Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hillary Clinton
En La Biblia, el libro más antiguo, en el Antiguo Testamento, se habla en varios de sus pasajes, de
la consideración que hay frente a la mujer, siendo uno de los libros más machistas, todos los grandes
profetas y elegidos por Dios fueron hombres, y las mujeres solo son protagonistas secundarias, las
progenitoras de estos “Héroes” o las generadoras de placer e incitadoras del pecado. En el Nuevo
Testamento, aunque la sociedad de Jesús aun habías matices de machismo, mujeres como María y
Magdalena, serían fundamentales en la vida de Jesús y el cristianismo, la primera sería la madre del
Hijo de Dios, y la segunda, sería una de las grandes apóstoles que llevaron la palabra del mesías a
todo el mundo. Jesús sabía que las mujeres, no solo servían para “parir” o “limpiar la casa”, ellas
también podían evangelizar, salir de sus casas, y empoderarse para transformar vidas, claro que bajo
una doctrina religiosa.
Por otro lado, en los escenarios de una Colombia antes de ser blanqueada y colonizada por los
españoles, esa tierra habitada por los indígenas, se veía otra visión sobre el valor femenino. El ejemplo
de la pachamama, la madre naturaleza, quien para los nativos, debía ser venerada y respetada, así
mismo, la sociedad era matriarcal, la mujer era la chaman, algunas eran cacicas y otras eran la voz
espiritual del cacique, quienes orientaban a estos jefes de la comunidad. Los indígenas entendían que,
la mujer al ser la dadora de vida, poseía un gran valor, ella traía los hijos de los dioses al mundo.
Aunque después de todas las batallas, se lograría la tan anhelada independencia, la mujer seguía
siendo dominada por el patriarcado, durante los siguientes siglos no sería un gran cambio para ellas,
como ciudadanas no tenían voto, solo hasta el siglo XX. La entrada a la educación de ellas se daría
por etapas, primero a la educación básica y posteriormente a la educación superior, de hecho muchas
tuvieron que recurrir al disfraz, es decir, vestir y comportarse como hombres, tener un seudónimo
varonil, para recibir la misma educación que los hombres, porque cabe resaltar, la educación era muy
distinta para los dos sexos, es decir si al hombre se le enseñaba humanidades, o todo lo relacionado
al trabajo de mano de obra duro, a la mujer se le enseñaba a cómo comportarse en casa, cocina, tejido,
todo direccionado a ser una buena esposa y madre. Ilustrarse como el hombre, era realmente una idea
trascendental.
En Colombia, sólo se logró una educación sin diferenciación según el género en los programas a partir
de 1957. La equidad en la formación sin diferencia de currículo de acuerdo con los sexos empieza a
revelar resultados sólo a finales del siglo XX, cuando se demuestra que las mujeres tienen igual y hasta
mayor participación en la educación superior, esto las lleva a ser parte importante de la fuerza de
trabajo así como de la vida política y democrática del país. (Caputto, L. 2008, p.115)
En conclusión, el paradigma machista ha estado vigente durante años, y se puede observar esa lucha
de las mujeres para hacer valer sus derechos. El papel de la mujer se ha ido transformando, aunque
hasta ahora en el siglo XXI se puede observar más libertad e igualdad, pero aún existe, esas
resiliencias que no permiten que la mujer se desarrolle más como ser humano, que posee capacidades
similares al hombre. A pesar de las constantes luchas por sus derechos, ¿por qué en el siglo XXI, la
sociedad persiste en ser un rol machista? ¿La mujer se empoderará y hará valer sus derechos?
Referencias
Caputto, L. (2008). La mujer en Colombia: educación para la democracia y democracia para la
educación. Revista Educación y Desarrollo Social, 112-121.
Velásquez, M. (1995). Las mujeres en la historia en Colombia. Santafé de Bogotá: Editorial Norma
S.A.