Está en la página 1de 4

TEMA 4. LA AMÉRICA DE LA ILUSTRACIÓN Y LA INDEPENDENCIA.

EL ROMANTICISMO Y LA BÚSQUEDA DE LA CONSTRUCCIÓN


NACIONAL.
El siglo XVIII es el llamado "siglo de la Ilustración", fundamentado en ideas procedentes del
territorio francés, y que tratan detenidamente asuntos como el progreso, la razón, la
racionalización misma de la sociedad, etc. Mientras este movimiento comenzaba a eclosionar,
las ideas de Copérnico eran negadas, y en España estaba siendo instaurado un sistema de
pleno absolutismo monárquico.
Las ideas ilustradas, consideradas liberales, se irán extendiendo conforme crece a su vez la
burguesía. Este movimiento ilustrado propone ideas de carácter liberal asociadas a la
burguesía, que pretende acabar con el Antiguo Régimen, al igual que había sucedido en
Francia tras la Revolución Francesa de 1789.
No obstante, primeramente tiene lugar la Independencia de los EE.UU, era la primera vez que
un territorio americano conseguía la independencia de la metrópoli.

Estados Unidos constituyó un proyecto liberal con la constitución democrática moderna,


vigente en la actualidad. Sin embargo, hasta 1865 con el final de la Guerra de Sucesión, la
esclavitud fue una constante, hasta la llegada de las repúblicas a las colonias que
proporcionaron libertades como; la libertad de imprenta, de culto...etc. En conclusión, que
esto sucediera en el norte del país, en 1776, supuso toda una llamada de atención para los
demás territorios americanos.
En España, la Ilustración tampoco triunfó, de hecho muchos de los ilustrados acabaron en la
cárcel por sus ideas afrancesadas (llegaron incluso a considerarlos herejes).
El pueblo hispanoamericano que creía en este movimiento, comenzará a plantearse también
la idea de la independencia, no obstante este fue un proceso lento para estos territorios.

A finales del siglo XVIII, la idea de independencia por parte de los criollos será cada vez más
considerada, puesto que la metrópoli no les permitía involucrarse en los asuntos comerciales
y económicos, los impuestos además eran demasiado altos, las maniobras de la metrópoli
sangraban constantemente a la población, mientras éstos no encontraban ningún beneficio
para su tierra. Por si fuera poco, los virreyes elegidos eran españoles que desconocían la
cultura de la población y no se sentían identificados con ella, mientras que los criollos
estaban cada vez más separados, se habían convertido en una sociedad distinta que había
asimilado de manera férrea la cultura indígena; es decir, aunque españoles y criollos
compartiesen la misma lengua, ambas identidades eran completamente diferentes.
La Independencia Americana llegó de una forma completamente inesperada. En 1808, las
tropas napoleónicas invadieron España, quedando ésta dominada por Francia, mientras tanto
la población hispanoamericana vislumbró la ocasión perfecta para independizarse del
territorio y evitar así, quedar subordinada también al orden francés. En 1810 en varios lugares
de las colonias se formaron juntas (gobiernos independientes), se desató un período de
guerras. Cuando Fernando VII, retoma el poder en 1814, envía a su ejército para sofocar la
rebelión hispanoamericana.
Tras la implantación de la Constitución Gaditana (ampliamente conocida como La Pepa), la
población americana se sintió poco valorada y protegida por el Imperio, no encontraban
ningún beneficio en dicha orden, que ni si quiera los consideraba, desencantados con la labor
de la Constitución, no encontraron otra salida que apostar por las armas y el ejercicio
inmediato de la independencia del Imperio Español, fue; por tanto, un período violento. En
1824, las fuerzas españolas de la metrópoli fueron derrotadas en las batallas de Junín y
Ayacucho, certificándose entonces el TRIUNFO DEL INDEPENDENTISMO. Esta situación
de revuelta general y sentimiento liberal tuvo sus muestras en las artes, y como no en la
literatura. En 1812 tienen lugar las primeras manifestaciones de la literatura gauchesca, en la
persona de Bartolomé Hidalgo; campesino probablemente mestizo que participó en la guerra
contra los españoles, creador de diferentes poemas de carácter político para animar a las
tropas. Estos poemas se convirtieron en todo un medio de propaganda política, y fueron
llamados cielitos, aunque hablaremos de ellos más adelante, junto con la figura de José
Hernández y su creación: El Martín Fierro.
El caos comienza a desatarse en un territorio inmenso que había conseguido su
independencia, pero en el que resultaba complicado la creación de un gobierno común: el
sueño bolivariano era crear; por ejemplo, unos estados unidos. Nos encontramos con un
período violento, de luchas por alcanzar el poder, pactos entre los antiguos terratenientes y la
nueva burguesía. En las colonias entre 1830 y 1860 aparecieron la anarquía, varias
dictaduras, caudillos militares en aras de hacerse con el poder, guerras entre países...etc.
Hasta 1860, estuvo vigente el conocido como caudillismo, que fue sustituido posteriormente
por un liberalismo económico y social afianzado, aunque muy por detrás de los Estados
Unidos. Los nuevos países deseaban consolidarse, pero para ello tenían que convencer a la
ciudadanía, fortalecer su identidad, garantizar la unión, la cohesión y defender su propio
territorio. Es aquí, a raíz de este sentimiento nacional, de esa búsqueda de la propia identidad
de donde surge el Romanticismo, del que pasaremos a hablar a continuación.

