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Sistema hematopoyético

El sistema hematopoyético es el sistema encargado de la formación de la


sangre. La hematopoyesis es el proceso de formación, desarrollo y maduración de los
elementos de la sangre (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) a partir de un precursor
celular común conocido como célula madre hematopoyética pluripotencial.
La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e
inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos
de elementos formes o células sanguíneas:

 Glóbulos rojos
 Glóbulos blancos
 Plaquetas

Una persona adulta tiene un promedio de cinco litros de sangre, con una
temperatura cercana a los 37 °C

Plasma sanguíneo: es líquido y está formado en un 90 por ciento de agua y en un 10


por ciento de otras sustancias como azúcares, proteínas, grasas y sales minerales.

Glóbulos rojos: conocidos también como eritrocitos o hematíes. Son el componente


más abundante de la sangre, y actúan transportando el oxígeno molecular. Tienen
forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay
cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo,
por lo que se consideran células muertas. Como su nombre lo indica, son células de
color rojo por su contenido de hemoglobina. Se fabrican en la médula roja de los
huesos.
Plaquetas: también llamadas trombocitos, son los corpúsculos más pequeños de los
componentes de la sangre), son fragmentos de células y su función es permitir la
coagulación.

Los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas que conforman la
sangre se producen en la parte esponjosa (médula) de algunos huesos del esqueleto.
En la médula ósea roja de los huesos se encuentran las células hematopoyéticas
pluripotenciales.
Hasta los 5 años de edad estas células dan origen a los compuestos en,
prácticamente, todos los huesos del cuerpo. Después de los 20 años, los glóbulos
rojos, blancos y plaquetas son producidos por la médula de los huesos planos.

La Biometria Hemática también denominada Hemograma, es uno de los


estudios de rutina de mayor importancia, ya que la información que de aquí se deriva
nos proporciona una idea muy confiable del estado general de la salud del paciente,
consta de 2 bloques:

 Formula Roja: Determina los parámetros relacionados con el eritrocito.


 Formula Blanca: Determina los parámetros relacionados con los leucocitos

 Hematocrito (Ht): Es el porcentaje de la sangre que está compuesta por


eritrocitos.
 Hemoglobina(Hb): Es determinada la cantidad de esta proteína expresada en
g./dl.
 Conteo eritrocítico(Eri): Es la cantidad total de eritrocitos circulantes por
microlitro de sangre

Es un examen de sangre que mide el tiempo que tarda la porción líquida de


la sangre (plasma) en coagularse.
Cuando uno sangra, el cuerpo inicia una serie de actividades que ayudan a
que la sangre se coagule.
La prueba de TP examina proteínas especiales, llamadas factores de coagulación, que
están involucradas en este evento.
Este examen mide:
 Factor I (fibrinógeno)
 Factor II (protrombina)
 Factor V
 Factor VII
 Factor X

El rango normal es de 11 a 13.5 segundos; el tiempo de protrombina será


más prolongado en personas que toman anticoagulantes.
Cuando cualquiera de los factores de coagulación de la sangre falta o no está
trabajando apropiadamente, el tiempo de protrombina es prolongado.

La médula ósea es el tejido blando dentro de los huesos que ayuda a formar
las células sanguíneas y se encuentra en la parte hueca de la mayoría de los huesos.
El aspirado medular es la extracción de una pequeña cantidad de este tejido para su
análisis. La médula ósea se extraerá del hueso pélvico o del esternón, aunque
ocasionalmente se puede seleccionar otro hueso.

Anemia

La anemia se define por los niveles reducidos de hemoglobina, comparados


con los valores normales en individuos del mismo género y misma edad. La
consecuencia principal de la anemia es el abastecimiento insuficiente de oxígeno para
el cuerpo. Una anemia grave conduce, por un lado, a un aumento del riesgo de
mortalidad para la madre y para el hijo y, por otro, a un desarrollo físico y cognitivo
comprometido. Generalmente, afecta también a la situación física y productiva de los
adultos.

Causas y Factores de Riesgo

Es posible clasificar a la anemia en función de la capacidad de producción de


eritrocitos (glóbulos rojos). Las 3 principales clases de anemia corresponden a una
producción deficiente para la médula ósea (hipoproliferación), alteración de la
maduración de los eritrocitos (eritropoyesis deficiente) o a un aumento de la
destrucción de glóbulos rojos (hemólisis).

