la cantidad de estas varía de
acuerdo a la etapa de desarrollo. Los ovarios frecuentemente pueden contener más de un lote de huevos
maduros al mismo tiempo.
Ovariolas. Estas estructuras son la unidad funcional de los ovarios. Cuando están en plena producción
son de forma tubular que se disponen a lo largo de los ovarios. Tienen una fina membrana formada por
delgadas células planas que hacen que cada ovariola sea independiente una de otra; en el extremo apical
al unirse esta membrana forma el filamento terminal.
En la región anterior de las ovariolas se encuentra el germario con las células germinales que mediante
la actividad mitótica origina los ovocitos primarios, que entran al vitelario junto con células foliculares
asociadas. En cuanto se forman los folículos ováricos, cada folículo se une al que lo precede y al
siguiente por una fila de células foliculares. Durante la vitelogénesis se acumula el vitelo en el ovocito
en formación y luego ocurre la  coriogénesis que es la  formación del corion o cubierta externa del
huevo. A medida que los folículos maduran, el  ovocito basal se alarga y los trofocitos crecen y se
sitúan en la parte apical del folículo alcanzando un tamaño mayor cuando el ovocito ocupa casi la mitad
del folículo, posteriormente degeneran y las células foliculares sintetizan el corion. Cuando el ovocito
completa su crecimiento, la cubierta o tapón folicular se rompe y el ovocito maduro puede seguir su
deslizamiento a través de los conductos genitales y la cubierta folicular se reabsorbe.
Oviductos laterales. Estos conductos son de origen mesodérmico y tienen un ligero ensanchamiento
en la parte más cercana a la unión con el ovario. En el otro extremo estos dos conductos se unen para
formar el oviducto común o medio.
Oviducto común. Estructura fuertemente musculosa que se forma al unirse los dos oviductos laterales.
Fluye a lo largo hasta ensancharse más adelante en su región posterior creando una especie de saco
conocido como bursa copulatrix llamado también receptáculo ventral y que corresponde propiamente
a la vagina en los hembras, ya que es aquí donde recibe el aparato copulador del macho. En la parte
dorsal de esta estructura desembocan los conductos espermatecales y glandulares. Después de este
abultamiento el oviducto común continúa con el nombre de conducto vaginal que al final desemboca en
el ovipositor.
Ovipositor. Este órgano es la parte más posterior del aparato reproductor femenino. En su interior
desemboca el  conducto vaginal (oviducto). Es una estructura rígida tubular muy esclerotizada que
termina en punta muy fina, que le permite perforar la cascara de la fruta antes de la oviposición. Algunos
autores nombran esta estructura rígida como “aculeus”.
Vagina. Ensanchamiento de la región dorsal del oviducto común, también conocido para algunos autores
como bursa copulatrix; en su porción dorsal desembocan los conductos glandulares y espermatecales.

5.2. Maduración sexual de las hembras y el efecto de la radiación en los


ovarios
Cuando las hembras de las moscas de la fruta nacen o emergen, son sexualmente inmaduras. En
el proceso de maduración de los ovarios, intervienen múltiples factores, entre ellos la temperatura,
fotoperiodo, tipo de dieta, señales químicas y disponibilidad de machos. Es conocido que las hembras
de los tefritidos, para mantener una alta fertilidad, deben tener la disponibilidad para ingerir suficiente
agua y nutrientes esenciales para el desarrollo ovárico y huevos, tales como carbohidratos, aminoácidos,
vitamina B y sales.
Las cepas criadas masivamente en laboratorios usualmente presentan periodos más cortos para llegar a
la madurez sexual en comparación con las moscas silvestres, ya que entre otros aspectos, estas tienen
folículos previtelogénicos desde la emergencia. Existen trabajos documentados sobre la variación en
el periodo de la madurez ovárica en especies del género Anastrepha: en A. ludens reportan alrededor de

17
9 días de edad, en A. serpentina la maduración de los ovarios se llevó a cabo en un periodo de 14 días
después de la emergencia; en algunos morfotipos de A. fraterculus se reporta una plena madurez sexual
alrededor de 8 días de edad.
Bajo condiciones normales la maduración sexual en hembras silvestres y cepas bisexual y Tapachula-7
(T-7) sin irradiar de A. ludens implica un notable crecimiento en la longitud y ancho de los ovarios así
como en el número de ovocitos maduros, mientras que en las hembras irradiadas de las cepas bisexual
y T-7 muestran una atrofia severa de los ovarios. Estas variaciones morfológicas, morfométricas e
histológicas son la base de este manual para establecer las diferencias entre los ovarios de moscas
silvestres y hembras criadas masivamente (bisexual y T-7) no irradiadas versus ovarios de hembras
irradiadas.
Las moscas son irradiadas en estado de pupa a menos de dos días antes de su emergencia como adultos,
pero debido a que la ovogénesis se inicia después de la emergencia de los adultos, los ovarios presentan
un mínimo desarrollo en todos los grupos y no muestran diferencias en los primeros días (0–3) de
desarrollo de las hembras. Por consiguiente, aún no es posible establecer diferencias morfológicas,
morfométricas e histológicas entre los ovarios de las cepas silvestres, bisexuales, y T-7 sin irradiar e
irradiadas.
Cuando se inicia el crecimiento del ovario, en los días 3–4 para las cepas bisexual y T-7 no irradiadas,
y en los días 5–6 para las hembras silvestres, las diferencias entre los diferentes grupos empiezan a
ser detectables (mediante el estudio de ovarios teñidos con aceto-orceina). El desarrollo ovárico en las
hembras irradiadas es inhibido; en su lugar se observa desintegración celular que deja espacios vacíos y
en los montajes se observan estructuras atrofiadas y poco teñidas.
La presencia de ovocitos maduros en la mayoría de los ovariolas de los ovarios de las hembras no
irradiadas (cepa bisexual y T-7) después de 6 días de desarrollo, y después de 9 días en los ovarios de
las hembras silvestres, indica que las hembras ya son sexualmente maduras; en tanto que en hembras
irradiadas de las mismas cepas los ovarios siguen sin desarrollo y en consecuencia con total ausencia de
ovocitos maduros.
Una guía práctica para la diferenciación rápida entre hembras silvestres, hembras no irradiadas de cepas
bisexual y T-7 y hembras de las mismas cepas pero irradiadas es la siguiente:
1. Las hembras silvestres de 0–8 días de edad muestran características de ser sexualmente inmaduras.
2. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 de 0–5 días de edad muestran características de
ser sexualmente inmaduras.
3. Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 de 0–5 días de edad muestran características de ser
sexualmente inmaduras, por lo tanto no pueden ser diferenciadas de las hembras no irradiadas tanto
silvestres como hembras de las cepas bisexual y T-7.
4 Hembras silvestres presentan características de madurez sexual entre los días 9–46.
5. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características de madurez sexual entre
los días 6–46 de edad.
6 Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 no presentan características de madurez sexual, pero
en su lugar en los montajes se puede observar destrucción celular que deja espacios vacíos, poca
tinción y sin la presencia de folículos ováricos bien definidos.
7. Hembras silvestres presentan plena madurez sexual entre los 11–25 días de edad.
8. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características de plena madurez sexual
entre los 9–28 días de edad.
9. Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características contundentes del daño por
la irradiación a partir de los días 5–6 de edad.
Sin embargo, para una descripción más detallada del daño que la irradiación causa a los ovarios, para
ser utilizada en el diagnóstico de esterilidad o fertilidad de las hembras capturadas en las trampas se
recomienda revisar con detenimiento la Sección 5.4.

18
5.3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de las hembras de A.
ludens
Disección de ovari os
El abdomen de la hembra se coloca en un frasco con solución salina (Sección 4.). El abdomen se extrae
de la solución salina y es colocado sobre un portaobjetos de microscopía en posición dorsal de modo
que la punta del ovipositor apunte hacia el observador. Con el apoyo de un microscopio estereoscópico
utilizando magnificaciones de 10X a 30X y una pinza entomológica de punta extrafina No. 5, se separan
cuidadosamente los segmentos abdominales dorsales y ventrales. Una vez que el interior del abdomen
es expuesto, el sistema reproductor de las hembras es disectado con mucha delicadeza para evitar
rupturas de las diferentes estructuras que lo forman (ovarios, espermatecas, glándulas accesorias etc.).
La disección debe realizarse con el abdomen sumergido en agua destilada para evitar deshidratación de
las estructuras. Con el fin de concentrarse en la observación de los ovarios y espermatecas, los tejidos
restantes que no son de interés para el estudio deben retirarse con cuidado.

Fertilidad o esterilidad de hembras maduras


Cuando una hembra es madura (9 días o más de edad en las silvestres), resulta fácil determinar si es
fértil o estéril mediante el estudio de sus ovarios. Cuando los ovarios están en una fase avanzada de
madurez, son bastante voluminosos y ocupan la mayor parte del centro de la región abdominal de
la mosca. Ovarios con uno o más ovocitos maduros son fértiles; por lo tanto las hembras con ovocitos
maduros deben determinarse como fértiles (Fig. 17).
Cuando los ovarios son inmaduros o están atrofiados por la irradiación, se pueden localizar en la región
central abdominal en los extremos de cada oviducto lateral. Si se observan estructuras pequeñas en
desarrollo, con apariencia de ovarios destruidos sin presencia de ovariolas, estas estructuras deben
ser detalladamente estudiadas bajo microscopio compuesto para determinar su condición de estéril o
fértil. Por lo tanto estas estructuras que son ovarios rudimentarios se transfieren a otro portaobjetos
de microscopia, se tiñen con una gota de aceto-orceina (Apéndice 7) se deja que este colorante actúe
durante 2–3 minutos y posteriormente se coloca el cubreobjetos de microscopia. Si se desea un montaje
permanente, entonces los ovarios disectados y estructuras adyacentes deben ser transferidos a un
portaobjetos excavado y cubrirlos de un medio de montaje (bálsamo de Canadá, líquido de Hoyer o
Entellan) y colocar el cubreobjetos. Si el equipo de microscopía tiene una cámara digital instalada es
recomendable tomar microfotografías a diferentes aumentos de las estructuras con el fin de tener un
registro electrónico de fácil manejo y duradero del montaje.
Ovarios que presentan una clara atrofia severa, con espacios celulares vacíos por células débilmente
teñidas y destruidas por la irradiación sin formación de ovariolas son estériles; por lo tanto las hembras
con ovarios con este tipo de daño, deben determinarse como estériles (Fig. 30c–i, 33a–i).
En este último caso, si hay dudas acerca de la madurez de los ovarios, un elemento adicional es
la observación de las espermatecas con el fin de determinar si la hembra se apareo o no con éxito.

Observación de espermatecas
Estas se localizan debajo de los ovarios y muy cerca de las glándulas accesorias. Las tres espermatecas
deben ser separadas del montaje original y colocarse de inmediato en otro portaobjetos plano de
microscopia y cubrirlos con una gota de agua destilada. La disección debe realizarse con mucho cuidado
para evitar la ruptura y deshidratación de estos pequeños órganos.
Una vez que las espermatecas están en la posición deseada y ya libres de agua y otros tejidos, se debe
agregar una gota de aceto-orceina, colocar el cubreobjetos y enseguida se debe presionar firmemente
por encima del cubreobjetos y sobre las estructuras para romper las espermatecas exponiendo así su
contenido al efecto del colorante durante 3–4 minutos antes de observarlo al microscopio compuesto.

19
La observación bajo el microscopio compuesto debe realizarse bajo magnificaciones entre 45× y 100×.
Si existe presencia de espermatozoides en el interior de las espermatecas estos se observaran muy cerca
de la zona de ruptura de los órganos como aspecto filiforme y enredado tal como se aprecia en la base de
los testículos de machos maduros. En caso contrario únicamente se observará fluido glandular o células
epiteliales sin presencia de espermatozoides (Fig. 39a–c). La presencia de esperma en la espermatecas
es una clara confirmación que se trata de una hembra madura que se apareo.

Fertilidad o esterilidad de hembras inmaduras


Tal como se describe en la  Sección 5.2, no es posible establecer diferencias citohistológicas entre
hembras silvestres e irradiadas (cepas bisexual y T-7) de 0–5 días de edad, por lo que la diferenciación
clara de hembras inmaduras estériles de hembras inmaduras fértiles no es posible. Aunque en el caso de
la cepa T-7 existe el riesgo de capturar hembras estériles inmaduras liberadas en el campo, es muy poco
probable que tal evento ocurra ya que:
• El porcentaje de hembras estériles cepa T-7 liberadas en el campo junto con los machos es menor
al 0.1%. En consecuencia, el número de hembras estériles presentes en el campo que pudieran ser
recapturadas es también muy baja.
• El porcentaje de hembras estériles recapturadas por la red de trampeo es aún menor en trampas
cebadas con atrayente alimenticio en vista de que las hembras estériles han sido alimentadas
durante su maduración.
• En los centros de empaque y liberación, las moscas estériles son alimentadas con dietas de azúcar
y proteína en una proporción de 24:1 agregando además metopreno como tratamiento hormonal
para acelerar la maduración sexual, ésta ya ha iniciado cuando las moscas se liberan al sexto día
de edad y por lo tanto responden menos a trampas con atrayentes alimenticios.
• Las moscas estériles son marcadas antes de su liberación, y la  eficiencia del marcaje está por
arriba del 99%, por lo tanto, el número de moscas sin marcar liberadas es muy bajo.
La determinación de la esterilidad o la fertilidad de las hembras inmaduras se pueden diagnosticar
siguiendo los pasos descritos en la Sección 5.3, pero si aún quedan dudas, la determinación final de
la condición de estéril o fértil de las hembras capturadas se puede realizar teniendo como base los
criterios técnicos detallados que se describen en la Sección 5.4.

5.4. Maduración de ovarios en hembras silvestres, cepa bisexual


y Tapachula 7 sin irradiar comparada con hembras de las cepas
bisexuales y Tapachula 7 irradiadas
Día 0 (Emergencia)
(Figs. 19a, 22a , 23, 24 y Cuadros 1, 2). En los grupos de hembras irradiadas y no irradiadas incluyendo
las silvestres, al momento de la emergencia los ovarios presentan formas redondeadas ligeramente
más largos que anchos con abundantes ramificaciones traqueales que se adhieren a la cubierta ovárica,
la  cual aunque es muy delgada y frágil ya está definida. En la  parte apical de los ovarios se puede
observar la incipiente formación de los germarios de lo que más adelante serán las ovariolas. Después
de los germarios se pueden observar los primeros folículos ováricos en formación y que en los ovarios
teñidos con aceto-orceina se observan en todos los grupos de formas alargadas y con escasa tinción.
El color blanco semitransparente se puede observar en todos los grupos, en tanto que las tallas promedio
de los ovarios oscilan entre 0.410 a 0.498 mm de largo por 0.258 a 0.310 mm de ancho sin diferencias
significativas entre los grupos.
Considerando que tanto las características histológicas como las morfométricas antes señaladas son
similares no es posible establecer diferencias consistentes entre los grupos.
Día 1
(Figs. 19b, 20a–c, 22b, 23, 24 y Cuadros 1, 2). En la mayoría de los grupos se tiene un ligero aumento
en las tallas llegando en promedio a tener 0.482 mm de largo por 0.283 mm de ancho sin diferencias

20
a b c Tt
Tt Ov

Ov
Tt
Ov Ol
Ol

Esp Ol Esp
Cv

Cv
Esp

Cv

d e Tt
f
Tt Tt Ov
Ov Ol
Ov

Ol
Esp
Esp Ga
Esp Ol

Cv
Cv Cv

Ga

Ga

g h Tt i Tt
Ov Ov

Ov

Tt Esp Ol

Ga
Ol
Ol
Cv

Ga
Esp Cv
Cv

Figura 19. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) Bisexual sin irradiar 0 días;
(b) Silvestre 1 días; (c) T-7 irradiada 2 días; (d) T-7 sin irradiar 3 días; (e) Silvestre;
4 días; (f) Bisexual irradiada 5 días; (g) T-7 sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) Bisexual irradiada 6 días:
Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas, Ga — Glándula accesoria, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral,
Tt — Tubo traqueal.

significativas entre los grupos. Los ovarios siguen presentando la  forma redondeada ligeramente
alargada hacia el ápice con la presencia de numerosos tubos traqueales los cuales sirven para aportar
oxígeno a los órganos en formación. Debido al pequeño tamaño de los ovarios los oviductos laterales
tienen un largo cuello con una longitud de entre 5–6 mm. En los montajes de ovarios que fueron teñidos

21
a Ge b Ge Fo c Ge

Fo
Fo
Tt

Tt

Tt
Fb

Fb
Ol
Ol Ol

d e Ge f Ge
Ge
Fo Tt

Fo

Ta

Fo Fb

Tt Fb

Tt
Ol
Ol Ol

g Tt
Ge h Ge i Ge

Fo Fo
Fo

Tt
Fb

Fb Ol Fb

Ol

Figura 20. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios teñidos): (a)
Bisexual sin irradiar 1 día; (b) Silvestre 1 día; (c) T-7 irradiada 1 día; (d) T-7 sin irradiar 2 días; (e) Silvestre 2 días; (f)
Bisexual irradiada 2 días; (g) Bisexual sin irradiar 3 días; (h) Silvestre 3 días; (i) T-7 irradiada 3 días: Fb — Folículo basal,
Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal.

22
Figura 21. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios teñidos): (a) T-7
sin irradiar 4 días; (b) Silvestre 4 días; (c) Bisexual irradiada 4 días; (d) Bisexual sin irradiar 5 días; (e) Silvestre 5 días;
(f) T-7 irradiada 5 días; (g) T-7 sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) Bisexual irradiada 6 días: Fb — Folículo basal,
Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Om — Ovicito maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo
traqueal.

23
a b c

d e f

g h i

j k l

Figura 22. Características morfométricas y morfológicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual
sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hembras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes
edades: (a) Bisexual sin irradiar 0 días; (b) Silvestre 1 día; (c) T-7 irradiada 2 días; (d) T-7 sin irradiar 3 días; (e) Silvestre
4 días; (f) Bisexual irradiada 5 días; (g) Bisexual sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) T-7 irradiada 6 días; (j) T-7 sin
irradiar 7 días; (k) silvestre 7 días, (l) Bisexual irradiada 7 días: (Cada cuadricula representa una escala de milímetro cuadrado
dividido en 10 unidades).

con aceto-orceina se siguen observando en la  parte apical los germarios que originan la  formación
de folículos ováricos debido al inicio de la vitelogénesis, estos últimos de forma alargada. Ambas
estructuras celulares se tiñen débilmente, ocasionalmente pueden ser visibles los folículos basales pero
aún de formas alargadas y ubicadas en el tercio inferior del ovario. El color blanco semitransparente
sigue estando presente y como en el periodo anterior aún no es posible separar los grupos, ya que las
características señaladas están presentes de forma similar en todos los grupos de ovarios.

24
3.500
Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada
Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre

3.000

2.500
Longitud (mm)

2.000

1.500

1.000

0.500

0.000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46

Edad (días)
Figura 23. Longitud de ovarios de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados
con cepas bisexual y T-7 irradiadadas desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el
error estándar. En cada edad n=10 hembras por día (promedio de ambos ovarios).

2.500
Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada
Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre

2.000
Ancho (mm)

1.500

1.000

0.500

0.000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46
Edad (días)
Figura 24. Ancho de ovarios de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con
cepas bisexual y T-7 irradiadadas desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el
error estándar. En cada edad n = 10 hembras por día (promedio de ambos ovarios).

25
Cuadro. 1. Efecto de la radiación gamma de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de de los organos
reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual y
T-7 irradiadadas (Media ± DE ). Longitud de ovarios en los diferentes grupos en mm. En cada grupo N = 10 hembras por día
(promedio de ambos ovarios).

