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Las condiciones de ejecución de los fraudes son como una especie de trípode que
sostiene el fraude y, por supuesto, cualquiera de las patas del trípode es tan
importante como las otras.
Estas tres condiciones son: MOTIVACION, OPORTUNIDAD y FALTA DE
CONCIENCIA.
1- La MOTIVACION como condición del fraude
Se denomina MOTIVACIÓN de un fraude, a la causa, situación o elemento que
origina o provoca su ejecución, cualquiera que sea esta causa: La motivación es la
base o condición fundamental de un fraude de cualquier tipo.
Existen cientos o miles de motivos o causas para el fraude. El concepto o esquema
más simple o elemental de la motivación es que una persona puede estar sujeta a
situaciones que pueden constituir causas para cometer fraude, como las siguientes:
Y en esos casos las vías de los fraudes quedan abiertas para nuevos falsarios y
habrá que comenzar la lucha de nuevo.
La conciencia define si hay o no hay fraude. La necesidad y la ambición o la
oportunidad funcionan cuando no hay conciencia.
Por tanto, el trípode se convierte en un soporte de una sola pata, la conciencia.
La conciencia enfrenta todas las otras debilidades.
Por tanto el logro del control interno a nivel de una entidad está en lograr la creación
de la conciencia de los trabajadores y directivos mediante el esquema de la
zanahoria y el látigo
¿Qué pasa cuando no se pueden resolver las necesidades de los trabajadores?
¿Cómo se convencen para que no hagan fraudes? ¿Cómo se convencen para que
no aprovechen a su favor las oportunidades de su cargo o las existentes en la
empresa?
Por tanto, lo que puede evitar o disminuir el fraude administrativo dentro del
esquema de una empresa, es la formación o creación y mantenimiento de sus
gentes, de un fuerte ambiente de control o estado moral o de conciencia que lo
conlleve a no desear cometer fraude o cualquier hecho delictivo, en donde el
problema reside en los medios para lograrlo.
Se menciona como medida universal la prevención, pero la prevención disminuye o
elimina la oportunidad, como el caso del hombre que botó el sofá por la ventana, al
que habría que preguntarle, ¿con esa medida de prevención se evitó el delito para
el futuro?
Este tema recuerda lo que dicen que se hace con los caballos, el método conocido
como “el látigo y la zanahoria” castigo para las violaciones e incumplimientos y
premios para los cumplidores y eso recuerda también lo que dice el evangelio de la
religión católica, los buenos al cielo y los malos al infierno y eso también lo dicen
todas las religiones, de forma que la conciencia, la moral, la ética, y los principios
de sus funcionarios y trabajadores y esto se logra con la persuasión, es decir
creando las condiciones en la entidad para que los funcionarios y trabajadores no
quieran cometer fraudes administrativos ni violar ninguna de las normas de
conducta y de ética establecidas en la entidad.
Pero generalmente el método de la zanahoria y el látigo y el ambiente de trabajo no
es suficiente para elevar la conciencia de los directivos y trabajadores, por lo que
es necesario aplicar procedimientos de divulgación ideológica, seminarios,
actividades de desarrollo con la participación de los trabajadores y dirigentes
superiores de forma que la formación de la conciencia se convierta en un proceso
consciente en la mente de los directivos y trabajadores de la entidad.
La prevención disminuye o elimina la oportunidad, pero si no hay conciencia,
aunque no exista la oportunidad, esta se busca, se crea, se elabora, se fabrica,
sobre todo si lo realizan directivos superiores que tienen el poder de violar los
procedimientos de control.