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UNA MIRADA A LOS DELITOS E INFRACCIONES

CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


1. ¿EN QUÉ CONSISTE EL DELITO?.-

D
elito es una conducta humana que, ya sea por propia
voluntad o por imprudencia, resulta contrario a lo
establecido por la ley (antijurídico). El delito, por lo tanto,
implica una violación de las normas vigentes, lo que hace
que merezca un castigo o pena.

No debe confundirse como delito a aquellas acciones que resultan


condenables desde un punto de vista ético o moral. Por ejemplo:
“Gastar tanto dinero en unos zapatos es un delito”, “Mi abuela me
enseñó que arrojar comida a la basura es un delito”.

Existe una clasificación de los delitos desde la exteriorización de la


voluntad consciente de la persona que delinque, una dolosa en la
que la intención es causar el daño prohibido por la ley, es decir, el
autor quiso (decisión voluntaria) hacer lo que hizo. A ello, se
contrapone al delito culposo, donde la falta se produce a partir de
no cumplir ni respetar la obligación de cuidado. Un asesinato es un
delito doloso; en cambio, un accidente donde muere una persona es
un delito culposo.
Un delito por comisión, por su parte, se produce a partir del
comportamiento del autor, mientras que un delito por omisión es
fruto de una abstención. Los delitos por omisión se dividen en
delitos por omisión propia (fijados por el código penal) y delitos por
omisión impropia (no se encuentran recogidos en el Código Penal).

2. EL DELITO AFECTA BIENES JURÍDICOS.-


La importancia de las consecuencias del delito es que afectan a
determinados bienes jurídicos que son necesarios para la
convivencia social, tales como la vida, la libertad, la propiedad, la
salud pública, el patrimonio cultural, la administración pública,
entre otros.
3. ¿TODAS LAS CONDUCTAS SANCIONABLES SON
DELITOS?
No, es un sistema discontinuo de ilicitudes, ya que no todo acto
antijurídico es delito y no todo acto antijurídico determina
sanciones. En virtud del principio de legalidad, los únicos actos
delictivos, son los que acarrean sanción penal porque están
descritos en la ley penal (Código Penal).

La ley describe la conducta que será pasible de una sanción a


manera de HIPÓTESIS, la misma que debe verificarse en la realidad a
través de un proceso penal en marcado en diversas garantías para
los justiciables (para quien sufre las consecuencias del delito o
agraviado y a quien se le atribuye el haber realizado la conducta
delictiva).

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4. LOS DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
En el Derecho penal existen diversas posiciones en torno a cuál sería
el bien jurídico general protegido por los delitos contra la
administración pública. Antes de hacer una pequeña reseña de cada
postura y explicar cuál es considerada como la más adecuada,
conviene adelantar que en este acápite no serán analizados los
bienes jurídicos que, de manera específica, protege cada tipo penal,
sino que se abordará el bien jurídico protegido, de manera general,
en todos los tipos penales de delitos contra la administración
pública cometidos por funcionarios públicos. Así, es posible
identificar las siguientes posturas:

• La probidad, dignidad, integridad, rectitud y lealtad del funcionario


público. Como puede entenderse, se trata de una concepción
subjetiva respecto del bien jurídico, ya que se centra en
características que el funcionario público debe tener para trabajar
en la administración pública.

• Las expectativas, basadas en las normas, que se tienen respecto


de la actuación de los funcionarios estatales y aquellas sobre el rol
que estos deben cumplir en nuestro sistema social. En otras
palabras, las expectativas normativas se defraudan cuando los
funcionarios públicos incumplen su deber institucional de “sujeción
a la ley”; es decir, no actúan según las normas estatales prescritas.

• El correcto y regular funcionamiento de la administración pública


(el correcto ejercicio de la función pública). Esta postura
predomina, actualmente, en la doctrina y en la jurisprudencia1.

El Código Penal, vigente desde 1991, con muchas modificatorias en


el camino, ha diseñado la clasificación de los delitos contra la
administración pública en tres capítulos contenidos en el Título
XVIII: delitos cometidos por particulares dirigido a quienes agravian
a la administración pública desde su posición de particulares, es
decir, no funcionarios ni servidores públicos; delitos cometidos por
funcionarios públicos conteniendo conductas sancionables a
quienes ejercen la función pública en general; y, delitos contra la
administración de justicia, en la que se tiene a todo el sistema
judicial como centro de agravio de este tipo de delitos.
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1 MONTOYA VIVANCO, Yván, Manual sobre delitos contra la administración pública, PUCP, Lima – Perú, p. 35.
4.1. LOS DELITOS ESPECÍFICOS MÁS IMPORTANTES
Como una introducción a los delitos cometidos por funcionarios
públicos debemos entender a qué personas se aplica y a quienes la ley
penal llama funcionarios. Al respecto, el artículo 425° del Código Penal,
al margen de la categoría operativo funcional de los trabajadores del
público como si fueran símiles. Así, prescribe lo siguiente:
“Artículo 425. Funcionario o servidor público
Son funcionarios o servidores públicos:
1. Los que están comprendidos en la carrera administrativa.
2. Los que desempeñan cargos políticos o de confianza, incluso si
emanan de elección popular.
3. Todo aquel que, independientemente del régimen laboral en que se
encuentre, mantiene vínculo laboral o contractual de cualquier
naturaleza con entidades u organismos del Estado, incluidas las
empresas del Estado o sociedades de economía mixta comprendidas en
la actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello ejerce
funciones en dichas entidades u organismos.
4. Los administradores y depositarios de caudales embargados o
depositados por autoridad competente, aunque pertenezcan a
particulares.
5. Los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
6. Los designados, elegidos o proclamados, por autoridad competente,
para desempeñar actividades o funciones en nombre o al servicio del
Estado o sus entidades.
7. Los demás indicados por la Constitución Política y la ley.”

Por tanto, si bien las normas administrativas como en la actualidad la


Ley SERVIR, por ejemplo, categorizan a los niveles funcionales en grupos
de funcionarios, directivos, servidores civiles de carrera o servidores de
actividades complementarias, el Código Penal no hace disquisiciones en
la nomenclatura.

4.1.1. Abuso de Autoridad (artículo 376°)


“El funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u
ordena un acto arbitrario que cause perjuicio a alguien será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años.

Si los hechos derivan de un procedimiento de cobranza coactiva, la


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pena privativa de libertad será no menor de dos ni mayor de cuatro


años.”
El delito de abuso de autoridad tiene una connotación genérica y
busca sancionar la irrazonabilidad en el actuar del funcionario
público que agravia a la administración pública que se rige por
normas y razones y no por causas ilógicas e ilegales, por ello se
proscribe la arbitrariedad que causa perjuicio, pero no solo a la
administración en sentido abstracto, sino a un particular quien
sufre el efecto del acto ilegal o el abuso funcional.
Ejemplo de ello es la ejecución de una orden de cierre o decomiso
sin haberse verificado la existencia de un acto administrativo previo
en la forma de resolución que disponga tal actuación, por ejemplo
una medida cautelar administrativa.
Otro ejemplo que es posible identificarlo fácilmente es una
detención a alguien que a pesar de tener datos personales distintos
a otro individuo perseguido por la justicia, es detenido sin
corroborar adecuadamente su identidad con información mínima
que exige la Ley 27411 que establece los requisitos en el
procedimiento de homonimia.

Cabe recordar que este delito tiene carácter doloso, es decir, el


funcionario ejecuta el acto o lo ordena a sabiendas de su ilicitud.