Longitud de ovarios (mm)


Edad Cepa bisexual Cepa bisexual sin Cepa tapachula 7 Cepa tapachula 7
Silvestres
(días) irradiada irradiadr irradiada sin irradiar

0 0.410 ± 0.059 b 0.445 ± 0.052 ab 0.473 ± 0.086 ab 0.472 ± 0.030 ab 0.498 ± 0.074 a
1 0.490 ± 0.058 a 0.498 ± 0.067 a 0.503 ± 0.084 a 0.481 ± 0.044 a 0.438 ± 0.054 a
2 0.530 ± 0.046 a 0.533 ± 0.077 a 0.558 ± 0.084 a 0.521 ± 0.039 a 0.500 ± 0.049 a
3 0.565 ± 0.078 a 0.583 ± 0.054 a 0.580 ± 0.084 a 0.590 ± 0.070 a 0.470 ± 0.046 b
4 0.615 ± 0.140 ab 0.700 ± 0.125 a 0.611 ± 0.050 ab 0.600 ± 0.063 ab 0.500 ± 0.062 b
5 0.710 ± 0.054 c 0.963 ± 0.187 ab 0.580 ± 0.063 c 1.065 ± 0.218 a 0.755 ± 0.243 bc
6 0.788 ± 0.089 b 1.635 ± 0.386 a 0.695 ± 0.079 b 1.460 ± 0.279 a 0.885 ± 0.143 b
7 0.775 ± 0.171 c 2.230 ± 0.315 a 0.710 ± 0.111 c 1.845 ± 0.175 b 0.910 ± 0.326 c
8 0.775 ± 0.096 b 2.410 ± 0.185 a 0.726 ± 0.065 b 2.430 ± 0.182 a 0.850 ± 0.133 b
9 0.800 ± 0.081 c 2.400 ± 0.332 a 0.833 ± 0.097 c 2.380 ± 0.212 a 1.443 ± 0.452 b
10 0.910 ± 0.153 c 2.460 ± 0.153 a 0.915 ± 0.116 c 2.565 ± 0.249 a 1.323 ± 0.515 b
11 0.825 ± 0.150 c 2.425 ± 0.210 a 0.903 ± 0.084 c 2.505 ± 0.245 a 2.123 ± 0.267 b
12 0.903 ± 0.143 c 2.330 ± 0.179 a 0.940 ± 0.091 c 2.638 ± 0.259 a 1.940 ± 0.418 b
13 0.943 ± 0.105 c 2.620 ± 0.131 a 0.940 ± 0.139 c 2.590 ± 0.285 a 2.150 ± 0.163 b
14 1.005 ± 0.051 c 2.355 ± 0.469 ab 0.970 ± 0.138 c 2.500 ± 0.184 a 2.085 ± 0.307 b
15 0.975 ± 0.081 c 2.400 ± 0.240 ab 0.940 ± 0.119 c 2.535 ± 0.267 a 2.255 ± 0.225 b
16 0.990 ± 0.120 b 2.475 ± 0.267 a 1.003 ± 0.079 b 2.535 ± 0.172 a 2.180 ± 0.223 b
17 0.995 ± 0.061 c 2.485 ± 0.415 a 0.973 ± 0.084 c 2.780 ± 0.349 a 2.240 ± 0.219 b
18 0.998 ± 0.110 c 2.460 ± 0.280 ab 1.000 ± 0.088 c 2.600 ± 0.292 a 2.255 ± 0.127 b
19 0.980 ± 0.098 c 2.450 ± 0.177 a 0.988 ± 0.096 c 2.500 ± 0.209 a 2.240 ± 0.116 b
20 0.980 ± 0.173 b 2.430 ± 0.129 a 0.993 ± 0.083 b 2.485 ± 0.262 a 2.263 ± 0.184 a
21 0.985 ± 0.155 c 2.433 ± 0.209 ab 1.032 ± 0.097 c 2.535 ± 0.063 a 2.253 ± 0.215 b
22 0.980 ± 0.105 c 2.445 ± 0.237 ab 1.002 ± 0.061 c 2.625 ± 0.162 a 2.310 ± 0.224 b
23 0.998 ± 0.058 c 2.515 ± 0.230 a 1.088 ± 0.109 c 2.280 ± 0.236 b 2.280 ± 0.155 b
24 1.038 ± 0.119 c 2.580 ± 0.298 a 1.030 ± 0.104 c 2.474 ± 0.110 a 2.175 ± 0.162 b
25 1.040 ± 0.077 c 2.520 ± 0.195 a 1.017 ± 0.096 c 2.500 ± 0.228 a 2.245 ± 0.133 b
28 1.133 ± 0.167 c 2.578 ± 0.247 a 1.168 ± 0.153 c 2.420 ± 0.145 ab 2.280 ± 0.272 b
31 1.145 ± 0.126 b 2.495 ± 0.167 a 1.083 ± 0.123 b 2.350 ± 0.244 a 2.365 ± 0.188 a
34 1.095 ± 0.149 c 2.435 ± 0.166 a 1.029 ± 0.075 c 2.445 ± 0.174 a 2.155 ± 0.199 b
37 1.075 ± 0.131 c 2.650 ± 0.262 a 1.015 ± 0.140 c 2.450 ± 0.223 a 2.170 ± 0.144 b
40 1.090 ± 0.116 c 2.655 ± 0.152 a 0.970 ± 0.097 c 2.465 ± 0.251 ab 2.300 ± 0.286 b
43 1.033 ± 0.127 c 2.615 ± 0.335 a 1.005 ± 0.102 c 2.680 ± 0.199 a 2.050 ± 0.163 b
46 1.135 ± 0.121 c 2.545 ± 0.299 ab 0.990 ± 0.116 c 2.700 ± 0.405 a 2.210 ± 0.228 b

Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05).

26
Cuadro. 2. Efecto de la radiación gamma de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de de los organos
reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual
y T-7 irradiadadas (Media ± DE ). Ancho de ovarios en los diferentes grupos en mm. En cada grupo N= 10 hembras por día
(promedio de ambos ovarios).

Ancho de ovarios (mm)


Edad Cepa bisexual Cepa bisexual sin Cepa tapachula 7 Cepa tapachula 7
Silvestres
(días) irradiada irradiadr irradiada sin irradiar

0 0.258 ± 0.034 a 0.300 ± 0.050 a 0.268 ± 0.045 a 0.310 ± 0.042 a 0.285 ± 0.037 a
1 0.243 ± 0.049 b 0.306 ± 0.049 a 0.283 ± 0.042 ab 0.294 ± 0.035 ab 0.293 ± 0.032 ab
2 0.295 ± 0.015 ab 0.350 ± 0.045 a 0.265 ± 0.054 b 0.298 ± 0.053 ab 0.333 ± 0.039 a
3 0.350 ± 0.045 ab 0.353 ± 0.039 a 0.295 ± 0.015 c 0.300 ± 0.055 bc 0.343 ± 0.025 ab
4 0.290 ± 0.086 c 0.428 ± 0.062 a 0.293 ± 0.032 c 0.395 ± 0.027 ab 0.330 ± 0.051 bc
5 0.285 ± 0.023 c 0.460 ± 0.056 b 0.288 ± 0.028 c 0.553 ± 0.075 a 0.355 ± 0.082 c
6 0.308 ± 0.032 b 0.705 ± 0.202 a 0.265 ± 0.037 b 0.648 ± 0.172 a 0.405 ± 0.061 b
7 0.320 ± 0.040 c 1.385 ± 0.542 a 0.295 ± 0.033 c 1.005 ± 0.186 b 0.440 ± 0.122 c
8 0.275 ± 0.034 b 1.485 ± 0.391 a 0.308 ± 0.039 b 1.320 ± 0.205 a 0.445 ± 0.065 b
9 0.285 ± 0.030 c 1.325 ± 0.219 a 0.318 ± 0.042 c 1.343 ± 0.169 a 0.830 ± 0.346 b
10 0.308 ± 0.054 c 1.460 ± 0.251 a 0.325 ± 0.052 c 1.385 ± 0.118 a 0.863 ± 0.226 b
11 0.275 ± 0.051 c 1.348 ± 0.208 a 0.313 ± 0.028 c 1.355 ± 0.099 a 0.963 ± 0.188 b
12 0.335 ± 0.067 c 1.485 ± 0.364 a 0.330 ± 0.051 c 1.394 ± 0.183 a 0.955 ± 0.233 b
13 0.340 ± 0.055 c 1.250 ± 0.126 a 0.350 ± 0.034 c 1.270 ± 0.095 a 1.005 ± 0.137 b
14 0.305 ± 0.061 c 1.310 ± 0.251 a 0.350 ± 0.037 c 1.240 ± 0.126 a 1.000 ± 0.194 b
15 0.338 ± 0.063 c 1.235 ± 0.207 a 0.380 ± 0.033 c 1.345 ± 0.289 a 1.010 ± 0.077 b
16 0.305 ± 0.056 c 1.270 ± 0.289 a 0.378 ± 0.053 c 1.285 ± 0.289 a 0.970 ± 0.090 b
17 0.420 ± 0.064 d 1.280 ± 0.295 b 0.355 ± 0.084 d 1.585 ± 0.194 a 1.015 ± 0.114 c
18 0.395 ± 0.056 b 1.175 ± 0.182 a 0.370 ± 0.065 b 1.230 ± 0.182 a 1.038 ± 0.200 a
19 0.360 ± 0.084 c 1.008 ± 0.108 b 0.378 ± 0.059 c 1.285 ± 0.223 a 0.983 ± 0.095 b
20 0.338 ± 0.066 c 1.120 ± 0.154 b 0.396 ± 0.041 c 1.325 ± 0.136 a 1.095 ± 0.133 b
21 0.280 ± 0.105 c 1.090 ± 0.179 b 0.430 ± 0.064 c 1.375 ± 0.133 a 1.013 ± 0.159 b
22 0.435 ± 0.095 c 1.291 ± 0.187 a 0.389 ± 0.068 c 1.260 ± 0.094 a 1.015 ± 0.132 b
23 0.318 ± 0.045 d 1.395 ± 0.172 a 0.340 ± 0.037 d 1.233 ± 0.157 b 1.005 ± 0.091 c
24 0.400 ± 0.074 c 1.433 ± 0.328 a 0.399 ± 0.089 c 1.163 ± 0.172 b 0.985 ± 0.078 b
25 0.433 ± 0.101 c 1.298 ± 0.096 a 0.343 ± 0.077 c 1.165 ± 0.081 ab 1.020 ± 0.208 b
28 0.390 ± 0.054 c 1.280 ± 0.250 a 0.463 ± 0.098 c 1.134 ± 0.132 ab 0.985 ± 0.150 b
31 0.455 ± 0.091 c 1.155 ± 0.139 ab 0.390 ± 0.041 c 1.210 ± 0.155 a 1.018 ± 0.108 b
34 0.435 ± 0.074 c 1.235 ± 0.303 a 0.374 ± 0.056 c 1.030 ± 0.087 b 0.975 ± 0.072 b
37 0.363 ± 0.064 c 1.250 ± 0.158 a 0.408 ± 0.064 c 0.975 ± 0.190 b 0.935 ± 0.092 b
40 0.418 ± 0.057 c 1.225 ± 0.157 a 0.395 ± 0.050 c 0.965 ± 0.186 b 1.010 ± 0.206 b
43 0.418 ± 0.078 c 1.245 ± 0.253 a 0.370 ± 0.032 c 1.180 ± 0.228 a 0.845 ± 0.076 b
46 0.408 ± 0.059 c 1.225 ± 0.068 a 0.388 ± 0.112 c 1.105 ± 0.229 a 0.835 ± 0.074 b

Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05).

27
Día 2
(Figs. 19c, 20d–f, 22c, 23, 24 y Cuadros 1, 2).Todos los grupos aumentan de tallas que en promedio
llegan a fluctuar entre 0.500 a 0.558 mm de largo por 0.265 a 0.350 mm de ancho, y aunque los
ovarios de las moscas silvestres están en el rango menor sobre todo en longitud las diferencias no son
importantes entre los grupos, para establecer diferencias entre ellos.
En cuanto a las características morfológicas e histológicas que se observan en los montajes con ovarios
teñidos siguen siendo similares al periodo anterior, por lo que no es posible aún establecer solidas
diferencias entre los grupos.
Día 3
(Figs. 19d, 20g–i, 22d, 23, 24 y Cuadros 1,2). Las tallas de los diferentes grupos siguen en aumento,
llegando a alcanzar un promedio máximo de 0.590 mm de largo por 0.300 mm de ancho en los ovarios
de la  cepa T-7 sin irradiar, seguidos de 0.583 mm × 0.353 mm en la  cepa bisexual sin irradiar, de
0.580 mm × 0.295 mm en la cepa T-7 irradiada, de 0.565 mm × 0.350 mm en la cepa bisexual irradiada.
Lo anterior representa una pequeña diferencia morfométrica entre los ovarios irradiados y los no
irradiados a favor de estos últimos, en tanto en el grupo de ovarios silvestres se atrasan ligeramente en
su desarrollo con 0.470 mm × 0.343 mm.
En todos los casos la coloración de los ovarios al momento de la disección sigue siendo blanquecino
pero menos transparente que en los días anteriores y con abundantes tubos traqueales dispuestos
superficialmente sobre estos órganos vestigiales. Considerando las características anteriores aún no
existen elementos suficientes para separar los grupos. Sin embargo cuando a estas edades se realiza
la tinción y montaje de esos ovarios se puede ya observar en los ovarios de las cepas bisexual y T-7
sin irradiar como las ovariolas empiezan a definirse y se puede ya identificar la zona de germarios con
mayor claridad y enseguida los folículos ováricos en formación de manera más nítidas y en cantidades
de hasta cuatro folículos de formas redondeadas con el folículo basal ligeramente más grande. En
cuanto al ovario silvestre aún no se definen claramente las ovariolas y el tubo en las ovariolas contiene
folículos ováricos aún muy alargados, delgados y poco teñidos, características que comparten también
con los ovarios del grupo de hembras irradiadas, situación por lo que estos dos últimos grupos no
pueden ser diferenciados de manera consistente.
Día 4
(Figs. 19e, 21a–c, 22e, 23, 24 y Cuadros 1, 2). El  crecimiento de ovarios continúa, llegando a
dimensiones (longitud por ancho) promedio de 0.700 mm × 0.428 mm y 0.600 mm × 0.395 mm en
las cepas bisexual sin irradiar y T-7 sin irradiar respectivamente, en tanto que los grupos de estas
mismas cepas pero irradiadas empiezan a detener su crecimiento alcanzando 0.615 mm × 0.290 mm y
0.611 mm × 0.293 mm respectivamente; por su lado los ovarios de las hembras silvestres únicamente
alcanzan dimensiones de 0.500 mm × 0.330 mm debido a su lento crecimiento. Estas diferencias
morfométricas hacen que la  apariencia de los ovarios en los especímenes irradiados ahora sea
más alargada que en días anteriores, en tanto que en los no irradiados las formas son redondeadas,
incluyendo a los especímenes silvestres. Las tonalidades blanquecinas dejan de ser menos transparentes
en todos los casos. Sin embargo a pesar de estas pequeñas diferencias morfométricas y morfológicas
no son suficientes para separar los ovarios que fueron irradiados de los no irradiados, incluyendo a los
silvestres.
Entonces el siguiente paso es recurrir al análisis de los ovarios teñidos con aceto-orceina y montados
en cubreobjetos. Al analizar estos montajes con el microscopio compuesto con una magnificación de
20 y 40×, podemos observar como en los ovarios de los especímenes sin irradiar (T-7 y bisexual), los
germarios originan los folículos ováricos los cuales están en formación y creciendo a lo largo de las
ovariolas con hasta cuatro folículos y hacia la parte basal se van formando los folículos apicales que son
ligeramente más grandes y empiezan a tomar formas ovoides. Estas características son muy similares
a las que en esta edad se pueden ya encontrar en lo ovarios de moscas silvestres, donde la ovogénesis
avanza de manera más lenta y los folículos son de menor tamaño y con tinciones más pálidas.
Sin embargo si comparamos los ovarios anteriores (cepas T-7 y bisexual sin irradiar, y silvestres) con
el  montaje de ovarios irradiados (cepas T-7 y bisexual) en estos últimos el  efecto de la  irradiación

28
empieza a ser notorio ya que no se forman ovariolas y únicamente se pueden identificar conductos
muy delgados y alargados a lo largo del ovario que intenta iniciar la ovogénesis sin éxito. Sobre la fina
membrana ovárica que cubre este órgano se pueden encontrar numerosos tubos traqueales y a esta
edad se puede encontrar tejido adiposo adherido también a esta membrana. Considerando entonces las
características histológicas anteriores y mediante el análisis minucioso de los montajes, ya es posible
separar ovarios de moscas irradiadas de las no irradiadas y las silvestres.
Día 5
(Figs. 19f, 21d–f, 22f, 23, 24 y Cuadros 1, 2). Al llegar a esta edad las características morfológicas
son similares al periodo anterior, no así morfométricamente ya que los ovarios de las cepas T-7
y bisexual sin irradiar alcanzan tallas promedio de 1.065 mm × 0.553 mm y de 0.963 mm × 0.460
mm respectivamente; las silvestres con un desarrollo más lento llegan a tener 0.755 mm × 0.355 mm.
En tanto que los ovarios de las cepas T-7 y bisexual irradiados tienen tallas promedio menores de
0.580 mm × 0.288 mm y 0.710 mm × 0.285 mm respectivamente; estas últimas por sus tallas se pueden
aún confundir con las silvestres.
Debido a lo anterior, para separar los ovarios de moscas irradiadas de las no irradiadas a esta edad
fisiológica, es necesario centrar el  estudio en el  montaje de estas estructuras. Las características
histológicas que se pueden observar en los ovarios teñidos con aceto-orceina son similares a las
descritas en el anterior periodo para todos los grupos, aunque en esta etapa los folículos ováricos en
formación de las hembras no irradiados y las silvestres son ligeramente de mayor tamaño y se observan
con mayor nitidez, facilitando así su diferenciación con los ovarios irradiados a esta edad, los cuales
presentan características histológicas similares a los de 4 días de edad.
Día 6
(Figs. 19g–i, 21g–i, 22g–i, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7
sin irradiar y de las silvestre inician a partir de esta etapa de desarrollo un acelerado crecimiento,
llevando la  delantera las cepas criadas en laboratorio con tallas de 1.635 mm × 0.705 mm y de
1.460 mm × 0.648 mm respectivamente, seguidas de la silvestre que miden ya 0.885 mm × 0.405 mm;
estas diferencias morfométricas se deben a que en los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin irradiar
la ovogénesis continua y aparecen ya los primeros ovocitos maduros que se localizan en la parte basal
de los ovarios cerca de la desembocadura del oviducto lateral. Los ovocitos maduros van adquiriendo
forma curvada ensanchados en la parte media y delgada en los extremos, con el corion ya formado y
con la superficie color blanco reflectante, que es la típica forma que adquieren antes de ser ovipositados.
Al momento de la disección de los ovarios en estas cepas es posible encontrar ya una carga de huevos
maduros promedio de 1.25 en ambas cepas.
Los ovarios de la cepa silvestre mantienen aún un retraso en su desarrollo comparado con las cepas
de laboratorio de aproximadamente de 2–3 días, por lo que aún no es posible encontrar ovocitos
maduros. Sin embargo por su tamaño y características histológicas es posible separar estos ovarios
de los del grupo de ovarios irradiados; estos últimos presentan tallas de 0.788 mm × 0.308 mm y de
0.695 mm × 0.265 mm para las cepas bisexual y T-7 irradiadas respectivamente.
El análisis histológico de los montajes a estas edades nos aporta más elementos para discriminar entre
los ovarios de moscas irradiadas de los otros grupos no irradiados. En los irradiados aparte de las tallas
menores encontramos que la diferenciación celular se ha detenido y el efecto de la irradiación causa
que no se formen ovariolas y se observan a lo largo del ovario conductos muy delgados con algunos
pequeños folículos ováricos que se tiñen débilmente y que intentan continuar con la  ovogénesis sin
lograrlo. Sobre la  superficie de la  fina membrana que cubre el  ovario se pueden encontrar restos de
tubos traqueales y ocasionalmente tejido adiposo. Por su lado en el montaje de los ovarios silvestres
los folículos ováricos se marcan bien con la aceto-orceina y los folículos basales son más grandes y se
empiezan alargar, estableciendo una clara diferencia con el montaje de los irradiados.
Día 7
(Figs. 25a–c, 26a–c, 22j–l, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin
irradiar, llegan en esta etapa de desarrollo a tener tallas promedio de 2.230 mm × 1.385 mm y de
1.845 mm × 1.005 mm respectivamente, órganos muy voluminosos que han aumentado por más de

29
Figura 25. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 7 días; (b)
silvestre 7 días; (c) bisexual irradiada 7 días; (d) bisexual sin irradiar 8 días; (e) silvestre 8 días; (f) T-7 irradiada 8 días;
(g) T-7 sin irradiar 9 días; (h) silvestre 9 días; (i) bisexual irradiada 9 días: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas,
Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Germario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral, Om — Ovocito
maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt —Tubo traqueal.

