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dolors.canals@udg.edu
RESUMEN: Este artículo describe cómo el avance tecnológico y la transformación digital puede
afectar al proceso de elaboración de disposiciones reglamentarias en España. En concreto, se
analiza el uso de la inteligencia artificial y de las redes sociales en los trámites de participación
pública, a partir de la experiencia del proceso notice-and-comment de las agencias federales
norteamericanas. Por último, se trata la importancia actual de la exploración y procesamiento de
datos masivos normativos, tanto oficiales como empíricos, es decir, los relativos a la aplicación y
cumplimientos efectivos de las normas jurídicas, para mejorar la calidad normativa.
PALABRAS CLAVE: proceso normativo, inteligencia artificial, redes sociales, datos masivos,
evaluación de impacto normativo, cumplimiento normativo, mejora normativa
1
Este trabajo se enmarca en el proyecto de investigación “Evaluación del proceso normativo en
la Unión Europea y en España ante los nuevos retos sociales del Estado de Derecho” (DER2016-
76325-R), financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, del que soy IP.
RGDA
ISSN: 1696-9650, núm. 50, Enero (2019) Iustel
ABSTRACT: This article describes how technological advance and digital transformation can
affect the Spanish regulatory process. Specifically this article analyses the use of artificial
intelligence and social networks in the process of public participation, based on the experience of
the notice-and-comment process of US federal agencies. Finally, it deals with the current
importance of the exploration and processing of normative big data, both official and empirical, that
is, those related to the effective compliance with legal regulation, in order to improve regulatory
quality.
KEY WORDS: rulemaking process, artificial intelligence, social networks, Big Data, regulatory
impact assessment, legal compliance, better regulation
2
MENÉNDEZ VELÁZQUEZ (2018, p. 13), quien afirma que el gran sueño de la tecnología es el
desarrollo de una inteligencia artificial general, es decir, de “máquinas superinteligentes que
igualen o superen al ser humano en cualquier actividad cognitiva”, emulando el cerebro humano,
pero no cree que lleguemos a una máquina superinteligente sino a una superinteligencia “en forma
de inteligencia distribuida o inteligencia colectiva, no ubicada exclusivamente en una máquina
individual”.
3
Sobre este debate sigue siendo un clásico el libro de ESTEVE PARDO, J., Técnica, riesgo y
Derecho, Barcelona, Ariel, 1999.
2
Análisis monográfico
digital que se intuye o se sabe que genera riesgos para ciertos valores constitucionales y
derechos fundamentales cuyo contenido esencial, quizás, tienda también a cierta
mutación -el derecho a la igualdad, a la intimidad y privacidad, a la protección de datos
4
personales y la propia seguridad jurídica parecer ser los más amenazados-.
Por ello, es probable que estemos en presencia del nacimiento de una nueva
disciplina, el Derecho artificial en un sentido sustantivo, como conjunto de principios y
reglas jurídico-técnicas que ordenen las situaciones y las relaciones en las que concurre
un objeto artificial o inhumano con capacidad física y mental -está por ver, en breve, si
también jurídica-.
Igualmente, la transformación digital está rectificando las vías de relación de los
ciudadanos con las instancias públicas, en un momento crucial en el que la separación
entre ambas partes aumenta con el desapego político e institucional que sufre parte
importante de la población. Las Administraciones públicas empiezan a estar presentes,
tímidamente, en plataformas digitales y redes sociales en las que interactúan con los
ciudadanos propiciando una inédita vía de participación de la sociedad civil en la toma de
decisiones públicas, incluidas las normativas.
Son conocidos los bajos índices de participación ciudadana en gran parte de los
procedimientos administrativos y, de manera significativa, en el procedimiento de
elaboración de normas jurídicas que ha sido recientemente modificado por la Ley
39/2015, de 1 de octubre, de procedimiento administrativo común de las
Administraciones públicas (LPAC en lo sucesivo) con la introducción de nuevos trámites,
entre ellos, el de las consultas públicas previas (art. 133) y la evaluación normativa, en
un escenario de incipiente implementación en España de la política de mejora de la
5
calidad normativa, que tiene aún muchos retos por delante .
