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Editorial:

Historia de la Diversidad Religiosa en Colombia se convirtió en el punto de partida para generar


cuestionamientos analíticos y problemáticos respecto a las diversas prácticas religiosas que se
presentan en la actualidad del país. Por lo cual, este grupo de trabajo se cuestionó una de las
prácticas religiosas a la que más se le evidencia un lazo constante y fuerte con las decisiones políticas
y económicas del país: La masonería.

Y es que, a lo largo de un trabajo investigativo que tuvo como herramientas: entrevistas, salidas de
campo, etnografías, análisis de elementos; el fin último era logran identificar los elementos que
hacían que la masonería
¿Es posible pensar lo político como religioso?

¿Por qué se puede establecer relación alguna?

¿Se necesitan mutuamente?

Fraternidad, igualdad y libertad

Artículo periodístico:

De la religión a lo político hay un paso.

¿Política religiosa o religión politizada?

Si bien frente a los temas religiosos, en la actualidad, rondan diferentes situaciones que fácilmente
se pueden convertir en problemáticas; dentro de la religión masónica existe un escenario que logra
hacer hincapié frente a lo mencionado anteriormente. Y es que, una de las características principales
de la masonería es que está permeada constantemente de política: es factible ver líderes políticos
que se declaran masónicos, existen varios acontecimientos políticos que de una u otra forma logran
tener relación con la religión masónica. Por lo cual, en párrafos posteriores se postulará si es posible
o no ver las prácticas políticas como una “nueva” religión. O si por el contrario, la religión es política.

La masonería nace principalmente en un ambiente de guerras políticas y económicas. Por un lado,


la Revolución Francesa (1789) y por el otro la Revolución Norteamericana (1776). Esto ocasionó que
los objetivos de la masonería en sus inicios estuvieran encaminados a la “reconstrucción” del mundo
por medio de sus prácticas religiosas que no estaban lejos de parecerse a las del catolicismo. Por lo
cual, adoptan los ideales de la Revolución Francesa: “igualdad, fraternidad y libertad” los cuales
nacen, según los masónicos, en 1699 en el Libro VIII de Las Aventuras de Telémaco de Fénelon. Pero,
los adoptan porque los masónicos pensaban que estos ideales estaban ligados a combatir la tiranía
del absolutismo y la injusticia de la sociedad estamental. Por lo cual, ya es notorio ver que desde sus
inicios la parte política es esencial para el desarrollo de las prácticas masónicas.

Ahora bien, la relación entre política, economía y religión ocasionó que todos sus accionares están
permeados de política, economía y otros aspectos sociales como el “bien común”, la ética, la moral
y cultura; los cuales, reivindican la función o el papel del hombre dentro de un territorio y una
sociedad determinada. Dicha problemática no cambio, de hecho fue el punto de partida para nuevos
avances dentro de la masonería en el siglo XXI. Y es que, dentro de estos varios elementos es factible
identificar como intentan justificar su origen y su misión a través de elementos políticos como:
“obedecer a leyes”, “buscar justicia” y “buscar orden social y felicidad” todo esto con el fin de buscar
el perfeccionamiento del hombre arquitecto.

Cabe resaltar que, esta relación nace por el debate actual de que la religión y la política deben estar
separados. Puesto que, si se juntan podrían causar daños a la sociedad contemporánea. Pero,
dentro la masonería juntarlos es totalmente válido. Por ende, no es sorpresa encontrarse con que
los masónicos más conocidos son grandes líderes económicos y políticos del país. Un claro ejemplo
de ellos es Leo Kopp

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