30
Figura 26. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios tefiidos): (a) bisexual
sin irradiar 7 días; (b) silvestre 7 días; (c) T-7 irradiada 7 días; (d) T-7 sin irradiar 8 días; (e) silvestre 8 días; (f) bisexual
irradiada 8 días; (g) bisexual irradiada 9 días; (h) silvestre 9 días; (i) T-7 irradiada 10 días: Fb — Folículo basal, Fo —
Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Om —
Ovocito maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal.

31
Figura 27. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha l udens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) bisexual sin irradiar 10
días; (b) silvestre 10 días; (c) T-7 irradiada 10 días; (d) T-7 sin irradiar 12 días; (e) silvestre 12 días; (f) Bisexual irradiada
12 días; (g) Bisexual sin irradiar 14 días; (h) Si lvestre 14 días; (i) T-7 irradiada 14 días: Cv — Conducto vaginal, Esp —
Espermatecas, Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Germario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral,
Om — Ovocito maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal.

32
a b c

d e f

g h i

j k l

Figura 28. Características morfométricas y morfológicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual
sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hembras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes
edades: (a) bisexual sin irradiar 8 días; (b) silvestre 8 día; (c) T-7 irradiada 8 días; (d) T-7 sin irradiar 9 días; (e) silvestre
9 días; (f) bisexual irradiada 9 días; (g) bisexual sin irradiar 10 días; (h) silvestre 10 días; (i) T-7 irradiada 10 días; (j) T-7
sin irradiar 12 días; (k) silvestre 12 días, (l) bisexual irradiada 12 días: (cada cuadricula representa una escala de milímetro
cuadrado dividido en 10 unidades).

33
160.000
Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada
Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre
140.000

120.000
No. de ovocitos maduros por ovario

100.000

80.000

60.000

40.000

20.000

0.000

-20.000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46

Edad (días)

Figura 29. Numero de ovocitos maduros por ovario de Anastreplta ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y
silvestres comparados con cepas bisexual y T-7 irradiadadas desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras
verticales representan el error estandar. En cada edad n = 10 hembras por dia (promedio de ambos ovarios).

4 veces su tamaño desde su emergencia, ya no son traslucidos. Estos ovarios tienen ahora formas ovoides
con coloración blanco reflectante, los oviductos laterales son cortos y con frecuencia las glándulas
accesorias se ven turgentes, seguramente por el  líquido glandular que se acumula en su interior. Al
realizar la separación de los ovocitos maduros en estas cepas se encuentran cargas de huevos promedio
de 22.8 ± 12.1 y de 15.8 ± 15.5 para cepa bisexual y T-7 sin irradiar respectivamente, esto significa que
la coriogénesis ya se inició y estos especímenes pueden haber empezado ya su etapa de oviposición.
En los ovarios de las hembras de la cepa silvestre se sigue presentando un retraso en su desarrollo de
entre 2 a 3 días respecto a la  cepas de laboratorio y presentan tallas significativamente menores de
0.910 mm × 0.440 mm, y al momento de la disección in toto de este órgano, tiene tonalidades blanco
opaco, y no es posible aún encontrar formación de ovocitos maduros y difícilmente se pueden observar
los folículos ováricos en crecimiento sin teñirlos.
Si comparamos las dimensiones alcanzadas en los ovarios silvestres, con los de los grupos irradiados
que registran en esta etapa de desarrollo tallas de 0.775 mm × 0.320 mm y de 0.710 mm × 0.295 mm
para las cepas bisexual y T-7 irradiadas respectivamente, existe una considerable diferencia a favor
de los silvestres. Por otro lado la forma en los ovarios de las cepas irradiadas es más alargada con los
oviductos laterales también alargados.
Como en la etapa anterior, el estudio histológico de los montajes teñidos con aceto-orceina nos dará
mejores elementos para la diferenciación entre los ovarios de los especímenes irradiados de los otros
grupos, principalmente con los silvestres por su tamaño y grado de madurez. En las cepas sin irradiar
(bisexual y T-7) los germarios se tiñen intensamente, los folículos ováricos están en pleno desarrollo
con formas redondeadas y alargándose a medida que se acercan a la base del ovario. En el extremo basal
de cada ovariola, cercano a la desembocadura del oviducto lateral se localizan los ovocitos maduros
que cada vez resulta más difícil su tinción con aceto-orceina. En los ovarios de las silvestres, la tinción
con aceto-orceina causa que el germario sea claramente visible en la parte apical del órgano, así como
los folículos ováricos en crecimiento de formas redondeadas a elípticas y los folículos basales de mayor
tamaño cercanos al oviducto lateral. Pero aún no es posible identificar ovocitos maduros.

34
Cuadro. 3. Efecto de la radiación gamma de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de de los organos
reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas
bisexual y T-7 irradiadadas (Media ± DE ). No. de ovocitos maduros. En cada grupo N= 10 hembras por día (promedio de
ambos ovarios).

Ovocitos maduros
Edad Cepa bisexual Cepa bisexual sin Cepa tapachula 7 Cepa tapachula 7
Silvestres
(días) irradiada irradiadr irradiada sin irradiar

0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
1 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
2 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
3 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
4 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
5 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0 0.00 ± 0.00 0
6 0.000 ± 0.000 a 1.250 ± 1.927 a 0.000 ± 0.000 a 1.250 ± 3.750 a 0.000 ± 0.000 a
7 0.000 ± 0.000 b 22.800 ± 12.100 a 0.000 ± 0.000 b 15.850 ± 15.531 a 0.000 ± 0.000 b
8 0.000 ± 0.000 b 42.900 ± 16.622 a 0.000 ± 0.000 b 48.400 ± 22.765 a 0.000 ± 0.000 b
9 0.000 ± 0.000 b 49.000 ± 14.253 a 0.000 ± 0.000 b 62.150 ± 21.218 a 12.100 ± 13.881 b
10 0.000 ± 0.000 b 77.750 ± 37.091 a 0.000 ± 0.000 b 73.250 ± 30.520 a 3.450 ± 10.350 b
11 0.000 ± 0.000 c 61.950 ± 15.669 a 0.000 ± 0.000 c 75.950 ± 20.078 a 22.550 ± 13.988 b
12 0.000 ± 0.000 c 69.400 ± 24.443 b 0.000 ± 0.000 c 110.150 ± 35.575 a 15.850 ± 14.278 c
13 0.000 ± 0.000 b 83.700 ± 31.732 a 0.000 ± 0.000 b 86.750 ± 19.919 a 19.150 ± 6.438 b
14 0.000 ± 0.000 b 73.100 ± 31.392 a 0.000 ± 0.000 b 78.550 ± 40.215 a 27.500 ± 8.925 b
15 0.000 ± 0.000 d 58.000 ± 18.116 b 0.000 ± 0.000 d 87.950 ± 31.171 a 24.950 ± 7.009 c
16 0.000 ± 0.000 b 57.850 ± 24.567 a 0.000 ± 0.000 b 74.950 ± 40.754 a 24.000 ± 6.489 b
17 0.000 ± 0.000 b 82.000 ± 37.678 a 0.000 ± 0.000 b 89.900 ± 46.062 a 28.250 ± 9.933 b
18 0.000 ± 0.000 b 60.500 ± 30.358 a 0.000 ± 0.000 b 59.850 ± 28.475 a 22.850 ± 4.889 b
19 0.000 ± 0.000 c 50.850 ± 17.993 a 0.000 ± 0.000 c 55.750 ± 21.195 a 24.000 ± 3.814 b
20 0.000 ± 0.000 c 40.650 ± 16.237 b 0.000 ± 0.000 c 77.050 ± 42.364 a 24.550 ± 5.433 bc
21 0.000 ± 0.000 c 46.650 ± 11.996 a 0.000 ± 0.000 c 58.400 ± 16.451 a 24.500 ± 2.133 b
22 0.000 ± 0.000 c 77.920 ± 31.849 a 0.000 ± 0.000 c 71.150 ± 23.974 a 25.600 ± 7.870 b
23 0.000 ± 0.000 b 88.000 ± 30.767 a 0.000 ± 0.000 b 66.550 ± 28.183 a 24.400 ± 3.793 b
24 0.000 ± 0.000 c 105.250 ± 35.554 a 0.000 ± 0.000 c 40.850 ± 15.851 b 28.750 ± 5.569 b
25 0.000 ± 0.000 c 84.950 ± 37.817 a 0.000 ± 0.000 c 50.250 ± 34.004 b 31.100 ± 23.124 bc
28 0.000 ± 0.000 b 79.600 ± 40.974 a 0.000 ± 0.000 b 55.600 ± 17.959 a 23.600 ± 5.190 b
31 0.000 ± 0.000 c 43.800 ± 10.738 a 0.000 ± 0.000 c 49.550 ± 19.576 a 24.600 ± 4.122 b
34 0.000 ± 0.000 c 47.700 ± 16.647 a 0.000 ± 0.000 c 54.700 ± 31.996 a 23.750 ± 8.159 b
37 0.000 ± 0.000 c 49.550 ± 29.175 a 0.000 ± 0.000 c 45.150 ± 17.782 a 22.350 ± 6.939 b
40 0.000 ± 0.000 c 42.950 ± 12.173 a 0.000 ± 0.000 c 48.600 ± 17.716 a 23.850 ± 3.309 b
43 0.000 ± 0.000 b 44.500 ± 25.088 a 0.000 ± 0.000 b 69.650 ± 34.927 a 14.900 ± 7.372 b
46 0.000 ± 0.000 c 32.400 ± 7.432 b 0.000 ± 0.000 c 73.850 ± 42.502 a 17.800 ± 9.935 bc

Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05).

35
En los ovarios de los especímenes irradiados, la destrucción celular se acentúa y el proceso de ovogénesis
es totalmente inhibido. Los ovarios intentan desarrollarse pero el efecto de la irradiación causa que se
forme únicamente una masa indiferenciada de células, se pueden observar algunos espacios vacíos por
algunos grupos celulares que se desintegran, es difícil encontrar folículos ovarios en formación y si se
encuentran estos se tiñen débilmente y son pequeños. A lo largo del órgano se observan finas estructuras
tubulares o estrías, probablemente restos de ovariolas que no se formaron, todas estas estructuras se
tiñen débilmente comparadas con los montajes de los otros grupos. Restos de tubos traqueales y tejido
adiposo pueden ser encontrados en la parte superficial de estos rudimentarios ovarios.
Día 8
(Figs. 25d–f, 26d–f, 28a–c, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Sigue el crecimiento de los ovarios de las
cepas bisexual y T-7 sin irradiar, alcanzando tallas (largo por ancho) promedio de 2.410 mm × 1.485 mm
y de 2.430 mm × 1.320 mm respectivamente. Los ovarios de ambas cepas presentan características
morfológicas e histológicas similares al periodo anterior. Sin embargo la principal diferencia fisiológica
radica en la producción de ovocitos maduros, ya que en este grado de desarrollo se llega a encontrar
una carga promedio de huevos de 42.9 ± 16.6 y de 48.4 ± 22.7 para estas cepas respectivamente, y
probablemente ya están en etapa de oviposición.
Por su lado los ovarios de las hembras silvestres presentan un crecimiento variable y tienen tallas
promedio de 0.850 mm × 0.445 mm con características morfológicas e histológicas similares a las
cepas anteriores pero a los 5 a 6 días de edad, lo que significa que tiene matices blanco grisáceos, y no
es posible aún encontrar formación de ovocitos maduros y difícilmente se pueden observar los folículos
ováricos en crecimiento sin teñirlos. No obstante las tallas anteriores siguen siendo mayores que los
ovarios de los grupos irradiados que son de 0.775 mm × 0.275 mm y de 0.726 mm × 0.308 mm para las
cepas bisexual y T-7 irradiadas respectivamente con formas más largas que anchas.
El  análisis histológico de los montajes teñidos con aceto-orceina en las cepas sin irradiar (bisexual
y T-7), nos indica que en la  parte apical de los órganos los germarios se tiñen bien y se puede ver
los folículos ováricos en diferentes etapas de desarrollo y muy cerca de la base del ovario están ya
los ovocitos maduros, inclusive se pueden observar algunos descendiendo ya por los cortos oviductos
laterales. En estos grupos la tinción después de esta edad ya no es recomendable ya que los ovocitos
maduros no se tiñen completamente y por otro lado debido al grado de avance del desarrollo de los
ovarios, es mejor realizar el  estudio del órgano in toto para tomar las microfotografías y medidas
necesarias bajo un microscopio estereoscópico y posteriormente realizar el conteo de carga de huevos.
En los ovarios de las silvestres, la tinción con aceto-orceina causa que el germario sea claramente visible
en la parte apical del órgano así como los folículos ováricos en crecimiento de formas redondeadas a
elípticas y los folículos basales de mayor tamaño cercanos al oviducto lateral. Pero aún no es posible
identificar ovocitos maduros.
En los ovarios de los especímenes irradiados, la destrucción celular se acentúa y el proceso de ovogénesis
es totalmente inhibido. Los ovarios intentan desarrollarse pero el efecto de la irradiación causa que se
forme únicamente una masa indiferenciada de células, se pueden observar algunos espacios vacíos por
algunos grupos celulares que se desintegran, es difícil encontrar folículos ováricos en formación, y si se
encuentran estos se tiñen débilmente y son pequeños. A lo largo del órgano se observan finas estructuras
tubulares o estrías, probablemente restos de ovariolas que no se formaron, todas estas estructuras se
tiñen débilmente comparadas con los montajes de los otros grupos. Restos de tubos traqueales y tejido
adiposo pueden ser encontrados en la parte superficial de estos rudimentarios ovarios.
Día 9
(Figs. 25g–i, 26g–h, 28d–f, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin
irradiar miden en promedio 2.410 mm × 1.325 mm y 2.380 mm × 1.343 mm respectivamente. Las altas
y bajas en las tallas registradas probablemente se deben a los periodos de oviposición y pausas en estas
etapas de desarrollo. Los ovarios son muy voluminosos, y ya no es necesaria la  tinción ya que con
la disección in toto de estos órganos, y con el conteo de la carga de huevos apoyados con el microscopio
estereoscópico, es posible tener elementos para el diagnóstico. El conteo de ovocitos maduros en

36
promedio puede arrojarnos cantidades de 42.9 ± 16.6 y 48.4 ± 22.7 para estas cepas respectivamente.
Estos ovocitos se identifican con facilidad en la mitad basal del órgano.
En los ovarios de especímenes silvestres es en esta etapa de desarrollo cuando se inicia la producción
de ovocitos maduros, y las características morfológicas son similares a los grupos no irradiados de
aproximadamente 6 días. Alcanzan tallas promedio de 0.885 mm × 0.830 mm y una carga promedio
de huevos de 12.1 ± 13.8. Sin embargo en los datos crudos de las 10 hembras disectadas en el estudio,
la carga de huevos oscilo desde 0 en el 50% de las hembras estudiadas y entre 8–35 huevos en el resto.
Cuando los ovarios de estas moscas se tiñen con aceto-orceina, se pueden observar claramente
el germario, los folículos ováricos en diferentes grados de desarrollo y los ovocitos maduros que ya se
tiñen débilmente por el grado de madurez alcanzado.
Los ovarios de las moscas irradiadas, al momento de la disección son blanco brillante, tienen formas
alargadas pero ya no son traslucidos, y tienen tallas promedio significativamente menores que en las
sin irradiar con 0.800 mm × 0.285 mm y 0.833 mm × 0.265 mm para cepas bisexual y T-7 sin irradiar
respectivamente. El ovario teñido de estas moscas irradiadas presenta como en periodos anteriores
destrucción celular, no hay ovogénesis, la zona del germario está sin teñir, muy raro encontrar folículos
que se forman, y se observan únicamente finas estructuras muy delgadas a la largo del órgano; tubos
traqueales y tejido adiposo se pueden observar ocasionalmente sobre la superficie del órgano.
Día 10
(Figs. 27a–c, 26 i, 28g–i, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin
irradiar presentan en promedio 2.460 mm × 1.460 mm y 2.565 mm × 1.385 mm y cargas de huevo
promedio de 77.7 ± 37.0 y 73.2 ± 30.5 respectivamente, en tanto que los ovarios en las silvestres miden
en promedio 1.323 mm × 0.863 mm. Esto representa un menor tamaño que en las cepas de laboratorio,
pero pueden tener cargas hasta de 35 huevos; en el Cuadro 3 se presenta una media de 3.4 ± 10.3 debido
a la ausencia de ovocitos aún en la mayoría de las hembras estudiadas en este día. Estas características,
de un avanzado desarrollo ovárico contrastan con las encontradas en los ovarios del grupo de hembras
irradiadas que tienen tallas promedio de 0.910 mm × 0.308 mm y 0.915 mm × 0.325 mm para cepas
bisexual y T-7 sin irradiar respectivamente, que si bien han crecido respecto a días anteriores, las
dimensiones siguen siendo significativamente menores que los grupos anteriores.
Las características histológicas en los ovarios de moscas irradiadas siguen un patrón similar a la etapa
anterior y existe una atrofia generalizada debido a la  total inhibición de la  ovogénesis. En el  caso
del montaje de los ovarios de especímenes silvestres teñidos, los folículos ováricos en desarrollo
son fácilmente distinguibles y en la  base los ovocitos maduros listos para ser ovipositados, aunque
a partir de esta fecha estos ovocitos son difíciles de teñir, por lo que es mejor realizar el  estudio-
diagnostico a través del microscopio estereoscópico mediante la disección in toto del órgano, registro
de características morfométricas y del conteo de la carga de huevos.
Días 11–15
(Figs. 27d–i, 30a, 30c–f, 28j–l, 32a–c, 23, 24, 29 y Cuadros 1 2, 3). Es un periodo importante de
desarrollo para las cepas sin irradiar. En este lapso las tallas promedio oscilan entre 2.330 a 2.620 mm
de longitud y de 1.250 a 1.485 mm de ancho para la bisexual y de 2.500 a 2.638 mm de longitud por
1.394 a 1.240 mm de ancho para la T-7 sin irradiar, con cargas de huevo promedio que fluctúan entre
57.8 ± 24.5 y 83.7 ± 31.7 y de 74.9 ± 40.7 y 110.1 ± 20.0 respectivamente; esta alta variación se debe
seguramente a las interfaces de oviposición. Morfológicamente son ovarios muy abultados de color
blanco refractante con una fina membrana que los cubre; son estructuras muy frágiles y la disección
debe hacerse con mucho cuidado para evitar su ruptura antes de tomar microfotografías y registrar los
datos morfométricos. Las mismas características aplican para los ovarios de la cepa silvestre, aunque
las medidas promedio fluctúan entre 1.940 a 2.555 mm de longitud y de 0.963 a 1.010 mm de ancho,
en tanto que el  conteo de ovocitos maduros en este periodo presenta cantidades entre 19.1 ± 6.4 y
27.5 ± 8.9. Estas tallas y carga de huevos menores respecto a las cepas de laboratorio sin irradiar se
mantienen el resto del desarrollo ovárico, al menos hasta los 46 días que duro este trabajo.
En este periodo las tallas promedio de ovarios irradiados oscilan entre 0.825 a 1.0 mm de longitud y de
0.275 a 0.340 mm de ancho para la bisexual y de 0.903 a 0.970 mm de longitud por 0.313 a 0.380 mm

