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Cuadernos de Bioética

ISSN: 1132-1989
bioética@um.es
Asociación Española de Bioética y Ética
Médica
España

López Guzmán, José; Aparisi Miralles, Ángela


APROXIMACIÓN A LA PROBLEMÁTICA ETICA Y JURÍDICA DE LA MATERNIDAD SUBROGADA
Cuadernos de Bioética, vol. XXIII, núm. 2, 2012, pp. 253-267
Asociación Española de Bioética y Ética Médica
Murcia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87524464001

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Aproximación a la problemática etica y jurídica de la maternidad subrogada

APROXIMACIÓN A LA PROBLEMÁTICA ETICA Y


JURÍDICA DE LA MATERNIDAD SUBROGADA

AN APPROACH TO THE LEGAL AND ETHICAL PROBLEM


OF SURROGATE MOTHERHOOD

José López Guzmán


Universidad de Navarra. Campus Universitario s/n
Pamplona, 31080
jlguzman@unav.es
Ángela Aparisi Miralles
Universidad de Navarra. Campus Universitario s/n
Pamplona, 31080
aparisi@unav.es

Resumen

La maternidad subrogada es un tema que presenta, en la actualidad, una gran


complejidad. Para algunos, se trata de una práctica lícita, que debe ser admitida ju-
rídicamente. Frente a ello, los sistemas jurídicos occidentales tradicionalmente han
entendido que, frente a la libre disposición de los objetos, las personas, incluyendo
el cuerpo humano, sus órganos y funciones más esenciales, no pueden ser objeto de
comercio. De este modo, la libertad de los individuos para establecer contratos en
mutuo provecho tiene límites.Con respecto a hijo, la legalización de la maternidad
subrogada supone mercantilizar la filiación, ya que ésta dependerá, en última ins-
tancia, de una transacción económica. Por otro lado, la experiencia ha demostrado
que el niño queda en una posición muy vulnerable, dado que su situación depende
de las cláusulas establecidas en dicho contrato, lo cual no asegura, en absoluto, la
protección de sus intereses y derechos. Por todo ello, cabe concluir que, ciertamente,
el deseo de las parejas estériles debe ser escuchado por la sociedad. Sin embargo,
no todos los deseos de los adultos deben ser considerados como derechos, máxime
si ello implica lesiones a la dignidad y a los derechos de otros sujetos implicados,
especialmente de las mujeres más vulnerables y los hijos.

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José López Guzmán y Ángela Aparisi Miralles

Palabras clave: Maternidad por subrogación, dignidad humana, alquiler de úteros,


madres de alquiler

Abstract

Surrogate motherhood is an issue which currently gives rise to considerable


complexity. Some consider that it is a justifiable practice which should be permitted
by law. However, western legal systems have traditionally understood that whereas
objects can be traded freely, persons, including the human body, its organs and most
essential functions, cannot be the object of commerce. This means that the freedom
of the individual to make contracts for mutual benefit is limited. Regarding the child,
legalization of surrogate motherhood means converting the parent-child relationship
into a commercial relationship, since in the last instance this would depend on a
financial transaction. Moreover, experience has shown that the child is left in a very
vulnerable position, since his or her situation depends on the clauses set forth in
the contract, which in no sense guarantees that his or her interests and rights will
be protected. For all these reasons, we must conclude that the wish on the part of
infertile couples should be taken seriously by society. However, not all desires that
adults have should be regarded as rights, particularly if this is detrimental to the
dignity and rights of other subjects involved, particularly those of vulnerable women
and their children.
Key words: Surrogate motherhood, surrogate mother, human dignity, rent-a-womb.

1. Introducción tuida por un proceso de «producción»


del hijo y, en consecuencia, subordinado
En la actualidad, la gestación de un a las reglas de la técnica e, incluso, del
hijo ya no es, necesariamente, el resultado mercado. Para permitir esta profunda
de una relación íntima e interpersonal transformación, la sociedad ha sido muy
entre un hombre y una mujer, que han permeable a cambios antropológicos y
decidido constituir una familia. Por el éticos, habitualmente seguidos de modifi-
contrario, es evidente que han cambiado caciones semánticas. En este proceso, con
profundamente los parámetros funda- frecuencia la realidad es reinterpretada y
mentales de esta realidad: por un lado, designada con nuevos términos. López
el hijo puede considerarse como un Moratalla mantiene que en el ámbito de
elemento más por el que se opta, o no, la reproducción artificial se ha creado un
en el contexto de estilos de vida propios nuevo lenguaje en el que, por ejemplo,
de una sociedad de consumo; por otro, para describir la transmisión de la vida
la concepción natural puede ser susti- humana el término «procreación» ha sido

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sustituido por el de «reproducción»1. De puedan ser transferidos a una madre de


