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Historia Geologica Costa Concepción

Article · September 2016

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Diego Toloza
Universidad Andrés Bello
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7. CAPÍTULO HISTORIA GEOLOGICA

7.1. Silúrico - Devónico.

Las rocas más antiguas de la zona de estudio son las metapelitas, metapsamitas, filitas,
pizarras y esquistos de la Unidad Metamórfica Bellavista, estas presentan un grado de
metamorfismo que varía desde facies de Esquistos Verdes a Anfibolita inferior, formando
parte de la Serie Oriental del Basamento Metamórfico de edad Paleozoica, estudiado por
Aguirre y otros en 1972.

El protolito de estas rocas es una secuencia turbiditica de psamitas y pelitas


depositadas durante el Silúrico - Devónico inferior en un ambiente marino de margen
continental pasivo (Agustsson y Bahlburg, 2003). En el Devónico Medio colisiona el Terrane
Chilenia al Proto-Gondwana, y posteriormente en el Devónico superior Carbonífero Inferior
producto de la sobrecarga de potentes capas de sedimentos depositados en la plataforma se
genera un régimen de subducción (Ramos,1984).

Este régimen seria el generador del primer evento deformacional D1, el cual origino la
acreción frontal de los sedimentos turbiditicos al margen suroccidental del Gondwana (Hervé,
1988). Produciendo así un metamorfismo regional Barroviano de alta presión y de baja a
mediana temperatura. Este evento D1 tiene asociado el desarrollo de una foliación S1 de
carácter fino medianamente penetrativa y paralela a la superficie de estratificación original S0
evidenciado en las rocas de la Unidad Metamórfica Bellavista específicamente en la localidad
Punta Parra.

7.2. Carbonífero – Pérmico.

La subducción genero un magmatismo característico de un arco volcánico en la zona,


lo cual es corroborado por (Herve, 1988), donde a través de estudios geoquímicos del batolito
definido una afinidad calcoalcalina para los cuerpos plutónicos tonaliticos y dioriticos de la
zona, concordantes con una generación de magma en márgenes convergentes.
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Producto de esta generación de magma se produce el segundo evento deformativo D2,


el cual queda manifestado por pliegues en la UMB generados en las etapas tempranas de la
intrusión magmática de la Unidad Biobío, perteneciente al Batolito Costero Sur.
La intrusión magmática, en el complejo metamórfico genera un metamorfismo de
contacto de tipo Buchan de baja presión y alta temperatura, que afecta a las rocas
acrecionadas, creando una zonación mineralógica caracterizada por la aparición de
porfiroblastos de biotita, andalucita y sillimanita (Herve,1976), lo cual es corroborado por la
presencia de porfiroblastos micáceos desarrollados en las filitas de la UMB.

7.3. Pérmico – Triásico.


En el Pérmico Superior ocurre un engrosamiento cortical sucedido por el término de la
convergencia, asociada al establecimiento de una tectónica transcurrente paralela al margen
durante el Pérmico superior al Jurásico Inferior (Franzese y Spalletti, 2001). Entre el Pérmico
y mediados del Triásico debido a un régimen de subducción lenta, se produce un
solevantamiento tectónico y la consecuente exhumación de la unidad Metamórfica Bellavista
y la Unidad Biobío. Debido a esta exhumación se generan diques pegmatíticos de pequeñas
dimensiones que intruyen a la unidad Biobío, los cuales aprovechan fracturas provocadas por
la descompresión debido al enfriamiento de este cuerpo.

Posteriormente a mediados del Triásico acontece un periodo de extensión formándose


una serie de cuencas de dirección NW-SE a lo largo del margen occidental de Sudamérica
(Franzese y Spalletti, 2001), las cuales están representadas por la formación Santa Juana
constituida por sedimentos marinos, continentales y volcánicos. Estas rocas no están
representadas en el área de estudio debido principalmente a una tectónica de bloques ocurrida
durante el Pérmico - Triásico que deja el área alzada imposibilitando el desarrollo de cuencas
(Frutos y Tobar, 1975 en Vásquez, 2001).