37
de ancho para la T-7. Estos órganos al momento de disectarlos siguen teniendo formas alargadas, color
blanco brillante no translucido. Las dimensiones y características anteriores proporcionan elementos
consistentes para discriminar estos ovarios irradiados de los grupos sin irradiar, incluyendo a las
silvestres.
Además al analizar los montajes con aceto-orceina, se observa como la ovogénesis ha sido detenida,
el germario casi no es visible, ocasionalmente se encuentran remanentes de folículos en formación, y
las finas estructuras tubulares a lo largo del órgano siguen presentes.
Días 16–20
(Figs. 31a–i, 30g–h, 32d–l, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). En los ovarios sin irradiar, las tallas promedio
fluctúan entre 2.430 a 2.485 mm de longitud y de 1.008 a 1.280 mm de ancho para la bisexual y de 2.485
a 2.780 mm de longitud por 1.230 a 1.585 mm de ancho para la T-7, con cargas de huevo promedio que
oscilan entre 40.6 ± 16.2 y 82.0 ± 37.6 y de 89.9 ± 46.0 y 110.1 ± 20.0 respectivamente, existiendo de
nuevo una alta variación por las etapas de oviposición y pausas en estos periodos ya que están en plena
producción de ovocitos maduros. Estos ovarios han crecido casi el doble desde los primeros días que
iniciaron la producción de ovocitos maduros, siguen presentan tonalidades blanco brillante con su fina
membrana que los cubre y como en días anteriores son muy delicados, por lo que su manejo debe ser
con pinzas muy finas y movimientos delicados, para evitar rupturas.
Los ovarios en la cepa silvestre del mismo modo han aumentado sus dimensiones, sin embargo siguen
por debajo de las tallas del grupo de hembras de laboratorio no irradiadas y las medias de los datos
registrados varían en estos días entre 2.180 a 2.263 mm de longitud y de 0.970 a 1.095 mm de ancho,
con una carga de huevos en este periodo entre 22.8 ± 4.8 y 28.2 ± 9.9.
En este periodo los ovarios de las cepas irradiadas, tienen tallas promedio entre 0.980 a 0.998 mm de
longitud y de 0.305 a 0.420 mm de ancho para la bisexual y de 0.973 a 1.003 mm de longitud por 0.355
a 0.396 mm de ancho para la T-7. Tallas que si bien registran un ligero crecimiento respecto a los días
anteriores, las características morfológicas e histológicas siguen siendo similares al periodo anterior.
Por todo lo anterior la diferenciación certera, entre especímenes irradiados y no irradiados, incluyendo
a las silvestres al llegar a este estado de desarrollo fisiológico, es indiscutible.
Días 21–25
(Figs. 34a–f, 30i, 33a–b, 35a–f, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios sin irradiar presentan en
este periodo tallas promedio entre 2.433 a 2.580 mm de longitud y de 1.090 a 1.433 mm de ancho para
la bisexual y de 2.280 a 2.625 mm de longitud por 1.163 a 1.375 mm de ancho para la T-7; esto es casi
el doble de longitud que su ancho, y adquieren formas alargadas y curveadas hacia su eje central, de
color blanco refractante. El conteo de ovocitos maduros en promedio para estas cepas fluctúan entre
46.6 ± 11.9 y 105.2 ± 35.5 y de 40.8 ± 15.8 y 71.1 ± 23.9 respectivamente; esta alta variación se debe
probablemente a las etapas de oviposición y pausas en estos periodos ya que están en plena producción
de ovocitos maduros como lo confirma la alta fecundidad de las hembras de estas cepas en esta etapa
de desarrollo.
Los ovarios en la cepa silvestre se mantienen más o menos estables en sus dimensiones pero siguen por
debajo de las cepas de laboratorio no irradiadas, con promedios en estos días entre 2.175 a 2.310 mm
de longitud y de 0.985 a 1.013 mm de ancho, con una carga de huevos que fluctúa entre 24.4 ± 3.7 y
31.1 ± 23.1. Esta alta variación se debe seguramente a que estos especímenes también están en plena
madurez sexual, con constantes interfaces de oviposición y pausa. Por otro lado es evidente la menor
fecundidad de estos especímenes silvestres comparados con las cepas de laboratorio no irradiadas.
En las hembras irradiadas, los ovarios hacen aún esfuerzos por crecer y alcanzan tallas promedio entre
0.980 a 1.040 mm de longitud y de 0.280 a 0.435 mm de ancho para la bisexual y de 1.002 a 1.088 mm
de longitud por 0.340 a 0.430 mm de ancho para la T-7. Estos órganos al momento de disectarlos siguen
teniendo formas alargadas, color blanco brillante no translucido, ocasionalmente con tejido adiposo y
restos de tubos traqueales adheridos a su superficie.

38
En los montajes con aceto-orceina, se puede identificar como la  ovogénesis ha sido interrumpida,
el germario casi no es visible, esporádicamente se encuentran restos de folículos en formación, y
las finas estructuras tubulares o estriadas siguen presentes a lo largo del órgano. Las dimensiones y
características anteriores nos siguen proporcionando elementos consistentes para discriminar de manera
segura estos ovarios irradiados de los ovarios sin irradiar, incluyendo de las silvestres.
Días 28–34
(Figs. 34g–i, 36a–f, 33c–e, 35g–l, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Siguiendo la  secuencia de análisis
morfométricos y fisiológicos, los ovarios de las cepas de laboratorio sin irradiar presentan en este
período dimensiones promedio de 2.502 ± 0.193 mm de longitud y de 1.223 ± 0.230 mm de ancho
para la bisexual y de 2.405 ± 0.187 mm de longitud y de 1.124 ± 0.124 mm de ancho para la T-7, con
la  apariencia muy similar al periodo anterior. En tanto que la  carga de huevos promedio para estas
cepas fluctúan entre 43.8 ± 10.7 y 79.6 ± 40.9 y de 49.5 ± 19.85 y 55.6 ± 17.9 respectivamente, cifras
que nos indica un importante descenso en la carga de ovocitos maduros respecto al anterior periodo, no
obstante siguen siendo órganos muy voluminosos de color blanco refractante, con múltiples folículos
en diferentes etapas de desarrollo y los ovocitos maduros en su mayoría dispuestos en la mitad inferior
del órgano, e incluso algunos ovocitos pueden observarse descendiendo por los oviductos laterales.
Los ovarios de la cepa silvestre continúan más o menos estables respecto a las dimensiones del anterior
periodo, con promedios en el  periodo de 2.175 ± 0.219 mm de longitud y de 0.992 ± 0.110 mm de
ancho; esto significa que siguen teniendo menor tamaño que ovarios de las cepas de laboratorio no
irradiadas. Las cargas de huevos en estos ovarios silvestres fluctúan entre 23.6 ± 5.1 y 24.6 ± 4.12; esto
representa también un significativo descenso respecto al periodo anterior, tal como se observó en el las
cepas bisexual y T-7 sin irradiar.
En las cepas de laboratorio irradiadas, los ovarios sin éxito en sus intentos por desarrollarse, alcanzan
tallas promedio durante el periodo de 1.117 ± 0.147 mm de longitud por 0.426 ± 0.073 mm de ancho para
la bisexual y de 1.093 ± 0.117 mm de longitud por 0.409 ± 0.065 mm de ancho para la T-7. El resultado
del análisis de los montajes de ovarios de estos especímenes irradiados es similar al periodo anterior,
por lo que separarlos de los ovarios de sin irradiar, considerando también los silvestres, sigue siendo
relativamente fácil y confiable.
Días 37–46
(Figs. 36g–i, 37a–i, 33f–i, 38, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Este periodo fue el último en este trabajo
comparativo, se tomaron los registros finales morfométricos, morfológicos y fisiológicos en todos los
grupos alternando los días 37, 40, 43 y 46.
Los ovarios de las cepas de laboratorio sin irradiar promediaron dimensiones de 2.616 ± 0.262 mm de
longitud y de 1.236 ± 0.159 mm de ancho para la bisexual y de 2.573 ± 0.269 mm de longitud y de
1.056 ± 0.208 mm de ancho para la T-7 sin irradiar; estas tallas son las más altas registradas sobre todo
en la longitud de estos órganos. Por otro lado la carga de huevos promedio para estas cepas fluctuaron
entre 32.4 ± 7.4 y 49.5 ± 29.1 y de 45.1 ± 17.7 y 73.8 ± 42.5 respectivamente, cifras que nos indican
un importante descenso en la carga de ovocitos maduros respecto a periodos anteriores, principalmente
entre los días 12 y 28, que fue cuando se registraron las cargas de huevos más altas para estas cepas. No
obstante los ovarios siguen siendo órganos muy corpulentos, que ocupan la mayor parte de la cavidad
abdominal, de color blanco refractante con numerosos folículos en diferentes estados de desarrollo y
los ovocitos maduros en su mayoría dispuestos en la mitad inferior del órgano.
Los ovarios de la cepa silvestre experimentan un ligero crecimiento respecto a las dimensiones del
anterior periodo, alcanzando promedios de 2.182 ± 0.205 mm de longitud y de 0.906 ± 0.112 mm de
ancho, pero sin alcanzar las tallas de las cepas de laboratorio no irradiadas. Las cargas de huevos en los
ovarios silvestres fluctuaron en este periodo entre 14.9 ± 7.3 y 23.8 ± 3.3, representando también un
ligero descenso respecto al periodo anterior sin ser tan marcado como en el las cepas bisexual y T-7 sin
irradiar.

39
Figura 30. Maduración de ovaries en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovaries irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovaries tenidos): (a) T-7
irradiada 11 días; (b) silvestre 10 días; (c) bisexual irradiada 12 días; (d) T-7 irradiada 13 días; (e) bisexual irradiada 14 días;
(f) T-7 irradiadal5 días; (g) Bisexual irradiada 17 días; (h) T-7 irradiada 19 días; (i) Bisexual irradiada 21 días: Fb — Folículo
basal, Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Om — Ovocito maduro, Ta – Tej ido adiposo, Tt —
Tubo traqueal.

40
Figura 31. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 16 días; (b)
silvestre 16 días; (c) bisexual irradiada 16 días; (d) bisexual sin irradiar 18 días; (e) silvestre 18 días; (f) T-7 irradiada 18 días;
(g) T-7 sin irradiar 20 días; (h) silvestre 20 días; (i) bisexual irradiada 20 días: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas,
Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Germario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral, Om — Ovocito
maduro, Ta —Tejido adiposo, Tt —Tubo traqueal.

41
a b c

d e f

g h i

j k l

Figura 32. Caracteristicas morfometricas y morfol6gicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual
sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hem bras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes
edades: (a) bisexual sin irradiar 14 días; (b) silvestre 14 dia; (c) T-7 irradiada 14 días; (d) T-7 sin irradiar 16 días; (e) silvestre
16 días; (t) bisexual irradiada 16 días; (g) bisexual sin irrad iar 18 días; (h) silvestre 18 días; (i) T-7 irradiada 18 días; (j) T-7
sin irradiar 20 días; (k) silvestre 20 días, (l) bisexual irradiada 20 días: (Cada cuadricula representa una escala de mi Ii metro
cuadrado dividido en 10 unidades).

Los ovarios irradiados no experimentaron mayores cambios con relación al periodo anterior,
registrando dimensiones promedio de 1.083 ± 0.123 mm de longitud por 0.401 ± 0.064 mm de ancho
para la bisexual y de 0.995 ± 0.113 mm por 0.390 ± 0.064 mm para la T-7.
Los ovarios de hembras irradiadas en esta última etapa comparativa continúan teniendo formas
alargadas, color blanco brillante, han perdido las características de traslucidez como en los primeros
días de desarrollo, ocasionalmente con tejido adiposo y restos de tubos traqueales adherido a su
superficie, y frecuentemente suelen encontrarse las glándulas accesorias turgentes, llenas seguramente
por los líquidos glandulares en su interior.
En los montajes con aceto-orceina resulta evidente que la  ovogénesis ha sido totalmente inhibida,
el germario sin poca tinción casi no es visible. Muy rara vez se encuentran restos de folículos en
formación, las finas estructuras tubulares o estriadas siguen presentes a lo largo del órgano, y es posible

42
observar lo restos de tubos traqueales teñidos. Las dimensiones y características anteriores en conjunto,
nos siguen aportando elementos sólidos para discriminar de manera segura y confiable estos ovarios
irradiados del grupo de las silvestres y de las cepas de laboratorio sin irradiar.

Figura 33. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios tefiidos): (a) T-7
irradiada 23 días; (b) bisexual irradiada 25 días; (c) T-7 irradiada 28 días; (d) bisexual irradiada 31 días; (e) T-7 irradiada 34
días; (f) bisexual irradiada 37 días; (g) T-7 irradiada 40 días; (h) bisexual irradiada 43 días; (i) T-7 irradiada 46 días: Fb —
Folículo basal, Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal.

43
Figura 34. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) bisexual sin irradiar 22 días;
(b) Silvestre 22 días; (c) T-7 irradiada 22 días; (d) T-7 sin irradiar 24 días; (e) silvestre 24 días; (f) bisexual irradiada 24 días;
(g) bisexual sin irradiar 28 días; (h) silvestre 28 días; (i) T-7 irradiada 28 días: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas,
Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Gennaria, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral, Om — Ovocito
maduro, Tt — Tubo traqueal.

44
a b c

d e f

g h i

j k l

Figura 35. Caracteristicas morfometricas y morfológicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual
sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hem bras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes
edades: (a) bisexual sin irradiar 22 días; (b) silvestre 22 dia; (c) T-7 irradiada 22 días; (d) T-7 sin irradiar 24 días; (e) silvestre
24 días; (f) Bisexual irradiada 24 días; (g) Bisexual sin irradiar 28 días; (h) silvestre 28 días; (i) T-7 irradiada 28 días; (j) T-7
sin irradiar 34 días; (k) silvestre 34 días, (l) Bisexual irradiada 34 días: (Cada cuadricula representa una escala de milimetro
cuadrado dividido en 10 unidades).

45
Figura 36. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irrad iadas a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 31 días;
(b) silvestre 31 días; (c) bisexual irradiada 31 días; (d) Bisexual sin irradiar 34 días; (e) silvestre 34 días; (f) T-7 irradiada
34 días; (g) T-7 sin irradiar 37 días; (h) Silvestre 37 días; (i) Bisexual irradiada 37 días: Cv — Conducto vaginal, Esp —
Espermatecas, Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Gennario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral,
Om — Ovocito maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal.

46
Figura 37. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) bisexual sin irradiar 40 días;
(b) silvestre 40 días; (c) T-7 irradiada 40 días; (d) T-7 sin irradiar 43 días; (e) silvestre 43 días; (f) bisexual irradiada 43 días;
(g) bisexual sin irradiar 46 días; (h) silvestre 46 días; (i) T-7 irradiada 46 dias: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas,
Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Germario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral, Om — Ovocito
maduro, Tt — Tubo traqueal.

47
a b c

d e f

g h i

j k l

Figura 38. Caracteristicas morfométricas y morfológicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual
sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hembras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes
edades: (a) bisexual sin irradiar 37 días; (b) silvestre 37 dia; (c) T-7 irradiada 37 días; (d) T-7 sin irradiar 40 días; (e) silvestre
40 días; (f) bisexual irradiada 40 días; (g) bisexual sin irradiar 43 días; (h) silvestre 43 días; (i) T-7 irradiada 43 días; (j) T-7
sin irradiar 46 días; (k) silvestre 46 días, (l) Bisexual irradiada 46 días: (Cada cuadricula representa una escala de milimetro
cuadrado dividido en 10 unidades).

48
a b c

Figura 39. Montajes de Espermatecas; (a) espermateca de hembra silvestre de 7 días de edad, sin esperma: (b) espermateca
de hembra silvestre de 20 días de edad, con esperma; (c) espermateca de hembra silvestre de 20 días de edad, con esperma,
magnificación 100×: Ce — Conducto espermatecal, Esp — Espermatecas, Ez — Espermatozoides, Ta — Tejido adiposo.

49
6. Determinación de la fertilidad o esterilidad
de moscas machos de A. ludens mediante
el análisis citohistológico de los testículos
En los programas donde emplean la  TIE, las moscas machos capturadas en las trampas pueden ser
silvestres o estériles. Para poder diferenciarlos, hay que conocer el sistema reproductor masculino.

6.1. Sistema reproductor de los machos


La función principal del sistema reproductor masculino de A. ludens como en otros tefritidos es producir
suficientes espermatozoides viables y suministrarlos a la hembra durante la copula para la fertilización
de los óvulos. El sistema reproductor de los machos de A. ludens es similar a otros tefritidos. Debido a
controversias sobre la terminología utilizadas en el tema, aquí nos basamos en el trabajos de Matzuda
(1976), McAlpine (1981) y Martínez y Hernández-Ortiz (1997), en tanto que para las estructuras
internas en particular en los trabajos de Hanna (1938), Guillén (1983) y Guillen et al. (2016). El sistema
reproductor masculino se localiza en la región posterodorsal de los últimos dos segmentos abdominales
y consta de las siguientes estructuras (Fig. 40):
Testículos. Son de forma ovoide y la membrana o cubierta que los protege es una simple capa epitelial
cubierta de tejido conectivo que forma una cápsula que encierra a todas las células implicadas en
la  espermatogénesis. En los primeros días de edad (0-8) tienen una coloración de blanco a blanco
amarillento pero a medida que avanzan en su desarrollo adquieren un amarillo más intenso y brillante.
En los machos maduros silvestres de 21–25 días de edad alcanzaron tallas promedio de 1.204 mm de
longitud por 0.268 mm de ancho. De acuerdo a las diferentes células en desarrollo, el testículo puede
dividirse en cuatro zonas (Fig. 41). En la parte apical del órgano se encuentra la zona de crecimiento o
germario, donde se encuentran las células espermatogoniales y espermatocítos primarios y secundarios.
La  siguiente es la  zona de espermátidas, que se encuentran en sacos membranosos o vejigas en
diferentes etapas de desarrollo en un proceso sincronizado para convertirse en espermatozoides. En
la región intermedia esta la zona de los paquetes de esperma, formada por grupos de espermatozoides
compactados con apariencia filamentosa. La última es la zona basal de los testículos, donde en machos
maduros se acumula gran cantidad de espermatozoides libres los cuales provienen de los paquetes
de esperma donde previamente maduraron. Cada testículo se interconecta con un conducto deferente
también llamado vaso deferente.
Conductos deferentes/Vasos deferentes. Conductos tubulares que se conectan por un extremo a
la base de cada testículo, donde estos conductos son más ensanchados y el otro extremo desemboca en
la parte anterior del conducto eyaculador donde son más delgados.
Conducto eyaculador. Este largo ducto está formado por tres secciones. La primera, la más anterior y
más amplia, es donde el conducto deferente de cada testículo, los conductos de las glándulas accesorias
y de las vesículas seminales desembocan. La segunda, es la sección media, es más larga y de menor
diámetro que la anterior y a medida que se aproxima al apodema eyaculatorio se vuelve cada vez más
delgada hasta continuar a través de la base este órgano. Finalmente esta la tercera sección la cual se
inicia más allá de la bomba espermática; la mayor parte de esta sección está cubierta por una gruesa
capa de células que la hacen ver de un diámetro mayor. Concluye esta sección antes de llegar a la base
del basiphallus donde se conecta con la glándula aedeagal.
Vesículas seminales. Hay dos vesículas seminales que son de forma alargada con paredes más delgadas
que las paredes de las glándulas accesorias; los espermatozoides libres, al parecer inmersos en una
secreción pueden ser visibles en su interior. Las vesículas desembocan en la parte anterior del conducto
eyaculador paralelamente a los conductos (vasos) deferentes.

50
Glándulas accesorias. Estas están presentes en pares y pueden ser de tamaño grande, mediano con
o sin bifurcaciones, y/o pequeño, todas con aspecto traslúcido y su pared es ligeramente más gruesa
que el de las vesículas seminales. En el caso de A. ludens se reportan siete pares de las cuales, una es
larga, bifurcada y constreñida en su base, dos medianas simples y cuatro pequeñas. Todas las glándulas
desembocan alrededor de la región dorsal de la primera sección del conducto eyaculatorio para cooperar
con sus secreciones a la formación del fluido seminal y mantenimiento de los espermatozoides.
Bomba de esperma. Este órgano tiene forma redondeada de forma de pera o espátula y se compone
de dos estructuras altamente esclerotizadas de naturaleza cuticular, la primera o apodema eyaculatorio
tiene forma alargada, es la más grande y propiamente es un saco muscular más ancho en su extremo
distal. La otra estructura tiene forma de cápsula semiesférica que rodea al conducto eyaculador y es
aquí donde se insertan los tejidos musculares. Se cree que este órgano causa contracciones musculares
creando una presión que empuja al líquido seminal que contiene los espermatozoides maduros al
extremo terminal del conducto eyaculador.
Glándula aedeagal. Es un órgano único, un tanto alargado, y por lo general voluminoso. Está formado
por la unidad glandular, el cual rodea al depósito glandular cuticular. La región basal de este depósito
es más angosta y se conecta en un espacio entre la pared del conducto eyaculador y el aedeagus, justo
al lado del basiphallus.
Aedeago. La  estructura final del sistema reproductor masculino lo forma el  aedeagus. Este órgano
está unido en su extremo distal a la última sección del conducto eyaculador y consta de un fino tubo
esclerotizado que se enrolla sobre sí mismo y que junto con otras estructuras de la terminalia del macho
forman la  mayor parte del órgano copulador, que se adapta anatómicamente y fisiológicamente para
la cópula y transferencia del esperma a las hembras.