Ambos trámites -consultas previas y evaluación normativa- están ligados a la tarea de
exploración y recolección de datos empíricos, no solo numéricos o meramente
estadísticos, relativos a normas jurídicas -a su aplicación y cumplimiento efectivos, a sus
aciertos y desaciertos, a sus costes y beneficios, a las distintas opciones de regulación,
incluso a necesidades reales de regulación-, tareas que pueden generar una gran
cantidad de datos normativos con nuevas funcionalidades en el proceso de toma de
decisiones normativas, para cuyo procesamiento por tecnologías de inteligencia artificial
4
Es de máximo interés, en concreto, la reciente European Ethical Charter on the Use of Artificial
Intelligence in Judicial Systems and their environment, CEPEJ, Consejo de Europa, 3-4 de
diciembre de 2018; consultable en: https://www.coe.int/en/web/cepej/cepej-european-ethical-
charter-on-the-use-of-artificial-intelligence-ai-in-judicial-systems-and-their-environment (última
consulta: 09.01.2019).
5
Sobre los retos pendientes de esta política pública véase ÁLVAREZ SUÁREZ (2017, 35-37).
3
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Esta es la definición que ofrece CERRILO I MARTÍNEZ (2018, 3), partiendo de la de WEST, D.
M. & ALLEN, J. R. (2018): “How artificial intelligence is transforming the world”, accesible en (última
consulta 09.01.2019):
https://www.brookings.edu/research/how-artificial-intelligence-is-transforming-the-world/
7
Sobre ello, entre otros, recientemente VALERO TORRIJOS (2017).
8
CANALS AMETLLER (2016).
9
Veánse CARVALHO, RUI (2018) y, LAWRENCE, PARK, BUDZYNSKA, CARDIE, KONAT,
REED, (2017).
10
Ha estudiado este proceso ARROYO JIMÉNEZ (2017) y ARAGUÀS GALCERÀ (2016a y
2016b), en cuyos trabajos me baso.
11
Una contundente crítica de la deficiente regulación en España de la participación ciudadana a
través del uso de las tecnologías digitales y las redes sociales puede verse en COTINO HUESO
(2013).
4
Análisis monográfico
12
La expresión es de MONTORO CHINER (2001), como también la de “evaluación
retrospectiva”.
13
Los estudios doctrinales sobre los cambios recientes en el procedimiento de elaboración de
disposiciones normativas son numerosos, pero por razones de espacio me es imposible
reproducirlos aquí.
5
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Por otra parte, el proceso normativo se identifica con las notas que definen el
15
denominado “gobierno abierto”, esto es, una forma de gobernar más próxima a los
ciudadanos, en un marco propicio al diálogo y a la interrelación constante, con un mayor
significado de la transparencia pública y de la participación ciudadana en la definición e
16
implementación de políticas públicas y en la aprobación de la normas jurídicas, más
allá del estricto cumplimiento de las obligaciones legales.
Este tipo de gobierno no remite a unos rasgos orgánicos específicos, sino a una
forma distinta de relacionarse con los destinatarios de la acción gubernamental y
administrativa, que se presentan como colaboradores activos. De hecho, como ha
señalado la doctrina, la ampliación de los cauces y de la intensidad o número de activos
de la participación es lo que caracteriza el gobierno abierto, que forma parte a su vez de
los principios esenciales del “buen gobierno”, junto con la transparencia, la rendición de
17
cuentas y la evaluación.
Por eso seguramente esta forma de gobernar no se regula en las leyes de gobierno.
Las referencias legales al gobierno abierto son referencias al “buen gobierno” que se
14
Esa era mi interpretación en CANALS AMETLLER (2016); en el mismo sentido, ARAGUÀS
GALCERÀ, (2016b).
15
Véase, por todos, COTINO HUESO (2013), para quien son elementos básicos del concepto de
gobierno abierto: la transparencia, la reutilización de la información, la participación pública y la
colaboración, “y todo ello merced a internet y la web 2.0” (2013, 57).
16
Y también el “parlamento abierto”, que supone adaptar los elementos básicos del gobierno
abierto a las instituciones parlamentarias, que incluye la labor de difusión oficial de la actividad
legislativa y de control del Parlamento realizada a través de webs, blogs y redes sociales; sobre
ello, véanse los trabajos de VELA NAVARRO-RUBIO (2015) y VELA NAVARRO-RUBIO, RUBIO
NÚÑEZ, (2017).
17
MALARET GARCÍA (2017, 32).