este modo, la modificación del lenguaje alquiler, etc.).
no queda en un mero cambio superficial, 2. En este contexto, en muchos casos,
sino que implica –y persigue decidida- también se pierde el carácter íntimo e
mente– provocar un cambio profundo en interpersonal del proceso de gestación.
el modo de entender la realidad. No se procrea tras un relación sexual,
Como es sabido, las modificaciones, fruto del amor de dos personas que se
o modalidades, que se presentan actual- entregan y se perpetúan, sino que esa
mente en el ámbito de la reproducción reproducción es, como ya se ha indicado,
humana son muy variadas. Muchas de resultado de la técnica (se realiza sin acto
ellas responden a deseos e intereses sexual, en soledad, en la camilla de una
individuales que han conseguido ad- clínica, etc.). Esta realidad ha dado lugar
quirir un barniz de legitimidad social a un nuevo escenario, en el que ciertos
y jurídica. En muchos casos, se carac- términos como, por ejemplo, madres «de
terizan por la primacía del interés o alquiler», madres «subrogadas», «bancos
deseo del adulto sobre los derechos y de esperma», crioconservación de embrio-
bienes más fundamentales de los hijos. nes,…han irrumpido con fuerza. Como
Seguidamente se recogen algunas de consecuencia de ello, se han introducido
estas posibilidades. en el mercado variadas «ofertas» repro-
1. En primer lugar, se puede prescin- ductivas en el marco de la «industria de
dir del marco de la complementariedad la fertilidad»3 e, incluso, del denominado
varón-mujer para concebir y educar a una «turismo» de la reproducción.
nueva vida. En la actualidad existe una Podríamos preguntarnos cómo se ha
variada gama de posibilidades que sus- llegado a esta situación, y si realmente
tituyen al contexto tradicional: parejas de estamos ante un beneficio, o un riesgo,
varones, parejas de mujeres, varones solos para el ser humano, para la sociedad en
o mujeres solas. A ello hay que añadir la su conjunto e, incluso, para las futuras
intervención de terceras y cuartas perso- generaciones. Sobre la primera cuestión,
nas: desde las nuevas uniones poliamor2, podríamos afirmar que son muchos, y
a la posibilidad de gestar con gametos muy complejos, los factores que han
ajenos a los de la pareja (la mujer puede propiciado desembocar en esta realidad:
recibir el esperma de otro varón, dar el entre ellos estaría la progresiva irrupción
suyo para que con un gameto masculino de una sociedad tecnológica, en la que la
–de su pareja o de un banco de semen– técnica, presentada siempre como un pro-
1 López-Moratalla, N., «El cigoto de nuestra 3 Se puede elegir el donante de esperma por
especie es cuerpo humano», Persona y Bioética, núm. catálogo, incluso por internet. En dichos catálogos
14 (2), 2010, 122. se puede acceder a datos muy precisos del donante:
2 Vid. Miller, B., «Sexual orientation and the peso, altura o etnia, etc. El «pedido» sigue el mis-
legal regulation of marriage», en Aparisi (edit.), mo procedimiento empleado para, por ejemplo, la
Persona y Género, Thomson-Aranzadi, Pamplona, compra un libro en la biblioteca virtual o un vestido
2011. en una de las grandes tiendas online.

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greso indiscutible, puede llegar, incluso, En relación a la segunda cuestión


a imponerse al ser humano. Se produce planteada, y en concreto si las nuevas tec-
así una primacía de la poiésis (producción nologías reproductivas son un bien, o no,
técnica) sobre la praxis (ética), propia de para el ser humano, podemos responder
la modernidad. Ello, a su vez, conecta con que, a primera vista, lo que se observa
una nueva forma de practicar la medicina es una profunda modificación de las re-
(por ejemplo, la denominada medicina laciones interpersonales, especialmente
del «deseo» o del «cliente»). en el ámbito familiar. Dicha modificación
Además, en relación a las nuevas tec- puede, incluso, provocar un cambio en
nologías reproductivas podemos afirmar la forma de comprendernos a nosotros
que el pensamiento que actualmente se mismos. Por ejemplo, los progenitores, en
engloba bajo el rótulo genérico de «ideo- muchos casos, se convierten en simples y
logía de género»4 ha propiciado, en los eficientes donadores de gametos7. De esta
últimos años, el recurso a las mismas, en forma, surge toda una nueva tipología de
el contexto de los denominados «dere- posibles «padres»: los padres biológicos
chos sexuales y reproductivos»5. Así, por (que han colaborado con sus gametos), los
ejemplo, se reclama el reconocimiento de padres sociales (que hacen las funciones
un derecho a la subrogación del vientre de padres, pero no lo son biológicos), la
materno o, lo que es lo mismo, la posi- madre portadora (que gesta al hijo, pero lo
bilidad de llevar a cabo la gestación de entregara a otra persona), la mujer padre
un hijo propio o ajeno en el útero de (mujer lesbiana que desempeña el rol
otra mujer, previo acuerdo contractual social de padre), etc. Estas nuevas moda-
remunerado6. lidades de ser padre o madre configuran,
a su vez, un nuevo escenario social, con
4 De cualquier manera, conviene matizar que notable repercusión en el desarrollo de
el «movimiento de género» nunca ha constituido un
pensamiento uniforme, ni tan siquiera una corriente los propios sujetos y de su descendencia.
organizada. Es más bien el resultado de diversas El objeto del presente trabajo es
aportaciones de carácter interdisciplinar, entre las aproximarse a un aspecto muy concreto
que se incluyen trabajos científicos, contribuciones
provenientes de la sociología, la antropología, la
de esta nueva situación: la diversa pro-
filosofía, etc. Sobre la justificación y el significado blemática que genera la admisibilidad
de la expresión «ideología de género» vid. Aparisi, ética y jurídica de la maternidad por
A. «Persona y género: ideología y realidad» en Per-
subrogación. Se trata, ciertamente, de un
sona y género, Aparisi, A. (edit.), Thomson Aranzadi,
Pamplona, 2011. tema que reviste una gran complejidad y
5 Vid. López Guzmán, J., «Nuevas tecnolo- actualidad. Frente a la opción de profun-
gías reproductivas y postfeminismo de género», en dizar en alguno de los problemas o pers-
Aparisi, A. (edit.), Persona y género, op. cit.
6 Vid. Shalev, C., Birth power. The case for pectivas que plantea la cuestión (aspectos
surrogacy, Yale University Press, New Haven, Lon- antropológicos, jurídicos, sociopolíticos,
don, 1989; Palazzani, L., «Los valores femeninos
en bioética», en Aparisi, A., Ballesteros, B., Por un 7 López-Moratalla, N., «El cigoto de nuestra
feminismo de la complementariedad, Eunsa, Pamplona, especie es cuerpo humano», Persona y Bioética, 14
2002, 63. (2), 2010, 136.

