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Tipos de adaptación[editar]

Hay tres distintos tipos de adaptación al medio en el que viven:

 Morfológica o estructural: estas adaptaciones pueden ser anatómicas, pero dentro de


las adaptaciones morfológicas también se incluye el mimetismo y la coloración críptica.
Por ejemplo, entre las adaptaciones de los cactus al ambiente desértico se encuentran las
espinas, que son hojas modificadas. Las espinas protegen a los tejidos suculentos del
cactus de potenciales herbívoros, sirven como lugares de condensación de la humedad
del aire y como protección de la corteza fotosintética contra la insolación intensa y
la radiación UV.6 Además, el color de las espinas (a menudo tienen el color del pasto
seco) podría ser una adaptación para el camuflaje o para el reconocimiento por parte de
los polinizadores o de los dispersantes de las semillas.7
 Fisiológica o funcional: es aquella que representa un cambio en el funcionamiento del
organismo,8 por ejemplo, la glándula de la sal en las iguanas marinas de las islas
Galápagos es una adaptación que permite a las iguanas, cuyos riñones son incapaces de
producir una orina concentrada, excretar el exceso de sal incorporado al tragar agua de
mar o a través de la superficie del cuerpo.2

 Etológica o de comportamiento: el cortejo de las aves del paraíso (Paradisaeidae) es


una adaptación que permite el reconocimiento de parejas potenciales de la misma
especie. El macho que posee el plumaje y el cortejo más estimulante tiene mayor
probabilidad de dejar mayor número de descendientes y menor número de híbridos. Por lo
que aquellos machos que poseen plumajes especiales y que ejecutan cortejos elaborados
poseen una gran ventaja selectiva.9
 Niveles de biodiversidad
 La biodiversidad se divide en los tres niveles que la conforman: genes, especies
y ecosistemas.
 Diversidad genética
 La variación de los genes dentro de las especies se denomina diversidad genética.
Para conocerla, es necesaria la evaluación del genotipo de los individuos de una
determinada especie que se encuentre en una región geográfica específica. Esta
diversidad genética tiene que ver con el aporte que hace una especie o un conjunto de
especies a un acervo génico que, en última instancia, permita preservar la diversidad
a través del tiempo, y asegurar la estabilidad del ecosistema.
 Diversidad de especies
 El número total de especies que encontramos en una región determinada constituye
la diversidad de especies en dicha región. Evidentemente, la determinación del total
del número de especies que existen en un área geográfica es un proceso bastante
complejo, que se complica aún más mientras mayor sea la extensión de dicha región.
Una vez que se obtiene el número total de especies de una región, es necesario evaluar
la diversidad taxonómica, es decir, el número de grupos taxonómicos que allí se
encuentran y las interacciones que se establecen entre dichos grupos. Por ejemplo, en
una montaña se encuentran 10 especies de aves, 5 especies de mamíferos y 2 especies
de reptiles; mientras que en otra montaña sólo encontramos 17 especies de aves. En
ambos casos, el número total de especies es el mismo (17); no obstante, en la primera
montaña hay mayor diversidad taxonómica que en la segunda ya que encontramos
representantes de aves, mamíferos y reptiles; mientras que en la segunda montaña sólo
encontramos aves. Es decir, que a mayor diversidad taxonómica, mayor será el número
de relaciones que se establecen entre los organismos que habitan en una determinada
zona geográfica.
 Diversidad de ecosistemas
 Los distintos mecanismos de adaptación han permitido la diversificación de la vida en
los distintos hábitats terrestres. Los seres vivos no viven aislados, sino que forman
parte de un complejo sistema de interrelaciones entre ellos y con el ambiente; de esta
manera constituyen los ecosistemas. Por consiguiente, la diversidad de especies indica
claramente la diversidad de ecosistemas. Resulta evidente, entonces, que es imposible
el mantenimientode la diversidad de especies si los ecosistemas son destruidos. De
hecho, es precisamente la destrucción de ecosistemas la que ha conducido a la
desaparición de muchas especies en los últimos siglos.
 Los tres niveles de biodiversidad están muy relacionados. Por ejemplo, si una especie se
extingue, se reduce la diversidad en el acervo génico y se altera la estructura del
ecosistema.
La distribución de especies es la manera en que un taxón biológico está dispuesto espacialmente.
La distribución de especies no debe confundirse con la dispersión, que es el movimiento de
individuos a partir de su área de origen o de centros de alta densidad hacia otros lugares. La zona
donde se encuentra una especie a menudo se representa con un mapa de distribución de la
especie. La biogeografía estudia los factores que determinan la distribución de una especie.