6
Análisis monográfico
3. Carácter electrónico
Desde una estricta perspectiva formal, interesa ahora el hecho de que, por
prescripción legal, algunos de los trámites participativos del proceso normativo, como es
el caso del nuevo trámite de consulta pública previa a la redacción del texto de la
iniciativa normativa, se sustancian por vía electrónica. Así, de acuerdo con el artículo
133.1 LPAC, “con carácter previo a la elaboración de un proyecto o anteproyecto de ley
o de reglamento, se sustanciará una consulta pública, a través del portal web de la
Administración competente en la que se recabará la opinión de los sujetos y de las
20
organizaciones más representativas potencialmente afectados por la futura norma”.
Si bien la mencionada STC 55/2018 declara que la previsión legal de tramitación
electrónica de la consulta previa no tiene carácter básico, esta vía parece ser la más
apropiada para vehicular la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones
públicas, incluidas las normativas, en el escenario actual y futuro de transformación
digital. De hecho, la participación ciudadana en los asuntos públicos es el trámite que
18
A título de ejemplo, véase el Título VI de la Ley catalana 19/2014, de 29 de diciembre, de
transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.
19
PEREYRA CARAMÉ (2012, 457). Son de interés los datos que ofrece RODRÍGUEZ ANDRÉS
(2017).
20
Acerca de los siguientes aspectos: a) Los problemas que se pretenden solucionar con la
iniciativa; b) la necesidad y oportunidad de su aprobación; c) los objetivos de la norma; d) las
posibles soluciones alternativas regulatorias y no regulatorias”. Sobre este nuevo trámite véase
CIERCO SEIRA y ROPERO VILARÓ (2017).
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mayores rectificaciones está sufriendo por el uso de las TIC y las recientes
innovaciones, mucho más si la tendencia es la utilización de plataformas digitales y redes
sociales para reconducir y gestionar los procesos participativos.
También la realización del trámite ordinario de audiencia a los titulares de derechos e
intereses que pudieran verse afectados por la norma futura se prevé con carácter
electrónico; así, el centro directivo competente debe publicar el texto de la iniciativa en el
portal web correspondiente, “con el objeto de dar audiencia a los ciudadanos afectados y
recabar cuantas aportaciones adicionales puedan hacerse por otras personas o
entidades” (art. 133.2 LPAC).
En particular, en el ámbito de la Administración general del Estado, los cauces
electrónicos se dieron a conocer por la Orden PRE/1590/2016, de 3 de octubre, por la
que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 20 de septiembre de 2016, por el
que se dictan instrucciones para habilitar este tipo de participación pública en el proceso
normativo.
En las Instrucciones se definen los puntos de acceso ministeriales como sedes
virtuales que ofrecerán dos opciones, “consulta pública previa” y “audiencia e información
pública”, así como la posibilidad de realizar aportaciones por los ciudadanos mediante un
cuadro de texto libre, con la opción de adjuntar documentos. Se prevé un aviso al
ciudadano de la recepción de sus aportaciones. Para facilitar la participación, el punto de
acceso contará con un buscador de los proyectos normativos sometidos a consulta,
audiencia o información pública, tanto de aquéllos que tengan abierto el plazo como de
aquéllos para los que el trámite haya finalizado. El buscador empleará al menos los
siguientes criterios de búsqueda: rango normativo, ámbito material, palabras del título,
trámite abierto/cerrado y fecha de cierre del plazo de aportaciones. Incluirá también un
enlace al Portal de la Transparencia. Este punto de acceso participativo se redirige
desde el portal web del Punto General de Acceso (administración.gob.es) que recogerá
en su página de inicio un enlace a los puntos de acceso de los departamentos
ministeriales.
Nuestra doctrina ha tratado extensamente la participación electrónica en el
22
procedimiento de elaboración de disposiciones reglamentarias , por lo que no procede
reproducir argumentos a favor del uso de los medios electrónicos y digitales porque
parecen ser unánimes, como lo son también las quejas relativas a la falta de empleo en
21
COTINO HUESO (2013). Véase, en el ámbito europeo, el Reglamento (UE) nº 211/2011, sobre
la iniciativa ciudadana europea.
22
Entre otros, ARROYO JIMÉNEZ (2017), BOIX PALOP (2017) y ARAGUÀS GALCERÀ
(2016,b).
8
Análisis monográfico
23
ARROYO JIMÉNEZ (2017), BOIX PALOP (2017), COTINO HUESO (2013).
24
Véanse ARAGUÀS GALCERÀ (2016a), BOIX PALOP (2017, 269 y ss.).