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económicos, etc.), o de presentar una en la que se comenzó a admitir, e incluso


visión panorámica y general del tema, justificar, que la maternidad subrogada
hemos escogido la segunda posibilidad, conllevara asociada una transacción
adoptando por un enfoque bioético de económica. De esa forma, y de forma
la materia. coloquial, se empezó a hacer referencia
a los «vientres de alquiler».
2. Problemática relativa a la madre Recientemente, en junio de 2011, el
portadora grupo feminista israelí Isha L’Isha ha
manifestado que lo que ahora sucede con
2.1. De la solidaridad gestacional al contrato la subrogación nada tiene que ver con la
de subrogación inicial visión del «regalo altruista que se
hacía a una pareja infértil». Según la cita-
La posibilidad de recurrir a la mater- da asociación, la maternidad subrogada
nidad por subrogación surgió en el marco es un proceso con gran potencial de daño,
abierto por las nuevas tecnologías repro- una «granja de la fertilidad» en la que se
ductivas. En el caso concreto de mujeres utilizan máquinas humanas a cambio de
que padecían una patología uterina, se una compensación económica8, lo cual
suscitó la posibilidad de poder recurrir implica, en realidad, una nueva forma
al útero de otra mujer. El primer acuerdo de esclavitud.
de maternidad subrogada documentado, Por otro lado, en la actualidad, este
con empleo de la inseminación artificial, tipo de maternidad ha dejado de ser
se llevó a cabo en 1976. Dicho acuerdo fue una opción excepcional, a la que recu-
patrocinado por el abogado Noel Keane, rrían parejas con imposibilidad de llevar
el cual creó en Michigan la Surrogate Fa- a cabo una gestación. Se trata de una
mily Service Inc. Su finalidad declarada posibilidad que se ofrece a cualquier
fue ayudar a parejas con dificultades persona que desee un hijo y no pueda
para concebir, facilitándoles el acceso gestarlo, como es el caso, por ejemplo,
a madres sustitutas y gestionando los de los homosexuales. A pesar de tratarse
trámites jurídicos necesarios para llevar de una técnica sumamente costosa, ha
a cabo la subrogación. Esta iniciativa adquirido un especial protagonismo por
contribuyó a divulgar una imagen soli- ser una opción adoptada por numerosos
daria de la maternidad por subrogación: personajes famosos9. La publicidad ge-
determinadas mujeres ofrecían sus úteros nerada por estos procesos ha dotado a
para que permitir que mujeres incapaces
de gestar pudieran tener hijos biológicos. 8 http://www.bioedge.org/index.php/
bioethics/bioethics_article/9577/ (Consulta: 15/
Sin embargo, esta visión inicial se ha ido 06/2011)
difuminando, siendo sustituida por otra 9 Son bien conocidos los casos de Michael
perspectiva, en la que concurren otro tipo Jackson, Nicole Kidman, Sharon Stone, Elizabeth
Banks, Sarah Jessica Parker, Angela Basset, Robert
de finalidades menos altruistas. Progre- de Niro, Dennis Quaid, Elton John, Ricky Martin,
sivamente se pasó a una segunda etapa, Miguel Bosé, etc.

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la maternidad subrogada de un aura de ternidad sustituta es una práctica basada


normalidad que tiende a privar al hecho en la decisión libre de adultos que ejercen
en sí de su relevancia antropológica10. sus derechos y prerrogativas, sin perjudi-
carse ni perjudicar a terceros, razón por la
2.2. Posible instrumentalización de la madre cual no puede señalarse ni objetarse a las
uterina personas que la ejercen ni a la práctica en
sí misma. Todos los participantes y per-
En aquellos países en los que la ma- sonas involucradas se suelen beneficiar
ternidad por subrogación es aceptada de la misma: el niño que nace de dicho
legalmente, se la tiende a considerar acuerdo no hubiera nacido si la práctica
como un contrato entre las partes, cuyo no se hubiera realizado y encuentra una
contenido suele ser denominado «servi- familia que lo recibe con mucho amor y
cio gestacional». En realidad, se entiende que lo deseó profundamente, los padres
que el propio cuerpo, con todas sus im- logran acceder a la paternidad y tienen
plicaciones físicas y psíquicas, racionales la posibilidad de dar amor y brindarle
y emocionales, puede ser objeto de una todos los cuidados necesarios a su hijo
transacción económica. Dicha transacción y por último la mujer portadora puede
suele estar muy bien retribuida, debido a satisfacer sus deseos de ayudar a otras
las consecuencias físicas y psicológicas que personas y obtener un beneficio, en ge-
la situación puede acarrear a la portadora. neral económico a cambio de esa ayuda».
Desde ciertos sectores se sostiene que, Consideramos que esta postura re-
a pesar de los problemas que se suscitan, presenta, por un lado, una visión teórica,
es preferible regular la maternidad por formal, e «idílica» de la maternidad por
subrogación que prohibirla, ya que siem- subrogación, ya que no da cuenta de la
pre va a haber países que la permitan y, compleja problemática que se plantea en
de esta forma, se evitaría la especulación la realidad –como intentaremos mostrar
y el turismo procreativo. Tampoco faltan más adelante-. Por otro lado, presupone
los que consideran que la subrogación una concepción dualista de la persona,
no plantea ningún problema ético. Un que la disgrega en dos: por un lado, su
ejemplo de esta visión la encontramos en razón y su autonomía y, por otra, su
el siguiente texto de Camacho11: «la ma- dimensión corporal12. Es más, según este
10 Como ejemplo, se puede recordar la expli-
cación del proceso que aportaba Elizabeth Banks, 12 Como señala Donati, el dualismo cartesiano
acudiendo a una metáfora culinaria: «Hicimos lleva a cabo «una pericolosa scissione fra dimensioni
un ‘pastel de bebé’ y lo cocinamos en el horno de coporee e dimensioni psichico-culturali, nonché
otra mujer» (http://www.decine21.com/especial/ spirituali della persona umana. Scissione che é una
Elizabeth-Banks-tiene-un-hijo-con-una-madre-de- delle cause principali delle successive distorsioni e
alquiler-2664 (Consulta: 10/06/2011). alienazioni indotte nell´uomo moderno» (Donati,
11 Martín Camacho J. Maternidad subrogada: P., «Il problema della umanizzazione nell´era della
una práctica moralmente aceptable. 2009. globalozzazione tecnologica», en The humanization of
http://www.fundacionforo.com.ar/pdfs/mater- care in the age of the avanced technology, Universidad
nidadsubrogada.pdf (Consulta: 2/09/2011) Campus Biomédico, Roma, 2000, 65).

