Mision y Responsabilidad de Sentido PDF

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MISIÓN Y RESPONSABILIDAD DE SENTIDO

Por Élver Sánchez C.

Construir reflexión, conciencia, nuevos paradigmas, nuevas miradas sobre la realidad


social, sobre los otros; ampliar la perspectiva de la verdadera caridad fraterna, es un
principio fundamental, enseñanza y testamento que permite este curso, este viaje y esta
travesía sobre la vida, obra, pensamiento y convicciones del padre Rafael García Herreros y
el acercamiento a la Organización Minuto de Dios.

Es un buen comienzo hacer reflexión, tocar el corazón y producir nuevas estructuras


epistemológicas que resignifiquen el sentido de la existencia humana; es la verdadera
Cátedra del camino de la vida. Y desde este estudio y acercamiento al tema de
Responsabilidad Social, es preciso poco a poco ir descubriendo nuevas realidades, nuevas
motivaciones, nuevos cuestionamientos, nuevos lineamientos en el quehacer académico,
personal y profesional, en orden a encontrar más sentido a la existencia, a la profesión y al
compromiso como ciudadano.

Se puede definir la Responsabilidad Social como “el compromiso por el bienestar de


los demás, dejando mis propios intereses”. De esta manera, es prioridad de todo ciudadano,
de todo ser humano que quiera darle sentido a la propia vida, asumir acciones concretas de
bienestar, de esfuerzo y dedicación por servir a los otros; solamente en el servicio generoso,
en la apertura al otro, en la medida que el quehacer diario sea para construir a los demás, se
podrá descubrir y vivir el sentido de la existencia humana, de lo contrario la vida se vuelve
harta, aburrida y en función de la paga, de las vacaciones, de la hora de salida en cada
jornada y en el peor de los casos, en la espera triste de una jubilación, como el coronel de la
gran obra de García Márquez (El Coronel No Tiene Quien Le Escriba).

Asumir la Responsabilidad social es acción solidaria, es cooperar, con un sentido


individual pero a la vez colectivo. Es saber responder, dar respuesta por algo y por alguien
dice el padre Diego Jaramillo. No al estilo del relato del Génesis con Caín, quien no da
respuesta por su propio hermano, sino que de manera evasiva expresa: “¿acaso soy yo el
guardián de mi hermano?” (Génesis 4,9). Es la justificación que fácilmente aflora en los
labios y en la conciencia de muchos hombres y mujeres; es la respuesta evasiva ante el
compromiso que se transforma en no tengo para dar, no es mi responsabilidad, no tengo
tiempo...

Realmente falta asumir esos cuatro aspectos que describe sabiamente el padre Diego:
Ver y escuchar el clamor, el dolor y el sufrimiento de los otros, de quien está al lado, de
quien encuentro en el camino, como el buen samaritano (Lucas, 10,25-37) que no hizo lo
de los demás, sino que vio y sintió, lo que lo llevó a no quedarse en sensibilismos, sino que
eficazmente se acercó. El acercamiento es producto del descubrimiento de la reacción ante
la situación, pero no como espectadores, expresa el padre Diego; sino como responsable.
Luego el samaritano se lleva al hombre malherido y lo lleva a un cuidandero, cuenta lo que
ha visto y también compromete a otros, (sería el tercer paso en el proceso de
responsabilidad social). Se da el cuarto paso que es actuar, pues aquel Buen Samaritano,
paga y expresa que volverá a pagar si hay un gasto adicional, es decir, forja estructura
permanente de construcción de esa persona, busca alternativas concretas no para el
momento, sino para aliviar, sanar y reconfortar integralmente a la persona.

La verdadera responsabilidad social lleva al compromiso colectivo, construir lazos de


fraternidad y unidad en beneficio de todos y de otros. Así lo enseñó el padre García
Herreros, pues toda esta obra, sus textos, sus ideales aún viven en la obra Minuto de Dios,
no obstante, es preciso que la utopía se convierta en realidad, que la reflexión en práctica,
que el sentido en vida y que la Vida en verdadero servicio y amor, que ha de empezar por
cada uno de nosotros.

Es preciso ver que sí se puede construir, sí se puede hacer algo y algo grande, sí es
posible reconstruir personas, resignificar la vida, encontrar alternativas de realización y
reivindicación social y humana. Es posible ser y hacer, más que hablar, pues esto en verdad
dará sentido a la vida.

Es la misión de cada uno como estudiante, profesional, como ciudadano; asumir


verdadera responsabilidad social en las acciones diarias y concretas de la vida. Cada quien
en el camino de la propia existencia y particularmente en la estadía en la Universidad
Minuto de Dios, está para ir descubriendo esa gran misión personal y social como ser
humano, que es preciso asumir, comprometer y transformar.
Es la misión de dar verdadero sentido a la propia vida, pero también y más aún, a la de
los demás, a los prójimos y a los próximos, pues existimos para cumplir una misión
trascendental que es preciso descubrir y asumir. Nadie existe por pura casualidad, sino por
una razón de ser, por una misión que la vida y el universo está presentado, retando y
orientando. Sólo los valientes, los decididos y arriesgados logran los sueños, descubriendo
la propia misión y responsabilidad de sentido en la nueva civilización que sí es posible para
construir nuevos mundos y realidades en el tiempo.

CONOCIENDO LA MISIÓN Y VISIÓN DE NUESTRA UNIVERSIDAD

Nuestra Misión
El Sistema Universitario UNIMINUTO inspirado en el Evangelio, el pensamiento social de la
Iglesia, la espiritualidad Eudista y el carisma del Minuto de Dios, tiene como propósito:
• Ofrecer educación superior de alta calidad y pertinente con opción preferencial para
quienes no tienen oportunidades de acceder a ella, a través de un modelo innovador,
integral y flexible.
• Formar excelentes seres humanos, profesionales competentes, éticamente orientados y
comprometidos con la transformación social y el desarrollo sostenible.
• Contribuir, con nuestro compromiso y nuestro testimonio, a la construcción de una
sociedad fraterna, justa, reconciliada y en paz.

Nuestro Mega
En el 2019, UNIMINUTO es reconocida, a nivel nacional e internacional, como una
institución de educación superior que, desde su modelo educativo inspirado en el
Humanismo Cristiano, forma personas íntegras que, como profesionales competentes y
emprendedores, abiertos a la búsqueda de Dios y al servicio del hombre, contribuyan al
desarrollo de sus comunidades y de una sociedad equitativa.
UNIMINUTO se caracteriza por ser una institución incluyente y sostenible, soportada en
una cultura de alta calidad, con una oferta educativa amplia y pertinente, gran cobertura,
fácil acceso, uso de nuevas tecnologías, promoción de la innovación social y de iniciativas
de cooperación para el desarrollo.

Uniminuto, (2014) Misión, mega y calidad. Consultado el 12 de junio de 2014 en:


http://www.uniminuto.edu/mision_vision_calidad

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