El patrón de distribución no es permanente para cada especie. Los patrones de distribución


pueden cambiar estacionalmente, en respuesta a la disponibilidad de recursos y también según la
escala a la que se visualizan. La dispersión generalmente tiene lugar en el momento de la
reproducción. Las poblaciones dentro de una especie se desplazan a través de muchos métodos,
incluidos la dispersión por las personas, el viento, el agua y los animales. Los seres humanos son
uno de los mayores distribuidores debido a las tendencias actuales de globalización y la expansión
de la industria del transporte. Por ejemplo, los buques petroleros a menudo llenan sus tanques de
balasto con agua en un puerto y los vacían en otro, causando una distribución más amplia de
especies acuáticas.1

Distribución geográfica del pez Symphysodon, naranja oscuro. Cuenca del Amazonas en amarillo

La biogeografía es el estudio de la distribución de biodiversidad en el espacio y en el tiempo. Es


una disciplina sumamente útil para entender la distribución de las especies producto de factores
tales como especiación, extinción, deriva continental, glaciación, variaciones del nivel del mar,
captura por ríos y recursos disponibles. Esta disciplina no solo provee una descripción de la
distribución de las especies, sino que también provee una explicación geográfica para la
distribución particular de una determinada especie. Las regiones biogeográficas tradicionales
fueron representadas y caracterizadas inicialmente por Alfred Wallace en The Geographical
Distribution of Animals (1876). Las mismas estaban basadas en los trabajos de Sclater sobre las
regiones biogeográficas terrestres. El sistema de Wallace estaba basado tanto en aves como
vertebrados, incluidos mamíferos no voladores, para reflejar de forma más adecuada las divisiones
naturales de la Tierra a causa de lo limitado de sus capacidades de dispersión.2
a salud humana está estrechamente vinculada a la salud de los ecosistemas, la
diversidad biológica es un recurso del que las familias, las comunidades, las naciones
y las generaciones futuras dependen. Es el enlace entre todos los organismos en la
Tierra, la unión a cada uno en un ecosistema interdependiente, en el que todas
las especies tienen su papel. Se trata de la red de la vida.
Los recursos naturales de la Tierra están compuestos por plantas, animales, la tierra,
el agua, la atmósfera y los seres humanos. Juntos, forman parte de los ecosistemas
del planeta, lo que significa que si hay una crisis de la biodiversidad, nuestra salud y
medios de vida estarán en riesgo también.

Actualmente la humanidad está usando un 25% más recursos naturales de los que el
planeta puede regenerar, como resultado; especies, hábitats y comunidades locales
se encuentran ahora bajo presión o amenazas directas (por ejemplo, de la pérdida de
acceso al agua potable).

La biodiversidad sustenta la salud del planeta y tiene un impacto directo en nuestras


vidas. En pocas palabras, la reducción de la biodiversidad significa que millones de
personas se enfrentan a un futuro en el que los suministros de alimentos son más
vulnerables a las plagas y enfermedades, y donde el agua potable es un suministro
irregular y corto.
¿Cuánto cuestan los servicios ambientales por valor a nivel mundial?
Según la UICN, la Unión Mundial para la Naturaleza, el valor monetario de los bienes
y servicios proporcionados por los ecosistemas, se estima que ascienden a unos 33
billones de dólares año.

Vamos a ponerle los ceros: 33.000.000.000.000 de dólares, comparando el PIB de


Estados Unidos para todo el año 2008 fue de sólo $ 14400000000000, y para la Unión
Europea en el mismo año fue de $ 14940 mil millones.

Pero no se trata sólo de dinero. Se trata de salvar vidas. Cosechamos un estimado de


50.000-70.000 especies de plantas para la medicina tradicional y moderna en todo el
mundo.

Y se trata también de seguridad alimentaria. Cerca de 100 millones de toneladas


métricas de vida acuática, como peces, moluscos y crustáceos, son tomadas de la
naturaleza cada año. La carne de animales silvestres constituye una contribución
crítica a las fuentes de alimentos y medios de subsistencia en muchos países,
especialmente aquellos con altos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria.
La WWF ha elaborado una serie de informes, llamados Argumentos para la
protección, y nos muestran cómo no podríamos comprar estas cosas incluso si
quisiéramos, sin embargo, la naturaleza lo tiene, y lo brinda todo de forma gratuita,
sólo pide que la cuidemos a cambio.

La biodiversidad ha disminuido más de una cuarta parte en los últimos 35 años. El


Índice Planeta Vivo (IPV), que mide a casi 4.000 poblaciones de vida silvestre, mostró
una disminución general de las poblaciones del 27% entre 1970 y 2005. Eso no es
una buena noticia.

En términos generales, el crecimiento demográfico y el sobre consumo son las causas


de esta enorme pérdida. En concreto, la destrucción del hábitat y el comercio de vida
silvestre son las principales causas de la disminución de la población de las especies.