2. EL ROMANTICISMO HISPANOAMERICANO

Aunque el Romanticismo Hispanoamericano surge como una mera revolución estética, no


sólo apunta a una libertad literaria, sino también política, considerada como meta para la
evolución de la sociedad. La palabra romanticismo significa etimológicamente, una
concepción de la vida semejante a la de los pueblos románicos, los primeros que desarrollan
el genio de la Edad Media.

La literatura hispanoamericana se hace así, romántica, por influjo de Europa. Tras librarse la
batalla de Ayacucho en 1824, que señala el fin de las guerras de la Independencia y, por ende,
de la dominación española y el establecimiento de las repúblicas, los territorios que la
Península poseía en América, exceptuando Puerto Rico y Cuba, nacen a la vida libre y se
definen desde el punto de vista histórico, social, natural y cultural.
El proceso político hispanoamericano conduce a la libertad de cultos, pero resulta más
relevante la inclinación por el catolicismo. España deja de ser el camino que conduce la
cultura europea a la América hispana, ocupa su lugar Francia, que se convierte en modelo
digno de imitación. A pesar de que manifestaciones artísticas como: la pintura, la escultura, la
música...etc. no logran durante el Romanticismo, optimar sus obras, la literatura, no ajena a
los avatares de la política, encuentra sobre todo en la poesía, un arma espiritual de combate
para gritar su verdad. De aquí, que los literatos hispanoamericanos sean también hombres
entregados con auténtico apasionamiento en muchos casos, a la vida pública. No se resignan
a haber alcanzado la liberación política, anhelan también la intelectual, el nacimiento de una
literatura nacional que los represente geográfica, física, humana, histórica y espiritualmente,
sin ligaduras con la española.
El romanticismo fue el primer movimiento literario en la vida libre del Nuevo Mundo, y llega
a América a través de dos vías:
-El Atlántico, con el escritor argentino Esteban Echevarría (1805-1851)
-El Pacífico, con los literatos españoles Fernando Velarde (1821-1880) y José Joaquín de
Mora (1782-1864)
En cuanto a sus antecedentes; aunque se considera que 1830 es el año del nacimiento del
Romanticismo Hispanoamericano, hallamos en obras anteriores, atisbos de la nueva
sensibilidad. Así lo demuestran Andrés Bello, en Venezuela, Juan Cruz Varela, en Argentina,
y José María Heredia, en Cuba, abordando TEMAS como la naturaleza americana, el indio, la
noche, la luna y las estrellas.
Hispanoamérica desea tenazmente la reivindicación de una autonomía intelectual, la
ciudadanía en política, literatura y en el arte. Intenta pues, deshacerse de las tradiciones
peninsulares, definir su cultura, mostrar su distinta realidad. Pero este antihispanismo no es
tan severo como muchos lo consideran, porque algunos de nuestros escritores; Larra,
Espronceda, están presentes en la literatura hispanoamericana, así como el modelo francés;
Víctor Hugo, Chateaubriando, Lamartine, entre otros. La influencia francesa y española es
visible, sobre todo en los comienzos. Francia no sólo está presente como modelo cultural,
