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Factores que contribuyen a la ocurrencia de fraude

Las condiciones de ejecución de los fraudes son como una especie de trípode que
sostiene el fraude y, por supuesto, cualquiera de las patas del trípode es tan
importante como las otras.
Estas tres condiciones son: MOTIVACION, OPORTUNIDAD y FALTA DE
CONCIENCIA.
1- La MOTIVACION como condición del fraude
Se denomina MOTIVACIÓN de un fraude, a la causa, situación o elemento que
origina o provoca su ejecución, cualquiera que sea esta causa: La motivación es la
base o condición fundamental de un fraude de cualquier tipo.
Existen cientos o miles de motivos o causas para el fraude. El concepto o esquema
más simple o elemental de la motivación es que una persona puede estar sujeta a
situaciones que pueden constituir causas para cometer fraude, como las siguientes:

 carecer de recursos materiales, financieros o de cualquier tipo que mejoren


o resuelvan sus condiciones personales de vida o sus problemas en general
 estar bajo presión financiera o de otro tipo, por cuestiones personales, tales
como deudas, compra de bienes duraderos de alto costo, etc.
 estar bajo presión laboral por cuestiones administrativas, como cumplimiento
de planes, presupuestos y tareas personales
 tener afectaciones financieras por cuestiones personales como matrimonios,
divorcios, pensiones alimenticias o de otro tipo,
 estar bajo presión para garantizar cumplimientos de aportes financieros,
utilidades para obtener estímulos, etc.

Estas situaciones pueden constituir motivaciones o incentivos suficientes para


cometer un fraude de cualquier tipo. Se considera que las motivaciones
fundamentales en casi todos los fraudes proceden de cuatro elementos
fundamentales.
2- La OPORTUNIDAD como condición del fraude
Se denomina oportunidad para cometer fraude en una entidad cualquiera, a la
presencia o existencia en las operaciones o actividades de la entidad de
circunstancias, condiciones o situaciones que ofrecen la posibilidad de cometer un
fraude con pocas o ninguna probabilidad de detección.
Tal vez el problema más grave de la oportunidad es que puede minar la conciencia
de los directivos y trabajadores. Si las oportunidades existentes en una entidad son
conocidas por directivos o trabajadores, constituyen estímulos para el fraude La
oportunidad puede ofrecer impunidad o una probabilidad baja de detección, lo que
es atractivo a cualquier persona que tenga alguna necesidad y se le presente la
oportunidad de satisfacerla en condiciones o riesgo razonable y una vez que una
persona ha violado las reglas y cometido fraude sin ser descubierto, generalmente
tiene la tendencia de volverlo a repetir, casi siempre hasta que lo sorprenden en el
delito.
La oportunidad es la causa de muchos fraudes. A veces una persona no tiene
intención de cometer un fraude y hasta no tiene necesidades imperiosas, pero si se
le presenta una oportunidad, por ejemplo un sobrante de efectivo en una remesa y
si su nivel de conciencia es bajo, o es alto pero se le afloja con la oportunidad,
comete el fraude y se apropia del efectivo, tal vez con la intención de hacerlo una
sola vez para aprovechar la ocasión o para devolverlo posteriormente.
Pero si la oportunidad se mantiene y no pasó nada la primera vez, descubre que
hay una baja probabilidad de detección y generalmente la oportunidad se convierte
en impunidad y lo vuelve a hacer y aquí ya tenemos un falsificador profesional
ejecutando fraudes cada vez mayores en la medida en que va adquiriendo
confianza, hasta un día en que, tal vez años después, llegó el auditor o por
casualidad se descubre el fraude
Ejemplos muy repetidos de fraudes iniciados por oportunidades casuales, sin
motivación, relatan casos de sobres de nómina que se quedaron sin cobrar y el
pagador se dio cuenta de que la nómina no se revisaba, lo que abrió la puerta a una
nómina fantasma. O también el cajero que encontró un sobrante de efectivo en una
remesa, y se dio cuenta de que no se revisaban las remesas, lo que convirtió en un
fraude muy productivo.
El AICPA señala como ejemplo de oportunidades para el fraude, situaciones como
las siguientes:

 Falta de procedimientos contables y operativos formalizados, legalizados y


debidamente documentados
 Deficiencias en la definición de tareas y responsabilidades
 Desorganización en las operaciones en contabilidad, compras, recepción de
mercancías y almacenamiento
 Conciliaciones bancarias no actualizadas o no comprobadas
 Descuadres de sub mayores con subsidiarias
 Cantidad de operaciones con subsidiarias, afiliadas, empresas del grupo y
otras asociadas
 Faltantes constantemente ajustados sin comprobación alguna
 Emisión de cheques en blanco
 Familiares en puestos clave de la entidad
 Existencia de personal incapacitado o no idóneo
 Constantes transferencias de fondos entre las cuentas bancarias de la
entidad
 Transferencias de fondos a bancos en el extranjero
 Transacciones inconsistentes con los negocios, objetivos u operaciones de
la entidad
 Gran volumen de operaciones con un mismo suministrador o cliente
 Liberalidad en las cuentas de gastos especialmente por dirigentes
 Cambio constante de funcionarios responsables de operaciones de Control
 Contabilización de partidas sin el detalle o evidencia suficiente
 Concesión de anticipos excesivos para viajes y actividades
 Falta de control en anticipos pendientes de liquidar
 Relaciones familiares o muy estrechas entre directivos o trabajadores en
puestos de control

