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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

CÁTEDRA: ANÁLISIS ECONÓMICO DEL DERECHO


ESTUDIANTE: TATIANA ROMERO - CÓDIGO: 201726146

ANALISIS ECONOMICO DEL DERECHO – CASO APLICADO: ASIGNACION

PRESPUESTO PUBLICO AL PROGRAMA SER PILO PAGA

El Gobierno colombiano con el fin de materializar el principio constitucional de estado social de

derecho ha contemplado diferentes escenarios encaminados a garantizar la satisfacción de las

necesidades de los colombianos, uno de ellos es lo señalado por la Constitución Política en sus

artículos 2 y 40 y que refiere a que los ciudadanos puedan participar en la asignación de los recursos

del presupuesto nacional.

Aunque el ejecutivo y el legislativo en el marco de sus funciones han expedido normativa

encaminada a establecer los procedimientos de programación, estudio, aprobación, afectación,

modificación y seguimiento de ejecución al presupuesto nacional, resulta plausible que

atendiendo las herramientas económicas y de conformidad a esta nueva línea del derecho

denominado análisis económico del derecho, se estudien fenómenos sociales con impacto en

las finanzas públicas.

Frente al particular, resulta claro que uno de los conceptos económicos aplicables es

la EFICIENCIA, que desde una perspectiva del derecho se traduce en equidad – justica, como

un fin último de Estado Social de Derecho que es Colombia, en este escenario jurídico la

asignación de beneficios a los ciudadanos se realizaría dando a cada quien lo que

corresponde. No obstante lo anterior, en términos económicos, la eficiencia se traduce en un

concepto propio de la optimización de los recursos escasos. Es asi como el OPTIMO DE


PARETO, redefine lo pretendido con la ejecución y desarrollo de los programas propuestos

por el Gobierno Nacional en su plan nacional de desarrollo.

Según Eleonora Lozano en su texto Constitución y Economía, la eficiencia económica

de Pareto sucede cuando es imposible reasignar los recursos para mejorar el bienestar de una

persona sin empeorar el de otra (Lozano,2011) , es así como se considera que en términos de

Pareto, una situación es eficiente cuando en la asignación de recursos, si se compara con

cualquier otra, las partes involucradas están por lo menos en iguales condiciones de lo que

estaban antes y por lo menos una de ellas está mejor de lo que inicialmente estaba. (Reyes &

otro, 2014)

En consonancia con lo anterior, no se desconoce que en la asignación de los recursos

del presupuesto nacional a los diferentes programas y proyectos propuestos en el Plan

nacional de desarrollo implican una distribución eficiente, en la que evidentemente no se

puede mejorar una iniciativa sin desmejorar la otra. Un ejemplo de lo anterior es que para el

último periodo del gobierno Santos específicamente para la vigencia del 2018, al sector

defensa se le asignaron $ 31,6 billones para gastos de funcionamiento e inversión y para el

sector educación por este mismo concepto tuvo una asignación de $ 37,5 con unas variaciones

de 5,5 % y 5,8 % respecto de lo asignado en el 2017.

La eficiencia como un término económico universal, y que resulta acertado para el

análisis la materia del asunto, puede “aplicarse, de modo más consistente a reglas formales y

estructurales que establecen reglas muy generales de derechos de propiedad y otras reglas

normativas como determinados tipos de responsabilidad) por lo cual es un criterio interesante

de normativa una vez que partimos de otros criterios que –lejos de la eficiencia– establezcan

derechos de propiedad. Sin embargo, no puede establecer que tiene derecho específicamente
a determinados recursos y la dotación de recursos afecta la regla de asignación del criterio de

eficiencia de manera dramática.” (Stordeur, 2005)

Es decir que lo que refiere a la asignación del presupuesto en el Estado Colombiano,

tiene implícita la aplicación del principio de eficiencia, no solamente en la destinación de los

recursos sino que también contempla la expedición y aplicación del marco normativo en la

materia.