La anemia es un indicador de desnutrición y malas condiciones físicas; la


falta de hierro en mujeres entre los 12 y los 49 años resulta de una disminución del
hierro durante el período fértil (debido al período menstrual, embarazo o lactancia).
También los vegetarianos y los niños son grupos de riesgo. Otras deficiencias
nutricionales, tales como la carencia de vitamina B12, folato y vitamina A, también
pueden causar anemia, así como también los medicamentos que interfieran con el
metabolismo del ADN en las células, tales como los alcalinizantes.

Grandes cantidades de penicilina o cefalosporina pueden conducir a una


hemólisis inmune, que consiste en la formación de un complejo antígeno-anticuerpo
en la membrana eritrocitaria. Si existe un consumo prolongado de alcohol, los
síntomas están generalmente asociados a una deficiencia conjunta de hierro y de
ácido fólico. La anemia es un síntoma y está asociada a diversos padecimientos, entre
ellos la insuficiencia renal y el hipotiroidismo.

Diagnóstico

La anemia produce como consecuencia el insuficiente abastecimiento de


oxígeno del cuerpo, que puede resultar en los siguientes síntomas:
Síntomas típicos

 Fatiga
 Disminución de la vitalidad
 Dificultad para concentrarse
 Falta de aire durante el ejercicio físico
 Mareo
 Dolores de cabeza
 Zumbido en los oídos
 Palpitaciones

Más allá de estos síntomas inespecíficos pueden existir otras situaciones


médicas, dependiendo del origen de la anemia.

 Medicación (por ejemplo, penicilina, metotrexato, metildopa)


 Hemorragia (por ejemplo, de origen gastrointestinal o resultante de la
menstruación)
 Deficiencias alimentarias (por ejemplo, dieta vegetariana)
 Organopatías conocidas (por ejemplo, insuficiencia renal, hipotiroidismo)
 Padecimientos hereditarios (por ejemplo, deficiencia de glucosa-6-fosfato
deshidrogenasa)
 Implante de válvula cardíaca

Examen Físico

Los síntomas de anemia son característicos, pero no específicos. Pueden ser


confundidos con signos de insuficiencia cardíaca, en especial en pacientes de edad
avanzada.
Síntomas y signos clínicos importantes

 Palidez de la piel y las membranas mucosas


 Taquicardia durante el ejercicio y el reposo
 Aumento de la amplitud entre la presión máxima y mínima

La extensión de la anemia y la amplitud de los signos clínicos no están


directamente correlacionado. Los signos clínicos se ven influidos por el tiempo de
adaptación a la anemia, la edad del paciente y el grado de compensación del sistema
cardiopulmonar. Los pacientes jóvenes con un sistema cardiovascular saludable que
sufran de anemia crónica pueden ser capaces de tolerar una disminución de los
valores de hemoglobina de hasta 5 g/dl. Por el contrario, los pacientes más añosos
que sufran de afecciones coronarias o enfisema pulmonar pueden comenzar a
presentar síntomas de anemia a partir de los 10 g/dl.

Procedimientos de diagnóstico

Bajos niveles de hemoglobina, disminución del hematócrito y baja cantidad


de glóbulos rojos indican anemia. De esta forma, el seguimiento de los niveles de la
hemoglobina es útil para el diagnóstico y el monitoreo de la respuesta al tratamiento
de la anemia. La proporción de glóbulos rojos no siempre está correlacionada con los
valores de hemoglobina, por eso no constituye un parámetro sensible para valorar la
anemia.

Trastornos de coagulación

Son un grupo de afecciones en las cuales hay un problema con el proceso de


coagulación sanguínea del cuerpo. Estos trastornos pueden llevar a que se presente
sangrado intenso y prolongado después de una lesión. El sangrado también puede
iniciarse de manera espontánea.
Causas

La coagulación normal de la sangre involucra hasta 20 proteínas plasmáticas


diferentes, conocidas como factores de la coagulación o factores de la coagulación
sanguínea. Estos factores interactúan con otros químicos para formar una sustancia
llamada fibrina que detiene el sangrado.

Se pueden presentar problemas cuando faltan ciertos factores de la


coagulación o éstos están muy bajos. Los problemas de sangrado pueden ir desde
leves hasta severos. Algunos trastornos hemorrágicos están presentes desde el
nacimiento y se transmiten de padres a hijos (hereditarios). Otros se desarrollan por:

Enfermedades como deficiencia de vitamina K y enfermedad hepática severa


Tratamientos como el uso de medicamentos para detener los coágulos de sangre
(anticoagulantes) o el uso prolongado de antibióticos.

Los trastornos hemorrágicos también pueden resultar del hecho de tener


células sanguíneas que promueven la coagulación de la sangre (plaquetas) en muy
baja cantidad o funcionando en forma deficiente. Estos trastornos también pueden ser
hereditarios o adquiridos. Los efectos secundarios de ciertos medicamentos con
frecuencia llevan a las formas adquiridas.