6.2. Maduración sexual de los machos y efecto de la irradiación en


los testículos
La maduración sexual en los machos se inicia cuando el adulto emerge de la pupa, situación que no se
presenta en las hembras. En los machos, desde el primer día, mínimas cantidades de espermatozoides
libres pueden alojarse en la base de los testículos, sin embargo es hasta el cuarto día de edad cuando éstos
pueden ser visibles y cuantificables en los montajes por la cantidad que se acumula en la desembocadura
de los vasos deferentes; estas cantidades aumentan con la edad.
La espermatogénesis en los testículos de A. ludens es similar a otros dípteros. Normalmente, las células
espermatogoniales primarias que ocupan la región apical de los testículos se convierten en secundarias
las cuales después de sucesivas divisiones mitóticas producen espermatocítos primarios que a su vez se
dividen meioticamente para producir espermatocítos secundarios que más adelante se transforman en
espermátidas. Al continuar la espermatogénesis, las espermátidas dan lugar a los manojos de esperma
que están fuertemente unidos entre ellos pero, que al ir madurando, se van aflojando y finalmente se
rompe la pared del saco que los contiene y el esperma ya libre se aloja en la base del testículo, en los
conductos deferente y al final se almacenan en el interior de la vesícula seminal.
Entre el sexto y el séptimo día después de la emergencia de los machos, las diferencias histológicas entre
los testículos de los machos no irradiados (silvestres, bisexual y T-7) y los irradiados (cepa bisexual
y T-7) son claras, por lo tanto un diagnóstico de diferenciación entre estos grupas es confiable. Los
machos silvestres y no irradiados continúan con el proceso normal de la espermatogénesis, en tanto que
los machos irradiados muestran clara inhibición mitótica, muerte celular y desintegración celular, que
producen gradualmente una interrupción completa de las células implicadas en la espermatogénesis.
Consecuentemente, la posibilidad de generar nuevas células espermatogoniales se elimina, y sólo las
células espermátidas que estaban en fase de desarrollo cuando la irradiación se llevó a cabo alcanzan a
transformarse en esperma denso anormal. Estos espermatozoides anormales se acumulan gradualmente
en la base de los testículos hasta casi llenar completamente la cavidad testicular en los últimos días de
la vida de los machos (Fig. 49c–i).

51
Vaso/Conducto
deferente

Testículo

Glándulas accesorias

Vesícula seminal Conducto eyaculador

Bomba espermática

Basiphallus
Glándula aedeagal

Aedeagus

Figura 40. Sistema reproductor de un macho de Anastrepha ludens (Loew) de 20–25 días de edad.

Células apicales
Espermatogoniales

Zona de
Crecimiento
Espermatocítos
Primarios y
Secundarios

Zona de
Quistes con Espermátidas
Espermátidas

Manojos de Zona de
Esperma Manojos de
Esperma
Funda del
Testículo

Esperma libre Zona Basal del


Testículo
Ducto/Vaso
Deferente

Figura 41. Testículo de un macho silvestre de Anastrepha ludens (Loew) de 20–25 días de edad.

52
a Epg
b Epg c Epg
Esp
Esp Esp

Ess Ess Ess

Est

Est

Est
Msp
Msp Msp
Vd Vd Vd

d e Epg f Epg
Epg
Esp Esp Esp
Est
Ess Est Ess

Vd
Ess

Est
Msp Vd
Msp Msp
Vd

g h Epg i Epg
Epg
Esp Esp
Esp

Ess
Ess
Est

Est
Ess

Msp Est

Figura 42. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) bisexual
sin irradiar 0 días; (b) silvestre 0 días; (c) T-7 irradiada 0 días; (d) T-7 sin irradiar 1 día; (e) silvestre 2 días; (f) bisexual
irradiada 3 días; (g) T-7 sin irradiar 1 día, región apical aumentada; (h) silvestre 2 días, región apical aumentada; (i) bisexual
irradiada 3 días, región apical aumentada: Epg — Espermatogonias, Esp — Espermatocitos primarios, Ess — Espermatocitos
secundarios, Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso deferente, Est — Espermátidas.

53
Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada
Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre
1.800

1.600

1.400

1.200
Longitud (mm)

1.000

0.800

0.600

0.400

0.200

0.000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46
Edad (días)
Figura 43. Longitud de testículos de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados
con cepas bisexual y T-7 rradiados desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el
error estándar. En cada edad n = 10.

Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada
Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre
0.450

0.400

0.350

0.300
Ancho (mm)

0.250

0.200

0.150

0.100

0.050

0.000
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46
Edad (días)

Figura 44. Ancho de testículos de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con
cepas bisexual y T-7 irradiados desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el error
estándar. En cada edad n = 10.

54
a Epg Epg
c
b
Esp
Esp
Ess
Ess
Zcr
Est

Est Est

Msp

Msp

e Est
d Est f
Msp

Msp

Msp

El

El

El

Vd Vd
Vd

g h i
Epg Epg
Esp
Esp
Zcr
Ess
Msp
Ess
Est

Est

El
Msp

Figura 45. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) T-7
sin irradiar 1 días, región basal; (b) silvestre 2 días, región basal; (c) bisexual irradiada 3 días, región basal; (d) bisexual
sin irradiar 4 días, región apical; (e) silvestre 5 días, región apical; (f) T-7 irradiada 6 días región apical; (g) bisexual sin
irradiar 4 día, región basal; (h) silvestre 5 días región basal; (i) T-7 irradiada 6 días, región basal: El — Esperma libre,
Epg — Espermatogonias, Esp — Espermatocitos primarios, Ess — Espermatocitos secundarios, Msp — Manojos de
esperma, Vd — Vaso deferente, Est — Espermátidas.

55
a b c

d e f

g h i

j k l

m n ñ

Figura 46. Características morfométricas y morfológicas de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7,
bisexual sin irradiar y silvestres comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados
a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 1 día; (b) silvestre 2 días; (c) bisexual irradiada 3 días; (d) bisexual sin irradiar 4
días; (e) silvestre 5 días; f) T-7 irradiada 6 días; (g) T-7 sin irradiar 7 días; (h) silvestre 7 días; (i) T-7 irradiada 7 días; (j)
bisexual son irradiar 8 días; (k) silvestre 9 días, (l) T-7 irradiada 10 días; (m) T-7 sin irradiar 12 días; (n) silvestre 14 días y
(ñ) bisexual irradiada 16 días. (Cada cuadricula representa una escala de milímetro cuadrado dividido en 10 unidades).

56
a Epg b Epg c
Esp Epg
Esp
Ess
Esp
Ess
Ess

Est Est
Est

Msp Msp Msp

El El El
Vd
Vd Vd

d Epg e Epg f
Epg

Esp
Esp
Ess Esp
Est
Ess Est

Est

Ess Msp

Msp

g h Est
i
Msp
Est

Msp

Msp

El
El El

Vd Vd Vd

Figura 47. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) T-7 sin
irradiar 7 días; (b) silvestre 7 días; (c) bisexual irradiada 7 días; (d) T-7 sin irradiar 7 días, región apical; (e) silvestre 7 días,
región apical; (f) bisexual irradiada 7 días región apical; (g) T-7 sin irradiar 7 días, región basal; (h) silvestre 7 días región
basal; (i) bisexual irradiada 7 días, región basal: El — Esperma libre, Epg — Espermatogonias, Esp — Espermatocitos
primarios, Ess — Espermatocitos secundarios, Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso deferente, Est — Espermátidas.

57
a Epg b Epg c
Esp
Esp
Ess
Ess
Zcr
Est

Est Est

Msp

Msp

Est
d Est e f
Msp

Msp

Msp

El

El

El

Vd Vd
Vd

g Epg h Epg i
Esp
Esp
Zcr
Ess
Msp
Ess
Est

Est

El
Msp

Figura 48. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) bisexual
sin irradiar 8 días, región apical; (b) Silvestre 9 días, región apical; (c) T-7 irradiada 10 días, región apical; (d) bisexual sin
irradiar 7 días, región basal; (e) silvestre 9 días, región basal; (f) T-7 irradiada 7 días región basal; (g) T-7 sin irradiar 11
días, región apical; (h) silvestre 13 días región apical; (i) bisexual irradiada 15 días, región apical: El — Esperma libre,
Epg — Espermatogónias, Ft — Funda del testículo, Esp — Espermatocítos primarios, Ess — Espermatocítos secundarios,
Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso deferente, Est — Espermátidas, Zcr — Zona de crecimiento.

58
a b Est c
Msp
Msp

El

Msp

Vd

El
El
Vd
Vd

d Epg
e Esp
Epg
f
Ess Zcr
Esp

Ess Est Msp

El

Est

Msp Vd
Msp

g h i Msp
Msp

Msp

El

Vd El
El

Vd
Vd

Figura 49. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) T-7 sin
irradiar 11 días, región basal; (b) silvestre 13 días, región basal; (c) bisexual irradiada 15 días, región basal; (d) bisexual sin
irradiar 16 días, región apical; (e) silvestre 18 días, región apical; (f) T-7 irradiada 19 días región apical; (g) bisexual sin
irradiar 16 día, región basal; (h) silvestre 18 días región basal; (i) T-7 irradiada 19 días, región basal: El — Esperma libre,
Epg — Espermatogónias, Ft — Funda del testículo, Esp — Espermatocítos primarios, Ess — Espermatocítos secundarios,
Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso deferente, Est — Espermátidas, Zcr — Zona de crecimiento.

59
Basándose en las características de la espermatogénesis, una guía práctica para la rápida diferenciación
entre machos no irradiados de las diferentes cepas de laboratorio y machos silvestres puede ser:
1. Machos no irradiados de las cepas T-7 y bisexual desde la  emergencia hasta 5 ó 6 días de edad
muestran características de madurez sexual temprana o inicial. Después de 6 días de edad, pueden
ser considerados como de madurez sexual avanzada.
2. Los machos silvestres desde la emergencia hasta los 7 ó 8 días de edad aunque los testículos de una
talla ligeramente menor que en las cepas de laboratorio, muestran características de madurez sexual
temprana o inicial. Después de 8 días de edad, pueden ser considerados como de madurez sexual
avanzada.
Sin embargo, para una descripción más completa de las características de estos testículos y el daño
por irradiación para poder diagnosticar la condición de esterilidad o de la fertilidad de los machos
capturados se recomienda ir a la Sección 6.4.

6.3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de los machos


Procedimientos de disección de los testículos
El abdomen del macho a estudiar se coloca en un frasco con solución salina (Sección 4 y Apéndice 2).
Se extrae el  abdomen del frasco y se coloca en un portaobjetos de microscopio en posición dorsal
de manera que los últimos segmentos abdominales apunten hacia el observador. Utilizando lentes de
magnificación (10× a 30×) de un microscopio estereoscópico y con la ayuda de pinzas entomológicas
de punta extrafina No. 5, los segmentos abdominales ventrales y dorsales deben ser cuidadosamente
separados. Una vez expuesto el interior del abdomen, el sistema reproductivo de los machos debe ser
separado con mucha delicadeza para evitar la ruptura de sus diferentes estructuras (testículos, glándulas
accesorias, apodema eyaculatorio, etc.). La disección se debe realizar con el abdomen sumergido en
agua destilada para evitar la deshidratación de las estructuras. Con el fin de centrarse en los testículos,
los tejidos restantes que no son de interés para el estudio deben ser eliminados.
Los testículos están situados en los extremos laterales inferiores de los últimos segmentos del abdomen;
éstos son ovoides con tonos que van desde el amarillo pálido a amarillo intenso. Una vez localizados
y aislados de otros tejidos, los testículos se transfieren a otro portaobjetos de microscopio y se añaden
una o dos gotas de aceto-orceina (Apéndice 8). Se necesitan de 3 a 4 minutos para que las células
implicadas en la  espermatogénesis sean eficientemente teñidas. Una vez que las células han sido
teñidas, los testículos se cubren con un cubreobjetos para su observación al microscopio compuesto.
Debe utilizarse un lente objetivo de 10× para localizar los testículos y lentes de 40× y 100× para
el análisis citohistológico de la preparación. Las células de la zona germinativa o de crecimiento en los
testículos de machos sexualmente maduros de cepas de laboratorio no irradiadas y/o silvestres, se tiñen
de un rojo carmesí más intenso que las otras células debido a la reacción positiva de la aceto-orceina
con el material cromática del núcleo. Los grupos de espermátidas en la zona de espermátidas por lo
general tienen un patrón triangular o en forma de ovoide.
Si se desea un montaje permanente, los testículos disectados se deben transferir a un nuevo
portaobjetos de microscopio plano y cubrir con un medio de montaje (bálsamo de Canadá, líquido
Hoyer o Entellan), antes de colocar el  cubreobjetos. Si el  equipo de microscopía tiene una cámara
digital instalado en él, vale la pena tomar microfotografías a diferentes aumentos para tener un registro
electrónico del montaje.
Fertilidad o esterilidad en los machos
Los siguientes criterios deben ser considerados:
1. Si los testículos muestran las diferentes etapas de la  espermatogénesis bien definidas y
completas, la mosca debe determinarse como fértil. Las diferentes zonas se encuentran bien
definidas y pueden ser identificados fácilmente. Las diferentes células en la  zona germinativa o
zona de crecimiento se tiñen intensamente y mantienen una distribución uniforme sin grandes
espacios intercelulares. Las espermátidas en sus quistes o pequeños sacos se observan bien

60
definidos entre la zona de crecimiento y de la zona de los paquetes de esperma. Los paquetes de
esperma son abundantes y compactados, aunque algunos se han aflojado, ya que al madurar liberan
espermatozoides que se acumulan en la  base de los testículos, y más adelante migran al ducto
deferente y vesícula seminal.
2. Si los testículos muestran daño histológico evidente, la mosca debe determinarse como estéril.
Este daño se observa como una clara destrucción de células espermatogoniales, y las que quedan
están muy débilmente teñidas; además se observan grandes espacios intercelulares. Las espermátidas
son muy escasas y algunas incluso pueden ubicarse en la zona de crecimiento, lo mismo que restos
de paquetes de esperma y ocasionalmente algunos espermatozoides libres. El resto de la cavidad
testicular es ocupada por esperma denso anormal que tiene un aspecto de hilo enmarañado. Estos
espermatozoides anormales eventualmente también pueden migran a los ductos deferentes y a
la vesícula seminal.
Si las moscas estériles son liberadas a edades uniformes, una vez que han alcanzado la madurez sexual
(al menos 5-6 días después de la emergencia), el error esperado para la determinación de la esterilidad
o fertilidad es nulo, siempre que los ejemplares capturados se encuentran en buenas condiciones. Sin
embargo, si al estudiar el montaje de los testículos aún quedan dudas, entonces la determinación final
de la condición de estéril o fértil de los machos capturadas por los sistemas de trampeo se puede
realizar teniendo como base los criterios técnicos detallados que se describen en la Sección 6.4.

6.4. Maduración de testículos en machos silvestres, cepa bisexual


y Tapachula 7 sin irradiar comparada con las cepas bisexuales y
Tapachula 7 irradiadas
Día 0 (Emergencia)
(Figs. 42a–c, 43, 44 y Cuadros 4, 5). La espermatogénesis se ha iniciado ya en los testículos de todos
los grupos. Se puede distinguir en la  zona apical (1/3 superior) la  zona germinativa compuesta por
células espermatogoniales, espermatocítos primarios y secundarios los cuales están en desarrollo y se
observan bien definidos y fuertemente teñidos por la  aceto-orceina. Esta zona de crecimiento más o
menos uniforme ocupa un 25 a 30% de la  longitud total del testículo, aunque en machos silvestres
puede extenderse hasta poco más del 40% del testículo. La zona que ocupan las espermátidas a esta
edad también ya está presente en forma de pequeños quistes agrupados de manera irregular con típica
apariencia de huellas digitales o semicirculares. En el resto de la cavidad testicular están los manojos
de esperma que junto con la zona de espermátidas pueden llegar a ocupar hasta 70 a 75% de la parte
inferior del testículo.
El esperma libre es muy difícil de apreciar en la base de estos órganos debido a la escasa o nula
liberación de los manojos.
Al momento de hacer la disección para separar los testículos de la cavidad abdominal estos son de forma
ovoide alargada y de coloraciones blanco-amarillento y con tallas muy similares entre los diferentes
grupos que en promedio miden 0.983 ± 0.867 mm de largo por 0.314 ± 0.04 mm de ancho, lo que junto
con las características histológicas anteriores hace imposible establecer diferencias entre los grupos.
Días 1-3
(Figs. 42d–i, 45a–c, 46a–c 43, 44 y Cuadros 4, 5). En los siguientes 3 días de desarrollo testicular
se observa en todos los grupos un ligero aumento en la talla de estos órganos, llegando a alcanzar al
finalizar este periodo un promedio de 1.063 ± 0.076 mm de longitud por 0.312 ± 0.035 mm de ancho
sin que estos cambios tengan alguna importancia morfométrica para diferenciar unos de otros.
La zona germinativa en los diferentes grupos llega a llenar la parte apical de los testículos hasta
aproximadamente en un 30-36% de la  longitud de estos testículos; esta zona se puede observar en
estos días con gran cantidad de espermatocítos primarios y secundarios más o menos de igual tamaño y
fuertemente teñidos de color rojo carmín por la acción del colorante.

61
Cuadro. 4. Efecto de la radiación gama de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de los organos
reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas
bisexual y T-7 irradiados (Media ± DE). Longitud de testículos en los diferentes grupos en mm. En cada grupo
N = 10 machos por día.

Longitud de testículos
Edad Cepa bisexual Cepa bisexual sin Cepa tapachula 7 Cepa tapachula 7
Silvestres
(días) irradiada irradiadr irradiada sin irradiar
0 0.980 ± 0.040 abc 1.020 ± 0.093 ab 0.910 ± 0.055 c 1.053 ± 0.085 a 0.955 ± 0.065 bc
1 1.125 ± 0.087 a 1.130 ± 0.064 a 1.000 ± 0.071 b 1.058 ± 0.087 ab 0.958 ± 0.073 b
2 1.068 ± 0.053 a 1.093 ± 0.088 a 1.021 ± 0.206 a 1.050 ± 0.092 a 0.998 ± 0.114 a
3 1.050 ± 0.067 a 1.105 ± 0.079 a 1.043 ± 0.112 a 1.098 ± 0.060 a 1.023 ± 0.064 a
4 1.040 ± 0.080 a 1.100 ± 0.095 a 1.050 ± 0.117 a 1.088 ± 0.082 a 1.055 ± 0.137 a
5 1.080 ± 0.064 bc 1.260 ± 0.030 a 1.043 ± 0.103 c 1.159 ± 0.087 ab 1.043 ± 0.105 c
6 1.095 ± 0.100 bc 1.255 ± 0.057 a 1.005 ± 0.061 c 1.155 ± 0.119 ab 1.110 ± 0.083 bc
7 1.035 ± 0.082 b 1.263 ± 0.069 a 1.008 ± 0.081 b 1.210 ± 0.109 a 1.080 ± 0.103 b
8 1.158 ± 0.069 a 1.225 ± 0.051 a 1.011 ± 0.089 b 1.202 ± 0.144 a 1.090 ± 0.124 ab
9 1.210 ± 0.077 ab 1.237 ± 0.107 a 0.994 ± 0.049 c 1.185 ± 0.098 ab 1.118 ± 0.100 b
10 1.193 ± 0.082 ab 1.253 ± 0.128 a 1.088 ± 0.091 b 1.240 ± 0.064 a 1.128 ± 0.132 ab
11 1.095 ± 0.099 cd 1.343 ± 0.130 a 1.005 ± 0.066 d 1.253 ± 0.089 ab 1.168 ± 0.053 bc
12 1.155 ± 0.159 abc 1.203 ± 0.090 ab 1.032 ± 0.089 c 1.293 ± 0.113 a 1.125 ± 0.077 bc
13 1.135 ± 0.114 bc 1.305 ± 0.096 a 1.040 ± 0.063 c 1.225 ± 0.160 ab 1.200 ± 0.098 ab
14 1.048 ± 0.133 bc 1.253 ± 0.108 a 0.973 ± 0.094 c 1.150 ± 0.077 ab 1.168 ± 0.116 ab
15 1.050 ± 0.059 c 1.240 ± 0.094 a 0.888 ± 0.112 d 1.183 ± 0.084 ab 1.103 ± 0.085 bc
16 1.043 ± 0.087 b 1.290 ± 0.099 a 0.901 ± 0.110 c 1.263 ± 0.105 a 1.123 ± 0.118 b
17 1.093 ± 0.154 a 1.185 ± 0.121 a 0.932 ± 0.087 b 1.238 ± 0.078 a 1.140 ± 0.097 a
18 0.948 ± 0.105 bc 1.283 ± 0.144 a 0.933 ± 0.087 c 1.268 ± 0.096 a 1.088 ± 0.092 b
19 1.015 ± 0.090 c 1.253 ± 0.089 a 0.940 ± 0.048 c 1.228 ± 0.062 ab 1.135 ± 0.109 b
20 1.005 ± 0.103 bc 1.213 ± 0.124 a 0.954 ± 0.099 c 1.290 ± 0.120 a 1.148 ± 0.115 ab
21 1.008 ± 0.103 c 1.353 ± 0.090 a 0.888 ± 0.139 c 1.180 ± 0.046 b 1.193 ± 0.169 b
22 1.065 ± 0.081 b 1.280 ± 0.108 a 0.898 ± 0.093 c 1.258 ± 0.096 a 1.225 ± 0.139 a
23 0.925 ± 0.094 b 1.268 ± 0.127 a 0.884 ± 0.130 b 1.280 ± 0.097 a 1.213 ± 0.123 a
24 0.920 ± 0.076 b 1.310 ± 0.097 a 0.884 ± 0.102 b 1.243 ± 0.086 a 1.188 ± 0.140 a
25 0.930 ± 0.084 c 1.365 ± 0.070 a 0.868 ± 0.143 c 1.278 ± 0.074 ab 1.203 ± 0.096 b
28 0.950 ± 0.067 b 1.330 ± 0.080 a 0.848 ± 0.084 b 1.178 ± 0.308 a 1.275 ± 0.138 a
31 0.995 ± 0.057 b 1.295 ± 0.131 a 0.992 ± 0.120 b 1.250 ± 0.097 a 1.245 ± 0.119 a
34 0.963 ± 0.096 b 1.290 ± 0.076 a 0.999 ± 0.076 b 1.285 ± 0.094 a 1.313 ± 0.117 a
37 0.943 ± 0.094 b 1.290 ± 0.145 a 0.872 ± 0.082 b 1.280 ± 0.082 a 1.220 ± 0.158 a
40 0.983 ± 0.081 c 1.380 ± 0.158 a 1.023 ± 0.070 c 1.260 ± 0.123 ab 1.220 ± 0.098 b
43 0.930 ± 0.098 b 1.243 ± 0.106 a 1.014 ± 0.048 b 1.275 ± 0.099 a 1.230 ± 0.115 a
46 0.960 ± 0.098 d 1.213 ± 0.172 ab 0.995 ± 0.048 cd 1.298 ± 0.113 a 1.143 ± 0.088 bc

Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05).