Además, se atribuye a este periodo extensional, la intrusión de diques andesíticos de


dirección preferencial NW-SE y E-W que intruyen a la unidad Bellavista y Biobío, los cuales
habrían aprovechado los espacios generados por las fallas normales para su emplazamiento.

El fin de este período de extensión termina con el restablecimiento de la subducción a


mediados del Jurásico (Franzese y Spalletti, 2001), produciendo un alzamiento generalizado
del área, lo cual explicaría la laguna estratigráfica existente en este sector hasta el Cretácico
Superior (Frutos y otros, 1975). Se le atribuye este evento tectónico el alzamiento de un
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bloque similar a la disposición de la actual península de Tumbes, que habría formado una
bahía con circulación restringida en el Cretácico Superior.

Consecuentemente como primera etapa de formación andina se reestablece la


subducción de tipo Mariana régimen extensional desde el Jurásico Medio - Cretácico Inferior.
(Charrier, 2007) en este periodo el arco volcánico migra hacia el este y se da fin a la actividad
magmática en la zona de estudio.

7.4. Cretácico Superior – Paleógeno Inferior.

A comienzos del Maastrichtiano, se origina una cuenca marina somera la que


comienza con un importante ascenso del nivel del mar (Transgresión), el cual afecta a la zona
de antearco, esto se traduce en la deposición de un conglomerado polimíctico y las posteriores
secuencias de areniscas con niveles de biofacies de cardium y otros niveles concrecionales de
la Formación Quiriquina, la que se desarrolla en un zócalo formado por la Unidad
Metamorfica Bellavista y la Unidad Intrusiva Biobío. Contemporáneo a esto se forman fallas
normales sinsedimentarias de orientación EW. Esta secuencia indica que la cuenca se
profundizó, pasando desde el foreshore al lower shoreface. Una posterior regresión, produce
la depositación de facies más someras (de upper shoreface), y con ella culmina la
sedimentación marina de la Formación Quiriquina, con el comienzo de deposición de facies
continentales.

7.5. Paleógeno – Neógeno.


Entre el Paleoceno y el Eoceno comienza la sedimentación de facies continentales de
la Formación Curanilahue (Eoceno Inferior), la que está representado por una somerización de
la cuenca, acentuada por la regresión de comienzos del Paleoceno (Böttcher, 1999),
facilitando la progradación de facies de frente deltaico sobre la plataforma, interpretados
como depósitos fluviales a deltaicos, cuya litología comprende areniscas medias a finas que
gradan a lutitas con fangolitas que contienen niveles de carbón de poco espesor y ignofacies
de Thalassinoides y ofiomorfas en su base, depositados en un ambiente con clima subtropical
lluvioso con abundante vegetación, interpretada como un sotobosque y un bosque de mañíos
en la ribera de un río.

En el Oligoceno tiene lugar un alzamiento, quedando las secuencias expuestas a la


erosión. Este alzamiento genera una discontinuidad en el registro estratigráfico entre
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Formación Quirquina con la Unidad de Terrazas Coliumo de edad Neógeno. Se conoce como
Fase Incaica (post – Eoceno) (Chotin, 1969). Es responsable del hiatus Oligoceno y de la
discordancia entre el Eoceno y el Mioceno.
Durante el Mioceno – Plioceno se tiene la Fase Quechua o Diaguita (Chotin, 1969) la
cual produce solevantamiento y erosión producto de una compresión E – W en el antearco
(Lavenu y Cembrano, 1999)
Durante la Fase Plio – Pleistocena se tiene la ocurrencia de fallas en extensión activas,
individualizando la Cordillera de La Costa como rasgo geomorfológico. Esta fase está
acompañada de eventos tectónicos epeirogénicos, los cuales quedan registrados en las terrazas
litorales. Este episodio se manifiesta principalmente por la conformación en bloques
delimitados por lineamientos principales, la epigenía del Río Itata y por la presencia de
terrazas de abrasión marina elevadas en la zona litoral. Las paleolíneas de costa no
relacionadas a procesos glacioeustáticos evidenciarían que la zona se encuentra aún en
constante alzamiento
Finalmente, se tiene la depositación de las secuencias de no consolidados tales como
arenas de playa, dunas, sedimentos fluviales y remociones en masa.

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