4.1.2. Omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales


(artículo 377°)
“El funcionario público que, ilegalmente, omite, rehúsa o retarda
algún acto de su cargo será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de dos años y con treinta a sesenta días-multa.
4
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Cuando la omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales


esté referido a una solicitud de garantías personales o caso de
violencia familiar, la pena será privativa de libertad no menor de
dos ni mayor de cinco años”.

Muchas veces nos encontramos con trámites que demoran,


expedientes sin resolver, oficinas administrativas abarrotadas de
gente que espera recibiendo luego la respuesta en una ventanilla
impersonal de un trabajador estatal que nos dice: “venga la otra
semana”, “dese un saltito más tarde” o “ya le puse su expediente
en la mesa del director, está para su firma, yo ya cumplí, no es mi
culpa si él no la suscribe”.
Estos ejemplos cotidianos son muestra de una administración
pública que muchas veces se muestra ineficiente. Sin embargo, el
delito que nos ocupa tiene que ver con una conducta irrazonable
como el anterior delito de abuso de autoridad, pero en este caso se
trata de omitir actos que le son exigibles al funcionario o rehusarse
sin justificación o retardar su actuación pese a que tiene un plazo
para su cumplimiento. La motivación de tal acto tiene que ser
dolosa.
Por ejemplo, cuando en el Gerente de una municipalidad, pese a las
denuncias públicas omite disponer una intervención para el cierre
preventivo de una discoteca que permite el ingreso de menores de
edad.
Asimismo, se aprecia en el caso del auxiliar jurisdiccional que no
notificó con mala intención a una madre que representa a su hijo
en un proceso de filiación extramatrimonial para que ésta conozca
que el padre demandado se opone a realizarse la prueba de ADN y
no le da la oportunidad de defenderse o cuestionar tal oposición
del presunto padre.
En realidad, el universo de actuaciones omisivas de los funcionarios
públicos es tan grande que es necesario determinar cuáles
constituyen acciones delictivas, tarea que le corresponde al
Ministerio Público con colaboración de la persona que pone en
conocimiento tal delito.

4.1.3. Concusión (artículo 382°)


“El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, obliga
o induce a una persona a dar o prometer indebidamente, para sí o
para otro, un bien o un beneficio patrimonial, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho años;
5

inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8


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del artículo 36; y, con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco


días-multa.”
El delito de concusión puede confundirse con el delito de
corrupción de funcionarios o cohecho, pero la diferencia se
encuentra en que en este delito, el funcionario abusa de su cargo y
vence la voluntad del administrado al obligarlo a entregar un
beneficio patrimonial o bien, mientras que en el cohecho hay un
encuentro de voluntades.

Ejemplos de este tipo de delitos se puede dar cuando existe un


trámite que requiere de una autorización previa de una entidad y
que además requiere evaluación técnica de profesionales que el
administrado desconoce tanto su complejidad, como su forma de
absolver observaciones técnicas que se le exige hacer, de modo
que por estas circunstancias el funcionario, que puede ser el
profesional técnico que realiza la evaluación y abusando de su
cargo, obliga o induce al administrado a pagarle para que se le de el
visto bueno para continuar con su trámite.

4.1.4. Cobro indebido (artículo 383°)

“El funcionario o servidor público


que, abusando de su cargo, exige o hace pagar o entregar
contribuciones o emolumentos no debidos o en cantidad que
excede a la tarifa legal, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años e inhabilitación,
según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36.”

El delito de cobro indebido también se denomina como exacción o


exigencia ilegal, y se produce cuando, previamente, existe un
cuadro de tributos, en la forma de tasas y derechos, que se deben
abonar para que el Estado brinde el servicio; sin embargo, el
funcionario hace pagar un monto por encima de lo legalmente
permitido, es decir una sobretasa.
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Es el caso del pago que debe hacerse según lo publicado en el TUPA


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de una entidad, pero donde el funcionario exige el pago de una


tasa mayor para acelerar el trámite, pero cuyo monto no se
encuentra autorizado normativamente. No interesa si el
funcionario se beneficio con tal exceso en el pago, porque no lo
exige el tipo penal.

4.1.5. Colusión simple y agravada (artículo 384°)

“El funcionario o servidor público que, interviniendo directa o


indirectamente, por razón de su cargo, en cualquier etapa de las
modalidades de adquisición o contratación pública de bienes, obras
o servicios, concesiones o cualquier operación a cargo del Estado
concierta con los interesados para defraudar al Estado o entidad u
organismo del
Estado, según ley,
será reprimido con
pena privativa de
libertad no menor
de tres ni mayor de
seis
años; inhabilitación,
según corresponda,
conforme a los
incisos 1, 2 y 8 del
artículo 36; y, con
ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa”.

“El funcionario o servidor público que, interviniendo directa o


indirectamente, por razón de su cargo, en las contrataciones y
adquisiciones de bienes, obras o servicios, concesiones o cualquier
operación a cargo del Estado mediante concertación con los
interesados, defraudare patrimonialmente al Estado o entidad u
organismo del Estado, según ley, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de seis ni mayor de quince
años; inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2
y 8 del artículo 36; y, con trescientos sesenta y cinco a setecientos
treinta días-multa”.

La colusión es un delito de encuentro que exige el concierto entre


el funcionario y el particular. El funcionario interviene por razón de
su cargo en el proceso de adquisición, contratación concesiones u
otra operación a cargo del Estado. El acuerdo con el particular
7

tiene como finalidad defraudar al Estado sin consumar el fraude


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(colusión simple) o llegando al objetivo dañoso (colusión


agravada). La defraudación consiste en causar perjuicio al principio
de competencia en las contrataciones que realiza el Estado, que
posibilita la adecuada adquisición de bienes y prestación de
servicios a su favor, con racional uso de recursos. La colusión
agravia estas condiciones adecuadas en los procedimientos porque
se direcciona los mismos a favor de particulares.
Por otro lado, la concertación debe darse de manera dolosa, en
vista de que el funcionario público privatiza dolosamente o con
conocimiento su actividad funcionarial, representando más los
intereses particulares que los del Estado.362 En tercer lugar,
puesto que la conducta típica “concertar”, según el tipo penal,
debe darse “para defraudar al Estado”, el acuerdo colusorio debe
ser idóneo para defraudar dichos intereses2.

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2 MONTOYA VIVANCO, Yván, Ob. Cit. p. 139.


4.1.6. Peculado doloso y culposo (artículo 387°)

“El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en


cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le estén confiados por razón
de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de cuatro ni mayor de ocho años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con
ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

Cuando el valor de lo apropiado o utilizado sobrepase diez unidades


impositivas tributarias, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de ocho ni mayor de doce años; inhabilitación,
según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y,
con trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos


estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo
o inclusión social. En estos casos, la pena privativa de libertad será
no menor de ocho ni mayor de doce años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con
trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra


persona la sustracción de caudales o efectos, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de dos años y con prestación
de servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo o inclusión
social. En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor
de tres ni mayor de cinco años y con ciento cincuenta a doscientos
treinta días-multa.”

El delito de peculado tiene un amplio desarrollo en la


jurisprudencia nacional y el artículo que lo contiene fue objeto de
interpretaciones algunas amplias y otras restrictivas sobre el perfil
del funcionario que puede cometer el delito como autor, para
sintetizarse en lo siguiente:
 El funcionario debe tener la disponibilidad material de los
caudales o efectos del Estado bajo modalidades que
pueden ser percepción (o sea le compete recibirlos),
administración (debe administrarlos o gestionarlos) o
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custodia (debe encargarse de su vigilancia, por ejemplo en


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calidad de depositario).
 La conducta consiste en apropiarse o utilizar dichos bienes
estatales, bajo la forma de caudales o efectos
(normalmente dinero, pero pueden ser bonos estatales,
intereses generados, fondos de garantía, etc.)
 El funcionario tiene relación con esos caudales o efectos
por razón de su cargo, es decir, le compete relacionarse
con los mismos dada su función que le corresponde por ley
o norma autoritativa.
 La apropiación o uso puede ser a título personal o a favor
de terceros.