Por otra parte, se tiene que para analizar este tema, es viable referirnos en términos

de utilidad marginal, respecto a la distribución de la riqueza que puede tener el Estado. En

este sentido,

El principio de la utilidad marginal decreciente del dinero podría tentarnos a

concluir que una transferencia de una persona más rica a una persona menos rica

tenderá a aumentar la suma de las utilidades de las dos personas: una pérdida de un

peso perjudica al millonario menos de lo que la ganancia de un peso agrada al

indigente. Esto es cierto incuestionablemente, pero sería peligroso generalizar a partir

de este ejemplo extremo y concluir que una redistribución sustancial de la riqueza, de

las personas de ingresos mayores a las personas de ingresos menores, aumentará

seguramente la utilidad total, aún bajo la premisa poco realista de que la redistribución

no cuesta nada. (Posner, 2013. Pág. 713)

Seguido de lo anterior, y como otra arista propia al tema que se está abordando en el

presente trabajo, es la distribución del ingreso y la riqueza en términos de justicia. Lo anterior

por cuanto la asignación de recursos públicos obedece a un ciclo propio de tributación y de

redistribución eficiente de los ingresos percibidos por el Gobierno Nacional. Es así como
El filósofo John Rawls ha sostenido que la distribución del ingreso y la riqueza

es justa sólo si ninguna otra distribución mejorara la situación de los miembros de la

sociedad que se encuentran en la peor situación. La distribución justa podría ser muy

desigual si, por ejemplo, el impacto negativo de una distribución más igualitaria sobre

el incentivo para trabajar fuese tan sustancial que la tajada mayor que recibirían

quienes estuviesen en peor situación fuese menor en términos absolutos que la tajada

relativamente menor que recibirían bajo una distribución menos igualitaria. (Posner,

2013. Pág. 721)

Otro escenario conceptual que permite desde la economía hacer un análisis

económico de la asignación del presupuesto nacional, es la asignación de derechos, los cuales

se consideran un instrumento de "la maximización de la riqueza social y en relación con el

uso y disposición de recursos escasos los que, para cumplir con el ideal de la eficiencia, deben

quedar en manos de quienes son más eficientes o de quienes más lo valoran medidos en

términos monetarios" (Stordeur, 2005)

La asignación de derechos contempla entonces un contexto en donde se prevén

diferentes situaciones del grupo poblacional al que van dirigidos los proyectos estatales y que

requieren una inversión del presupuesto público. Por lo tanto,

Es posible que no haya ningún argumento económico contundente a favor de

una política de menor desigualdad de los ingresos en general, pero hay argumentos

económicos en favor de los esfuerzos gubernamentales para reducir la gran desigualdad

(en una sociedad rica) que llamamos pobreza. La definición de la pobreza es elusiva,

pero su identificación es más simple. (Posner, 2013. Pág. 725)


Indistintamente del proyecto que se tenga previsto a desarrollar, la asignación de los

recursos públicos que según plan de gobierno se pretenden ejecutar, tienen implícitos unos

costos de transacción, lo que se traduce a que por parte del ejecutivo se contemplen “costos

de la intervención. Estos costos son grandes por dos razones: 1) el gobierno carece en general

de la disciplina de la competencia y del incentivo de la maximización de las ganancias, y 2)

las tareas asignadas al gobierno por la sociedad tienden a ser inherentemente difíciles.”

(Posner, 2013. Pág. 727)

En esta misma línea se tiene que la asignación de recursos y su redistribución tal y como se

mencionó anteriormente contempla situaciones de costo – beneficio, en el que

Jonh Finnis admite que "...1) los objetivos estén bien definidos, 2) los costos puedan

ser comparados por referencia a una determinada unidad de valor (el dinero, por

ejemplo), 3) los beneficios también puedan ser cuantificables de un modo tal que

puedan ser conmensurables unos con otros, y 4) las diferencias respecto de los medios

no sean tomadas en cuenta como importantes, al margen de sus costos mensurables,

sus beneficios también mensurables, y otros aspectos referidos a su eficiencia en tanto

medios. (Martinez, 2009)

Se concluye, en este estado de las cosas que desde la perspectiva tradicional, la distribución

de la riqueza debe realizarse en términos de eficiencia, partiendo del hecho que los individuos

son seres racionales, y que cada acción del estado implica costos de transacción en los que la

desviación de asignación de recursos tiene como trasfondo el óptimo de Pareto por cuanto

no existe una justa medida en los beneficios que recibe un grupo poblacional en específico

sin que se descompense financieramente otro sector.


