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BIBLIOGRAFÍA

Prof. J. Echarri sitúa tal rela- mitivo", le sale al encuentro la


ción, como bien se puede apre- "otra" realidad, que es su salva-
ciar, "en el plano del ser" y no ción (479) y que puede aceptar
en el del conocer, que es deri- o desaceptar (480).
vado (446). La naturaleza, no El libro termina en un "Apén-
obstante su "ser de comunión" dice" que recoge los escritos del
con el hombre, es "norma" para Prof. J. Echarri, que van del
ese, pues es verdaderamente año 1937 al 1978.
"óntica", siendo su estructura Esta obra, "Humanismo cien-
no estática, sino "dinámica" y tífico y Humanismo natural",
exigiendo un "pathos" de aber- está justificada desde todo pun-
tura (447). to de vista, pues sus estudios
El último "Estudio Filosófico" científico-filosóficos brotan de
se centra en el binomio "Cien- una honda preocupación filosó-
tismo y salvacción" (459-481), fica en torno al interesante e
planteándose tres preguntas que importante tema de la "natura-
trata de responder: leza", la "ciencia" y el "hom-
bre", dentro de un "horizonte
1) ¿Qué aporta el científico humano" (9/11), dinámico y
de la naturaleza al hombre? El existencial. Aquellas palabras
hombre científico aporta al del Prof. Gonseth de que lo que
hombre de los sentidos una más admiraba de este autor era
"nueva e ilimitada comunión de "une originalité si immédiate"
su ser con la naturaleza, que lo (389) son ciertamente justas y
hace justamente más natural y dan razón a este profundo pen-
más humano, es decir, otro samiento científico-filosófico.
hombre más hombre" (468). El
hombre de ciencia no es ni de- N. URSÚA LEZÁUN
moníaco, ni prometeico, es y si-
gue siendo "natural, más natu-
ral" (469).
2) ¿Qué aporta el hombre
científicamente desarrollado, en FRANKL, Viktor E., Ante el vacío
cuanto tal, al hombre cristiano? existencial. (Hacia una huma-
El hombre científico no aporta nización de la psicoterapia)
"ningún obstáculo al hombre Barcelona. Ed. Herder. 1980.
cristiano"; ése le "desarrolla, Traducción de Marciano Vi-
positivamente, al hombre cris- llanueva. 152 págs.
tiano su propia naturaleza hu-
mana, y consiguientemente le La presente obra es una co-
crea su propia cultura o natu- lección de conferencias dadas
raleza cristiana" (476). por el autor desde 1957 hasta
3) ¿Cómo se realiza y se 1975. El contenido básico está
consuma la salvación cristiana constituido por los conceptos
en el hombre científico? Al centrales de la logoterapia, mé-
hombre científico, que "tam- todo psicoterapéutico que ha si-
bién" "necesita salvarse" (476), do considerado como la tercera
tanto y más que el hombre pri- escuela vienesa de psicoterapia

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—al lado del psicoanálisis y la de la visión personal de Frankl