3- La CONCIENCIA como condición del fraude


El nivel de conciencia que posea una persona de una empresa es factor
fundamental en la existencia o no de cualquier tipo de fraude en esa entidad. El ser
humano que tiene alta conciencia y autoestima de su persona y de su posición, no
comete un fraude, un robo o una falsificación, aunque exista la mejor oportunidad o
aunque tenga necesidad de algo que pueda obtener mediante la ejecución o
participación en un fraude o hecho delictivo en la entidad en que presta sus servicios
como directivo o trabajador operativo.
Hay personas que mantienen una doble moral que aparenta una honradez extrema,
pero que están dispuestos a corromperse por dinero u otros valores y como poseen
un bajo nivel de conciencia, doble moral y falta de actitud, carácter o conjunto de
valores éticos o morales, están a la caza de oportunidades que les permitan cometer
conscientes e intencionalmente actos deshonestos.
Generalmente la oportunidad mina y corrompe la conciencia, especialmente si esta
es débil y no está bien afianzada y aunque no exista la necesidad. La oportunidad
es pareja para todos y si uno que la descubre no la aprovecha, habrá otros que lo
hagan y, entonces dirá, ¿POR QUÉ NO HACERLO YO?
Cuando se unen las condiciones básicas del fraude, necesidad, ambición,
oportunidad y falta de conciencia, entonces se producirá un gigantesco fraude de
emisión fraudulenta de estados financieros o algo por el estilo de gran envergadura
y entonces habrá que esperar años y años por alguna información confidencial de
algún involucrado, que tal vez lo dejaron fuera del negocio o por una casualidad.
La información de ACFE presenta estadísticas muy completas acerca de las
características de los fraudes descubiertos en un año determinado. Existe mucha
preocupación y mucho estudio de los fraudes descubiertos, pero cabe preguntarse.

 ¿Cuántos fraudes no se descubren?


 ¿Cuántos fraudes se mantienen en rangos menores que no llaman la
atención y no se descubren nunca?
 ¿Cuantos falsarios después de unos cuantos fraudes “se retiran” y sus
fechorías nunca se descubren?

Y en esos casos las vías de los fraudes quedan abiertas para nuevos falsarios y
habrá que comenzar la lucha de nuevo.
La conciencia define si hay o no hay fraude. La necesidad y la ambición o la
oportunidad funcionan cuando no hay conciencia.
Por tanto, el trípode se convierte en un soporte de una sola pata, la conciencia.
La conciencia enfrenta todas las otras debilidades.
Por tanto el logro del control interno a nivel de una entidad está en lograr la creación
de la conciencia de los trabajadores y directivos mediante el esquema de la
zanahoria y el látigo
¿Qué pasa cuando no se pueden resolver las necesidades de los trabajadores?
¿Cómo se convencen para que no hagan fraudes? ¿Cómo se convencen para que
no aprovechen a su favor las oportunidades de su cargo o las existentes en la
empresa?
Por tanto, lo que puede evitar o disminuir el fraude administrativo dentro del
esquema de una empresa, es la formación o creación y mantenimiento de sus
gentes, de un fuerte ambiente de control o estado moral o de conciencia que lo
conlleve a no desear cometer fraude o cualquier hecho delictivo, en donde el
problema reside en los medios para lograrlo.
Se menciona como medida universal la prevención, pero la prevención disminuye o
elimina la oportunidad, como el caso del hombre que botó el sofá por la ventana, al
que habría que preguntarle, ¿con esa medida de prevención se evitó el delito para
el futuro?
Este tema recuerda lo que dicen que se hace con los caballos, el método conocido
como “el látigo y la zanahoria” castigo para las violaciones e incumplimientos y
premios para los cumplidores y eso recuerda también lo que dice el evangelio de la
religión católica, los buenos al cielo y los malos al infierno y eso también lo dicen
todas las religiones, de forma que la conciencia, la moral, la ética, y los principios
de sus funcionarios y trabajadores y esto se logra con la persuasión, es decir
creando las condiciones en la entidad para que los funcionarios y trabajadores no
quieran cometer fraudes administrativos ni violar ninguna de las normas de
conducta y de ética establecidas en la entidad.
Pero generalmente el método de la zanahoria y el látigo y el ambiente de trabajo no
es suficiente para elevar la conciencia de los directivos y trabajadores, por lo que
es necesario aplicar procedimientos de divulgación ideológica, seminarios,
actividades de desarrollo con la participación de los trabajadores y dirigentes
superiores de forma que la formación de la conciencia se convierta en un proceso
consciente en la mente de los directivos y trabajadores de la entidad.
La prevención disminuye o elimina la oportunidad, pero si no hay conciencia,
aunque no exista la oportunidad, esta se busca, se crea, se elabora, se fabrica,
sobre todo si lo realizan directivos superiores que tienen el poder de violar los
procedimientos de control.

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