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planteamiento, típico de la modernidad, espíritu»13. Por ello, en muchos casos las


la persona en realidad es pura autono- madres portadoras sufren por tener que
mía: el sujeto humano se reduce a un entregar obligatoriamente a los niños que
ser pensante y autónomo, mientras que han llevado en su seno. En más de un 10%
su cuerpo es «algo», una cosa de la que de los casos necesitan terapia intensa para
puede disponer a discreción y que no le poder superarlo14.
constituye esencialmente como persona. Por otro lado, la realidad demuestra
En consecuencia, el dualismo considera que las mujeres más pobres o vulnerables
que la dimensión corporal, al igual que el son las que se encuentran más expuestas
resto de la naturaleza, puede ser tratada a ese tipo de explotación. De manera es-
como un objeto disponible y susceptible pecial, en aquellos contextos culturales en
de cualquier transacción. Ello, como se los que existe una mayor subordinación
puede advertir, desemboca en un libera- de la mujer al varón, y rigen estrictos
lismo extremo, que no establece límites sistemas patriarcales, las mujeres están
a la libertad contractual. Todo puede ser especialmente desprotegidas ante la po-
objeto de un contrato, también el cuerpo sible instrumentalización de su cuerpo y
humano y sus funciones más esenciales. consiguiente utilización para fines ajenos.
En esta línea, la concepción dualista Como señala Palazzani, muchas feminis-
de la persona legitima perfectamente el tas están en contra de la subrogación de
contrato de alquiler de vientre. El cuerpo vientre como práctica lucrativa «ya que,
de la mujer portadora queda reducido a además de convertir a la mujer en un ob-
desempeñar un papel puramente instru- jeto, conduce a una clara discriminación
mental. Como señala Montero, la mujer entre mujeres ricas y pobres, ejercitan-
«…está condenada a considerar su em- do una especie de coerción económica
barazo desde una perspectiva puramente sobre la mujer más necesitada»15. A su
funcional y no como un acontecimiento vez, la subrogación altruista también es
que concierne todo su ser. Tiene proscrita criticada, al convertir el papel femenino
la formación de todo vínculo sentimental materno en una «trampa compasiva»16. En
con el niño que porta en ella. Dicho de
otra forma, la madre portadora pone a 13 Montero, E., «La summa divisio iuris entre
disposición de la pareja interesada sus las personas y las cosas a prueba de la maternidad
de alquiler» (inédito).
funciones reproductivas, pero esta fuerte
14 Wilkinson, S., «The explotation argument
implicación corporal no se traduce en un against commercial surrogacy», Bioethics 17 (2),
empeño de todo su ser: la madre uterina (2003), 180.
debe vivir su embarazo en la indiferen- 15 Palazzani, L., «Los valores femeninos en
bioética», en Aparisi, A., Ballesteros, B., Por un
cia, en la perspectiva del abandono, con feminismo de la complementariedad, op. cit., 68.
el pensamiento de que no es su hijo. De 16 Lindermann Nelson, H, Lindermann Nel-
ahí la ruptura de la unidad substancial son, J, «Cutting motherhood in two: some suspi-
cions concerning surrogacy», Hypatia, 4/3, (1989),
de la persona que, en una antropología 91; Naraya, U., «The `gift´ of a child», en Boling, P
humanista, es indivisiblemente cuerpo y (ed.), Expecting trouble: surrogacy, fetal abuse, and new