4.1.7. Peculado de uso (artículo 388°)

“El funcionario o servidor público que, para fines ajenos al servicio,


usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro
instrumento de trabajo pertenecientes a la administración pública o
que se hallan bajo su guarda, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años; inhabilitación,
según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y,
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

Esta disposición es aplicable al contratista de una obra pública o a


sus empleados cuando los efectos indicados pertenecen al Estado o
a cualquier dependencia pública.

No están comprendidos en este artículo los vehículos motorizados


destinados al servicio personal por razón del cargo”.

Es un tipo de peculado que se realiza sobre bienes muebles


distintos a los caudales y a título de utilización de manera ajena al
servicio para el que dichos bienes se encuentran destinados. Así,
puede ser ejecutado sobre vehículos, maquinarias o instrumentos
de trabajo.

Un ejemplo se da continuamente con los vehículos de uso oficial


que son destinados a otros fines, como para trasladar a parientes,
obviamente sin razones cercanas al servicio público.
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4.1.8. Malversación (artículo 389°)

“El funcionario o servidor público que da al dinero o bienes que


administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que
están destinados, afectando el servicio o la función encomendada,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni
mayor de cuatro años; inhabilitación, según corresponda, conforme
a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa.

Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de


aplicación definitiva diferente, afectando el servicio o la función
encomendada, la pena privativa de libertad será no menor de tres
ni mayor de ocho años; inhabilitación, según corresponda,
conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, trescientos sesenta
y cinco a setecientos treinta días multa.”

Muchas veces ocurre que por necesidades de emergencia, los


fondos destinados por ley a determinadas partidas de gasto se
utilizan para otros fines. Tal hecho, no quiere decir,
necesariamente que se está cometiendo un delito.
Para tal determinación se requiere acreditar las siguientes
circunstancias:
 El destino de la partida original tiene que haber sido
asignado por ley, decreto, reglamento o resolución de una
autoridad competente. El destino o finalidad,
generalmente, se encuentra contemplado en normas
presupuestales. Además, la finalidad debe ser expresa ya
que, de lo contrario, el agente público tendría
discrecionalidad para aplicar los recursos públicos a los
fines públicos que él considere necesarios.
 La trasferencia de una partida a otra debe tener carácter
definitivo.
 El delito de malversación exige que el dinero o bienes
públicos sean utilizados para otro destino público ya que, si
se emplean para un beneficio privado, estaríamos ante la
posible comisión de un delito de peculado.
 Se requiere generar perjuicio a la partida afectada.
 La naturaleza de este tipo penal requiere el dolo para su
configuración.
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De conformidad con el artículo 392° del Código Penal, estos
tres delitos, existen casos en los que particulares pueden
ser sancionados por estos delitos, ya que señala:
“Están sujetos a lo prescrito en los artículos 387 a 389, los
que administran o custodian dinero perteneciente a las
entidades de beneficencia o similares, los ejecutores
coactivos, administradores o depositarios de dinero
o bienes embargados o depositados por orden de autoridad
competente, aunque pertenezcan a particulares, así como
todas las personas o representantes legales de personas
jurídicas que administren o custodien dinero o bienes
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo
social

Asimismo, cuando se trata de bienes embargados que


pertenezcan a particulares, también pueden ser recursos
cuya apropiación o uso se consideren delito de peculado, o
de peculado de uso si se trata de bienes muebles como
vehículos, maquinarias o herramientas, pero para tal caso
se requiere nombramiento de las personas a cargo de su
administración o custodia por autoridad competente, por
ejemplo, un juez que lo designe depositario del bien. En
este caso, existe un ejemplo en el que en un proceso
judicial, una persona particular es sometida a una medida
cautelar de depósito y el bien queda a cargo del propio
dueño, de modo que éste no puede dar uso al bien que se
encuentra bajo su custodia, porque puede ser denunciado
por peculado doloso o peculado de uso dependiendo del
caso.
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4.1.9. Corrupción de Funcionarios (artículo 393° y siguientes)

Esta es una familia de delitos cuya sanción se ve, de manera


general, desde dos perspectivas:
 La del funcionario a quien siempre se le considera como La
del particular en su calidad de corruptor a quien se le
considera como agente activo (cohecho activo).

Por otro lado, también se debe tener en consideración si el


elemento corruptor busca el cumplimiento o el incumplimiento de
los deberes funcionales. Como consecuencia de ello, se habla de
cohecho impropio (si no se busca quebrantar los deberes
funcionales, siendo solo un incentivo por el cumplimiento de la
función) o de cohecho propio (si se pretende quebrantar los
deberes funcionales).

Por ello, se debe tener en cuenta que en este grupo de delitos,


toma significado la perspectiva bilateral porque es un delito de
encuentro de voluntades, también.

Artículo 393. Cohecho pasivo propio

“El funcionario o servidor público que acepte o reciba donativo,


promesa o cualquier otra ventaja o beneficio, para realizar u omitir
un acto en violación de sus obligaciones o el que las acepta a
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consecuencia de haber faltado a ellas, será reprimido con pena


privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de ocho años e
Página

inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código


Penal y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-
multa.

El funcionario o servidor público que solicita, directa o


indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja o
beneficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus
obligaciones o a consecuencia de haber faltado a ellas, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor
de ocho años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del
artículo 36 del Código Penal y con trescientos sesenta y cinco a
setecientos treinta días-multa.

El funcionario o servidor público que condiciona su conducta


funcional derivada del cargo o empleo a la entrega o promesa de
donativo o ventaja, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de ocho ni mayor de diez años e inhabilitación conforme
a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal y con trescientos
sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa."

Como se aprecia, este delito está dirigido al funcionario, por ello se


considera cohecho pasivo, ya que recae sobre él un incentivo
corruptor, sea a pedido de éste o por ofrecimiento de terceros.

Depende si el donativo, promesa o cualquier otra ventaja o


beneficio lo solicitó o lo aceptó para agravar la sanción. Si aceptó o
recibió, la pena mínima es de 5 años de privación de libertad,
además de la inhabilitación y la pena de multa. Si promovió la
corrupción a través de la solicitud de la ventaja, beneficio, donativo
o promesa, la pena mínima será de 6 años. La pena privativa de
libertad máxima es de 8 años en ambos casos.

Artículo 394. Cohecho pasivo impropio

“El funcionario o servidor público que acepte o reciba donativo,


promesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido para realizar
un acto propio de su cargo o empleo, sin faltar a su obligación, o
como consecuencia del ya realizado, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código
Penal y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-
multa.
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El funcionario o servidor público que solicita, directa o


Página

indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja


indebida para realizar un acto propio de su cargo o empleo, sin
faltar a su obligación, o como consecuencia del ya realizado, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni
mayor de ocho años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2
del artículo 36 del Código Penal y con trescientos sesenta y cinco a
setecientos treinta días-multa."

La diferencia con el tipo antecedente es que en este caso el fin del


agente corruptor es que el funcionario no falte al cumplimiento de
sus funciones, salvo el recibir la ventaja, donativo, beneficio, claro
está.

Artículo 397. Cohecho activo genérico

“El que, bajo cualquier modalidad, ofrece, da o promete a un


funcionario o servidor público donativo, promesa, ventaja o
beneficio para que realice u omita actos en violación de sus
obligaciones, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de seis años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los
incisos 1, 2 y 8 del artículo 36;
y, con trescientos sesenta y
cinco a setecientos treinta
días-multa.