62
Cuadro. 5. Efecto de la radiación gama de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de los organos
reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas
bisexual y T-7 irradiados (Media ± DE). Ancho de testículos en los diferentes grupos en mm. En cada grupo N = 10
machos por día.

Ancho de testículos
Edad Cepa bisexual Cepa bisexual sin Cepa tapachula 7 Cepa tapachula 7
Silvestres
(días) irradiada irradiadr irradiada sin irradiar
0 0.278 ± 0.024 b 0.303 ± 0.073 ab 0.338 ± 0.026 a 0.310 ± 0.028 ab 0.343 ± 0.049 a
1 0.318 ± 0.032 b 0.320 ± 0.038 b 0.382 ± 0.043 a 0.333 ± 0.037 b 0.300 ± 0.025 b
2 0.300 ± 0.022 ab 0.333 ± 0.039 ab 0.305 ± 0.024 ab 0.320 ± 0.022 ab 0.295 ± 0.010 b
3 0.260 ± 0.044 b 0.303 ± 0.021 ab 0.345 ± 0.035 a 0.345 ± 0.029 a 0.310 ± 0.048 a
4 0.295 ± 0.015 b 0.325 ± 0.045 ab 0.338 ± 0.028 ab 0.360 ± 0.036 a 0.305 ± 0.035 b
5 0.315 ± 0.032 ab 0.325 ± 0.039 a 0.340 ± 0.037 a 0.325 ± 0.040 a 0.273 ± 0.033 b
6 0.310 ± 0.023 ab 0.318 ± 0.025 ab 0.333 ± 0.037 ab 0.340 ± 0.030 a 0.295 ± 0.029 b
7 0.278 ± 0.021 b 0.345 ± 0.035 a 0.305 ± 0.029 ab 0.335 ± 0.050 a 0.280 ± 0.024 b
8 0.268 ± 0.020 c 0.310 ± 0.017 b 0.304 ± 0.035 bc 0.378 ± 0.039 a 0.273 ± 0.036 bc
9 0.280 ± 0.040 b 0.313 ± 0.026 ab 0.338 ± 0.028 a 0.345 ± 0.029 a 0.278 ± 0.028 b
10 0.245 ± 0.040 c 0.263 ± 0.044 bc 0.330 ± 0.022 a 0.310 ± 0.037 ab 0.270 ± 0.037 bc
11 0.245 ± 0.015 b 0.315 ± 0.017 a 0.333 ± 0.042 a 0.320 ± 0.043 a 0.263 ± 0.039 b
12 0.220 ± 0.040 c 0.290 ± 0.028 ab 0.315 ± 0.056 a 0.303 ± 0.034 ab 0.258 ± 0.039 bc
13 0.235 ± 0.050 b 0.293 ± 0.028 a 0.325 ± 0.032 a 0.318 ± 0.039 a 0.283 ± 0.039 ab
14 0.245 ± 0.042 b 0.270 ± 0.044 b 0.323 ± 0.028 a 0.318 ± 0.030 a 0.280 ± 0.027 ab
15 0.225 ± 0.040 b 0.258 ± 0.032 ab 0.288 ± 0.030 a 0.308 ± 0.051 a 0.260 ± 0.032 ab
16 0.220 ± 0.033 c 0.300 ± 0.030 ab 0.269 ± 0.043 abc 0.312 ± 0.049 a 0.258 ± 0.035 bc
17 0.215 ± 0.039 c 0.265 ± 0.039 b 0.259 ± 0.027 bc 0.345 ± 0.029 a 0.270 ± 0.037 b
18 0.205 ± 0.015 c 0.295 ± 0.047 ab 0.248 ± 0.035 bc 0.340 ± 0.028 a 0.258 ± 0.042 b
19 0.183 ± 0.025 c 0.308 ± 0.045 ab 0.268 ± 0.058 b 0.340 ± 0.053 a 0.250 ± 0.034 b
20 0.218 ± 0.032 c 0.270 ± 0.033 abc 0.284 ± 0.043 ab 0.323 ± 0.038 a 0.268 ± 0.055 bc
21 0.198 ± 0.028 c 0.253 ± 0.039 b 0.288 ± 0.054 ab 0.328 ± 0.036 a 0.263 ± 0.032 b
22 0.198 ± 0.036 b 0.273 ± 0.028 a 0.301 ± 0.039 a 0.285 ± 0.036 a 0.283 ± 0.035 a
23 0.200 ± 0.019 b 0.240 ± 0.042 ab 0.270 ± 0.039 a 0.278 ± 0.024 a 0.268 ± 0.030 a
24 0.185 ± 0.023 b 0.280 ± 0.033 a 0.244 ± 0.053 a 0.287 ± 0.038 a 0.253 ± 0.036 a
25 0.190 ± 0.020 b 0.303 ± 0.008 a 0.263 ± 0.064 a 0.273 ± 0.024 a 0.273 ± 0.034 a
28 0.175 ± 0.047 c 0.290 ± 0.020 ab 0.231 ± 0.073 bc 0.300 ± 0.034 a 0.253 ± 0.041 ab
31 0.183 ± 0.040 c 0.263 ± 0.044 ab 0.269 ± 0.047 ab 0.310 ± 0.028 a 0.240 ± 0.034 b
34 0.185 ± 0.030 d 0.233 ± 0.039 cd 0.252 ± 0.042 bc 0.325 ± 0.047 a 0.300 ± 0.045 ab
37 0.195 ± 0.024 c 0.255 ± 0.046 b 0.261 ± 0.036 b 0.318 ± 0.049 a 0.293 ± 0.030 ab
40 0.203 ± 0.034 b 0.280 ± 0.044 a 0.273 ± 0.041 a 0.300 ± 0.034 a 0.298 ± 0.068 a
43 0.188 ± 0.034 c 0.243 ± 0.043 b 0.264 ± 0.033 ab 0.318 ± 0.049 a 0.283 ± 0.039 ab
46 0.175 ± 0.042 c 0.238 ± 0.036 b 0.268 ± 0.041 ab 0.320 ± 0.047 a 0.260 ± 0.037 b

Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05).

63
Inmediatamente después se encuentran los quistes de espermátidas que es el área de transición entre las
zonas de crecimiento y manojos de esperma que puede alcanzar un 8–10% de la longitud del testículo y
se ubican de manera irregular en esta franja. El resto está ocupado por manojos de esperma fuertemente
empaquetados que todavía no liberan esperma libre a la base de este órgano, pues aún no es posible
encontrar espermatozoides libres en esa área, y si encuentran de manera ocasional, estos son muy
escasos.
Al final de este rango de edades y al momento de realizar la disección es aún posible detectar el color
blanco-amarillento y la forma de ovoide alargado de los testículos.
Días 4–6
(Figs. 45d–i, 46d–f, 43, 44 y Cuadros 4, 5). En estos días tanto la  zona germinativa como la  de
espermátidas no presentan cambios histológicos significativos respecto al periodo anterior y alcanzan
entre 35 a 38% y de 8–10% de la longitud total del testículo respectivamente. Y nuevamente el resto del
testículo sigue estando ocupado por los manojos de esperma, no obstante desde el día 4 ya es posible
observar la liberación de esperma libre en la base de este órgano muy cerca a la desembocadura del
vaso deferente. El  incremento es gradual de un 5 a 8% en el  día 4 hasta llegar aproximadamente a
un 15–20% del largo de los testículos en el día 6. Las características anteriores aplican para todos los
grupos por lo que establecer diferencias confiables entre los grupos de irradiados y los no irradiados no
es aún posible.
Sin embargo es importante señalar que en al menos un 30 a 35% de los individuos irradiados estudiados
presentaron a la edad de 6 días los primeros indicios de daño celular, representado por una incipiente
disminución de los espermatocítos primarios y secundarios que ocasiona la  formación de pequeños
espacios intercelulares y distribución irregular de estas células. La situación anterior probablemente
se deba al tiempo transcurrido desde la irradiación cuando el daño celular en los testículos se inicia,
sin embargo el daño en estos individuos aún no es suficiente para establecer diferencias entre machos
irradiados y no irradiados.
En cuanto a datos morfométricos se puede observar en este periodo ya una diferencia en las tallas entre
los testículos de los diferentes grupos ya que el promedio de longitud que alcanzan los testículos en
machos silvestres es de 1.069 ± 0.108 mm, en cepa T-7 sin irradiar de 1.134 ± 0.096 mm y en la cepa
bisexual sin irradiar de 1.205 ± 0.060 mm. Por otro lado, en cepa T-7 irradiada alcanzan un promedio
de 1.032 ± 0.093 y en la cepa bisexual irradiada de 1.071 ± 0.081 mm. Estos resultados nos arrojan una
diferencia significativa entre los testículos de grupos que se irradiaron de los que no, sobre todo que los
testículos de los machos silvestres crecen de manera más lenta en este periodo que el resto. El ancho
de los órganos osciló en todos los grupos entre 0.273 ± 0.033 y 0.360 ± 0.036 mm sin importantes
diferencias morfométricas entre los grupos.
Un aspecto morfológico importante que debe tomarse en cuenta al concluir este periodo es que debido
al lento pero progresivo crecimiento de los testículos en los diferentes grupos, algunos adquieren formas
más alargadas y con frecuencia la parte apical termina en forma ahusada. Por otro lado, el color blanco
amarillento empieza a cambiar a un amarillo más intenso, ambas características pueden detectarse al
momento de realizar la disección de estos órganos.
Día 7
(Figs. 47a–i, 48 d, f, 46g–i, 43, 44 y Cuadros 4, 5). Al llegar a esta edad, en individuos que fueron
alimentados con proteína y agua de manera adecuada y constante en condiciones apropiadas de
laboratorio, se logra tener una edad fisiológica muy similar a la cronológica. Esta edad fisiológica es
entonces crucial en los diferentes grupos por tener ya elementos suficientes y claros para diferenciar
los machos irradiados y no irradiados, incluyendo en este último a los silvestres. Así, en la zona
germinativa de los testículos de los machos irradiados, se observa una notable disminución en las células
espermatogoniales y las que aún quedan se tiñen con la aceto-orceina muy débilmente. La irradiación
causa picnosis nuclear en espermatocítos y espermátidas causando necrosis celular, lo que ocasiona que
se formen en estas zonas algunos espacios intercelulares y exista una desorganización celular donde
además se pueden llegar a encontrar hasta paquetes de esperma y algunos espermas libres que en días
anteriores no se apreciaban en esta zona de crecimiento. Por otro lado en la zona de paquetes de esperma

64
estos son cada vez menos debido a que ha aumentado la liberación de esperma libre, el cual se empieza
acumular en la  base del testículo y que en algunos ejemplares esta zona puede superar ligeramente
el 20% del total de la longitud del órgano.
En los testículos de los especímenes que no fueron irradiados (silvestres, cepa bisexual y T-7 sin irradiar)
la espermatogénesis se sigue desarrollando de manera normal y las diferentes zonas se van definiendo
de manera organizada y pueden identificarse fácilmente. La zona de crecimiento en estos grupos puede
oscilar entre 35 y 40% de la longitud de los testículos con los porcentajes más bajos en los silvestres,
y la zona de espermátidas entre un 8 a 10% observándose bien definidas en sus quistes y creciendo de
manera sincronizada para más adelante diferenciarse en manojos de esperma. En la zona de manojos de
esperma estos llegan a ocupar entre un 35 a 40% y finalmente en la base se acumula el esperma libre
con un aspecto de hilo enredado que llega alrededor del 20% de la longitud del testículo.
En cuanto a tamaño de los testículos, los grupos con mayor talla los encontramos en la cepa bisexual
sin irradiar y cepa T-7 sin irradiar con 1.263 ± 0.069 y 1.210 ± 0.109 mm de longitud respectivamente,
y los silvestres ligeramente menores con 1.080 ± 0.103 mm. Por otro lado los testículos de especímenes
irradiados de las cepas T-7 y bisexual midieron 1.008 ± 0.081 y 1.035 ± 0.082 mm respectivamente,
dimensiones estadísticamente menores a los grupos no irradiados. En cuanto al ancho los datos nos
indican que oscilo entre 0.278 y 0.345 mm sin diferencia morfométrica entre los grupos. Estas tallas
menores nos indican que debido al daño por la irradiación a esta edad los testículos de los machos que
fueron irradiados empiezan a tener claras diferencias morfométricas con los otros grupos.
Días 8–10 (Figs. 48a–c, e, 46j–l, 43, 44 y Cuadros 4, 5). En este periodo el  daño por la  irradiación
en los testículos de especímenes irradiados se acentúa, y estos adquieren formas más delgadas y
alargadas, ocasionadas seguramente por las células que van muriendo por la  necrosis causada y son
reabsorbidas ocasionando la atrofia de estos órganos. En este periodo alcanzan dimensiones promedio
de 1.187 ± 0.076 mm de longitud por 0.264 ± 0.033 mm de ancho en los testículos de la cepa bisexual
irradiada y de 1.031 ± 0.076 mm de longitud por 0.324 ± 0.028 mm de ancho en los testículos de la cepa
T-7 irradiada, ambas tallas menores que en los grupos de los no irradiados, incluyendo los silvestres.
En la región apical el daño por la irradiación es ya muy severo y las células espermatogoniales se
desintegran casi por completo y si se encuentran algunas, estas están teñidas muy pobremente. Los
efectos de la radiación continúan causando destrucción de espermatocítos y espermátidas que también
van desapareciendo y se observan algunas cuantas en quistes cada vez más flojos. Debido a lo anterior se
crean espacios intercelulares que pueden llegar a ser ocupados por restos de manojos de esperma o por
esperma libre que emigra hacia la región apical de estos testículos. En la zona de paquetes de esperma
estos empiezan a escasear pues la mayoría está liberando esperma libre que se continúa acumulando
en la base del testículo que para estos días llegan a ocupar de un 25 a 30% de la longitud total de estos
testículos y ocasionalmente en algunos especímenes un poco más.
En los testículos de los especímenes que no fueron irradiados (cepa bisexual sin irradiar, cepa T-7
sin irradiar y silvestres) la espermatogénesis continúa y las diferentes zonas se pueden observar bien
definidas y pueden identificarse fácilmente. En este periodo la  zona de crecimiento en estos grupos
oscila aproximadamente entre 30 y 35% de la longitud de los testículos, y se observa espermatocítos
primarios y secundarios teñidos intensamente de rojo carmesí de manera homogénea y la  franja de
espermátidas entre un 8 a 10% observándose bien definidos dentro de sus quistes.
En la  zona de manojos de esperma, estos están fuertemente empaquetados y llegan a ocupar
aproximadamente entre un 30 a 35%, y finalmente en la base se acumula el esperma libre que en este
periodo oscila entre 25 y 35% de la longitud del testículo.
Los tamaños de los testículos no irradiados son de 1.238 ± 0.095 mm de longitud por 0.295 ± 0.161 mm
de ancho en cepa bisexual, de 1.209 ± 0.102 mm de longitud por 0.344 ± 0.035 mm de ancho en cepa
T-7 y de 1.12 ± 0.118 mm de longitud por 0.273 ± 0.0.033 mm de ancho en los silvestres; en todos estos
casos las tallas fueron significativamente mayores que en los irradiados.

65
Días 11–15
(Figs. 48g–i, 49a–c, 46m–n, 43, 44 y Cuadros 4, 5). En los testículos de especímenes irradiados continúa
el  proceso de destrucción y absorción de células ocasionadas por la  irradiación, lo que provoca una
evidente disminución de las tallas respecto a los no irradiados y silvestres. Algunos de estos testículos
incluso pierden su típica forma ovoide y adquieren formas alargadas en ocasiones con protuberancias
y/o con la zona germinativa terminada en punta un tanto curveada. Las dimensiones promedio que en
este periodo alcanzan los testículos de la cepa bisexual irradiada son de 1.096 ± 0.112 mm de longitud
por 0.234 ± 0.037 mm de ancho y de 0.987 ± 0.084 mm de longitud por 0.316 ± 0.037 mm de ancho en
los testículos de la cepa T-7 irradiada.
La zona germinativa o de crecimiento está casi en su totalidad destruida, no se observan células
espermatogoniales ni espermatocítos. Con frecuencia se pueden encontrar algunos manojos delgados y
flojos de esperma así como esperma libre que ocupan los espacios libres que dejan las células muertas, y
muy pocos quistes con espermátidas pueden ser vistos. Es decir, existe en esta zona una desorganización
total de la espermatogénesis normal en contraste con lo que se encuentra en testículos de especímenes
no irradiados en edades similares.
En la zona de paquetes de esperma estos son muy pocos y los que se encuentran están flojos y delgados
pues la mayoría ha liberado esperma libre que se deposita en la base del testículo que en el transcurso
de estos días oscila entre un 30 a un 45% de la  longitud total de estos testículos; en algunos pocos
especímenes pueden llegar hasta el 50%.
Los testículos de los especímenes que no fueron irradiados (cepa bisexual sin irradiar, cepa T-7
sin irradiar y silvestres) continúan con su desarrollo normal y todas las zonas implicadas en
la espermatogénesis pueden identificarse con claridad. Aproximadamente una tercera parte (33%) apical
del largo de los testículos lo forma la zona de crecimiento con sus respectivas células espermatogoniales
y espermatocítos primarios y secundarios en pleno desarrollo, seguida de otra tercera parte medial
formada por las espermátidas y manojos de esperma, y finalmente la  tercera parte basal lo ocupa
el esperma libre normal listo para ser transferido a las hembras durante la copula. Los espermatozoides
libres se pueden observar inclusive en el interior del vaso deferente con forma de hilo enredado.
Los tamaños promedio en este periodo de los testículos no irradiados son de 1.268 ± 0.103 mm de
longitud por 0.285 ± 0.029 mm de ancho en cepa bisexual, de 1.220 ± 0.104 mm de longitud por
0.313 ± 0.039 mm de ancho en cepa T-7, y de 1.152 ± 0.085 mm de longitud por 0.268 ± 0.0.035 mm
de ancho en los silvestres. Todas tallas mayores que en los testículos irradiados de las mismas edades.
Días 16–20
(Figs. 49d–i, 46ñ, 50a–f, 43, 44 y Cuadros 4, 5). En los testículos de especímenes irradiados las tallas se
siguen reduciendo, van perdiendo la forma ovoide de los primeros días y adquieren formas en su mayoría
alargadas con puntas delgadas que a veces se curvean ligeramente de manera lateral; en ocasiones se les
observa con protuberancias que los deforman. Por otro lado, al momento de la disección el color ahora
es de un amarillo brillante casi con tonalidades naranja. Los datos morfométricos promedio alcanzados
en este periodo para la cepa bisexual irradiada son de 1.020 ± 0.107 mm de longitud por 0.208 ± 0.028
mm de ancho y de 0.932 ± 0.086 mm de longitud por 0.265 ± 0.041 mm de ancho en los testículos de
la cepa T-7 irradiada.
El daño por la irradiación se sigue acentuando y las células se siguen desintegrando pues el daño
causado por la  radiación en los cromosomas no permite una mitosis normal, por lo que no existe
posibilidad de repoblación de células germinales y únicamente las espermátidas que estaban en proceso
de diferenciación celular al momento de la radiación se transforman al final en espermatozoides densos
anormales que causan esterilidad en huevos fecundados.
La zona germinativa prácticamente ha desaparecido hay espacios intercelulares muy amplios por las
células muertas, hay zonas necróticas, y paquetes delgados y flojos de manojos de esperma se pueden
encontrar junto a algunos espermas libres.

