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Facultad de Filosofía
Ciencias de la Educación
Ensayo
Curso : Cuarto
INTRODUCCIÓN
Lo cierto es que entre la segunda mitad del siglo XIX y el siglo XX,
surgieron las ciencias sociales como ciencia independiente de la Filosofía
o incluso antes.
Así pues, hoy se sabe que los sentimientos y emociones están presentes en
nuestras vidas, así como que el alumnado adquiere mejor los
conocimientos cuando está motivado, tiene iniciativa y confianza.
De tal forma, que “las emociones son parte fundamental de lo que somos,
de lo que hacemos y de nuestra relación con los demás como lo afirma
García, Valenzuela y Miranda, (2012).
Según Gardner (1995) existen dos puntos de vistas divergentes que definen
la inteligencia.
Cabe destacar que Gardner afirma lo propuesto por Hom en el año 1985
que la inteligencia es múltiple y multidimensional y sus aportaciones han
influido mucho en la ampliación del paradigma de la inteligencia y que ha
llevado al concepto de inteligencia emocional y como consecuencia la
identificación de seis tipos de inteligencia.
Pregunta:
Cabe destacar que el ser humano persigue con mucha vehemencia la felicidad y
teniendo en cuenta los estudios realizados por los teóricos de la Psicología se debe
considerar a la inteligencia emocional como una herramienta indispensable para lograr la
felicidad en la vida.
Para los autores Mayer y Salovey (1997), la inteligencia emocional se define como
"la capacidad para percibir, asimilar, comprender y regular las emociones propias y
de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual ; y se sabe que, a
diferencia del coeficiente intelectual, considerado como relativamente estable-, las
habilidades de la inteligencia emocional pueden mejorarse a través del aprendizaje y
la práctica (Goleman, 2011), y su desarrollo implicaría el éxito de los individuos en
diversos campos de actuación.
Pero como es obvio y natural el lugar ideal para formar individuos emocionalmente
inteligentes seria la familia. Asi afirma Gottman (2001), los padres son los entrenadores
de las emociones de los niños y contribuyen en el entendimiento y reconocimiento de los
efectos negativos, el desarrollo del sentido de control y optimismo del niño, y en la
regulación eficaz de sus emociones.
Asimismo, pero en sentido negativo, algunos autores creen que los conflictos familiares
promueven el descontrol emocional de los niños (Davies & Cummings, 1994), que los
conflictos maritales y la disfunción familiar pueden ser predictores de los desajustes
emociones de los hijos (Jadue, 2003), y que las situaciones adversas en el interior de la
familia pueden predecir los problemas emocionales y de comportamiento de los niños
(Bradley & Corwyn, 2002); y, en este sentido, los problemas familiares se constituyen
como un factor de riesgo para quienes interactúan en el interior de la familia y,
especialmente, para los niños.
No obstante, se debe aclarar que, si bien existen niños expuestos a este factor de riesgo,
también existen algunos que escapan de sus efectos (Flouri, Midouhas & Joshi, 2015).
Algunos autores como Bar-On (1997), Gottman, (1997), Cooper y Sawaf (1998), Shapiro
(2010) y Goleman (2011) han propuesto diversas aproximaciones al concepto de
inteligencia emocional y han elaborado instrumentos de medición, cada uno con sus
propios componentes.
Sin embargo, aunque existe una discrepancia entre los conceptos y las habilidades
emocionales que debe poseer un individuo emocionalmente inteligente, también existe
un consenso con respecto a que estas tienen una influencia sobre diferentes aspectos de
la vida.
Las personas que sobresalen en este tipo de habilidades suelen ser auténticas.
Los sistemas educativos tienen siempre el reto de educar a los miembros más jóvenes
de sus sociedades para que puedan dar respuesta a las situaciones que tendrán que
afrontar en el futuro próximo.
Muchas veces los cambios científicos, tecnológicos y sociales son tan rápidos que la
educación no sabe cuáles serán los contenidos educativos relevantes cuando esos
niños sean los adultos de su propia sociedad.
El entorno tampoco facilita las cosas: la tele, internet, los videojuegos... Shapiro
(2001) sostiene que los niños están afectados por dos grandes problemas: menos
atención en casa y una creciente influencia de la televisión.
Para que el profesor se encuentre preparado para asumir este reto, es necesario, en
primer lugar, que piense en su propio desarrollo emocional: solo entonces estará apto para
capacitarse y adquirir herramientas metodológicas que le permitan realizar esta labor.
Se sabe que es imposible educar afectiva y moralmente a estudiantes si no se
cuenta con una estructura de valores claras, además de un cierto dominio de las propias
emociones por eso es de primordial importancia que los docentes desarrollen estas
capacidades y habilidades en su propia vida.
BIBLIOGRAFÍA
https://books.google.es 23/05/2019