El que, bajo cualquier


modalidad, ofrece, da o
promete donativo, ventaja o
beneficio para que el
funcionario o servidor público
realice u omita actos propios
del cargo o empleo, sin faltar a su obligación, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco
años; inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2
y 8 del artículo 36; y, con trescientos sesenta y cinco a setecientos
treinta días-multa.”

Esta descripción corresponde al agente corruptor y tiene la


denominación de genérico, ya que el legislador consideró agruparlo
en un solo artículo con dos modalidades, dependiendo si se
buscaba el cumplimiento o el incumplimiento de las funciones del
agente pasivo, o sea, el funcionario.
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Existen tipos penales específicos, dependiendo del tipo de


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funcionario que se trate, así se tiene el cohecho activo específico


(artículo 398°) si se ofrece, da o promete donativo, ventaja o
beneficio a un Magistrado, Fiscal, Perito, Árbitro, Miembro de
Tribunal administrativo o análogo con el objeto de influir en la
decisión de un asunto sometido a su conocimiento o competencia.
Así también si el soborno es ofrecido a un auxiliar jurisdiccional,
como secretario, relator, testigo, traductor o intérprete, etc.

Igualmente, existe el cohecho activo en la función policial (artículo


398-A).

4.1.10. Tráfico de influencias (artículo 400°)

“El que,
invocando o teniendo influencias reales o simuladas, recibe, hace
dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o
cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder
ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, esté
conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni
mayor de seis años; inhabilitación, según corresponda, conforme a
los incisos 2, 3, 4 y 8 del artículo 36; y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa.

Si el agente es un funcionario o servidor público, será reprimido con


pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho
años; inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2
y 8 del artículo 36; y, con trescientos sesenta y cinco a setecientos
treinta días-multa”.

El delito de tráfico de influencias sanciona a aquel que, a cambio de


un beneficio, ofrece interceder o influenciar, directa o
indirectamente, ante un magistrado, fiscal u otro funcionario con
potestades jurisdiccionales (en sentido amplio)3, invocando tener
influencias, que pueden ser ciertas o no, sobre sus decisiones.
16
Página

3 Ibid. p. 143.
En realidad no se trata de un tipo penal que invoque la
participación necesaria de funcionarios públicos como autores del
mismo, ya que puede ser cualquier persona particular, por ello, su
ubicación en el lugar de los delitos cometidos por funcionarios
públicos es incorrecta.

En el texto legal, se prevén los siguientes casos alternativos:

 El que, invocando influencias reales recibe, hace dar o


prometer para sí donativo o promesa o cualquier otra
ventaja con el ofrecimiento de interceder ante un
funcionario o servidor público que esté conociendo un caso
judicial o administrativo.
 El que, invocando influencias simuladas recibe, hace dar o
prometer para sí donativo o promesa o cualquier otra
ventaja con el ofrecimiento de interceder ante un
funcionario o servidor público que haya conocido un caso.
 El que, invocando influencias reales recibe, hace dar o
prometer para un tercero donativo o promesa o cualquier
otra ventaja con el ofrecimiento de interceder ante un
funcionario o servidor público que esté conociendo un caso
judicial o administrativo.
 El que, invocando influencias simuladas recibe, hace dar o
prometer para un tercero donativo o promesa o cualquier
otra ventaja con el ofrecimiento de interceder ante un
funcionario o servidor público que haya conocido un caso
judicial o administrativo4.

4.1.11. Enriquecimiento ilícito (artículo 401°)

“El funcionario o servidor público que, abusando de su cargo,


incrementa ilícitamente su patrimonio respecto de sus ingresos
legítimos será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cinco ni mayor de diez años; inhabilitación, según corresponda,
conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con trescientos
sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

Si el agente es un funcionario público que ha ocupado cargos de


alta dirección en las entidades, organismos o empresas del Estado,
17
Página

4 HURTADO POZO, José, Interpretación y aplicación del Art. 400° CP del Perú: delito llamado de Tráfico de Influencias,
Universidad de Friburgo, Friburgo – Suiza, p. 4, https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2005_12.pdf
(consulta: 02/02/2017).
o está sometido a la prerrogativa del antejuicio y la acusación
constitucional, será reprimido con pena privativa de libertad será
no menor de diez ni mayor de quince años; inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con
trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

Se considera que existe indicio de enriquecimiento ilícito cuando el


aumento del patrimonio o del gasto económico personal del
funcionario o servidor público, en consideración a su declaración
jurada de bienes y rentas, es notoriamente superior al que
normalmente haya podido tener en virtud de sus sueldos o
emolumentos percibidos o de los incrementos de su capital o de sus
ingresos por cualquier otra causa lícita.”

El funcionario público tiene deberes de probidad y transparencia


que trazan una frontera clara entre las fuentes legítimas y las
fuentes ilícitas de enriquecimiento. En otras palabras, el
funcionario público, a diferencia de los demás ciudadanos, solo
puede enriquecerse a través de actos considerados lícitos
previamente, por lo que toda fuente de enriquecimiento que no
esté en este parámetro puede considerarse (indiciariamente)
ilícita5.