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esta línea, algunos autores han planteado los sistemas jurídicos occidentales se han
el problema fundamental de la autonomía apoyado en la distinción básica entre per-
real (no meramente formal) de la mujer sonas y cosas. Se ha entendido que, frente
ante estas situaciones17. En esta línea, a la libre disposición de los objetos, las
también desde una perspectiva feminista, personas, incluyendo el cuerpo humano,
Donchin18 señala que la subrogación suele no pueden ser objeto de comercio. En
ser más una preferencia adaptativa que esta línea, para muchos, el contrato de
una decisión autónoma plenamente libre. maternidad por subrogación debería estar
Otro de los aspectos a considerar en prohibido de igual forma que se prohíbe,
este ámbito es el de la asimetría (cultural, por ejemplo, que los participantes en un
económica…) que suele existir entre la ensayo clínico lo hagan por una com-
madre portadora, por una parte, y los pensación económica, o sea retribuida la
que la contratan o los intermediarios que donación de sangre. A este respecto, el
organizan el servicio (entidades privadas, Comité Nacional de Ética francés indicó,
gestores, abogados, centros de fecunda- en 2010, que la gestación por cuenta ajena
ción in vitro, etc.) por otra, en cuanto a comportaba riesgos éticos muy graves
información suministrada, privacidad, que ninguna norma jurídica podía evitar.
cláusulas impuestas, etc. Esto puede hacer, Representa una nueva forma de explota-
de nuevo, que la autonomía y los derechos ción de la mujer21, negando la indisponi-
de la portadora se vean amenazados19. bilidad del cuerpo humano que, como ya
En definitiva, volvemos a la cuestión se ha indicado, no puede ser considerado
que se planteaba al principio de este epí- como un objeto de comercio.
grafe: ¿hasta que punto puede ser admi-
sible ética y legalmente que el contenido 3. El respeto a la dignidad del nuevo ser
de un contrato sea el propio cuerpo de
la mujer?20 Desde la antigüedad romana, Como es sabido, el hijo fruto de un
procedimiento de subrogación es obte-
reproductive technologies, Westview Press, Boulder, nido tras el acuerdo llevado a cabo entre
1995, 182.
17 Cambrón, A., «Fecundación in vitro y
los futuros padres, mujer portadora,
agresiones al cuerpo de la mujer: una aproximación entidades intermediarias, bufete jurídico,
desde la perspectiva de los derechos». Cambrón, etc. En dicho contrato se especifican las
A., (Coordinadora), Reproducción asistida: promesas,
cláusulas que regularán las condiciones
normas y realidad, Trotta, Madrid, 2001, 210.
18 Donchin, A., «Reproductive tourism and del proceso hasta el nacimiento, así como
the quest for global gender justice», Bioethics, 24 (7), las contraprestaciones económicas del
(2010), 323-32. mismo. De acuerdo con ello, distintos
19 Damelio, J.; Sorensen, K., «Enhancing au-
tonomy in paid surrogacy», Bioethics, 22 (5), (2008), autores han entendido que, en realidad, el
270. contrato de subrogación se asemeja peli-
20 El artículo 1271 del Código civil español
establece que «Pueden ser objeto de contrato todas 21 Wilkinson, S., «The explotation argument
las cosas que no están fuera del comercio de los against commercial surrogacy», Bioethics, 17 (2),
hombres, aun las futuras». (2003), 169.

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Aproximación a la problemática etica y jurídica de la maternidad subrogada

grosamente a un contrato de compraventa Por otro lado, la maternidad por su-


de niños. De cualquier manera, el análisis brogación tolera la posibilidad de una
del procedimiento legal establecido para filiación fragmentada. De hecho, en la
obtener el reconocimiento jurídico de la hipótesis extrema, el niño podría tener
paternidad y maternidad pone en evi- hasta cinco progenitores: una madre
dencia la negación de algunos principios biológica, un padre biológico, una madre
y fundamentos básicos del derecho de uterina o gestante, una madre legal y un
filiación. En primer lugar se reconoce, padre legal.
como un derecho de la madre gestante, la
posibilidad de abandonar al niño al nacer. 3.1. El hijo como objeto de litigio
En consecuencia, se admite legalmente la
facultad de la madre de renunciar a sus Como ya se ha indicado, la mater-
deberes y responsabilidades con respecto nidad subrogada conlleva complejas
al mismo. relaciones que, a su vez, pueden generar
Asimismo, la legalización de la ma- un amplio abanico de cuestiones ético-
ternidad subrogada supone dar un paso legales: relación de la madre de alquiler
adelante en la posibilidad de mercantili- con los donantes de los gametos o con
zar la filiación, ya que esta dependerá de los receptores del hijo, ya que pueden ser
un contrato con un fuerte contenido eco- los mismos o diferentes sujetos (también
nómico. Es más, los acuerdos económicos hay que considerar que la propia madre
detallarán los incentivos, los motivos, y de alquiler puede ser, al mismo tiempo,
posibles razones, de una u otra parte, la donante del gameto femenino dando
para suspender el proceso de gestación lugar a un nuevo escenario de relaciones
por aborto, con sus consiguientes, e im- entre madre-madres e hijo); posibles dere-
portantes, consecuencias económicas22. chos de la madre portadora sobre el niño;
Esto contrasta fuertemente con la insti- disposiciones legales relativas a su futura
tución de la adopción, ya que en estos relación con el gestado; etc.
supuestos todos los organismos legales Estas complejas situaciones han ge-
competentes vigilan para que los niños nerado, en la práctica, un aumento de
no sean objeto de transacción económica. litigios derivados de los procesos de
Además, aquellos progenitores biológicos subrogación. La experiencia americana
que trafican con sus hijos son objeto de es bastante reveladora24. Son numerosos
sanciones legales23. los casos de contratos de alquiler de
útero que terminan en los tribunales.
Algunas de las cuestiones discutidas
22 Hanna, J.K., «Revisiting child-based objec-
tions to commercial surrogacy», Bioethics, 24 (7), 24 Otros ejemplos de contratos de subrogación,
(2010), 342. y sobre la problemática legal y ética que suscitan
23 Landes, E.; Posner, R., «The economics of se pueden consultar en: Brophy, K.M., «A surrogate
the baby shortage», The Journal of Legal Studies, 7 mother contract to bear a child», Journal of Family
(2), (1978), 323-48. Law, 20, (1981), 263-91.