A nivel mundial, ahora necesitamos el equivalente a 1,4 planetas para apoyar nuestro
estilo de vida, y solo en 2009, la humanidad utilizó 40% más recursos de los que la
naturaleza puede regenerar en un año. Este problema, el uso de los recursos más
rápido de lo que pueden regenerarse y la creación de residuos, como el CO2 más
rápido de lo que pueden ser absorbidos se llama exceso ecológico.

Actualmente mantenemos este exceso mediante la liquidación de los recursos


naturales del planeta, cortando los árboles más rápido de lo que estos vuelven a
crecer, y capturando peces a un ritmo más rápido de lo que pueden repoblarse. Si
bien esto puede hacerse por un corto tiempo, el exceso conduce, en última instancia,
al agotamiento de los recursos de los que depende nuestra economía.

Sumándose a la presión está el cambio climático, los efectos e impactos completos


sobre biodiversidad y cómo la vida puede (o no) adaptarse sigue siendo, en gran
medida, una incógnita. Lo que sí sabemos, sin embargo, es que los próximos 30 años
son críticos. También sabemos que los seres humanos, y nuestro comportamiento,
han cambiado los ecosistemas de la Tierra más rápido y extensamente en los últimos
50 años que en cualquier otro período de la historia humana.
Con todo, la pérdida de biodiversidad es, sin duda, la mayor amenaza para la estabilidad
y la seguridad mundial en la actualidad.

Por Diego Díaz Martín (*)


El primer informe de Venezuela ante la Conferencia de las Partes del Convenio sobre
Diversidad Biológica, elaborado el presente año por el Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales, revela la extraordinaria diversidad de animales, plantas y
ecosistemas, por lo cual nuestro país es considerado megadiverso.
A nivel internacional, Venezuela se ubica entre los primeros diez países con mayor
biodiversidad del planeta y sexto en América. Por lo menos, 1.370 especies de aves
surcan nuestros cielos, y utilizan sus ambientes para refugiarse, alimentarse o
reproducirse. Ello nos permite poseer un honroso 15% del total de especies de aves
existentes en el mundo y un 40% de las aves del neotrópico.
Entre los mamíferos, se han contabilizado al menos 351 especies, cerca de la mitad
de las cuales son murciélagos.
Se conocen también 341 especies de reptiles, 284 de anfibios y al menos 1.791
especies de peces, números que pudieran incrementarse en la medida que los
estudios científicos permitan profundizar este conocimiento, explorando regiones del
país poco estudiadas.
Un dato curioso lo constituyen los insectos presentes en Venezuela, los cuales se
estiman en al menos 110 mil trescientas especies. Por su parte los Hongos, superan
las mil cien especies, seguidos por las Algas y Líquenes con al menos dos mil
doscientas.
Pero Venezuela también es un país megadiverso en plantas. En opinión del
destacado Botánico Otto Huber, nuestro país posee al menos 650 tipos de
vegetación, los cuales albergan unas 15 mil especies de plantas superiores
distribuidas principalmente entre bosques, arbustales, herbazales y manglares, entre
otros.
Cabe destacar, por ejemplo, que solamente en Manglares, Venezuela es el quinto
país en el mundo en mayor cobertura de estas especies comúnmente costeras.
A nivel de ecosistemas, nuestro país no se queda atrás. Su especial condición
geográfica de ser al mismo tiempo Amazónico, Andino, Atlántico, Caribeño y Llanero,
hacen de Venezuela una real expresión del neotrópico, con una diversidad de
ambientes que van desde nieves perpetuas en los Andes, hasta zonas desérticas o
semi desérticas en Falcón, pasando por una enorme variedad de hábitats que
incluyen arrecifes coralinos, sabanas, tepuyes y morichales, entre otros.
Desde el punto de vista de su gente, Venezuela también se luce ante el mundo por su
diversidad étnica y cultural. Posee al menos 315 mil indígenas, localizados
principalmente en los Estados Zulia, Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, que en su
conjunto, representan el 1.5% de la población total del país.
Por otro lado, al complejo y heterogéneo poblamiento hispánico, se agregan los
descendientes de las etnias negras que desde Africa llegaron a Venezuela, procesos
que en su conjunto, hacen de nuestra composición poblacional una estructura
admirable.
Los venezolanos tenemos muchas cosas por las cuales sentirnos orgullosos,
particularmente por lo maravilloso de su naturaleza y su gente.
Ser un país megadiverso ha sido un regalo del cielo que debemos conocer, valorar y
conservar. Después de todo… si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?
(*) Biólogo, MSc. en Gerencia Ambiental, Presidente de VITALIS
Este artículo fue publicado en la Columna IMPORTANCIA VITAL de la Sección
Economía, Diario El Globo (04/12/00)

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