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25
Por todos ESTEVE PRADO (2009).
26
MERCADO PACHECO (2012).
27
(PEREYRA CARAMÉ, 2012).
10
Análisis monográfico
Parlamentos-28 supone un gran desafío para el Estado de Derecho, pues incide de lleno
en los principios que rigen la actuación administrativa y las relaciones de las instituciones
públicas con los ciudadanos e, incluso, en la legitimidad de esa presencia digital de los
poderes públicos.
También es aún incierto el papel de las Administraciones públicas en las redes
sociales, en las que en un primer momento se comporta como un usuario más de la
plataforma de interconexión social. Existen riesgos importantes para las
Administraciones públicas en estos entornos digitales que no pueden ser obviados, entre
ellos el régimen jurídico aplicable a sus actuaciones en redes y el régimen de
responsabilidad en caso de daños. Cabe preguntarnos si la regulación de la
Administración electrónica es la apropiada para regular la presencia en las redes
sociales de las Administraciones públicas, porque las redes sociales no pueden
identificarse, sin más, con los medios electrónicos.
Las Leyes administrativas de 2015 no establecen nada al respecto por lo que la
pregunta es si cabe regular la participación de las Administraciones públicas en las redes
sociales, o dejar paso a la experimentación. Tampoco las últimas modificaciones legales
del proceso normativo contemplan la participación ciudadana a través de las redes
sociales y otras plataformas digitales, lo que no impide que las propias Administraciones
no puedan explorar las posibilidades que les abre el avance tecnológico “sin perjuicio de
29
la satisfacción de las tradicionales exigencias normativas de carácter procedimental”.
Como he señalado, el proceso normativo se desarrolla principalmente por medios
electrónicos y la apertura a la utilización de las plataformas digitales y redes sociales es
aún tímida. Aun así, se plantea la posibilidad de aplicar innovaciones tecnológicas para
valorar los resultados de la participación ciudadana, tanto en los trámites directamente
participativos -las diferentes consultas previas a múltiples iniciativas normativas
similares, pongamos por caso- como al margen de ellos, con la finalidad de obtener
datos empíricos en las plataformas digitales a partir de los cuales tomar mejores
decisiones normativas.
28
Un interesante estudio de la presencia de los Parlamentos en este tipo de plataformas digitales
es el de GIRALDO-LUQUE, VILLEGAS-SIMÓN, CARNIEL BUGS, (2017), en el que concluyen que
entre las redes sociales (Youtube, Instagram y Facebook) que utilizan los Parlamentos
principalmente para difusión de información oficial, es Instagram la red social que más ha crecido
en 2017, lo que denota que los Parlamentos quieren estar en el espacio de movimiento
comunicativo más reciente y dinámico y ligado a públicos juveniles, los cuales están desafectos
políticamente. Por otra parte, este dato implica un distanciamiento del debate político de la red, por
los que las redes sociales, a pesar de tener un potencial discursivo e interactivo muy importante,
quedan limitadas a una mera función de presencia y de divulgación informativa de la actividad
parlamentaria.
29
ARROYO JIMÉNEZ (2017, 246).
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Ahora bien, para que este tipo de participación sea una práctica asentada el reto está
en la capacidad de las Administraciones públicas de generar discusiones
argumentativas, para lo que es necesario una clara intencionalidad política y
administrativa que permitan un auténtico diálogo con los ciudadanos, a partir del cual
extraer información valiosa para la toma de decisiones públicas; asumiendo, por lo
demás, los compromisos adquiridos con los resultados de la participación, una vez
gestionados -si se da la hipótesis que aquí se plantea- con tecnologías de inteligencia
artificial. En caso contrario no nos situaremos ante un auténtico proceso participativo ni
conseguiremos una participación válida democráticamente y de calidad.
Sin obviar que esta modalidad de participación digital, en contraste con la
participación por medios electrónicos, no está exenta de riesgos ni desafíos jurídicos -
como por ejemplo las desigualdades en la participación- es ya una realidad en algunos
países más avanzados en el Gobierno electrónico, con es el caso de los Estados Unidos,
cuya experiencia parece tener buenos resultados sectoriales, por lo que está siendo
objeto de investigaciones jurídicas interesantes. La experiencia merece ser comentada
también porque ofrece algunas pistas de lo que nos puede deparar futuro próximo en
muchos procesos de toma de decisiones públicas, no solo de las normativas.