psicología individual—. En este sobre los males del hombre ac-
orden, la obra clave del autor tual: falta de sentido en su vi-
sigue siendo "El hombre en bus- da y sentimiento de vacío anejo.
ba de sentido" —Maris Search La manifestación psicológica de
for Meaning—, publicada no ha- ambas realidades son "la volun-
ce mucho en castellano y en la tad de sentido" y la "frustra-
misma editorial, cuya tirada al- ción existencial", que para el
canzó los dos millones de ejem- autor no revisten carácter pato-
plares en 18 lenguas desde su lógico. Es por eso, que el méto-
aparición en 1945. do psicoterapéutico no puede
Frankl parte de la convicción dirigirse sólo a un estrato de la
de que "es preciso que llegue, personalidad, sino que debe
ai fin, el momento en que deje abarcarla a toda ella, realizando
de supravalorarse, de divinizar- de esta forma la humanización
se la psiquiatría y que haríamos de la psiquiatría perseguida por
mucho mejor si intentáramos el autor: tal método es la logo-
humanizarla" (p. 128). "Sólo una terapia. "No es sólo que la frus-
psicoterapia rehumanizada po- tración existencial esté lejos de
drá hacer frente a la tendencia ser algo patológico, sino que lo
despersonalizadora y deshuma- mismo cabe decir —y con mu-
nizadora que triunfa por do- chísima razón— de la voluntad
quier" (p. 29). La condición de misma de sentido. Esta volun-
psicoterapeuta de Frankl es lo tad, esta pretensión humana de
que hace interesante su visión una existencia llena, hasta el
de un hecho no tan conocido máximo posible, de sentido, es
como enunciado y postulado: la en sí misma tan poco enfermiza
despersonalización del hombre que puede —y debe— movili-
actual. Frankl no se va a limi- zársela como factor terapéutico.
tar a seguir los usos y hablar de Conseguir este objetivo es uno
las causas externas de la des- de los objetivos primordiales de
personalización, sino del mismo la logoterapia —en cuanto orien-
hecho y sus causas internas. tada al logos— lo que, en un
"Hoy no nos enfrentamos ya, contexto concreto, significa un
como en los tiempos de Freud, tratamiento orientado al sentido
con una frustración sexual, sino (y reorientador del paciente)",
con una frustración existencial. p. 91). "En cuanto que la logo-
El paciente típico de nuestros terapia no se dirige al síntoma,
días no sufre tanto, como en los sino que lo que intenta es pro-
tiempos de Adler, bajo un com- vocar un cambio de actitud, una
plejo de inferioridad, sino bajo modificación personal respecto
un abismal complejo de falta de del síntoma, se trata de una
sentido, acompañado de un sen- auténtica psicoterapia persona-
timiento de vacío, razón por la lista" (p. 61).
que me inclino a hablar de un El concepto clave, pues, es el
vacío existencial" (p. 9). "sentido". Aquí es donde se
Tales son los dos conceptos acusa una carencia esencial en
claves para entender el alcance el modelo teórico de Frankl:

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al cabo no se concreta en qué en un campo de concentración.


consiste ese sentido. Se encuen- Nuestro Tiempo, feb., 1980, p.
tran indicaciones, sugerencias, 100).
caracterizaciones ocasionales, pe- De esta forma, puede conside-
ro nunca un tratamiento siste- rarse la obra de Frankl como
mático. Las proposiciones donde un ensayo científico, más que
se expresa el contenido de como un tratado sólido y rigu-
"sentido" son de esta índole: roso. Incluso cuando se ocupa
"el sentido no puede darse, sino de cuestiones puramente técni-
que debe descubrirse" (p. 29); cas, como es la crítica de la psi-
"el sentido debe descubrirse, cología de Freud, Adler y
pero no puede inventarse" (p. Young, —capítulo 1.°—, se en-
30); "el sentido no sólo debe, cuentra mucho más de indicio
sino que puede encontrarse" que de concepto elaborado. Con
(p. 31). El papel nuclear del todo, no puede dudarse del gran
"sentido" y de la voluntad de valor que tienen estos indicios
sentido como manifestación hu- para una propedéutica del te-
mana esencial no es, sin embar- ma ; así ocurre, por ejemplo, en
go, discutible: "en razón de su el rechazo de Frankl al abuso
autotrascendencia, el hombre es de la adscripción de "patógeno"
una esencia en busca de sentido. para todo fenómeno psicológico,
En el fondo está dominado por como en el caso del stress: "ape-
una voluntad de sentido. Pero nas ha habido un lugar en el
hoy esta voluntad de sentido es- mundo donde haya existido más
ta ampliamente frustrada. Son stress que en Auschwitz, y jus-
cada vez más los pacientes que to aquí desaparecieron práctica-
acuden a nosotros, los psiquia- mente las enfermedades psico-
tras, aquejados de un complejo somáticas que tan a menudo se
de vacuidad (...). Si me pregun- consideran como condicionadas
tan cómo explico la génesis de por el stress" (p. 49).
este complejo de vacuidad, sólo Para A. Polaino no es una ca-
puedo decir que, a diferencia sualidad este modo de hacer,
del animal, al hombre no le dic- sino que responde a una caren-
ta ningún instinto lo que tiene cia esencial en el sistema de
que ser, y a diferencia de los Frankl: "la omisión fundamen-
hombres de otras épocas, tam- tal en que, a mi juicio incurre
poco tiene tradiciones que le Frankl es la falta de trasparen-
enseñen lo que debe ser. Al pa- cia en su compromiso con la fe
recer, ya ni siquiera sabe lo que cristiana" (op. cit, p. 10). Cuan-
quiere ser" (p. 133). Como ha do menos, se deja sentir la falta
señalado A. Polaino, "las hipó- de una concepción antropológi-
tesis del autor sobre el vacío ca elaborada, que resulta im-
existencial, pueden ser remode- prescindible dado el nivel de
ladas en la actualidad desde profundidad al que quiere lle-
otros puntos de vista mucho gar Frankl: "si tomamos (al
más científicos que, aunque me- hombre) como es, simplemente
nos comprensibles, son más ri- lo hacemos peor. Si lo tomamos
gurosos" (Frankl: un psicólogo como debe ser, entonces lo con-

