Entre la historia y la economía

La historia económica es la historia de los hechos económicos a escala individual, social y/o
empresarial. La historia económica es relativamente joven, pues hasta finales del siglo XIX
y principios del XX es que se empieza a llevar de forma madura y académica.

A mediados del siglo XX la historia económica comienza a repuntar, muchas de sus ramas
de estudio se convirtieron en cursos. Es correcto hacer hincapié que la historia económica
necesita de otras disciplinas de la historia.

La historia económica se ocupa de hechos del pasado, es decir que no se pueden modificar
ni anular. Este pasado se puede remontar desde unos solos días hasta cientos de años. Es así
que los datos disponibles del estudio de una época dependen de que tan alejado este el período
en cuestión, por ejemplo, es probable que no se encuentre demasiada información sobre el
período del descubrimiento de la agricultura, pero bien podemos encontrar datos abundantes
sobre la revolución rusa.

La economía como ciencia se ayuda de variables económicas, mientras que la historia

económica no debe ni puede abandonar la heterogeneidad de las variables que estudia cuando
de problemas económicos se trata, pero no puede tampoco olvidarse de la teoría económica.

La historia económica y más aún las disciplinas que se han desarrollado en torno a ella, son
fruto de la actividad humana. El término historia puede ser ambiguo respecto del objeto de
la disciplina, este tiende a estar relacionado con el interés por lo antiguo y como consecuencia
se pudiera decir que la historia económica se ocupa de acontecimientos económicos ya
lejanos en el tiempo.

La historia se ocupa de un pasado que puede ser remoto o muy cercano. La historia
económica es el estudio de los hechos económicos pasados y presentes.

El problema estudiado presenta una fuerte problemática a la historia económica, es por ello
que el historiador debe mirar las fuentes y analizarlas, antes de proponer una tesis.

El historiador no puede inventar lo que escribe, debe de seguir un proceso metodológico:

  Tiene que recopilar las fuentes, esto le va a representar un problema, ya que estas
pueden estar o no escritas o destruidas (de forma voluntaria o involuntaria). Por qué
pueden estar o no escritas, ya sea porque la sociedad tema de estudio no haya dejado
registro alguno o porque no sabía escribir; en el caso de estar destruidas, se debe a
que posiblemente el paso del tiempo, las guerras, desastres naturales, algún
gobernante haya querido desaparecer la documentación; es aquí donde el historiador
debe acercarse a las demás disciplinas, para poder llenar esos huecos que se
encuentren en su estudio.
 Debe considerar un análisis crítico de las fuentes. Las fuentes pueden ser falsas, al ser
transcritas pueden tener errores, las fuentes numéricas están llenas de errores (han
sido manipuladas conforme al beneficio de gobernantes).

Es absolutamente imposible escribir un acontecimiento tal y cual o como paso, ya que está
plagado de detalles, es por ello que el historiador es quien decide que acontecimientos son
de importancia para su investigación y cuáles no.

La teoría es necesaria, a la hora de construir la historia económica. La mayoría de las veces

los historiadores económicos carecen de una formación fuerte en teoría, haciendo que sus
trabajos queden desvalorados a los intereses de los demandantes de información económica.
Y es que la economía no sólo es un conjunto de teoremas y postulados, también es una forma
de moldear el pensamiento económico, la buena historia económica no rechaza los
argumentos económicos, sino que los acomoda a la época estudiada

Cipolla M. Carlo. (1991) Entre historia y economía. Barcelona: Crítica, pp. 15-34