18
Página

5 MONTOYA VIVANCO, Yván, Ob. Cit. p. 122.


5. LAS INFRACCIONES ADMINISTRATIVAS
5.1. En el ejercicio de sus funciones los servidores y funcionarios públicos pueden
incurrir en tres tipos de responsabilidad: responsabilidad administrativa funcional,
responsabilidad civil y responsabilidad penal.
5.2. Los servidores y funcionarios públicos incurren en responsabilidad administrativa
funcional cuando contravienen el ordenamiento jurídico administrativo y las
normas internas de la entidad a la que pertenecen o cuando en el ejercicio de sus
funciones hayan desarrollado una gestión deficiente. Incurren en responsabilidad
civil, cuando por su acción u omisión, en el ejercicio de sus funciones, hayan
ocasionado un daño económico al Estado, siendo necesario que éste sea
ocasionado incumpliendo sus funciones, por dolo o culpa, sea ésta inexcusable o
leve. Incurren en responsabilidad penal cuando en el ejercicio de sus funciones han
efectuado un acto u omisión tipificado como delito. La 9na disposición final de la
Ley N° 27785 - Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría
General de la República, define las responsabilidades administrativa funcional, civil
y penal:
5.2.1.Responsabilidad Administrativa Funcional.- Es aquella en la que incurren los
servidores y funcionarios por haber contravenido el ordenamiento jurídico
administrativo y las normas internas de la entidad a la que pertenecen, se
encuentre vigente o extinguido el vínculo laboral o contractual al momento de
su identificación durante el desarrollo de la acción de control. Incurren
también en responsabilidad administrativa funcional los servidores y
funcionarios públicos que en el ejercicio de sus funciones, desarrollaron una
gestión deficiente.
5.2.2.Responsabilidad Civil.- Es aquella en la que incurren los servidores y
funcionarios públicos, que por su acción u omisión, en el ejercicio de sus
funciones, hayan ocasionado un daño económico a su Entidad o al Estado,
incumpliendo sus funciones, por dolo o culpa. La obligación del resarcimiento
es de carácter contractual y solidaria, y la acción correspondiente prescribe a
los diez (10) años de ocurridos los hechos que generan el daño económico.
5.2.3. Responsabilidad Penal.- Es aquella en la que incurren los servidores o
funcionarios públicos que en ejercicio de sus funciones han efectuado un acto
u omisión tipificado como delito.
5.3. El Procedimiento Administrativo Sancionador es el proceso mediante el cual la
Contraloría General de la República – CGR y el Tribunal Superior de
Responsabilidades Administrativas ejercen la potestad sancionadora conferida por
la Ley N° 29622, Ley que modificó la Ley N° 27785 - Ley Orgánica del Sistema
Nacional de Control y de la Contraloría General de la República, y amplia las
facultades en el proceso para sancionar en materia de responsabilidad
administrativa funcional.
5.4. Normas que regulan el Procedimiento Administrativo Sancionador:
5.4.1.La Ley N° 29622 promulgada el 06 de diciembre del 2010, modificó la Ley N°
27785 - Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la Contraloría
General de la República.
5.4.2.El Reglamento de la Ley N° 29622, aprobado por Decreto Supremo N° 023-
2011-CG de 17 de marzo del 2011.
5.4.3.La Directiva N° 008-2011-CG/GDES “Procedimiento Administrativo
Sancionador por Responsabilidad Administrativa Funcional”, aprobada por
Resolución de Contraloría N° 333- 2011-CG de 21 de noviembre del 2011.
5.4.4.Ley N° 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo General, que se aplica
de manera supletoria
5.5. A todos los servidores y funcionarios públicos que incurran en hechos que
configuran responsabilidad administrativa funcional identificada en un informe de
control, se les puede iniciar procedimiento administrativo sancionador, de acuerdo
al artículo 45 de la Ley N° 29622 que señala que la referida potestad para sancionar
se ejerce sobre los servidores y funcionarios públicos a quienes se refiere la
definición básica de la novena disposición final, con prescindencia del vínculo
laboral, contractual, estatutario, administrativo o civil del infractor y del régimen
bajo el cual se encuentre, o la vigencia de dicho vínculo con las entidades señaladas
en el artículo 3, salvo las indicadas en su literal g). Es decir incluye a quienes
conforman el Gobierno Nacional, regional y Local, así como a miembros de las
Fuerzas Armadas y Policiales, a quienes integran empresas del Estado incluyendo a
sus Directores y a contratados por servicios no personales, se encuentre o no
vigente dicho vínculo; salvo las excepciones que establece la propia ley. La 9na
Disposición Final define como servidor o funcionario público de la Ley N° 27785
establece. “Servidor o Funcionario Público.- Es para los efectos de esta Ley, todo
aquel que independientemente del régimen laboral en que se encuentra, mantiene
vínculo laboral, contractual o relación de cualquier naturaleza con alguna de las
entidades, y que en virtud de ello ejerce funciones en tales entidades”.
5.6. Solo corresponde iniciar procedimiento administrativo sancionador a aquellos
servidores y funcionarios públicos que incurren en responsabilidad administrativa
funcional grave o muy grave por acciones u omisiones generadas a partir del 6 de
abril del año 2011 (fecha de inicio de la vigencia de la Ley N° 29622), incluyendo
aquellos hechos de carácter continuado que hayan culminado luego del 6 de abril
del año 2011.
5.7. El Articulo 45° de la Ley N° 27785 - Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y
de la Contraloría General de la República, modificada por la Ley N° 29622,
establece como exceptuados del procedimiento administrativo sancionador a las
autoridades elegidas por votación popular (Presidente de la República,
1

congresistas, presidentes y consejeros de gobiernos regionales, alcaldes y regidores


Página

de gobiernos locales), los titulares de los organismos constitucionalmente


autónomos (Banco Central de Reserva- BCR, Superintendencia de Banca, seguros y
Administradora de Fondos de Pensiones- SBS, Consejo Nacional de la Magistratura
– CNM, Ministerio Público- MP, Defensoría del Pueblo, Jurado Nacional de
Elecciones – JNE, Oficina Nacional de Procesos Electorales – ONPE, Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil - RENIEC) y las autoridades que cuentan
con la prerrogativa del antejuicio político (Presidente de la República, ministros de
estado, congresistas, vocales y fiscales supremos, miembros del Tribunal
Constitucional y del Consejo Nacional de la Magistratura, Defensor del Pueblo y,
Contralor de la República); cuya responsabilidad administrativa funcional se sujeta
a los procedimientos establecidos en cada caso.
5.8. Dejando a salvo el principio Non Bis In Idem, por el cual ninguna persona puede ser
procesada ni sancionada más de una vez y donde se tiene que verificar la
concurrencia de la triple identidad, es decir debe tratarse del mismo sujeto, de los
mismos hechos y del mismo fundamento de la sanción, cabe analizar la normativa
del Sistema Nacional de Control como la Autonomía de responsabilidades que
supone la coexistencia o concurrencia de dos o más responsabilidades, en tanto
que cada una de ellas, llámese administrativa funcional, penal o civil, tienen
fundamentos y bienes jurídicos que proteger de diferente naturaleza, generando
que cada una sea valorada, calificada u materia de resolución por distintas
autoridades que ejercen potestad sancionadora.
5.9. La Autonomía de Responsabilidades está reconocida en el Artículo 243.1° de la Ley
del Procedimiento Administrativo General, el cual establece que “Las
consecuencias civiles, administrativas o penales de la responsabilidad de las
autoridades son independientes y se exigen de acuerdo a lo previsto en su
respectiva legislación”. Asimismo, el Artículo 49° de la Ley N° 27785, modificada
por la Ley N° 29622, establece que “La responsabilidad administrativa funcional es
independiente de las responsabilidades penales o civiles que pudieran establecerse
por los mismos hechos, en tanto los bienes jurídicos o intereses protegidos son
diferentes”.
5.10. La potestad sancionadora por responsabilidad administrativa funcional se sujeta a
los principios contenidos en el artículo 230° de la Ley del Procedimiento
Administrativo General – Ley 27444, así como los demás principios del derecho
administrativo y principios del control gubernamental previstos en el artículo 9° de
la Ley N° 27785, en lo que le fuere aplicable. Estos principios son los siguientes:
5.10.1. Debido procedimiento
5.10.2. Conducta procedimental
5.10.3. Verdad material
5.10.4. Celeridad
5.10.5. Impulso de oficio
5.10.6. Transparencia
2

5.10.7. Imparcialidad
Página

5.10.8. Legalidad
5.10.9. Concurso de infracciones
5.10.10. Razonabilidad
5.10.11. Presunción de licitud
5.10.12. Intimación
5.10.13. Non bis in idem
5.10.14. Irretroactividad
5.10.15. Tipicidad
5.10.16. Causalidad
5.10.17. Prohibición de reformatio in peius
5.11. Cuáles son los objetivos de la sanción? 4 La sanción que impone el Órgano
Sancionador o el Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas en el
marco del Procedimiento Administrativo Sancionador bajo competencia de la
Contraloría General de la República, tiene como objetivos:
5.11.1. Orientar la conducta de los funcionarios y servidores públicos.
5.11.2. Prevenir y disuadir de comportamientos que atenten contra el
cumplimiento de obligaciones inherentes a la gestión pública;
5.11.3. Prever que la comisión de la conducta sancionable no resulte más ventajosa
para el infractor que cumplir las disposiciones infringidas; y,
5.11.4. Cumplir con su carácter punitivo.
5.12. Las sanciones por responsabilidad administrativa funcional impuestas por la
Contraloría General de la República o Tribunal Superior de Responsabilidades
Administrativas, cuando queden firmes o causen estado serán inscritas en el
Registro Nacional de Sanciones de Destitución y Despido administrado por la
Autoridad Nacional del Servicio Civil - SERVIR. Registro que debe ser materia de
consulta por los funcionarios encargados de la contratación de personas en cada
entidad.
5.13. Los eximentes y atenuantes se encuentran regulados por el Reglamento de la Ley
Nº 29622, denominado “Reglamento de infracciones y sanciones para la
responsabilidad administrativa funcional derivada de los informes emitidos por los
órganos del Sistema Nacional de Control”, aprobado por Decreto Supremo Nº 023-
2011-PCM. El Artículo 18 de dicho reglamento establece como eximentes de
responsabilidad: “Son supuestos eximentes de responsabilidad administrativa
funcional, los siguientes:
5.13.1. La incapacidad mental, debidamente comprobada por la autoridad
competente.
5.13.2. El caso fortuito o la fuerza mayor, debidamente comprobados.
5.13.3. El ejercicio de un deber legal, función, cargo o comisión encomendada.
5.13.4. La ausencia de una consecuencia perjudicial para los intereses del Estado.
5.13.5. El error inducido por la administración por un acto o disposición
administrativa, confusa o ilegal.
3