Por otra parte, elementos de otras perspectivas del Análisis Económico del Derecho- AED,

permiten estudiar este fenómeno político – económico. Desde la elección pública con

representantes como Olson, quienes abordan el análisis económico del derecho desde una

perspectiva diferente a la tradicionalista de Posner, proponen un estudio desde la elección

que realizan los individuos respecto de sus intereses personales y que tales decisiones tienen

injerencia en escenarios políticos y por consiguiente económicos.

Olson,

Parte de la premisa de que los individuos tienen intereses puramente personales

diferentes de los de otros miembros del grupo con quienes comparten un interés común.

Como cada individuo contribuye solo en pequeña escala a la acción colectiva de un

grupo, el retiro de dicha contribución no se considerara importante para el éxito o

fracaso esperado de la empresa en su conjunto. Si la meta común tiene características

públicas, especialmente la de imposibilidad de exclusión, el problema del oportunista

obstruirá seriamente a los grupos de interés en su intento por comprometerse en una

acción colectiva. (Roemer, 1994. Pág. 61)

En este sentido la asignación de presupuesto público, no solo obedece a consideraciones

contempladas en el plan nacional de desarrollo del gobierno de turno, sino que también tiene

un trasfondo político, en donde los grupos de influencia participan activamente en la

distribución de la riqueza, teniendo en cuenta mandatos de optimización en términos

económicos.

Por su parte, los individuos a los que va direccionado el beneficio estatal, se considera un

individuo oportunista, quien


…Enfatiza la imposibilidad de organizar grandes grupos de individuos para la

realización de bienes públicos. En dicho sentido, se argumenta que el dominio de la

actividad política debería corresponder a pequeños grupos de individuos que tratan

de beneficiarse comúnmente a expensas de otros. El grupo más fácil de organizar

podría estar formado presuntamente por unos cuantos individuos o empresas que

busquen beneficios del gobierno, financiados por el público en general. En

consecuencia, si Olson tiene razón, la política debería estar dominada por grupos de

interés especial dedicados a la búsqueda de rentas. (Roemer, 1994. Pág. 62)

Finalmente, se advierte que en temas presupuestales, el análisis económico del derecho como

una tendencia que pretende la aplicación de elementos económicos al estudio del derecho,

constituye una herramienta que permite desde la doctrina y conceptos básicos, dar una

explicación en términos de eficiencia y justicia, la distribución de riqueza en un estado como

el colombiano. Elementos propios de la ciencia económica en una aplicación amplia reflejan

la necesidad de que se contemplen escenarios económicos que afectan el correcto

funcionamiento del estado, y que la toma de decisiones, propiamente en materia presupuestal

afectan directamente a los individuos y la satisfacción de sus necesidades – intereses.


Referencias

Martinez, C. "Wealth Maximization and Allocation of Rights according to Richard Posner."


Persona & Derecho 60 (2009): 323.
Lozano, E, "El Régimen Económico Constitucional: Confluencia del Derecho, la Economía
y las Ciencias Políticas" Manual De Constitución Y Democracia. Vol. II. Del Estado Y La Protección
De Los Derechos. En: Colombia ISBN: 978-958-695-577-5 Ed: Ediciones Uniandes, v., p.153 - 178,
2011.
Reyes, O; Franklin, O. (2014). Teoría de Bienestar y el Óptimo de Pareto como Problemas
Microeconómicos. En: Revista Electrónica de Investigación en Ciencias Económicas Abriendo
Camino al Conocimiento.
Roemer, A (1994). Introducción al análisis económico del derecho. México: Instituto
Tecnológico Autónomo de México.
Stordeur, E. "Derechos iniciales de propiedad y eficiencia: un problema para el análisis
económico del derecho normativo." Opinión Jurídica 4.7 (2005): 139-151.
Posner, R.A (2013).El análisis económico del derecho. España: S.L. Fondo de cultura
económica de España.

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