66
a b c

d e f

g h i

j k l

m n ñ

Figura 50. Características morfométricas y morfológicas de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7,
bisexual sin irradiar y silvestres comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a
diferentes edades: (a) bisexual sin irradiar 18 días; (b) silvestre 18 días; (c) T-7 irradiada 18 días; (d) T-7 sin irradiar 20 días;
(e) silvestre 20 días; (f) bisexual irradiada 20 días; (g) bisexual sin irradiar 22 días; (h) silvestre 20 días; (i) T-7 irradiada
22 días; (j) T-7 sin irradiar 24 días; (k) silvestre 24 días, (l) bisexual irradiada 24 días; (m) bisexual sin irradiar 28 días; (n)
silvestre 28 días y (ñ) T-7 irradiada 28 días. (Cada cuadricula representa una escala de milímetro cuadrado dividido en 10
unidades).

67
La zona de paquetes de esperma ya no existe como tal, pues los poco manojos que quedan se distribuyen
en lo que fue la zona germinativa. El esperma libre se sigue acumulando en la base del testículo y para
los días 16, 17 y 18 pueden llegar a ocupar hasta el 45–55% de la longitud total de estos testículos y
para los días 19 y 20 pueden llegar hasta el 60–65%.
En los testículos no irradiados (cepa bisexual, cepa T-7 y silvestre) la producción de esperma continúa
en forma constante, señal clara de su plena madurez sexual. Si estos machos tienen copulas, es posible
que afecte la  cantidad de esperma en la  base del testículo y la  vesícula seminal, ya que se pueden
alternar periodos de transferencia de esperma con periodos de abstinencia.
Las zonas implicadas en la  espermatogénesis pueden identificarse con claridad en los testículos no
irradiados, con tres regiones bien definidas, cada una ocupando alrededor de un tercio de la longitud del
testículo. En el primer tercio, en la zona de crecimiento, nuevas células espermatogoniales se incorporan
y se crean nuevos espermatocítos primarios y secundarios, los cuales se siguen tiñendo de rojo carmín
intenso por la acción del colorante. En seguida se encuentran las espermátidas con sus típicos quistes de
forma parecida a huella digital, que junto con la zona de manojos constituyen el tercio medio de estas
zonas; estos manojos siguen su proceso de diferenciación para liberar finalmente el esperma que se aloja
en el tercio inferior del testículo con apariencia de hilo enmarañado. Algunos testículos pueden llegar a
almacenar hasta aproximadamente un 38% de esperma. Al momento de la disección estos testículos no
irradiados tienen coloración amarillo intenso con tonos naranja, sin embargo la morfología sigue siendo
ovoide con ápice ligeramente terminado en punta y algunas veces semicurvado.
Aunque en los días inmediatos anteriores los especímenes silvestres tienen un pequeño retraso en su
desarrollo, y tienen testículos ligeramente menores, al llegar a edades de 16–20 días, las diferencias
desaparecen y estas características aplican para todo el grupo de machos no irradiados.
Los tamaños promedio de los testículos en este periodo en especímenes no irradiados son de
1.244 ± 0.115 mm de longitud por 0.287 ± 0.038 mm de ancho en cepa bisexual, de 1.257 ± 0.092 mm
de longitud por 0.332 ± 0.039 mm de ancho en cepa T-7, y de 1.126 ± 0.106 mm de longitud por
0.260 ± 0.0.040 mm de ancho en los silvestres. Todas tallas similares al periodo anterior, sin embargo con
gran diferencia significativa si las comparamos con las tallas del grupo de irradiadas de la misma edad.
Días 21–25
(Figs. 51a–i, 50g–l, 43, 44 y Cuadros 4, 5). Este periodo se caracteriza porque en los testículos de
especímenes irradiados (cepa bisexual irradiada y cepa T-7 irradiada) la liberación de esperma anormal
se acentúa y para los días 21 y 22 es común encontrar testículos en que el  esperma anormal llena
la cavidad testicular hasta en un 80 a 90% y para los días 23 a 25 en que la llegan a ocupar en un 100%.
Los pocos manojos que aún quedaban en el periodo anterior liberan todo el esperma, por lo que encontrar
algunos paquetes al final de este periodo es sumamente difícil. En el ápice se forman zonas necróticas,
espacios intercelulares muy amplios debido a las células que se desintegran. A causa de lo anterior,
el aspecto morfológico de estos testículos cambia drásticamente y con frecuencia se observan alargados
con múltiples protuberancias que les causa apariencia deforme con puntas ahusadas y curveadas hacia
los lados; otros más achaparrados y de tallas muy pequeñas como los testículos de la  cepa T-7 que
llegan a medir al día 25 un promedio de 0.868 ± 0.143 mm de longitud por 0.273 ± 0.024 mm de ancho.
Los datos morfométricos promedio alcanzados en este periodo para la cepa bisexual irradiada son de
0.969 ± 0.0.087 mm de longitud por 0.194 ± 0.025 mm de ancho y de 0.884 ± 0.121 mm de longitud por
0.273 ± 0.049 mm de ancho en los testículos de la cepa T-7 irradiada. Tallas sin duda mucho menores
que en los especímenes no irradiados, característica que junto con el daño histológico arriba descrito
hacen que la  diferenciación entre machos irradiados y no irradiados en esta etapa de desarrollo sea
relativamente fácil, siempre y cuando se realicen buenas disecciones y montajes de estos órganos.
En testículos no irradiados (cepa bisexual, cepa T-7 y silvestres) la  espermatogénesis se sigue
desarrollando regularmente y no presenta mayores cambios respecto al periodo anterior, con todas las
zonas bien delimitadas. Reiteradamente en la región apical, donde se localizan las células germinativas,
las células espermatogoniales se dividen para formar espermatocítos primarios y secundarios con un
tamaño más o menos homogéneo y que debido a la reacción positiva del colorante aceto-orceina con

68
a Esp b Epg c
Esp
Epg Est Ess
Ess Zcr

Msp El

Est

Msp
El
Vd
El

d Epg e Epg
f Zcr
Esp Esp
Ess
Ess

Est

El
Est
Msp

g h i El

Est
Msp

Msp

El
El

Vd
Vd Vd

Figura 51. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) T-7 sin
irradiar 21 días; (b) silvestre 23 días; (c) bisexual irradiada 25 días,; (d) T-7 sin irradiar 21 días, región apical; (e) silvestre
23 días, región apical; (f) bisexual irradiada 25 días región apical; (g) T-7 sin irradiar 21 días, región basal; (h) silvestre 23
días región basal; (i) bisexual irradiada 25 días, región basal: El — Esperma libre, Epg — Espermatogonias, Ft — Funda del
testiculo, Esp — Espermatocitos primarios, Ess — Espermatocitos secundarios, Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso
deferente, Es — Espermátidas, Zcr — Zona de crecimiento.

69
el material cromático de los núcleos de estas células se tiñen intensamente de rojo carmesí de manera
uniforme. Esta zona ocupa en este periodo más o menos o menos una tercera parte del testículo. Al
seguir estas células en su proceso de diferenciación originan lo que es la  zona de las espermátidas,
que pueden observarse en sus típicos quistes o bolsitas de manera semicircular, y en su parte interna
las células creciendo de manera sincronizada, y un poco más separadas que los espermatocítos. Más
adelante estas espermátidas se transformarán en los paquetes de esperma.
En la zona media se encuentran los paquetes de esperma que junto con la zona de espermátidas ocupan
aproximadamente otra tercera parte de la longitud del testículo. Los manojos son abundantes, compactos
y constantemente se encuentran liberando esperma que desciende hasta la  base del testículo para
constituir la zona de esperma libre. Los espermatozoides estarán entonces listos para ser transferidos a
las hembras durante la copula; se pueden incluso observar de manera abundante en el vaso deferente.
Esta forma tripartita de distribución puede variar aproximadamente en un ± 5% entre las diferentes
zonas debido a la transferencia de esperma a las hembras o por la ausencia de esta. Sin embargo un dato
importante es que, en ningún caso en los testículos no irradiados, en condiciones normales el esperma
libre nunca rebaso el 40% de la longitud total de estos testículos.
Los tamaños promedio de los testículos no irradiados en este periodo son de 1.315 ± 0.098 mm de
longitud por 0.269 ± 0.030 mm de ancho en cepa bisexual, de 1.247 ± 0.079 mm de longitud por 0.290
± 0.031 mm de ancho en cepa T-7 y de 1.204 ± 0.133 mm de longitud por 0.268 ± 0.0.033 mm de ancho
en los silvestres. Los testículos no irradiados muestran ligero crecimiento comparados con el periodo
anterior, sin embargo con gran diferencia significativa si los comparamos con las tallas testículos
irradiados de la misma edad.
Días 28–34
(Figs. 52a–i, 50m–ñ, 54a–f, 43, 44 y Cuadros 4, 5). En esta etapa de desarrollo en los testículos de
especímenes irradiados (cepa bisexual irradiada y cepa T-7 irradiada) ya no es posible encontrar
residuos de manojos de esperma, pues todos ya han liberado todo el esperma que se encuentra libre
en toda la cavidad testicular. Al igual que en el último día de la etapa anterior, el 100% de la longitud
de estos testículos se encuentra llenos de esperma denso anormal. Más zonas necróticas se hacen
evidentes, al igual que espacios sin células. Algunos de estos testículos con demasiadas protuberancias
laterales adquieren aspectos muy deformes y en ocasiones alargados. La  funda testicular se observa
café-amarillenta y engrosada, situación que dificulta la tinción de manera uniforme y en ocasiones esta
funda se observa separada de la cavidad testicular.
Los datos morfométricos promedio alcanzados no tienen gran diferencia con respecto al periodo anterior,
registrándose para la cepa bisexual irradiada 0.969 ± 0.0.073 mm de longitud por 0.181 ± 0.039 mm de
ancho y de 0.946 ± 0.093 mm de longitud por 0.250 ± 0.054 mm de ancho en los testículos de la cepa
T-7 irradiada, sin diferencias significativas entre ambas, pero tallas menores que en los testículos no
irradiados.
En los especímenes no irradiados (cepa bisexual, cepa T-7 y silvestres) la espermatogénesis sigue su
desarrollo normal sin mayores cambios respecto al periodo anterior, con todas las zonas bien delimitadas
y con las mismas características citohistológicas del periodo anterior. Sin embargo, donde se presentan
cambios importantes es en la talla de los silvestres, ya que en promedio los testículos llegan a alcanzar
en este periodo un promedio de 1.277 ± 0.124 mm de longitud por 0.264 ± 0.0.040 mm de ancho,
incluso el día 34 se tuvo una media de 1.313 mm de longitud, representando los testículos más largos
encontrados en el tiempo que este estudio duró. Para el caso de la cepa bisexual y T-7 las lecturas fueron
de 1.305 ± 0.095 mm de longitud por 0.262 ± 0.034 mm de ancho y 1.237 ± 0.166 mm de longitud por
0.311 ± 0.0.036 mm de ancho respectivamente. Sin diferencias significativas entre estos tres grupos,
pero sin duda con claras diferencias en comparación con los testículos irradiados de edades similares.
Días 37–46
(Figs. 53a–i, 50m–ñ, 54g–ñ, 43, 44 y Cuadros 4, 5). Este último periodo documentado nos aporta
información final sobre el daño de la irradiación en los grupos que recibieron este tratamiento (cepa
bisexual irradiada y cepa T-7 irradiada). La destrucción de las células implicadas en la espermatogénesis
es generalizada. La zona germinativa ha desaparecido al igual que las espermátidas y tampoco existen

70
a Epg
b Epg c
Esp
Esp
Zcr
Est
Est

Ess El
Ess

Msp
El
Msp
Ft
Vd
El
Vd Vd

d Epg e Epg f Zcr

Esp Esp

El
Ess

Ess

Est
Est
El
Msp Msp

g Est h i
Est

El
Msp

Msp

El El
Ft

Vd
Vd
Vd

Figura 52. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) bisexual sin
irradiar 28 días; (b) silvestre 31 días; (c) T-7 irradiada 34 días; (d) bisexual sin irradiar 28 días, región apical; (e) silvestre 31
días, región apical; (f) T-7 irradiada 34 días, región apical; (g) bisexual sin irradiar 28 días, región basal; (h) silvestre 31 días
región basal; (i) T-7 irradiada 34 días, región basal: El — Esperma libre, Epg — Espermatogonias, Ft — Funda del testículo,
Esp — Espermatocitos primarios, Ess — Espermatocitos secundarios, Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso deferente,
Est — Espermátidas, Zcr — Zona de crecimiento.

71
a Epg b Epg c
Esp
Esp
Est
Est
Ess Ess
Zcr
Msp Esp
Msp
El

El El
Vd

Vd Vd

d Epg e Epg f
Esp
Esp
Zcr
Ess
Est

Msp Ess
El
Est

Msp

g Msp h Msp i
El
Vd

El

El

Vd

Figura 53. Maduración de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres
comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) T-7 sin
irradiar 37 días; (b) silvestre 43 días; (c) bisexual irradiada 46 días; (d) T-7 sin irradiar 37 días, región apical; (e) silvestre
43 días, región apical; (f) bisexual irradiada 46 días región apical; (g) T-7 sin irradiar 37 días, región basal; (h) silvestre 43
días región basal; (i) bisexual irradiada 46 días, región basal: El — Esperma libre, Epg — Espermatogonias, Ft — Funda del
testículo, Esp — Espermatocitos primarios, Ess — Espermatocitos secundarios, Msp — Manojos de esperma, Vd — Vaso
deferente, Est — Espermátidas, Zcr — Zona de crecimiento.

72
a b c

d e f

g h i

j k l

m n ñ

Figura 54. Características morfométricas y morfológicas de testículos en machos de Anastrepha ludens de cepas T-7,
bisexual sin irradiar y silvestres comparados con los testículos de machos irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiados
a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 31 día; (b) silvestre 31 días; (c) bisexual irradiada 31 días; (d) bisexual sin irradiar
34 días; (e) silvestre 34 días; (f) T-7 irradiada 34 días; (g) T-7 sin irradiar 37 días; (h) silvestre 37 días; (i) bisexual irradiada
37 días; (j) bisexual sin irradiar 43 días; (k) silvestre 43 días, (l) T-7 irradiada 43 días; (m) T-7 sin irradiar 46 días; (n)
silvestre 46 días y (ñ) bisexual irradiada 46 días. (Cada cuadricula representa una escala de milímetro cuadrado dividido en
10 unidades).

73
manojos de esperma. Los testículos en esta etapa están en su totalidad ocupados por esperma libre
denso anormal que se puede observar de manera abundante en la desembocadura del vaso deferente.
Los espacios que dejan las células que mueren y se desintegran se observan de manera abundante
en distintas partes al azar, lo mismo que las zonas necróticas. Las áreas protuberantes aumentan
en la  mayoría de estos testículos, lo que acentúa su forma deforme, son pequeños alargados y con
constricciones, y tienen tonalidades café-amarillento.
La  funda o membrana testicular se torna engrosada y ligeramente endurecida, condición que en
ocasiones no permite una tinción pareja (en testículos con esta característica el colorante se debe dejar
actuar por más tiempo de lo normal, para obtener una tinción homogénea). Esta funda testicular se
puede observar en los testículos de algunos especímenes separada de la cavidad testicular, seguramente
por los efectos de la atrofia del órgano.
Los datos morfométricos promedio registrados en este último periodo no tienen mayor discrepancia
con la etapa anterior, así en la cepa bisexual irradiada se obtuvo 0.954 ± 0.0.092 mm de longitud por
0.190 ± 0.033 mm de ancho y de 0.976 ± 0.062 mm de longitud por 0.266 ± 0.037 mm de ancho en
los testículos de la cepa T-7 irradiada, sin diferencias significativas entre ambas, pero continúan siendo
menores que en los testículos de especímenes no irradiados.
En cepa bisexual sin irradiar, cepa T-7 sin irradiar y silvestres, todo parece indicar que continúa
la producción constante de espermatozoides. Así lo confirma la presencia en el tercio apical de nuevas
células espermatogoniales que al dividirse originan los espermatocítos primarios. Éstos a su vez forman
los secundarios, que en su conjunto forman la zona germinativa y que con la acción de la aceto-orceina
se tiñen de manera intensa de rojo obscuro. Esta zona sigue abarcando un 30 a 38% de la longitud total
del testículo.
En seguida está la  zona de espermátidas, que están en el  interior de quistes o bolsitas en proceso
sincronizado de diferenciación para formarse en paquetes de esperma; esta zona ocupa aproximadamente
de 8 a10% de la  longitud del testículo. La  zona siguiente es la  de paquetes de esperma, estos aún
son abundantes, unos están fuertemente compactos en tanto que otros están flojos seguramente por su
constante liberación de esperma libre. Éstos manojos se encuentran dispersos al azar, ocupando entre
un 33 a 40% de la parte media del testículo. Finalmente en la base del testículo se acumula el esperma
libre en forma de hilo enmarañado y que se observa con mucha abundancia en la desembocadura del
vaso deferente y en la parte proximal del mismo vaso deferente listo para ser trasferido a las hembras
durante la copula.
En este periodo final estudiado, los tamaños promedio de los testículos no irradiados fueron de
1.281 ± 0.145 mm de longitud por 0.254 ± 0.042 mm de ancho en la cepa bisexual, de 1.278 ± 0.104 mm de
longitud por 0.314 ± 0.044 mm de ancho en la cepa T-7 y de 1.203 ± 0.114 mm de longitud por 0.283 ±
0.0.043 mm de ancho en los machos silvestres. Tallas con ligeros cambios comparadas con el periodo
anterior pero sin diferencias significativas entre ellas, sin embargo nuevamente con gran diferencia
significativa en comparación con los testículos irradiados de la misma edad.
Todas las características anteriores morfométricas, morfológicas e histológicas encontradas en los
últimos periodos (del séptimo día de edad en adelante) permiten separar con relativa facilidad los
testículos de moscas irradiadas de las no irradiadas, siempre y cuando los insectos capturados no
se encuentren en avanzado estado de descomposición y se realicen disecciones y montajes de estas
estructuras siguiendo los métodos, procedimientos y análisis indicados en este manual.