Síntomas

 Sangrado en las articulaciones.


 Exceso de hematomas.
 Sangrado intenso.
 Sangrado menstrual abundante.
 Hemorragias nasales.
Pruebas y exámenes

 Hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC)


 Tiempo de sangría
 Tiempo parcial de tromboplastina (TTP)
 Examen de agregación plaquetaria
 Tiempo de protrombina (TP)

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de trastorno y puede incluir:

 Reposición del factor


 Transfusión de plasma fresco o congelado
 Transfusión de plaquetas
 Otras terapias

Posibles complicaciones

 Sangrado en el cerebro
 Sangrado intenso (generalmente del tubo digestivo o por lesiones)
 Dependiendo del trastorno, se pueden presentar otras complicaciones.

Trastornos neoplásicos de origen hematopoyético

Los trastornos neoplásicos de origen hematopoyético y linfoide representan


los trastornos más importantes de los glóbulos blancos e incluyen categorías algo
superpuestas, a saber, linfomas (enfermedad de Hodgkin y linfoma no Hodgkin),
leucemias y discrasias de los plasmocitos (mieloma múltiple). Las características
clínicas de estas neoplasias son determinadas en gran parte por su sitio de origen, la
célula progenitora en la que se originaron y los acontecimientos moleculares
involucrados en su transformación en una neoplasia maligna. Las leucemias, que se
originan en precursores hematopoyéticos en la médula ósea, pueden afectar linfocitos,
granulocitos y otras células sanguíneas. Como las células sanguíneas circulan por
todo el cuerpo, estas neoplasias se diseminan desde el comienzo. Los linfomas se
originan en estructuras linfoides periféricas como los ganglios linfáticos en los que
los linfocitos B y T sufren una diferenciación y proliferación posterior cuando
interactúan con los antígenos. Las discrasias de los plasmocitos se originan en la
médula ósea, en donde las células B se diferencian en plasmocitos.

En este portafolio de Neoplasias de origen sanguíneo trataremos sobre:

 Linfomas (enfermedad de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin)


 Leucemias
 Discrasias de los plasmocitos

Linfomas

La enfermedad de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin, representan tumores


sólidos derivados de células neoplásicas del tejido linfoide y sus precursores o
derivados.

Enfermedad de Hodgkin

Se caracteriza por la presencia de una célula anormal denominada célula de


Reed-Sternberg. Se desconoce la causa pero se sospecha que puede empezar como
una reacción antiinflamatoria frente a un agente infeccioso.
Linfomas no Hodgkin

Constituyen un grupo heterogéneo de tumores sólidos compuestos por


células linfoides neoplásicas. La heterogeneidad refleja el potencial de
transformación maligna en cualquier estadio de diferenciación de los linfocitos B y T.
Su etiología se desconoce.

Leucemias

Son neoplasias malignas de células derivadas originalmente de las células


madre hematopoyéticas, se caracterizan por la sustitución difusa de la médula ósea
por células neoplásicas de la serie blanca inmaduras proliferantes no reguladas. En la
mayor parte de los casos las células leucémicas pasan a la la sangre, donde se las
observa en gran cantidad.

Las leucemias suelen clasificarse de acuerdo con el tipo celular predominante (es
decir linfocítica o mielocítica) y si la condición es aguda o crónica. Las leucemias
bifenotípicas muestran características de linajes linfoide y mieloide. Un sistema de
clasificación rudimentario divide la leucemia en dos tipos:

Leucemia linfocítica (linfoblástica) aguda o crónica.


Leucemia mielógena (mieloblástica) aguda o crónica.

Las leucemias linfocíticas comprometen a los linfocitos inmaduros y sus


progenitores que se originan en la médula ósea pero infiltran en el bazo, los ganglios
linfáticos, el SNC y otros tejidos. Las leucemias mielocíticas, que comprometen las
células madre pluripotenciales mieloides en la médula ósea, interfieren sobre la
maduración de todas las células sanguínea, incluidos los granulocitos, los eritrocitos y
los trombocitos.
Discrasias de los plasmocitos

Se caracterizan por la expansión de un solo clon de plasmocitos productores


de inmunoglobulina y un aumento resultante de los niveles séricos de una sola
inmunoglobulina monoclonal o de sus fracciones. Las discrasias de los plasmocitos
incluyen el mieloma múltiple, el plasmocitoma localizado, el linfoma
linfoplasmocítico, la amiloidosis primarias o inmunocítica debida a la producción
excesiva de cadenas livianas, y la gammapatía monoclonal de importancia
indeterminada.

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