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son: si la madre portadora cumple con Down, por lo que decidieron que se abor-
las condiciones impuestas en el contrato tara. Sin embargo, la madre subrogada
por la parte contratante, especialmente en se negó a que se le practicase el aborto.
lo referente a estilo de vida, salud (por Esta situación generó un conflicto relati-
ejemplo, si se cuida lo suficiente, fuma, vo a la interpretación del contrato. Las
bebe, trasnocha,…); situaciones en que la alegaciones de una y otra parte (sobre el
madre portadora se niega u obstaculiza necesario control de calidad del produc-
la entrega del niño; casos en los que los to y resultado final, objeto contratado,
padres contratantes imponen el aborto derechos adquiridos, etc.) pusieron en
a la madre portadora; situaciones en las evidencia la triste realidad del proceso
que, por diversas causas (divorcio, mal- de cosificación del hijo.
formaciones en el hijo, cambio de opinión, Por último, podemos mencionar la
no querer hacerse cargo del niño…) los situación de Manji, niña nacida en la In-
padres contratantes pretenden rescindir dia tras un contrato de subrogación. Una
el contrato, etc. En este sentido podemos pareja japonesa, Ikufumi y Yuki Yamada,
mencionar el caso conocido como Baby contrataron una madre de alquiler, a tra-
M., que generó un vivo debate en 1986 en vés de una empresa india especializada
Estados Unidos. La mujer gestante, tras en la gestión de este tipo de transac-
dar a luz a su hija, decidió no entregarla ciones. Con anterioridad a la fecha del
al matrimonio contratante. Los problemas nacimiento, los Yamada se divorciaron
suscitados, además de los derivados del y Yuki decidió retractarse con respecto
incumplimiento del contrato, estuvieron a la aceptación de Manji. Dicha negativa
determinados por las circunstancias generó problemas de índole legal26, fun-
del caso: la madre sustituta había sido damentalmente el relativo a quien debía
inseminada con semen del varón de la ser considerado progenitor de la niña y
pareja contratante. Los tribunales, tras si era jurídicamente admisible el repudio
un largo proceso con varias apelaciones, de la misma por los padres contratantes27.
decidieron otorgar la custodia al varón, En definitiva, estos casos, entre
concediendo derechos de visita a la ma- muchos otros, ponen de relieve que la
dre sustituta. maternidad por subrogación no es, como
Otro caso significativo tuvo lugar en algunos entienden, una práctica acordada
Vancouver en el año 201025. Una pareja entre adultos que no perjudica a terceros
contrató a una madre de alquiler para y que, necesariamente, produce beneficios
gestar un embrión obtenido de sus ga- para todos los sujetos implicados. Por el
metos. Antes de cumplirse el primer
26 Parks, J., «Care ethics and the global
trimestre, los donantes fueron informados practice of commercial surrogacy», Bioethics 24 (7),
de que el feto padecía el síndrome de (2010), 333.
27 La situación puede asemejarse a un contra-
25 Blackwell, T., «Couple urged surrogate to de adquisición de un artículo por encargo que
mother to abort fetus because of defect», National admite la posibilidad de renuncia al mismo con
Post, Oct 6, (2010). posterioridad.

262 Cuad. Bioét. XXIII, 2012/2ª


Aproximación a la problemática etica y jurídica de la maternidad subrogada

contrario, tiene consecuencias negativas de la reproducción artificial intrafamiliar,


para las partes más vulnerables y, espe- se pueden generar situaciones imposibles
cialmente, cosifica al hijo, subordinándolo en el orden natural: por ejemplo, que una
a los deseos de los adultos. madre de edad avanzada, ante la impo-
sibilidad de que su hija pueda hacerlo,
3.2. Alteraciones en el desarrollo de la iden- dé a luz a su nieto, que una mujer sea,
tidad del hijo al mismo tiempo, madre y tía de su hijo,
en el caso de donación de ovocitos entre
Cabe plantearse las consecuencias, en hermanas, etc.
el ámbito psicológico, de que el contexto En estas prácticas, la confusión de
en el que surge el nuevo ser se encuentre los distintos roles y funciones familiares
alterado28. Muchos de los problemas psi- es tan profunda que, no sólo se pueden
cológicos van a estar asociados a la infor- generar problemas jurídicos (entre los
mación facilitada. Así, por ejemplo, Siegel familiares donantes y los padres legales)30
y col.29 mantienen que es conveniente que y morales, sino también psicosociales. En
los padres comuniquen pronto a sus hijos concreto, el riesgo más importante que se
que han nacido por subrogación, así como presenta en este tipo de casos es el del
las características de este proceso (dona- impacto psicológico, especialmente en
ción de gametos, procedencia, etc.). Si se el hijo que llega a conocer su verdadera
hace de esa forma, el conocimiento de su procedencia. Por este motivo, y para
origen biológico puede tener menos im- que la reacción sea lo menos negativa
pacto en su psicología. En cualquier caso, posible, se establece la necesidad de un
en estas situaciones existe una alteración adecuado asesoramiento a las familias.
relativa a la identidad más profunda de la Los miembros de la Sociedad Europea
persona, por lo que los riesgos de patolo- de Reproducción Humana y Embriología
gía y sufrimiento siempre están presentes. (ESHRE) han elaborado una serie de reco-
Una situación especialmente compleja mendaciones31 para que los especialistas
puede plantearse en los supuestos de puedan informar y aconsejar, tanto a los
maternidad subrogada entre familiares. familiares donantes, como a los padres. De
En países, como EE.UU o Canadá, en los esta forma, se intenta reducir el riesgo de
que está legalmente admitida la práctica posibles futuros problemas psicosociales32.
28 Los expertos del Comité Nacional de Ética
de Francia señalaron, en 2010, que nadie puede 30 http://www.reproduccionasistida.org/
prever las consecuencias de un proyecto no habitual reproduccion-asistida/donacion-de-ovulos-y-es-
y complejo sobre la psique de un niño, que conocerá permatozoides/embarazada/reproduccion-asistida-
en su día que fue objeto de un contrato, o la de los familiares/ (Consulta: 10/06/2011).
otros hijos de la madre biológica o de sus padres 31 Se pueden consultar en la revista Human
jurídicos. Reproduction, volumen enero, (2011).
29 Siegel, S., Dittrich, R., Vollmann, J., «Ethical 32 http://www.reproduccionasistida.org/
opinions and personal attitudes of young adults reproduccion-asistida/donacion-de-ovulos-y-es-
conceived by in vitro fertilisation», Journal of Medical permatozoides/embarazada/reproduccion-asistida-
Ethics, 34, (2008), 236-240. familiares/attachment/pregnant/