30
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 977).
31
Sobre los orígenes e impulso de la utilización de las TIC en el procedimiento de elaboración de
reglamentos en los Estados Unidos, véanse ARROYO JIMÉNEZ (2017, 236-237), quien remarca
cómo esta innovación administrativa “se ha ido produciendo paulatinamente a través de la
experimentación por parte de las propias agencias”, gracias a una regulación flexible del
procedimiento normativo.
32
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 978).
12
Análisis monográfico
33
ARROYO JIMÉNEZ (2017, 231-233).
34
ARROYO JIMÉNEZ (2017, 233) siguiendo la definición de la doctrina norteamericana. Véase
también ARAGUÀS GALCERÀ (2016b, 105 y ss.).
35
ARROYO JIMÉNEZ (2017, 234).
36
La trata ARROYO JIMÉNEZ (2017, 234-235).
13
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37
Como ha señalado acertadamente algunos autores, este procedimiento informal
notice-and-comment ha inspirado el nuevo trámite de consultas públicas previas previsto
38
en el artículo 133 de la LPAC, aunque no pueden identificarse sin más, entre otras
razones porque -como he anticipado- el trámite en nuestro proceso normativo no se
vehicula mediante de plataformas digitales participativas sino que se sustancia a través
de puntos de acceso en el portal web de cada Administración pública competente, si bien
este portal ofrece a los sujetos y organizaciones potencialmente afectados por la
iniciativa normativa la posibilidad de emitir sus opiniones, para lo cual deberán ponerse a
su disposición los documentos necesarios, que serán claros, concisos y reunir toda la
información precisa para pronunciarse sobre la materia.
37
ARROYO JIMÉNEZ (2017), ARAGUÀS GALCERÀ (2016b, 105).
38
CIERCO SEIRA y ROPERO VILARÓ (2017).
39
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018).
40
ARROYO JIMENEZ (2017, 239).
41
ARROYO JIMENEZ (2017, 239-240).
42
ARROYO JIMENEZ (2017, 240) quien comenta que en ocasiones se trata del envío masivo de
escritos sustancialmente idénticos que no proporcionan mayor información a la Administración.
14
Análisis monográfico
43
ARROYO JIMENEZ (2017, 240-241).
44
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018).
45
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 978)
46
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 978-979).
15
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muy limitado. Los autores exploran, pues, cómo estas nuevas herramientas 3.0 pueden
ser usadas por las agencias reguladoras y las instituciones de supervisión para
comprender y mejorar el proceso de toma de decisiones de las agencias, pero también
para la investigación jurídica.
Desde una perspectiva descriptiva, los comentarios públicos realizados en el
eRulemaking son una valiosa fuente de datos que pueden ser usados para examinar
empíricamente como las instancias administrativas interrelacionan con los ciudadanos.
Como forma de participación política exclusiva del entorno burocrático, analizar ese
comportamiento es un fenómeno interesante y proporciona información sobre cómo las
agencias y sus acciones se configuran, y se configuran por las opiniones expresadas
48
públicamente de individuos o grupos.
Para ello, los autores contribuyen a este campo incipiente realizando el primer
49
“análisis de sentimiento” (Sentimental Analysis) a gran escala de los comentarios
públicos, con la idea de examinar cómo las elecciones de palabras en los millones de
comentarios públicos se relacionan con las medidas o la ideología en una variedad de
entornos y valorar cómo los textos reflejan las actitudes de sus firmantes. Al aplicar un
procedimiento básico y replicable de “análisis sentimental” a los comentarios públicos
recibidos para todas las normas no menores en el curso del Gobierno de Obama, se
encuentran con que las agencias con inclinaciones ideológicas más moderadas tienden
a recibir comentarios que contienen un lenguaje más positivo. Este análisis indica que las
características políticas de las agencias están correlacionadas con las características de
50
los comentarios.
En particular, en relación con la normativa, los autores examinan cómo las agencias y
los organismos institucionales de supervisión pueden usar el análisis computacional de
textos en la costosa tarea de análisis de los comentarios públicos del proceso de notice-
and-comment para mejorar el proceso de toma de decisiones públicas. Realizan, en
concreto, un estudio empírico de análisis de los comentarios recibidos por la EPA
(Environmental Protection Agency) sobre su propuesta de regulación para limitar las
emisiones de gases de efecto invernadero de la electricidad (Clean Power Plan).