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vertimos en lo que puede llegar chos humanos, problema al que


a ser" (p. 14). dedica la Introducción del li-
Puede ser considerada la obra, bro.
para concluir, como un buen li- Mientras los clásicos hablaban
bro de divulgación de la con- de derechos naturales, hoy se
cepción de Frankl, la cual, a tiende a sustituir esa expresión
pesar de lo dicho, resulta ser fe- por la de derechos humanos.
cunda para el futuro. El estilo, Basta con oir a los políticos y a
además, como procedente del los juristas para convencerse de
lenguaje hablado de las confe- ello. ¿Cuál'es el motivo? ¿En-
rencias, resulta vivo, ágil y di- traña esto un cambio de conte-
recto. Puede ser consultada con nido? En opinión del autor eso
provecho —e incluso disfruta- se debe a que en el seno del
da— por cualquier persona que pensamietnto filosófico contem-
quiera enterarse ski profundi- poráneo se ha ido imponiendo
zar en la psicoterapia de Frankl. una concepción del hombre se-
gún la cual no puede hablarse
FRANCISCO M. ALTAREJOS de una naturaleza humana. Tal
MASOTA es el parecer del historicismo y
del existencialismo. Cierto que
ya el positivismo negaba la na-
turaleza humana. Pero su nega-
ción no era más que un caso
GARCÍA LÓPEZ, J., LOS derechos particular de la negación gene-
humanos en Santo Tomás de ral de toda naturaleza. En cam-
Aquino, EUNSA, Pamplona, bio, el historicismo y el existen-
1979, 242 págs. ciaüsmo niegan específicamente
la naturaleza humana. El hom-
El tema de los derechos hu- bre tiene una cierta naturaleza,
manos está de actualidad, pero precisamente en aquella dimen-
no es nuevo. Así lo demuestra sión suya en que coincide con
el presente estudio de Santo el resto de los seres del mundo,
Tomás sobre dicha materia. y más concretamente con los
No tiene Santo Tomás una ex- animales irracionales. Pero ca-
posición completa y ordenada, rece de toda naturaleza en
en alguna de sus obras, del con- aquella otra dimensión por la
junto de su doctrina sobre los que se diferencia de los otros
derechos humanos. Por eso es seres.
necesario buscar en muy diver- Claro que si no hay una na-
sos lugares, para luego ordenar turaleza humana, tampoco se
con una cierta lógica interna puede hablar de derechos natu-
todo el asunto. Pero no faltan rales, porque no hay una natu-
los materiales necesarios para raleza, es decir, porque no hay
esa construcción sistemática, co- algo determinado en la que pue-
mo se ve en el presente estudio. dan fundarse. De ahí la sustitu-
El primer problema con que ción de la expresión de derechos
se tropieza el autor es el de la naturales por la de derechos hu-
definición misma de los dere- manos.

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