Cuad. Bioét. XXIII, 2012/2ª 263


José López Guzmán y Ángela Aparisi Miralles

No obstante, como ya se ha indicado, en criterio, si no es por razones económicas


estos casos la alteración de los roles y y puramente contractuales: los donantes
patrones familiares es tan incisiva (por de gametos y las madres portadoras lo
ejemplo, cuando una madre es, al mismo hacen, fundamentalmente, por lucro y,
tiempo, abuela) que, aunque se puedan desde esta perspectiva, su intención es
reducir los riesgos de patologías, estos no desvincularse totalmente del destino de
se pueden evitar completamente. Muchos los futuros hijos. Por su parte, los padres
países prohíben legalmente esta práctica legales o de acogida no desean posibles
al entender que existe una clara primacía interferencias en sus futuras relaciones
de los deseos de los adultos sobre los de- familiares. En el caso de la subrogación,
rechos e intereses legítimos de los hijos. las cláusulas establecidas en el contrato de
Tal es el caso, por ejemplo, de España. gestación asegurarán este extremo y, por
ello, cerrarán completamente las puertas
3.3. El derecho del hijo a conocer sus orígenes a que el hijo pueda ejercer el derecho a
biológicos conocer a su madre uterina.

Otro aspecto a considerar en este 4. Aspectos económicos: maternidad


apartado es el del derecho del hijo a co- subrogada y «turismo» de la fertilidad
nocer quienes son sus progenitores33. Con
respecto a la adopción, es bien conocido La existencia de legislaciones que
que, frente a otros momentos históricos, aceptan la figura de la maternidad por
en la actualidad se tiende a reconocer subrogación (por reconocimiento jurídico
legalmente el derecho de los hijos a co- expreso, por tolerancia jurídica ante au-
nocer sus orígenes biológicos. En España, sencia de normas…), unido a contextos
la Constitución establece, en su artículo culturales, económicos, sociales, etc. que
39 que «La ley posibilitará la investiga- puedan favorecerla, ha determinado
ción de la paternidad». Sin embargo, la el surgimiento de lo que se suele de-
situación legal es distinta, en general, nominar «industria de la fertilidad»34,
en relación a la fecundación in vitro con «turismo procreativo» o «turismo de
donantes de gametos y, en particular, la fertilidad»35. En realidad, en algunos
en el supuesto de la maternidad por
34 Se puede elegir el donante de esperma por
subrogación. Es evidente que, tras esta
catálogo, incluso por Internet. En esos catálogos se
diferencia de trato subyace una discrimi- puede conocer el peso, la altura o la etnia del do-
nación legal, sólo explicable por los mo- nante y realizar el «pedido» al igual que se compra
tivos económicos que pueden impulsar un libro en la biblioteca virtual o un vestido en una
de las grandes tiendas online.
a donar gametos o a gestar un embrión. 35 Gametos de individuos de unos países son
No se entiende bien esta diferencia de utilizados en otros y, con mucha frecuencia, se buscan
vientres de alquiler en países menos desarrollados,
debido a su menor coste económico y emocional,…
33 Smajdor, A., «Who’s your daddy?», British Por ello, entre otras razones, desde hace algunos
Medical Journal, 342, (2011), d3619. años, y desde distintos sectores, se viene solicitando

