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Departamento de INGENIERÍA
materia: INGENIERÍA LEGAL
BIBLIOGRAFÍA
*Juan Somavia -Director General de la OIT – período 1.999 - 2.008.
*Arq. Roberto Fernández M -Docente de la Universidad Nacional de Asunción – Empresario de la Construcción.
Especialista en Ingeniería Gerencial
Ing. Civil Marta Graciela Stopello UNNE- FaCENA- AÑO 2013
MATERIA: INGENIERÍA LEGAL
UNNE – FaCENA
Departamento de INGENIERÍA
materia: INGENIERÍA LEGAL
ACTO INSEGURO
Adoptar una posición inadecuada para hacer una tarea
Levantar objetos de manera incorrecta
Instalar o almacenar cargas de manera inadecuada
Hacer bromas en el trabajo
Trabajar bajo el efecto del alcohol y/o drogas
La Ley de Riesgos del Trabajo N° 24.557 fue promulgada en 1995 con el firme propósito de
terminar con la “industria del juicio” y de lograr que la prevención de los riesgos del trabajo
tuviera prioridad frente a la indemnización de los daños por accidentes laborales, de manera de
disminuir estos últimos a su mínima expresión. Caracterizada como una ley de seguridad social
también se ocupó de establecer prestaciones a favor de los trabajadores que sufrieren
accidentes y/o enfermedades del trabajo, como así también de su rehabilitación y recolocación.
Con este propósito creó entidades privadas, ART, a las que les concedió el servicio público de
seguridad social así legislado. ACCIDENTE DE TRABAJO: todo acontecimiento súbito y violento
ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo.
ACCIDENTE “IN ITINERE”: aquellos que se producen en el trayecto directo y habitual
entre la casa del trabajador y el ingreso al lugar del trabajo.
Son incluidos en forma obligatoria dentro de este sistema todos los trabajadores en
relación de dependencia, tanto en el ámbito privado como en el público.
El Poder Ejecutivo podrá reglamentar la inclusión de los trabajadores domésticos,
autónomos, trabajadores vinculados por relaciones no laborales y bomberos voluntarios.
Las ASEGURADORAS DE RIESGOS DEL TRABAJO – A.R.T. – son las responsables de
brindar las prestaciones y obligaciones impuestas por la Ley 24.557, sustituyendo la
responsabilidad del empleador a cambio de una contribución que el empleador efectúa para estar
amparado (opera en forma muy similar a una compañía de seguros).
Las A.R.T. están sujetas a la fiscalización de la Superintendencia de Seguros de la Nación y
dela Superintendencia de Riesgos del Trabajo, quienes controlan los requisitos de solvencia
financiera, capacidad de gestión.
La Ley 24.557 también prevé la figura del AUTOSEGURO, aplicable sólo para aquellas
empresas que cumplan con las exigencias de patrimonio neto mínimo, índices de liquidez corriente,
estructura de servicios médicos y de rehabilitación, fondo de garantía, programa de prevención.
ENFERMEDADES PROFESIONALES
La noción de enfermedad profesional se origina en la necesidad de distinguir las
enfermedades que afectan al conjunto de la población de aquellas que son el resultado directo del
trabajo que realiza una persona, porque generan derechos y responsabilidades diferentes que las
primeras.
La expresión "resultado directo del trabajo que realiza una persona", es demasiada ambigua
para generar un concepto claro y necesita ser acotada para generar la posibilidad de diferenciar
las enfermedades profesionales, especialmente las multifactoriales, que no siempre son fáciles
de reconocer.
Por estas razones, el reconocimiento del carácter de profesional de una enfermedad es un
proceso de varias etapas, una corresponde al conocimiento del medio ambiente y condiciones de
trabajo, otra al conocimiento clínico-biológico y otras al marco legislativo y médico legal que
permite establecer las diferencias entre las enfermedades profesionales y comunes.
Para atribuir el carácter de profesional a una enfermedad es necesario tomar en cuenta
algunos elementos básicos que permiten diferenciarlas de las enfermedades comunes:
- AGENTE; debe existir un agente en el ambiente de trabajo que por sus propiedades puede
producir un daño a la salud; la noción del agente se extiende a la existencia de condiciones de trabajo
que implican una sobrecarga al organismo en su conjunto o a parte del mismo.
- EXPOSICION; debe existir la demostración que el contacto entre el trabajador afectado y el
agente o condiciones de trabajo nocivas sea capaz provocar un daño a la salud.
- ENFERMEDAD; debe haber una enfermedad claramente definida en todos sus elementos
clínicos, anátomo-patológicos y terapéuticos, o un daño al organismo de los trabajadores expuestos a
los agentes o condiciones señalados antes.
- RELACION DE CAUSALIDAD; deben existir pruebas de orden clínico, patológico,
experimental o epidemiológico, consideradas aislada o concurrentemente, que permitan establecer una
asociación de causa efecto, entre la patología definida y la presencia en el trabajo, de los agentes o
condiciones señaladas más arriba.