5.13.6. La orden obligatoria de autoridad competente, expedida en ejercicio de sus


Página

funciones, siempre que el funcionario o servidor público hubiera expresado su


oposición por escrito u otro medio que permita verificar su recepción por el
destinatario.
5.13.7. La actuación funcional en caso de catástrofe o desastres naturales o
inducidos, cuando los intereses de seguridad, salud, alimentación u orden
público, hubieran requerido acciones inmediatas e indispensables para evitar
o superar su inminente afectación”. El Artículo 19 del Reglamento regula los
atenuantes de la responsabilidad administrativa funcional: “Son atenuantes de
la responsabilidad administrativa funcional, los siguientes: a) La subsanación
voluntaria por parte del administrado del acto u omisión imputado como
constitutivo de infracción, con anterioridad a la notificación del inicio del
procedimiento sancionador. b) La actuación funcional en privilegio de
intereses superiores de carácter social, o relacionados a la salud u orden
público, cuando, en casos diferentes a catástrofes o desastres naturales o
inducidos, se hubiera requerido la adopción de acciones inmediatas para
superar o evitar su inminente afectación. 5 Los atenuantes, además de
permitir la reducción de la sanción en la escala correspondiente, podrán dar
lugar a calificar la infracción en un nivel menor de gravedad, incluso como
infracción leve, caso en el cual, corresponderá su puesta en conocimiento de
las instancias competentes para la imposición de la sanción”.
5.14. ¿Cuál es la diferencia entre reiterancia y reincidencia y cuáles son sus efectos? La
reiterancia se configura por la comisión de sucesivas infracciones, sin tener la
condición de sancionado. Se aprecia al momento de la graduación de la sanción
Por su parte, la reincidencia se configura por la comisión de nuevas infracciones
(cualquiera), luego de haber sido sancionado, siempre que no se encuentre
rehabilitado (las sanciones firmes o consentidas se impusieron en los tres (3)
años anteriores a la fecha en que se inició el procedimiento administrativo) y
tiene como efecto el incremento en la calificación de la infracción o su sanción
hasta el límite superior de la escala, cuando sean infracciones de igual o mayor
gravedad; y en caso sean infracciones de menor gravedad, esta situación será
considerada en la graduación de la sanción. (Artículo 20 del el Reglamento de la
Ley Nº 29622 y numeral 6.2.20 de la Directiva N° 008-2011- CG/GDES)
5.15. La rehabilitación es la eliminación automática de los antecedentes de sanción
por responsabilidad administrativa funcional que de acuerdo al numeral 6.2.21
de la Directiva N° 008-2011-CG/GDES, opera a los tres (3) años de cumplida
efectivamente la sanción impuesta a los funcionarios y servidores públicos,
quedando automáticamente rehabilitados. El efecto que produce la
rehabilitación es el siguiente: -Deja sin efecto toda mención o constancia de la
sanción impuesta. -No puede constituir un precedente o demérito para el
infractor -No puede ser considerada para estimar la reiterancia o reincidencia del
4

administrado. La rehabilitación, en los casos en que la sanción hubiera sido la


Página

inhabilitación para el ejercicio de la función pública, no produce el efecto de


reponer en la función, cargo o comisión de la que hubiera sido privado el
administrado.
5.16. ¿Cuál es el plazo de prescripción de las infracciones y que circunstancias lo
suspenden? La facultad para imponer sanción por responsabilidad administrativa
funcional, prescribe a los cuatro (4) años contados a partir del día en que la
infracción se hubiera cometido o desde que cesó, si fuera una acción continuada,
(artículo 60° de la Ley N° 27785, modificada por Ley N° 29622). El plazo de
prescripción se suspende con el inicio del procedimiento sancionador. Asimismo
el plazo de prescripción se suspende cuando el procedimiento sancionador es
suspendido por decisión judicial expresa o cuando la ley o el reglamento
determinen la suspensión del citado procedimiento.
5.17. ¿Cuál es el plazo de caducidad del procedimiento administrativo sancionador de
la Contraloría General? Existen circunstancias que lo suspenden? El plazo de
caducidad del proceso es de 2 años que vencen indefectiblemente, es decir, no
existe posibilidad de suspenderlo por ningún motivo. El plazo corre desde el
inicio del procedimiento que se da con la emisión y notificación de la Resolución
de Inicio del procedimiento o del proveído de indagaciones previas.
5.18. Las sanciones por responsabilidad administrativa funcional son graduadas de
acuerdo a los siguientes criterios:
5.18.1. La reincidencia o reiterancia en la comisión de las infracciones.
5.18.2. Las circunstancias en las que fue cometida la infracción.
5.18.3. Grado de participación en el hecho imputado.
5.18.4. Concurrencia de diversas infracciones.  Efectos que produce la infracción.
5.18.5. Gravedad de la infracción cometida.
5.19. La Ley N° 29622, ha establecido la facultad sancionadora de la Contraloría General
de la República en materia de responsabilidad administrativa funcional, sólo para
los casos derivados de los informes de control emitidos por los órganos del
Sistema Nacional de Control - SNC (la Contraloría General, por los Órganos de
Control Institucional o por las Sociedades de Auditoría designadas) que
identifiquen responsabilidades graves o muy graves, por hachos cometidos o
culminados a partir del 6 de abril de 2011. Ello significa, que las entidades
conservan su facultad disciplinaria y sancionadora respecto de las infracciones
administrativas funcionales que directamente identifiquen y que no deriven de
acciones de control efectuadas por alguno de los órganos del SNC. En cuyo caso es
potestad exclusiva de la Contraloría General efectuar el procesamiento y sanción,
debiendo las entidades inhibirse a realizar en estos casos cualquier proceso de
deslinde de responsabilidades. De otro lado, las entidades conservan plena
vigencia para procesar y sancionar aquellas conductas infractoras consideradas
como leves, aun cuando éstas hayan sido materia de identificación en los informes
5

de control elaborados por los órganos del sistema, dado que la Contraloría General
Página