Este ejemplo de estudio empírico pone de relieve que la herramienta de análisis
51
computacional de textos puede ayudar a las agencias ante las dificultades que genera
47
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 979).
48
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 979).
49
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 998 y ss.)
50
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 979).
51
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 980) quienes se plantean que cosa distinta es que
todas las agencias las quieran usar.
16
Análisis monográfico
Los datos normativos o relativos a normas pueden clasificarse, a grandes rasgos, en:
a) datos previos a la aprobación de iniciativa normativa (datos e información empírica y/o
especializada a partir de los cuales adoptar las decisiones normativas, obtenidos a partir
de los resultados de los trámites de consultas previas, audiencia e información pública,
de informes institucionales sectoriales, de organismos de control y supervisión, de
análisis de resultados de la jurisprudencia, incluso de investigaciones académicas, y de
la participación en plataformas y redes sociales, en el sentido que se apunta en este
trabajo); b) datos posteriores a la aprobación y entrada en vigor de la disposición
normativa, en particular, los datos relativos a la aplicación y cumplimiento efectivos de
las normas jurídicas; y, c) los datos oficiales de los distintos ordenamientos jurídicos
vigentes, por el gran volumen de normas y tipos normativos que los integran, y cuya falta
de claridad demanda una urgente simplificación y racionalización de las fuentes jurídicas,
52
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 980).
53
LIVERMORE, EIDELMAN & GROM (2018, 996 y ss.).
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También una correcta y eficaz evaluación retrospectiva de las normas jurídicas,
relativa a cómo se aplican por las instancias públicas responsables y cómo se cumplen
por los destinatarios y obligados, para valorar en definitiva la efectividad del Derecho
sustantivo, exige explorar y recolectar datos empíricos y no meramente estadísticos.
Este tipo de datos son esenciales para mejorar la calidad del producto normativo porque
a partir de ellos se obtiene información sobre el logro de objetivos, la solución de
problemas, las incidencias indeseadas, los incumplimientos no previstos, los costes y
beneficios (en términos económicos pero también sociales o ambientales) y muchos
otros aspectos de la entrada en vigor de una determinada norma jurídica, de una
concreta regla jurídica o de una opción de regulación frente a otra. Aunque este tipo de
evaluación se produce dentro del ciclo de vigencia de la norma jurídica, sus resultados
habrán de ser tenidos en cuenta en la evaluación prospectiva o ex ante de cualquier
futura iniciativa con ella relacionada, en una especie de retroalimentación dentro de ese
ciclo normativo.
54
Sobre este tipo de organismos de supervisión de la calidad normativa, véase el Informe
Mandelkern Group on Better Regulation de 2001, y, entre otros, PORTÍ FERRER (2017, 227-232).
55
Sobre la evaluación normativa ex post véase el magnífico trabajo de DE MONTALVO
JÄÄSKELÄINEN (2017).
18
Análisis monográfico
56
Más extensamente, véase DE BENEDETTO (2017a) (2017b) y de DI DONATO (2017).
19
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57
Véase OCDE: Anti-corruption initiatives for Asia and the Pacific Strategies for Business,
Government and Civil Society to Fight Corruption in Asia and the Pacific, París, 2009, p. 187.
58
He realizado un estudio sobre ello en CANALS AMETLLER (2018).
59
Así, CAILLOSSE (2015, 277-278).
20
Análisis monográfico
60
Recientemente sobre estos sesgos, véase el borrador de trabajo SUNSTEIN, C.R. (2018),
“Algorithms, Correcting Biases”, consultable en:
https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3300171 (última consulta: 9 de enero de
2019).
61
Para más información, véase: https://www.elidata.es (última consulta: 3 de enero de 2019)
62
Decisión 922/2009/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de septiembre de 2009,
relativa a las soluciones de interoperabilidad para las Administraciones públicas europeas (ISA),
que expiró el 31 de diciembre de 2015. Se adopta un nuevo programa como un enfoque holístico
para evitar las barreras electrónicas en la Unión mediante la Decisión (UE) 2015/2240 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2015, por la que se establece un
programa relativo a las soluciones de interoperabilidad y los marcos comunes para las
Administraciones públicas, las empresas y los ciudadanos europeos (Programa ISA2) como medio
de modernización del sector público.
