Exhortaciones (Al menos lo que entiendo yo):

Las mujeres mayores explicaban a las menores su rol en la sociedad. Este consistía en encargarse
de las actividades domesticas en el hogar, al menos durante su juventud temprana y media.

Transformando esta mierda en una exhortación

Y decían las madres a sus hijas: “Deberás atender las actividades del hogar hasta que conozcas a
quien te acompañará por el resto de tu vida, o dediques al oficio “sacerdotal” (No es ningún tipo
de blasfemia, puesto que la prostitución era una especie de ritual).

En el caso de las mujeres mayores, podrían tener dos destinos; el dedicarse a la vida en el hogar y
cuidar de una familia, o dedicarse a la prostitución bajo la protección de Xochipilli y su esposa
Xochiquétzal.

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Al llegar la mayoría de edad, se le informaba a la mujer: “Dedicarás tu vida al hogar y tendrás una
familia a quienes instruir de la misma forma que se te ha instruido, o entregarás tu cuerpo como
tributo a Xochiquétzal”.

Los hombres tenían derecho a la educación, aunque la misma estaría distinguida según el estrato
social al que pertenecieran. En esta educación era primordial la enseñanza de la religión politeísta
que manejaban.

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Los padres les decían a sus hijos: “Te enviaremos con los sacerdotes, ellos te instruirán en la
creencia. Luego lucharás como un orgulloso guerrero por la defensa de nuestros ideales”.

La embriaguez era permitida únicamente para los guerreros y en algunas ocasiones especiales
para el pueblo en general. Si se llegaba a incumplir esta norma, impondrían una sanción muy grave
sobre quien la haya cometido (En especial si ocupaba un cargo social alto).

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Los mayores advertían a los jóvenes: “La embriaguez es un estado al que solo entrarán en
momentos de júbilo, si llegas a ser desmedido con la misma, tendrás una sanción por mofar los
cultos religiosos”.

La infidelidad era castigada severamente para quien la cometiera (Hombre o mujer), a tal grado
que podría ser la misma muerte. En casos muy especiales podría ser penada de manera más leve
(En el caso de los hombres) al mandarlos de vigilantes en las afueras de la ciudad, aunque esto se
asemejaba a un exilio.

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Los sacerdotes advertían a las parejas: “Si alguno de los dos llega a faltar en lo conyugal, deben
saber que es una falta grave contra Tlazoltéotl y esa falta tendrá una consecuencia severa”.