74
7. Literatura relevante
Aluja, M. 1994. Bionomics and management of Anastrepha. Annu. Rev. Entomol. 39: 155–178.
Anwar, M., Chambers, D.L., Ohinata, K. & Kobayashi, R.M.  1971. Radiation sterilization of the
Mediterranean fruit fly (Diptera: Tephritidae); Comparison of spermatogenesis in flies treated as
pupae or adults. Ann. Entomol. Soc. Am. 64: 627–633.
Bartolucci A., Vera, M.T., Yusef, V., & Oviedo, A.  2008. Morphological characterization of the
reproductive system of irradiated Anastrepha fraterculus. In: Fruit Flies of Economic Importance:
From Basic to Applied Knowledge, pp. 45–52. Proceedings of the 7th International Symposium on
Fruit Flies of Economic Importance. 10–15 September 2006, Salvador, Brazil. Regina Sugayama,
Roberto Antonio Zucchi, Sergio Ovruski (eds), SBPC, Salvador, Brazil.
Bateman, M.A.  1972. The ecology of fruit flies. Annu. Rev. Entomol. 17: 493–518.
Borstel, R.C. von & Rekemeyer, M.L.,  1959. Radiation-induced and genetically contrived dominant
lethality in Habrobracon and Drosophila. Genetics 44(6): 1053–74.
Bushland, R.C. 1971. Sterility principle for insect control. Historical development & recent
innovations. In: Sterility Principle for Insect Control or Eradications, pp. 3–14. IAEA, Vienna.
STI/PUB/265 (IAEA-SM-138/47).
Cáceres C., Cayol, J.P., Enkerlin, W., Franz, G., Hendrichs, J. & Robinson, A.S. 2004.
Comparison of Mediterranean fruit fly (Ceratitis capitata) (Tephritidae) bisexual and genetic sexing
strains: development, evaluation and economics. In: Barnes, B.N. (ed.), Proceedings Symposium:
6th International Symposium on Fruit Fly of Economic Importance, 6–10 May 2002, pp. 367–381.
Stellenbosch. South Africa. Isteg Scientific Publications, Irene, South Africa.
Dean, R.W.  1935. Anatomy and post-pupal development of the female reproductive system in the
apple maggot fly, Rhagoletis pomonella Walsh. N. Y. State Agr. Expt. Sta. 229: 1–31.
Dickens, J.C., Solís, E. & Hart, W.G.  1982. Sexual development and mating behavior of the Mexican
fruit fly, Anastrepha ludens (Loew). Southwest. Entomol. 7(1): 9–15.
Drew, R.A.I.  1969. Morphology of the reproductive system of Strumeta tryoni (Froggatt) (Diptera;
Tephritidae) with a method of distinguishing sexually mature adults males. J. Aust. Entomol.
Soc. 8: 21–32.
Enkerlin, W., López, L. & Celedonio, H. 1996. Increased accuracy in discriminating between
captured wild unmarked and released dye-marked adults in fruit fly (Diptera: Tephritidae) sterile
released programs. J. Econ. Entomol. 89(4): 946–949.
Food and Agriculture Organization of the United Nations / International Atomic Energy.  2005.
Guía para el Trampeo en Programas de Control de la Mosca de la Fruta en Áreas Amplias.
Organismo Internacional de Energía Atómica. Viena, Austria. 48 pp.
Fletcher, B.S.  1989. Temperature-development rate relationships of the immature stages and adults
of tephritid fruit flies. In: Robinson, A.S. & Hooper, G. (eds), Fruit Flies — Their Biology, Natural
Enemies and Control, Vol 3A, pp. 283–289. Elsevier, Amsterdam, The Netherlands.
Franz, G. 2005. Genetic sexing strains in Mediterranean fruit fly, an example for other species
amenable to large scale rearing for the sterile insect technique. In: Dyck, V.A., J. Hendrichs &
Robinson, A.S. (eds), Sterile Insect Technique. Principles and Practice in Area-Wide Integrated Pest
Management, pp. 427–452. Springer, The Netherlands.
Guillen, A.J.C.  1983. Manual para la diferenciación de moscas del mediterráneo Ceratitis capitata
(Wied.) silvestres (fértiles) de moscas irradiadas (estériles). Programa Mosca del Mediterráneo.
SARH-DGSV. México. 102 pp.
Guillén Aguilar J.C.  1999. Apéndice técnico para la identificación de moscas de la fruta. Documento
de consulta de la NOM-023-FITO-1995.SAGARPA-SENASICA. Dirección de Moscas de la Fruta.
México. 23 pp.

75
Guillén-Aguilar, J., López, L., Pérez, E., López, E.F., Marroquín, V.H., Domínguez, J.D. y
Recinos, E.G. 2015. Manual to Differentiate Wild, Fertile Mediterranean fruit flies, Ceratitis
capitata, from Irradiated, Sterile TSL flies. Joint FAO/IAEA Division, FAO, Rome.
Hanna, A.D.  1938. Studies on the Mediterranean fruit fly: Ceratitis capitata (Wied.) I. The structure
and operation of the reproductive organs. Bull. Soc. Fouad ler Entomol. 22: 39–58.
Hernández-Ortiz, V., Guillén-Aguilar, J. y López, L.  2010. Taxonomía e identificación de moscas
de la fruta de importancia económica en América. En Montoya P., Toledo, J. y Hernández, E. (eds),
Moscas de la Fruta: Fundamentos y Procedimientos para su Manejo, pp. 49–80. S y G Editores,
México D.F., México.
Hendrichs, J. 2000. Use of the sterile insect technique against key insect pests. Sustainable
Development International 2: 75–79.
Hendrichs, J., Franz, G. & Rendón, P.  1995. Increased effectiveness and applicability of the sterile
insect technique through male-only release for control of Mediterranean fruit flies during fruiting
seasons. J. Appl. Entomol. 119: 371–377.
Kendra, P.E., Montgomery, W.S., Epsky, N.D. & Heath, R.R. 2006. Assessment of female
reproductive status in Anastrepha suspensa (Diptera: Tephritidae). Fla Entomol. 86:749–755.
LaChance, L.E.  1967. The induction of dominant lethal mutations in insects by ionizing radiation and
chemicals as related to the sterile male technique of insect control. In: Wright, J.W. & Pal, R. (eds),
Genetics of Insect Vectors of Disease, pp. 617–50. Elsevier, Amsterdam, The Netherlands.
LaChance, L.E., & Riemann, J.G. 1964. Cytogenetic investigation on radiation and chemically
induced dominant lethal mutations in oocytes and sperm of the screw-worm fly. Mutation Research.
1: 318–33.
Liedo, P., Enkerlin, W.R. & Hendrichs, J.  2010. Fundamentos de la técnica del insecto estéril. In:
Montoya, P., Toledo, J. & Hernández, E. (eds), Moscas de la Fruta: Fundamentos y Procedimientos
para su Manejo, pp. 243–256. México, D.F., México.
Martínez, I., Hernández-Ortiz, V. & Luna, L.R.  1995. Desarrollo sexual en Anastrepha serpentina
(Wiedemann) (Diptera: Tephritidae). Acta Zool. Mex. 88: 89–105.
Martínez, I., Hernández-Ortiz, V. 1997. Anatomy of the reproductive system in six Anastrepha
species and comments regarding their terminology in Tephritidae (Diptera). In: Proceedings of the
Entomological Society of Washington 99: 272–743.
Mazomenos, B., Nation, J.L., Coleman, W.J., Dennis, K.C. & Sponda, R. 1977. Reproduction
in Caribbean fruit flies: comparisons between a laboratory strain and a wild strain. Fla Entomol.
60: 139–144.
McAlpine J.F. 1981. Morphology and terminology — adults, In McAlpine J.F., Peterson, B.V.,
Shewell, G.E., Teskey, H.J., Vockeroth, J.R. & Wood, D.M. (eds), Manual of Neartic Diptera, pp.
9–63. Research Branch Agriculture Canada. Monograph 27.
Munguira, M.L., Salom, F. & Muñiz, M. 1983. Estudio morfológico del aparato reproductor
femenino de Ceratitis capitata Wied. (Dipt.: Trypetidae). Bol. Serv. Plagas. 9: 31–44.
Nation, J.L.  1972. Courtship behavior and evidence for a sex attractant in the male Caribbean fruit fly,
Anastrepha suspensa. Ann. Entomol. Soc. Am. 65(6): 1364–1367.
Norrbom, A.L. & Kim, K.C.  1988. Revision of the schausi Group of Anastrepha Schiner (Diptera,
Tephritidae), with a discussion of the terminology of the female terminalia in the Tephritoidea. Ann.
Entomol. Soc. Am. 81(2): 164–173.
Papaj, D.R.  2000. Ovarian dynamics and host use. Annu. Rev. Entomol. 45: 423–448.
Pereira, R., Teal, P.E.A., Sivinski, J. & Dueben, B.D.  2006. Influence of male presence on sexual
maturation in female Caribbean fruit fly, Anastrepha suspensa (Diptera:Tephritidae). J. Insect Behav.
19: 31–43.
Prokopy, R.J. & Roitberg, B.D.  1984. Foraging behavior of the true fruit flies. Am. Sci. 72: 41–49.

76
Webster, R.P. & Stoffolano, J.G.  1978. The influence of diet on the maturation of the reproductive
system of the apple maggot, Rhagoletis pomonella. Ann. Entomol. Soc. Am. 71(6): 844–849.
Wheeler, D.  1966. The role of nourishment in oogenesis. Ann. Rev. Entomol. 41: 407–431.
Williamson, D.L.  1989. Oogenesis and spermatogenesis. In Robinson A.S. and Hooper, G. (eds), Fruit
Flies. Their Biology, Natural Enemies and Control. Vol. 3A. pp. 141–15. Elsevier, Amsterdam, The
Netherlands.
Williamson, D.L. Mitchell, S. & Seo, S.T. 1985. Gamma irradiation of the Mediterranean fruit
fly (Diptera: Tephritidae): Effects of puparial age under induced hypoxia andfemale sterility. Ann.
Entomol. Soc. Am. 78: 101–110.

77
Apendice 1
Diagrama de flujo para la colecta, manejo e identificación de marca
fluoerescente en anastrepha ludens (loew) capturadas en trampas
humedas tipo mcphail o similares en programas que utilizan la tie

Retiro de la trampa instalada. Observación detallada del estado de la trampa y corrección de


posibles fugas si es necesario.

Desensamble o quitada de tapón de trampa. Tamizado y selección de insectos. Transferencia de moscas


capturadas a frascos. Traslado de frascos al Laboratorio de Identificación.

Entrega-recepción de frascos. Confirmación de especies y sexo de moscas entregadas al laboratorio.


Transferencia, fijación y ordenado de moscas en cartoncillo verde cuadriculado (25 x 16 cm).

Detección de marca fluorescente mediante lámpara de luz UV. Señalamiento de sexo


y estado de la marca en especímenes.

Se registran datos y se
Marca deficiente Marca presente emite diagnóstico de mosca
estéril con marca.

Selección de moscas con deficiencia de marca. Transferencia a nuevo


cartoncillo verde cuadriculado más angosto (25 cm × 6 cm).

Detección de marca mediante microscopio epifluorescente. Marca presente

Cabeza y cuerpo de espécimen es colocado en frasco con


Marca deficiente
xilol para limpiarlo de impurezas y contaminaciones.

Resto del cuerpo (tórax y abdomen) es Cabeza es colocada sobre papel filtro (3 cm × 3 cm) y es
transferido a frasco con solución salina. disectada para exponer el interior del saco ptilineal.

Detección de marca fluorescente en el interior de saco


ptilineal mediante microscopio epifluorescente.

Se registran datos y se
Ausencia de marca
emite diagnóstico de
fluorescente Marca presente
mosca estéril con marca.

Con etiqueta informativa se envia al area de


Se recupera el cuerpo del espécimen y se estudios histologicos para determinar la fertilidad
transfiere a un frasco con alcohol al 70 %. o esterilidad del especimen.

78
Apendice 2
APENDICE 2
Formato recepcion de material de trampeo
(FORMATO RECEPCION DE MATERIAL DE TRAMPEO)

CAMPAÑA NACIONAL CONTRA MOSCAS DE LA FRUTA


DEPARTAMENTO DE DETECCION Y COMBATE
RECEPCION DE MATERIAL DE TRAMPEO
Semana No.________
NOMBRE DEL No. DE TRAMPA FECHA DE HORA DE FIRMA DEL FIRMA DEL
RUTA OBSERVACIONES TÉCNICAS
REVISOR JT PA FC C&C ML ENTREGA ENTREGA REVISOR RECEPTOR

79
JT=Jackson, ML=Multilure, PA=Panel Amarillo, FC=Face IV, C&C=Cunningham
Apendice 3
APENDICE 3

80
Formato diario
(FORMATO DIARIO trampeo
deDE TRAMPEO)

CAMPAÑA NACIONAL CONTRA MOSCAS DE LA FRUTA


COMITÉ ESTATAL DE SANIDAD VEGETAL DE: ___________________REPORTE DIARIO DE TRAMPEO

Nombre: ______________________________________________ Clave____________________________________________________


Nombre de la Ruta: ____________________________________ Número de la Ruta: _______________________________________
Fecha de revisión: ______________________________________ Semana No: ______________________________________________
dd/mm/aa

Número de Días de Sitio/ Hospedante Tipo de Latitud Longitud Cuadrante Observaciones Técnicas
Trampa Exposición Trampa Km2

Firma: _______________________________________________
Apendice
APENDICE 44
(FORMATO DIARIO
Formato diario LABORATORIO
DEde laboratorio deDE IDENTIFICACIÓN)
identificación
CAMPAÑA NACIONAL CONTRA MOSCAS DE LA FRUTA
COMITÉ ESTATAL DE SANIDAD VEGETAL DE: ____________________________
REPORTE DIARIO DE LABORATORIO DE IDENTIFICACIÓN (adultos)
Nombre del identificador: _______________________________ Clave del identificador: __________________________________
Nombre de la Ruta: ____________________________________ Clave de la Ruta:
_______________________________________
Fecha de revisión: ______________________________________ Fecha de identificación: _________________________________
dd/mm/aa dd/mm/aa
Número de Otras
A. ludens A. obliqua A. serpentina A. striata Observaciones Técnicas
Trampa (especificar especie)
Fértil Estéril Fértil Estéril Fértil Estéril Fértil Estéril Fértil Estéril
M H M H M H M H M H M H M H M H M H M H

81
Firma: _______________________________________________
Apendice 5
Hojas cuadriculadas de cartulina verde y papel filtro
utilizado en el proceso

Hoja de papel cartulina color verde de 25 cm × 16 cm Hoja de papel cartulina color verde de 25 cm × 6 cm
con 6 filas de 12 cuadriculas de 2 x 2.5 cm. con 2 filas de 12 cuadriculas de 2 cm × 2.5 cm.

Papel filtro Whatman No. 3 de 3 cm × 3 cm

82
Apendice 6
Materiales y equipos

Materiales
• Hojas de cartoncillo verde cuadriculas de 25 cm × 16 cm, con 6 filas de cuadriculas, 12 cuadros
por fila de 2 cm × 2.5 cm.
• Hojas de cartoncillo verde cuadriculas de 25 cm × 6 cm, con 2 filas de cuadriculas, 12 cuadros
por fila de 2 cm × 2.5 cm.
• Papel filtro Whatman No. 3recortado de 3 cm × 3 cm.
• Cajas de palillos desechables de doble punta
• Etiquetas adhesivas (13 mm × 19 mm)
• Dispensadores para pegamento
• Pegamento el utilizado para trampas pegajosas
• Frascos de vidrio de una onza (30 mL)
• Portaobjetos para microscopía
• Cubreobjetos para microscopía
• Pipeta de vidrio (10 mL)
• Vaso de precipitados (250 mL)
• Claves taxonómicas actualizadas del género Anastrepha

Químicos
• Xilol (Xileno)
• Aceite Mineral
• Alcohol etílico al 70 %
• Cloruro de Sodio
• Agua destilada
• Aceto-orceina
• Medio de montaje (Bálsamo de Canadá, Liquido de Hoyer o Entellan)

Equipo
• Lámpara de luz UV (Black Ray modelo B-100AP)
• Estéreo-microscopio con cámara fotográfica digital
• Microscopio compuesto con cámara fotográfica digital
• Microscopio con equipo epifluorescente
• Pinzas entomológicas de punta extrafina No. 5
• Pinzas de punta suave
• Lentes protectores de luz UV.

83
Apéndice 7
Preparación de solucion salina
Para elaborar 500 cc de solución se necesitan:
Materiales
• 6 gr de cloruro de sodio
• 30 mL de alcohol isopropílico al 99%
• 464 mL de agua destilada
• Beaker (vaso de precipitado) de 500 mL
• Pipeta de vidrio graduada (puede usarse como agitador)
• Báscula de cocina
Se disuelve los 6 gramos de sal en los 464 mL de agua, después agregar los 30 mL de alcohol en
condiciones ambientales del laboratorio.

84
APÉNDICE 8
Apéndice 8
PREPARACIÓN DE ACETO-ORCEÍNA
Preparación de aceto-orceína
Para elaborar 100 cc del colorante se necesitan:
Materiales
• 2 gr de orceína
• 45 mL de ácido acético glacial
• 53 mL de agua destilada
• Papel filtro
El detalle del equipo para preparación de aceto-orceína se describe en el esquema siguiente:

Manguera de

drenaje de agua

Refrigerante Allinh

Pinza de soporte
Manguera de

entrada de agua
Tapón de caucho

Tubo de vidrio

Matraz

Anillo de soporte Rejilla de asbesto

Mechero Bunsen Manguera del gas

Base o soporte universal

Equipo de preparación de aceto-orceína

Se debe de montar el equipo, colocando el refrigerante en forma vertical en el soporte y sujetándolo


con una pinza: Luego se conectan al refrigerante las mangueras que conducirán el agua; la primera
manguera será colocada en el apéndice inferior del refrigerante y ésta irá unida a una fuente de agua,
la segunda en el apéndice superior, que será la de drenaje. La parte inferior del refrigerante irá unida a
un tubo de vidrio y éste, por medio de un tapón de caucho, al matraz o balón que contiene la solución.

85
Agregar en el matraz los 2 gramos de orceína sintética, luego vaciar el ácido acético y después el agua
destilada; estos productos deben mezclarse agitando el matraz por un minuto.
Para homogeneizar la mezcla se debe poner a ebullición por tres horas, luego esta solución se deja
enfriar a temperatura ambiente procediendo después a una filtración y guardarla en un lugar oscuro y
fresco en frascos color ámbar.
Nota. Actualmente existen algunos proveedores que ya ofrecen la aceto-orceina preparada en diversas
presentaciones (250, 500 y 1000 ml). Para el caso de México se puede adquirir en los Laboratorios
Químicos HYCEL de México, S.A. de C.V. Catálogo No. 850.

86
Agradecimientos
Los autores expresan su agradecimiento a la División Conjunta de Técnicas Nucleares para la
Alimentación y la Agricultura de la FAO/OIEA, Viena, Austria, por el financiamiento parcial de este
trabajo. De igual forma se agradece al Programa Moscamed, México SAGARPA-SENASICA por
el financiamiento parcial y las facilidades prestadas en las instalaciones del Centro Internacional de
Capacitación en Moscas de la Fruta, en Metápa de Domínguez, Chiapas, para el desarrollo de este
trabajo. También agradecemos los comentarios y sugerencias de J. M. Gutiérrez Ruelas, A. Villaseñor
Cortes y P. Montoya Gerardo, y a S. Flores Breceda por su apoyo en los análisis estadísticos. También
se agradece a J. D. Domínguez Ventura y W. A. Mateo Hernández por su valioso apoyo en la etapa de
disección y fotografiado de las estructuras estudiadas. Un especial agradecimiento a J. Reyes Flores,
Walther R. Enkerlin H. y Jorge Hendrichs por sus valiosas aportaciones y revisión a las versiones
finales de este documento.

87
Manual para diferenciar
moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas Manual para diferenciar moscas de
de cepa normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente
(Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar Anastrepha ludens (Loew) silvestres
Este manual presenta los procedimientos necesarios para diferenciar
especímenes de la Mosca Mexicana de la Fruta, A. ludens, silvestres de aquellos
criados en laboratorio, irradiados y sin irradiar, tanto de la cepa normal bi-sexual
y criadas de cepa normal (“bi-sexual”)
como de la cepa de sexado genético (Tapachula-7). El manual es producto de
estudios recientes realizados para medir los efectos de la radiación sobre
testículos y ovarios de estas cepas de moscas. Los estudios fueron parcialmente
y cepa sexada genéticamente
financiados por la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en
Agricultura y Alimentación. Es el primer manual en su tipo para esta especie de
mosca de la fruta y presenta procedimientos estandarizados. Por consiguiente,
(Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar
es un documento muy valioso para programas operativos contra A. ludens que
aplican el control en áreas amplias utilizando tanto la cepa bisexual como la cepa
genética de solo machos.
16-08111

También podría gustarte