63
Sobre la apertura de los datos normativos y el acceso gratuito al Derecho por Internet, son de
interés las acciones de la Asociación Internacional Free Acces To Law Movement
[http://www.fatlm.org] cuya última conferencia internacional “Law via the Internet 2018. Knowledge
of the Law in the Big Data Age”, tuvo lugar los días 11 y 12 del pasado mes de octubre de 2018 en
el Consiglio Nazionale delle Ricerche
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Estas Conclusiones [DOUE 2017/C 441/8] se basan en las Conclusiones del Consejo de 26 de
octubre de 2012 [DOUE 2012/C 325/02]. Se señala en su Introducción que “para que exista un
espacio europeo de libertad, seguridad y justicia en el que pueda desarrollarse la cooperación
judicial no basta el conocimiento del Derecho europeo, sino que también es necesario el
conocimiento recíproco de los sistemas jurídicos de los demás Estados miembros y en particular
de la legislación nacional”.
65
El ELI tiene 3 fases o pilares, que han de introducirse por los Estados de forma voluntaria y
gradual:
- Pilar nº 1: crea un identificador único de la legislación, legible tanto para las personas
como para los sistemas informáticos y compatible con los estándares tecnológicos actuales
- Pilar nº 2: propone una serie de elementos de metadatos para describir la legislación, de
acuerdo con una ontología de referencia
- Pilar nº 3: permite un intercambio de datos más amplio y rápido: cuando los citados
metadatos se integran en las respectivas páginas web de los distintos diarios y boletines oficiales o
sistemas de información jurídica, la información se puede intercambiar de manera automática y
eficiente, gracias a los beneficios de la incipiente arquitectura de la red semántica, que hace
posible que la información sea procesada directamente tanto por los ordenadores como por las
personas.
66
Más información en: https://www.boe.es/legislacion/eli.php
67
Más información en:
https://administracionelectronica.gob.es/ctt/comprobarSuscripcion.htm?idIniciativa=3091#.XC36B
Wl7mM8 (última consulta: 3 de enero de 2019). La Especificación Técnica es consultable en:
https://www.elidata.es/documentacion_tecnica/especificacion_ELI_fase_1.pdf
22
Análisis monográfico
Especificación Técnica para poder aplicar el ELI a la normativa aprobada por las
entidades locales.
Las funcionalidades y ventajas del uso del ELI son amplias. Así por ejemplo, el ELI se
utiliza para simplificar el proceso de notificación a la Comisión Europea de medidas
nacionales de transposición, así como la publicación de las mismas por parte de la
Oficina de Publicaciones de la Unión en el sitio web EUR-Lex.
Entre otras ventajas que ofrece este sistema, pueden citarse las que enumera la
Comisión en las Conclusiones de 2017: promueve la interoperabilidad de los sistemas
jurídicos, facilitando así la cooperación de las Administraciones nacionales en el ámbito
jurídico y contribuyendo a la creación del espacio de libertad, seguridad y justicia de la
Unión Europea; propicia la transparencia y la apertura, reforzando la legitimidad y la
rendición de cuentas de los Estados miembros que lo utilizan; permite a los usuarios
componer manualmente los identificadores uniformes de recursos del ELI,
proporcionándoles un acceso más rápido y fácil a la legislación que buscan; ayuda a los
ciudadanos y a los profesionales del Derecho a buscar legislación de distintos sistemas
jurídicos de forma más eficiente; mejora la eficacia de los procesos de publicación de la
legislación, aportando una mayor calidad y fiabilidad, además de reducir los costes; por
último, permite la extracción de metadatos de los textos normativos y su reutilización
inteligente, y crea oportunidades de desarrollo de nuevos servicios para el sector
privado, contribuyendo así al desarrollo del mercado único digital.
Con todo, el uso de este tipo de sistemas de normalización legislativa no está exento
de riesgos; el principal, la falta de seguridad jurídica de la información normativa que
recoge, si bien se nutra de datos legislativos de los correspondientes boletines y diarios
oficiales de los Estados. Como es sabido, para el caso de las normas jurídicas, este
principio fundamental del Estado de Derecho se vincula a la oficialidad y publicidad de
los boletines en los que aquellas se publican, aunque se permite que adicionalmente
existan otros medios de publicidad complementarios (art. 131 LPAC).
V. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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RGDA
ISSN: 1696-9650, núm. 50, Enero (2019) Iustel
24
Análisis monográfico
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RGDA
ISSN: 1696-9650, núm. 50, Enero (2019) Iustel
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