264 Cuad. Bioét. XXIII, 2012/2ª


Aproximación a la problemática etica y jurídica de la maternidad subrogada

países la maternidad subrogada se ha valora el coste económico del proceso. Por


convertido en un autentico reclamo36. ejemplo, el precio total de un contrato de
Por ejemplo, en la India concurren una subrogación en la India era, en 2007, de
legislación muy permisiva, unos precios unos 10.000 dólares. Ese mismo proceso
muy competitivos y unas condiciones en USA oscilaba entre los 60.000 y 80.000
sociales y sanitarias favorables: el mo- dólares39.
delo familiar es muy patriarcal –con la Actualmente, otro aspecto que es espe-
limitación de derechos de las mujeres que cialmente considerado es la garantía legal
ello conlleva–, éstas suelen tener hábitos del anonimato de la madre portadora. Por
saludables –como, por ejemplo, no tomar último, en la elección de un determinado
alcohol–, esta técnica no plantea proble- país, influyen, asimismo, otros elementos
mas culturales o religiosos37 y, además, de tipo religioso, cultural, etc. Por ejem-
se percibe por muchas instancias como plo, Malasia y Corea del Sur son dos de
algo positivo, en la medida en que genera los principales destinos asiáticos de los
ingresos económicos considerables para contratos de subrogación. Por afinidad
las clínicas especializadas, las madres religiosa y cultural, los musulmanes sue-
portadoras y sus familias, las entidades len optar por el primer destino. También
o personas intermediarias e, incluso, para es importante tener en cuenta el papel
los propios Estados. que desempeña internet en el recurso al
Los aspectos que son tenidos en «turismo procreativo».
cuenta, por parte de los padres contra-
tantes, para elegir un país de destino, 5. Conclusión
han variado en la última década. En 1991,
Knoppers indicaba que el Estado escogi- La maternidad subrogada es un tema
do para contratar a una madre gestante que presenta, en la actualidad, una gran
venía determinado, fundamentalmente, complejidad. Para algunos, se trata de
por la existencia de una legislación una práctica lícita, que debe ser admitida
permisiva38. En la actualidad, también jurídicamente. Se entiende que los con-
tratos de madres de alquiler se celebran
una armonización legal internacional para hacer fren- entre adultos autónomos y responsables,
te a los fenómenos secundarios negativos provocado no perjudican a terceros y redundan, ne-
por este turismo con fines reproductivos. Vid. Koch,
cesariamente, en beneficios de todos los
H.G., «El control de la natalidad y el derecho penal»,
Eguzkilore, núm. 5, (1992), 131. sujetos implicados. No obstante, frente
36 Siva, N., «Rise in assisted reproduction a esta visión idílica y formal, la realidad
tourism in Asia threatens local medical services», demuestra las profundas implicaciones
British Medical Journal, 343, (2011), d5453.
37 Parks, J., «Care ethics and the global practice éticas y jurídicas, así como los numerosos
of commercial surrogacy», Bioethics, 24 (7), 2010, 334.
38 Knoppers, B.M.; LeBris, S., «Recent advanc- 39 Semba, Y.; Chang, C.; Hong, H.; Kamisato,
es in medical assisted conception: legal, ethical and A.; Kokado, M.; Muto, K., «Surrogacy: donor con-
social issues», American Journal of Law and Medicine, ception regulation in Japan», Bioethics, 24 (7), (2010),
17, 1991, 329-33. 356.

Cuad. Bioét. XXIII, 2012/2ª 265


José López Guzmán y Ángela Aparisi Miralles

problemas, de toda índole, que genera En definitiva, el deseo de las parejas


esta técnica. Con respecto a la madre estériles debe ser escuchado por la socie-
portadora, conlleva un serio riesgo de dad. Sin embargo, no todos los deseos de
instrumentalización de su cuerpo, igno- los adultos deben ser considerados como
rando la distinción básica entre personas derechos, máxime si ello implica lesiones
y cosas, a efectos de la celebración de un a la dignidad y a los derechos de otros
contrato. Los sistemas jurídicos occiden- sujetos implicados, especialmente de las
tales tradicionalmente han entendido que, mujeres más vulnerables y los hijos.
frente a la libre disposición de los objetos,
las personas, incluyendo el cuerpo huma- Referencias bibliográficas
no, no pueden ser objeto de comercio. De
este modo, la libertad de los individuos Aparisi, A., Ballesteros, B., Por un femi-
para establecer contratos en mutuo pro- nismo de la complementariedad, Eunsa,
vecho tiene límites, en concreto, cuando Pamplona, 2002.
el objeto de dicho contrato es el mismo Aparisi, A (edit.), Persona y Género,
ser humano, su cuerpo y sus funciones Thomson-Aranzadi, Pamplona, 2011.
más esenciales, tal y como ocurre con el Blackwell, T., «Couple urged surrogate
contrato de alquiler de útero. mother to abort fetus because of de-
Con respecto a hijo, la legalización de fect», National Post, Oct 6, (2010).
la maternidad subrogada supone mercan- Boling, P (ed.), Expecting trouble: surrogacy,
tilizar la filiación, ya que ésta dependerá fetal abuse, and new reproductive techno-
de la celebración de un contrato con un logies, Westview Press, Boulder, 1995.
fuerte contenido económico. Por otro Brophy, K.M., «A surrogate mother con-
lado, la experiencia ha demostrado que el tract to bear a child», Journal of Family
niño queda en una posición muy vulnera- Law, 20, (1981), 263-91.
ble, dado que su situación depende de las Cambrón, A., (Coordinadora), Reproduc-
cláusulas establecidas en dicho contrato, ción asistida: promesas, normas y realidad,
lo cual no asegura, en absoluto, la pro- Trotta, Madrid, 2001.
tección de sus intereses y derechos40. La Damelio, J.; Sorensen, K., «Enhancing au-
posibilidad de confusión de roles y fun- tonomy in paid surrogacy», Bioethics,
ciones entre los progenitores puede tener 22 (5), (2008), 269-77.
efectos muy negativos en su equilibrado Donati, P., «Il problema della umanizza-
desarrollo, especialmente en los supues- zione nell´era della globalozzazione
tos de subrogación entre familiares (por tecnologica», en The humanization of
ejemplo, cuando una mujer es, al mismo care in the age of the avanced technolo-
tiempo, madre y abuela del niño, etc.). gy, Universidad Campus Biomédico,
Roma, 2000.
Donchin, A., «Reproductive tourism and
40 Hanna, J.K., «Revisiting child-based objec-
the quest for global gender justice»,
tions to commercial surrogacy», op. cit., 341. Bioethics, 24 (7), (2010), 323-32.

266 Cuad. Bioét. XXIII, 2012/2ª


Aproximación a la problemática etica y jurídica de la maternidad subrogada

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la maternidad de alquiler» (inédito). Bioethics 17 (2), (2003), 169-87.

Recibido: 09/03/2012
Aceptado: 15/07/2012

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