La realización de estos exámenes será responsabilidad de las ART, sin perjuicio de que
la Aseguradora pueda convenir con el empleador su realización. Por esta razón, las ART
solicitan al empleador la remisión de una planilla denominada “Nómina de Personal Expuesto
a Agentes de Riesgo”, que es de presentación obligatoria conforme a la legislación vigente,
siendo la frecuencia de presentación anual, y para los casos de elevada rotación de personal
expuesto, trimestral o semestral. Cabe precisar que toda modificación coyuntural a dicha
planilla (inicio o cese de exposición por cambio de puesto de trabajo, altas y bajas laborales,
etc.), deben ser comunicados fehacientemente por nota o por una nueva planilla a la ART.
COMISIONES MÉDICAS.
INCONSTITUCIONALIDAD DEL PROCEDIMIENTO
Por Horacio Schick
En el análisis del carácter no cancelatorio de los pagos efectuados por la A.R.T en el no puede
dejar de considerarse las peculiares características del procedimiento de la L.R.T., que
obligan a la víctima a presentarse desamparada ante la A.R.T. y las
Comisiones Médicas, creadas por la Ley 24.241 y ampliada su composición por la L.R.T.
Son la contracara del proceso laboral que tutela jurídica y procesalmente al trabajador para
igualar su condición debilitada en la relación económica y social.
Las comisiones médicas actúan como falsos órganos judiciales, sin tener la aptitud, idoneidad
y calidad necesarias, siendo solo médicos dependientes del Poder Ejecutivo
Nacional que carecen de la capacidad profesional para discernir sobre la relación de
causalidad existente entre el daño y la actividad profesional del trabajador, labor de
injerencia jurisdiccional desde hace más de cincuenta años hasta 1995 y habiendo sido
elegidos originariamente para resolver las jubilaciones por invalidez de las A.F.J.P. por la ley
24.241.
Además, invaden las facultades de fijar el procedimiento a las Provincias, federaliza temas
de derecho común y entre particulares y excluyen a los jueces naturales del Trabajo, la LRT
federaliza tema de derecho común derivando todos los conflictos a la Cámara Federal de la
Seguridad Social, esto es inadmisible, el conflicto no es federal.
Una comisión médica no es apta técnicamente para resolver las cuestiones de causalidad
entre daño y actividad, no es esta una función médica sino jurisdiccional.
Es desalentador tener que aceptar que con la mayor reactivación laboral deban
aumentar los accidentes de trabajo y con ellos no sólo las pérdidas que deben soportar las
ART sino también el sufrimiento que deben padecer muchos trabajadores.
Pero no es difícil adivinar las causas, las que deben ser claramente diferenciadas del
necesario costo imprevisible o inevitable que conlleva todo proceso de reactivación y que es
aceptado por toda sociedad. En Argentina, la mayor cantidad de accidentes y enfermedades
laborales se producen como consecuencia de la falta de tareas de prevención o de inversiones
en prevención por parte de algunas empresas.
Así, la conducta ilegal de algunos empresarios que no invierten en prevención atenta
contra otros que no tardan en ver afectada su cuenta de resultados por la imposibilidad de
poder competir eficazmente.
Esta competencia desleal se va convirtiendo en modelo, lo que lógicamente provoca
mayores accidentes y enfermedades laborales y todo esto a su vez mayores obligaciones para
las ART.
Algunos sostienen que este fenómeno sólo podría ser controlado por el Estado, mediante
el ejercicio de un poder de policía más estricto.
En efecto, una interpretación más profunda, de la ley 24.557, permite descubrir que el
incumplimiento de las normas de higiene y seguridad por parte de las empresas no sólo las
coloca en riesgo de ser demandadas por sus trabajadores perjudicados por accidentes y/o
enfermedades laborales, sino que las ART, y por expresa disposición legal, podrían recuperar
todo lo pagado en concepto de prestaciones otorgadas a tales trabajadores, sean éstas en
especie o en dinero.
Entonces aquella empresa que crea que la ART pagará las consecuencias dañosas de
todos los ahorros que en higiene y seguridad se hayan realizado debería empezar a revisar su
política, ya que podría estar comprometiendo gravemente su futuro.
En efecto, el trabajador tiene un derecho a la seguridad. Este derecho a la seguridad es
reconocido no sólo por leyes sino por diversos tratados internacionales. El incumplimiento de
las medidas de higiene y seguridad a sabiendas -o sea el que se produce pese al efectivo
asesoramiento de una ART al respecto- efectuado con intención de dañar ese derecho a la
seguridad –lo que sucede toda vez que exista voluntad de no cumplir con las normas de
higiene y seguridad- configuran el delito que define el artículo 1072 del CC y que es el único
supuesto que habilita la vía civil conforme lo permite el art. 39 de la ley 24.557. En este caso
no funciona la limitación de responsabilidad establecida por la ley 24.557 y además la ART
puede recuperar los costos incurridos respecto de los accidentes con causas en delitos.
Así la falsa creencia de que contratando una ART la empresa estará asegurada de
toda demanda por accidentes o enfermedades del trabajo es falsa, y ello a menos que
El desconocimiento de estos aspectos por parte del empresario sólo puede significar
sumar riesgo al futuro económico de su empresa
.Carlos V. Castrillo
Abogado Autor del libro “La acción civil en la ley 24.557” Editorial La Ley ©2003