de la República tiene facultad sancionadora únicamente respecto de las conductas


infractoras consideradas como graves y muy graves. Asimismo, de acuerdo a la
segunda disposición complementaria transitoria “Régimen de aplicación de las
infracciones y sanciones”, de la Ley N° 29622, para la determinación de
responsabilidad administrativa funcional e imposición de sanción por hechos
cometidos antes de la entrada en vigencia de la ley (anteriores al 6 de abril del año
2011), siguen siendo de aplicación las infracciones y sanciones establecidas en el
régimen laboral o contractual al que pertenezca el funcionario o servidor público,
por lo que el deslinde de dichas responsabilidades se efectúa en las mismas
entidades.
5.20. ¿Existe Impedimento de la entidad para iniciar procedimiento sancionador por los
mismos hechos identificados en los informes de control emitidos por el sistema?
Sí, el Art. 5° del D.S. N° 023-2011-PCM –Reglamento de Infracciones y Sanciones
para la Responsabilidad Administrativa Funcional Derivada de los Informes
Emitidos por los Órganos del Sistema Nacional de Control-, establece que el inicio
del procedimiento sancionador por responsabilidad administrativa funcional a
cargo de la Contraloría General de la República, determina el impedimento para
que las entidades inicien procedimientos para el deslinde de responsabilidades por
los mismos hechos que son materia de observación en los informes, cualquiera sea
la naturaleza y fundamento de dichos procedimientos. El mencionado artículo 5°
precisa además, que excepcionalmente, antes del inicio del procedimiento
sancionador y durante el proceso de control, la Contraloría General o los Órganos
de Control Institucional, según corresponda, podrán disponer el impedimento de
las entidades para iniciar procedimientos de deslinde de responsabilidades por los
hechos específicos que son investigados por los Órganos del Sistema Nacional de
Control. Por otro lado, si antes de iniciarse el procedimiento sancionador por parte
de la Contraloría General de la República, el Órgano Instructor decide efectuar
indagaciones previas a fin de contar con mayor sustento o evidencia documental,
dicha decisión será comunicada a la entidad en que ocurrieron los hechos
observados, señalándole el impedimento para iniciar procedimiento sancionador
respecto a los hechos que son comunicados; así lo establece el numeral 6.1.1.6 de
la Directiva N° 008-2011- CG/GDES.
5.21. El Procedimiento Administrativo Sancionador comprende dos instancias. La
primera dividida en dos fases: La Fase Instructiva a cargo del Órgano Instructor y la
Fase Sancionadora a cargo del Órgano Sancionador. La segunda instancia se
encuentra a cargo del Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas y
comprende la resolución de los recursos de apelación, lo que pone término al
procedimiento sancionador en la vía administrativa.
5.22. ¿Cuáles son los Órganos del Procedimiento Administrativo Sancionador? Son: El
Órgano Instructor, el Órgano Sancionador (ambos de primera instancia) y el
Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas (segunda instancia).
6

5.23. En el procedimiento administrativo sancionador por responsabilidad


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administrativa funcional el Órgano Instructor y Sancionador son unidades


orgánicas de la Contraloría General que tienen autonomía técnica en el ejercicios
de sus actuaciones, respecto a las demás instancias que conforman el ente técnico
rector del Sistema Nacional de Control, como mecanismo que permite asegurar la
imparcialidad y objetividad en las decisiones adoptadas, conforme lo establece el
numeral 5.3.6 de la Directiva N° 008-2011-CG/GDES, aprobada por Resolución de
Contraloría N° 333-2011-CG. El Tribunal Superior de Responsabilidades
Administrativas posee autonomía técnica y funcional, el Artículo 48° del
Reglamento aprobado por Decreto Supremo N° 023-2011-PCM le otorga
independencia técnica y funcional en las materias de su competencia y autonomía
en sus decisiones.
5.24. El Órgano Instructor es la unidad orgánica de la Contraloría General, encargada de
las actuaciones conducentes a la determinación de la responsabilidad
administrativa funcional por la comisión de infracciones graves y muy graves,
identificadas en los Informes de Control, observa el derecho de defensa y asegura
el debido proceso administrativo (artículo 52 de la Ley N° 29622). Está a cargo de
un funcionario de nivel superior de profesión abogado, designado por el Contralor
General de la República.
5.25. La fase Instructiva se encuentra a cargo del Órgano Instructor de la Contraloría
General, el cual está encargado de llevar a cabo las actuaciones conducentes a la
determinación de la responsabilidad administrativa funcional, ordenando la
práctica de las diligencias que resulten permitentes y adoptando las medidas
necesarias para asegurar el deslinde responsabilidades de los funcionarios y
servidores públicos identificados en los informes de control. Tiene como
funciones: i) Iniciar los procedimientos administrativos de determinación de
responsabilidad administrativa funcional a partir de los informes emitidos por los
órganos del Sistema; ii) Efectuar las investigaciones solicitando la información y la
documentación que considere necesarias para el ejercicio de las mismas, actuando
las pruebas que considere pertinentes y evaluando los descargos presentados, y,
iii) Emitir pronunciamientos en los cuales señale la existencia o inexistencia de
infracciones administrativas funcionales y, según sea el caso, presentar la
propuesta de sanción ante el órgano sancionador. Las entidades públicas, sus
funcionarios y las personas naturales o jurídicas vinculadas o relacionadas al caso
materia de investigación están obligadas a atender cualquier requerimiento
efectuado por el órgano instructor, sea que se trate de documentos, información u
opinión necesarios para el esclarecimiento de los hechos, (artículo 53 de la Ley N°
29622).
5.26. La fase instructiva podrá tener una duración de hasta ciento ochenta (180) días
hábiles computados desde la notificación al administrado del procedimiento
sancionador, la que puede ser prorrogada por sesenta (60) días hábiles
adicionales. La decisión de prórroga deberá ser comunicada al administrado antes
7

de la culminación del plazo ordinario.


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5.27. ¿En qué consisten las indagaciones previas y quien las dispone? Las indagaciones
previas o actuaciones previas son acciones dispuestas por el Órgano Instructor
para el acopio de información y/o documentación relevantes, con el fin de
acreditar con mayor sustento la existencia de la infracción identificada en el
Informe de Control y/o su relación con el administrado, las que deben culminar en
un plazo máximo de treinta (30) días hábiles, que se podrá ampliar por única vez y
por igual periodo.
5.28. ¿Cuándo se inicia el procedimiento administrativo sancionador por
responsabilidad administrativa funcional? Luego de efectuada la respectiva
evaluación del expediente, o en su caso, las indagaciones previas, el Órgano
Instructor identificará la presunta infracción grave o muy grave, y a través de
resolución motivada dispondrá el inicio del procedimiento administrativo
sancionador, comunicando los cargos al administrado; e informando el inicio del
procedimiento a la entidad en que se cometió la infracción y a la entidad donde
labora el servidor o funcionario público.
5.29. La resolución de inicio del procedimiento administrativo sancionador por
responsabilidad administrativa funcional no podrá ser objeto de impugnación,
pues no constituye un acto definitivo.
5.30. La comunicación de cargos es el acto mediante el cual se hace de conocimiento las
presuntas infracciones graves o muy graves por responsabilidad administrativa
funcional que han sido identificadas al servidor o funcionario público, en informes
de control. La comunicación de cargos forma parte de la resolución de inicio del
procedimiento sancionador y se notifica de manera conjunta. La comunicación de
cargos debe ser oportuna, expresa, precisa, clara y circunstanciada a los hechos
imputados y sus consecuencias jurídicas.
5.31. ¿Qué debe contener la comunicación de cargos? Debe contener por lo menos lo
siguiente: La indicación del(os) acto(s) que se imputa(n) a titulo de cargos; la(s)
infracción(es) que puede(n) configurar el(los) acto(s) u omisión(es) señalado(s); la
sanción que se pudiera imponer por la infracción imputada, conforme al rango
especificado en el reglamento; el órgano competente para imponer la sanción; el
plazo para la presentación de descargos y otros datos o información que
resultaran necesarios para el procedimiento sancionador, 9 así como la indicación
de que el Informe de Control y documentación sustentatoria se encuentra a
disposición del administrado para los fines que formule los descargos que estime
pertinente.
5.32. ¿Por la recepción de descargos el servidor o funcionario público, en ejercicio de su
derecho de defensa, deberá efectuar sus descargos por escrito y de manera
individual dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la notificación del inicio
del procedimiento sancionador, más el término de la distancia, señalando
domicilio para la recepción de notificaciones, siendo recomendable que en su
escrito efectué una exposición ordenada de los hechos, fundamente legalmente la
8

contradicción y presente medios probatorios a fin de desvirtuar los cargos materia