sino también, como modelo ideológico y educativo. Así pues, es una literatura condicionada
por la Independencia; es decir, por el modelo político y social respecto a Europa, queda lugar
a un poeta cívico. No obstante, hay controversias en cuanto a estas influencias y la
hegemonía del modelo francés con respecto a España. Sin embargo, otros creen ciertamente,
que la literatura hispanoamericana es una verdadera forma de literatura hispana. América en
cambio, no pretendía ser ni España ni Europa: necesitaba expresar su propia personalidad
mediante la literatura, y así lo hace. Nace entonces, el llamado americanismo literario.
La literatura adopta así un carácter reivindicatorio y nacionalista. El Romanticismo, a pesar
de ser un movimiento fundamentalmente literario, se halla sustentado por una filosofía: el
hombre no acepta su entorno, entonces lucha o se evade. Surge así, en la obra literaria, otra
concepción de la realidad que podríamos llamar realidad simbólico. La suma de esos
símbolos da luz a otro: la falta de libertad; el romántico se siente cautivo porque ese abismo
entre lo que siente que es y lo que considera su deber que tiene que ser, loco acciona desde el
punto de vista de la acción.
Sepultado el edificio colonial, la sombra de la guerra y las largas y costosas experiencias
parte del desorden político y moral, pesan sobre él, y lo lanzan así, a la búsqueda de su
mundo interior. De ahí su necesidad de proyectar en su entorno, lo que vive dentro de sí:
tristeza, melancolía, desilusión, impotencia, duda; suele refugiar su soledad en las sombras;
símbolo de su confusión de valores, o en el lúgubre panorama de un pasado en ruinas;
símbolo de una vida muerta que renace luminosa en el recuerdo, único asilo o "tercer reino"
para gozar con los ojos abiertos, EL SUEÑO DE LA LIBERTAD.
El romántico quiere reconstruir su vida (herida por tantos sufrimientos), restablecer él orden
perdido. El desolado presente es, entonces, su prisión, por eso recurre al pasado o al porvenir.
Sus características más sobresalientes son:
-Una existencia vacía y silenciosa
-La eterna lejanía de la dicha
-Un fatalismo terrible, pues nadie puede huir de su destino
-La superstición
-Su estado entre la vida y la muerte
-El concepto de la eternidad como sombra pavorosa que todo lo envuelve.
-La necesidad de conciliar el contenido y la forma
-Diversidad de tonos y métrica
-Popularización de la novela sentimental y legendaria, alejamiento de los motivos
religiosos, debido a una constante secularización.
-Presencia también, de un sentimentalismo vanalorampión, que alcanza un simple o vacuo
retoricismo. Así, las sobras principales tienen un mayor valor histórico, que literario (El
matadero; por ejemplo)
a64b0469ff35958ef4ab887a898bd5
En definitiva, el Romanticismo Hispanoamericano se caracteriza por ese deseo de
Independencia política y literaria, por un uso de la naturaleza y un vacuo retoricismo o
sentimentalismo, que no se aleja de ese sentimiento irracional, propio del Romanticismo
Alemán.
a64b0469ff35958ef4ab887a898bd50bdfbbe91a- 2208028

También podría gustarte