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del procedimiento, o en su defecto reconocer la infracción cometida, lo cual le


servirá para atenuar su responsabilidad administrativa funcional.
5.33. ¿En qué consisten las medidas preventivas y cuáles son sus efectos de en el
procedimiento administrativo sancionador? La medida preventiva consiste en la
separación provisional del cargo del servidor o funcionario procesado, por el
órgano sancionador, a propuesta del órgano instructor, mientras dure el
procedimiento sancionador, lo cual implica su puesta a disposición de la Oficina de
Personal de la entidad o la que haga sus veces, con la finalidad que desarrolle
trabajos o labores compatibles con su especialidad. No constituye sanción,
pudiendo ser levantada por el órgano sancionador o el Tribunal Superior de
Responsabilidades Administrativas, de oficio o a instancia de parte. Caduca de
pleno derecho cuando se emite la resolución que pone término al procedimiento
sancionador o cuando haya transcurrido el plazo establecido para la emisión de la
resolución en la instancia correspondiente.
5.34. ¿Cuál es la oportunidad para proponer la medida preventiva de separación del
cargo? La propuesta de medida preventiva de separación del cargo, debe ser
presentada por el Órgano Instructor al Órgano Sancionador, pudiendo hacerlo
desde antes del inicio del procedimiento sancionador y hasta la emisión del
pronunciamiento sobre la existencia de infracción, caso en el cual la propuesta
debe constar en el pronunciamiento dirigido al Órgano Sancionador. La disposición
de la medida preventiva corresponde al Órgano Sancionador, mediante resolución
motivada que es emitida dentro de los (15) días hábiles de recibida la propuesta
del Órgano Instructor. En caso dicha propuesta conste en el pronunciamiento del
Órgano Instructor, aquella será estimada en la Resolución que impone sanción o
declara no ha lugar su imposición. (Literales c) y d) del Numeral 6.2.18 de la
Directiva N° 008-2011-CG/GDES).E
5.35. l Órgano Sancionador es la unidad orgánica de la Contraloría General, encargada
de conducir la fase sancionadora del procedimiento sancionador. Tiene a su cargo
la decisión para imponer sanciones o declara que no ha lugar a la imposición de
sanción sobre la base de la propuesta remitida por el órgano instructor, mediante
la emisión de resolución motivada, (artículo 54 de la Ley N° 29622). El órgano
sancionador podrá disponer la realización de actuaciones complementarias
siempre que sean indispensables para resolver el procedimiento. De acuerdo al
artículo 47 del Reglamento de la Ley N° 29622, el Órgano Sancionador tiene como
funciones: a) Emitir resolución motivada imponiendo las sanciones que
correspondan o declarando que no ha lugar a la imposición de sanción, sobre la
base del pronunciamiento y antecedentes remitidos por el Órgano Instructor. b)
Disponer la realización de las actuaciones complementarias que sean
indispensables para resolver el procedimiento. c) Ordenar, a propuesta del Órgano
Instructor y mediante resolución debidamente motivada, la medida preventiva de
separación del cargo. d) Evaluar la procedencia y cumplimiento de los requisitos
9

establecidos para el recurso de apelación, elevando, según corresponda, los


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actuados al Tribunal. e) Adoptar las medidas necesarias para asegurar el deslinde


de responsabilidades o encausar su procesamiento en aquellos casos en que
aprecie que los hechos observados en los Informes constituyen supuestos
diferentes a infracciones graves o muy graves.
5.36. El plazo de la fase sancionadora es de 30 días hábiles, contados desde la recepción
del pronunciamiento del Órgano Instructor; sin embargo, la realización de
actuaciones complementarias determina la suspensión en el cómputo del plazo.
5.37. Contra las resoluciones que emite el órgano Sancionador cabe interponer recursos
de apelación, para que la resolución que impone sanción o contra los actos de
trámite que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o
produzcan indefensión, se eleven y sean materia de conocimiento por el Tribunal
Superior de Responsabilidades Administrativas. El recurso de apelación debe
interponerse dentro de los quince (15) días hábiles de producida la notificación del
acto que se desea impugnar.
5.38. La segunda instancia del procedimiento sancionador se encuentra a cargo del
Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas, como órgano colegiado
encargado de conocer y resolver en última instancia administrativa los recursos de
apelación contra las resoluciones emitidas por el Órgano Sancionador.
5.39. El Tribunal está conformado por su Presidente, los vocales miembros de cada Sala
y una Secretaria Técnica. Para el cumplimiento de sus funciones cada Sala podrá
contar con una Secretaría Técnica Adjunta. Los vocales de las Salas son elegidos a
través de concurso público por un periodo de cinco (5) años, pudiendo ser
removidos de sus cargos por causa graves contempladas en el Reglamento que
regula su conformación, atribuciones, normas de procedimiento y funcionamiento.
5.40. De acuerdo al artículo 57 del Reglamento de la Ley N° 29622, el Tribunal tiene las
siguientes funciones específicas: a) Conocer y resolver en segunda y última
instancia administrativa los recursos de apelación contra las resoluciones emitidas
por el Órgano Sancionador, pudiendo revocar, confirmar, declarar la nulidad o
modificar lo resuelto en primera instancia. b) Disponer la ejecución de los
acuerdos de Sala Plena y discutir asuntos de su competencia. c) Elegir en Sala
Plena al Presidente del Tribunal. d) Proponer la modificación del Reglamento del
Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas y sus modificaciones. e)
Proponer las normas y disposiciones que, en Sala Plena, se consideren necesarias
para suplir deficiencias o vacíos en la legislación de la materia. f) Conocer y
resolver las quejas por defectos de tramitación y quejas por no concesión del
recurso de apelación. g) Solicitar la información que considere necesaria para
resolver los asuntos materia de su competencia. h) Disponer, a través de acuerdo
de Sala Plena, la conformación o desactivación de las Salas del Tribunal, así como
la conformación de las Secretarías Técnicas Adjuntas que fueran necesarias,
conforme a la disponibilidad presupuestal de la Contraloría General. i) Adoptar las
medidas necesarias para asegurar el deslinde de responsabilidades o encausar su
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procesamiento en aquellos casos en que aprecie que los hechos observados en los
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Informes constituyen supuestos diferentes a infracciones graves o muy graves. El


Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas emite precedentes de
observancia obligatoria para los Órganos Instructor y Sancionador, así como para
el mismo Tribunal.
5.41. ¿La segunda instancia a cargo del Tribunal Superior de Responsabilidades
Administrativas cuenta con algún plazo para resolver? El Tribunal Superior de
Responsabilidades Administrativas, cuenta con 10 días hábiles, contados desde
que se declara que el expediente se encuentra expedito para resolver.
5.42. ¿Puede interponerse impugnación contra la resolución del Tribunal Superior de
Responsabilidades Administrativa que sanciona por responsabilidad administrativo
funcional grave o muy grave? El Tribunal Superior de Responsabilidades
Administrativas es la última instancia administrativa y sus resoluciones tienen
carácter de inimpugnables, sin embargo de acuerdo al artículo 148° de la
Constitución Política cabe la Acción Contencioso Administrativa ante el Poder
Judicial. Artículo 148.- “Las resoluciones administrativas que causan estado son
susceptibles de impugnación mediante la acción contencioso-administrativa”. Ello
sin suspender la ejecución de la sanción impuesta.

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